Pasillo (Tercera planta)

La respuesta tan directa de Suiren me pilló algo desprevenida, a decir verdad, y esa misma sorpresa no tardó en hacerse visible en mi rostro al provocar que las cejas se me alzasen ligeramente. La estupidez me sirvió para despertarme por completo, eso sí, y no tardé nada en mostrarle una sonrisa suave por todo el asunto; también me apoyé a su lado en la pared, de costado para poder dejar caer la cabeza contra la misma y seguir mirándolo desde esa posición.

—Nope, estoy solita —murmuré, aprovechando el momento para repasarlo con la mirada, y una nueva chispa de diversión me asomó por los labios cuando extendí mi brazo, buscando picarle la mejilla con el dedo índice—. ¿Me vas a invitar tú a comer entonces, whitey~?

Mi única intención había sido subir a la azotea a tomar algo de aire y echarme un cigarro, vaya, por lo que suponía que no podía considerar aquello como un mal cambio de planes.

 

Me sentía cómoda con esta chica porque sus ánimos y ademanes provenían un molde que conocía bastante bien, en la calidez de gestos como lo de poner sus manos en mis hombros se mostraba su confianza y desenvoltura, la amabilidad de su carácter y el amor que podía dar. No la conocía de prácticamente nada, pero estaba segura de que Verónica adoraba a las personas que llegaban a su vida y la aceptaban en su espacio. La ilusión en sus ojos lo dejaba muy claro.

Su respuesta hizo que la sonrisa se me quedara plantada en la cara, aunque ya más sosegada, me contó que ya tenía el papeleo listo así que lo entregaría al final de las clase y estiré la mano un momento para dedicarle una caricia liviana en el brazo, aunque no dije nada supuse que el gesto se entendió como un "Me alegro mucho". Se había esforzado por su club, merecía poder inaugurarlo pronto.

También me contestó que estaba lista, se enredó a mi brazo y yo caminé a su ritmo, asintiendo con lo de ir por la invitada especial. Acabamos en la puerta de la 3-2, así que supe de inmediato que a quién buscábamos era a Jez. Verónica la llamó, ella estaba terminando de acomodar cosas en una bolsa no muy grande y reaccionó al notar el destello en la puerta, uno más intenso que el otro.

Se levantó, trajo la bolsa consigo y antes de avanzar le echó un vistazo al asiento tras ella, el que era de Sonnen y estaba vacío, y por alguna razón también pareció que mapeaba la clase con la vista un instante. En cualquier caso, pronto estuvo con nosotras, estiró la mano para darme un apretó suave en el brazo contrario al que tenía enredado al de Verónica y luego le echó los brazos encima a la chica, envolviéndola. La estrechó con cariño y al retroceder le dejó un beso suave en la mejilla.

—¿Quieren ir a algún lugar en específico? —preguntó junto a una sonrisa y yo me encogí de hombros.

—Está haciendo buen clima, podríamos ir a cualquier espacio abierto o donde prefieran.

 

Era probable que en ningún momento hubiera dudado que aceptaría mi plan, Cay siempre había sido esa clase de persona; al menos conmigo, claro. Repasé su sonrisa y me quedé quieto cuando volvió a acunar mi rostro. Sus labios alcanzaron mi frente, cerré los ojos y sonreí al sentir el segundo beso en la punta de la nariz. Lo miré, ligeramente divertido.

—Estás muy besuquero, Cay Cay —destaqué, sin ningún tinte particular más que el de hacerme el inocente, y me inmiscuí en su tarea con movimientos delicados para encargarme de volver a enrollarle las mangas de la camisa—. Es un soborno, absolutamente. ¿Quién se negaría a galletitas de chocolate a esta hora?

Cuando él giró el cuerpo para alcanzar la puerta no quise pensarlo, me negué a proyectar los miedos hacia el exterior una vez más y respiré hondo, repitiéndome a mí mismo que sólo era un pasillo. Sólo era un pasillo. Cayden encontró mi mano, bajé la mirada al contacto un instante y obedecí a la solicitud tácita, acercándome. Él se enredó a mi brazo y sonreí con calma, creyendo comprender sus intenciones. Era delgaducho como yo y si acaso me sobrepasaba por algunos centímetros, pero lo creía capaz de darse de hostias con alguien si la situación lo ameritaba. De esa certeza habían nacido todas mis preocupaciones, de hecho.

—Mejor háblame de tu proyecto —murmuré, saliendo por fin al pasillo, y me forcé a no buscar a nadie con la mirada—. Tu grupo tiene que ser mejor que el mío, no tengo pruebas ni dudas.

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JAJAJAJAJA thats so real in so many levels

 

Así como de repente solo dejaba a gente colgando en los pasillos, era posible que Ko me dijera que fuéramos al fin del mundo y le dijera que sí, era tan sencillo como eso. No recordaba haberle dicho que no a algo que viniera de él alguna vez de por sí. Las personas no recibían todas el mismo trato y no había nada de malo en ello, era normal, existían privilegios irrevocables que venían de la mano con la confianza.

Eso sí, debí anticipar que soltaría una estupidez cuando me miró, pero cuando dijo lo de que andaba muy besuquero una risa me surgió directo del pecho. Me dio algo de vergüenza, pero la gracia superó eso y el bochorno no acabó de alcanzarme; me dediqué a observarlo cuando se coló en mis movimientos para doblarme las mangas, aunque una sonrisa liviana se me pegó en la cara y no conecté lengua con cerebro. Tal vez no quise conectar un circuito con el otro, también.

—Igual debiste pensarlo mejor antes de tener cara besuqueable, no sé —dije en un murmuro y solté el aire por la nariz—. Imagino que alguien que no le guste el chocolate. Ese alguien no soy yo.

No tenía sentido que un maldito pasillo condensara tanto miedo, lo sabía, pero era lo que era y no había forma de cambiarlo. Al buscar su mano, enredarme en su brazo y abrir la puerta se condensaron todas mis intenciones desde la de servirle de ancla hasta la de meter el cuerpo si hacía falta. Justo por eso su pedido de que no hiciera nada tenía sentido y por lo mismo me cuestionaba hasta dónde podría sostenerlo, pero por ahora no era eso algo en lo que hubiese que pensar.

Por ahora solo era un pasillo.

Me preguntó por el proyecto, me pareció que iba un poco como caballo con anteojeras, pero ya de por sí yo había mapeado el espacio con algo más de agilidad mental que en la mañana. No dije nada respecto a eso de todas maneras, solo le dediqué una caricia en el brazo que había enredado al suyo y básicamente caminé a su ritmo.

—A ver, es que cualquiera habría sido mejor que el tuyo, baby —concedí con algo que fue mezcla de diversión y resignación. Ahora que hacía memoria, tenía a Paimon y a Lombardi, así que era bastante deprimente incluso si sacábamos al centro de la discordia porque por un lado teníamos al rey de la indiferencia y por el otro al tocacojones—. Quedé con Jezebel, la amiga de Sonnen, Haru, y otros dos, Hattori y Yume si no recuerdo mal. Ya me vi que a la pobre Jez le tocará usar todas sus habilidades sociales, porque no somos lo que se dice los reyes del carisma por el otro lado. Bueno, los otros no sé en realidad, habría que ver, imagino que empezaríamos a movernos la otra semana. Ahora ya es viernes y me da muchísima pereza.

Lo último fue casi una queja e incliné la cabeza en su dirección, desinflándome los pulmones con un dramatismo bastante exagerado. Mi cabello se revolvió con el suyo, como siempre, y suspiré al regresar a mi espacio.

—Pensaba que mamá era una opción para la entrevista, ahora ya no sé. Igual se tiene que hablar con el resto y toda esa cosa de los trabajos en grupo. I'm not exactly a fan.

 

El asunto del proyecto no había desaparecido de mi cabeza desde que vi el anuncio del tablón, pero entre una cosa y otra lo fui postergando y ayer, a media tarde, me agarró el pánico de sentir que sólo nos quedaba una semana. ¿Era tiempo de sobra? Quién sabe, no importaba, necesitaba ocuparme del asunto cuanto antes. Quizá fuera más por el bien de mi salud mental que del trabajo en sí, pero eh, era un win-win, ¿no?

Rowan aparecía y desaparecía de la escuela como un topo del whac-a-mole, lo había notado la semana pasada. Tras pensarlo un poco le escribí a Maze y le pregunté sobre la otra chica de mi grupo, Rockefeller, ya que eran compañeros de clase y eso. Podría haberla esperado abajo, pero aquí arriba filtraba a todos los que no fueran de tercero y me parecía un plan más sólido. Llegué al pasillo, pues, y me asomé en la 3-2 para confirmar que no se me hubiese adelantado; vi a Suiren, de hecho, pero me estaba dando la espalda y ya hablaba con alguien, así que regresé sobre mis pasos y descansé la espalda en la pared.

Fue cuestión de tiempo. Cabello rubio, largo, y ojos rosados, no había muchas opciones, ¿verdad? Cuando apareció una chica que coincidía con la descripción mantuve mi mirada sobre ella y, al recibir su atención, le sonreí. Me despegué de la pared e interrumpí su camino con movimientos tranquilos.

—Disculpa, ¿eres Ilana? —Ensanché la sonrisa un poco y apoyé apenas la punta de los dedos sobre mi propio pecho, señalándome—. Sasha aquí, somos compañeras de proyecto. No sé si ya habías husmeado el tablón, pero sí, definitivamente te rastreé y te estaba esperando. No planeo secuestrarte, tho, al menos no más de cinco minutos.

Una risa ligera acompañó la broma. La chica parecía, bueno, bastante normal y Maze me había dicho que se le hacía una estudiante aplicada, así que me interesaba ya conocerla y empezar a conversar al respecto.

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Zireael *le avienta a Sasha again pero en otra línea temporal*

 

Al final la semana, con todo y sus percances, no había terminado tan mal. La conversación del observatorio me había gustado e incluso me despejó aunque sonara un poco raro, a veces ciertas charlas tenían ese efecto aunque trataran de temas un poco densos, pero no lo cuestionaba demasiado. A mis ojos había conocido a alguien interesante y ya de paso había conversado con David, que era algo que también tenía atorado hace días.

El fin de semana la había pasado bien, quizás lo suficiente para olvidar las advertencias dadas en código de la chica de mechas rojas, y cuando llegó el lunes me sentía con ánimos renovados. Crucé el patio, los casilleros y subí sin particular prisa, cuando iba por la segunda planta recordé el proyecto y pensé en que Suiren me había dicho que podía apoyarme en la chica, en Sasha. ¿Igual debía buscarla? Bueno, tal vez debí hacerlo antes. Me había dormido mucho con el asunto.

Todavía al llegar al pasillo de tercero iba pensando en ello, pero noté que una muchacha me estaba mirando y detuve los pasos gradualmente, reflejando su sonrisa. Preguntó si era Ilana, ante lo que asentí y cuando se presentó como Sasha mi sonrisa se estiró ligeramente.

—Lo husmeé desde que lo pusieron —contesté junto a una risa floja que se me escapó por lo del rastreo y todo eso—. Justo venía pensando en esto. Un compañero de clase me dijo que podía confiar en ti para el proyecto, así que es un placer conocerte. Era una entrevista, ¿cierto? ¿Cómo lo ves?

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blesseada por la presencia de my queen Sasha en todas las líneas temporales

 

Saber que había estado pendiente del proyecto se apilaba con el concepto que Maze me había pintado de ella, incluso si no era ninguna locura me bastaba. No reaccioné en ninguna dirección particular hasta que dijo que un compañero suyo le había hablado bien de mí y el detalle me sorprendió. Abrí un poco más los ojos y solté una risa floja.

—¿Y quién sería el misterioso benefactor? —bromeé, aunque la tontería de veras me había dado bastante curiosidad, y me incliné en su dirección para pseudo compartirle un secreto—. Aquí entre nos, a mí también me hablaron bien de ti. Ahora tenemos que estar a la altura de las expectativas, ¿no?

Le guiñé un ojo, divertida, y regresé a mi espacio. Me preguntó respecto a mi opinión del trabajo y me puse en modo serio, repasando las posibilidades (de nuevo). Ella era nueva en el Sakura, así que en este aspecto me sentía un poco como su senpai.

—Personalmente conozco una repostera a la que podríamos entrevistar, aunque... no sé cuán fructífero sea el asunto, es una mujer de pocas palabras. Y cuando digo pocas, es pocas. La mamá de Rowan, por ejemplo, es artista, pero no he podido hablar con él. Luego... de Reece y Hal no sé nada, la verdad, deben haber entrado este año también. Creo que ambos van a la 3-3. —La miré y me permití un momento para sonreírle—. ¿Tú tienes a alguien en mente, linda?

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uy bueno u///u

 

La mención al compañero que me había hablado bien de ella la hizo reír, en general parecía bastante simpática y eso, más allá de la opinión de Suiren, me ayudó a sentirme tranquila. No conocía a uno solo de los integrantes del grupo, así que por lo menos podía confiar en que Sasha era fácil de llevar, aunque tampoco era que tuviera problema en lidiar con diferentes tipos de personas. Me aguantaba la indiferencia de Pai, para empezar por ahí.

En cualquier caso, me sorprendió saber que también le habían hablado bien de mí y reí al escuchar lo de las expectativas, con el guiño de ojo incluido y todo el asunto. Suspiré con cierto dramatismo, pero volví a la sonrisa del principio, cordial, sin mucha dificultad.

—Parece que sí —concordé y balanceé mi peso sobre los talones y la punta de los pies—. Tu benefactor fue Suiren, es amigo del chico que me dio el tour el día que llegué, ambos han sido muy amables. Con eso contestado, tengo que saber quién fue mi referente también.

Como le pregunté por su opinión sobre el proyecto se puso más seria, me dijo que conocía a una repostera aunque era una mujer de pocas palabras, pero pocas de verdad. El apunte me sacó una risa y asentí, escuchando lo demás, la madre del chico de apellido Ikari era artista, pero no había podido hablar con él por ahora y de los otros no sabía nada, así que apuntaba a que serían nuevos también.

Con esa información le di vueltas a mis opciones, todavía balanceando el peso del cuerpo en los pies.

—La hermana mayor de unas de mis amigas es estudiante de medicina, pero no se ha graduado —dije al recordar a la hermana de Kyoko y Himawari, pero entre que todavía era estudiante y prefería no molestar a las gemelas volví a lo más fácil—. Papá sirvió a la inteligencia policial durante muchos años, sabe bastantes cosas de psicología por rebote y mamá se especializó en biomedicina.

Con eso se terminaban mis opciones, así que sostuve la mirada de la muchacha unos segundos y finalmente le dediqué una sonrisa a ojos cerrados.

—Podríamos enlistar las posibilidades y presentarlas con los demás, ¿tal vez? Incluida a la madre de Rowan, si a él no le molesta, y elegimos a la persona que esté en un campo que nos interese a todos en la medida de lo posible.

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casi adjunto la cinta de Arata pls save me es la costumbre de mi ship

 

Alcé las cejas con cierta sorpresa al descubrir que se había tratado de Suiren y volteé el rostro hacia la 3-2, donde ya lo había visto antes; se había sentado mientras conversaba con una chica y mi sonrisa se suavizó. Fue sólo un segundo que me tomé antes de regresar a Ilana y recuperar la chispa de diversión en mi semblante.

—Maze. Bueno, David Mason, que no sé realmente cuánto se conocen —aclaré, dándome cuenta que quizá no lo ubicara por el apodo, y decir su nombre y apellido me resultó extraño.

Yo le hablé de mis opciones y ella me entregó las suyas. Las profesiones de sus padres me resultaron bastante importantes o complejas, sonaban así al menos, y me hizo gracia el contraste. Mamá se acercaba un poco, pero con Ellie habiendo sido docente y papá trabajando en una gasolinería, de repente me imaginé a sus padres super imponentes o algo. Bueno, era una escuela bastante costosa, sólo que a veces lo olvidaba.

—Me parece bien, ¿a tus padres no les molestaría participar? Ambos suenan como muy buenas opciones. —Me mantuve pensativa un par de segundos—. Hmm, creo que podríamos sacar una entrevista muy interesante con tu papá y sin necesitar demasiada investigación previa, como sería el caso con tu mamá. No nos queda mucho tiempo, al fin y al cabo. Yo puedo ver de hablar con Rowan, que lo conozco, y confirmar el asunto de su madre.

Mientras decía aquello último empecé a hurgar en mi maletín, hasta que encontré mi móvil y se lo extendí.

—¿Me dejas tu número, cielo? Así nos mantenemos en contacto más fácilmente.

 

Cuando le dije que había sido Suiren noté que miró hacia el salón, su sonrisa de suavizó y en reflejo la mía lo hizo también. No le di muchas vueltas y ella me contestó que mi benefactor había sido Maze, si lo ubiqué fue porque el viernes me pidió que usara ese apodo en vez de su nombre, pero también Sasha se aclaró al pensar en la posibilidad de que no lo ubicara.

No había contestado nada todavía, pero con los eventos recientes, pactos de silencio y cartas de disculpas me pregunté hasta qué punto tenía realmente derecho a soltar desde cuándo conocía a Mason. Con Morgan fue fácil de discernir, porque él estaba presente, pero ahora no lo tuve muy claro y aunque quise creer que no le importaría, bueno, también debía admitir que nunca se tenía certeza sobre esas cosas. La gente iba por ahí con cara de no matar moscas y luego todo era un lío.

—Almorzamos con una chica llamada Morgan el viernes —dije entonces, sonrisa incluida, en lo que me pareció una respuesta rápida y sencilla que le daba posibilidad a él de elegir qué decirle en otro momento.

En todo caso, cuando me preguntó si a mis padres no les molestaría participar negué suavemente con la cabeza y el cabello se agitó al ritmo del movimiento. Ahora papá estaba bastante atareado, había acabado convocado en la Jefatura de Shinjuku la semana pasada y le habían ofrecido un puesto permanente, si le interesaba, así que andaba haciendo malabares entre el trabajo privado y esa oferta. Igual algo parecía haber pasado, algo que no nos contaba como siempre, pero no creía que tuviera problema en sacar una hora para algo de la escuela. Siempre me había ayudado y mamá igual.

—Si todos concordamos al final entonces hablaré con papá, podría venir a la escuela —respondí y la vi hurgar en el maletín, así que recibí su móvil cuando me lo alcanzó—. Y gracias por ofrecerte a hablar con Ikari. Puedes escribirme cuando quieras y nos reunimos, yo creo que podemos lograrlo aunque parezca que tengamos poco tiempo.

Anoté el número, me agendé como Ilana y le regresé el móvil. Al hacerlo le dediqué una sonrisa amplia, ladeando apenas la cabeza.

—Me gustó mucho poder conocerte, por cierto.

 

Su respuesta fue precisa, una parte de mí quiso pensar que quizá demasiado, pero no le otorgué mayor importancia. No estaba segura de qué manera imaginar que los tres habían acabado almorzando juntos, pero también era cierto que Maze... bueno, no me hablaba mucho de sí mismo. Tampoco podía quejarme, vaya, sería lo más hipócrita del putísimo mundo. Con todo, verme forzada a pensarlo era frío y amargo.

Sólo nos sentía alejándonos.

Me limité a asentir manteniendo la sonrisa, no tenía nada que comentar respecto a su porción de información. La existencia de Morgan no me hacía mucha gracia, mi cabeza medio la lanzaba al mismo paquete que Joey y Alisha, pero otra vez: no tenía derecho a nada. Le ofrecí mi móvil, ella me respondió mientras lo tomaba y volví a asentir.

—Sure we can —dije en tono liviano, era una broma a medias—. Aún nos queda una semana, por las dudas comenzaré a investigar un poco respecto a... ¿la policía? ¿Detectives privados? ¿La Jefatura de Shinjuku? —Me reí—. Será una búsqueda de Google bastante random.

Acepté el aparato de vuelta, pero mi atención se fue a su rostro. Ilana sonrió, fue un gesto amplio y sus palabras se me antojaron honestas. Una parte de mí agradeció tener una compañera de proyecto, bueno, normal. Mi intención inicial había sido volver a guardar el móvil, pero lo mantuve en mi mano y reflejé su gesto con un chispazo de ternura agregado.

—A mí también, linda. Haremos un gran trabajo juntas, ¿a que sí? ¡Lo colgarán en la pared!

 

No se me ocurrió que mi respuesta pudiera percibirse como demasiado precisa, pero en realidad todo se reducía a eso, un almuerzo compartido. Si lo pensaba, la verdad era que tampoco tenía manera de hacerme una imagen de Mason más allá de lo que podía recordar. No lo conocía aquí, en Japón, ni tenía idea de lo que implicaba. Por eso puede que hubiese dudado sobre si soltar la lengua o no, que igual solo servía para generar problemas últimamente.

Su comentario de la búsqueda de Google acabó por hacerme reír. De paso me encogí de hombros, enlazando las manos tras la espalda.

—Podría ser una investigación para escribir un libro fácilmente —bromeé solo por estirar un poco la tontería, pero luego me puse un poco más seria—. Podrías investigar un poco sobre la Policía Metropolitana de Tokyo, es la que engloba las jefaturas en esta región. También un poco sobre detectives privados, pero no es tan diferente de la labor policial diría yo.

Cuando recibió el teléfono creí que lo guardaría, pero lo conservó la mano y cuando reflejó mi gesto percibí algo que me pareció ternura. No me molestó en lo absoluto, la verdad, si acaso me hizo estar segura de que podría trabajar bien con esta muchacha y eso me quitaba una preocupación de encima.

—Será tan bueno que lo usarán de ejemplo el resto del año —apañé a su comentario de que lo colgarían en la pared y mantuve la sonrisa—. Por ahora con esto quedamos con el proyecto, ¿no? Que diga, con el proyecto ganador de premios.

 

Cuando ella me facilitó algunos nombres decidí prevenir a curar y regresé al móvil, haciendo rápidamente una lista con todas las keywords que podría usar más adelante. Jefatura de Shinjuku, Policía Metropolitana de Tokyo, detective privado...

—¿Cómo se llama tu papá, a todo esto? —le pregunté, para cerrar mi tarea.

En general se amoldó a mis bromas y dio por concluido el asunto del proyecto. No quise robarle más tiempo, tampoco parecía interesada en conversar por fuera de los que nos atañía, así que meneé la cabeza y estaba a punto de contestarle cuando el aparato vibró en mi mano.

—No, no, eso es todo —dije, chequeando el nombre en la pantalla, y la miré para sonreírle y montarme el teatro de... ¿policía?—. Thank you for your time, miss, have a nice day.

Con eso hecho, me alejé un par de pasos para atender la llamada. Tratándose de papá y a esta hora, probablemente estuviera en un mini pánico por no encontrar las llaves de la casa, o las del auto, o algún papel, o hasta su chaleco del trabajo.

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cierro con Sasha por aquí, entonces. Thank you for your time, miss, have a nice day uwu7

 

Ya que estábamos en el modo proyecto no vi por qué no facilitarle al menos algunas palabras clave, incluso si todavía no era oficial que fuéramos a entrevistar a papá, investigar era más fácil si se sabía por dónde hacerlo. En caso contrario uno podía acabar dando vueltas como tonto al no encontrar dónde enfocarse, aunque fuese un pequeño detalle. El caso fue que entre eso, bueno, se me olvidó decirle el nombre de papá y cuando lo preguntó me dio algo de vergüenza que se me fuese de la mente algo tan obvio.

—Lo siento, olvidé decírtelo. Papá se llama Nathan Rockefeller —dije para que pudiese anotarlo.

Noté que su teléfono vibró, me dijo que por ahora eso era todo y se montó el teatro de policía, imaginé. La tontería me sacó una risa que quiso convertirse en una carcajada, pero lo modulé e hice una reverencia que estuvo en el medio de ser en serio o solo parte del teatro.

—Just wanted to help, officer —respondí por la gracia, pero la despedí con un momento de mano para no retrasar más que tomara la llamada.

Habiéndome despedido de la muchacha entré al salón balanceando el maletín, quizás dio la sensación de que no pretendía conversar más que de lo del proyecto, pero de verdad me había puesto muy contenta conocerla. Esperaba que incluso pudiéramos seguir hablando luego de terminar este trabajo en grupos, parecía muy simpática.

En lo que hablaba con Sasha Pai había pasado, pero no me saludó ni nada, algo que parecía propio de él. Pobre hombre, ojalá alguien le dijera que no pagaban por ahorrar saliva.

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it was a pleasure, ma'am uwu

 

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post sencillito pero la rolita me lo ambientó flawlessly so why not

No era yo lo que se dice una eminencia académica, por supuesto que no, pero de vez en cuando me apetecía defenderme. Además ¿por qué no tomar las oportunidades que la vida le ofreciera a uno? Con el tiempo que llevábamos sin hablar con Ri-chan y lo bien que nos lo habíamos pasado en su momento, y ahora compartiendo grupo, lo natural era reunirnos, ¿cierto? No quedaba otra~

Estaba por incorporarme cuando Ali apareció detrás de mi asiento y me preguntó si tenía planes. Alcé a verla, las puntas de su cabello me cosquillearon las mejillas y cerré los ojos, sonriendo. Hmm... Qué dilema, ¿no? Le dije que sí, haciéndome el misterioso adrede, y cuando pretendí marcharme sin mayores explicaciones... noté que me estaba siguiendo. La miré confundido, pero al instante me eché a reír y consumí la distancia, estampándole un beso en la mejilla.

—Have I ever told you that you're the cutest? —murmuré, aún divertido, y acepté los planes del universo.

Seguía siendo compartir con dos señoritas encantadoras, ¿dónde estaba la desventaja? En el pasillo le dije la verdad, que me había tocado en el proyecto con Riamu y planeaba hablarle al respecto. Alcanzamos la 3-3 y apoyé el codo en el umbral metálico por encima de mi cabeza, repasando las caras hasta dar con la chica.

—Ri-chan —la llamé, alzando la voz lo suficiente, y le dediqué una sonrisa a la distancia—. I've come to pick you up~

Bueno, nosotros, pero aún iban a dejarme tener mis líneas de caballero, ¿verdad?

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Amane holis uwu