Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por InunoTaisho, 6 Agosto 2010.

  1.  
    Kai

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Wow Sugoi...
    Oye ya no avisas? puncha no se vale...
    Con el capi...al fin la boda....Ahora Sesshomaru un gran señor y Dueño de la Sony Sojo no recuerdo jeje.
    Todavia me confundo un poco con su extraña aptitud..pero me encanto Ayame bien hecho lo pones en sitio...
    Me gusto mucho Sayo
     
  2.  
    kagomeG

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Hola amiga!!! Gomene por no pasar antes, se me han metido muchas cosas pero desde el vienes ya lo había leído pero no me dio tiempo comentar... Gomene! Aparte de que esta semana estaré en exámenes... Peto ya que...

    En cuanto al cap.... Estuvo de lo mas genial!!!
    Pero no creo que se hubieran comido a sango... Pero bueno...
    Jajaja... Por que como que no siento una gran felicidad sobre kouga?? No se... Ammm como que sentí un poco de sequedad en la boda... Bueno... Tal ves son mis desvelos..

    Sanguito!! Me la imagino! Pero no creo que siquiera le suba el traje de exterminadora (siempre me pregunté de como hiña al baño con un traje tan pero TAN pegado)
    Jajajaja y ese miroku no tiene vergüenza! (claro que no! Es su hijo!) bueno... Pero eso de andar aldea por aldea compartiendo su felicidad... Entonces.... Le va a faltar pulmones cuando nazcan las gemelas... Jajaja

    Bueno amiga me despido..

    Sayonara
     
  3.  
    miko kagome

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    hola!!!
    muchas gracias por avisarme de la contiiiii
    y disculpame por no haber podido postear antes ^^!
    me gusto esta ultima contiii, sobre todo porque Koga estuvo muy sonrojaddo jajaja
    en fin me alegra que por fin esos dos se hayan casado
    y me diverti sobre todo con las ocurrencias del monje Miroku, como se le ocurre regalarle eso a Koga >///<
    en fin espero la contiiii
    bye n_n
     
  4.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

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    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
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    Género:
    Comedia Romántica
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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Arigato por sus ánimos y comentarios gracias y no desespereis q ya mero le toca a inu ser cursi y no presisamente en la boda jajajajaja bueno aqui ta el tan esperado (eso digo io ) cap 15 disfrutenlo:

    Capitulo 15 parte 1


    El sol ya brillaba sobre el horizonte. Era una hermosa mañana en la época Sengoku. Un apuesto joven, de ojos azules y negros cabellos, un monje, se disponía a salir con rumbo al norte, para incrementar su poder espiritual que le permita desarrollar mejor su trabajo de exorcista exterminador de yōkai. Este pendiente lo tenía desde hace tiempo, cuando se dedicó a perseguir a un demonio que había maldecido a sus ancestros. Ahora, ya libre de semejante carga, y con una nueva familia, se prepararía para la larga vida que lo esperaba.


    Su esposa lo despedía en la puerta de su hogar. Estaban a la espera de su primer hijo, se notaba en su figura la redondez de su vientre, aunque solo contaba con 4 meses de embarazo. Iba a ser un bebé grande y saludable. Junto a ellos esperaban un mapache mágico y un joven Hanyō de cabellos plateados y grandes ojos ambarinos.


    ¡Keh! Apúrate Miroku, que no tenemos todo el día — espetó Inuyasha, pues su amigo ya llevaba como cinco minutos dándole a su mujer las últimas palabras de despedida, indicaciones y sin dejar de abrazarla.
    Tranquilo, que no voy a regresar mañana — lo miró su amigo, ofendido.
    Cariño, — le dijo Sango con ternura a su esposo — no te preocupes más y váyanse ya. La anciana Kaede y Lin estarán conmigo, y cualquier cosa que ocurra Shippou o Kohaku irán a buscarte. Así que — se soltó delicadamente de su abrazo y le dio un suave empujón para animarlo a irse — salúdame al maestro Mushin.
    ¡Keh! Vamos — Inuyasha jaló a su amigo por la túnica.
    ¡Te extrañaré! — dijo Miroku muy melodramático a su amada, mientras se dejaba llevar por el Hanyō — ¡No me olvides!


    Hachi se transformó y, subiéndose a él, tomaron rumbo al templo del maestro Mushin.


    Miroku, Sango no se va a morir sin ti — le reprochó Inuyasha, medio divertido, medio enojado.
    ¡Pero yo si! — respondió el aludido conteniendo un poco las lágrimas mientras se despedía de su esposa agitando la mano.
    ¡Keh! ¡No seas tan exagerado! — Inuyasha casi se ríe de la cara de su amigo — Todos la vamos a cuidar, ya deja de preocuparte.
    ¿Cómo voy a dormir ahora, sin mi amada a mi lado, sin su calor? — y, haciendo un exagerado movimiento, Miroku casi se inclina a llorar sobre Hachi (él cual puso ojos de puntito y le brotó una gotita anime ante el desequilibrado comportamiento de su Excelencia).
    ¡JAJAJAJA! — esta vez Inuyasha no pudo controlarse, “Miroku es la mar de dramático, el rey de la comedia” pensaba mientras se reía de la conducta del monje.
    No te burles de mis sufrimientos — le dijo Miroku poniéndose serio y mirándolo con enfado.
    Perdón. — le contestó Inuyasha recuperando un poco la compostura — Lo que mas vas a extrañar es su cuerpecito, ¿verdad canijo? — y lo miró pícaramente — ¡Ya guarda un poco la compostura o no incrementarás tu poder espiritual! — esto último lo dijo con su tono habitual de voz.
    Mmm… — suspiró Miroku — Tienes razón, debo controlarme para concentrarme en el entrenamiento, o no podré mejorar mi nivel.
    Así es Excelencia. — intervino Hachi — Para superarse debe evitar caer en los deseos carnales.
    Además — continuó Inuyasha — ahora es cuando Sango debe descansar más, le hará bien que no estés atosigándola.


    ¡PLONC! Un buen golpe en la cabeza con el báculo.


    ¡Más respeto grosero! — Miroku volvió a ver a su amigo con enfado — ¡No creas que soy tan animal y no la trato con delicadeza!
    ¡Keh! Pues casi te pasas todo el tiempo sobre ella. — Inuyasha se sobó la cabeza y también miró a Miroku con enfado — Yo solo digo lo que veo.
    De ahora en adelante seré más discreto — meditó Miroku cruzándose de brazos (si como no).
    ¡Keh! Eso espero. — le espetó Inuyasha — Porque me purga que seas así. ¡Hasta yo he tenido sueños cochinos… por tú culpa y la de Sango!
    ¿En serio? — Miroku le lanzó una pícara mirada de sus azules ojos — No nos culpes por tus deseos eróticos.
    ¡Keh! No me burroconfundas contigo, cochinote. Ojalá el entrenamiento mejore tu conducta.
    Inuyasha amigo, — le dijo el monje — no me niegues tus más íntimos deseos. — y le sonrió con picardía — Creo que no esta bien que los ocultes.
    ¡Keh! — se sonrojó Inuyasha — ¿Qué te importa lo que me imagino?
    Pues entonces sigue tu propio consejo y guárdalos para ti. — concluyó Miroku sin dejar de observarlo con picardía — No me digas nada más ni me critiques.
    ¡Keh! Bueno, me voy. — y, recuperándose de su sonrojo, de un saltó bajo de Hachi, el cual había escuchado la conversación y también se mostraba avergonzado. — No te apenes mapache, ya conoces como es tu amo. — le dijo el Hanyō al tiempo que descendió rápidamente y se internaba en la espesura del bosque.
    ¡Salúdame a Koga! — le gritó Miroku — Y no vayas a pelear con él — y le dijo “adiós” agitando la mano.


    Inuyasha tomó camino rumbo al Este, a la región que actualmente habitaban los lobos, bueno, el clan de Koga. La boda celebrada el día anterior entre el joven comandante y Ayame, la nieta del Gran Sabio de las Montañas, abría el camino de la unificación y pensaban en instalarse en dirección Oeste. Pero para ello era necesario que el “dueño” de esa región, el Gran Señor Sesshōmaru, concediera la autorización. Y… Koga no le había dejado al Daiyōkai una buena impresión, por lo tanto Inuyasha hablaría con el lobo para que se moderara ante su hermano y así obtuvieran su permiso. Sólo esperaba que pudiera recibirlo.


    En su puesto de vigilancia habitual, se encontraban Guinta y Hakkaku con ojos de desvelo. Al ver llegar al Hanyō lo saludaron con un bostezo.


    ¡Ajum! — dijo Guinta terminando de bostezar — ¿Qué te trae por aquí nuevamente?
    ¡Keh! — contestó amablemente el saludo — Vengo a hablar con Koga un asunto importante. Espero que no lo interrumpa en nada.
    Pues no, — intervino Hakkaku — desde hace un buen rato que se levantó y le dieron la gran noticia.
    Bien, eso facilita las cosas. — interrumpió Inuyasha — ¿Qué esperan para llamarlo?
    No es necesario Bestia, te olí llegar (jajaja eso suena chistoso). — Koga llegó en ese momento, se le veía desvelado y su negra cabellera, que la traía suelta, muy alborotada — ¿Qué puedes decirme tú que yo no sepa?
    Sarnoso, es bueno verte alerta. — Inuyasha le lanzó una mirada de burla en sus dorados ojos — ¿La pasaste bien anoche?
    ¡Qué te importa Bestia! — Koga se sonrojó un poco y lo miró con enfado — Habla de una buena vez a que viniste.
    ¡Keh! A que moderes tu carácter, Sarnoso — Inuyasha también lo miró enojado — Por mi, que Sesshōmaru te mande a volar otra vez… Si estoy aquí es para ayudarte un poco.
    OK. Entonces sígueme. — Koga retomó el camino por donde llegó — No olviden vigilar bien — le espetó a los muchachos.


    Inuyasha se fue con el lobo al interior de su madriguera. Por todos lados se veían huesos tirados… los restos de la fiesta. Uno que otro lobo parecía briago. “¡Muévanse bola de haraganes!” les gritó el comandante a algunos mientras pateaba a otros que se encontraban en el suelo. La pestilencia a lobo era horrible, en opinión del Hanyō. Ayame apareció a la entrada de lo que era el aposento principal. También traía la cabellera suelta, aunque se veía mucho mejor que su esposo.


    ¡Hola Inuyasha! — lo saludó con una sonrisa — ¿Qué te trae hoy por aquí? — y miró a su alrededor, a los compañeros borrachos — ¡Estos machos no entienden nada! — dijo con enfado y le dirigió a Koga una verde mirada ofendida — ¿Por qué les permitiste tomar tanto?
    Ya habrá tiempo para ponerlos al tiro otra vez, tenían mucho que celebrar. — contestó Koga al tiempo que mandaba a “volar” a otro lobo — Adelante Bestia.


    Inuyasha entró tapándose un poco la nariz. “Si la fiesta afuera fue un caos, aquí huele peor que cuando Miroku se estrenó” pensó el pobre un poco mareado de tanta… pestilencia.


    ¡Ja, discúlpame Bestia! — Koga vio la molestia de Inuyasha y le causó gracia — Pero es que mis cosas privadas las trato… en privado. A ver, dime que tengo que hacer con tu hermano.
    ¡Aggg! — respondió Inuyasha, sentía que la cabeza le daba vueltas — Sarnoso, deja que se me pase un poco.


    Ayame notó la cara de asco de Inuyasha, y le ofreció una bebida extraña.


    No te preocupes y bébela toda. — le dijo mirándolo profundamente — Te aliviará el malestar.
    ¿Qué diablos es? — el Hanyō la olfateó — Huele raro.
    Una combinación de hierbas. Te bajará el mareo y estarás mejor — le contestó ella dedicándole una pequeña sonrisa.
    Tómatela ya, Ayame no va a envenenarte — le soltó Koga.


    Inuyasha tomó el té. La verdad sabía mejor de lo que olía. En poco tiempo se le pasó el malestar.


    Muchas gracias Ayame. — le dijo a la loba entregándole el tazón — Tenías razón, ya no me duele tanto la cabeza.
    Es lo que le di a Koga en la mañana, porque despertó muy mareado — dijo ella sonriendo.
    Ayame, no digas nuestras cosas a esta Bestia — Koga se sonrojó un poco, e Inuyasha le lanzó una mirada como diciendo “Descuida, que mi amigo el monje fue peor que tú”.
    No te preocupes Sarnoso, eso es normal. — intervino Inuyasha — Pero no vine a que me platiques tus intimidades, como bien dices no me interesan.
    Entonces al grano Bestia. — continuó diciendo Koga — No me agrada la perspectiva de volver a ver a tu hermano, así que si me va a ayudar dime que tengo que hacer.
    ¡Keh! Muy bien, pero de ti depende. — le contestó Inuyasha mirándolo fijamente con sus ojos dorados — Sólo te diré unas cuantas cosas al respecto, tú sabrás que hacer.
    Empieza — le dijo Koga, mirándolo también con sus azules ojos sin pupilas.
    Primero, y esto es muy importante, — Inuyasha se puso serio — nunca le digas “perro” aunque lo es. Dile “Señor”.
    Pero… — iba a interrumpir Koga cuando Ayame lo apretó del brazo para que se callará.
    Segundo, no lo mires fijamente, de preferencia hazle una reverencia.
    ¿Qué? — saltó el lobo.
    Guarda silencio — le espetó su esposa al tiempo que lo miraba con enfado y le apretaba más el brazo.
    Tercero, háblale con claridad y respeto. — y se interrumpió un momento para ver si el lobo diría algo más, pero esta vez Koga no hizo ni un movimiento, más que un leve gesto de enfado en el rostro. — Cuarto; si te contesta que “hagas lo que quieras” significa “sí” pero con reservas. Tal vez te ponga condiciones. Si no te contesta, puede que tengas que volver a intentarlo en otra ocasión. Si te mira con furia mejor no insistas y confórmense con lo que tienen. Si haces algo indebido… puedes quedar peor que la primera vez.
    ¿Él fue el que te dejó malherido el día de la boda del monje y su mujer? — preguntó Ayame mirando inquisitivamente a Koga — ¿Pues que le hiciste? Porque Guinta y Hakkaku no supieron explicarme con claridad que paso.
    Créeme Ayame que eso no fue nada. — intervino Inuyasha, y se abstuvo de mencionar que él había acabado de noquear a su esposo — Y si, lo dejó malherido, porque de otro modo sería “bien herido”.


    Koga fulminó al Hanyō con sus ojos azules, sus muchachos si le habían dicho que la Bestia acabó de golpearlo después que el Señor Sesshōmaru lo lanzará contra el árbol. Luego miró a su esposa con más calma.


    ¡Qué se yo porque! — dijo como justificándose — Lo que me molestó es que me haya quitado mi almuerzo, por eso le dije “perro”.
    ¿”Tu almuerzo”? — le recriminó Inuyasha — ¡Era mi jabalí!
    “Era”. — le dijo Koga con énfasis — Desde el momento en que lo soltaste, cuando caíste, dejó de serlo. Por cierto, ¿qué te pasó? Recuerdo que Aome te mandaba al suelo de forma semejante.
    Ese es asunto mío — contestó Inuyasha también con énfasis — Lo que estuvo mal es que te atrevieras a decirle “perro” y recordarle que es mi “hermano”. Son cosas que detesta.
    ¡Pero si es un perro más que tú, Bestia!
    ¡Koga! — le dijo Ayame con enfado.
    ¡Keh! Yo no soy cualquier perro, Sarnoso. — Inuyasha se levantó enojado — Ya te dije lo que debes hacer y no me importa si lo haces bien o no. En dos días él se presentará en la aldea donde vivo, siempre va por esa niña en las noches de luna nueva. Si tienes suerte, tal vez acceda a tu petición. Delante de ella nunca te mataría, al menos que desearas lastimarla. Y me verás nuevamente con mi frágil aspecto humano.
    Me encargaré de “educarlo” — intervino Ayame antes que Koga, mientras también se levantaban — para que las cosas salgan bien. El abuelo confía en ti Koga, — miró tiernamente al lobo — debes hacerlo.
    No te preocupes. — Koga tomó delicadamente una mano de su esposa y también la miró — No voy a defraudar a nadie.
    ¡Keh! Bien, ya cumplí. — dijo Inuyasha encaminándose a la puerta — Lo demás… es cosa tuya. Y no se molesten, ya conozco la salida.
    Te acompaño. — le dijo Koga y se encaminó con él — De todos modos tengo que levantar a los muchachos. Bebieron mucho ayer.


    Salieron de la cueva y Koga les gritó a todos “¡Ya es hora de despertarse, buenos para nada!” Los lobos que estaban más cerca se levantaron y rápidamente le presentaron sus respetos (o sea que hicieron una reverencia) “¡Muévanse ya!” Y fue golpeando a todos los que se encontraba en su camino.


    ¡Keh! Con ese carácter no entiendo como eres el “Comandante” — le dijo Inuyasha mientras el lobo se entretenía dándoles coscorrones a todos los desafortunados que encontraba a su paso.
    A veces hay que ser duro con ellos — mencionó Koga terminando de golpear a dos lobos que estaban despatarrados con la lengua de fuera — ¡A un lado, huevones!... Pero en general no soy tan así. Lo que pasa es que estos jóvenes se toman las cosas a la ligera… ¿Qué no me oyeron inútiles?
    Me imaginó que tú no fuiste así cuando eras más joven — lo miró Inuyasha entre divertido y burlón.
    Pues aunque lo dudes Bestia, ya sabía cual era mi papel, por eso soy comandante.


    Llegaron al lugar donde se encontraban Guinta y Hakkaku, que se cuadraron frente a su comandante.


    Sin novedades comandante — dijeron al unísono.
    Bien, vayan por los mellizos para su relevo — Guinta se fue y Hakkaku continuo en posición de “firmes”. — Bueno Bestia, estaré por allá la noche sin luna. Te agradezco…
    ¡Keh! No me lo agradezcas. — le interrumpió Inuyasha — Solo lo hago porque no quiero que Sesshōmaru acabe contigo, pero ya sabes qué puede suceder si no lo haces bien.
    Ya sabía que no te preocupabas por mí. — lo miró Koga de forma divertida y le dio unos golpecitos en el hombro — Anda ya Bestia, que apestas.
    ¡Keh! Pues tú no hueles precisamente a rosas — le espetó el Hanyō y se alejó rápidamente.


    Ya un poco lejos, miró de reojo y vio que Koga aun estaba allí, con la oscura cabellera ondeando a la brisa. “Espero que no la riegue” pensó Inuyasha mientras continuaba su camino. “No me gustaría para nada que Sesshōmaru lo dejara peor que la vez anterior.”
     
  5.  
    kagomeG

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Wiiiii!!! Ya bff koga e inu!!! Hahahaha me mato lo de: "te olí llegar bestia"
    Hahahaha me retorcía de la risa! Fue genial!
    Ahora todo mundo se me esta pervirtiendo!
    Miroku... Eso ya es normal!
    Sanguito... Pobresita! Se lo pegó si marido!
    INUYASHA!!! Con sus sueños que me dan miedo! (Haha miroku lo hizo entomatarze)
    Y ahora los recién casados (tan tan tan taaaann! Tan tan tantaaan!) con su Olorsito a rosas... @.@
    Aome espero que se contenga (por el momento..) PUM!! "Coscorrón" ukyo! Callare! Yo solo espero que Aome se contenga y no se convierta como sanguito!!! (auch! Pues yo lo dudo! Apostemos va?) ok! Luego hablaré con tigo... -.- (0.0)
    Bueh! Espero que kouga no resulte peor que la otra ves... (no creo) me alegraría que se valla para las tierras de seshomaru... Y que después ayame resulte pedida por la sigueña
    Me despido! Y espero que no te tardes mucho! Tqm!

    KagomeG y ukyo-chan!
     
  6.  
    lobbitaa

    lobbitaa Iniciado

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Hola soi nueva aqui leyendo tu historia q por cierto esta mui mui buena
    me encanta en verdad q tienes mucho talento para escribir ee
    me encanto eso de q sango esta embarazada y q se le pego lo d miroku (hahaha)
    me gusto mucho la parte en q inuyasha le dice a koga lo q tiene q hacer me mato de la risa q koga no qiere hacerle caso a inuyasha (hehehe)
    estuvo mui bueno
    tambien me gusto mucho q kagome e inuyasha esten conectados mui bonita esa parte
    i me gusta q kagome tenga d mascota al perrito "inu" mui lindo enserio
    espero pongas conti pronto si
    chaiitoo

    lobbitaa
     
  7.  
    Kai

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Kyaaaaaaaaaaaaaa querida me ENCANTÓ...ciertamente esos como los mejores-perores amigos son de lo mejor.
    Una relación de odio-amor...la adoró...
    Concuerdo con kagomeG...todos se estan volviendo unos pervertidos de primera...¿te imaginas a Sesshomaru en esas? yo pago por ver...digo leer eso jajajaj.
    Me encanto la parte de :
    "te olí llegar, Bestia" Me encanto, me parti de la risa...
    EStuvo muy buena tu conti...espero la otra con ansias
    y muchas espectativas..
    te quiero linda Sayo...
     
  8.  
    InunoTaisho

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Pervertido Sesshomaru? para nada jajaja aun no le toca desatar sus pasiones en este fic, tengo planes en otro y luego que nadie se queje , sera apasionado solo con su chica especial.... bueno pues es que inu ya quiere a aome de vuelta por eso la sueña...con lo que miroku le hace a sango jajajaja y claro que koga y ayame pues...tenian que hacer lo que se hace en un matrimonio, es normal, esperen la conti que estoy afinando detalles para este y el otro tambien "Un juego por la vida de Naraku" sayonara mis fieles lectoras.
     
  9.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
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    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    despues de muxo muxo tiempo el esperadisimo (eso creo si no llorare) el mejor el.... bueno el siguiente capitulo:

    Capítulo 15 parte 2


    Antes de que cayera la noche sin luna en la pequeña aldea cercana al árbol que divide el tiempo, se recibió la visita de un ser extraño, que llegó moviéndose rápidamente y levantando el polvo a su llegada. Los aldeanos se sorprendieron y espantaron al ver a un lobo demonio cerca de la choza de la anciana Kaede. Tenía pieles en su cuerpo y una larga cabellera oscura, sus azules ojos brillaban.


    ¡Bestia! — gritó Koga, que esta vez si traía atado el cabello como de costumbre — ¡Sal de donde quiera que estés!


    De la choza asomó una pequeña niña de grandes ojos achocolatados y negros cabellos, vestida con una linda túnica floreada, que lo saludó con una sonrisa.


    ¡Hola lobito! El señor Inuyasha no tarda en regresar. — y luego lo miró extrañada — ¿Para que lo buscas?


    En ese momento también se asomó a la puerta de la choza la mujer del monje, la exterminadora; ya le notaba el embarazo.


    ¡Koga, que gusto verte! — dijo Sango dedicándole una bella sonrisa y salió de la cabaña — Creo que es mejor que me acompañes y esperes a Inuyasha fuera de la aldea, a los aldeanos les incomoda un poco tu presencia. — y le indicó que la siguiera — Por aquí.

    Está bien. — dijo el lobo — Porque si no puede darme hambre.


    Lin, dile al señor Inuyasha que lo buscan en el árbol sagrado — le dijo Sango a la niña mientras avanzó con Koga.

    ¡Sí! — respondió la pequeña y volvió a meterse a la cabaña.



    Caminaron por el sendero que conducía fuera del pueblo, al árbol que divide el tiempo. Koga observaba detenidamente a Sango y recordó… que esa mujer tiene un aspecto exquisito, y ahora que esperaba críos se veía más apetitosa. Pero es exterminadora… aunque tal vez no podría… no, ni Ayame ni la Bestia se lo perdonarían, y que decir del monje, su marido; era capaz de buscarlo hasta el fin del mundo. Además, él no había ido a comer humanos.



    ¿Y cómo esta Ayame? — le preguntó la castaña mientras llegaban al árbol.

    ¿Eh? — contestó Koga saliendo de sus pensamientos — Ella esta bien — respondió a la pregunta formulada.


    Me alegro, me la saludas mucho. Bueno — dijo la muchacha en cuanto llegaron — esperemos aquí. Inuyasha fue con la anciana Kaede a traer hierbas medicinales. En cuanto detecte tu aroma vendrá corriendo.

    Pues ya que. — espetó Koga con fastidio — Por cierto, ¿dónde fue el monje?


    Mi querido esposo fue a prepararse más, debe subir de nivel para poder tener discípulos — contestó Sango sonriente, y su mirada brilló evocando a su amado.

    ¡Ah! — dijo Koga un tanto sorprendido; así que el monje podría ser más peligroso de lo que ya era. “Que bueno que ya soy casi vegetariano” pensó el lobo.


    Mira, ya viene Inuyasha — volvió a decir la castaña y señaló el sendero por donde el Hanyō se acercaba a paso veloz.



    Realmente, a la cercanía de la puesta del sol, la Bestia ya olía más a humano.



    ¡Sarnoso! Te dije que estuvieras más tarde. Sesshōmaru no llegará ahorita. — gritó Inuyasha a lo lejos.

    No me importa Bestia, — le contestó el lobo también con un grito — sólo quiero que me recuerdes los puntos que me mencionaste. Yo lo esperaré.


    Si serás tarado — le espetó Inuyasha en cuanto llegó a donde lo esperaban.



    Sango los miró divertida. “Este par nunca va a cambiar” pensó. El sol se ocultó en la lejanía e Inuyasha adquirió su apariencia humana. Ojos oscuros, cabellera negra y sin garras.



    Dime una cosa Bestia, — le soltó Koga — ¿por qué tu hermano viene precisamente en estás noches?

    ¡Keh! ¿Tú porque crees? — contestó Inuyasha de malos modos — Sabe que así no puedo olerlo y no se exactamente en que momento está aquí. Además… creo que mi humanidad le causa gracia. Koga abrió los ojos de más.


    Perdóname Inuyasha, — intervino Sango — pero no creo que Sesshōmaru se burle aun de ti. Eres tú el que todavía no te aceptas como humano.

    ¡Keh! No me digas que ya lo conoces bien. — la miró enojado — Él no ha cambiado en nada… tal vez sólo con la niña.


    Como sea. — dio ella mirándolo también con molestia — Te consta muy bien que ya no ha peleado contigo por ningún motivo. Y eso que tú sigues siendo… algo grosero con él.

    ¡Keh! Sólo le digo sus verdades. — espetó Inuyasha y se cruzó de brazos, aún fulminando a la castaña con sus negros ojos — Y si no me agrede es porque sabe que así no puedo darle mucha batalla.


    ¿Lo ves? Si fuera como antes posiblemente ya habría buscado la forma de acabar contigo. Seas humano o no. — y Sango también se cruzó de brazos sin inmutarse ante la dura mirada del Hanyō.



    El lobo había escuchado asombrado la disertación entre los amigos, y no sabía que pensar. Cualquiera diría que un Daiyōkai de la categoría de Sesshōmaru no permitiría que un ser inferior como Inuyasha le faltara al respeto, aunque fuera su hermano. Pero al parecer, la pequeña niña que solía acompañarlo había “dominado” su corazón de fiera.



    ¡Keh! Pero el Sarnoso no está aquí para oír alabanzas sobre mi “Gran Hermano”. — y volvió su mirada oscura a Koga — Pon atención torpe. Puede llegar en cualquier momento.

    Adelante Bestia humana. — le espetó el lobo — Si llega me daré cuenta… por lo menos huele mejor que tú.


    ¡Keh! Ya me las pagarás Sarnoso — y lo fulminó con sus oscuros ojos mientras en su frente brotaba un signo de enojo.

    Cuando quieras Bestia — contestó Koga y adoptó posición de batalla.


    Perdón, — interrumpió Sango con una sonrisita de “no empiecen otra vez a discutir”, y los dos muchachos la miraron — ¿qué no le ibas a explicar…?

    ¡Sarnoso no te distraigas! Escúchame bien — dijo Inuyasha recuperando la compostura.


    Soy todo oídos — también Koga se serenó.

    Uno, no le digas “perro”; dos, hazle una reverencia; tres, háblale con respeto; y cuatro, espera su respuesta — concluyó el Hanyō.


    Uno, no decirle “perro”; dos, hacerle una reverencia; tres, hablarle con respeto; y cuatro, esperar su respuesta — contó el lobo con los dedos.

    ¡Si sabes contar Sarnoso! — se burló Inuyasha.


    Ya cállate Bestia, me parece que ya viene.



    Efectivamente, al dirigir la mirada al cielo vieron al Daiyōkai envuelto en su estola, descendiendo suavemente junto al árbol sagrado. Jaken, montado en Ah – Uh, se detuvo a su lado. A Sesshōmaru no le gustaba entrar en la aldea. Sabía que su imponente presencia y atractivo sobrenatural causaba pánico a los pobres aldeanos, que reconocían en él a un terrible y poderoso ser. El sirviente iba a traer a Lin con la anciana Kaede o con Sango, para después irse con ella a lugares lejanos y maravillosos. La pequeña siempre contaba cosas sorprendentes. Generalmente los dos hermanos evitaban encontrarse. Por supuesto que Sesshōmaru sabía que Inuyasha perdía sus poderes en las noches sin luna, y que mejor no olerlo, para ninguno de los dos.



    Jaken — dijo el Daiyōkai, la orden que el sirviente ya sabía lo que significaba.



    Miró primero a su hermano, “su pobre apariencia humana”; después al lobo, que estaba boquiabierto y, a lo último, a la mujer. Así que ya se le notaba el embarazo. Lin le había platicado emocionada sobre eso. Sango se sonrojó un poco cuando Sesshōmaru la vio por un segundo más. Ama a su marido, pero no podía negar que ese yōkai es muy atractivo.



    Eee… — tartamudeó ella y desvió sus ojos cafés de Sesshōmaru — creo que me voy a ver a Lin para que se apure — y se fue, seguida de Jaken, por el sendero que conducía a la aldea.

    Inuyasha, — dijo Sesshōmaru sin siquiera voltear a mirarlo, observaba a su sirviente y a la exterminadora caminando por el sendero — así que este pobre lobo te pide ayuda para hablar conmigo.



    Los dos se quedaron sorprendidos, pues nadie le había dicho nada… sobre nada. “No me cabe duda” pensó rápidamente Inuyasha al tiempo que miraba a su hermano y después a Koga, “es psíquico”.



    ¿Qué esperas Sarnoso? — le susurró al lobo, que aún estaba en shock.

    ¿Qué? ¡Ah! — reaccionó Koga — Perdón.


    Habla — dijo el Daiyōkai sin cambio en sus finas facciones de estatua griega, sin inflexión en su voz, y sin dirigirle la mirada, la cual divagaba hacia el horizonte.

    Perdone Señor. — habló Koga lo mejor que pudo y dándole un poco de gravedad a su tono, e inclinándose respetuosamente — Solicito para nosotros los lobos su permiso de ubicarnos en la región Oeste, en donde alguna vez su padre nos permitió vivir — y levantó un poco la vista para ver la reacción del Gran Señor, pero Sesshōmaru seguía como si nada.



    Inuyasha fulminaba con sus oscuros ojos a su hermano. No sabía si la indiferencia que mostraba se debía a que no le importaba en absoluto lo que hicieran los lobos o a que no les daría el permiso. La actitud de Sesshōmaru le desquiciaba.



    ¡Keh! ¡Con un demonio, di algo! — le espetó por fin.

    El lobo es más sensato que tú, — le soltó su hermano sin cambio en su profunda y pausada voz — aprendió más rápido. Eres buen maestro, pero mal ejemplo.


    ¡Keh! ¡Al diablo tus lecciones y contéstale al Sarnoso!



    Koga le lanzó a Inuyasha una significativa mirada de “Si algo sale mal te mató Bestia” pero sin atreverse a levantarse para no provocar al Daiyōkai.



    Muy bien lobo, — se dirigió Sesshōmaru a él tranquilamente — sabes lo que te conviene, no como mi “pequeño hermano”.



    Inuyasha lo miró con furia, sus oscuros ojos lanzaban chispas. Sesshōmaru lo observó de soslayo y se le dibujó una breve sonrisa, la actitud de su hermano lo divertía.



    ¡Señor Sesshōmaru! — Lin llegaba corriendo por el sendero, y eso distrajo la atención del Daiyōkai. — ¡Ya estoy lista!



    Ella traía el cabello levantado en dos lindas colitas, se veía muy coqueta. En cuanto llegó cerca de ellos lo abrazó hasta donde lo alcanzaba (las rodillas). Jaken venía sacando la lengua. Sesshōmaru se concentró en Lin, como si los otros dos no estuvieran ahí. Inuyasha puso cara de aburrido pero sin dejar de observar a su hermano con enojo. Koga se enderezó lentamente pero no hizo nada más.



    Bien — le dijo con un tono más suave al tiempo que le acariciaba la cabeza — sube en Ah – Uh, enseguida los alcanzo. Jaken — volvió a endurecer el tono — ya sabes hacia donde vamos.

    Si amo bonito — contestó el aludido. Los dos montaron en el dragón, el cual se elevó con un rugido ahogado. Lin le dijo “adiós” a Inuyasha.


    En dos días estaré de vuelta, — el Daiyōkai regresó la fría mirada hacia Koga, el cual se intimidó un poco al verse en esos dorados ojos, tan semejantes pero tan diferentes de los de la Bestia — pero no vengas aquí, búscame en la región Oeste. Así hablaremos con calma y sin interrupciones. — y le dirigió a Inuyasha una significativa y dura mirada.

    ¡Keh! — le espetó Inuyasha a su hermano. La verdad, aunque no quería admitirlo, lo admiraba y le tenía… un poco de temor — No me importa lo que les pase a los lobos.


    No sabes mentir Inuyasha. — dijo Sesshōmaru elevándose suavemente y dándoles la espalda ya en el aire, la estola se desenrolló con elegancia — Sigue jugando con tu amigo lobo.



    Otra vez los dejó con la bocota abierta.



    ¡Toco madera, no es mi amigo! ¡Lo aborrezco! — le gritó Inuyasha mirando a su hermano, el cual se movió velozmente para alcanzar al dragón que ya se había alejado un poco.



    ¡PLONC! Koga lo golpeó en la cabeza con el puño cerrado.



    ¡Por poco lo echas a perder con tu bocota, animal! — le dijo mirándolo con el enfado reflejado en sus ojos azules.

    ¡Keh! Te conseguí lo que muchos quisieran. — se sobó la cabeza y también miró al lobo con enojo — Por lo menos hablará contigo, tarado.


    Pudo haberme dicho algo aquí si no hubieras intervenido, idiota. — le espetó Koga, y volvió a ver de reojo hacia el cielo. Sesshōmaru ya no estaba ahí — Es muy rápido.

    ¡Keh! Pues es mejor que tú. — le soltó Inuyasha — Ya te esperan en tu casa Sarnoso, — se cruzó de brazos y siguió viendo a Koga con mala cara — ¿qué esperas para largarte?


    En eso, Shippou se apareció por ahí.


    ¿Ya se fue Lin? — preguntó a los dos muchachos.

    ¿Te preocupa, chaparro? — Inuyasha le lanzó una significativa mirada — Tiene menos de tres minutos que se esfumaron.


    ¡Qué pena! — dijo el kitsune — Le iba a pedir un recuerdo que pudiera utilizar para mis trucos ahora que regrese a clases — y suspiró.

    ¿Acaso te enamoraste ya enano? —se burló el Hanyō — Pues cuidadito porque Sesshōmaru no aceptaría tenerte como hijo.


    ¡No me molestes! — lo miró Shippou con enfado en sus verdes ojos.

    Bueno, mejor me voy — interrumpió Koga, la conversación entre los amigos se le hizo… algo que no le interesaba — Ayame se puede preocupar. Ahí te ves Bestia.



    Y nuevamente, levantando polvo como era su costumbre, se fue con rapidez, a pesar de ya no tener los fragmentos de la Shikon no Tama.



    Ese mugre Sarnoso se hace el importante — dijo Inuyasha al tiempo que él y Shippou cerraban los ojos a la ventisca que provocó el lobo.

    ¡Cof, cof! — tosió Shippou — ¿No puede ser más discreto? Todos los lobos son unos egocéntricos.


    Se sacudieron un poco de polvo y regresaron a la aldea. Sango salía en ese momento de la choza de la anciana Kaede, junto a Kohaku y llevando a Kirara en su regazo.


    ¿Cómo les fue? — le preguntó a Inuyasha.

    Ya no los alcanzaste, ¿verdad? — preguntó Kohaku a Shippou al mismo tiempo, el kitsune negó con la cabeza.


    Por lo menos Sesshōmaru le dará al Sarnoso una oportunidad de hablar, así que puede decirse que le fue bien — contestó Inuyasha a la pregunta de Sango.

    Bueno — Sango abrazó a Shippou y le dio el beso acostumbrado de las buenas noches — me alegro por él. Que descansen — y también abrazó a Inuyasha, el cual enrojeció un poco.


    ¿Me puedo dormir contigo Sango? — le dijo el zorrito esperanzado. Inuyasha lo miró con enojo. “Chaparro abusón, como no está Miroku quieres que te consientan” pensó.

    No te lo recomiendo, — le sonrió la castaña — porque no me acomodó bien y podría aplastarte. Pregúntale a Miroku la siguiente semana como le fue en cuanto cumplí los tres meses y medio — y se sonrojó un poco al recordar a su esposo — Pero si a Kohaku no le molesta, puedes dormir con él.


    Por mí no hay problema — Kohaku también sonrió.

    Adiós Inuyasha, — se despidió Shippou y se fue con ellos — pórtate bien con la anciana Kaede.


    ¡Keh! Zorro abusivo — fue la dulce despedida del Hanyō — Te aprovechas porque no está el maníaco de Miroku.


    Shippou le sacó la lengua y se subió al hombro de Sango. Mientras caminaban hacia su cabaña, ella pensaba acariciando a Kirara. “Tengo la impresión de que hay más de un bebé en mi”, y suspiró pensando en su amante marido, “Si un bebé lo hará feliz… dos de un tirón lo pondrán loco de contento”.


     
  10.  
    Kai

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Hola Konichiwa linda...no te comento completo por que no termine de leerlo...jeje.
    Bueno la verdad es que me stan botando de la compu (litreralmente lo estan haciendo) ves hasta Shiu me apoya...es mi inners (bueno...le apagaron la luz, le van a apagar el modem, y va por la mitad...donde llega Sessho...y bueno luego todos los detallistos de error y eso...) Cuentas con tdo nuestro apoyo y esperare la conti ansiosa (si ni has leido esta y ya quieres la otra) Obvio microbio ¬¬ claro que la quiero soy muy impaciente... (claro que lo eres...andas como loca con el cumplaños de "Nanito") mi mejor amigo cumple el 21 de este mes....Felicidades (si, bueno es menor que esta loca como por 6 meses, pero es super impaciente..desde el lunes lleva haciendo un baile extraño y cantanto "el jueves, el jueves, el jueves juju" algo así) Eso no tiene que ver...bueno la paciencia no es una virtud mia y ya quiero conti y despues venir y leer completo jejeje.

    (lo que si leyó por salida fué el final) sipi que ya saben que son gemelas y eso me encanta..jeje. (loca) en algo nos parecemos ;P
    Sayoo (sayo..eh yo soy la seria *dice mientras KI canta su canción de cumple) el jueves, el juves , juju viejo...ah dijiste algo...(no, por qu´) es quqe escuche a un molesto mosquito por alli...(el tal caso soy mosca y...¡oye!) jajaj GAFA...
    Sayo...mattanee
     
  11.  
    InunoTaisho

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    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    sorry si a alguien no le aviso, es que mi banda ancha me bota pero les agradezco sus comentarios, recuerden que todo tiene que terminar, pero todavía faltan algunos detalles en lo que llega aome y un poco mas alla. arigato. sayonara y no olviden el otro fic.
     
  12.  
    InunoTaisho

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    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    5012
    CAPITULO 15 PARTE 3

    El tiempo transcurrió en la época Sengoku. Afortunadamente para los lobos, el nuevo Gran Señor de la región Oeste, Sesshōmaru, había dado su aprobación de regresar a ocupar aquellas tierras que alguna vez habitaron, con la condición de que no comieran humanos en exceso. Koga hizo su mayor esfuerzo para darle al Daiyōkai una mejor impresión que la primera vez.

    Lin les había platicado a los de la aldea alguna aventura sorprendente de los lugares visitados junto con el Señor Sesshōmaru, Jaken y Ah – Uh. Hasta le suplicó al Daiyōkai si alguna vez Kohaku podría acompañarlos, cosa que fue concedida. Pero por el momento el jovencito quería estar con su hermana en los meses que le quedaban de embarazo.

    Y llegando al séptimo mes… días más, días menos.

    Miroku había dejado instrucciones precisas a los pequeños Kohaku y Shippou en cuanto a que le informaran semanalmente del desarrollo del embarazo de su amada esposa, para su tranquilidad. Hachi iría por ellos, los llevaría al templo y en la tarde estarían de vuelta en la aldea. Algunas veces se desplazarían sobre Kirara. Los dos se turnaron en el cumplimiento del deber. A Inuyasha todo eso se le hacía una exageración por parte de su amigo. Y Sango también pensaba que su marido era un poquito obsesivo, aunque no podía negar lo bien que se sentía ante la preocupación de Miroku por ella y “el bebé”. Al final… esa previsión dio resultado.

    Una mañana, cerca del mediodía, después de haber realizado la limpieza de su hogar (el hacer algo de ejercicio le ayudaba a sentirse bien) auxiliada por Lin, Sango sintió una pequeña punzada en el bajo vientre. Si recordaba algunas incomodidades cuando “el bebé” se movía para acomodarse, pero este dolor era distinto.

    ¿Sucede algo señorita Sango? — le preguntó la pequeña con preocupación al escuchar el quejido ahogado que lanzó la castaña.

    No estoy segura. — respondió ella colocando sus manos en el lugar donde sintió el dolor — Creo que me recostaré un poco.

    Kohaku había salido temprano con Inuyasha a cumplir con una petición de exterminio en alguna aldea cercana, invadida por pequeños monstruos que aprovecharon la ausencia de Sesshōmaru (a veces se ausentaba por días, quien sabe a donde iba). Inuyasha lo acompañó para que se sintiera apoyado, “¡Keh! son sólo basuras las que deja mi hermano” pensaba algo molesto.

    Lin observó a Sango con desconfianza, mientras la castaña se recostaba, en ese momento volvió a sentir la punzada de dolor. “¿Será posible?” pensó un poco asustada.

    Lin, — le dijo a la pequeña al tiempo que volvía a hacer una mueca de dolor — ve por la anciana Kaede, por favor.

    Si señorita Sango — contestó la chiquilla y salió corriendo.

    “Creo que aún es muy pronto para que nazca”, volvió a pensar Sango mientras sentía otro pequeño dolor. “¡Qué no pase nada malo!”. En ese momento evocó el rostro de su amado mientras… nuevamente otra punzada.

    ¿Qué te ocurre muchacha? — dijo la anciana Kaede al tiempo que entraba a la cabaña, seguida de Lin.

    Anciana Kaede… — le respondió Sango — ¡ay!... Me parece que el bebé ya va a nacer… ¡ay!... Tengo dolores aquí — y señaló el bajo vientre, donde sentía las punzadas.

    ¡Por Dios criatura! — exclamó la anciana un tanto sorprendida — Acomódate bien. Lin, hija mía, ayúdame por favor y tráeme varias sábanas y hierbas medicinales, y avísale a algunas señoras de la aldea para que me auxilien pronto.

    Mi esposo dejó algo allá… ¡ay!... — señaló Sango hacia un rincón mientras se acomodaba como podía en la colchoneta — son algunas hierbas que nos regaló Jinenji y algunos pergaminos… ¡ay!... para un buen parto — y sonrió un poco con el dolor reflejado en su bello rostro.

    La pequeña le dio a la anciana lo que le pedía y volvió a salir disparada hacia su cabaña a conseguir más cosas. Afortunadamente encontró todo lo que se necesitaba. En ese momento… llegó Shippou. El pequeño kitsune había ido a tomar un baño en el arroyo cercano. Cuando entró Lin lo jaló rápidamente de la mano.

    ¡Shippou, pronto! — le dijo entre desesperada y emocionada — ¡Hay que avisarle a su Excelencia que el bebé ya va a nacer!

    ¡¿Qué?! ¿Tan rápido?

    ¡Apúrate Shippou! — y lo empujó suavemente a la entrada — ¡Busca a Kohaku y al señor Inuyasha y vayan ya! Voy a ayudar a la anciana Kaede.

    Eee… Voy volando — contestó el kitsune y rápidamente se fue mientras Lin corría hacia donde se encontraban las dos mujeres. Ya en el lugar también se encontraba un pequeño ser que ofreció su ayuda (¿qué podría hacer si es tan diminuto?).

    Llegando a las afueras de la aldea…

    ¿Hacia dónde se fue el torpe de Inuyasha? — se preguntó Shippou a sí mismo mientras olfateaba el aire para detectar el rastro del Hanyō — ¡Yo no soy perro, no distingo bien su aroma! — dijo desesperado.

    ¡PLONC! En ese momento el pobre kitsune recibió un duro golpe en la cabeza.

    ¿A quién le llamas perro? — le espetó Inuyasha mientras lo tomó de la cola.

    Señor Inuyasha, no sea duro con él — le dijo Kohaku, que venía montado en Kirara.

    ¡Inútil! — le gritó Shippou llorando a mares — ¡No pierdas el tiempo y vamos por Miroku! ¡Ya va a nacer el bebé!

    Si, — afirmó el Hanyō olfateando un poco el aire — ya huele levemente a la sangre de Sango.

    Yo también voy — dijo Kohaku.

    Mejor ayuda a tu hermana y a la anciana Kaede, — le dijo Inuyasha — nosotros traeremos a ese loco de tu cuñado. Vamos chaparro.

    Y rápidamente se dirigió al templo del maestro Mushin.

    Oye enano, — le dijo al kitsune, que ya se había acomodado en su hombro — ¿no crees que aún faltaba tiempo?

    Pues si, — le contestó Shippou — apenas hace dos días que hablé con Miroku y según sus cálculos faltarían aproximadamente dos meses. A él le faltan diez días para acabar su entrenamiento.

    Pues el entrenamiento ya valió… para otra ocasión, — mencionó Inuyasha — porque no creo que quiera separarse de Sango y el bebé, por lo menos en medio año.

    Y conociéndolo — intervino Shippou — capaz va a querer otro hijo pronto.

    ¡Keh! Pues es capaz… falta que su mujer lo deje ser de nuevo abusivo… o el bebé les de tiempo ¡Jejeje! — le dio un ataque de risa al pensar en su mañoso amigo.

    Oye no seas tan explícito, ya te pareces a Miroku — le dijo Shippou sonrojándose.

    ¡Pues tú empezaste enano! — le espetó el Hanyō.

    En el templo del maestro Mushin, en medio de una profunda meditación en la gran sala, frente a una estatua de Buda, se encontraba nuestro joven monje. Súbitamente, un pensamiento llegó a su mente y lo sacó de concentración. Claramente vio a su amada… sufriendo de dolor. “Tengo el presentimiento de que algo le pasa a Sango” pensó y en ese momento… abrió sus oscuros ojos azules.

    Bien Buda, — se dirigió a la estatua y se levantó, haciendo una reverencia — creo que por ahora tengo otros deberes que realizar.

    Afuera se escucharon ruidos extraños y los gritos del maestro Mushin. Inuyasha penetró con Shippou en los jardines del templo.

    ¡Miroku sal de ahí, que creo que debes cumplir con otros asuntos! — alzó la voz para que su amigo lo escuchara.

    ¡Silencio! — gritó el anciano al tiempo que se acercaba a ellos — No pueden interrumpir su meditación o no podrá…

    ¡Keh! ¡Al diablo con eso! — contestó Inuyasha de malos modos.

    ¡Por favor jovencito, más respeto a este lugar! — replicó Mushin.

    Miroku llegó justo a tiempo.

    ¿Qué le ocurrió a Sango? — dijo precipitadamente — Maestro Mushin, habrá de disculparme — le hizo una breve reverencia a su mentor.

    Pero Miroku… — iba a contestar el anciano.

    ¡El bebé ya va a nacer! — gritó Shippou interrumpiendo.

    ¿Y qué estamos esperando? — Miroku tomó rápidamente a Inuyasha de la Hitoe y corrió arrastrándolo mientras gritaba — ¡Hachi, mapache del demonio, no te escondas!

    El pobre Hachi salió inmediatamente de la cocina atragantándose con unos panes al vapor.

    Ordene Excelencia — contestó el mapache.

    ¡Muévete ya y transfórmate, que mi mujer esta dando a luz y yo aquí todavía! — le ordenó bruscamente el monje.

    ¡Keh! ¡Suéltame ya Miroku! — le espetó Inuyasha.

    Perdón — Miroku soltó a su amigo mientras Hachi se transformaba — ¡Vámonos! — y subieron sobre el “mapache” — ¡Volveré en cuanto pueda! — se despidió del anciano, el cual se había quedado con la boca abierta. Después reaccionó y les dijo “adiós” agitando la mano.

    ¡Cuídense y salúdame a tu bella esposa! — fueron las últimas palabras de Mushin.

    Hachi iba tan veloz como podía.

    No te preocupes, — le dijo Shippou a Miroku al ver su cara de preocupación — Lin y la anciana Kaede ya están con ella.

    Por cierto, — le soltó Inuyasha — ¿qué no aún faltaba tiempo?

    Según mis cuentas nacería aproximadamente en nuestro primer aniversario matrimonial. — meditó Miroku haciendo su cálculo mental — ¿Qué pudo haber hecho que se adelantara?

    ¡Keh! Pues creo que el bebé ya ocupaba mucho espacio para su tiempo.
    ¿Qué sabes tú de bebés? — le preguntó Shippou burlón.

    Pues… alguna vez auxilié a Kikyō con una mujer en ese estado — se sonrojó Inuyasha mientras sus amigos lo miraban fijamente ante la mención de su antiguo amor — hasta donde pude, porque el olor a sangre era muy fuerte.

    Así que la señorita Kikyō te dio lecciones… — dijo Miroku con serenidad — Me imagino que a esa pobre mujer no le hizo ninguna gracia verte ahí.

    ¡Keh! A mí no me hizo gracia estar ahí… Me mareé y no me pregunten más — de sólo recordarlo Inuyasha cerró los ambarinos ojos.

    No quiero saberlo — intervino Shippou poniendo cara de asco.

    Por favor muchachos, ¿por dónde más saldrían los bebés? — les dijo Miroku con tono de reproche — Por donde deben salir. La maravillosa anatomía femenina está preparada para ese gran momento — dijo seriamente, y luego puso cara de… tonto pervertido, al recordar a su linda mujercita (jejeje ya la extrañaba un montón).

    ¡Keh! Ya cállate enfermo. Me había librado de tus marranadas por tres meses. — le espetó Inuyasha al ver la cara que puso — Hasta dejé de pensar en cochinadas.

    ¿Pues que pensabas Inuyasha? — se sonrojó Shippou, hasta Hachi se apenó.

    ¡No es lo que crees, chaparro! — y también le dio vergüenza.

    Ya sabía que tú también eras pervertido, — le dijo Shippou — no se porque lo niegas.

    ¡Keh! Mira quien habla, enano aprovechado. — le espetó el Hanyō y le lanzó una mirada enfadada — ¿Qué pretendías hacer en la ausencia de este loco? — y señaló a Miroku.

    ¡No soy como ustedes, tonto! — contestó el kitsune enojado — ¡Soy un niño inocente!

    ¡Keh! Cuando te conviene.

    ¿Pues que hizo? — preguntó Miroku sorprendido, sin entender la plática de sus amigos.

    ¡Nada! — contestó Shippou con tono inocente — ¡Lo que pasa es que Inuyasha ve moros con tranchete!

    No mientas enano — lo fulminó con sus ojos ambarinos.

    Será mejor que hables Shippou — Miroku lo miró con severidad. El zorrito se sintió ofendido y agachó la cabeza.

    Cumplí con lo que me pediste y le dije a Sango que me dejara dormir con ella — contestó con un susurro y le dirigió al Hanyō una verde mirada de molestia — Pero este bobo lo malinterpreta todo. Y dice que no es pervertido; si bien que le gustaría que Aome estuviera aquí para consentirlo.

    ¡PAF! Inuyasha lo golpeó en la cabeza.

    ¡Cállate chaparro abusivo! — y tenía un signo de enojo en la frente.

    Tranquilo Inuyasha. — dijo Miroku consolador y tomó a Shippou para sobarle la cabeza — Gracias Shippou, pero el que la cuidaras no significaba que… ¡TE DURMIERAS CON MI ESPOSA! — al pobre kitsune casi le da un infarto por el grito del monje.

    ¡No pienses mal! Ya se te pegó lo baboso — saltó Shippou y se soltó de Miroku, que lo fulminaba con sus ojos azules — Me quedé con Kohaku porque Sango no me dejó dormir con ella para no aplastarme.

    ¡Keh! — intervino Inuyasha — Te haces el niño, pero bien que te gustaba dormir con Aome.

    ¡Cállate ya, inmaduro! — le espetó el zorrito molesto.

    Excelencia, — interrumpió Hachi. La conversación le había parecido divertida, sobre todo porque su Excelencia se mostraba celoso en extremo en lo que se refería a la mujer que ahora es su esposa — ya estamos llegando.

    De un salto, Miroku bajó de Hachi y corrió tan rápido como pudo, dejando a sus amigos muy atrás (y si de correr rápido se trata, hasta llegaba a rebasar a Inuyasha). Los tres parpadearon de perplejidad en cuanto se alejó.

    Aún no nace — dijo Inuyasha olfateando nuevamente — pero el olor a sangre es más fuerte.

    ¿Nos quedamos aquí o vamos para allá? — preguntó Shippou.

    ¡Keh! Yo me quedó aquí… o tal vez camino despacio. — respondió Inuyasha — No quiero marearme otra vez. Además, — añadió — me huele a que es más de un bebé.

    Bueno — dijo Hachi — iré para allá por si su Excelencia me necesita — y caminó tan rápido como le permitían sus cortas patas.

    Más veloz que Koga, Miroku llegó a su cabaña y escuchó los gritos de dolor de su amada. Lin y Kohaku se encontraban afuera. El pobre muchacho parecía sufrir los dolores de su hermana, pues apretaba los ojos cada vez que se escuchaba un doloroso quejido de la castaña; al parecer, el trabajo de parto se había complicado. La pequeña le tomaba la mano, y tenía los ojos muy abiertos, como pensando que para que ella sufriera eso faltarían muchos años.

    ¡Excelencia! — le dijo Lin en cuanto lo vieron llegar — ¡Lávese las manos y ayude a las señoras que están adentro con su esposa!

    Tal parece que esto es delicado — dijo la anciana Kaede en cuanto Miroku entró diciendo el nombre de su mujer, “¡Sango!” — ¡Qué bueno que llegó Excelencia!

    Sango se encontraba acostada, adolorida, sudorosa y llorosa, envuelta en mantas (hasta donde se podía, porque lo demás tenía que estar a la vista). Había otras mujeres mayores auxiliando a Kaede.

    Miroku… ¡Augh! — gritó la castaña, pero se sintió contenta de ver a su esposo ahí con ella, a su lado.

    Ni tardo ni perezoso, Miroku se remangó las amplias mangas, se aseó lo mejor que pudo y fue a ayudar y apoyar a su amada.

    Tranquila, ya estoy aquí — le tomó suavemente una mano y la miró con ternura — Ahora puja fuerte que yo te ayudo.

    Amor… — sus ojos cafés estaban humedecidos por las lágrimas — ¡Aaaay! — la pobre apretó la mano de su marido con tanta fuerza que casi le salen las lágrimas a él también.

    Sufro tus dolores — dijo Miroku aguantando la mueca de dolor.

    No exagere Excelencia. — intervino la anciana Kaede — Tendrá que presionarle un poco el alto vientre porque parece que son dos bebés.

    ¿¡Dos!? — exclamó sorprendido.

    ¡Apúrese! — dijo Kaede mientras Sango volvía a gritar más fuerte.

    Yo te ayudo… ¡Suuuc! — Myoga se encontraba ahí, succionando sangre… de una linda parte de la castaña.

    ¡Anciano Myoga! — exclamó Miroku mientras ayudaba a su amada a empujar, oprimiendo un poco su vientre abultado — ¿Qué diablos esta haciendo ahí?

    Evitando que Sango se desangre… ¡Suuuc! — contestó el anciano como si nada y volvió a picar… en donde más le gustaba.

    ¡Fuera! — Miroku aprovechó un respiro de su esposa para lanzar a Myoga… con los dedos — ¡No sea mañoso! — porque el cuerpecito de su mujercita no lo comparte con nadie… menos con una abusiva pulga chupasangre.

    ¡Ingrato! — gritó Myoga mientras salía volando por la puerta en el momento en que Hachi se asomaba por ahí.

    La pulga cayó sobre las rodillas de la pequeña Lin.

    Oiga ancianito, ¿qué estaba haciendo allá adentro? — le preguntó la niña en cuanto lo vio (porque ya estaba algo lleno de tanta sangre que debe haber bebido).

    Seguramente lo que hace toda pulga. — dijo Kohaku observando al pobre Myoga, que se había mareado por el vuelo — Le picó a mi hermana ¿verdad?

    En ese momento se oyó un grito más desgarrador de Sango.

    ¡Ya casi Sango, más fuerte! — dijo Kaede.

    No te apures amor, respira. — Miroku le daba ánimos — Hachi, tráete los demás pergaminos.

    Mejor vámonos — dijo Kohaku un poco lloroso.

    De acuerdo. — contestó Lin y se levantaron del suelo — Pero no tan lejos por si necesitan que les ayudemos.

    Y se fueron llevándose a Myoga en la mano.

    Mientras, ya de camino a la aldea, el Hanyō y el kitsune se acercaban a la choza.

    ¿Estás seguro de que es más de un bebé? — preguntó Shippou.

    Me huele a que sí, — contestó Inuyasha con seriedad — el vientre de Sango se veía bastante grande.

    Miroku va a estar muy contento.

    Sí, dos de un solo golpe. — dijo Inuyasha — Si llegan así va a querer repetirlo otra vez.

    Pobre Sango, como no es él el que sufre — mencionó el kitsune.

    Pues sí, — reafirmó el Hanyō — pero de ella va a depender hasta donde lo deja ser calenturiento… bueno, y de los bebés.

    No empieces otra vez — le espetó Shippou.

    ¡Keh! Pues entonces no preguntes ni supongas indiscreciones de matrimonios, chaparro.

    Muy pronto llegaron cerca de la cabaña de sus amigos y vieron venir a Lin y Kohaku. En cuanto Myoga percibió a su amo, reaccionó y brincó de la palma de Lin a la mejilla del Hanyō.

    ¡Amo Inuyasha! — le dijo — ¡Cuánto tiempo sin saborearlo! ¡Suuuc!

    ¡PAF! Inuyasha no lo dejó succionar de más.

    ¡Pulga aprovechada! Ya comiste con Sango y quieres más — le espetó mirándolo con enojo mientras la pobre pulga caía al suelo. En un segundo se enderezó, pero si se veía gordito.

    Pues claro amo, Totosai no sabe nada bien y la sangre de Sango es muy sabrosa — dijo con seriedad… — sobre todo en donde mejor se ve… — con su tono mañoso — ¿pero cómo sabe que ya comí? — preguntó extrañado.

    ¡Porque hueles a ella, canijo! — le contestó — Seguramente que te aprovechaste que está toda adolorida y chupaste sangre de donde no debes.

    A Miroku no debe haberle hecho gracia — observó Shippou y le lanzó a Myoga una mirada de reproche.

    Yo solo quería ayudarle — dijo Myoga saltando al hombro de Inuyasha y cruzándose de brazos.

    Bueno, — intervino Lin, pues a lo lejos se escuchó un pequeño llanto — parece que ya nació un bebé y falta el otro.

    Así que si son dos. — dijo Inuyasha — Lo sabía. — y se alejó un poco — Si no me voy a marear de más.

    Un rato más tarde, lo que pareció una eternidad, y después de escuchar otro llanto de bebé, salieron la anciana Kaede y las otras mujeres.

    Lin, ayúdanos a asear a las bebés. — y sonreía cargando dos pequeños bultos envueltos en suaves mantas, mientras las otras señoras llevaban sábanas manchadas.

    ¿Son niñas? — preguntó emocionada — ¡Qué lindas!

    Así es. — afirmó Kaede, y se encaminó con las pequeñas al área del baño, seguida por Lin.

    ¿Y Miroku? — preguntó Shippou.

    Su Excelencia está reconfortando a su esposa — contestó Hachi mientras salía de la choza llevando otras mantas. El pobre mapache se veía algo mareado y lloroso.

    Inuyasha se abstuvo de entrar, aun se encontraba un poco apartado porque todavía detectaba el aroma de la sangre en el ambiente. Los otros dos entraron con calma. Miroku abrazaba delicadamente a Sango, la tenía un poco levantada. Ella se veía cansada. El trabajo de parto fue agotador. Estaba cubierta con una sábana limpia. El monje lloraba a moco tendido, de felicidad.

    Hermana — saludó Kohaku con una sonrisa — felicidades, son unas lindas niñas.

    ¡Mis mujeres! — exclamó el lloroso Miroku — ¡Mis hermosas criaturas! — besó a su esposa tiernamente cerca de los labios — ¡Amorcito, qué bonitas nos quedaron!

    Gracias Kohaku, — le respondió Sango a su hermano y correspondió el delicado beso de su marido — gracias amor — y lo abrazó un poco más mientras él seguía llorando.

    Felicidades también de parte de Inuyasha. — añadió Shippou — No viene porque aún le marea el olor.

    Espero verlo pronto — sonrió Sango sin soltar a Miroku, que lloraba como magdalena.

    Lin y la anciana Kaede entraron con las bebés, ya limpiecitas. Las dos tenían un gran parecido a su mamá, pero al parecer una de ellas tenía los profundos ojos azules de su papá.

    Ahora estas nenitas deben de comer para después dormir. — mencionó la anciana Kaede mientras le entregaba una pequeña a Sango y la otra a Miroku — Por partes. — sonrió — Excelencia, va a mojar a las niñas.

    Ya no llore Excelencia, — mencionó Lin — las que deben llorar son las bebés.

    ¡Mis mujeres! — volvió a decir Miroku, y besó tiernamente a sus dos nenas y a su esposa, sin dejar de llorar.

    Bien cariño, — Sango siguió sonriendo mientras se acomodaba para amamantar a las niñas — sostén a la pequeña mientras alimento a la otra.

    Shippou salió un poco apenado, no quería ver de más. Alcanzó a Inuyasha en el árbol sagrado.

    ¿Qué fueron? — preguntó el Hanyō bruscamente.

    Nenas, — contestó el kitsune — y se parecen a Sango.

    Menos mal que no salieron como su padre — mencionó Inuyasha.

    No exageres, Miroku no es tan feo. — dijo Shippou — ¿Y el anciano Myoga?

    Lo mandé a volar. — dijo Inuyasha — Le dije que pronto iría con Totosai para afilar a Tessaiga… espero no coincidir con Sesshōmaru.

    ¡Ahhhh! — suspiró el zorrito — Ahora Miroku estará peor que al principio.

    Ya me imagino cuando esas niñas crezcan. — pensó Inuyasha en voz alta — Le van a hacer ver su suerte a su mañoso padre.

    La noche cayó sobre la aldea. Shippou se fue a dormir enojado porque Inuyasha se encerró en sus pensamientos. “¡A veces te pareces a Sesshōmaru!” le espetó mientras salía corriendo. Inuyasha ni lo siguió. Tenía cosas importantes que pensar. Cuando notó que el kitsune se fue, pudo expresarse por fin sin inhibirse. Sus palabras se dirigieron a su querida y bella Aome, la cual se encontraba del otro lado del tiempo, sentada junto al árbol, terminando de escribir la tercera temporada del anime.

    Aome, si estuvieras aquí te pondrías muy contenta porque nuestros amigos ya fueron padres. Tuvieron dos lindas niñas que se parecen a Sango… Me gustaría que nosotros también tuviéramos dos hijos, no importaría si son niños o niñas, los querríamos igual porque serían, como dice Miroku, la representación de nuestro amor y la bendición del cielo. ¡Sabes que te extraño mucho! — y suspiró cerrando sus ambarinos ojos para caer en un lindo sueño de amor.

    Aome sintió, al suave movimiento de las hojas, que Inuyasha se encontraba cerca y decía las dulces palabras que expresaban lo mucho que se amaban… a pesar de la lejanía en el tiempo.

    Inuyasha — suspiró dirigiendo su mirada achocolatada en el sitio exacto donde el Hanyō se había acomodado para dormir, del otro lado — sueña conmigo.

    Y muy contenta, regresó a su casa dispuesta a descansar… y a soñar con su amado, mientras la suave brisa agitaba sus negros cabellos… y en el tiempo atrás sus palabras llegaban a los sueños del de cabellera plateada.

    Espero que os guste el capítulo y ya mero llega aome (en tres cap muy largos) pero ya mero llega y veremos cursilerias de inuyasha jajajaja sayonara
     
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  13.  
    ahomexInu

    ahomexInu Entusiasta

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    Hola Inuno Taisho, soy una nueva lectora de tu fic, me tomo tiempo leerlo pues los capitulos son algo largos cosa que me agrada muchoo, pues la ver me ha encnatado hace mucho tiempo queria leer un fic que relatara esta parte de la historia y el tuyo cumple con todas mis espectativas, la verdad me encantraia que Cuando Aome regrese con Inu escribas muchas situaciones de ellos dos donde se vea el romance y que Inu se comporte como Miroku (igual de calenturiento) sabes me gustaria saber quien es la esposa de sesshi ojala sea quein yo creoo, Me encanto este capitulo nacieron las hijitas de Sango y Miroku....
    Bueno no siendo mas solo te digo que espero muy pronto la conti....
    Exitos...
     
  14.  
    Whitemiko

    Whitemiko Usuario común

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    hola!!!!me gusta mucho tu fic, jajajajaja eso de que miroku lloraba como magdalena es gracioso, muy buena trama, seria interesante ver a inuyasha soñando con ser el quien estuviera en l lugar de miroku y kagome en l lugar de sango...ahhh que bonito!!!!y espero que cuando regrese kagome inuyasha cumpla su sueño!!!jijiji sería interesante...por favor continualo pronto, aqui estaré esperandolo!!bye!!cuídate!!!
     
  15.  
    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

    Géminis
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    Despues de siglos sin pasarme (por situaciones agenas a mi voluntad) ¡Comentare!
    Valla, Miroku de verdad que es lloron XD me encanto la "discucion" en el lomo de Hachi. jajajajajajaja hay que ver que todos son unos mente sucia!
    E InuYasha, esta tan romantico... ¡Como hubiese querido ver a InuYasha en esa situacion! atendiendo un parto junto a Kikyo y el mareado! jajajajajajajaja me mato esa parte!
    Espero conti.
    bye!
     
  16.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

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    Gracias a mis amables lectores por sus comentarios que me levantan el ánimo, ya le tocara a Inuyasha ayudar a Aome con su primer hijo y de ahi no podra escaparse aunque quiera jajajaja. Romántico calenturiento como Miroku... le va a costar mucho trabajo aunque ya ansia el regreso de su amada, es más fácil pensarlo a que lo haga realidad jajajaja. Faltan algunos detalles más y me voy rápido para el regreso de Aome, porque en cuanto ella llegue habrá otros enredos muy divertidos hasta el final de mi historia. Sayonara a todos y no pierdan detalle de "Un juego por la vida de... Naraku" que tambien será divertido.
     
  17.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

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    ¡¡Hola!! ¡¡Oye tiempo sin saber de Ti!! Pero me da mucho gusto que nos nos hayas dejado...
    ¡Awwww..! Este capitulo fue encantador... Hahaha hay Inuyasha se me esta pervirtiendo... Y ese ¡myoga! Hasta a donde se va a picar a la gente... Dio mío! Me dejó impresionada su acción... Pobre sanguito
    y amé la parte de: "sufro tu dolor" Hahaha y es que miroku no save lo que es el dolor, ¿verdad, sango? *la chica asiente* ella lo save bien..
    Aun que Inuyasha tenia razón... Ese miroku no va a dejar a sus "mujercitas" Haha amé las partes donde apenas y le hablaban y el "¡mis mujercitas!" Hahaha y cuando dijo "nos quedaron bien, sango" hay no paraba de reirme y mi mamá me sigue tomando por loca.
    Bueno siquiera me tranquiliza que Inuyasha siquiera sabrá como atender a Aome cuando le toque, y esta ves se tendrá que aguantar... ¡Hay muero por imaginarmelo!
    Y ahora tan rápido Aome ya va en la 3ra temporada... Le deceo mucha suerte, y que todo sea un éxito, y que después se siga de corrida cuando tenga hijos... ¿Si me di a entender?
    Amiga te agradesco por avisarme, y te espero con ansias porfís, no te tardes!
    Yaa nee!

    KagomeG
     
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  18.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

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    Reitero las gracias a mis lectores, y corrijo porque ya mero llega Aome, despues de otras cositas, por ello me ire muy rápido en el tiempo para que ya este nuevamente con Inuyasha y sus amigos del Sengoku, así que no pierdan detalles que aun falta algo de historia en este "pasado mañana" que debió haberse llamado "Antes del mañana y pasado mañana" (me falló). El siguiente capítulo es en la época actual para darle a Aome su espacio. Por aqui les dejo el link de "un juego por la vida de Naraku" para que lo chequen y se diviertan tambien: http://fanficslandia.com/index.php?threads/un-juego-por-la-vida-de-naraku.12995/

    Sayonara.
     
  19.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

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    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    3475
    Capitulo 16 parte 1

    Dedicado a la época actual.

    El ciclo escolar pasó muy rápidamente… aunque hubo muy buenos momentos para recordar. Especialmente los contactos en esencia entre la época Sengoku con la actual, que llenaban a Aome de alegría y esperanza.

    Aome supo, a través del mismo Hojo, que salía con una linda chica que había conocido en la secundaria, la cual ahora iba en segundo año. A nuestra amiga la noticia le dio mucho gusto por el muchacho.

    También sus amigas se calmaron un poco con respecto a su vida amorosa, porque Ayumi se consiguió un galán. Un muchacho muy amable que estudiaba con ellas en el mismo grupo, el cual se animó a invitarla a salir en la proximidad del fin de cursos. Así que ahora la acosada era su simpática amiga, porque a Eri y a Yuka no les había hecho mucha gracia que su tímida compañera tuviera galán y ellas no. Aome compadecía a Ayumi y no le hacía las típicas preguntas acerca de su novio.

    En cuanto a ella… ascendió muy pronto de nivel en el club de arquería, ya era maestra en tercer grado (para ser de nuevo ingreso era un buen nivel); le sirvieron mucho las prácticas en la época Sengoku (¡Como olvidarlo!). Un divertido incidente le dio el pase a la fama.

    ********** Flash Back **********

    Aome y su puntería jajaja.

    Le había costado algo de trabajo subir de nivel, porque no quería presumir entre las novatas como ella, ni quería apantallar a las más avanzadas. Pero tenía que tomar una decisión ya. En la penúltima práctica antes de la exhibición anual de avance de los clubes, pensó que sería el mejor lugar para demostrar su valía. Estaba decidida.

    Muy bien Aome. — le dijo la líder del club en tono serio — Tienes talento pero no has mostrado mucho, así que demuéstranos que sabes hacer.

    Se paró delante del blanco, a la distancia reglamentaria para su primer tiro, y se concentró en el objetivo.

    “¿Con que quieren ver de lo que soy capaz, eh?” pensó nuestra amiga y levantó el arco, apuntando con precisión. En ese momento… apareció ante sus ojos una imagen no grata… el rostro de Naraku riéndose de ella.

    “¡Malvado!” se le escapó un pequeño grito, como recordando alguna de las incontables batallas que tuvieron con ese ser despreciable. “¡En el blanco!” volvió a decir, esta vez un poco más alto, y disparó la flecha… la cual se cargó de su poder espiritual, dio en el centro del objetivo y… destruyó todos los demás.

    Todos parpadearon de asombro, incluida la misma Aome, que se turbó un poco “Creo que me deje llevar” pensó y sonrió algo apenada, haciendo la inocente pregunta en cuanto sintió todas las miradas sobre ella:

    ¿Estuvo bien? — dijo con cara de inocente — ¿Qué pasó?
    Si… — respondió la líder viendo el desorden ocasionado por la energía espiritual de Aome, claro que nadie lo sospechó. — Nos tomaremos un descanso y pediremos que arreglen todo esto.

    En menos de media hora todo el colegio se enteró que Aome Higurashi tenía… algo diferente a la mayoría, y lo que había ocurrido en la práctica de tiro.

    ********** Fin de Flash Back **********

    La historia “Un cuento de hadas de la época feudal” iba viento en popa. Ganó el segundo lugar del concurso inter escolar de novela fantástica (el primer lugar fue una historia de vampiros jejeje). No se podía quejar, porque ya habían salido en T.V. tres temporadas que estaban en boca de todos. Las críticas fueron muy positivas. Así que el porcentaje de ganancias era muy bueno. Aome le abrió una cuenta a su mamá para que siempre tuviera dinero aunque ella volviera al pasado en la época antigua, para definir su “futuro” (que complicación, el futuro pasado jajaja). Aseguraba así el futuro estudiantil de su pequeño hermano.

    El pequeño “Inu” ya no era tan pequeño. Era un hermoso perro de pelaje blanco, al que Aome quería demasiado… tal vez lo llevará con ella a la época Sengoku cuando regrese con su amado… quizá se lleven muy bien, aunque “Inu” es mucho más obediente (jajaja).

    Aome había convivido con toda la familia de Shinosuke, la descendencia que permaneció fiel a Sesshōmaru y continuaba viviendo en Tokio, en la gran mansión junto con el imponente Daiyōkai. Disfrutaron juntos las fiestas navideñas y recibieron buenos regalos de su parte. Los papás de Shinosuke le obsequiaron a la mamá de Aome, como regalo conmemorativo, el mejor Home Teather que saldría al mercado en dos años. Le obsequiaron al abuelo un seguro médico en el mejor hospital de la ciudad por un año, el abuelo de Aome ya tenía achaques propios de la edad, y a Sota la última plataforma de videojuegos. A ella le dieron la colección completa del anime hasta donde se había transmitido y la última temporada en proceso, junto con otras buenas películas.

    Y, aunque también el “abuelo” Sesshōmaru fue cortésmente invitado a la velada pues… los asuntos con su familia “celestial” no le permitieron asistir, aunado al hecho de que en realidad no era de su agrado la idea de salir de su mansión para ir a una casa… donde no entraría (jejeje). Jaken fue “obligado” a ir con los nietos, lo que le originó lágrimas al sirviente y un buen susto al abuelo de Aome, ante la presencia de un pequeño demonio verde… original y verdadero.

    ********** Flash Back **********

    Aome fue a buscar a Shinosuke, cerca de las canchas y el área de los laboratorios de cómputo. Se sonrojó un poco al verlo venir, acompañado de algunos cuantos compañeros, con su uniforme de educación física. A simple vista nadie diría que Takahashi practicaba algún deporte por ser el mejor promedio del Instituto, pero el muchacho también jugaba fútbol, aunque nunca participó en los torneos inter escolares. No quería más atención de la que ya tenía.

    ¡Aome! — la saludó muy sonriente en cuanto la vio — ¿Qué te trae por aquí? — sus compañeros miraron a la chica con cara de asombro, y alguno que otro puso cara de baboso, porque ella es muy linda.

    Eee… — tartamudeó un poco ante la mirada idiota de algunos muchachos. “¿Por qué la mayoría de los hombres son… tan torpes?” pensó la pobre — podemos hablar… ¿en privado? — y se puso más colorada.

    Si, claro — dijo él, y les lanzo a sus amigos una de sus intimidantes miradas — Si me disculpan, los alcanzo más tarde.

    Los muchachos caminaron más aprisa… el tono de Takahashi no aceptaba negativa. Él tomó a Aome suavemente del brazo y caminó con ella por donde había llegado. En cuanto hubo una distancia prudente de sus camaradas, volvió a sonreír.

    Bien, — dijo con más calma — ahora podemos platicar. ¿Qué es lo importante que me contarás?

    Pues… pedí permiso a mamá y me gustaría invitarte a ti a tu familia, incluido tu “abuelo” a pasar esta navidad con nosotros… — dijo ella un poco precipitada — Digo, tal vez mi casa no es mansión pero…

    ¡Por supuesto! — contestó el muchacho muy contento — Precisamente pensaba en invitarte a ti a cenar, desde luego con tu familia. Mamá aceptó gustosa y mis tíos, Ranma y Akane, estaban de acuerdo. El abuelo dio su aprobación, pero me parece que él no asistirá… No te ofendas.

    ¿En serio? ¡Gracias, que amable! — respiró Aome aliviada — Entonces hablaré con mi mamá y nos pondremos de acuerdo para la cena. Por cierto, ¿por qué tu abuelo no asistirá? — preguntó aunque se imaginaba la respuesta — ¿Va al cielo a pasar estas fechas?

    Sí, — afirmó el muchacho — pero llevaremos al señor Jaken para que no se quede solo, porque si no se mete en el privado del abuelo a llorar.

    Entonces te hablo más tarde — le dijo ella, y se despidió agitando la mano encaminándose en sentido contrario del muchacho, y pensando en el pobre sirviente llorón.

    ¡Nos vemos! — le contestó él sin dejar de sonreír y también tomó rumbo hacia los vestidores de chicos para cambiarse.

    ********** Fin de Flash Back **********

    Un tiempo después, con la llegada del fin de cursos, Shinosuke se iría para Londres, Inglaterra, a perfeccionarse en el inglés (que ya hablaba bastante bien) e iniciar su carrera. Ahora, lo que distrajo un poco su atención fue el baile de graduación y la perspectiva de invitar a una chica.

    ¡Aome! — la alcanzó Shinosuke cuando faltaba aproximadamente un mes para ello — ¡Te he estado buscando!

    Aunque ya todos sabían que Higurashi tenía un novio “estudiando en el extranjero” y que Takahashi lo conocía y nunca había pretendido ligar con ella, todavía algunas chicas le lanzaban miradas de enfado a la pobre Aome cuando Shinosuke se le acercaba para platicar.

    ¡Hola! — lo saludó ella muy amablemente — Me imagino que has estado atareado preparándote para la Universidad.

    ¡Qué va! — dijo él y caminó junto a la pelinegra, rumbo a la salida — El examen de ingreso fue pan comido.

    Sus amigas se adelantaron porque… Ayumi iba con su novio y Eri le platicaba a Yuka sobre la posibilidad de aceptar a un tonto de segundo curso que la había invitado al cine el fin de semana. Aome le había comentado que rotundamente no saliera con un baboso pero… Eri estaba indecisa.

    ¿Me comunicas o me presumes? — le dijo Aome a Shinosuke con un tono un poco ofendido, recordando lo que ella sufrió para ingresar al Instituto.

    Perdón. — dijo él y agachó la cabeza un poco avergonzado, pero inmediatamente se enderezó — No quise ofenderte, vine a invitarte al baile de graduación. Sé que tienes que ir de todos modos.

    ¡¿Qué?! — Aome se paró en seco y por poco se cae de la impresión — Perdóname, pero ¿por qué me lo pides a mí? ¡Hay tantas chicas que quieren salir contigo!

    Bien, pero a mi no me interesa salir con otras chicas. — le dijo él y la sujeto suavemente del brazo para continuar caminando — No te vayas a caer. — y le guiñó un ojo — Todas esas muchachas son un poco bobitas. Y que conste que no me gusta ofender a las mujeres porque son hermosas.

    Aome se sonrojó. Tenía que ir a la ceremonia de graduación a recibir su premio de segundo lugar por su novela y ella había obtenido un buen promedio en su generación. Se sentía contentísima, sobre todo después de recordar lo que tuvo que pasar en los casi 10 meses que estuvo en la época Sengoku, aunque no se arrepentía de nada; en ese periodo la estaba esperando el hombre de su vida, su querido Inuyasha. Y… nunca la habían invitado a un baile de gala, ni siquiera había asistido a su propia graduación porque en ese tiempo todavía no ponía sus ideas en orden, no tuvo ganas de ir aunque Hojo la fue a buscar. Ahora, la perspectiva de presentarse al baile con el chico más asediado por todas… para alucinarse. Por rico, educado y atractivo, Shinosuke Takahashi estaba consciente del efecto que producía entre las chicas. Y no abusó de ello nunca.

    Eee… — tartamudeó la pelinegra — es que no sé… no tengo un vestido muy elegante.

    No te preocupes por ese detalle. — le dijo el muchacho — El fin de semana pasaremos por ti, Rumiko y yo, si no hay problema, para hacer algunas compras. Te regalaremos el vestuario.

    Este… — volvió a tartamudear.

    Confía en nosotros. — dijo él sonriéndole otra vez — Rumiko te hablará para confirmar la hora — y dejó a Aome con un gesto galante para abordar su limusina.

    El fin de semana:

    Aome se arregló para ir con Rumiko y Shinosuke al centro comercial. Se puso un cómodo pantalón capri en color kaki, una linda y fresca blusa azul clara, sandalias a tono y se levantó el cabello en una colita alta.

    ¡Ya me voy, mamá! — dijo Aome mientras salía de la casa.

    Nuestra amiga iba tan apurada que no se había percatado de la linda chica que la esperaba a la mitad de la escalera.

    ¡Hola Aome! — gritó Rumiko mientras agitaba la mano para llamar su atención.

    ¡Rumiko! ¡Hola! — la saludó en cuanto notó su presencia y bajó rápidamente hasta donde ella estaba.

    La chica vestía un coqueto vestido rosa y bellas sandalias a juego. Su armazón también hacía juego y su peinado era suelto. Todo era de buena marca.

    Mi hermano espera en la limusina. — le sonrió — Te ves bien guapa.

    Tú me ganas, ¡qué hermoso vestido! — la miró con sus ojos cafés muy abiertos.

    Gracias. — le contestó Rumiko sonriendo — Y el que te vamos a regalar es más bonito — y bajaron las escaleras.

    No es necesario que se molesten — mencionó Aome un poco apenada.

    No es molestia Aome, — le contestó Rumiko sin dejar de sonreír — el abuelo accedió a ello.

    ¿En serio? — se sorprendió nuestra amiga.

    ¡Claro! — confirmó la chica de rosa — Shinosuke se lo pidió como un favor especial… mi hermano casi no lo molesta y el abuelo considero que se merecía algo por sus buenas calificaciones y… también la abuela accedió gustosa.

    ¿Y cómo es tu abuela? — preguntó curiosa.

    Algún día la conocerás — le contestó Rumiko mientras llegaban a la limusina, donde su hermano esperaba vestido como para ir a un concierto de rock.

    ¡Qué lindas señoritas! — saludó Shinosuke muy alegre — Por favor, suban — Abrió la puerta galantemente y les cedió el paso.

    Subieron al auto y se acomodaron, seguidas por Shinosuke. El muchacho le dijo al chófer:

    Por favor Gosunkugi, al Centro Comercial de Nerima.

    En seguida señor — respondió el aludido y arrancó el vehículo.

    Así que dime una cosa Aome, — le sonrió el muchacho a nuestra amiga — ¿qué color te gusta más? Para que mi traje no desentone con tu vestido.
    En serio, no se preocupen — volvió a apenarse.

    Por favor Aome, — le dijo Rumiko poniendo los ojos en blanco un momento — ya te dije que no es molestia. Pero si sigues así sí me voy a ofender.

    Eee… — tartamudeó ella y los dos hermanos la miraron muy serios — ¡Esta bien, les agradezco tanto! — ahora sonrió complacida.

    Así me gusta — le guiñó un ojo Shinosuke mientras Rumiko aprobaba con un gracioso gesto — Por la “tía abuela” lo que sea.

    ¡Shinosuke! — le dijo Aome sonrojándose otra vez — ¡Me haces sentir vieja!

    Los tres rieron ante el comentario, y en lo que llegaban tomaron un jugo mientras platicaban sobre la transmisión de la primera película basada en la historia de la época Sengoku.

    El distrito de Nerima es de los más populares de Tokio (la original Rumiko Takahashi nació y creció ahí, sus fans lo saben). Llegaron a una gran plaza comercial en donde había infinidad de tiendas. “A mis amigas les gustaría venir aquí” pensó Aome un poco asombrada. No era de lo más lujosa, pero los hermanos sabían que su pelinegra amiga no habría aceptado un caro modelo exclusivo, así que decidieron elegir un lugar en donde sí tuvieran un vestido que Aome usaría gustosamente y tal vez más de una vez.

    Bueno, tómense su tiempo chicas — dijo Shinosuke — Voy a comprar unos bocadillos.

    Rumiko, como toda jovencita, también se quedó mirando embobada, junto con Aome, todas las cosas lindas que tenían exhibidas en los escaparates.

    ¡Aome, hay tantas cosas para escoger! — señalaba hacia uno y otro lado — Necesitas un lindo vestido y sus accesorios.

    Así que, ya saboreando los bocadillos, primero miraron y después se decidieron por cinco boutiques en donde verían los vestidos con más calma. Shinosuke solo sonreía ante sus caras y sus expresiones.

    ¡Este es muy bonito! — tomó Aome un lindo vestido fucsia.

    ¡Pero este te quedaría mejor! — señaló Rumiko un hermoso vestido en azul eléctrico con negro.

    Al final, después de dos horas y media, se decidieron por un bello vestido en verde claro, con accesorios dorados (sandalias de tacón alto, una bolsita, pulseras, aretes y cadena).

    … y para ese día irás a casa temprano — le decía Rumiko mientras ya iban de regreso en la limusina — para que te arregle nuestro estilista personal. Dile a tu mamá también que puede ir si gusta.

    Rumiko, muchas gracias, — le dijo Aome — ya me han obsequiado muchas cosas.

    En serio Aome, — intervino Shinosuke — cuando yo me vaya Rumiko no te consentirá tanto. Porque ya podrán hablar con más libertad en el instituto, así que… no hay pretextos y acepta la oferta — volvió a guiñare un ojo.

    ¡Qué gusto! — Aome le sonrió al muchacho, y después a su amiga — ¿Ya aprobaste el examen de ingreso?

    Sí. — afirmó ella también sonriente — Y como yo no soy mi apuesto hermano… ninguna pesada te molestará más.

    Continuaron la charla amena. Shinosuke se mandaría a hacer un traje a la medida, y permitió que Aome le regalara una corbata en tela satín dorado, que hacía juego con sus accesorios. Caía la tarde cuando llegaron a la casa de Aome y se despidieron cortés y amablemente. Mandaron algunas cuantas cosas para la familia de su amiga. Ella les dijo adiós agitando la mano en cuanto la limusina se alejó con rumbo a la gran mansión. Por lo menos en el baile podría hablar un poco más con Shinosuke, antes de que él se fuera lejos.
     
  20.  
    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

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    ¡Valla! amiga InunoTaisho, me encanto el capitulo!
    Sabes.... Ya estoy sospechando quièn es la "mujer de Sesshomaru", ya sabes, la que esta en el cielo.
    Si no es Rin, entonces definitivamente tiene que ser.... Jà! creyeron que iba a decirselos?? ¡Olvidenlo!
    Shinosuke me encanta, es tan galante... Yo quiero un pretendiente asì :(
    En fin, espero continuaciòn..
    (¿Cuando pones el capi de Un juego por la vida de... Naraku? estoy impaciente!)
     

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