Exterior Patio frontal

Mira, la stamina de cualquier cuerpecito tenía un límite y ya había dicho que entre P.E., las pruebas físicas y el gimnasio luego iba a puto morirme, pero ¿me quedaba opción? Nada que hacerle, me aferraría a la energía que tuviera y luego intentaría regresar a casita sobre mis dos pies. Al menos para los quemados aún iba bien.

Antes de ir al patio frontal me rehice la coleta alta, que con P.E. se había desarmado un poco, me eché algo de desodorante y al salir identifiqué a Dante sin demoras. Me le fui encima, sin reparar en sus acompañantes, y apenas ver a Sean me cayó encima una mala hostia para enmarcar. ¿Qué cojones hacía ese imbécil con Dante? En fin, nada que pudiera hacer al respecto, así que lo disimulé bastante bien (o al menos eso creí) y seguí a lo mío. La broma de realeza era obligatoria, en especial considerando que nos habían puesto en equipos contrarios, y ante su respuesta solté una risa animada.

—¿En paz? ¡Eso habrá que verlo! —dramaticé, relajando la postura luego, y antes de tener que separarnos en nuestras respectivas canchas le di un golpecito amistoso en el brazo—. ¡Bueno, igual no tengas piedad! Le autorizo a atacar a Su Majestad, Sir Dante~

Total que la vida me odiaba, porque también me obligaba a enfrentarme a Emi ¡y definitivamente no quería lanzarle balones! La vi a la distancia y esperé a que reparara en mí para hacer un puchero bien dramático, aunque justo después también me giré hacia Greeny, que sí estaba conmigo (¡milagro!) y lo saludé con ganas, agitando un montón la mano.

Luego el partido dio inicio. Venía tranquilito, sin bajas, aunque no por eso estaba menos atenta. Qué va, estos juegos siempre me habían gustado mucho y tendía a ponerme un poquito competitiva. La atención se me distrajo brevemente al oír el silbato y notar que Yoshida-sensei congregaba a los de tercero, y un poco más al oír el nombre de Altan. No engañaba a nadie, me preocupaba que fuera a jugar quemados con su condición física, pero aún así se apareció en la cancha y bueno, seguí dividiendo mi atención entre mi propio balón y el partido de al lado.

El caso fue que no pasó mucho tiempo hasta que Chipe-chan le apuntó y le dio de lleno. Me sorprendió que no consiguiera esquivarlo y verle la cara me bastó para confirmar mis sospechas. ¡Ese idiota! ¡No tendría que haber jugado! Fruncí el ceño, agotando todo el multitasking del que era capaz para atender a mi partido y a Altan, pero sí que me distraje en cuanto se levantó la camiseta y alcancé a ver la de moretones que llevaba impresos en la piel.

Me dolió, en pocas palabras.

El balón pasó a mi lado como un proyectil y parpadeé, regresando a lo que me concernía. Bueno, un poco a medias, mi mente seguía yéndose por la tangente pero al menos tenía los ojos puestos en la cancha. Era hora de que el equipo contrario atacara y me preparé para esquivar llegado el caso, soltando el aire por la nariz en una mezcla de hastío, adrenalina, impotencia y qué sé yo qué más.

Como si fuera a poder quitármelo de la cabeza ahora.

Quizá Dante fuera un muchacho demasiado tímido o modesto como para llegar a enorgullecerse de sus logros a viva voz, pero eso tampoco era requisito universal. En tanto los reconociera hacia adentro y disfrutara de ellos, pues el resto vendría o no vendría solo, pero estaba bien así. De la forma que fuera, me quedé satisfecha con su respuesta y asentí, animada.

—¡Seguro, oye! No todos los días uno queda primero entre tanta gente, así que mis felicitaciones, kiddo~

Luego me contó que había habido una mascarada y resoplé, decepcionada. ¿Me había perdido una mascarada? ¡No podía ser! Dios, con lo divertido que había sido, seguro. Pero bueno, nada que hacerle, al menos me quedaba pensar que si se habían montado un evento del calibre habría más por venir. No pasó mucho hasta que lo llamaron, se retiró junto a la otra chica y me acomodé al lado de Sean. Eh, ahora estábamos solos, qué nervios~

Just kidding.

Sean se sumó a mi expresión de viejo decrépito y luego recuperé la sonrisa, no había de otra con el buen humor que me cargaba. Había temido que mi primer día fuera aburrido y solitario, pero estaba conociendo gente de todos los colores y era muy divertido. Volví el rostro en su dirección en cuanto mencionó que eran cutes por la confianza que manejaban y asentí. No los conocía de nada, qué va, pero sí se veían cutes.

—¿No? —repliqué a lo de las amistades, alzando las cejas—. Ah, tú también eres nuevo aquí. ¿No conservas amigos del insti anterior o algo?

Me dijo que iba a la 3-3 y bueno, no le prometería a nadie que iba a retener la información, pero al menos podían contar con mi intención.

—Ah, yo caí en la 3-2~ Aún no conozco a nadie de ahí, lástima. —Atendí a su pregunta y asentí, emocionada—. Creo que sí, al menos siempre me fue bastante bien. Me gusta correr, esquivar y todas esas cosas, me la paso bien. ¿Tú qué tal?

Lo veía un poco escuálido para ser inmune a los quemados, la verdad, pero uno nunca sabe.

 

—¡Ah! Hockey sobre hielo. —Como tal no había especificado, pero digamos que asocié el deporte con un país frío de los cojones y bueno, hice dos más dos—. Sí, yo nunca pude practicarlo ni verlo por obvias razones. Too hot to handle~

Se me coló una risa al decir aquello porque no cargó ningún doble sentido, genuinamente fue una broma que se me ocurrió de repente al recordar el nombre de aquel reality cutre que echaban por Netflix. Y bueno, mentira no era, en Australia hacía demasiado calor para ese tipo de deportes.

—Ah, ¿o sea que sabes patinar sobre hielo? That's so nice.

Como tal no reaccionó a mi tontería, realmente nunca lo hacía pero tampoco me preocupaba. Al parecer aceptó mis nuevas condiciones de juego y aguardé, paciente, a que se decidiera por la recompensa que pretendía. Alcé apenas las cejas tras oírlo, divertida, y asentí sin complicaciones. Almuerzo y postre, ¿eh? Eso ciertamente podía hacerlo. Ya que estaba, podría haberme mantenido en la misma línea y decirle que me comentara algo más sobre ese postre ruso que había mencionado, el que le gustaba, pero digamos que no me dio la gana.

Y a veces podía ser un poquito descarada.

—Parkour —resolví en tono suave, ensanchando la sonrisa antes de aclarar—. Me gustaría verte entrenando~

Honestamente no creía que fuera a rechazarme, así que me comí pasos y estiré la mano en su dirección, como si pretendiera cerrar un trato formal. De la forma que fuera, mi sonrisa se mantuvo sedosa.

—Deal~?

Partido III

Bueno, pero si ese partido no sería un auténtico espectáculo. No estaba muy al tanto de las internas entre estudiantes, ni que me interesaran, pero podía sentirse la tensión en el ambiente y vaya, era como tener un asiento en primera fila. El balón fue y vino, Joey parecía en tratativas con el amigo de Cathy y, entre tanto, eliminaron al único muchacho de mi equipo. ¿No era ese amigo de Kohaku? Bueno, pobre diablo, al parecer le dolió bastante y otra chica se le acercó para... ¿estaban cerrando un trato? Regresé la mirada al dúo de allá, el de diablos, y esbocé una sonrisa ligera. Zeldryck había soltado una auténtica carcajada y Joey, aunque más discreto, compartió la gracia. Por un segundo crucé miradas con él y le alcé las cejas, a lo que Wickham se encogió de hombros, resignado.

Eh, creo que iba entendiendo~

Mi sonrisa se acentuó y aprovechando que la chica metida en el embrollo estaba cerca, la del mechón albino, llegué a hablarle antes de que Kasun intentara eliminarme.

—¿Y bien? ¿Qué ganas a cambio~?

Eh, quién sabe si me fallaron los reflejos o no me esforcé lo suficiente, el caso es que el balón de Zeldryck alcanzó a impactar contra mis piernas y solté un suspiro, fingiendo decepción. Uy, qué cosas, iba a tener que dejar de jugar~ Me quité apenas el polvo de la ropa y salí de la cancha a paso tranquilo, sin molestarme en ver que el balón había rebotado y regresado al demonio de turno.

Me mantuve a un costado de la cancha, junto al primer desgraciado, y repasé sus facciones de perfil antes de hablarle. Pues porque sí. ¿Me sabía su nombre? Hombre, ni idea.

—¿Tú eras amigo de Kohaku?

Contenido oculto: Equipos y dados

Equipo A
1. Bellamy Dubois
2. Zeldryck Kasun
3. Génesis Allen
4. Alethea Ethans
5. Aleksander Hal
6. Joey Wickham

Equipo B
1. Eun-Bi Hwang
2. Lena Sallow
3. Anna White
4. Eris Tolvaj

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón.

 

Mentiría si dijese que mi sonrisa no se ensanchó un poquito más al notar que Joey sí que me había visto y que me había devuelto el saludo. En esas fue que vi a Zeldryck acercándosele para hablarle en voz baja y, hombre, me sorprendió un poco saber que de repente estos dos también se conocían. Apenas había hablado con el gemelo este, las cosas como son, pero no había necesitado más que lo que tuvimos para sacarle una radiografía y podía olerme ya que juntarse con Joey podía ser una muy mala noticia para mucha gente.

No para mí, eso desde luego~

La cuestión es que los vi hablando y noté que el tipo me dirigía una mirada que no supe identificar del todo. A ver, podía imaginarme algunas opciones de lo que sea que le hubiese dicho, pero en general estaba un poco oblivious y al final mejor lo dejé pasar. Además, mira que darle vueltas a eso cuando al alemán acababan de darle tremendo balonazo, qué desperdicio~

—Bu~ Y pensar que hace dos minutos estábamos asustados por si nos pegaba un balonazo~ —le dije a Arata, haciendo un puchero de los más exagerado en lo que seguía con la vista a Altan.

Lo repasé con la vista de pura manía cuando se levantó la camiseta, y si bien no me esperaba verlo lleno de moratones, tampoco reaccioné mucho ante la imagen. Parecía que le habían pegado una buena paliza, aquello tenía que doler más que la mierda, y el imbécil se había metido a jugar a los quemados porque para ser un genio era bastante estúpido, eso desde luego. Pena no me hubiese dado en ningún universo, pero teniendo en cuenta lo antes dicho, pues menos motivos aún tendría para ello.

Le eché los brazos a Arata por encima y apoyé la mejilla sobre su hombro, echándole un último vistazo al alemán antes de volver a centrarme en el partido. También estaba Eris por ahí, vaya desgracia de equipos, y acababan de eliminar a Morgan, such a pity.

>>Oye, Ara-kun —murmuré, con algo de pereza, sin apartar la vista del campo—. ¿Qué le ha pasado al idiota de Sonnen?

Pura curiosidad, vaya~

 

En un momento desvié la atención al partido de tercero así como hizo Zoldryck, solo para ver que Sonnen se comía como un estúpido el tiro de la chica de cabello azul y en sí fue que algo le dolió al imbécil incluso algo de recibir el tiro, le quitó los segundos que tenía para esquivar y se fue a la mierda. Imaginé que se estaría cagando en Dios, el diablo y la virgen santísima, porque con las ganas que se le veían de al menos intentar darle al otro Kasun y Joey no podía ni negarse.

Se le murió la fiesta~

Al notar el intercambio con Tolvaj se me escapó una risa baja, cosa de nada, sea cual fuese el medio trato que había establecido Discordia la verdad era que le venía bien a ambos o al menos eso pensé al ver la dirección de su tiro. No, si me lo preguntaban la combinación Tolvaj-Sonnen debería estar prohibida en todo Japón, eso de mezclar el mal ordenado con el caótico no tenía muy buena pinta.

Igual la voz de Zoldryck volvió a llamar mi atención, de forma que regresé la atención al partido de segundo y vi a Catherine apuntarle, en apariencia, a Shiori y al parecer el muchachito aquí presente no podía soltar la cuestión del todo, porque por eso había traído su apellido sobre la mesa.

—La conocí cuando yo tenía doce, ella once —respondí cruzando los brazos sobre el pecho, a la expectativa del partido. No me pasó desapercibido el momento de distracción de Hiradaira con su famoso Altan, claro, pero seguí a lo mío—. Me empezó a hablar de la nada en un paso de cebra en Chiyoda, ya sabes, esa clase de mierdas que hace Kurosawa siempre.

Extender hilos y luego tensarlos.

—Iba con su hermano y tal, el otro la regañó porque me ametralló a preguntas. —Presioné apenas la botella que había mantenido en la mano al mencionar a Kaoru—. Y bueno, es insistente como ella sola, así que siguió dándome vueltas desde entonces.

Ambos, en realidad, claro que el otro la palmó y a esta se le ocurrió cruzarme la cara de una bofetada.


[Partido II]

Haberme topado a Zoldryck con Katrina no estaba en el plan, obviamente, pero lo dejé correr y lo disimulé lo mejor que se me ocurrió. Igual solo iba a saludarlo, lo que era mi excusa perfecta para seguir de largo hasta el patio y fue lo que hice. Esperé por ahí a que Yoshida-sensei formara los equipos, que como siempre uno ya no sabía qué era mejor o peor de lo que decidía esta mujer, porque me puso en el equipo con Hiradaira pero bien podría haberme puesto en el contrario.

De mal en peor, no sé.

Total que tiro fue, tiro vino y en el intermedio me distrajo más o menos lo mismo que Hiradaira, pero solo porque era chusma que te cagas cuando me daba la gana. Había escuchado el nombre de Al, no volteé a ver la otra chancha sino hasta que el otro se comió el balonazo, cosa rara en sí misma, y fue cuando vi el resto y me comí la imagen de los moratones que el imbécil cargaba en el costado.

El famoso Sugino.

Y el idiota de Al me mandaba a dejarme cuidar por un grupo de gente donde estaba el salido que lo había dejado así, no, es que las cosas que me andaban pasando últimamente eran de campeonato mundial. Igual no me quedé prendada a la imagen demasiado rato, que tampoco quería dar ideas raras ni nada y cuando volví la atención a nuestro propio partido solo noté a Catherine dejarme ir el balón. En ese movimiento había cachado también la presencia de Zoldryck y, joder, qué puta vergüenza ir a comerme un balón apenas empezar.

Al menos yo no tenía una galaxia en el costado, qué sé yo.

Como me había distraído tuve que hacer un movimiento brusco para salvarme del golpe del balón, me moví hacia un lado y el peso de mi propio cuerpo casi me lleva por delante. Pude apoyar la mano y la pierna para no comerme el suelo del todo, pero me raspé un poco la palma y la rodilla. Nada grave en realidad, así que me levanté y tomé el balón que había quedado muy lejos y se lo dejé ir sin demasiada fuerza a Hodges.

No que quisiera hacerle daño ni nada, de ahí que no fuese un golpe agresivo, pero fue a la primera que vi y pues, ya me disculparía con ella si se golpeaba como yo al intentar esquivar o si se comía el balón.

Contenido oculto: Gabi, púchame

los dados quieren que le lance balones a tus hijas o algo JAJAJ se lo aventé a Emi

Contenido oculto: Equipos and stuff

Equipo A

1. Dante Miles
2. Catherine Whitman
3. Liza White
4. Clevert White Crimson
5. Lynn Ayala
6. Emily Hodges
7. Kashya Thornton

Equipo B

1. Hiroshi Koizumi
2. Oreki Tojo
3. Marie Rose La Pointe
4. Bleke Middel
5. Shiori Kurosawa
6. Anna Soria Hiradaira
7. Aleck Graham

Dado de recibidor: dado de tres caras.

1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón.

Dado de tirador: dado de siete caras.

1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

El intercambio entre Jack y Jez sobre lo de los niños me resultó de lo más tierno, en parte porque sabía cómo era ella con sus primos y luego porque me imaginé a este gigantón dejándose arrastrar por un crío de tres años sin más, así dijera que no tenía paciencia. Jez no añadió nada más como tal, en parte porque Wickham se enderezó y la medio usó de apoyo para terminar de levantarse, luego nos sonrió a los tres. Me pareció que ella lo siguió con la vista más de lo que hacía falta, pero la dejé ser y ya luego llegó Sonnen a dejarle la botella, que ella se dejó en el regazo.

Jack regresó su atención a mí, con el tema de la esgrima los torneos y toda la cosa. Me cohibí un poquito, pues porque tampoco quería ser presumida ni nada, incluso si había barrido el dojo con el trasero de Shawn con todo el orgullo que ameritaba la situación. De cualquier manera, que se pusiera a hablar de la gimnasia me sirvió para pasar del asunto y asentí varias veces a su comentarios, completamente de acuerdo con lo que decía.

—Exacto. Ya cuando te agobias por practicar algo pierde toda su función en realidad, al menos a mí me lo parece, sobre todo por lo que te decía de que empecé con la esgrima como para distraerme de otras cosas. ¿Te imaginas, encima de todo, venir a agobiarme el deporte que elegí para despejarme? No gracias.

A Jez el comentario de que el silbato de la profesora era como uno de perros le arrancó una risa algo más sonora que las anteriores y buscó contenerla un poco para escuchar al muchacho.

—A mí por suerte casi no me pasa eso de marearme al leer el movimiento —dijo un poco al aire, antes de continuar con el resto de lo que estaban hablando—. No te creas, que tampoco soy de mirar mucho pelis en general y algunas de las otras que veía más pequeña ya se me fueron hasta olvidando. Igual para gustos colores, ¿no?

Cuando Altan se comió el balón de Alethea Jez prácticamente se levantó de un salto, botella en mano y casi hecho a correr en su dirección, importándole bastante poco tener que sortear entre la gente, el sol y lo demás.

—Perdón, chicos, ya vengo —dijo a medio camino.

Ya que Jez se había ido, bueno, digamos que podía darle un poquito más de información a Jack, si acaso para que no fuese a meter la pata al mencionar nombres con otras personas o lo que fuese. Asentí con la cabeza a su comentario de que el juego estaba algo intenso por la tensión que se palpaba y me rasqué la mejilla antes de decir nada, como pensando.

—Joey y el chico que vino a dejarle la botella a Jez, de apellido Sonnen, no se soportan ni en pintura. Cosas de ellos y Jez, nada que hacerle, luego el otro... El de los tatuajes, pues ese ya no sé, creo que es parecido a la chica esta que le acaba de tirar el balón, la de los ojos verdes. De esa gente que se sube a cualquier tontería que le asegure algún mínimo de diversión, adrenalina o como quieras llamarlo. Deben haber otras tensiones allí coladas, pero ni idea. —Suspiré con cierta pesadez—. Aquí hay mucha gente que necesita un grupo de Furiosos Anónimos o algo así.

Había que estar sordo para no haber escuchado la carcajada que había soltado Kasun, pero que me preguntaran si me importaba, tenía cosas bastante más importantes de las que preocuparme que haber sido o no el payaso para los diablos de turno. Jodida costilla, como un día no me molestaba, al otro hacía un movimiento y me iba a la mierda.

Me cagaba en los muertos de Sugino, de verdad.

Pasé saliva un par de veces y tomé aire despacio, casi con miedo de lanzarme una tercera punzada de dolor, así que no me comí el resto del show por completo o no le presté la suficiente atención. Cuando la morena se acercó a Eris esta solo se encogió de hombros, demasiado ocupada o desinteresada en decir qué ganaba.

Kasun estuvo a nada de comerse la hostia que le intentó dar Eris, pasando del posible doble sentido de las palabras del cabrón como una campeona. A ver, que Eris era una cerda, pero también estaba puto loca a secas y ahora su único objetivo era reventarle el balón a los otros dos con cualquier excusa de mierda que pudiera encontrar.

Hombre, que encima de todo el motor le necesitaba combustible. ¿Se aburría mucho solo eligiendo víctimas al azar? Seguro.

Como fuese, el caso es que cuando quise darme cuenta otra desgraciada había sido eliminada y se acercó al costado de la cancha donde estaba. De entrada solo pensé que se iba a quedar allí, pero entonces su voz me llamó la atención y me quedé un poco fuera de base con la pregunta, me sonaba de algo, asumía que la había visto con Ishikawa en algún momento. Pero con el costado palpitándome con un dolor sordo, pues yo qué coño iba a saber.

—Sí. —Bueno, no sabía si el crío me consideraba su amigo en todas las de la ley, así se hubiese quedado conmigo en el patio la otra vez y por poco no nos habíamos acurrucado, pero larga vida a las zonas grises de las interacciones humanas—. Tú eres amiga suya también asumo. Me suena tu cara, pero ni idea de si debería saber tu nombre o no.

Que sí, que me estaba llevando el diablo mil veces, pero la chica nada tenía que ver con los otros imbéciles, así que tampoco la iba a mandar a la mierda por amor al arte. Apenas había terminado de hablar cuando Jez se apareció de la nada, me dedicó una caricia en la espalda y me extendió la botella de agua que le había dejado.

—Eres idiota, jugando quemados así. —Me regañó casi en voz baja y solo reparó en la chica un momento, dedicándole una sonrisa de pura cortesía—. Ya sabes dónde estamos, por si te quieres sentar.

Ni siquiera me dejó responder, se despidió y regresó sobre sus pasos como si nada. A ver, me faltaban pistas por todas partes, así que no sabía que esta chica era la de la gracia de la biblioteca de hace días, la gota que había rebasado el vaso de Jez antes de que se fuese a Países Bajos unos días.

A ver, los líos entre la Barbie, el otro hijo de la yakuza y el inglés no me la podían traer más floja, así me estuviese comiendo todo el espectáculo un poco por rebote al estar con ella. Solo pasé de todo, como no era raro ya de por sí, aún así al verlos maquinar entre sí me dio por pensar que quizás Altan estaba tan jodido como nosotros en cuanto a balonazos ganados, cosa que tampoco era nueva.

Si era un insoportable como todos nosotros cuando le salía del culo.

Si no me fallaba la neurona, la chica esta de pelo azul era amiga de Riamu o algo así y fue ella la que se llevó a Sonnen por delante. Apenas la vi conectar ojo con objetivo me cayó encima una tensión de mierda, fue completamente involuntaria y solo la sentí bañarme el cuerpo cuando me di cuenta que el hijo de puta no iba a poder esquivar. Todo porque me imaginé nada más lo que iba a dolerle esa mierda, así fuese un golpe normal. Se comió el balonazo, que no llevaba fuerza jodida ni nada, pero se lo llevó en el estómago y me cayeron encima las imágenes y los sonidos de la semana pasada, cuando lo agarraron de saco de carne.

Era de las pocas veces que una escena de esa índole me había dejado congelado en mi lugar después de todo, con la de veces que había visto palizas de esa clase o las había dado o me las había llevado.

Por suerte para cuando Alisha me echó los brazos encima ya había aflojado el cuerpo, así que reaccioné en automático y apoyé las manos en sus brazos. Que preguntara por el desgraciado me hizo reír por lo bajo, sabía que le importaba una mierda, pero la niña era chusma y allí estaba, consiguiendo información porque sí.

—¿Que qué le pasó? —Volví a reírme—. La misma mierda de siempre, que lo mearon todos los elefantes del circo. La semana pasada le salvó el culo a una chica, claro que luego lo agarraron de piñata.

Me callé un momento, desvié la atención un instante a la cancha de los de segundo de pura manía, pero lo hice tarde y no vi al tanuki en su momento de preocupación ni nada.

—Era salvarle yo el culo o ser cómplice de asesinato o alguna mierda de ese rollo. No parece, pero no quiero ir a la cárcel todavía, Barbie.

Contenido oculto

podría haber respondido en varios mensajes alternándolos? sí
me daba pereza? sí

qué tremendo tocho, me morí

 

[Partido II]

Juraría que hasta dormida me estaba quedando mientras esperábamos a que la profesora se apareciese, situación que por supuesto no había sido la mejor para mí porque casi me da un paro cardíaco cuando escuché el silbato de la profesora atravesándome el cerebro. Dios, de verdad que estaba agotada, genuinamente tenía que ser la primera vez que desease tanto que el día acabase.

Para mi mala suerte, aun con todo el cansancio que llevaba encima, era incapaz de no esforzarme a propósito para intentar escaquearme del partido que quemados o algo por el estilo, y mucho menos cuando se trataba de un juego en equipos. Así pues, tocaría intentar dar lo mejor de mí misma para ganar, incluso cuando posiblemente no podría hacer mucho de por sí. ¡Pero no se diría que no me esforzaría!

En el camino vi a Anna haciendo aquel puchero dramático y no tardé mucho en reflejarlo, aunque quizás algo más disimulado por aquello de que estábamos en mitad del patio con gente de tercero alrededor y todo el rollo. Así y todo esperaba que captase el mensaje, porque a mi también me daba muchísima pena que estuviésemos en equipos separados, y definitivamente me veía incapaz de pegarle un balonazo a ella. No le iría a hacer daño y sabía que no se enfadaría si lo hacía, pero no importaba en absoluto porque simplemente me veía incapaz de hacerlo.

Por otro lado, tuve la suerte de estar con Kashya, Dante y Liza en el equipo, así que en realidad me sentía bastante cómoda en el mismo.

El balón fue un par de veces entre los equipos antes de que el mismo acabase dirigiéndose hacia mí, por parte de Shio-chan, y pues cosas curiosas que pasan. De verdad que yo pretendía participar en el juego, pero parecía que no había manera de disimular los efecto de haber tenido P.E. en la mañana y el balón me dio de lleno, eliminándome.

Solté un suspiro pesado, algo resignada, antes de salir de la pista. Vi de reojo que el balón había rebotado hasta llegar a manos de Kashya y que la misma no tardó en lanzarla hacia el chico que conocí el otro día, Graham.

Bueno, al menos ya no tendría que preocuparme de darle balonazos a Anna... o a nadie más, que en general no era algo que me gustase.

Contenido oculto

Mr New Vegas holi, si no me eliminan, mi tiro va a Aleck uwu
EDIT: me han eliminado pero como le ha caído a Kashya, lol, pues se mantiene el tiro.

Equipo A
1. Dante Miles
2. Catherine Whitman
3. Liza White
4. Clevert White Crimson
5. Lynn Ayala
6. Kashya Thornton

Equipo B
1. Hiroshi Koizumi
2. Oreki Tojo
3. Marie Rose La Pointe
4. Bleke Middel
5. Shiori Kurosawa
6. Anna Soria Hiradaira
7. Aleck Graham

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón.

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

 

Obvio este chico no se esperaba que le soltara por la cara que conocía a Shiori desde incluso antes de entrar a esta academia, si ella no me había saludado ni viceversa, pero de nuevo eso venía de la bronca que ella misma había creado. La verdad era que cada una se había transformado en un monstruo separado, yo con mi humo, mi rechazo a ser controlada como la muñeca que me consideraba mi padre y Kurosawa con sus hilos, pretendiendo controlar todo a su alrededor, quizás para evitarse por todos los medios perder algo más.

Aún así había seguido perdiendo, porque hacía unas elecciones de mierda.

Su comentario me hizo intercambiar miradas entre Kurosawa y él de forma discreta, cualquiera podría pensar que yo había servido para algo cuando Shiori perdió a su hermano, pero la verdad era que no. Todo lo que había hecho había sido ir al funeral, darle el pésame familiar a sus padres y regresar por dónde había venido, mientras Shiori se calaba los putos huesos bajo la lluvia. Luego más o menos se desapareció, yo hice lo mismo y cuando volvió a verme ya era, bueno, esto.

Lo dejé correr, no hacía falta decirle que era improbable que la otra se alegrara demasiado de conocerme desde hace tiempo cuando le había dicho que si no me había liado a Usui en sus narices era porque el otro obviamente me iba a rechazar. De hecho, ahora que hacía dos más dos se la debía estar llevando un poco el diablo por haberme visto con este crío, no porque necesariamente le interesara, sino porque solo era yo.

Escuché que decía que esperaba que la chica no se hiciera más raspones, a lo que solo me encogí de hombros al ver que a pesar de lo penoso del tiro conseguía eliminar a Emily del partido.

—No se le da muy bien resistir dolor físico —comenté un poco al aire—. Así que más le valdría esquivar como la gente decente.

Balanceé la botella de agua despacio, con cierta pereza, y asentí con la cabeza a su pregunta.

—En el club de arte desde que entré a la academia —respondí sin complicación—. ¿Tú? ¿Te llama la atención alguno o ya te uniste?


[Partido III]

La morena esta tan bonita ni le puso esfuerzo a intentar esquivar, se retiró sin más y el balón regresó a Zeldryck porque, no sé, al azar le iba el jodido desastre tanto como a los tres diablos que estábamos allí metidos. Debía insistir, a Yoshida se le ocurría cada grupo que había que darle un premio a la cabrona.

Esta vez sí me lanzó el balón, vi que le metió más fuerza al tiro y me tuve que tragar la gracia, para ver si acaso esquivaba o me iba a la mierda. En sí el negocio con Sonnen estaba igual en alitas de cucaracha, lo veía en la capacidad de no retribuirme una mierda así que en realidad solo estaba buscando excusas para poder ceñirme con alguien, quién fuese.

Total que los reflejos no me sirvieron de mucho, me comí el golpe directo en el pecho y con la fuerza que el hijo de puta le había puesto, pues la verdad sí que dolió más de lo que me hubiese gustado para ser un balonazo. No arrugué los gestos ni nada, pues porque ya ni modo.

Qué mala pata para Sonnen, se quedaba sin mercenaria~

Aún así viendo que me tenía que comer el golpe, pues ya de paso recibí el balón con las manos para no tener que ir a buscarlo. Lo sujeté con la mano derecha, repasé a los del otro equipo con la vista y volvía a ubicar a la que había eliminado a Altan.

—Blue bird! —La llamé y le lancé el balón sin fuerza para que lo atajara—. Todo tuyo, linda~

Me retiré de la cancha entonces, despidiéndome de Kasun con un movimiento de mano y caminé hacia el interior de la academia con intenciones de comprarme una botella de agua antes de volver para ver el resto del partido.

Contenido oculto: Equipos and stuff

Equipo A
1. Bellamy Dubois
2. Zeldryck Kasun
3. Génesis Allen
4. Alethea Ethans
5. Aleksander Hal
6. Joey Wickham

Equipo B
1. Eun-Bi Hwang
2. Lena Sallow
3. Anna White
4. Eris Tolvaj

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón.

 

Igual que Arata no le había prestado mucha atención a mi intercambio con Joey y Zeldryck, yo tampoco le hice mucho caso a su reacción con lo del balonazo a Altan. En parte es que no lo vi, atenta como estaba al evento en sí, pero aun así tampoco me hubiese importado mucho porque, pues lo dicho, principalmente solo me interesaba por los polvos y poco más. Igual que Altan solo me interesaba porque era divertido de molestar, al fin y al cabo.

Para cuando le caí encima, de todas formas, ya había recuperado la liviandad de siempre, así que ni modo de enterarme de que se había quedado parado en el sitio porque al otro le tuvo que doler la madre con el golpe. Dicho sea de paso, tampoco tenía pretensiones de que me respondiese a la pregunta, solo le cuestioné porque tampoco tenía nada que perder con ello. Supuse que no tenía grandes motivos para escondérmelo realmente, de ahí a que al final sí que me contase lo que había pasado, y volví a echarle un vistazo al moreno en cuanto Arata me dijo el motivo.

Para dárselas de amargado, al final solo se comía palos por los demás, el estúpido.

Deslicé la mirada hacia Joey, un poco por pura inercia, y no mucho después recuperé la sonrisa divertida, volviendo a centrar mi atención en el rubito que tenía ahí atrapado. Ladeé la cabeza, buscando verlo mejor desde mi posición, y le soplé un poco por la gracia de molestarlo de nuevo.

—Me parece una sabia decisión, señor, que los presidiarios no me ponen tanto como pudiera parecer~

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Lo dejé para después porque, como se ve, la niña kinda ya no me dice nada interesante que hacer so anyways, si ves que no te sale responderle o lo que sea it's alright <3

[Partido III]

Como había supuesto, el chico no fue capaz de esquivar el golpe y el balón acabó dándole de lleno en el estómago. No había planeado darle en esa zona, a decir verdad, pero como sabía que no me caracterizaba por mi fuerza, pensé que posiblemente podría dejarlo pasar. En absoluto fue el caso, porque había que estar bien ciego para no darse cuenta de la mueca de puro dolor que le cruzó el rostro, y por un momento genuinamente me preocupé por haberle hecho más daño del que había planeado.

Por desgracia no había mucho que pudiese hacer en ese momento, tampoco podía desatender el partido por aquello, y en tanto el chico pudiese moverse no tenía que ser tan grave. Luego me disculparía con él, por supuesto, pero de momento tendría que volver mi atención al partido. Partido que, por cierto, de repente se me asemejó a un campo de batalla con la muchacha del mechón blanco y el tipo de los tatuajes de mi equipo.

Desde luego las relaciones entre los alumnos de aquella academia eran de lo más interesantes.

Al final el muchacho eliminó a la chica y la misma me volvió a lanzar el balón antes de salir de la cancha, aunque en aquella ocasión lo hizo con el suficiente cuidado como para que pudiese atajarlo sin problema. Le agradecí con una sonrisa leve y un movimiento de cabeza, dirigiendo mi atención al campo inmediatamente después. Nuestro equipo parecía estar teniendo bastante suerte, ¿eh? No lo iría a decir, pero se sentía bastante bien ir ganando~

En el otro lado quedaban unas pocas chicas y decidí lanzar el balón hacia la rubia, opción elegida bastante al azar en aquella ocasión.

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Equipo A
1. Bellamy Dubois
2. Zeldryck Kasun
3. Génesis Allen
4. Alethea Ethans
5. Aleksander Hal
6. Joey Wickham

Equipo B
1. Eun-Bi Hwang
2. Lena Sallow
3. Anna White

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón.

 

No pretendía ningún tratado de la persona que acababa de comerse un balonazo en el centro del estómago, claro, y de haber sido un poquito más pesada podría haber husmeado en el pésimo estado físico que claramente se cargaba. Pero vaya, a veces me daba por tener piedad y bueno, tampoco me interesaba demasiado buscarme un mordisco a pulso. Sólo suspendí la pregunta, recibí su respuesta y me encogí de hombros. Si debería saber mi nombre o no era algo que no me importaba mucho, tampoco había muchas chances de que Kohaku le hubiera hablado de mí. No era ese tipo de persona.

El caso es que luego se apareció Vólkov de Dios sabe dónde, lo regañó y se fue. No demostré la ligera sorpresa que sentí pero vaya, el mundo sí que podía ser un pañuelo. A ver, la conejita era amiga del tío este, que a su vez era amigo de Kohaku y también parecía llevarse de mal a pésimo con Joey. Cuántas conexiones, hostia, me iba a chirriar la neurona.

—Soy Morgan —resolví con simpleza, entrelazando las manos a la espalda, con mi atención puesta en el partido.

Tampoco me interesaba seguir hablando, así que si se reunía con Vólkov o se quedaba ahí me daba bastante lo mismo, la verdad.

—Ah, sí, la diferencia horaria es un asco. ¿De dónde vienes, a todo esto? —Se me coló una risa fresca en las palabras—. ¿Y qué coño haces en Japón?

Metiche como siempre, claramente.

Seguí sus movimientos de soslayo, dividiendo mi atención con los partidos. Venga, el de tercero estaba que arde, no sabía si tenía ganas de estar ahí metida o no. Me gustaba el desastre y presenciarlo en primera fila, era divertido pero qué va, tampoco me apetecía comerme un balonazo por la rabia mal dirigida de algún imbécil. Cuestión que Sean se amarró el cabello en una media coleta algo messy y aunque mal no le quedaba, me pregunté si habría sido intencional o le iría mal peinándose a sí mismo.

—Ah, ¿quieres que me encargue~? —le ofrecí con respecto a su pelo, medio girando el torso en su dirección—. Y no, no conozco a nadie, la verdad. I'm super newbie~

Bueno, que no conocía a nadie, decía yo. Claro, no tenía idea aún que me equivocaba.

En cuanto defendió sus habilidades para los quemados pero contó con el recaudo de atajarse en caso de mala performance me arrancó una risa divertida, encogiéndome de hombros.

—Tranquilo, hombre, puedes confiar en que seré una tumba. Sólo esperemos que tu carita salga indemne~

Una chispa de emoción pasó por mi rostro al saber que patinaba sobre hielo, ¡tenía que ser genial! Venga, si al final iba a interesarme más que me ayudara con eso a verlo entrenar, pero de la forma que fuera no iba a andar abriendo demasiadas posibilidades si aún no sabía el resultado de la apuesta. Claro, existía el posible escenario donde ambos ganábamos, pero de ser el caso... bueno, tampoco iba a quejarme, ¿verdad?

Aceptó y regresó las gafas a sus ojos, yo desvié mi atención a los partidos. Habían eliminado a Morgan y Altan ya, ese equipo se veía bastante complicado y supuse que no le quedaría mucho tiempo para acabar. Iban en clara desventaja.

—Yeah, seems like it —murmuré, distraída, y regresé la espalda al tronco junto a un suspiro liviano.

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sowwy, no se me ocurrió nada para prolongar la interacción. Puedes no responder, llevarte a Suiren a otra parte o si se te ocurre algo, pos be my guest, ofc. I'm always in <3

 

Oh, vaya, un señor inglés, ¿eh? Su acento no dejó espacio a duda, de hecho lo profundizó aposta si mal no me equivocaba, y para acompañar a su tono pomposo me hice la dama o algo. Ya saben, inflando pecho y poniendo cara de interesante. No intentaría imitarlo, siempre se me había dado fatal y a mamá también. El acento sureño definitivamente no combinaba con el británico, ni modo.

No agregué ni repliqué nada relacionado a sus razones para estar en Japón. Ser enviado al culo del mundo sólo por una escuela y con las instituciones que había en Inglaterra sonaba a delirio de fiebre, pero eh, uno nunca sabe~ Quizá su papá era un freak de los japoneses o aún mejor, era un exitoso empresario que debía hacer buenas migas con ellos para cerrar acuerdos. Ah, ya se me estaba volando la pinza.

—La buena educación japonesa~

Fue todo lo que contribuí, vago a cagar, y antes de responder a su pregunta me puse manos a la obra. Me había dado la espalda, acercándose un poco, y yo comencé a tratar su cabello con delicadeza. Le quité la liga, me la dejé en la muñeca y hundí los dedos suavemente en su melena para, primero, peinarla. Ah, era super suavecito~

—Yo viví casi toda mi vida aquí, mamá había venido por trabajo y decidió quedarse. Yo tenía cuatro o así, so yeah. Prácticamente no recuerdo nada de San Diego.

La verdad, ya estaba más que ordenado, pero me concedí el gusto de seguir repasándolo entre mis dedos pues porque sí. Su segunda pregunta activó al instante las imágenes de las duchas y me reí, rozando sus hombros de tanto en tanto. Uy~

—Yo diría que sí —concedí, en tono más bajo, aunque aún sonaba divertida—. Bueno, tú y Dante son muy majos, luego conocí a un tío que creo escuchamos música parecida. ¡Y eso siempre es un buen comienzo! ¿A ti qué tal te ha ido desde que llegaste? ¿Conocías de antes a baby Dante?

La tontería de montarse el teatro sobre una pelea callejera me arrancó una risa directa del pecho, pues sonaba a algo que perfectamente haría si un día me aburría demasiado. ¿No acabaría de topar con un compañero perfecto de drama y yo ni enterada? ¡Las vueltas de la vida!

—Yo lo veo, eh. Puedes decir que intentabas salvar a un gatito.

Pensé en atárselo de una buena vez, pero de repente no me dio la maldita gana. Reposé las manos en sus hombros y, confianzuda, me incliné hasta casi rozar su espalda con mi pecho. Apoyé la barbilla sobre una de mis manos.

—Eh, ¿te lo ato o sigo haciendo eso? —ofrecí, en tono inocente, refiriéndome a las caricias—. Es que está taaan suavecito~

 

La preocupación de si Sean estaba o no diciéndome la verdad era, bueno, inexistente. Me daban bastante lo mismo sus motivos para estar en Japón, si me estaba adornando con excusas o no, en definitiva su vida era su vida y no tendía a ponerme de moralista con nadie. Qué va, me importaba un coño.

No vi que cerró los ojos, claro, pero noté cómo su cuerpo se fue relajando y acabé con una sonrisa satisfecha pegada al rostro. Lo escuché tranquila, y cuando preguntó por mis razones para haberme transferido al Sakura ladeé la cabeza, soltando el aire por la nariz en una risa suave. Ah, ah, qué metiche~

Lo dejé correr, no porque planeara mantenerlo en secreto, sino porque prefería dejarlo para el final~ Se echó un poquito hacia atrás, sus manos le hicieron de soporte a ambos costados de mi cuerpo y sus brazos rozaban apenas mis rodillas.

—Eh~ Tienes un padrino o algo así —bromeé con respecto a Dante, me estaba regodeando tanto en la información que aún mantenía conmigo que mi voz había bajado de tono—. That's nice.

Luego me apoyé en su hombro, encontré sus ojos de soslayo y acentué la sonrisa, regresando a mi posición original ante su autorización para seguir acariciándole el cabello. El suspiro no me pasó desapercibido, claro, y sentí de repente una curiosidad inmensa por ver su reacción.

A ver si no decepcionaba~

—¿Hipnótico? Vaya, me halagas —solté con cierta mofa impresa, aunque sin intenciones de burlarme de él, y me desinflé los pulmones al tiempo que hundía los dedos dentro de su melena—. Por qué me transferí aquí, entonces.

Me mordí ligeramente el labio inferior, divertida, y me aferré apenas a su cabello en lo que volvía a inclinarme cerca suyo. Esta vez, encima de su oído. Repasé su perfil antes de pestañear y separar los labios.

—Me pillaron follando en el laboratorio de ciencias —confesé, divertida, en un susurro. Mi sonrisa sólo se ensanchó—. Con el profesor~

Ups.

Las puppy faces podían hacer milagros, bien lo sabía yo, y venían en todos los colores. Para pasar exámenes, fingir indisposición, conseguir almuerzos gratis y otro par de favores~ Lástima que las probabilidades me jugaron en contra, quizá debería haberme fijado de echarle llave a la puerta o algo, pero vaya. Me había dejado llevar~

Volví a erguirme, reiniciando las caricias como si nada.

—Pero no le digas a nadie, ¿sí~? Es un secreto.

Yeah, sure.

 

No mentiría al decir que probablemente me habría importado bien poco si este chico se horrorizaba o me juzgaba por mi pequeño secreto. Es decir, el instituto anterior se había encargado de taparlo lo suficiente para que no generara un escándalo de mayor envergadura y bueno, que me gustaba divertirme pero tampoco sembrar el caos a secas y por amor al arte. Sabía que la travesura iba a costarme mi estadía allí y no me quedó más que amoldarme a las consecuencias. Al menos mamá contaba con el dinero suficiente, el necesario para adornar a la amable señora que dirigía el Sakura y transferirme aquí sin mayor conflicto.

Con billetes de por medio, la vida no era más que un gran trámite.

La reacción de Sean cargó sorpresa y algo que quise interpretar como diversión. Seguí sonriendo, satisfecha, y me encogí de hombros. Podía hacerme una idea general del tipo de persona que era si seguía ahí, tan pancho, tras haberle soltado el chisme, de modo que decidí seguir concediéndome alguna que otra libertad.

—Mhm —murmuré un sonido afirmativo, fue casi un ronroneo y deslicé las manos hasta afirmarlas en sus hombros—. Nada que hacerle, era el precio justo por haber violado, no lo sé, ¿de cinco a siete normas institucionales? But hey, no regrets~

Apreté ligeramente y me tomé la libertad de masajearlo sin mucha fuerza, acentuando la presión de los pulgares en su espalda y ejecutando movimientos levemente circulares.

—¿Tú te arrepientes de algo en tu vida?

Obvio no era una pregunta que hubiera soltado con toda la seriedad del mundo, pero tampoco me negaba a las posibilidades y si le pintaba ponerse profundo, pues no sería yo quien lo frenara.

Partido III

Bueno, al final habían eliminado a Sonnen con una facilidad absurda y aunque claramente estaba hecho un saco de huesos, me dio bastante igual. A lo sumo me pregunté qué coño le habría pasado pero venga, la risa de Kasun a mi lado ganó terreno. De la forma que fuera, con su salida el partido perdía todo rastro de encanto y las chicas que quedaban en el equipo contrario pues ni siquiera las conocía.

El balón fue y vino, el rubito de los baños se empeñó con una rubita de allá y entonces por fin recordaron mi existencia en esa cancha. Quedaría intentar esquivar y ver de ir acabando el trámite, que bastante fácil venía siendo.

Lamentablemente no pudo ser, el balón viajó con bastante velocidad y no llegué a esquivarlo. Impactó en mis canillas, nada doloroso, así que chasqueé la lengua y le palmeé el hombro a Kasun a la pasada, retirándome de la cancha.

Bueno, nada que hacerle. Ahora quedaría distraernos con otra cosa~

Contenido oculto

Si Joey esquiva, le lanza el balón a Eunbi uwu Amane
EDIT: no dije nada (?

Equipo A
1. Bellamy Dubois
2. Zeldryck Kasun
3. Génesis Allen
4. Alethea Ethans
5. Aleksander Hal
6. Joey Wickham

Equipo B
1. Eun-Bi Hwang
2. Lena Sallow
3. Anna White

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón.