Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por InunoTaisho, 6 Agosto 2010.

  1.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    8 Junio 2010
    Mensajes:
    272
    Pluma de
    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    oyeee!!!!
    porque ya no me has avisado de las contissss?????
    bueno supongo que no es tu obligación, es mi culpa por no darme cuenta antes pero en el nuevo foro es un poco más complicado, en fin espero me disculpes por no haber posteado antes, lo siento muchoo TT_TT
    bueno aunque me perdi una conti, lo cual lamento mucho T_T
    me encanto este ultimo capi ^^
    de verdad que tu fic es chevere!!!!
    me gusta muchísimo como lo narras y la trama cada vez es más interesante ^^
    en este ultimo capi
    me gusto tanto cuando Kagome se molesta con sus amigas porque le aconsejan que salga con otros chicos y que Inuyasha no se enterara y luego tiene esa aura maligana y las asusta jajaja
    además me alegra saber que Inuyasha vivira mucho >_<
    pero aún así me entristece que Kagome haya muerto T_T
    pero eso era inevitable!!!
    ahhh, y te queria decir que mi parte favorita fue en el anterior capitulo cuando, como que Inuyasha y Kagome se conectan en el arbol sagrado, fue muy garcioso, interesante y tierno n///n
    me gustaria que algo así volviera a ocurrir!!
    en fin espero la contiiiiiii
    bye n_n
     
  2.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Hola! me tarde mucho kyaaa ToT.
    Gracias por animarme con tu fic, jajaja.
    Me alegra lo ocurrido. Esas chicas celosas ja, luego si van a estar celosas de INu.
    ¿Como es eso que Kag murio e Inu no ? o fue alreves te juro que alli no entendi ni pio...

    Bueno espero ansiosa la conti, yo quiero esos dibujos kyaaa, quiero los dibujos que hizo rumiko....buaaa.
    matta nee
     
  3.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    ok les dire sus dudas
    shinosuke y rumiko son hijos de daisuke takahashi y nodoka konjo
    daisuke takahashi es desendiente de lin y kohaku
    sesshomaru es su abuelito por a si decirlo porque el adoptó a lin como su hija onque despues veran que el no se quedo solo casado no señor hici pos.. cosas de hombres
    y respecto a aome logacamente aome murio antes que inuyasha por ser humana el murio despues y vio a sus bisnietos y casi a sus tataranietos por ser hanyo
    gueno luego les pongo la conti bye
     
  4.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    2651
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    pos aqui ta el tan esperado cap 12 wiiiii

    Capitulo 12 parte 1

    Este capitulo abarcara algo de tiempo en… poco tiempo disfrútenlo

    La noche cayó sobre la pequeña aldea, una noche sin luna, pero tan clara y serena que se admiraban las estrellas, las cuales iluminaban sutilmente una escena encantadora.

    Un joven Hanyō, ocupado en limpiar el lugar donde se había realizado una curiosa ceremonia, se mostraba un poco molesto. Eran las noches sin luna las que lo hacían sentir algo vulnerable, porque revelaban su naturaleza humana.

    Inuyasha había tomado su apariencia humana, esa que le resultaba un poco incómoda; sus ambarinos ojos habían adquirido un tono oscuro como el cielo nocturno, y sus plateados cabellos también se oscurecieron, resaltando sus facciones suaves, las garras se convirtieron en manos normales. A pesar del cambio, se podría decir que no perdía su atractivo.

    Se encontraba ayudando a sus amigos a limpiar el área cercana al árbol sagrado, en donde se había celebrado la boda de Miroku y Sango, por segunda vez, con sus conocidos monstruos; esos que habían sido amables con ellos en el transcurso de las aventuras pasadas.

    Aún se preguntaba la razón por la cual Sesshōmaru había atacado a Koga, el comandante de los lobos demonios, y no quería pensar que su hermano, un imponente Daiyōkai, lo había defendido de un sarnoso lobo con rabia. Para dolerle la cabeza, así que mejor dejó de pensar en ello y se dedicó a terminar sus labores.

    Kohaku, el hermano de Sango, había decidido irse con la anciana Kaede (en vista de que notó las…intenciones de su cuñado) para acompañarla, debido a que la pequeña Lin, la niña que “le cambió” el corazón de Sesshōmaru, se fue con este último, no se sabe hacia donde, y regresaría hasta la siguiente noche. Inuyasha también decidió ir con Kaede. Como humano no deseaba quedarse afuera a pasar la noche. Pero les prometió a sus amigos ayudarles con la limpieza, porque el árbol sagrado era su sitio favorito; allí había conocido a la chica de negros cabellos y hermosos ojos cafés que lo hizo nuevamente sentirse amado. Y lo mejor es que ahora, aunque lejos en el tiempo, la sentía cerca de él.
    Sus amigos aún no se habían retirado a sus aposentos, y también se encontraban limpiando. (“Es nuestro deber” había dicho Sango cuando su marido casi se quería fugar con ella del lugar, para dejar que Inuyasha hiciera todo. Se ganó un buen bofetón).

    ¡Keh! — dijo Inuyasha al tiempo que levantaban algunos restos de comida dejados por los monitos — ¡Qué fastidio tener que hacer esto!
    Tranquilízate — le dijo Miroku mientras él también levantaba otros desechos — Si nos apuramos terminaremos pronto.

    Y volteó a ver a su querida mujercita, la cual limpiaba del otro lado y… se movía con agilidad agachándose para levantar los restos que había de ese lado, lo que provocaba el sutil movimiento de sus caderas y que su castaña cabellera ondeara al viento. Aún no se había quitado el hermoso traje chino, regalo de Sesshōmaru, que le sentaba taaan bien en esa parte donde Miroku perdía la cordura. Éste no pudo disimular una mirada de deseo contenido, los azules ojos le brillaron.

    ¡Keh! ¡Cálmate y no seas tan… obvio! — le espetó Inuyasha, que había visto la cara de baboso de su amigo, con fastidio — ¡Me purga que seas así!
    Bueno es que es tan… — le respondió Miroku sin quitar la vista de su amada — bonito el movimiento.
    ¡Ya cállate! — lo interrumpió bruscamente su amigo — No me des detalles que no te pido ni necesito.
    Está bien, ya me calló. — respondió Miroku volviendo a trabajar — Guardaré mis cosas para más tarde.

    Al fin, terminando de limpiar, solo debían llevar los regalos que faltaban a la cabaña de los esposos. Ya Kohaku y Shippou habían ayudado llevando algunos obsequios y se retiraron rápidamente porque también notaron… las intenciones del pervertido Miroku. (“Se me hace que ese enfermo quiere partir a Sango por la mitad, ¡voy a perder!” pensó Shippou mientras se alejaba con Kohaku).

    ¡Qué bien! — dijo Miroku — ¡Al fin terminamos! Y ahora… — rápidamente abrazó a Sango, que en ese momento se encontraba de espaldas a él, estirándose para relajarse después de tan duro trabajo — ¡Mi vida!

    Esta vez la mano de Miroku tomó a su esposa de un lugar más arriba de la cintura mientras apretaba su cuerpo con el de él (recuerden como abrazaba Kuno a Ranma mujer, cuando la tomaba por sorpresa). La furia de Sango se mostró en su totalidad (su presencia maligna), haciendo retroceder a su marido. Sango enojada le daba más miedo que un centenar de espíritus, hasta Inuyasha se escondió… detrás de Miroku.

    ¡¡¡MIROKU!!! — le gritó con enojo — ¡NO PUEDES ESPERARTE HASTA QUE ESTEMOS SOLOS HACIENDO…! — y súbitamente se sonrojó.

    ¡PAF!, le soltó una buena cachetada a su asustado marido.

    ¡Mira lo que me haces decir! — le dijo aún sonrojada y enojada — ¿Qué van a pensar? (Inuyasha puso sus ojos de puntito y su gotita anime en la cabeza. “¡Keh! Pues que se te han pegado algunas mañas”, pensó).
    Sanguito, amor… — Miroku se acercó lentamente, sobándose la mejilla — ¡Perdóname, no lo vuelvo a hacer! — y realizó el movimiento del “tigre caído” (o sea que se arrodilló jajaja).
    ¡Keh! Sango por favor, — le espetó Inuyasha viéndola con enojo y un poco de burla (y pensando “esto no es novedad en Miroku”) — si llevan tres días con lo mismo. Ya conoces al manolarga de tu esposo.
    Pues debe aprender a controlarse delante de las visitas, — le contestó Sango mientras le dirigía a Miroku una mirada de reproche de sus hermosos ojos cafés, y él seguía arrodillado con la cara al suelo — y más aún delante de Kohaku.
    Lo siento amorcito, — dijo Miroku acercándose un poco más a ella, aún de rodillas, y tomándole suavemente una mano — eres tan hermosa que me es difícil controlar mi amor por ti. ¿Me perdonas? — y la miró con ojos de borrego tierno (“Si no le derriten mis palabras, a lo mejor si esta mirada”).

    “Otra vez este y sus payasadas”, pensó Inuyasha viendo la escena con cara de aburrido. “Lo que le es difícil controlar son sus impulsos perversos”.

    Ahhh… lo pensaré — contestó ella, porque bien que la conocía su marido, esos ojitos azules le habían hecho estremecerse un poco. — Ahora terminen de llevar los regalos, — continuo — mientras iré a despedirme de Kohaku y Shippou, y darles las gracias.
    Y se fue andando por el sendero, dirigiéndole a su marido una mirada de “Más te vale que te comportes”. Miroku se levantó y se volvió a sobar la mejilla.

    ¡Ahhh! Ese movimiento de cadera — dijo como para si mismo — me alucina.
    ¡Keh! Ya te dije que no me des detalles. — le espetó Inuyasha mirándolo también con reproche — Mejor obedece a tu mujer o tal vez esta noche el que duerma fuera sea otro ¡Jajaja!
    Muy gracioso Inuyasha. — le contestó lanzándole una mirada de disgusto — Bueno, terminemos con esto.

    Y se fueron también, llevándose los últimos regalos.

    Por cierto Inuyasha, — le preguntó Miroku mientras caminaban — ¿qué fue lo que te ocurrió?
    ¿A qué te refieres? — contestó Inuyasha, aunque se imaginó hacia donde iba la pregunta.
    Bueno, cuando estabas peleando con Koga — continuo Miroku — caíste como cuando la señorita Aome te decía “Osuwari”.
    ¡Cómo olvidarlo! — respondió Inuyasha con una mirada que reflejaba un poco de disgusto e ilusión — Esperaba que tú me lo explicarás.
    A ver dime, — insistió su amigo — ¿qué sentías? Porque actuabas muy raro.
    Pues… — reflexiona Inuyasha — sentí que Aome me acariciaba. — se sonrojó (y Miroku lo miró como diciéndole “por eso la carita de placer ¿no?”) — Me sentí muy a gusto. ¡Miserable Koga! — dijo enojado — ¿Por qué tuvo que provocar a Sesshōmaru?
    En eso puede que tengas razón. — ahora el que reflexionaba era Miroku — Yo diría que posiblemente la señorita Aome se encontraba del otro lado del árbol, en su época. O sea…
    ¡Qué el árbol sagrado nos conecta! — dijo Inuyasha muy feliz y sus oscuros ojos brillaron de contento — ¡Qué bien! Espero que Aome se haya percatado.
    Tal vez no puedan conectarse al grado de poder hablarse — continuo Miroku — pero al parecer la cercanía al árbol les permite sentir su presencia. Ya entiendo.
    ¡Lo que sea esta bien! — le interrumpió Inuyasha feliz — ¡Ojala coincidamos otra vez!
    Me alegro por ti amigo, — le sonrió Miroku cuando llegaron a la cabaña y entraron — por lo menos en esencia están conectados. Bien, déjame ver…
    Acomodaron los regalos. Y si que eran extraños. Destacaba una roca espiritual obsequiada por el Dios mono (“Sacaré provecho de esto” dijo Miroku), diversidad de venenos y antídotos obsequiados por el Maestro de las pociones (“Los venderé a precio de oro” volvió a decir Miroku), hierbas medicinales especiales, regalo de Jinenji (“¡Seré rico!”) y… una gran piel de jabalí, regalo de Koga. Inuyasha había escuchado todo el monólogo de Miroku con cara de “¡Qué aprovechado eres!”

    El regalo de Koga es… espectacular — observó Miroku.
    ¡Keh! ¿Acaso también lo vas a vender? — le espetó Inuyasha — Eres un cínico.
    ¿Cómo crees? — contestó Miroku — Necesitaremos un cobertor para el invierno. (Inuyasha puso sus ojos de puntito con su gotita anime).
    ¿No te basta con tu calentura? — le dijo Inuyasha enojado.
    ¡Jajaja! — rió Miroku — De todos modos necesitaremos protegernos, porque no nos vaya a dar un aire.
    ¡Keh! — le dijo Inuyasha aun con enfado — No empieces otra vez que me enferma tú forma explícita de decir las cosas.
    Inuyasha — lo miro Miroku con seriedad — es mejor que te alecciones un poco mientras llega la señorita Aome.
    ¡Keh! (“Este pervertido me va a…”) ¿Y tú me vas a dar lecciones? — le contestó bruscamente al tiempo que se sonrojaba un poco — No gracias, me das naúseas. Además a tu mujer no le gustaría.
    ¿Quién te dijo que te mostraría la práctica? — le contestó Miroku aparentando ofenderse — Lo que yo hago aquí, aquí se queda. Sango no es instructora, solo mi discípula.
    ¡Jajajaja! — se rió Inuyasha mientras se le bajaba el rubor — Pero no te gusta guardar mucho la discreción.
    Bien ya no sigas, — le dijo Miroku, ahora el sonrojado era él — cuando retornemos a la actividad normal ya te daré algunos tips, de forma teórica.
    Mientras el primer tip no sea ser manolarga, — lo miró Inuyasha con burla — eso no te ha funcionado mucho.
    No, ese es mi cosecha personal. — le contestó Miroku, mientras acomodaba el “cobertor” sobre su colchoneta nupcial — Si me disculpas traeré a mi mujercita a casa a ver si ya me perdonó.

    Y se disponían a salir de la habitación cuando…

    ¡Miroku, cariño! — Sango entró y se abalanzó sobre su marido, haciéndolo caer sobre la colchoneta, mientras ella le plantaba un gran beso en los labios, como si Inuyasha no estuviera ahí (El cuál puso cara de “Lo sabía, ya se le pegó lo indecente”).

    Miroku tardó en reaccionar como un segundo, en lo que caían a la colchoneta, y lo primero que hizo fue abrazarla apasionadamente, tomándola de la cadera.

    Ejem… por mi no se apuren, — dijo Inuyasha entre avergonzado, molesto y divertido — ya conozco la salida.

    Al oírlo, Sango se enderezó enrojecida, apartándose un poco de su marido.

    ¡Inuyasha! ¿Estabas ahí? — le dijo apenada.
    No te fijes y continúen, — dijo él y se apartó para salir — yo ya me voy.

    Miroku no había soltado a su esposa y le lanzó una mirada a Inuyasha como diciéndole “¿Qué diablos esperas para irte?”. Sango le dio a Miroku una pequeña cachetada al sentir todavía las manos de su esposo, donde no debía.

    ¡No delante de las visitas! — y, aún sonrojada, se dirigió a Inuyasha — Lo siento, pensé que ya te habías ido al árbol sagrado (Miroku se sobaba nuevamente la mejilla, y le lanzó otra mirada enojada a Inuyasha “¿Ya ves?”).
    No dormiré ahí por hoy, no quiero pelear esta noche. — le dijo, y salió de la habitación al tiempo que continuaba — Y no se molesten, disfruten. Adiós.

    “Por lo menos ahora no me mareara el “amor”” pensó Inuyasha mientras salía de la cabaña de sus amigos y escuchó a Miroku decir: — ¡Sango, mi amor! ¡Bésame otra vez!

    “Ese mugre Miroku… y Sango que se hace” pensó nuevamente Inuyasha mientras caminaba “Bien que le encanta que él sea así”. Desvió un poco su camino, antes de ir con la anciana Kaede. “Iré al árbol para despedirme”. Llegando junto al árbol dijo: — Aome, tal vez ya no estés cerca esta noche, pero se que mis palabras te llegarán; recuerda que te espero, porque te necesito a mi lado. Dulces sueños.

    La suave brisa agitó las ramas, y del otro lado del tiempo, como una respuesta, las hojas también se agitaron enviándole a una chica de negra cabellera, que dormía plácidamente, las dulces palabras de un corazón enamorado.


    bye espero que os guste y gomenasai por no ponerlo antes esque ya me cortaron el inter y pos me esperare hasta el 13 y apenas si pude ir al internet de por aqui gomenasai aa por cierto es una preguntita con quien creen que casaré a sesshomaru? plis respondan quiero conocer sus predicciones
    nota NO es lin
     
    • Me gusta Me gusta x 2
    • Adorable Adorable x 1
  5.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Kyaaaaaaaaaaaa
    No me avisaste maluca....
    Igual, me gusto el capi, Miroku manolarga, Inu feliz por saber la conexion, ciertamente no puedo esperar mas.
    Con respecto a tu pregunta, no tengo la menor idea, es que las dos mujeres que han amado a Sesshomaru estan muertas asi que no lo se, al menos que revivas a una...

    Me gusto mucho, pero me es triste que Kag muera, es decir, podias poner que al momento de us union con Inu ella al ser su pareja envejeceria al mismo ritmo, es que es rao, Inu jovencito 100pre y Kagome viejita, pensaran que es su hijo, o hasta nieto, eso es lo unico que me disgusto del resto *pulgares arriba* me gusto mucho, wiii
     
  6.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    jajaja estoi muerta de la risa! jajaja hay esa sango... ya se le pego! amo como manejas a Inuyasha, estava que me arrastrava... estubo buenisimo!
    espero nadamas que no me lo perviertan! me refiero a inuyasha
    que ese miroku no le de lecciones tan explisitas! bueno por el futuro
    me alegro que al fin hayan descubierto su conexion... y espero
    se puedan ver varias veces... espero vuelvas pronto....
    me intriga quien sea con quien se va a casar seshomaru... ya se! reviviras a alguien, o en una de sus caminatas conocio a una humana yy.... ya se que suena extraño de parte de seshomaru... pero se enamoro...
    wiii!!! que se llame Gemma!!! porfavor! ya fantasie mucho!
    bueno amiga! nos vemos
    sayonara!

    kagomeG
     
  7.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    2838
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    ok pos si revivire a una pero no les digo sera sorpresa ok aqui les va de un ves la segunda parte

    Capítulo 12 parte 2

    El retorno a las actividades “normales” fue al siguiente día. Era necesario recorrer grandes distancias a las aldeas de los alrededores. Muchos monstruos se encontraban en la lejanía porque, por la razón que ya sabemos, esos seres ya no merodeaban por su aldea. Además estaba el monje Miroku, que aunque no tenía un nivel de poder espiritual como lo tuvo la sacerdotisa Kikyō (y eso por sus malos hábitos), su reputación era muy buena como monje exorcista (aunque algunas fueran charlatanerías).

    Lin había regresado la noche siguiente, y les contó interesantes historias acerca de la India, había conocido a los elefantes y todos se mostraron muy sorprendidos por lo que les describió. Sesshōmaru siguió visitándola, pero evitaba en sobremanera ver a su hermano, no quería pelear más con él (a menos que Inuyasha lo provocará, lo cual tampoco estaba dispuesto a hacer).

    Sango continuó ejerciendo su oficio también, sobre todo para concluir el entrenamiento de Kohaku. Le había prometido a su esposo retirarse en cuanto tuvieran a su primer hijo, pero… ella tendía sus propios planes, ya se los haría saber a su tiempo.

    Y hablando de hijos…

    Diez días después de su matrimonio, Miroku y Sango se encontraban desayunando junto con sus amigos, Inuyasha y Shippou, para después ir a realizar sus labores cotidianas. Sango había preparado un excelente desayuno y se encontraban listos para salir cuando…
    Perdón cariño, amigos, — dijo levantándose de la mesa — creo que no podré acompañarlos. Lo siento Kohaku, de repente me sentí indispuesta.
    Amorcito, ¿te duele algo? — dijo Miroku levantándose también y tomándole una mano — ¿Te lastime?
    No cariño. — contestó, sonrojada por lo que él le había preguntado — No es eso y no seas tan… comunicativo — concluyó mirándolo con reproche y vergüenza.
    ¡Ay Miroku! — dijo Shippou — Pues es que no la has dejado descansar.

    Esta vez los esposos fulminaron con la mirada al pequeño kitsune, que mejor se escondió detrás de Inuyasha, mientras que Kohaku también enrojecía y Kirara abría más sus lindos ojos rojos. Inuyasha si que se había percatado de lo que ocurría.
    ¡Keh! Oye Miroku — le dijo — este tiempo no te ha servido de nada. Pensé que después de tanto…
    ¿A qué te refieres? — le preguntó el aludido sin soltar la mano de su esposa y con una cara de enojado — Dilo exactamente.
    Sango se sonrojó más (“¡Ups! Inuyasha ya se dio cuenta”).
    Pues a que Sango despide — le contesta Inuyasha — un olor familiar de cada mes.
    ¡PAF! Esta vez el golpeado fue Inuyasha, mientras Miroku ponía una cara de “¡Ah! es eso”, (y también pensaba viendo a su amigo golpeado por su mujer “Para que veas lo duro que es”).
    ¡Inuyasha por favor! — le espetó Sango al tiempo que lo golpeaba — ¡No lo digas así!
    ¡Keh! — respondió con enfado sobándose la mejilla — Solo estoy comunicando tus razones.
    Kohaku seguía ruborizado, y esta vez Shippou también se sonrojó.
    Amorcito, no te angusties — dijo Miroku, pero observaba a Sango fijamente como diciéndole “se me hace que me hiciste trampa” — me esforzaré más el mes que viene — y la abrazó cariñosamente (y su mano fue a parar…donde siempre).
    ¡PAF! Ahora el golpeado fue Miroku. (Inuyasha lo miró con cara de “Ahora entiendo lo que sufres”)
    ¡No lo digas así! — Sango se puso más roja — ¡Que vergüenza!
    No te enojes amor — le dijo su esposo sobándose la mejilla — solo quiero evitarte esos sufrimientos… por nueve meses.
    ¡Keh! De plano contigo Miroku — le dijo Inuyasha en son de burla — creí que serías más efectivo.
    ¿¡ME PUEDEN HACER EL FAVOR DE NO HABLAR ASI!? — gritó Sango con la furia desbordada, haciendo que Inuyasha se escondiera detrás de Miroku, mientras Shippou, Kohaku y Kirara la veían asustados. — ¡Váyanse ya a trabajar! ¡Ahora!
    Salieron como alma que lleva el diablo, bueno… menos Kohaku que recibió un beso de su hermana. “¡Cuídate mucho, y no permitas que su Excelencia sea abusivo!”
    Lo siento Kohaku. — le dijo Miroku en cuanto este los alcanzó — No pienses mal de mí, solo quiero consentir a tu hermana.
    Pero Excel… cuñado — le contestó sonrojándose otra vez — creo que debe hacerle caso, y no ser… tan expresivo delante de las personas.
    Inuyasha, Shippou y Kirara asintieron moviendo la cabeza.
    Si Miroku — dijo Shippou — sino Sango acabará mandándote a dormir con el perro.
    ¡PLONC! Shippou recibió un golpe en la cabeza.
    ¡Keh, chaparro! ¿A quién le dijiste perro? — le espetó Inuyasha mientras a Shippou se le salían las lágrimas.
    Tranquilo Inuyasha — le dijo Miroku con calma, mientras Kohaku le sobaba la cabeza al kitsune — no te enojes. Seguiré sus consejos, pero aun hay algo que no me queda claro… Bueno, luego le preguntaré.
    Y se fueron a cumplir con sus deberes. Shippou se fue a la escuela de zorros mágicos para graduarse, para incrementar su nivel con cada buena broma que hiciera. Los demás fueron a varias aldeas a hacer trabajos de exorcismo de espíritus y exterminio de monstruos. Kohaku ya había aprendido bastante, aunque aun mostraba un poco de inseguridad, pero la compañía de Miroku lo animaba a seguir adelante. Inuyasha no hacía mucho esfuerzo y dejaba que Kohaku se encargará, mientras los monstruos no salieran de control. Por supuesto que Miroku sacó provecho de la roca espiritual (y por ello cobró mucho. “Tengo una familia que alimentar” le dijo a Inuyasha cuando este lo miro con reproche), y al caer la noche ya regresaban a la aldea, con un buen cargamento y muchas monedas.
    Menos mal que aun se requieren nuestros servicios por seres malignos. — dijo Miroku contando las monedas — Así no pasaremos penurias.
    ¡Keh! Sigo pensando que te pasaste, — dijo Inuyasha al tiempo que lo miraba nuevamente con reproche — si en realidad no era la gran cosa eso que Kohaku mató.
    ¿En serio? — contestó Kohaku un poco triste — Pensé que lo había hecho bien.
    Lo hiciste bien Kohaku, — le respondió Miroku sonriéndole y poniéndole una mano en el hombro — lo que pasa es que para Inuyasha esos monstruos son insignificantes — y le dirigió a su amigo una mirada enojada.
    ¡Keh! Lo siento, — contestó Inuyasha entendiendo la indirecta — no es que lo hayas hecho mal, te esforzaste.
    Sango salía en ese momento de la cabaña y corrió… a abrazar a su hermano. (Miroku se quedó con los brazos abiertos y su gotita anime cuando su esposa lo ignoró por un momento e Inuyasha puso ojos de puntito).
    ¡Kohaku! — dijo ella mientras lo abrazaba — ¿cómo les fue?
    Bien — respondió Kohaku apenado — pero su Excel… mi cuñado también quiere un abrazo.
    ¡Oh, cariño! — Sango lo abrazó muy suavemente y le dio un beso, pero no le permitió que la apretara — No me olvide de ti, ¿cómo les fue?
    Bien — le contestó al tiempo que también la abrazaba… no tan fuerte como él quisiera — ¿Qué tal estas?
    En ese momento Shippou se asomó por la puerta:
    ¡Hola! Veo que el día fue fructífero.
    Si — contestó Miroku haciendo un esfuerzo para no apretar de más a su esposa — Fue un buen día.
    Pasen a cenar — sonrió Sango y miró a su esposo con ternura. — Adelante, tú también Inuyasha — le dijo a su amigo mirándolo con alegría.
    ¡Por la comida lo que sea! ¡Huele bien! — dijo el Hanyō entrando a la cabaña, seguido de Shippou y Kohaku, mientras Sango acariciaba a Kirara y también entraba junto a su esposo, que la tomó tiernamente por los hombros al tiempo que le susurraba:
    Oye amorcito, creo que hay algo que me debes explicar ¿o no? — mientras la veía escrutadoramente con sus profundos ojos azules.
    Más tarde cariño — contestó, también en un susurro, mientras se sonrojaba, — vamos a cenar.
    Cenaron alegremente mientras platicaban las anécdotas y peripecias del día. Sango felicitó a Kohaku por su hazaña y todos también felicitaron a Shippou pues había conseguido ascender su nivel, ya solo le faltaban 20 niveles (¡jajaja!) para ser considerado “un zorro maestro”. (“¡Keh!” pensó Inuyasha, “pero a mi ya no me jugará ni una bromita”).
    Después Kohaku se retiró a su habitación junto con Shippou, pues Sango le pidió que se quedara (“Están en crecimiento y deben dormir adecuadamente” les dijo dándoles el beso de las buenas noches y haciendo que los dos niños se ruborizaran un poco), y llevando también a Kirara con ellos, porque se había quedado dormida en el brazo de Kohaku. Así que Sango hacía la limpieza nocturna mientras Inuyasha y su marido se repartían las ganancias del día. Claro que Miroku observaba de vez en cuando a su mujercita.
    ¡Keh! Miroku no te distraigas — le habló Inuyasha con fastidio.
    Perdón,…a ver, si. — regresó la vista a las monedas. — Bueno, este es tu porcentaje — continuo diciendo, después de un cálculo rápido, y le dio un poco menos de la mitad de las mismas.
    ¿Y tú por qué tienes más? — le dijo Inuyasha al tiempo que señalaba el montón que Miroku se había asignado.
    Inuyasha amigo, — le contestó Miroku seriamente — tengo cuatro bocas que mantener por ahora, ya te lo había dicho.
    ¿Cuatro? — preguntó sorprendido.
    Si. — respondió Miroku. — Mi bella esposa, su hermano, Kirara y, por supuesto, yo — dijo haciendo la cuenta con los dedos.
    ¡Keh! — le espetó bruscamente — aún así se me hace mucho… Por cierto Sango, ¿qué hiciste para no embarazarte? Porque este maníaco no te ha dado ni un día de tregua, ¿verdad?
    Sango volvió a sonrojarse, pero le contestó con un poco de orgullo:
    Lo siento Inuyasha, pero no te voy a decir nada.
    Entonces tienes un secreto, ¿verdad? — le dijo el Hanyō mirándola con picardía — ¡Pobre Miroku!
    ¿Es en serio eso amorcito? — fueron las palabras de Miroku y puso su cara de chico triste — ¿Por qué no me lo dijiste? — y la miró, aparentemente ofendido.
    Sango le lanzó a Inuyasha una mirada furibunda (“Tenías que hablar de más”. Inuyasha se sintió intimidado, las miradas de Sango enojada matan) y después abrazó a su esposo con ternura.
    Cariño, perdóname — y le dio un beso (“Mugre Miroku” pensó Inuyasha mientras observaba fijamente a su amigo “si solo quiere que ella lo apapache”) — lo que pasa es que quería probar algo que me dio Aome antes de irse… y veo que si funcionó.
    ¿Ah sí? — le contestó él abrazándola también, aun mostraba cara de niño triste — Te perdonó (y la apretó un poco más fuerte).
    ¿Y qué es? — preguntó Inuyasha con curiosidad, sin darle tiempo a Miroku de besar a su mujer. — Creí que conocía todo lo que Aome traía.
    Pues esto era algo especialmente para mujeres — Sango lo miró, aun molesta con él por indiscreto (“junto con unas toallas femeninas que también me dejó”) — y ya que quieres saberlo, se los contaré:
    ********** Flash Back **********
    Aproximadamente dos meses antes de que Aome volviera a su época, cerca de la batalla final contra Naraku, le había traído a su amiga Sango algunas cosas de su tiempo, especialmente para mujeres:
    Veamos… — decía la chica de negros cabellos a su castaña amiga, revisando su mochila — ¡Aquí esta! — y miró a su amiga muy contenta — Te van a servir amiga, porque me imagino que el monje Miroku querrá hijos en cuanto se casen — y le entregó a su amiga unas cajitas con tabletas.
    Aome, ¿qué son? — le preguntó la castaña al tiempo que se ruborizaba; su Excelencia le había ofrecido matrimonio, el cual ella aceptó gustosa, en cuanto destruyeran a Naraku. A pesar de sus mañas, ya no podía negar lo mucho que le gustaba el monje Miroku, por lo menos no a su amiga Aome.
    Son tabletas anticonceptivas — le respondió Aome mientras le sonreía — por lo menos evitaras embarazarte pronto… lo malo es que solo conseguí estas tres y debes tomarlas diario para que sean efectivas.
    ¿Crees que de verdad nos casemos? — preguntó ella con tristeza, el solo pensar en que podría perderlo le apachurraba un poco el corazón.
    ¡Por supuesto!, — afirmó Aome — no te preocupes por ello y piensa en la felicidad que les espera.
    Tienes razón. — sonrió Sango también y observó detenidamente las cajas — Aome, me sorprenden los adelantos de tu época, pero ¿no hay algo que puedan usar los hombres también para eso?
    Si, — contestó Aome, también se había sonrojado — Pero dudo mucho que el monje Miroku quiera ponerse uno.
    ********** Fin Flash Back **********
    Por eso no me he embarazado… — continuo Sango aun apenada y evitando la mirada de su esposo — pero ya se están acabando — esto último lo dijo en un susurro y ocultó su lindo rostro en el regazo de su amado. (“¡Qué vergüenza!”).
    Amorcito, que no te de pena, no te avergüences — le dijo él consolador mientras le frotaba suavemente la espalda — La culpa la tengo yo por ser tan avorazado. Te prometo que ya no lo seré (“¡Keh! Si como no” pensó Inuyasha observándolo atentamente con sus ambarinos ojos “De lengua me como un taco”)
    Bueno — se levantó Inuyasha — creo que ya es hora de descansar.
    Que pases buena noche amigo — le dijo Miroku, pues Sango aun se mostraba apenada, oculta en el abrazo de su esposo — y que tengas dulces sueños.
    Y tú… ahora si vas a poder dormir temprano — le contestó Inuyasha con una mirada burlona al tiempo que salía — y por tres días más.
    ¡Muy gracioso! — le respondió Miroku desde adentro.

    “Así que Sango le ha jugado chueco a Miroku, con razón le permitió esos excesos” pensó Inuyasha mientras se dirigía al árbol sagrado para descansar. “¡Lástima! Ya se le están acabando y dentro de poco no la cuenta”. Y sonrió un poco al recordar la apuesta que había hecho con el pequeño kitsune. Llegando al árbol, le dirigió estas palabras: — Aome, ten dulces sueños conmigo, y duerme bien. Todos te extrañan y yo más que todos. No olvides que te amo y espero tu regreso. — Las ramas se agitaron suavemente, y el Hanyō durmió envuelto en lindos recuerdos, mientras sus palabras llegaban del otro lado del tiempo, en los sueños de una linda chica de negros cabellos (“Inuyasha”, pensaba Aome mientras dormía y soñaba con él, “yo volveré contigo”).

    Y tres meses más tarde…la vida daría el giro esperado para la feliz pareja de esposos.

     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    kyyaaa..!!! jajajaja sango esas cosas no se dicen.! bueno que bueno que evito las toallas... si no... uff..!! que horror!
    wiiii!!! creo que gano Inuyasha!!! inu era el de los 3 meses no?
    yo creo que si.... o me equivoco?
    hay estubo buenisimo! sus locuras las adoro... pense que Aome le habia dado otra cosa para no enbarazarse... y que bueno que sango omitio la parte de lo que usaria Miroku..
    haun que yo me pregunto.... como le habran hecho en esa epoca con lo que llega cada mes a las mujeres???... me intriga.!
    haun que en el principio como que medio me revolvi.. hablavan de cada mes.. luego inuyasha se dio cuenta... era por lo que.. creo que es? por lo de las toallitas?
    0.0 que verguenza! inuyasha de dio cuenta!
    bueno amiga me despido por que tengo mucha tarea.. tqm!
    sayonara!

    kagomeG
     
  9.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Konichiwa!!!

    Que emocion....Inuyasha va a ganar la apuesta juju.
    Yo tambien me pregunto ¿como hacian las mujeres en sus dias?
    Es una de las mucha incognitas del Sengoku como ¿como le hacen para ir al baño?
    Esta lindo el capi...sabes yo siempre me pregunte si Inu sabia cuando es que las chicas estaban en sus dias, que incomodo y y hayyy que pena....
    Bueno nos leemos...
    Matta nee
     
  10.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    3605
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    hola a todas disculpen la tardanza pero es q no tnia inter pero dejando a un lado eso aqui esta la contiii yehaaaa

    Capítulo 12 parte 3

    En la pequeña aldea situada cerca del árbol que divide el tiempo, era una mañana hermosa y se suscitaba un acontecimiento particular en la vida de nuestros amigos de la época Sengoku.

    Ese día, temprano, a la hora del desayuno, una joven de buena figura y castaña cabellera por poco se cae, al parecer le dio un mareo.

    ¡Amorcito! — se levantó su marido rápidamente sosteniéndola antes de que cayera — ¿Qué te sucede?
    No sé — contestó ella enderezándose en su abrazo — De repente me dio un mareo. Creo que por hoy me quedaré.
    Por su puesto — le dijo su esposo y se sentó con ella — Es mejor que no te esfuerces.

    Inuyasha y Shippou, junto con Kohaku y Kirara, la observaron con preocupación. Sango se había puesto un poco pálida.

    Hermana — le preguntó Kohaku, — ¿de verdad te sientes bien?
    No te preocupes — contestó ella dirigiéndole una dulce mirada de sus ojos cafés, mientras seguía abrazada por Miroku — ya se pasará.
    Cariño, por favor — le dijo Miroku — te quedas a descansar.
    Muy bien, pero ya es hora que vayan a trabajar. — respondió ella y se soltó delicadamente del abrazo de él — Hoy tienen un largo camino que recorrer.
    ¡Keh! — intervino Inuyasha, porque al parecer Miroku se estaba preocupando de más por el mareo de su mujer — Sango tiene razón, vámonos ya.

    Salieron de la cabaña, no sin antes tener que soportar un “cursi” sermón de Miroku a su mujercita: “Te cuidas, no te esfuerces, descansa, si quieres me quedó para que no estés sola…”.

    Cariño en serio — Sango lo empujó delicadamente hacia la puerta — No me voy a morir. Anden ya con cuidado.

    Y lo besó delicadamente en los labios para que se callara cuando iba a empezar nuevamente con su perorata. Abrazo también a su hermano.

    No se preocupen y cumplan con su deber — le dijo mientras lo abrazaba — Nos vemos en la noche.

    Y así se fueron. Inuyasha tuvo que arrastrar a Miroku cuando iba a empezar otra vez a decir “Mi amor mejor me quedo contigo…” “¡Keh! ¡Ya vámonos!” le dijo el Hanyō mientras lo llevaba del cuello de la túnica. Esta vez tomaron rumbo hacia el norte mientras Shippou se iba a su escuela.

    Mientras tanto… Sango hizo la limpieza de su hogar, pero seguía sintiéndose algo mareada. “Menos mal que no fui, porque Miroku estaría insoportablemente atento, no me dejaría respirar”. Sonrió un poco al pensar en la reacción de su amante esposo y después… tuvo que ir rápidamente al baño porque sintió náuseas.

    ¡Uf! — dijo para sí misma en cuanto salió del baño — Tengo una corazonada, pero lo confirmaré con la anciana Kaede. De todos modos también debo saludarla.

    Se dirigió a la cabaña de la anciana Kaede, con paso lento, ondeando su cabellera castaña, aún sentía que el piso se movía. Encontró a una pequeña niña de negros cabellos y ojos achocolatados, muy ocupada en limpiar el exterior de la vivienda. La niña levantó la vista en cuanto se percató de que Sango estaba allí (apoyándose en donde pudo porque la cabeza le daba vueltas).

    ¡Señorita Sango! — la saludó Lin alegremente — ¿Cómo está?
    Bien pequeña — le respondió sonriente, aunque le dolía la cabeza — ¿Está la anciana Kaede?

    Por toda repuesta, la ancianita de blancos cabellos se asomó a la puerta.

    ¡Buen día! — saludó Kaede un poco sorprendida — Pensé que te habías ido con los muchachos.
    Precisamente quería preguntarle… — decía Sango pero… corrió nuevamente al baño (“¡Esas náuseas!”)

    Lin se quedó con los ojos muy abiertos al ver a Sango ir al baño de esa forma, y escuchar lo que pasaba adentro.

    Creo que la señorita Sango no se siente bien — observó agudamente.
    Cierto — dijo la anciana Kaede, que también había visto a la castaña correr hacia el baño — Al parecer será una buena noticia.
    ¿En serio? — preguntó Lin extrañada — ¿Cómo es eso?
    Bueno, ahorita platicamos — concluyó Kaede mientras la muchacha regresaba tambaleándose un poco.
    ¡Uf! — dijo Sango en cuanto llegó, mientras Lin la miraba con sus ojos como platos — En realidad no me siento muy bien.
    Pasemos a la cabaña — dijo Kaede — Debes reposar un poco.

    La pequeña ayudó a Sango a entrar tomándola del brazo. Entraron y llevaron a la castaña a recostarse en la camita de Lin, mientras la anciana Kaede preparaba un té.

    Señorita Sango — le dijo Lin mientras la observaba con preocupación — ¿por qué su Excelencia se fue si usted no se siente bien?
    No te preocupes — le contestó ella sonriéndole, — no es nada de gravedad.

    Lin no quedó muy convencida y no le quitaba el ojo de encima mientras la anciana Kaede le ofreció el té y le dijo:

    Si mis sospechas son correctas, le darás a su Excelencia la feliz noticia.
    Sí — afirmó Sango mientras bebía el té con pequeños sorbos — me parece que eso es. — y su mirada se dulcificó al momento que continuaba — Mi esposo estará más que contento ¡No habrá quien lo aguanté! — y volvió a mirar a la anciana Kaede — Sólo quería que usted me confirmará.
    ¿Pues qué es? — interrumpió Lin — ¿Por qué su Excelencia se pondrá contento porque usted se sienta mal? No entiendo.
    Lin — le dijo Sango mientras la anciana Kaede sonreía — ¡Voy a tener un bebé! — y también sonrió complacida.
    ¡Oh! ¡Qué bien! — respondió la pequeña y la abrazó efusivamente — ¡Felicidades señorita Sango! De verdad que su Excelencia se pondrá contento.
    Gracias Lin — le contestó ella abrazándola también. — Ahora, te pido que me ayudes un poco más tarde, cuando ya me sienta mejor — y la tomó de los hombros con ternura — para preparar una cena especial y darle a mi esposo la buena noticia.
    ¡Sí! — respondió Lin muy contenta — Y Kohaku también se pondrá feliz. Le diré al Señor Sesshōmaru ahora que venga, le dará mucho gusto enterarse del gran acontecimiento.
    Claro — dijo Sango mientras, junto con Kaede, miraron a la pequeña como diciendo “No creo que a Sesshōmaru le importe mucho”.
    Bueno — dijo la anciana Kaede recuperando la compostura — descansa un momento aquí Sango. Lin, vamos a recoger las hierbas que necesitamos. — y salió junto con la pequeña.

    Sango volvió a recostarse mientras pensaba “Por lo menos disfrute un buen tiempo sin embarazarme muy pronto, gracias a ti Aome” y volvió a pensar en su esposo “Bien Miroku, cariño, ahora no podrás quejarte”, y sonrió, cerrando sus bellos ojos para dormir un rato, soñando en la reacción de su marido cuando le diera la noticia que venía esperando desde que se casaron.

    Al caer la noche, cuando ya el sol se ocultaba en el horizonte pintando el cielo en tonos rojizos, volvieron los amigos. Miroku había estado insoportablemente preocupado la mayor parte del tiempo, y había alentado a Kohaku para que se encargara de todo, por supuesto que auxiliado por Inuyasha si algo se salía de control (¡Keh! ¡Basuras! ¡Quítense! ¡SANKON TESSÔ!). “Yo confió en ti” le dijo sonriente “tú también confía”.

    ¡Keh! ¡Miroku, ya cálmate! — le dijo bruscamente Inuyasha al ver a su amigo ansioso mientras se acercaban a la cabaña — Te aseguro que Sango está bien.
    ¡Ay Inuyasha! — le contestó con preocupación — No sé, se puso muy pálida en la mañana.
    ¡Keh! No te pongas así — continuó el Hanyō — Me huele a que no es nada grave.

    Kohaku también iba serio, con Kirara a su lado.

    Aún así — siguió diciendo Miroku — si todavía continua indispuesta mañana, no saldré. No puedo dejarla sola.
    Yo también me quedo con mi hermana — intervino Kohaku asintiendo con la cabeza.

    Vieron a lo lejos a Shippou, fuera de la cabaña. Y en cuanto los vio venir parece que gritó algo porque inmediatamente Sango salió corriendo, con la cabellera al aire, mientras Lin se asomaba y decía “¡Hola!” con la mano. Miroku apuro el paso para alcanzar a su amada.

    ¡Cariño! — Sango se abalanzó sobre él, abrazándolo y besándolo con ternura — Ya los esperábamos. — y le dedico una dulce mirada de sus ojos cafés, los cuales habían recuperado el brillo.
    ¿Cómo te sientes? — le dijo Miroku sin soltarse de su abrazo (“¡Qué siempre me reciban así!”).
    Mejor. — sonrió ella y saludó a los demás — Amigos, Kohaku, me da gusto que ya estén aquí.
    Hermana, veo que ya te sientes mejor — le dijo su hermano sonriente.
    ¡Keh! — respondió Inuyasha bruscamente (“Las mujeres son… muy especiales”). — Ya sabía que no era nada.
    Te equivocas — continuó Sango, aún se veía un poco pálida — Pero pasen a cenar que tengo algo importante que decirles — terminó de decir al tiempo que volvió a ver a su esposo con mucho amor (“¡Keh! de verdad me matan con sus cursilerías” pensó Inuyasha mirando la escena con fastidio).
    ¿Qué es? — preguntó Miroku curioso sin dejar de abrazarla y mirándola también con amor.
    Vamos a cenar, ya les contaré.

    Kohaku se había adelantado, con Kirara en brazos. El ver a su hermana mejor le hizo sentir más tranquilo. Saludó a Lin muy sonriente. — ¡Es una gran noticia! — le contestó Lin como saludo — Ya verás — y también le dedicó una linda sonrisa.

    Entraron a la cabaña, la anciana Kaede también estaba ahí. “¡Comida!” dijo Inuyasha y se sentó velozmente para esperar su triple ración “¡Qué bien huele!”. A Inuyasha y a los demás Sango les sirvió la porción de siempre. A Miroku le dio un poco más que de costumbre mientras le ofrecía los bocados en la boca. Por supuesto que a él no le desagradaba para nada la buena atención de su mujercita y se dejaba querer. “¿A qué se debe toda la atención?” preguntó mientras saboreaba un buen bocado de arroz, ella solo le sonrió “Come más que se enfría” y le sirvió el té. Inuyasha no dejaba de verlos con el enojo reflejado en su mirada ambarina. “¡Keh! De verdad que a veces las mujeres son… convenencieras”. Lin estaba muy sonriente y la anciana Kaede también se veía feliz. Kohaku y Shippou miraban un poco extrañados el cariñoso comportamiento de Sango hacia Miroku. No es que no lo amara, eso ni duda, pero no le gustaba ser muy demostrativa ante los demás.

    ¡Keh! — soltó Inuyasha — Ya habla de una vez Sango, que me desesperas.

    Sango lo fulminó con la mirada… y le lanzó un palillo en pleno rostro (¡PAF!).

    Momentito — le dijo aún enojada — terminemos de comer. A ver cariño abre la boca — y le dio a su marido los últimos bocados de arroz mientras lo miraba con amor.

    Kohaku hablaba con Lin sobre las aventuras del día y también Shippou le contaba a la anciana Kaede sobre su día en la escuela de zorros mágicos. Inuyasha aún se sobaba la frente y pensaba “¡Keh! Esa Sango… en serio que cuando se enoja… por algo es exterminadora, ¿a qué se deberá tanto revuelo por el mañoso de su marido?”.

    Y bien — dijo Miroku sintiéndose satisfecho cuando ya tomaban el último té del día, servido amablemente por Lin, mientras su esposa continuaba abrazada a él — ya con el estómago lleno queremos saber la buena noticia. — y le dio a Sango un suave apretón por los hombros — Dime amorcito.
    ¡Seremos padres! — le dijo ella mientras le dedicaba una bella sonrisa.

    Todos se quedaron un momento en shock (menos Lin y la anciana Kaede, ellas ya lo sabían). Hasta que Miroku reaccionó y se levantó con Sango entre sus brazos:

    ¡Amor mío! — dijo mientras le salían lágrimas de felicidad — ¡Es una gran noticia! ¡Soy tan feliz! — Y la besó con ternura y pasión (Sango esta vez no se hizo mucho del rogar, pues lo abrazó más apasionada, como si estuvieran solos). Lin aplaudió con ganas.
    ¡Felicidades Excelencia! — dijo emocionada — ¡Felicidades Kohaku, serás tío! — y le dedicó a su amigo una gran sonrisa.

    “¡Keh!” pensó Inuyasha mientras contemplaba la romántica escena, “Ya se salió con la suya este manolarga” — ¡Chaparro, ya perdiste! — le dijo burlón al pequeño kitsune.

    Pero… a Miroku le ganó la pasión y… ¡PAF!, recibió un buen bofetón.

    ¡Miroku! — le espetó Sango soltándose de su abrazo y mirándolo enojada, — ya te dije que no delante de las visitas. (Todos pusieron ojos de puntito, incluidos Kohaku y Lin)
    Lo siento — contestó él sobándose la mejilla — Me ganó la emoción. Pero… ¡Amorcito, que gran noticia! — y volvió a abrazarla mientras le salían nuevamente las lágrimas (aunque esta vez procuro no ir más allá).
    No la haga enojar Excelencia — le dijo Lin sonriendo nuevamente, — cuide a la señorita Sango por su bebé.
    Por supuesto — le contestó Miroku con una sonrisa, pero sin dejar de llorar y sin soltar a su esposa — Muchas gracias por tu buen consejo.
    Tenemos que irnos hija mía — intervino la anciana Kaede dirigiéndose a Lin — se hace tarde y los esposos deben descansar. Buenas noches a todos.
    ¡Buenas noches! — se despidió Lin — ¡Qué descansen! — y salieron de la cabaña.
    ¡Buenas noches! — contestaron todos mientras ellas se iban.

    Miroku seguía derramando lágrimas de alegría y abrazando a su amada.

    ¡Que feliz soy! Toda mi labor no ha sido en vano.
    Cariño, vamos a despedirnos — dijo su esposa y se separó de él delicadamente — Kohaku, aséate y a dormir — y le dio un beso a su hermano.
    Buenas noches hermana — dijo Kohaku algo apenado — Y felicidades a los dos por el gran acontecimiento.
    ¡Qué lindo! Gracias. — le contestó Sango dedicándole a su hermanito una sonrisa — Buenas noches chicos — y también besó en la mejilla a Shippou (él cual también se sonrojó) y a Inuyasha (“¡Keh! Sango no es necesario” dijo enrojeciendo un poco), — duerman bien.

    Miroku aún continuaba llorando de éxtasis, así que Sango lo tomó suavemente de la mano derecha y le dio un leve tirón para dirigirse a su habitación, al tiempo que le decía:

    Camina amor, ahora te daré un masaje para el estrés. — y le sonrió con ternura y picardía.

    Al oír esas palabras Miroku reaccionó, y volvió a abrazarla sin dejar de llorar. Kohaku se fue a su habitación.

    Muévete chaparro — le dijo Inuyasha a Shippou y lo empujó hacia la puerta — buenas noches — y observó a los esposos con una mirada de “malicia” “Ese Miroku… se pondrá cariñoso otra vez” pensó mientras salía con Shippou de la cabaña.
    Oye Inuyasha, ¿Crees que Miroku se tranquilice? Ya obtuvo lo que quería — dijo Shippou mientras caminaban hacia el árbol sagrado.
    ¡Keh! Mientras pueda darle vuelo a la hilacha va a aprovechar, — contestó bruscamente — ya lo conoces. Pero eso de “llorar”…
    Es que de verdad se emocionó, — contestó Shippou — después de tres meses era obvio que ya esperaba este día.
    ¡JAJAJA! — se rió Inuyasha — no contaba con la astucia de Sango ni la ayuda de Aome… Perdiste chaparro, tendrás que respetarme.
    ¡Fueron tres meses y medio, nadie ganó! — le dijo Shippou con enojo.
    ¡Sango no se embarazó ayer, tonto! Por lo menos tendrá tres semanas o un mes, así que perdiste.
    Pues ya que — respondió el kitsune — pensé que a lo mejor Sango no le permitiría excesos.
    ¡Keh! Pues hizo lo que pudo — dijo Inuyasha aun sonriente — porque Miroku no le daba reposo, sino a estas alturas ya tendría más de tres meses de embarazo.
    Bueno, te respetaré — continuó Shippou — pero no seas abusivo.
    ¡Pues no me provoques! — le espetó el Hanyō.
    Mejor me voy con la anciana Kaede — dijo Shippou, y se fue corriendo mientras le gritaba a su amigo — ¡Qué descanses, enojón!

    Inuyasha lo fulminó con la mirada, pero lo dejo ir. “¡Keh! Mejor” pensó “Así no tendré que preocuparme por él y podré concentrarme…en mis asuntos”.

    Llegó junto al árbol sagrado, observando como la suave brisa agitaba las ramas, y pensó en Aome. Ella estaría feliz por sus amigos. Y súbitamente cruzó por su mente una imagen en donde Aome la decía: “¡Seremos padres!” mientras él lloraba como Miroku, loco de contento. Sacudió la cabeza. “¡Keh! No es momento de pensar en eso” se dijo a sí mismo. Pero no pudo evitar sonreír. “¿Acaso seré más cursi que Miroku cuando llegue ese día?” pensó divertido. Y cerró sus ambarinos ojos evocando el hermoso rostro de su amada Aome.



     
    • Me gusta Me gusta x 2
  11.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Konichiwa!!! amiga..
    Al fin la sorpresa...
    Ayyy que linda la noticia...
    Sabes que todas tenemos la respuesta para la pregunta de Inu...
    ¿Acaso seré más cursi que Miroku cuando llegue ese día? Claro que si...el triple de cursi y mas sexy es una fantasia deseada por todos...
    Matta nee...gracias por avisarme.
     
  12.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    4270
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    holaaaaa a todos pos aqui les traigo la conti el tan esperado....

    Capítulo 13

    Era un lindo día. El sol brillaba sobre el firmamento. Nuestra linda chica de ojos achocolatados y negra cabellera descendía rápidamente por las escaleras que conducían al templo familiar y a su casa. Iba vestida con unos jeans, tenis y una suave blusa rosa en algodón. Su cabello lo adornaba una diadema del mismo color. Llevaba en sus brazos un cachorro blanco, ya no tan pequeño, con un collar rojo y una cadena.

    ¡Espérame hermana! — le gritó un niño que trataba de llevarle el paso. El vestía short de mezclilla, tenis y una playera amarilla.
    ¡Apúrate Sota! — le respondió Aome — Ya nos esperan.

    Efectivamente, estacionada al inicio de las escaleras, en la calle, se encontraba una limusina blanca; un vehículo en donde varios días atrás, Aome había asistido a una gran mansión. Junto al auto se encontraba un apuesto muchacho, vestido de manera casual, como si fuera jugador profesional de golf.

    ¡Aome! — la saludó con la mano y fue a alcanzarla.
    ¡Hola Shinosuke! — contestó la muchacha al tiempo que se detenía cuando él llegó a su lado — Lamento la tardanza.
    No te apures, solo fueron diez minutos — le contestó el muchacho con una sonrisa. — Este perrito debe ser “Inu” ¿verdad?

    El cachorro ladró de contento, como si estuviera saludando.

    Si… y te presento a mi hermano Sota — sonrió Aome mientras su hermano llegó a donde ellos se encontraban.
    ¡Hola Sota! — saludó Shinosuke amablemente — A mis primos les agradará conocerlos, a ti y al pequeño “Inu”.
    Mucho gusto — dijo Sota.
    Bien, la limusina espera. — continuó el muchacho y, le ofreció a Aome su brazo derecho — Adelante Sota, Aome por favor.
    Shinosuke, no seas así — contestó Aome sonrojándose.

    “Inu” ladró y movió la cola. Sota lo miró con ojos como platos.

    No te apures — le dijo Shinosuke al ver la expresión de asombro de Sota — Se que tu hermana tiene un novio… algo celoso — y le guiñó un ojo.
    Shinosuke, por favor — dijo Aome aun sonrojada.
    Deja de apenarte — ahora el muchacho le sonreía a ella — que mi hermana y mis primos nos esperan.

    Subieron a la limusina y tomaron rumbo a la gran mansión del gerente general y accionista mayoritario de la SONHY, el Gran Sesshōmaru. Aome iba recordando lo sucedido el día anterior en el Instituto, mientras su hermano y su amigo platicaban algunas cosas de chicos e “Inu”, como todo perro bien portado, se recostó muy tranquilito en su regazo.

    ********** Flash Back **********

    A la hora del almuerzo, Aome y Shinosuke se habían citado para hablar de negocios; como de costumbre, no faltaban chicas odiosas que la miraban con envidia. Esta vez, una de ellas llegó demasiado lejos.

    ¿¡Takahashi, como es posible!? — la voz molesta de una muchacha, que llevaba mechas doradas entre sus cabellos negros (y no era fea, como Aome pudo observar después) los hizo levantar la vista de los últimos dibujos de Rumiko. — ¡Es el colmo contigo!

    Por toda respuesta, el muchacho le lanzó una mirada enojada, y después la ignoró.

    ¿En dónde nos quedamos Aome? — le dijo volviendo a ver los dibujos — Continuemos, ¿qué te parece esta concepción…?

    Aome miró como la muchacha se acercaba a la mesa y, al llegar, azotó una mano.

    ¿Cómo puedes hacerme esto? — dijo ella muy enojada — Sabes que yo puedo hacer muchas cosas por ti.

    Él levantó nuevamente la mirada, una mirada algo gélida (como las de su “abuelo”, seguramente Shinosuke había pasado mucho tiempo practicando), mientras Aome se tapó la boca de la impresión.

    Ya hablamos de esto Hiratori — le respondió a la chica, sin inflexión en la voz, — nunca te prometí nada. — y desvió la mirada, esta vez hacia Aome, dulcificándola al instante — Creo que mejor nos vamos, aquí solo nos distraen — y le ofreció la mano para ayudarla a levantarse.
    ¡¡Te estoy hablando Shinosuke!! — dijo la chica levantando un poco la voz, no pensaba rendirse — ¡Y tú! — dirigió un dedo amenazador hacia Aome — ¡No me lo vas a quitar!
    Eee… — tartamudeó Aome, algo cohibida, pues en realidad ella nunca había pensado en un romance, y él menos lo había insinuado.
    De una vez por todas — interrumpió Shinosuke, sin voltear a ver a la muchacha y sin soltarle la mano a Aome, su voz era serena pero… había algo en su tono que hacía temblar, — te lo dije y te lo vuelvo a decir, no me interesas, no quiero salir con chicas por ahora… y la señorita Higurashi tiene un novio muy especial, al que nunca quiero molestar.

    Aome y la muchacha se quedaron en shock.

    Así que… — continuó el muchacho, esta vez miró de soslayo a la chica — mejor busca otro novio y no molestes a la señorita Higurashi ¿Nos vamos Aome? — esta vez miró a Aome con una sonrisa.
    Por supuesto — respondió Aome, y le lanzó a la muchacha una mirada de “Lo siento, no es mi culpa”.
    De verdad que no quise ser grosero contigo, adiós — fueron las últimas palabras que Shinosuke le dirigió a esa chica antes de salir de la cafetería.

    Varios curiosos habían escuchado eso, y, al igual que la muchacha, se habían quedado en estado de shock. Shinosuke Takahashi era un muchacho muy especial, a nadie le cabía la menor duda.

    Lo que nunca entenderán es que eres mí “tía abuela” y que debo protegerte — le dijo él a Aome con su tono alegre, casi se carcajea — me parece que le pediré al “abuelo” permiso para que podamos platicar en casa… o yo puedo ir a la tuya, si no hay problema.
    ¿¡Qué dices!? — se sonrojó Aome — ¿¡Tú tía abuela!?
    ¡Jajaja! Es un decir — le guiñó el ojo — Te hablaré en la tarde para confirmar, y puede acompañarte tu hermano… y el cachorro, que mis primos se mueren de ganas de conocerlo.

    Llegaron al aula de Aome, sus amigas ya la esperaban.

    Te veo luego, adiós — se despidió Shinosuke sin dejar de sonreír.

    ********** Fin de Flash Back **********

    ¡Uau! — dijo Sota admirando la mansión, se veía tan majestuosa — ¡Qué grande y hermosa es!
    ¿Verdad que sí? — dijo Aome sonriendo.
    Bien — dijo Shinosuke en cuanto llegaron — el abuelo tuvo que ir al cielo a arreglar unos asuntos. No volverá hasta más tarde, posiblemente de noche. Así que siéntase cómodos. — descendieron del auto y caminaron a la entrada.

    Sota se quedó con la boca abierta en cuando traspasaron el umbral de la puerta. Su hermana ya le había platicado que el gerente de la SONHY era hermano de Inuyasha, un yōkai en su totalidad, pero aún así no dejaba de sorprenderle que una criatura tan poderosa hubiera “adoptado” a los humanos bajo su protección y… tuviera una forma tan holgada de vida.

    ¡Shinosuke! — gritaba la pequeña Lin, bajando por las escaleras en cuanto ellos entraron. — ¡Hola Aome! — saludó en cuanto llegó donde se encontraban.
    ¡Hola Lin! — la saludó Aome con una gran sonrisa — Te presento a mi hermano Sota y… a “Inu” — terminó señalando a su hermano y al perrito, que en ese momento lo traía de la cadena.
    Hola Sota, mucho gusto — saludó la niña muy contenta. — Vamos a jugar con “Inu” al jardín.
    ¡Aome! — saludaron los gemelos, que llegaban por la parte de atrás. — Ya te esperábamos.
    Sota, — le dijo Lin mientras Aome saludaba a los gemelos — son mis hermanos Kotaru y Kohaku.
    Mi hermano Sota — dijo Aome sin dejar de sonreír.
    ¡Hola amigo! — saludaron los niños — Vamos a jugar con el perrito al jardín.

    Por cierto el pequeño “Inu” olfateaba todo, como si notara la presencia de otro ser canino en esa casa, pero, en cuanto Sota lo llamó, salió disparado hacia el jardín para jugar con los niños, ladrando de contento (a cualquier cachorro le gusta jugar). Rumiko entraba en ese momento al recibidor.

    El señor Jaken esta de un humor espantoso. — les dijo en cuanto llegó — disculpa Aome, ¿cómo has estado? — la saludó un poco apenada. Vestía una falda azul, una blusa en azul más claro y finos zapatos blancos.
    Muy bien Rumiko, ¿y eso de que Jaken este de mal humor? — respondió Aome el saludo y preguntó extrañada.
    Es que el abuelo no lo lleva cuando tiene asuntos que tratar personalmente — contestó Shinosuke, — y por eso llora a lágrima viva. Déjalo hermana, ya sabes que se le pasará. Pasemos señoritas, por favor — y les cedió el paso a las dos muchachas.
    ¿Y por qué no lo llevó? — preguntó Aome mientras caminaban. Le extrañaba que Sesshōmaru hubiera dejado al sirviente — que yo recuerde siempre iba con él.

    Los hermanos se miraron con complicidad, y luego se echaron a reír.

    ¿Qué es lo gracioso? — preguntó la muchacha apenada.
    Perdón, — contestó Shinosuke calmándose — es que los asuntos personales del abuelo en el cielo no son de la incumbencia del señor Jaken… ni de nosotros.
    Así es — contestó Rumiko. — El abuelo va sólo al cielo una vez cada quince días, a ver a la abuela, su esposa.
    ¿¡Su esposa está en el cielo!? — Aome se sorprendió otra vez.
    Sí, pero no diremos nada más — le guiñó el ojo Shinosuke. — Recuerda lo que te dije, mejor entérate a su debido tiempo.
    Eeeh… — tartamudeó Aome.
    Sí, mejor veamos los avances de la serie — intervino Rumiko. — Veremos la premier de la primera temporada.
    ¿En serio? — se emocionó Aome — ¿Ya saldrá en T.V.?
    Faltan mejoras, pero en quince días irá al aire. — concluyó Shinosuke — Ahora vamos a verlo. Rumiko, será bueno que llames a los niños para que la veamos juntos.
    En seguida. — contestó Rumiko y salió al jardín mientras ellos doblaron en otro pasillo. La escucharon gritarle a los niños “¡Vamos a ver la premier en la sala de T.V.!”
    Vamos Aome, — la tomó Shinosuke de la mano — antes de que nos ganen los mejores lugares.

    Caminaron con rumbo a una sala apartada, ubicada al lado izquierdo del despacho de Sesshōmaru. Aome no dejaba de sorprenderse. Era un cuarto bien acondicionado con su Home Teather SONHY (obvio), perfecto para disfrutar de buenas películas con calidad de cine. Los cómodos sofás eran rojos con acabados de fina madera negra. En un rincón de la sala se encontraba Jaken, llorando a moco tendido.

    Mi mamá está preparando unos bocadillos, iré a ayudarla. Espera aquí y siéntate en un buen lugar — le dijo Shinosuke mientras la acomodó en un sofá (el de mejor vista a la pantalla), y salió de la sala, no sin antes agregar — Y no te preocupes por el señor Jaken.

    En cuanto Shinosuke salió, Aome se acomodó en el sofá, pero no podía dejar de sentir algo de pena por el pobre Jaken, que lloraba como si no la hubiera visto. “Amo Sesshōmaru, ¿por qué deja a su fiel sirviente?” susurraba mientras sollozaba.

    ¡Ya supérelo señor Jaken! — dijeron dos voces infantiles al unísono, los gemelos entraron corriendo con una bandeja de palomitas — Si no se calla lo mandamos fuera. — concluyó Kohaku, mientras acomodaban la bandeja en una mesa de servicio.

    Lin entró con Sota e “Inu”, el cual se había entretenido otro poco frente a la puerta del privado de Sesshōmaru. Sota tuvo que tirar un poco de su cadena.

    — Ven “Inu” — le dijo — ahí no puedes entrar.

    Así que Lin le ofreció croquetas al cachorro para que se apartara de ahí. Menos mal que “Inu” ya había progresado en sus lecciones, porque si no… hubiera querido marcar “su territorio”. (jajaja)

    ¡Es increíble! — dijo Sota admirando el Home Teather.

    Rumiko y Shinosuke entraron con un carrito con bocadillos (sándwiches, jugo, galletitas), y acompañados por su mamá, una mujer castaña muy sonriente y amable.

    Así que se sirvieron bocadillos mientras Shinosuke ponía el DVD. Disfrutaron los capítulos de la primera temporada (aproximadamente hasta donde Sango se une con ellos), se emocionaron con la aparición de Sesshōmaru (a Jaken volvieron a salirle lágrimas), las peleas de Inuyasha, se divirtieron con las manías de Miroku y todas las peripecias ocurridas. Los dibujos y la música de ambiente eran sensacionales. De verdad que todos se sintieron transportados a la época Sengoku. Hasta “Inu” disfrutó de la función, echadito en la alfombra y comiendo croquetas.

    ¡Estuvo genial! — dijo Sota emocionado, en cuanto terminaron de pasar los créditos.
    ¡Me encanta! — dijo Aome, muy contenta también — ¡Creo que será un éxito!
    ¡¡Si!! — dijeron los niños también muy emocionados. Jaken ya había salido de la sala.
    Bueno — intervino a mamá de Shinosuke — si me disculpan iré con mi esposo a una cena de negocios entre los accionistas, y tengo que hacer algunas compras. Hijo, por favor no lleves muy tarde al señorita y a su hermano a su casa.
    No te preocupes mamá — respondió el aludido.
    Pórtense bien niños, y no hagan enojar al señor Jaken, que esta muy sensible.
    ¡No tía! — gritaron los pequeños al unísono.
    Y tú Rumiko, no olvides que te toca tu lección.
    ¡Es cierto! — contestó la chica y se levantó rápidamente del sofá — con permiso, el maestro es muy puntual y ya faltan diez minutos — y salió precipitadamente — ¡Hasta luego! — se despidió desde el pasillo.
    ¡Adiós! — le dijeron todos.

    La señora Takahashi se fue en su propio vehículo, un hermoso BMW en color gris metálico. La despidieron en la puerta y los niños se fueron nuevamente a jugar. El maestro de Rumiko llegó y ella tuvo que estar con él en la sala de estudio, acompañada por Jaken. El hecho de que el sirviente hiciera esto se debía a la protección del abuelo. Rumiko ya es una linda jovencita y Jaken tenía que vigilarla muy de cerca. “Los humanos a veces suelen hacer cosas enfermas con sus mujeres” había dicho Sesshōmaru cuando el sirviente protestó, recibiendo como ya es costumbre, un buen golpe en la cabeza. Como al maestro le pagaban muy bien, la presencia de un extraño ser verde parecía no afectarle demasiado.

    Así que Aome se sentó con Shinosuke, en la amplia terraza, para vigilar que los niños no hicieran muchas travesuras. Kotaru y Kohaku eran incansables.

    Por cierto… — dijo Aome, después de un momento en que vieron a “Inu” correr como loco tras los gemelos, ladrando de contento, mientras Lin y Sota se reían — ¿qué es lo que puedes contarme que a tu abuelo no le molestaría? — y se sonrojó un poco — Tengo algo de curiosidad.
    Bueno… — dijo él, y la miró profundamente — yo soy de la idea de que es mejor que las cosas las conozcas a su tiempo.
    Por favor — le dijo la muchacha con una mirada suplicante.
    ¡Jajaja! — se rió él divertido, haciéndola sonrojar un poco más — por eso el “tío” Inuyasha se enamoró de ti… al parecer la sacerdotisa Kikyō era un poco más fría — Aome agachó la cabeza. — Está bien, te contare un poco, pero solo un poco ¿eh?
    ¡Gracias! — respondió ella y volvió a sonreír.
    Bueno — continúo él — lo que debes saber es…

    “Inuyasha esperó tu regreso por mucho tiempo, por alguna extraña razón, sabía que volverías, es como si aún estuvieran conectados (“Eso es lo que yo siento” pensó Aome recordando algunos sucesos). Tus amigos, o sea mis tíos también (por parte de Kohaku) se casaron y tuvieron una numerosa familia. Escuché que el monje Miroku era muy mañoso, ya lo vimos en tu historia (“No sabes cuanto” dijo Aome), pero incrementó su nivel espiritual, al parecer el tener ya una familia le hizo tomar las cosas más en serio, hasta llegó a tener discípulos. Kohaku, mi ancestro, continuó con su oficio y entre él y su hermana formaron una escuela de exterminadores porque, debido a lo que vimos, Naraku había acabado con toda su aldea.

    “A partir de aquí la historia es un poco más confusa. Lin se había quedado en la aldea al resguardo de la anciana Kaede, hermana de Kikyō, y de la hermana de Kohaku, a petición del abuelo Sesshōmaru. Pasado el tiempo se casaron (Kohaku y Lin) y también tuvieron una familia numerosa. El abuelo Sesshōmaru le juró a Lin que siempre la protegería, a ella y a su descendencia, siempre y cuando así lo quisieran (Aome escuchaba absorta, con los sus grandes ojos cafés abiertos como platos).

    “Sabes que las guerras civiles continuaron, y por supuesto, no muchos humanos aceptaban a los monstruos. Entre ellos varios de los descendientes, que se dejaron influenciar por la gente perversa, despreciaron la protección ofrecida por el abuelo. Él no los detuvo. Si no aceptaban su ayuda, eran libres de hacer lo que quisieran. Fueron muchos años terribles, fueron numerosas batallas entre monstruos y humanos. Te imaginarás que para Inuyasha fue más difícil, por ser Hanyō y tener una descendencia más humana. El periodo se estabilizó, aunque las pérdidas fueron muchas. Los demonios poderosos tuvieron que admitir que el mundo no les pertenecía, que tendrían que aprender a vivir entre y con los humanos. Por eso el abuelo tuvo que involucrarse más en los asuntos humanos. Aunque sigue pensando, y tiene algo de razón, que los humanos no somos capaces ni de convivir entre nosotros.

    “La descendencia de Kohaku y Lin se esparció por todo Japón. Algunos, la mayoría, permanecieron fieles con el abuelo. Otros se alejaron y… ¡sorpréndete! Parte de esa descendencia es tu familia materna.”

    ¿En serio? — preguntó Aome, de verdad que se sorprendió.
    Sí — contestó Shinosuke. — Me encargue de investigar un poco en la biblioteca del abuelo (algo difícil porque guarda muy bien sus cosas, tuve que rogarle a través de Lin) y otros datos que obtuve de Internet, así pude establecer la relación de parentesco muy lejano por parte de tú mamá.
    ¡Oh! — Aome seguía con los ojos muy abiertos, eso explicaba porque a veces sentía que Lin (la original) y ella eran tan parecidas. — Entonces somos más que parientes políticos. ¡Ahhh! Me casaré con mi “tío” muy, muy lejano — casi grita desesperada.
    ¡Jajaja! — se río Shinosuke al ver su desesperación — Sería tu “tío marido”, pero solo porque el abuelo adoptó a Lin como hija suya, él tiene su propia descendencia en el cielo.
    ¡¿En serio!? — volvió a sorprenderse Aome.
    Si, pero eso es otra historia — le contestó él guiñándole un ojo — de la cual no puedo platicarte. Al entregar personalmente a Lin como esposa de Kohaku, así lo hizo saber. Pero… en otra ocasión platicaremos más, ya se hace tarde y no quiero que mamá se enoje conmigo por haberte entretenido. Además el abuelo también se disgustaría y no me conviene que se enoje de más por ahora (ya de por si el señor Jaken lo hizo enojar con sus quejidos). — se levantó y tomó suavemente de la mano a Aome, mientras le gritaba a sus primos — ¡Niños, Aome y Sota deben regresar a su casa!
    ¡Y también “Inu”! — dijo ella muy sonriente.

    Los niños llegaron corriendo. El patio era muy grande y tenía un área de juegos, así que Sota e “Inu” habían jugado bastante y se veían algo cansados y sudorosos.

    ¿Cuándo vienen otra vez? — preguntó Lin, sus mejillas estaban sonrosadas por el ejercicio.
    Muy pronto, cuando Shinosuke me invite otra vez — le contestó Aome muy sonriente — O si gustan pueden ir a la casa a jugar.
    Tal vez después de los exámenes — contestó el aludido guiñándole un ojo a su prima.

    Antes de irse les ofrecieron un refrescante jugo. Rumiko terminó sus lecciones y también se fue a despedir de ellos dándoles un fuerte abrazo (lo que hizo que Sota se apenara), Aome también abrazo a los gemelos y a Lin.

    ¿Y a Shinosuke por qué no lo abrazas? — preguntó Lin curiosa.

    Aome se sonrojó un poco y le dio un abrazo al muchacho.

    No te preocupes — dijo él sonriente y se dirigió a la pequeña — Es que Aome tiene un novio celoso, el que viste en el anime, el hermano del abuelo.
    ¿El hermano del abuelo? — abrió la pequeña sus ojos como platos — ¿En serio?

    Los gemelos y Sota se rieron. “Inu” soltó un ladrido como una carcajada.

    ¡Oigan, no se rían! — dijo Lin algo ofendida.
    No te enojes, — le dijo Sota — mi hermana regresará con “El Orejas de Perro” para casarse con él — y Aome se sonrojó.
    Bueno, — le dijo Lin dirigiéndose a Aome — yo pensé que mi primo era tu novio.
    ¿Cómo crees? — le dijo el muchacho dándole un pequeño apretón en la mejilla — Sabes que me iré fuera a estudiar y no quiero tener una novia a la que después deje sola. Aome será más feliz con Inuyasha.
    ¡Está bien! — sonrió la niña.
    ¡Adiós! Se despidieron de ellos agitando la mano, mientras Aome, su hermano y el perrito subían a la limusina.

    El auto los llevó a su casa. Definitivamente, ese había sido un buen día.



     
    • Me gusta Me gusta x 1
  13.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    amiga ya vii que pasaste a mi perfil! enserio que perdóname! fui a un pueblito con mi familia donde no hay internet, y ahorita ando toda apurada leyendo... por que siento feo dejar de comentar.... conforme al fic....
    kkyyyaaaa!!! eso fue taaannn gracioso! ya entiendo mas las cosas... shinosuke me dio una explicación que me desenredo mas el cerebro, aparte... ya lo estrenaron! jajaja que padre verte en anime... (interesante..)
    si shinosuke tendrá una novia ponle Gemma...! por favor...! "hincada con cara de perrito" POR FAVOR!! ejem.!... jaja kagome esposa de su tio muyyyy muyyy lejano... tiene algo de sentido (me recordó a mis papas que son primos muyyyyy muyyy lejanos) entonces Rin y Kohaku tuvieron muchos hijitos! como para rellenar a Japon... cuando sera eso??
    y wiiii...!!! inuyasha gano! (repito... hubiera sido genial ver a inuyasha respetando a shippo) jaja pero aparte inuyasha siempre quejandose con sus cursilerias... (yo digo que sera mucho mas CURSI que Miroku... ) pero lo que nunca dijo shinosuke.. es que cuando demonios kagome volvera!!! nooo!!! ya la extraño junto a inu...!
    bueno amiga.. me despido y perdon otraves por no venir...!
    bueno sayonara!
    kagomeG

    Pd: SI SHINOSUKE TIENE NOVIA QUE SE LLAME GEMMA!!! por favor!!
     
  14.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    Hola amiga!!!
    wow estoy super sorprendida, me alegra mucho todos los sucesos...
    Todavia tegno dudas pero no tengo tiempo de exponerlas adecuadamente...

    Te juro que yo siendo Kagome hubiese llorado a lagrima viva si me pasan el anime siendo este mi vida...y mas en donde reviven a Kikyo...

    Me gusto mucho, mucho...
    Matta nee
     
  15.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    3198
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    pos aqui ta la conti spero q la disfruten

    Capítulo 14

    La gran noticia del embarazo de Sango, la hermosa exterminadora, fue conocida en varias aldeas cercanas. Esto debido a que su marido, el monje Miroku, se encargó de que todos se enteraran del gran acontecimiento. Iba contándole a todo aquel que requería sus servicios que pronto sería padre.

    Ella continuo ejerciendo su oficio, mientras el embarazo se lo permitiera, pues todavía le faltaba a su hermano algo de entrenamiento, el cual se adquiría mejor con la práctica. No siempre acompañaba a Inuyasha y su esposo, porque Miroku a veces estaba insoportable.

    Pero amorcito — le dijo él a las dos semanas de la noticia — el bebé podría lastimarse, no te esfuerces.
    ¡Miroku, no me voy a morir por ejercitarme un poco! Me va ayudar mucho — le respondió Sango mientras terminaban de desayunar. Ya traía puesto su traje de exterminadora. — Te consta que aún puedo moverme bien. — y se sonrojó al decir lo último — ¡Mira lo que me haces decir! — y lo miró con reproche.

    Inuyasha, Shippou y Kohaku entendieron a lo que se ella se refería, y una gotita anime brotó de sus frentes, mientras los niños se apenaban e Inuyasha ponía sus ojos de puntito. En los últimos días Sango había tenido antojos extraños, náuseas, vómitos, y al parecer también se le alborotaron las hormonas porque se había vuelto la mar de cariñosa con su marido (siempre y cuando él mantuviera la compostura, algo difícil para Miroku). Miroku se lo pasaba en grande, aunque algunos de los antojos de ella le habían ocasionado desvelos y grandes travesías.

    ¡Keh! Ahora me saliste más explícita que el maníaco de tu marido — le espetó Inuyasha, entre divertido y molesto.
    Hermana, no te molestes — dijo Kohaku, aún apenado — ya casi puedo hacer todo yo solo.
    De eso nada. — Sango miró a su hermano dulcemente — Mientras aún pueda moverme con agilidad continuaremos con el entrenamiento. — y volvió a ver a su marido con reproche — Ya habíamos hablado de esto, así que no me detengas.

    Miroku mejor ya no dijo nada. No quería que su mujercita se enojara, sabía que Sango molesta podía ser peor que una fiera. Además era mejor no alterarla, por el bebé.

    Se fueron por rumbos separados, pues Sango iría con Kohaku hacia el Este y ellos tomaron rumbo al Norte. Pasarían a ver al maestro Mushin más tarde, pues el anciano monje ya se encontraba enfermo por ser tan beodo. Ya le había dicho a Miroku, en su última visita, que pronto se tendría que encargar del templo y para ello debía también prepararse más. Ello significaría dejar por un tiempo a su amada en la aldea mientras él mejoraba su nivel espiritual mediante un intenso entrenamiento.

    Pero no quería tomar aún el entrenamiento, hasta que su esposa ya pudiera estar tranquila en casa. Serían por lo menos tres meses alejado de ella, y prefería saber que en la aldea se encontraba segura antes de irse lejos. Además, quería ya estar libre para cuando llegara el término y naciera el bebé. El solo pensarlo lo ponía contentísimo.

    Por lo pronto… tendría que consentir los “caprichos” de Sango, y en lo que se refería a su hermano, ella era muy estricta.

    ¡Keh! — le dijo Inuyasha sacando a Miroku de sus pensamientos — ¿Anoche tampoco te dejó dormir? ¡Jajaja! — lo miró con sus dorados ojos burlones — ¿Qué se le antojó esta vez?
    No te burles Inuyasha — Miroku lo fulminó con su mirada azul — Fueron camarones… cubiertos con chocolate… ¿dónde los iba a conseguir a las dos de la mañana? Así que mejor le di un masaje para el estrés.
    ¡Keh! Ya cállate y no empieces con tus cosas, — fue la brusca respuesta de Inuyasha — que ya le pegaste tus manías.
    Pues no preguntes si no quieres saber. — fue lo que Miroku le contestó, ahora con una sonrisa — Hay que apurarnos para que alcancemos a Hachi donde nos está esperando.

    Así que pasaron como cuatro aldeas, con Hachi llevándolos en su lomo. Por supuesto que Miroku cobró caro sus servicios. Y no perdió la oportunidad de hacer… lo que siempre hacía.

    ¡Lindas jovencitas, reúnanse por favor! — dijo llamando a las chicas de una aldea, en la plaza principal.

    Todas las chicas que andaban por ahí se acercaron, porque el atractivo monje les diría algo importante. Inuyasha y Hachi pusieron cara de bobitos, pues Miroku tomó la mano de algunas muchachas, para decirles:

    Linda jovencita… — le dijo a una.
    ¿no te gustaría…? — le dijo a otra.
    ¿tener un hermoso hijo…? — fue con una tercera.
    ¿cómo el que me va a dar…? — le dijo a una cuarta.
    ¿mi bella esposa? — una quinta.
    Consigue un marido… — fue con una sexta.
    tan guapo como yo — culminó con una séptima.
    ¡Muchachas! — le dijo a las chicas, que se habían quedado con ojos como platos — Son todas tan bonitas, que conseguirán un apuesto esposo para tener lindos hijos.
    ¡Gracias Excelencia! — dijeron todas sonrientes — ¡Y felicidades también!

    Y eso había pasado ya en varias aldeas.

    ¡Keh! Oye Miroku, ¿no crees que exageras? — le dijo Inuyasha cuando ya regresaban al templo del maestro Mushin — Cobras casi una fortuna y les dices a los desconocidos que serás padre.
    Por supuesto que no. — le contestó Miroku agitando una mano — Mis servicios son valiosos, mi familia va a crecer, y esta es una gran noticia; es importante para mí y quiero que todos compartan mi felicidad.
    ¡Keh! ¿A quién diablos le importa… tú vida? — le espetó el Hanyō.
    A todo el que quiera oírlo. — lo miró fijamente su amigo con la molestia reflejada en sus ojos azules — Ya se que a ti no te importa nada.
    No quise decir eso… — respondió Inuyasha más calmado — Es que me parece que… hay cosas que creo no es conveniente que todos sepan. ¡Ya nada más falta que a los espíritus y monstruos también les presumas la noticia!
    Mmm… Tal vez no sería mala idea. — dijo Miroku, como meditando en el hecho y, al ver la cara de asombro que puso Inuyasha, le sonrió — ¡Oye, no te lo tomes tan en serio!
    Excelencia — interrumpió Hachi — su esposa ya llegó al templo.

    Efectivamente, Sango y Kohaku ya se encontraban allí. Los saludaban agitando la mano. Kohaku sostenía al pobre Mushin, que para variar estaba crudo. Miroku descendió de un salto en cuanto Hachi se acercó a tierra y corrió para abrazar a su mujercita, dejando que Inuyasha cargara con todas las ganancias (“¡Keh!” pensó el Hanyō “¡Qué abusivo es este Miroku!”).

    ¡Amor mío! — la abrazó mientras ella se abalanzaba a sus brazos. Giraron un poco y casi se caen. — ¿Cómo les fue?
    ¡Maravilloso! — respondió ella mientras le plantaba un gran beso en los labios y lo miraba con ternura — Me parece que Kohaku ha progresado bastante, gracias a ti también.
    ¡Keh! Oye Miroku no soy tu mula de carga — le espetó Inuyasha mientras se acercaba, Hachi lo ayudaba con un pesado costal de arroz.

    Kohaku se acercó también, con el anciano Mushin tambaleándose.

    ¡Felicidades Kohaku! — lo saludó Miroku, ignorando por un momento a Inuyasha, y sin soltar a su esposa — Ya me contó Sango de tus progresos.
    Gracias. — contestó el muchacho — Maestro Mushin, sosténgase solo por favor, ayudaré al señor Inuyasha.
    Permíteme Inuyasha — ahora si Miroku, soltando delicadamente a su amada, se acercó al Hanyō, el cual lo fulminó con su mirada ambarina.
    No me pagas por ayudarte a cargar — le dijo bruscamente Inuyasha a su amigo.
    ¡Pero si que te encanta comer hasta cinco porciones de arroz frito! — le respondió Miroku sonriente mientras lo ayudó con dos costales.
    ¡Keh! — fue la respuesta del Hanyō.

    El anciano Mushin iba trastabillando a saludar a Miroku.

    ¡Miroku, que bueno que te…! — y por poco cae sobre Sango, la cual quiso sostenerlo, pero el olor a alcohol también le dio un mareo.

    Mushin por un pelo se azota, Kohaku apenas pudo detenerlo… y Miroku soltó los costales para impedir la caída de su mujercita (A Inuyasha también lo mareó el aroma, pero se contuvo).

    Se ve que lleva varios días tomando — dijo Sango al tiempo que se llevaba la mano a la boca — ¿Cariño, me llevas al baño… o a donde pueda vomitar? — miró tiernamente a su esposo con sus ojos cafés, el mareo la había puesto pálida.

    Así que Miroku, ni tardo ni perezoso, salió con su amada rumbo al baño, cargándola delicadamente. Kohaku acomodó como pudo al anciano Mushin en el pasto, pues este se había desmayado.

    ¡Keh! — rezongó Inuyasha, — dejemos al anciano dormir y llevemos estas cosas allá adentro.

    Los otros asintieron y ayudaron al Hanyō a cargar los costales de arroz y el saco con las monedas. Tuvieron suerte porque Shippou llegaba en ese momento.

    ¡Chaparro, que bueno que llegas! — le dijo Inuyasha en son de mando — ¡No te quedes ahí como tonto y ayuda!
    Muy buenas noches a ti también — le contestó el kitsune con una verde mirada de reproche. — ¿Dónde están Miroku y Sango? — preguntó mientras trataba de levantar el pesado saco de las monedas — ¿Y qué le pasa al maestro Mushin? — dijo señalando al anciano dormido en el pasto.
    ¡Keh! Borracho como siempre. — contestó Inuyasha — Caminen.

    Tomaron rumbo a las habitaciones del templo.
    Mi hermana se mareo del olor que despide el maestro Mushin — le explicó Kohaku a Shippou, en respuesta a su pregunta anterior.
    Y su Excelencia la llevo al baño — concluyó Hachi con la explicación.
    ¡Keh! Ya se le pasará. — intervino bruscamente Inuyasha — Se me hace que a Sango ya se le pegaron muchas mañas del maníaco de su marido.

    Entraron en una habitación, al parecer una bodega. Colocaron las cosas ahí y salieron a buscar a los esposos. El lugar es grande, pero no tanto como la mansión de un terrateniente.

    ¡Keh! Espero que ese mañoso no este… dándole a su esposa un masaje para el estrés (Todos se sonrojaron)

    ¡PAF! Inuyasha recibió un golpe en la cabeza… generosamente con el báculo de Miroku, el cual lo miraba enojado.

    ¡Más respeto jovencito! — le dijo el aludido — Sango esta tomando un descanso. Creo que por hoy, al menos ella y yo, nos quedaremos.

    Inuyasha se sobó la cabeza y le lanzó a su amigo una mirada furibunda.

    Hola Shippou, — saludó el monje al ver al pequeño kitsune — ¿cómo te fue? Y por cierto, ¿dónde esta el maestro?
    Bien, — respondió Shippou — y el anciano se quedó roncando afuera.
    Bueno, pasen al comedor para cenar. — dijo Miroku — Hachi, ayúdame a llevar al maestro a su habitación.
    ¿Ya hay de cenar? ¡Muero de hambre! — dijo Inuyasha con ansiedad, la palabra le abrió el apetito.
    Sí. Mi querida esposa llegó desde hace un rato y preparó algo. — contestó Miroku, y después se mostró más serio — Aunque el pervertido de Mushin quiso comprobar si sus caderas ya eran más anchas (“Ya sabemos de donde aprendiste esas mañas” pensaron todos poniendo ojos de puntito)… ya hablaré con él en cuanto despierte. Vamos Hachi — y salió con el mapache para ir por el anciano.

    Los demás pasaron al comedor, en donde estaban servidos unos platillos de arroz frito con cerdo y delicioso té caliente. Obviamente, para Inuyasha era la porción más grande.

    En cuanto Hachi y Miroku regresaron, comenzaron a cenar.

    ¿Y Sango? — preguntó Shippou después de darle un sorbo al té.
    El mareo fue muy fuerte. — contestó Miroku mientras también le daba un sorbo a su té — Y no me extraña porque al parecer Mushin lleva… como una semana bebiendo. Si hasta nosotros nos mareamos del olor (Hachi asintió con la cabeza).
    Pobre mi hermana — dijo Kohaku dejando de comer — ¿No va a cenar nada?
    No, por ahorita no quiere ni oler la comida. — respondió Miroku llevándose un buen bocado de arroz — Lo bueno es que ya la había preparado y está deliciosa. ¡Esa es mi querida esposa! No despreciemos sus esfuerzos.

    Inuyasha devoraba sin miramientos sus porciones de arroz.

    Oye Inuyasha, ya cuida tus modales — Miroku lo miró con reproche, ¡como tragaba su amigo!
    ¡Keh! ¡No me molestes que esto esta exquisito! — y se metió otro gran puñado de arroz a la boca.

    Shippou, Hachi y Kohaku solo lo vieron comer con los ojos muy abiertos. Kirara le lanzó al Hanyō una mirada y un maullidito como diciéndole “Podrías ser más educado”.

    ¡Keh! ¿Tú también Kirara me vas a dar lecciones de modales? — la miró Inuyasha como adivinando lo que le hubiera querido decir la gatita, sin dejar de comer… como una bestia.
    ¡Ah, lo olvidaba! — intervino Shippou en ese momento, y todos voltearon a verlo — Por cierto tengo para ustedes dos la invitación a una boda. — y miró a Inuyasha y Miroku.
    ¿Para nosotros? — preguntaron al unísono, Inuyasha con la bocota abierta y Miroku tomando más té.
    Sí — respondió Shippou y sacó de entre sus ropas una extraña invitación, parecía una hoja de cuero. — Es de la boda de Koga.
    ¡Keh! ¿Ese Sarnoso ya se va a casar? ¡Al fin reaccionó! — dijo Inuyasha muy contento, pues eso significaría que Koga nunca más volvería a molestar a Aome.
    ¡Qué bien! — contestó Miroku y tomó la invitación — Recordó la promesa hecha a la señorita Ayame y aceptó casarse con ella.
    ¿Cuándo es? — preguntó Inuyasha emocionado, mientras su amigo revisaba la invitación.
    Dentro de tres meses y medio, la envía con anticipación… para que lo pensemos bien antes de ir — sonrió Miroku con cara de “que gracioso es Koga” — ¿Quién te la dio Shippou? — le preguntó al pequeño kitsune, mirándolo con curiosidad.
    Hakkaku fue a buscarme a clases, — contestó el aludido — y me sirvió para subir dos niveles más — dijo muy contento.
    ¡Abusivo! — le dijo su amigo, con una mirada enojada.
    ¡Keh! Lobo tonto, — intervino Inuyasha — todos son iguales.
    Oigan, — preguntó Kohaku interrumpiendo y mirando a su cuñado con curiosidad — ¿van a ir?
    ¡Por supuesto! — contestaron los dos amigos al unísono.
    No me la perdería por nada del mundo — puntualizó Inuyasha sonriente.
    La señorita Ayame nos invita con mucho cariño, — dijo Miroku — sería una grosería no ir. Puede que sea arriesgado porque habrá muchos lobos come humanos…
    ¡Keh! Los lobos me tienen sin cuidado. — espetó Inuyasha con un dejo de burla en la voz — Sólo quiero burlarme del Sarnoso porque bien que recordaba su promesa… solo se hacía el tonto.
    Inuyasha, por favor — le interrumpió Miroku tomándolo del hombro — no vayas a pelear con él en su boda; por más fuerte que seas, muchos lobos juntos te darían buena batalla. Además, a la señorita Aome no le agradaría en absoluto.
    ¡Keh! Mmm… tal vez tienes razón — dijo al fin el Hanyō, pues la sola mención de Aome lo hizo reaccionar (lo menos que se llevaría sería un buen regaño y unos cuantos “¡Osuwari!” si ella se enteraba de eso) — Por lo menos quiero ver que ese Sarnoso se case ya con Ayame.
    Tres meses… bien, — terminó de decir el monje mientras se llevaba los últimos bocados de arroz a la boca — aún hay tiempo.

    Terminaron de cenar. Inuyasha se fue con Shippou a la aldea. Miroku y Sango, junto con Kohaku, Kirara y Hachi, se quedaron ahí para que ella descansara y ver al maestro Mushin. Miroku tenía muchas cosas que hablar y arreglar con el anciano. Y para la boda del lobo… había tiempo de pensarlo bien.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  16.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    kyyaaa..!!! alfin (dije lo mismisimo que inuyasha) koga se casa!!! //coro de angeles//
    ya era hora koga!
    pobre sanguito.... el maestro mushin la mareo... pues pobresita... pero pienso que ha de ser por que son gemelas... verdad?? VERDAD??!! ha de ser por eso...
    jajaja yo creo tambien que a sanguito se le esta pegando un poco lo "EXPRESIVA" (bueno lleva como un mes con miroku en la nochesitas... como no se le va a pegar algo??) jaja ok
    estubo muy bueno el cap... a miroku le urje con hablar con ese monje, que le pasa??!!
    bueno me despido,... y espero que no te tardes mucho!!!

    kagomeG
     
  17.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    agradezco los comentarios de mis fieles lectores, no me olviden, despues subire la conti, les aviso, y estoy afinando detalles para el comico universo alterno que he tenido en mente hace algun tiempo cuando inicie por aqui, sayonara
     
  18.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    8 Junio 2010
    Mensajes:
    272
    Pluma de
    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    hola!!!!!!
    perdon por no haber podido pasar antes a leer tu fic T_T
    pero es que el ingreso a clases nuevamente me ha quitado demasiado tiempo u_uU
    en fin ya lei todods los capitulos que estaba atrasada y me encantaron!!!
    eres un genio, tienes varias ideas muy interesantes y muy entretenidas n_n
    de este ultimo capitulo me gusto mucho TODO!!!
    y a mi también me parece que Miroku exagera con lo de decirles que va a ser padres a todos!!!!!!!
    sabes por un pequeño momento crei que iba a decirles a las aldeanas si querian tener un hijo con el, pero veo que ha cambiado ^^
    al igual que Sango cada vez es más pervertida jajaja
    espero impaciente el dia en que Inuyasha y Miroku asistan a la boda de Koga con Ayame ^^
    suerte!!!!!!
    bye n_n

    PD: espero la contiiiiiiii
     
  19.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    ¿Yo habia comentado? Claro que si solo que se borro creo...
    Bueno me encanto...al fin la boda...wiii
    Kouga reacciono *coro de angeles*
    Miroku si es¿xagera...si luega le secuestran a Sango con bebe incluido que no se queje por bocon...creo que te doy ideas ¬¬

    Espero la boda...me quiero reir mucho...Kouga sometido por Ayame que risa....
    Por cierto Inulindo tiene que ver clases de etiqueta..o al menos comer con la boca cerrada...Sayo...
     
  20.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    3392
    Re: Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

    grax por los comentarios y
    me llegan al corazon swniff sniff
    ya basta de llantos tum tummm
    el tan sperado.......

    Capítulo 14 parte 2

    El tiempo pasó en la época Sengoku, a la par con el tiempo actual. Aome e Inuyasha habían tenido contactos frecuentes en esencia, sobre todo desde que el Hanyō dejó de salir muy seguido a acompañar a sus amigos, pues encontraba aburrido el ir de “cacería” por monstruos que, en su opinión, no eran la gran cosa.

    La presencia de Sesshōmaru en las cercanías había ahuyentado a los yōkai, ninguno de esos seres se atrevería a enfrentar la ira del imponente Daiyōkai, ya sabemos el porque. Otros, los que quedaban, se habían dispersado; además, Kohaku ya desempeñaba mejor el trabajo de exterminador, apoyado por su hermana (hasta que cumplió tres meses y medio de embarazo) y por su cuñado, el monje Miroku, el cual, aunque seguía con sus charlatanerías (le dan en momentos de apuro buenos resultados), no se podría decir que su poder espiritual no era digno de un monje exorcista exterminador de espíritus y demonios.

    En todo este tiempo, Sango había cambiado. Los primeros tres meses no presentaron mucho problema en cuanto a sus habilidades de yōkai taijiya, pero en cuanto notó que ya asomaba el bultito que delataba su embarazo, tuvo que admitir que ya no podría ser igual. Claro que su amante esposo había estado muy al pendiente de sus necesidades, antojos (y si no podía cumplir con algo, el último recurso era un masaje anti estrés jajaja), caprichos, etc., y por supuesto, del cambio de su silueta. No perdía la oportunidad de sobarle la “pancita”. Sus caderas se redondearon un poco más y que decir del pequeño aumento de su pecho, preparándose para la futura lactancia. Ahora usaba la túnica un poco más holgada. A veces la pobre se sentía una “pelotita”. Pero el amor de su esposo la reconfortaba bastante. En una palabra, ahora era más consentida. Y Miroku estaba “insoportablemente atento”. En opinión de Inuyasha, Miroku era “el peor mandilón que conocía”.

    Al faltar una semana para la boda de Koga, el comandante más joven del clan de los lobos, los amigos acordaron en ir a congratularse con él por tan magnifico acontecimiento, y, tomaron sus debidas precauciones. Sango no asistiría, sería un bocado más que tentador para una gran manada de lobos, sobre todo en el estado en que se encontraba; ahora le resultaba más difícil moverse con su habilidad característica. Inuyasha había ido a ver a Guinta y Hakkaku, para confirmar su asistencia a la ceremonia. Los encontró en su puesto de vigilancia, y les pidió amablemente (si como no) protección para sus amigos (Shippou y Miroku, él no necesitaba eso) en caso de que las manadas se alborotaran. Llegó por fin el gran día.

    Amorcito — dijo Miroku despidiéndose de Sango con un abrazo apretado. Ella se quedaba con la anciana Kaede, Lin y Kohaku. — No te preocupes por nosotros, cuídate, descansa, no te esfuerces…
    Excelencia, — lo interrumpió Lin — usted es el que no debe preocuparse, que acá la cuidaremos bien, a ella y al bebé.
    Gracias, pequeña. — le sonrió Miroku y le plantó a su esposa un gran beso, como si en él se le fuera la vida y quisiera dejarla con ella. Sango lo abrazó muy fuerte también, hasta donde le permitía la redondez de su vientre.
    ¡Keh! Miroku ya apúrate. — le espetó Inuyasha viéndolos con enojo en sus ojos ambarinos (“Me purga este y sus cursilerías”) — No creas que te vas a morir, ya sabes que yo no permitiría algo así a una manada de lobos inútiles.
    Lo sé amigo. — dijo Miroku dejando de besar a su amada. Se soltaron delicadamente — Adiós a todos, nos veremos en la tarde. Gracias, anciana Kaede, por cuidar a mi esposa — se despidió de los demás.

    Montaron sobre Kirara, Shippou iba en el hombro de Inuyasha, y se despidieron agitando la mano.

    Bien Kirara, — le dijo Miroku — con rumbo al Este hasta que percibas el olor a lobo.
    ¡Keh! Ya conozco esa peste — rezongó Inuyasha mientras Kirara tomaba el rumbo indicado, y lanzaba un rugido.

    El transcurso del viaje fue tranquilo.

    Por cierto Miroku, — dijo Shippou — ¿qué me dijiste que le regalarías a Koga?
    Bueno, no se si sepa leer — contestó el aludido.
    ¡Keh! Es tan ignorante — intervino Inuyasha.
    Aún así, estoy seguro de que podrá entender las ilustraciones — continúo diciendo Miroku.
    ¿Ilustraciones? — volvió a preguntar Shippou intrigado. — ¿Le vas a regalar dibujos?
    Algo por el estilo, si. — sonrió Miroku — Le obsequiaré “El manual del amante perfecto”.
    ¡¿Qué!? — dijeron sorprendidos sus amigos.
    ¡Keh! Y seguramente tú lo escribiste ¿verdad? — lo miró Inuyasha entre burlón y enojado.
    Por supuesto. — confirmó Miroku poniéndose serio — Son mis consejos en estos casi 7 meses de feliz matrimonio. Le serán de utilidad para tratar a su futura esposa como es debido.
    No creo que pueda ser tan “maníaco” como tú — le espetó Shippou, entre enojado y divertido, y con sus ojos de puntito. (“Solo a Miroku se le ocurren estas cosas”, pensó. Kirara gruñó, como si estuviera de acuerdo con el kitsune).
    Bueno, no sabemos que tan “voraces” puedan ser los lobos. — dijo su amigo nuevamente sonriendo — Y, como hizo sufrir a la señorita Ayame, debe portarse como un buen marido.
    ¡Keh! Ese Sarnoso no creo que llegue a ser peor que tú, tan enfermo y depravado. — volvió a decir el Hanyō — Ya casi llegamos, apesta a lobo.

    Se aproximaban a la guarida de los lobos, ubicada cerca de una gran cascada. Al llegar notaron la gran cantidad de lobos que se reunían para asistir a la ceremonia de unión entre el más joven comandante de los clanes con la hermosa nieta del Gran Sabio de las Montañas. Con este matrimonio terminarían con varias diferencias que en algún momento los habían enfrentado entre ellos. A Shippou le dio un escalofrío al ver a tantos de esos seres reunidos.

    ¿Y si nos quieren comer? — preguntó asustado.
    No te preocupes. — le contestó Miroku seriamente — Si acaso vemos que las cosas se ponen… “peliagudas”… simplemente montamos en Kirara y nos vamos (Kirara asintió con un gruñido).
    ¡Keh! ¡Ay de cualquier lobo que quiere probarme, se arrepentirá! — intervino Inuyasha poniendo su mano derecha en el mango de Tessaiga.
    Inuyasha, recuerda que no venimos a pelear. — lo interrumpió Miroku — Solamente en caso necesario tendremos que defendernos; pero no vayas a utilizar a Tessaiga.
    Pero… — dijo Shippou escondiéndose atrás del Hanyō — si ellos…
    ¡Keh! De todos modos, si los lobos quieren batalla la van a tener — ladró Inuyasha tronándose los dedos.
    Tranquilícense los dos — les dijo Miroku en son de mando, y mirando fijamente al Hanyō (Shippou aún seguía escondido) — nuestra seguridad depende de lo “bien” que nos comportemos. En dado caso, recuerda que la señorita Ayame te ofreció garantía. Compórtate aunque solo sea por eso.
    ¡Keh! Esta bien, ya me callo.

    Llegaron al acceso principal y fueron recibidos por Guinta y Hakkaku.

    Muy buen día — saludó Miroku.
    Adelante. — les dijo Guinta por parca respuesta — La ceremonia va a comenzar y no debemos perderla.

    Cuando los otros lobos vieron llegar a un humano (Miroku, aunque monje exterminador, no dejaba de ser… un suculento humano), un kitsune, una mononoke (Kirara es un pequeño demonio) y un híbrido, se les abrió el apetito. Pero Hakkaku les recordó las palabras de la futura esposa de Koga, la nieta del Gran Sabio de las Montañas, en donde amenazó con un castigo al que se atreviera a tocar a alguno de sus invitados especiales, por lo tanto, mejor cerraron la boca. Además, cualquiera que hiciera enojar a la mujer de Koga… se ganaría algo más que la furia de él. Y también… el Hanyō no se veía nada amistoso.

    La ceremonia comenzó. El Gran Sabio de las Montañas la prescindiría. Nuestros amigos se ubicaron en un sitio poco alejado pero que permitía observar bien lo que ocurriría. Shippou se acomodó muy junto a Inuyasha, con la pequeña Kirara a su lado. Koga entró, bueno, salió de su guarida para acceder al sitio de la reunión. Llevaba… sus garras de siempre, aunque rodeado por un aura de energía que lo hacía verse impecable. A su lado, tomada de su brazo, iba Ayame. Aunque también se veía como siempre, lo único que cambió es que soltó su roja cabellera, con la felicidad que emanaba lucía más bonita de lo que ya es. Llegaron al lugar donde se encontraba el Gran Sabio.

    Bien, — comenzó diciendo el anciano lobo — todos aquí seremos testigos de que esta unión simboliza la amistad entre nosotros.
    “Todos somos la misma especie. Y es por ello que debemos trabajar juntos, unidos como una gran familia.
    “La unión entre estos jóvenes simboliza todo eso. En Koga, nuestro comandante, depositaremos nuestras esperanzas de guía, conductor y protector de todos los clanes.
    “Ayame representa la fuerza reproductora de la naturaleza, las nuevas generaciones venideras, el cuidado de nuestras tierras.
    “Juntos garantizan nuestra existencia en este mundo”.

    Todos los lobos aullaron y aplaudieron (porque algunos son lobos como los conocemos y otros, como Koga, tienen apariencia humana), por lo que nuestros amigos tuvieron que taparse los oídos para no quedarse sordos.

    Ahora, — continuo el Gran Sabio, haciendo que los demás guardaran silencio — Koga, por favor, ya sabes tu juramento.

    A pesar de haber aceptado su matrimonio, el lobo aún se mostraba un poco avergonzado ante su futura esposa (¡”Keh!” pensó Inuyasha sin quitarle la vista a Koga, “¡Déjate de cosas y di lo que tengas que decir!”). Armándose de mucho valor, pero ruborizado en extremo ante esa tierna mirada esmeralda, Koga tomó firmemente la mano de Ayame, y, después de atragantarse un poco (“¡Keh! Espero no ponerme así cuando me case con Aome”), le dirigió estas palabras:

    Ayame… sé que en algún momento dude de lo prometido… pero… hoy aceptó lo que dije y… delante de todos los clanes te tomo por esposa… por la unificación de las manadas. Y… porque… me he dado cuenta de que eres… excepcional — ya no pudo seguir hablando, pues ella se abalanzó sobre él.
    ¡Koga! — le dijo en cuanto lo abrazó, y las lágrimas de felicidad salían de sus verdes ojos — Por supuesto que sabía que lo recordarías, pero no es solo por eso que me uno a ti, sino porque te amo — y sin darle tiempo a su amado lobo de decir nada más, le plantó un tierno beso en los labios.

    Los demás lobos volvieron a armar un barullo (“¡Keh! Todos los lobos son unos… escandalosos”).

    ¡Silencio! — dijo el Gran Sabio, mientras Ayame aún seguía abrazando a Koga; éste, ya un poco más sereno, también la abrazó — Con esto se terminan las peleas y discusiones entre nosotros ¡Qué viva el amor!

    Todos los lobos fueron a presentar sus respetos a los nuevos esposos y jefes, ahora, de todos los clanes. Así que nuestros amigos esperaron hasta el final para felicitar a la feliz pareja. A Koga aún no se le bajaba el rubor, y tuvo que soportar algunas chanzas de sus camaradas, sobre todo de Guinta y Hakkaku.

    Muy bien Koga — le dijo Guinta con una sonrisa pícara, después de felicitar a Ayame — Pórtate bien o te golpearán, ahora tendrás que ser el “más dulce” de los esposos.
    ¡Ya cállate! — le espetó su comandante mirándolo con enojo.
    No te esponjes Koga, — intervino Hakkaku, que también se acercó a felicitarlos y abrazó a Ayame — tienes por esposa a la más linda de las manadas.
    Gracias muchachos. — les respondió Ayame con una sonrisa — Koga, no te enojes y disfrutemos del momento — le dijo a su marido al tiempo que le tomaba delicadamente el rostro y le plantaba un beso, haciéndolo sonrojar aún más.
    Eh… sí — respondió Koga, y dulcificó un poco su mirada azul al dirigirla a su ahora esposa; tenía que admitir que, aunque se había “enamorado” de Aome, Ayame también era una linda mujer y, sobre todo, ella sí lo amaba. — Entonces… — en ese momento distinguió… un aroma conocido y maloliente, en su opinión.
    Muchas felicidades Koga. — los saludó el monje Miroku — Señorita Ayame, reciban también felicitaciones de parte de mi amada esposa, y este pequeño presente.
    Sarnoso, te felicito — “el Bestia de Inuyasha” — ya sabía que eres un lobo de palabra, y cumpliste. Ayame, muchas felicidades, porque al fin lo hiciste reaccionar.

    Koga se puso serio. ¿Quién había invitado a la Bestia estúpida?

    Gracias señor monje, gracias Inuyasha — les contestó Ayame con una sonrisa.
    Gracias monje, Bestia… — respondió Koga también, pero él e Inuyasha casi se taladran con la mirada (Miroku le puso a su amigo una mano en el hombro, previniendo algún movimiento brusco).
    Koga, por favor. — le espetó Ayame, que ahora veía a su esposo con furia — Inuyasha no vino a pelear, vino a celebrar porque yo lo invité.
    ¿¡Qué!? — se sorprendió el lobo — ¿Por qué lo hiciste?
    Como un favor muy especial y en agradecimiento. — le respondió ella fulminándolo con su verde mirada — No olvides lo que ellos hicieron por ti… y por todos nosotros.

    Koga se quedó boquiabierto… pero después la furia bajó y sus azules ojos volvieron a ser serenos. Recordó que de verdad, aunque le costara un poco admitirlo, Inuyasha y sus amigos habían vengado la muerte de sus camaradas… los que fueron masacrados por el maldito de Naraku.

    Lo siento. — miró a su esposa y luego a los amigos — Agradezco su presencia, así que disfruten la fiesta.
    No te preocupes, fue una linda ceremonia. — le dijo Miroku y, llevándose a Inuyasha por el hombro, se dirigió al área donde se habían acomodado — Vamos amigo.

    Shippou mejor había decidido quedarse oculto en ese rincón, junto con Kirara. Dijeran lo que dijeran, le daban miedo muchos lobos cerca. La fiesta fue muy… ruidosa, porque los lobos se carcajeaban y aullaban por cualquier chanza. Lo que más disfrutó Inuyasha fue el exquisito jabalí asado que les sirvieron, aunque se percataron que por allí… había carne humana (lo que hizo que a Shippou se le erizara la colita). El Gran Sabio se acercó a ellos.

    Quiero agradecerles lo que hicieron por nosotros. — les dijo — Ayame ya nos contó y Koga lo confirmó. El fin de ese demonio terrible y la destrucción de esa joya maldita ha traído la paz a estas tierras.
    Descuide, — le contestó Miroku — cumplimos con nuestro deber. Ese Naraku también tenía cuentas pendientes con nosotros.
    Aún así, les agradezco en nombre de todos. Por cierto — se dirigió a Inuyasha — comunícale a tu Gran hermano que, si nos lo permite, nos restableceremos en la zona que su padre nos asignó hace mucho tiempo.
    ¿¡Qué!? — Inuyasha se sobresaltó — ¿Qué tiene que ver Sesshōmaru con ustedes?
    El Gran Señor Sesshōmaru, el hijo de Inu no Taisho (o sea yo jejeje), es ahora el Gran Señor de la región del Oeste. — le respondió el lobo — Por ello debemos consultarlo y solicitar su aprobación. Ya Koga se encargará personalmente de verlo.
    ¿Cómo es eso? — preguntó Shippou curioso, pues Inuyasha se había quedado en shock, pensando que Koga volvería a encarar a su hermano, y no tenía un grato recuerdo de la primera vez.
    Verán, hace muchísimos años — dijo el anciano lobo — después de que los gatos leopardo atacarán la región oriental, sufrimos muchas bajas. Aún así nos unimos al Gran General y, después de la derrota de esos gatos, nos permitió instalarnos en aquella región. Sin embargo, inició la división de los clanes, y por ello nos dispersamos.
    Entiendo. — intervino Miroku — Ahora que volverán a unirse es necesario que habiten la región. Bien, creo que Inuyasha podrá hacerle el comentario a su hermano.
    ¡Keh! Ya lo conoces. — ladró Inuyasha reaccionando — ¿Crees que me escuche?
    Sesshōmaru ya se comporta como un Gran Señor. — le sonrió Miroku — Te escuchará. No falta mucho para que vaya por Lin.

    No estuvieron por mucho tiempo. Una gran manada de lobos puede ser insoportable. Además Inuyasha se quejó porque ya apestaba a lobo, y ese olor no le era agradable. Se despidieron corteses y rápidamente de los esposos y, salieron disparados sobre Kirara.

    Bueno, hemos cumplido. — dijo Miroku ya un poco más tranquilo, pues algunos lobos se habían embriagado con extrañas bebidas que mejor se abstuvieron de probar. — Espero que Koga modere su carácter con Ayame, y a la hora de hablar con Sesshōmaru como Comandante del Clan de los Lobos.
    ¡Keh! Eso espero porque si no… se ganará una buena tunda y las esperanzas de los lobos se irán al caño.
    Creo que antes de que hables con tu hermano, — le dijo su amigo — debes darle a Koga una buena lección de educación.
    ¡Keh! — le espetó Inuyasha — ¿Por qué yo?
    Pues porque eres experto en tratar con Sesshōmaru, — le sonrió Miroku — ¿quién mejor que tú? Shippou ya cálmate. — porque el kitsune aún temblaba, ahora sobre su hombro.

    El Hanyō le lanzó una mirada furibunda al monje. Y se puso a pensar que en realidad tenía razón. Así que regresaría mañana a hablar con el lobo, si es que lo encontraba consciente.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso