Parque Hanazawa

—Bien, no todos han llegado, pero esto bastará... por ahora.

Al voltearse, los nueve estudiantes presentes vieron que Alice se encontraba allí, sentada en una de las bancas. ¿En qué momento había llegado? ¿Desde cuándo se encontraba ahí?

Sin embargo, la chica no respondió ninguna de estas incógnitas. Se puso de pie y, con las manos en sus bolsillos, caminó alrededor del parque, demandando la atención de los presentes. Por fortuna, el lugar estaba desierto; ni un alma más presente allí. Cuando tuvo su total atención, Alice les dedicó una sonrisa de lado.

—Así que no son unos completos inútiles... tienen mis felicitaciones, Tricksters —dijo Alice—. Muy bien; vamos a resumir lo que sabemos. Como deben saber a esta altura, hace tres semanas...

>> Siete personas se enfermaron.

>> Ocho personas se enfermaron.

>> Nueve personas se enfermaron

 

Sanji Allende

Más gente estaba llegando a la cita que Alice había avisado por nuestros celulares, un chico pelirrojo que creo que había visto...dos veces, como mucho, y el que parecía tener teclas de piano en el pelo. A medida que se congregaban, decidí acostarme en el pasto. Estaba demasiado exhausto mentalmente como para cualquier otra cosa. Tan solo quería que todo esto acabara de una vez. Me sorprendió el sonido del pasto aplastado cerca mío, así como de la sombra que se sentó a mi lado. El muchacho de pelo negro y blanco había decidido acercarse. Me dedicó una tímida sonrisa, y luego evitó mi mirada. Yo simplemente suspiré, devolviendo mi mirada al cielo. En cuanto comenzó a hablar, levanté una ceja, mientras lo miraba.

— ¿Estás seguro que quieres acercarte a mí, niño? Puede que corras riesgo de ser...¡atosigado!— dije, haciendo una finta de que me abalanzaría sobre él. Me detuve a unos centímetros y solté una risa corta. Acosté mi cabeza en mis manos entrecruzadas.— No creo que sea bueno sentarte tan cerca mío, chico. Hasta ahora, tan solo parezco atraer antipatía y bisturís hacia mi persona. Estar cerca de alguien así tan solo puede hacerte objetivo de daño colateral.

Me quedé en silencio una vez que Alice apareció, y con su dulzura habitual, comenzó a hablarnos. Al parecer, quería que nosotros completáramos lo que sea que estuviera diciendo, juego en el que no tenía ninguna intención en participar. Miré a mi acompañante callado.

>> Te sugiero que vayas con el resto, peladito. No tengo la energía mental como para mantener una conversación en estos momentos. Aunque agradezco el esfuerzo.— le dediqué media sonrisa, y luego me puse a tararear, ajeno al resto.

Luego de unos momentos que permanecí en silencio, volví a hablar.

— Y la primera que toqué en el tren se llama Something Just This. Está en inglés, no sé que tan bien te llevarás. Y la segunda...— hice una pausa.—...la segunda la improvisé.

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Aclaro, pelado, pelao, peladito, etc, es una manera de decirle a los niños en el país de origen de Sanji (? No hay ninguna intención rara detrás de eso.

 

Akiko Brooks

Alice, al fin, apareció. Habíamos llegado todos salvo Monjiro. Ese chico era tan extraño, silencioso y solitario, que casi no se le veía por ninguna parte nunca. Y que yo dijese eso...

En cualquier caso, Alice comenzó a hacer preguntas. ¿Era esto un examen, acaso? Preguntó por el número de personas que habían quedado enfermos de aquella enfermedad. No iba a intervenir pero... cuando vi que absolutamente nadie parecía dispuesto a contestar, hasta el punto de que Sanji incluso ignoró por completo la pregunta y habló con Yule sin responder a Alice, me dije que tendría que hacerlo yo.

Si la vida de Sayuri depende de esto, no voy a quedarme de brazos cruzados.

—... bueno, nos dijeron que murieron siete, y... sé que Sayuri está enferma pero sigue viva. Con todo, no vi a n-nadie más por la planta de pacientes, parecía muy vacía... a-asumo que es la única enferma que quedaba. Así que... fueron ocho, ¿no?

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Mira, yo no iba a responder, pero (?). Al menos así vamos avanzando

 

—Heh, ¿eso crees? —le dijo Alice, mirándola de soslayo—. Vamos, no hagáis que mi opinión de ustedes vuelva a cambiar... ¿cuánta gente cayó enferma hace tres semanas?

>> Siete personas.

>> Nueve personas.

 

Akiko Brooks

Quedé helada por un instante, paralizada ante la respuesta de Alice. ¿C-Cómo que no eran ocho? P-Pero entonces... había dos posibilidades. O había alguien más que estaba enfermo y no me había dado cuenta, o...

No, no creía que hubiese alguien más, ¿verdad? Si hubiese alguien más, seguramente nos habríamos enterado de ello. Yo estuve en la planta de pacientes y no creí ver a nadie allí. Solo estaban... Sayuri y Daisuke. A-A menos que Daisuke estuviese también enfermo, claro... ¿y-y-y si se contagió y aún no tiene síntomas?

N-No, no puede ser. Pero entonces, ¿qué? ¿Qué opción queda?

... bueno, todos murieron, ¿no? Es un poco casual que Sayuri sea la única aparentemente enferma que no murió. T-Tal vez...

¡Ah! C-Claro, Sayuri se puso enferma, pero no hace tres semanas. Solo hace una. ¡P-Por eso ella sigue viva!

—S-Son siete, cierto —rectifiqué—. Sayuri lleva menos tiempo contagiada, ¿n-no? Solo una semana...

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No sé leer, sorry uwu Al menos hasta lo justifiqué bonito, ¿que no? (?)

 

—Correcto, fueron siete —asintió Alice ante lo que dijo la joven—. Sí; hace tres semanas siete personas cayeron enfermas... y hace una semana, una persona más fue víctima de esta enfermedad... Sayuri Kaji.

>> Sin embargo, aunque esas siete personas ahora han fallecido, Sayuri Kaji aún sigue con vida. ¿A qué conclusión lleva esto?

>> Sayuri es inmune a la "enfermedad".

>> La "enfermedad" tarda tres semanas en matar al paciente.

>> Sayuri Kaji es la cura.

 

Nagi Watanabe

Nagi se levantó tambaleante nuevamente del pasto, había llegado Alice y al parecer la cosa se había tornado seria, observo de reojo como Hiroki se encontraba a lo lejos, tal vez no tuvo que haberlo echo, le hacía sentir fatal, pero tampoco es que ayudará mucho llendo donde las chicas, pues irremediablemente estaba Shiori.

Se acercó lentamente, algo atolondrada por haber estado constantemente toda la mañana con preocupaciones en su cabeza y trato de ponerse lo más lejos de Shiori, pero al mismo tiempo cerca de Akiko.

Había escuchado bien todo lo que salió de la boca de esa rara Alice. Así que... Siete murieron después de enfermar por tres semanas... Y había un contagiado más que llevaba tan solo una, el estómago se le revolvió ante la idea, la piernas le temblaban.

—E-esa cosa... Tarda tres semanas en matarles... ¿No? —dijo de manera muy entrecortada, con un tono de voz extremadamente bajo mientras miraba a Alice directamente a los ojos, aferrándose al tirante de su bolso como si su vida dependiera de ello. — Moriría... En dos semanas... — Tomo aire, muy profundamente, debía calmarse. — Si es que no hacemos algo. —exsaló volviendo la vista nuevamente al piso.

Vaya, estaba frustrada.

 

—¡Exacto! Tal y como dice ella... tarda tres semanas. Lo que le deja dos semanas de vida a Sayuri Kaji —concluyó Alice, y ahora portaba una sonrisa desafiante—. Salvo que prevengamos eso, claro. Es hora de explicar para qué funcionan estos aparatos.

Alice sacó su propio reloj dorado, y les indicó a todos que hicieran lo mismo. Tras insistir en que lo revisaran en detalle, notaron algo de lo más curioso... un reloj suele tener tan sólo 12 números, representados en 12 rayas las cuales eran marcadas por las manecillas para indicar la hora, ¿verdad? Pero ahora que lo veían con atención... había más de 12. Había unas... sí, un total de 31 rayas pequeñas en el reloj de bolsillo. ¿Qué significaba eso? ¿Acaso... lo que marcaba este reloj no era la hora?

—En caso de que no lo hayan notado, esto no es tan sólo una baratija brillante y elegante —procedió Alice—. El Reloj Dorado es un elemento mágico, creado por el Amo... este aparato les permitirá viajar entre las dos realidad. Les permitirá moverse entre el mundo real... y el mundo del pasado.

>> Arcadia. Ese es el nombre de la otra realidad... del otro mundo. Ya habéis pasado por allí, aunque por mero accidente, no me digáis que lo habéis olvidado... ¿recuerdan, ese feo monstruo gigante que casi los mata? Bueno, eso era tan sólo una parte de ese vasto mundo... y en ese mundo hay distintos Dominios.

>> Un Dominio es como denominamos al sector de ese mundo donde una gran cantidad de energía negativa se concentra. Una fuerte fuente de magia negra surge... y crea un nuevo lugar en Arcadia, un lugar donde las Sombras se reúnen y donde el mal se concentra. Estos Dominios tienen un impacto negativo tan fuerte... que su influencia puede extenderse hasta el mundo real, y causar estragos en éste.

>> Ahora, me habéis escuchado hablar por un rato ya... veamos si realmente están comprendiendo y pueden seguir mi lógica. ¿Cuál creen que es el origen de un Dominio?

>> El futuro.

>> El pasado.

>> Igor los crea.

 

Diane Yamaguchi

Pronto, todos nos reunimos allí en el parque, sin yo siquiera darme cuenta. Alice también apareció, sin llegar nunca a saber cómo lo hizo... Y comenzó a resumir toda la información en una especie de cuestionario.

Akiko tomó la voz cantante comentando que eran ocho las víctimas. Sin embargo, Alice, decepcionada, le dio una negativa. Rápidamente se recompuso y entendió el por qué. De esas ocho víctimas, solo siete habían caído enfermas hace tres semanas. Y la otra, la hermana de Kaji... Llevaba ya una semana enferma. Así que eso era lo que le pasaba. Rayos, ojalá poder ayudarlo.

Siguió con el interrogatorio, haciéndonos ver qué a la hermana de Kaji solo le quedaban dos semanas de vida. ¿Qué tenía esto que ver con nosotros, en cualquier caso? ¿Podríamos, de algún modo, salvarla? Pero su siguiente explicación, ante la respuesta de Nagi, parecía esclarecer un poco más ese asunto.

Arcadia. Así que así se llamaba el sitio donde habíamos estado, ¿eh? No era un lugar muy normal, desde luego, así que no me sorprendió el hecho de que fuera una realidad pasada. Y al parecer, en ella se creaban unos dominios que podían incluso interferir en el mundo real. ¿Cuáles eran los orígenes de los mismos...?

—Su origen es el pasado, ¿no? Se forman en Arcadia, debido a una acumulación de energía negativa, según has dicho —intervine entonces, tratando de procesar todo.

 

Nagi Watanabe

¿En lo correcto? ¡¿Estaba bromeando, verdad?! Se desplomó de rodillas al piso, poco le importaba el ruido que hicieron sus rodillas al caer, primera vez que acertaba algo... y como le dolía hacerlo. "Salvo que prevengamos eso"... Tenía razón, ella misma también lo había dicho, aún quedaban dos semanas, dos semanas donde podía hacer algo por esa tal Sayuri... dos semanas donde podía hacer algo por Yuki, aún no era momento de rendirse... No podía hacerlo, más aún cuando no era la única involucrada en todo eso, a pesar de esas ideas que iban agarrando más peso en las ideas que le abrumaban no pudo levantarse, en verdad había quedado estática, escuchando la compleja información que daba Alice mientras pasaba su antebrazo por los ojos.

Arcadia, ese era el lugar donde criaturas terroríficas se encontraban, encontrándose en otro plano... cómo un mundo paralelo conectado e influyente en el suyo... Sentía cómo se le fundían los sesos, y al parecer no acababa ahí, si no que también en la misma Arcadia se encontraban los dominios, que seguramente eran cómo ese lugar de la casa donde la gente le encantaba discutir y apenas entrar ya sentías la tensión sobre tus hombros, tragó saliva, mucha ¿Tendrían que ir hasta allá?

¿Y quién era los que originaban los dominios? O más bien... Qué los originaba. Claramente Igor estaba descartado, no tendría sentido si fuera el caso el "apoyo" algo duro de Alice... ¿El futuro? No, Igor también les había dicho que podían cambiarlo cuando quisieran, no tenía sentido que algo tan... etéreo influyera en el presente, debía ser entonces la última... El pasado, ese que marcaba a las personas, las definía, a veces las condenaban...

Pero... ¿Pensarían los demás igual? Miró a su costado, alzando un poco la vista al encontrarse en el piso, Anna, Diana... Kurosawa, ahg, a lo lejos Shirai con Sanji, la última que vio fue Akiko, mejor esperaría a que otro respondiera, no se sentía con fuerzas para seguir hablando, ya había estirado mucho la lengua, para su suerte ahí estaba Yamaguchi, hablando con voz firme cómo siempre.

 

—Correcto nuevamente —asintió Alice, mirando a Diane; luego se volteó a Shiori, quien parecía algo inquieta porque tardara en darles todas las respuestas—. Ey, despacio chica, que si no lo explico todo bien en detalle de seguro sus pequeños cerebros de humanos no lo comprenden... sólo escucha con atención, ¿ok?

>> ¿Dónde estaba? Ah, sí... estáis en lo correcto; el origen del Dominio es el pasado. Aunque yo conocía Arcadia, aún no podía determinar qué era lo que causaba que aparecieran nuevos dominios en ese mundo... pero gracias a vuestros valerosos esfuerzos de investigación, he dado con la respuesta: el pasado.

>> Básicamente, cuando un individuo experimenta un fuerte trauma en el pasado, su cognición empieza a verse afectada. No es sólo por el hecho traumático; no poder aceptar el pasado, no superarlo, y el sentimiento de remordimiento que no deja avanzar al futuro... esas emociones reprimen a la persona, y esos sentimientos se vuelven energía negativa en Arcadia... generando la aparición de un Dominio.

>> Ahora, y esto es lo importante... ¿qué creen que le pasa a la persona en el mundo real, cuando sus sentimientos crean un Dominio en Arcadia?

>> La persona cae "enferma".

>> La persona sigue con su vida normal.

>> La persona se convierte en Sombra.

 

—Correcto, otra vez —dijo Alice, asintiendo con la cabeza—. Esa "enfermedad" como le llaman ustedes no es nada de eso... un humano normal no es capaz de soportar la presión de sus sentimientos, y por efecto de eso el cuerpo comienza a deteriorarse físicamente... y según los casos que tenemos, tres semanas es el tiempo límite que el cuerpo humano puede soportarlo.

>> En otras palabras, los sentimientos negativos de remordimiento y no aceptación del pasado llevan a crear el Dominio en Arcadia, mientras que la salud de la persona en el mundo real comienza a empeorar. Y ahora viene la respuesta a su otra pregunta... ¿cómo se puede ayudar a una persona que ha caído en este estado deplorable? ¿Cómo puede curarse y luego volver a la normalidad? Pues la respuesta... está en Arcadia, claro.

>> Si uno logra infiltrarse en el Dominio, en el corazón del Dominio encontrará a su origen... a la conciencia propia de la persona que lo originó. La conciencia está allí, atrapada por las cadenas del pasado... pero si uno logra liberar a la conciencia y lograr que ésta acepte el pasado, ¿qué sucederá?

>> Salvaremos a la persona.

>> La persona se curará.

>> La persona despertará en el mundo real.

 

Akiko Brooks

Fue entonces cuando, tras un par de intervenciones de Diane, Shiori y Watanabe, fuimos, gracias a Alice, uniendo todas las piezas.

Existía algo llamado "Arcadia", una suerte de mundo paralelo, y el reloj nos permitía ir hasta allí. Y en Arcadia se creaban dominios cuando alguien sufría algún trauma, ¿no? Cuando no podía aceptar su pasado y este se concentraba mucho en su mente, se terminaba creando a raíz de ese trauma, de esa no aceptación, un "Dominio".

E-Entonces, ¿Sayuri estaba en esa situación? ¿Existía un Dominio creado por la mente de Sayuri...? ¿Un Dominio en Arcadia?

Agaché la cabeza. No estaba realmente enferma, tenía que ver con ese extraño mundo y con su conciencia. Tenía que ver con... la muerte de su familia, probablemente. Ni siquiera Dai parecía superar del todo la pérdida de esta. Sayuri podía estar mucho peor si era algo más débil que él.

H-Había que salvarla, y... ¡p-podíamos hacerlo, seguro! Con optimismo, alcé la voz y, ojos brillantes, dije:

—... en ese caso, la persona se curará, ¿correcto?

Era así, sí. Tenía que serlo.

 

Nagi Watanabe

—¡La salvaremos, claro esta! — Nagi se paró casi volviendo a caer en el proceso, no debería volver a tirarse al piso así, le dolían las rodillas—. ¡Cómo cuando salimos de los vagones! —. El corazón le subía y le bajaba, casi lo sentía en la garganta. — Cómo cuando conseguimos a nuestras personas. —comentó con su tono de voz normal, apretando ambos puños.

Sus personas seguramente influirían mucho en lo que irían hacer de ahora en adelante... Ella misma influiría en si la amiga de Yuki se salvara, ella, con ayuda del resto, podría hacer que la cara tristona de su compañera volviera a tener la radiante sonrisa que recordaba de su primer día de clases... Quería salvarlas... A la tal Sayuri, pero sobre todo salvar a Takagawa de perder un ser querido.

—Vamos a tener que... hacerlo nosotros ¿No? —preguntó con temor en su voz.

 

—Correcto y correcto de nuevo —asintió Alice ante ambas jóvenes—. Si se logra liberar a la conciencia de las cadenas que la atan en el Dominio... el individuo en el mundo real despertará, y esa "enfermedad" que le afectaba desaparecerá.

>> Ahora, y es aquí donde se complica un poco el asunto... no es tan fácil infiltrarse en Arcadia. Para acceder a ese mundo, se deben cumplir... ciertos requisitos, que imponen estos relojes para ingresar a un dominio específico. Y eso hacía esta tarea imposible... hasta ahora. Gracias a los esfuerzos de alguien aquí, ahora será posible acceder al Dominio de Sayuri Kaji.

Alice sonrió, como si esta información fuera satisfactoria para ella, y se volteó... hacia Akiko.

—Lo has sentido, ¿verdad? Tu Reloj Dorado ha reaccionado —continuó Alice, mirando específicamente a Akiko, pero hablando para que todos los presentes la oyeran con claridad—. Cuando un Reloj Dorado reacciona, significa que ha identificado un Dominio en Arcadia... y que has obtenido información acerca de éste. Todos debéis haber notado ya que las marcas en este reloj no son la hora... esas marcas deben indicar otra cosa. Si se quiere ingresar al Dominio de Sayuri Kaji, ¿qué números hay que marcar?

>> 20 y 12

>> 11 y 5

>> 25 y 2

 

Akiko Brooks

Cuando Alice confirmó que, en efecto, era posible salvar a Sayuri, la emoción llenó mi cuerpo. Mis ojos se abrieron, y un sudor frío recorrió mi frente. ¡S-Sí, lo sabía! ¡Se podía! ¡E-Estábamos a tiempo! Con tensión, seguí escuchando a Alice.

Ya no me importaba qué tuviese que hacer; lo intentaría, fuese lo que fuese. ¿Infiltrarse en un mundo peligroso y extraño para pelear con demonios? Sí, sonaba como algo muy terrorífico, y, seguramente, me moriría de miedo... pero tenía que intentarlo. ¡Por Dai y por Sayuri! Sentía que se lo debía, que se lo merecían. No era justo, después de todo lo que ambos habían sufrido.

De manera que, cuando Alice me miró y me dirigió la pregunta directamente a mí, quedé paralizada por unos segundos. ¿Las manecillas no indicaban la hora? S-Siendo 31, entonces... debían ser días, ¿no? ¿Una fecha? Q-Quizá fuese...

—25 de febrero. E-Esa fue la fecha en la que Daisuke me dijo que Sayuri y él fueron a un parque con su familia, es uno de los recuerdos que mejor guardaba Dai... a-así que... q-quizá poniendo 25 y 2 en el reloj, marcándolo... s-sirva, ¿no?

 

Yule Shirai

Cuando Sanji abrió la boca luego de unos segundos en silencio, Yule le dirigió una mirada confusa. Le preguntaba si hacía bien en acercarse a él, como si se tratase de un monstruo peor que el que encontraron en Arcadia. El chico recordaba sus intervenciones, pero era incapaz de sentir alguna especie de rechazo hacia él. Apenas alcanzó a decirlo en voz alta. El chico se levantó, asustándole con un gesto veloz, y no pudo evitar retroceder ligeramente, soltando una exclamación ahogada. Su ceño se frunció ligeramente desde su lugar, y durante unos instantes permaneció a un metro de distancia, sin dejar de escuchar lo que decía.

¿A qué había venido eso?

Pronto comprendió, a través de sus palabras y lo que dejaba entrever en su expresión, el porqué de su actitud. O quiso intentarlo, al menos. El chico, por alguna razón, no parecía tenerse en muy buena estima en ese momento. Poco reflejaba ya de ese dicharachero joven que no podía estarse quieto en el vagón del tren. Y aunque era cierto que le asustaba y hacía que su ansiedad social creciese con cada gesto, no le deseaba eso a nadie. Había aprendido, en esos días, a no deseárselo a sí mismo.

Mientras Sanji se recostaba de nuevo, pidiéndole que se marchase con un gesto de su mano, Yule dudó. Sanji no quería tener la obligación de conversar, pero no era necesario hacerlo para darle compañía a alguien, ¿cierto? Estaba intentando aprender a no dudar demasiado, y en ese momento decidió que quería quedarse. Lo hizo cuando se acomodó de nuevo sobre el césped, después del susto repentino, destensando su cuerpo al fin. Ya no estaba tan cerca, porque no quería agobiar a nadie con su insistencia. Solo creía haber escogido lo mejor, esperaba no equivocarse.

Dejó escapar su voz una última vez, casi en un murmullo, volviendo su atención al resto. Como un pacto tácito que acababa ahí la conversación.

—Sonaba muy bien. Gracias.

Los eventos se sucedieron poco después uno tras otro. Las pistas fueron ensamblándose, Alice guiándoles hacia la verdad, y el chico solo pudo observarles en silencio, con toda su atención puesta en ellos. En el final al que se dirigían. Por ello, apenas sintió la llegada de Anna hasta que escuchó su voz cerca de sí, y se volvió hacia ella con curiosidad. Su pregunta le arrancó una sonrisa culpable.

—Sí... Eso espero —dijo, pero no fue difícil comprender que aquello iba para ambos. Imitó su gesto, abrazando las rodillas contra su pecho, y se volvió hacia ella aprovechando el silencio repentino—. ¿Cómo te fue?