Pasillos y recámaras

Will (M), Pasillos Tercer Piso.

—Excelente!— tome el aerosol, y una escoba, ya con ello seguramente se podrían hacer maravillas con el cuarto.

Salí del cuarto y cerré la pierda, después sólo me dirigí a las habitaciones con los demás.

 

Llevar tres objetos a la vez...dió como resultado que se cayera por las escaleras. Un pequeño golpe, nada grave. Tuvo más cuidado en adelante.

Will pierde 5 PS.

Contenido oculto

Im sorry, sabes que tocaba (?

 

Jesse [N] Pasillos

Bajé lentamente por las escaleras con una de mis manos sobre el barandal para evitar tener alguna clase de accidente y como me había dicho Allison bajé hasta el primer piso y me fui hacia a la izquierda una vez que ya había llegado al primer piso. ¿Alguno de mis compañeros ya hubiera llegado al comedor o sería la primera en llegar? — Bueno.. no falta mucho para que lo averigüe~

 

Jev (N) Pasillos
Baje rápidamente agarrando el barandal, tratando de alcanzar a Jesse, no podía llevarme mucha ventaja.
- Jesse, ¡espera! - dije, pero creó que no me escucho, ya que siguió avanzando.
"Primer piso a la izquierda..." pensé al llegar al primer piso e ir a la izquierda para llegar al comedor.

 

Ashley (N), Pasillos.

Mientras bajaba las escaleras seguía mirando alrededor memorizando el camino hacia el comedor, ya me estaba gruñendo el estomago debido al hambre que tenia desde antes de salir hacia la academia. El sonido de mi estomago más el de el crujir de las escaleras inundaba el pequeño silencio cuando pasaba por las escaleras.

Una vez en el primer piso cruce a la izquierda para llegar al comedor.

 

Vivianna Penhallow (N), Piso Cuatro - Oficina de la Decana

La decana abrió la puerta de su oficina. Era una sala de tamaño moderado, no muy grande. Un escritorio podía verse en el centro, lleno de pergaminos. A la derecha, una chimenea estaba apagada. Detras del escritorio se podía observar un estante lleno de libros y algunos cuadernos de registro, seguramente para registrar a quienes hayan pasado por esa Academia.

—Pasa, pasa—pidió la decana con dulzura. No tardó en sentarse en su escritorio y regalarle una sonrisa—Así que...¿Como han sido tus primeras horas en la academia?

Le pidió que tomara asiento en un taburete, dejando frente al escritorio.

Contenido oculto

@Liza White

 

Amalia (M) Piso cuatro - Oficina de la decana

Mis dedos repiqueteron suavemente contra mi pierna en un intento por descargar la tensión del momento, mientras admiraba con curiosidad la oficina de la señorita Penhallow. No estaba mal, se veía limpia y ordenada, al contrario de como nos encontramos nuestra habitación hacía tan solo un rato. La dulce decana me sonrió, y dejé de distraerme para prestarle atención. Después de todo, para eso me había llamado hasta aquí. El corazón golpeaba fuerte contra mi pecho a la espera de su pregunta crucial, y entonces...

—¿Q-que cómo fueron mis primeras horas aquí...? —repetí, haciéndome a la idea de lo que me estaba preguntando. Sentí un gran alivio al ver que no parecía tener malas noticias para mí ni nada similar, y entonces pude volver a respirar con normalidad—. Pues... bueno, la verdad es que fueron bastante buen...

Detuve la frase al darme cuenta de lo que iba a decir, y me callé. Porque no, no era capaz de decirle un "pues fueron muy buenas, me la estoy pasando super bien", porque no era así. No era capaz de mentir, y sabía que podía sincerarme con ella, después de todo era la decana y parecía de confianza.

—Está siendo un poco... duro para mí, la verdad. Yo... no soy capaz de superar el hecho de empezar una nueva vida alejada de mis padres, sin ningún tipo contacto con ellos y con gente completamente nueva en mi vida, a pesar de que son muy majos y eso... Todo parece duro aquí, y sé que deberé acostumbrarme porque yo escogí esto pero... p-pero... —mi voz se fue apagando conforme hablaba, y mis ojos comenzaron a cristalinizarse un poco, con lágrimas queriendo salir de ellos. Ya casi no podía ver bien con tantas acumuladas, y bajé la cabeza avergonzada—. Solo quiero saber que estarán bien, y en un futuro... poder volver a hablar con ellos, aunque sea un minuto al menos. Necesito oír sus voces de nuevo, saber cómo les irá a partir de ahora, con eso sería feliz, y me daría igual tener que hacer 100 pruebas del señor Scarsbury con tal de conseguirlo.

Sollocé, apretando la parte baja de mi chaqueta con ambas manos conteniendo así las ganas de llorar. El tema era delicado para mí, pero debía tratar de superarlo en algún momento. ¿Por qué seguía siendo tan difícil?

 

Vivianna Penhallow (N), Piso 4 - Oficina de la Decana

—Oww...¡Dulzura, no llores!

La decana no tardó en pasarle un pañuelo para que se limpiara las lágrimas, algo incómoda e enternecida a la vez—¡Justo ibamos a hablar de tus padres! Dos de nuestra raza te prometieron que tu familia estaría a salvo si entrabas a la academia, ¿verdad?—preguntó con dulzura—Bueno, este tipo de tratos no está permitido, es chantaje. Como castigo, esos nefilim tuvieron que hacer una promesa a nombre del ángel que se desharían de todos los demonios Eidolon que están sobrepoblando tu pueblo. ¡Son buenas noticias, ya que una promesa al ángel no puede romperse!

Una vez dadas las noticias, Vivianne le permitió marcharse, luego de añadir unas pocas palabras más—Por cierto, trata de caerle bien a Scarsbury. Es quien decide las misiones en el siguiente año, pero da las mejores misiones a quienes se hayan ganado su respeto el año anterior.

Contenido oculto

¡Amalia ha descubierto el "Respeto de Scarsbury"! Se deben completar las clases de Scarsbury con buenos resultados para que te respete.

 

Amalia (M) Piso cuatro - Oficina de la decana

Tomé su pañuelo bastante avergonzada y limpié con suavidad mi rostro, tratando de no mojárselo mucho, y alcé un poco la cabeza para verla. Fue muy lindo ese gesto en ella, se notaba que era muy diferente al señor Scarsbury.

Entonces, mis orbes se abrieron aún más por la sorpresa que me causaron las siguientes palabras de Vivianne, y dejé de sollozar para escucharla atentamente. Asentí varias veces ante su pregunta, y fue entonces cuando oí todo lo que había ocurrido desde entonces. Mis... ¡mis padres ya no tendrían problemas con los demonios de la ciudad! ¡Eso era fantástico!

Toda la tristeza que me había embargado de forma repentina se esfumó en parte gracias a sus palabras, a pesar de que no hubiese dicho nada de las comunicaciones. Saber que ellos estarían bien era suficiente para mí, no podía estar más contenta.

—¡Muchísimas gracias, señorita Penhallow! ¡S-se lo agradeceré siempre! —exclamé, levantándome de mi asiento una vez ella hizo lo mismo y me dio permiso para abandonar la sala, y sentí el repentino impulso de abrazarla. Así lo hice, y me separé de ella con rapidez, agradeciéndole con mi expresión.

En cuanto me separé me dirigí hacia la puerta para reunirme con mis compañeros mucho más contenta que antes, y escuché las palabras de la decana por última vez. Le dediqué una pequeña sonrisa.

—Lo intentaré, gracias por todo —una vez dicho esto, cerré la puerta con delicadeza y eché a correr hacia el campo de entrenamiento. Ya me daba igual el esfuerzo que me tocaba hacer, yo ya era feliz así.

 

Jesse [N] Baños.

Con todo el cuidado que me disponía a tener, me retiré las botas antes de entrar al edificio, no me apetecía en lo absoluto manchar de lodo toda la academia, y tan siquiera, en calcetines todo sería relativamente más limpio. Poco a poco comencé a subir los escalones que me llevarían primero a nuestra habitación donde lo único que tomé fueron mis cosas para mi higiene personal, vaya... todo lo necesario para secarme, lavarme, etc.

Finalmente, me encaminé al tercer piso donde se suponía que estaba el baño: justo en la primera puerta, poco a poco la fui abriendo para adentrarme, no parecía ver nadie allí... tal vez los demás se quedarían un rato por la pista.

@Graecus

 

El baño parece…nuevo. ¿En serio? ¿Cómo hicieron los que tuvieron que estudiar en la academia el año anterior? Tendrían que preguntarlo algún día. Al abrir la puerta se observa un lavabo, además de un espejo y, más al fondo, dos puertas. La de la izquierda es la de las mujeres, y así esta descrito en un aviso. La puerta de la derecha es de los hombres. En la pared a los lados de las puertas, un aviso advierte de no entrar a un baño que no sea el que corresponda a su género. Intentar abrir la puerta que no corresponde da como resultado el bloqueo de la misma a través de una runa, evitando que la persona pase. Entrar al baño ya abierto activa una runa de atadura, inmovilizando al usuario de pies y manos hasta que Scarsbury se compadezca y retire el efecto. Se avisa además que Scarsbury no suele compadecerse.

Dentro, hay una serie de duchas por cubículos, dando algo de privacidad. Hay una vieja tina al fondo de cada baño, pero nadie es tan egoísta como para usarla, por lo que se ha convertido en el lugar donde se lava la ropa. Al otro lado de los cubículos están los retretes, y no parece haber algún lugar donde colgar la ropa, deberán improvisar en sus habitaciones. Por último, cada cubículo parece ocupar una sola toalla, por lo que debería lavarse después de usar. Dado que los Escoria tienen las habitaciones en el sotano, deberían llevar la ropa limpia a las duchas para cambiarse. La distancia entre los baños y las habitaciones Élite son unos cincuenta pasos.

 

Jev (N) Pasillos
Entre con tranquilidad, pero al fijarme para atrás me sentí mal: estaba dejando huellas.
- Lo siento... - dije al aire mientras me sentaba y me quitaba los zapatos, empecé a caminar de puntillas al baño, cheque la distancia del baño a mi habitación, pero como era una habitación compartida y con chicas, decidí agarrar mi ropa y llevarle al baño, cuando llegue, ahí estaba Jesse.
- Creo que los baños son nuevos...

 

Seth (M), Tercer Piso- Baños

Y ya estaba en los baños después de despertarme. No sé cuanto me quedé dormido, simplemente caí y me levanté en la habitación, no había nadie. Entonces, supe que había sido el único que había fallado, aún había barro en todo mi cuerpo, sobre todo en mi cabello y zapatos. Así que los quité, al igual que mis calcetines y caminé descalzo todo el viaje con la ropa que usaría. La sudadera se había quedado en la Pista de Obstáculos así que ya no podía recuperarla. Lo único que podría salvar sería mis zapatillas deportivas lo demás ya no servía para mí. No vi a más nadie, podía decir que tal vez, seguían allí, quizás celebrando, no me importó continué con mi camino, aún había sangre seca en mis dedos y rostro.

Entré al baño, no parecía haber nadie, entré por la puerta de la derecha que era para chicos y dejé la ropa limpia a un lado mientras me quitaba cómo podía la ropa llena de barro y la lanzaba al suelo. Entré a un cubículo y encendí la regadera, comencé a lavar mi rostro como podía con un pequeño jabón que había metido en mi mochila. La sangre se comenzó a mezclar con el fango que simplemente caía al suelo. El agua era agradable o quizás aún estaba demasiado adormilado para que me importase un poco. Pegué mi frente a la pared y dejé que el agua cayera por mi espalda un rato...

Pensaba lo que había sucedido, pero no le di demasiada importancia, lavé mi cabello con el jabón y lo froté mientras pedazos seco de barro caía al suelo y simplemente se separaban, desapareciendo por el desagues. Continué con la labor, por todo mi cuerpo, el jabón ardía en las puntas de mis dedos y manos, así que tenía cuidado. Suspiré, aún tenía los ojos cerrados, la luz me molestaba, sólo quería quedarme allí para siempre. Agité mi cabello para ver si quedaba algún residuo de tierra, pero parecía limpio, pasaron varios minutos, pero ya había terminado. Salí y me sequé con la única toalla que había. Luego la lavaría en la tina. Me vestí con la ropa limpia, mis zapatillas aún tenían lodo así que tuve que lavar mis calcetines sucios en la tina para limpiarlas.

Limpié la toalla y la dejé colgando en dónde estaba. Me sentía cansado, al igual que frustrado, pero aún así suspiré sin importancia, salí del baño y me encontré con dos Nefilim, ambos estaban en la Pista de Obstáculos, inclusive allí estaba Jess, les pasé por el lado y con la ropa sucia en mis manos listo para deshacerme de ella. Las heridas en mi rostro y en mis manos sólo eran línea rosadas de las cuáles la sangre ya no salía, pero dolían.

Después de deshacerme de mi camiseta y jeans viejos, respiré hondo, aún no parecía haber nadie, era mejor, no quería me preguntasen que había sucedido y mucho menos que me lo recordaran. Mi estómago rugió, tenía hambre, no sabía si debía comer, pero de igual forma iría al comedor, al menos quería despejarme un poco.

 

Jesse [N] Baños - Habitación Élite

El baño parecía extrañamente nuevo y eso me alegraba un poco, aunque el tener que pensar como habían sido antes de nosotros me preocupaba un poco, ¿y si los demás habían tenido unas duchas sinietras y feas?, me compadecía mucho de ellos. Fuera de eso, los baños parecían estar separados y eso también era un punto bueno para la academia, no quería saber cuantas morirían de vergüenza y cuantos no se vieran "obligados" a "aprovechar" la situación.

"Creo que los baños son nuevos.."

— Efectivamente, Jev. Bueno, te veré más tarde, ya quiero quitarme todo esto — reí levemente antes de darle una leve palmadita en su hombro y adentrarme por la puerta que correspondía a mi género, y cuando la cerré detrás de mí comencé a quitarme mi ropa sin más para después colocar mi ropa en la tina, no me preocupaba que alguien entrara, a fin de cuentas todas serían mujeres y no habría nada de que preocuparse.

Primero abrí delicadamente el agua caliente y cuando lo noté un poco más caliente de cuando esta "tibia" proseguí a abrir el agua fria y comenzar a lavar mis ropas lo más que podía y cuando acababa las exprimía y colgaba en la pared del cubículo donde me bañaría, después quité cualquier indicio del lodo de la tina y levanté la tapa que impedía que el agua saliera de allí y cuando mi trabajo terminó, proseguí a bañarme yo.

Abrí ambas llaves para que saliera agua tibia y dejé el agua me empapara por completo antes de comenzar a enjabonar mi cabello lleno de lodo, seguido de mi cuerpo con el jabón y después de un par de minutos había terminado. Tomé la toalla que me ofrecía la academia y sequé mi cuerpo lo más que pude con esta y después de lavarla me coloqué la misma toalla había traido conmigo y con mi ropa en mano me dirigí hacia la puerta y salí de allí sin importarme mucho.

A fin de cuentas la habitación estaba cerca y nadie moriría si yo salia en vuelta en una toalla. Bajé las escaleras con cuidado para evitar accidentes y una vez que llegué a mi habitación me aseguré de haber cerrado la puerta cuando pasé, caminé a mi maleta y tomé uno de mis pijamas que eran solo una camisa de tirantes y un short, el día se había ido en el entrenamiento y no haríamos más que cenar y dormir así que no había problema. Mi ropa por su parte la dejé colgada en la parte de la cabecera de la cama, a excepción claro de mi ropa interior, esa la habia colocado en una pequeña bolsa de mi maleta, antes de salir abrí un poco la ventana, lo suficiente para que entrara aire pero no tanto como para que algo entrara y se llevara la ropa o que mi misma ropa volara por el aire.

Finalmente tomé unos zapatillas y salí de mi habitación con mi pelo cepillado pero mojado. Ya solo restaba ver si cuando llegara al comedor había alguien cenando.

 

Skylar (M) Pasillos

Iba saltando en un pie tratando de quitarme los tenis para entrar a los pasillos sin ensuciar mucho, que me pusieran a limpiar la Academia era lo ultimo que que queria que pasara.
En el entrenamiento no habia tenido NADA de suerte, basicamente fui una de las ultimas en terminar el recorrido y no era de mucho orgulloso.

—¿Algo mas?—Me queje a mi mala racha desde que llegue.

Cuando me saque ambos zapatos me encamine hacia las habitaciones para tomar mi ropa, de ahi a los baños.

****
Tercer piso: Baños

Estaba tratando de quitarme las ramitas y piedras que se habian colado en mi cabello, literalmente estaba echo un nido de ave, faltaba mas que me encontrara un huevo. Al llegar al lugar me percate que ya habia dos personas, un chico alvino y una castaña, la cual ya habia entrado al baño de chicas.

—Venga, se han esmerado a construir esto—Silbe mirando el baño

Entre al respectivo baño de mujeres, estaba igual de bien. Unos cubiculos separaban cada ducha, lo cual me aliviaba ya que me ponia incomoda la idea de ducharme junto con otras chicas.
Me sorprendi un poco al ver la tina en el fondo, ¿porque la chica que habia entrado antes no la habia usado? yo lo hubiera echo. Si tuviese conmigo un shampoo de burbujas o un patito de hule seria perfecto. Deje la ropa colgada en el mismo cubiculo en el que me iba a duchar, si se mojaba un poquitin no importaria ¿verdad?.

Con el agua, habia abierto primero la caliente lo cual me habia echo pegar un brinco que, si ni fuera que me sostuve de la regadera, habria terminado en el piso. Abri y cerre ambas perillas para lograr que el agua saliera "decente" y que no pasara lo anterior, solo espero que en la Academia no nos cobrasen el recibo de agua porque, A) no tenia dinero y B) seria el colmo.

Al terminar me seque con la unica toalla que nos daban (con cuidado a no volverme a lastimar los raspones que me habia echo) y me cambie rapidamente, limpie la toalla con la misma ducha y sali directamente a los pasillos. Tanto mis calcetas como mis tenis estaban empapados de lodo asi que no tuve de otra que salir descalza, lo maximo que podria pasar seria que me enfermase.

—¡Asi esta mejor!—Estire mis brazos un poco mas comoda. Me dirigi al sotano, a nuestras habitaciones, por el momento solo queria dormir un buen y largo rato.

 

Jev (N) Baños
Reí al escuchar el comentario de una mujer y asentí en aprobación mientras me dirigía a los baños de los chicos.
Cuando estuve en uno, vi la tina y la ducha.
La tina se veía bien para este día tan cansado, pero no seria tan egoísta, así que coloque mi ropa ahí y fui a las duchas.
La sensación del agua se sintió muy bien.
Mientras me bañaba decidí lavar mi ropa, me costo un poco de trabajo pero finalmente están satisfecho.
Después de terminar todo lo de mi baño, me seque y me coloque la toalla en la cintura, salí por mi ropa y entre al cubículo para cambiarme, pero antes lave la toalla como pude y la deje donde la había agarrado. Entonces sí procedí a cambiarme, cuando estuve listo salí del baño estirando los brazos con ropa en mano, ¡que bien se sentía!
Mi cabello seguía mojado, así que estaba todo desordenado, simplemente pase una mano por este para tratar de quitar un poco de agua, la verdad me daba pereza secarlo.
Fui a la habitación y puse mi ropa mojada debajo de mi cama, después vería como secarle.
Baje al comedor, sentía como mi cabello me mojaba un poco mi camisa, pero no le preste mucha atención, ahora esa sopa seria muy bien recibida.

 

Amalia (M) Tercer Piso - Baños

Entré a los baños inflando mis mejillas con enojo, con la ropa de recambio en mis manos y casi sin admirar la estructura del lugar. Estaba molesta porque me había pasado como quince minutos cojeando por toda la academia en busca de la enfermeria y en cuanto me encontré a la decana de casualidad por los pasillos, me dio la fantástica noticia de que no había ni una sola en la academia. En su lugar, llevaba en mis bolsillos unas tiritas para tapar las heridas y evitar que entrasen en contacto con otros medios. ¿Y el desinfectante qué, no era importante? ¿Y el agua oxigenada? ¡Eso estaba muy mal, jo!

Dejé de mala gana la ropa limpia encima de la puerta de mi cubículo escogido y me asomé en el espejo para comprobar mi estado: estaba llena de barro, y múltiples cortes adornaban cada parte de mi cuerpo. La herida de la rodilla era lo más destacable, el resto son eran raspones sin importancia. Pero no pude evitar preocuparme al saber que no podría desinfectarla como debía ser.

Tomé la esponja y mis objetos para el baño que había traído pensando en que podrían no haber aquí, y cogí la toalla para entrar en la ducha y quitarme toda la suciedad de mi cuerpo de una buena vez. Me quité con cuidado la ropa procurando no rozarme con nada, y la dejé a un lado. Luego tocaría lavarla a mano, pero primero disfrutaría de un buen baño.

Abrí la llave del agua y sentí el agua caliente correr por mi cuerpo y relajarme por completo. Cerré los ojos y respiré hondo, permaneciendo así un buen rato. Las heridas escocían con el contacto pero al menos así podría quitarles la suciedad de enmedio, lo mismo que con el resto del cuerpo. Mi cabello no fue la escepción, y me lo enjuagué bien varias veces, tratando de no dejar rastro de suciedad en ninguna parte.

Así, el tiempo se me fue echando encima, pero me alegraba saber que teníamos el resto del día libre. El baño fue llenándose de vapor lentamente, y me quedé allí por un largo rato. No me apetecía hacer nada más.

***

Salí de la ducha con la toalla tapándome por completo y un pequeño escalofrío me recorrió al sentir el cambio brusco de temperatura. Noté que no había nadie fuera de las duchas justo ahora, por lo que me sentí más cómoda a la hora de secarme y cambiarme de ropa.

Procuré no tardar mucho para no pillar ningún resfriado, y pasé a cepillar mi cabello rosáceo y desenredarlo tras el baño. No solía costarme mucho tiempo, por lo que en menos de diez minutos ya me encontraba fuera de los baños y con la ropa anterior lavada por completo.

Suspiré aliviada, sintiendo la comodidad que tanto añoré en el campo, y comencé a caminar por los pasillos con tranquilidad. Creo que lo mejor sería ir a la habitación, la rodilla aún me dolía como para seguir andando por ahí mucho tiempo. Quizás así hasta tenga tiempo de leer un libro, aprovechando la soledad del lugar.

Con aquella idea en mente, abandoné el tercer piso directa hacia el sótano. No quería saber nada de sopas marrones y rancias por ahora, solo necesitaba reposar.

 

Max [M] Baños

Al terminar todo el tema de los obstáculos, solo podía pensar en darme una buena ducha. Quitarme el barro de encima, ponerme ropa limpia, y relajarme. Y allí estoy, enfrente de las puertas del baño, con ropa para cambiarme que he cogido previamente de la habitación.

Esta zona no tiene ni punto de comparación con la calidad del edificio. Unos baños impecables, como si nunca se hubiesen usado. Algún compañero ya se había duchado, así que elijo uno de los cubículos para proceder. Desvestirme, dar el agua caliente, y me quedo debajo del grifo disfrutando de la sensación. Noto como el barro pegado de la piel se escurre, la sangre va despegándose de las heridas. Al ser superficiales, no borbotean ni nada, un poco de agua y a ver si algún compañero tiene botiquín. Me da tiempo de pensar en todo lo que hemos pasado, en lo duro que ha sido el entrenamiento. Para un primer día, no ha estado mal, demasiado diría incluso. Pero así va a ser a partir de ahora, por lo que con decisión y coraje hay que tomárselo.

Termino de secarme, y me pongo la ropa limpia que he traído. Ahora me he quedado con la vestimenta pringosa de la mañana y la toalla. Suerte que al fondo del baño hay una tina para poder lavar la ropa. Me encamino allí, y me pongo ha dejar la ropa impecable. Al igual que conmigo, tengo que quitar todo rastro de barro mugriento y sangre pegajosa.

Una vez acabado, siento el estómago vacío. Ya me vale, si he repetido sopa antes, y vuelvo a necesitar cantidades ingentes de comida. El entrenamiento es lo que conlleva. Supongo que me pasaré por el comedor, a ver si me dan de comer. Primero dejaré la ropa en la habitación, bien colgada para que se seque, y después subiré las escaleras hacia la bendita comida.

 

Jesse [N] Pasillos

Después de que le diera a Seth su curita, me había retirado con Allison por los pasillos para comenzar a subir por los escalones y llegar a nuestra habitación, yo tal vez iba más lento que Allison, de hecho a cada rato paraba para bostezar un poco y luego volvía a apresurar el paso y estar a su lado — Creo que estoy más cansada de lo que creía..— murmuré tallandome un poco mis ojos — ¿Tú no?

@Graecus