PARANOID MONOCHROME

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Eienforever, 16 Mayo 2012.

  1.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

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    Bueno comienzo con lo técnico; "haré" lo escribiste varias veces sin h y lleva tilde.
    Aparte de eso, me encanta como va la historia, no tanto el maltrato extremo que recibió Lea.
    Espero la continuación.
     
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  2.  
    Eienforever

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    ¡Ups!, :$Perdona tienes razón, supongo que me lo gano por escribir rápidamente y no tomarme el debido tiempo para checar lo que escribo U.U…Muchas gracias lo editare en cuanto pueda. Que bien que te guste muchas gracias ; si aun ciento remordimiento :’D u.u pero debe ser así…:X
     
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  3.  
    Eienforever

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    Título:
    PARANOID MONOCHROME
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    2362
    Capitulo 11
    Altercados

    “—¡Padre dejame salir!, por favor… ya no me volveré a escapar—decía la pequeña niña de ocho años, desesperada, sujetando y tirando con fuerza del pantalón de su padre, — ¡Ya te lo he dicho Lea!, no lo hare, es por tu bien…no debes salir de tu cuarto, si no…aquél te arrebatara de mi lado… — decía el hombre con amargo cerrando la puerta tras él y apartando de su ropa la mano de su hija ,con una fría expresión, mientras escurrían de sus ojos unas cuantas lagrimas, y algunos gemidos ahogados de su boca. “
    Lea se encontraba dormida profundamente, recordando entre sueños aquel pasado que algún tiempo intento olvidar, pero que aun después de haber sido suprimido arremetía con volver de una manera brutal; aun entumecida por completo por lo sucedido, podía sentir con calidez una manta que acariciaba su cuerpo suavemente, y aquella enardecete pulsación sobre las heridas que le habían provocado bruscamente ante las diversas situaciones; la brisa le acariciaba dulcemente tratándole de reconfortar, mientras como si fuese una pesadilla las voces de lo que tanto había pasado en tan poco tiempo se entrelazaban con aquellos recuerdos tenues de cuando era niña; quince años habían bastado para haber suprimido aquella pesadilla que tuvo de vida, y ahora que tenia veinticinco años, de alguna manera ante el shock sufrido ante algo tan irreal,¡¿Demonios?!... simplemente empezaban a brotar los recuerdos a la superficie, “—¡padre!...por favor…—murmuraba la pequeña mientras se dejaba caer contra puerta, mordiendo con amargo su labio inferior.” Aún dormida no pudo evitar salir algunas, acariciando su rostro…
    ***
    —¿Que esperabas?, simplemente es una humana…—decía Elián a Alexa con altanería mientras mordía una manzana.
    Ambos se encontraban en aquella misma biblioteca amplia, donde el macabro juego había dejado aquellas tantas partes mutiladas, que ahora se encontraba completamente reluciente, e inclusive aquel olor a sangre se había desvanecido del ambiente como si nada hubiese pasado; Alexa se encontraba enfurecida, denotando con rabia su frente levemente arrugada a pesar de su fina piel, a la vez con esa caprichosa expresión, cruzaba ambos brazos mirando con molestia a Elián; decía Alexa con fastidio —¡Yo se que es una humana!, pero, ¿por que no la has dejado simplemente encerrada, allá abajo como en ese momento? —, interrumpió Elián fríamente, —No tengo la menor intención de tratarle bien, e incluso me hubiera importado poco cortarle esa lengua o matarle…— dijo amargado, mientras penetraba una densa mirada sobre aquella manzana en mano , tragando palabras continuo, — tal vez te burles de mi, pero… a pesar de que no cuento con toda mi energía, detesto aquella sensación que me recorre al intentar hacer algo mas allá de una diversión…además… esta noche me ha convocado a una asamblea…
    —¡¿Bromeas…no es así ?!, tiene mas de quinientos años que no sea presentado, ni si quiera ante un general…solo …aquella vez que le traicionaste.
    —Lo sé…
    — ¡¿Pero que tiene que ver ella aquí?!.
    —Pues simplemente me ha pedido que la lleve…al menos eso dice aquella carta —, decía Elián mientras apuntaba con su mirada sobre un sobre en el escritorio.
    —¡¿Para que quiere él que valla una humana?!, ¡¿acaso planea burlarse de todos ante el consejo?!, ¡¿Acaso quiere burlarse de nosotros?! —, gritaba Alexa eufórica ante la situación, mientras se movía de una lado a otro de la habitación.
    —Si bien recuerdas, no es algo que me moleste el que se burle en plena asamblea, después de todo yo perdí su “digno” respeto, pero al pensar por tu digna “persona” me veo obligado en darle una modesta habitación, al menos hasta que el consejo se valla—decía Elián con sarcasmo y burla, mientras daba otro mordisco a la jugosa manzana.
    —¿Te parece bien?, ¡¿acaso creés que esta bien aun después de nuestra descendencia y del echo de tu traición ?! —Alexa preguntaba eufórica ante la nefasta respuesta de su hermano; Elián se levanto de la silla, seco, recargándose sobre el escritorio, mientras veía con molestia las reacciones de Alexa y oía con eco sus reproches. Continuaba Alexa, —¡¿Qué es lo que piensas que dirán…—de inmediato Elián interrumpió;
    —¡Ni tu dichosa familia, ni tu dichosa reputación, a sido mancillada por mi Alexa!, —decía Elián con molestia, —¡ yo en aquél entonces, como hasta este momento no he cambiado de parecer en que esto siempre ha sido una estupidez!,¡ jamás me ha interesado nada de aquí, ni allá!,¡ hubiese sido mejor si en aquel momento, aquél no hubiera vacilado y me hubiera matado tanto como yo lo deseaba!.¡ Pero simplemente me dejo en un cuerpo semi-humano, en cual no puedo morir por más que lo anhele, y por mas que corrompa sus ideales!.¡¿Crees que me parece divertido el echo de hacer cosas de un crio para solo buscar la muerte?!,¡tu familia ,tu decencia, todo en cuanto a tu “honra” que deseas no ha sido mal echo por mi, él jamás a dudado de tu capacidad, pero aquí me tienen atado en un maldito trono que tanto repudio!. Y en aquel entonces meramente fue una estupidez… al menos si hubiese acatando ordenes como un vil demonio puro y hipócritamente actuando, era seguro que ya estuviera muerto…y a ella, bien solo fue una piedra en el camino…algo que jamás debía haber pasado…Y a esa mujer, no tengo ni la menor idea de que le desee hacerle…no es nada de lo que me deba incumbir…—decía frio mientras salía de habitación .Alexa quedo perpleja ante la respuesta y molestia de su hermano, bien todo era verdad, jamás había sido su ideal ser el maestro de la familia…
    —Elián…—susurro Alexa, mientras aquél cerraba la puerta tras él. Aquél joven caminaba por el amplio pasillo, tratando de tragar palabras y recuerdos innecesarios, simplemente le molestaba la idea de que el debía de cumplir con ideales no suyos.
    “¡¿Cuándo comprenderán que jamás me ha importado nada de esto!?” pensaba. Mientras apretaba con fuerza los dientes. Elián caminaba en los amplios pasillos a paso apresurado, algunos cuantos sirvientes que pasaban a su lado hacían una leve reverencia, —¿será cierto que hay una humana?... —oyó un diminuto susurro al fondo del pasillo; se encontraban hablando entre si dos hombres de apariencia joven, sin que ellos se percatarse de la sola presencia de Elián;
    —eso parece, parece que el amo ya no tiene toda autoridad…
    —una humana en este lugar, ¿acaso de inmediato perdió todo su poder?...
    — Deberían de ponerse a trabajar o… ¡¿Acaso no les interesa su vida?!—dijo Elián arrogante; ambos hombres de inmediato tomaron conciencia de sus palabras e hicieron una leve reverencia, tratando de ocultar sus nerviosismos, y de borrar aquello que habían dicho, — ¡contéstenme!—, ordeno imperioso, denotando en su rostro su molestia; aquellos mantenían una baja postura, tratando de ocultar su nerviosismos y manteniéndose en silencio, se encontraban completamente nerviosos como para dar una respuesta que complaciera su ego, que simplemente se mantenían en silencio — entonces no me contestaran…—dijo nuevamente, mientras podía oír como estos tragaban un poco de saliva para hidratar su garganta; aunque con tanto esfuerzo trataban de mantenerse serenos, podía Elián ver su pálido semblante, a si como también oía como corría su sangre apresuradamente a través de sus venas. El resto de los sirvientes mantenían desde la distancia aquella reverencia oyendo con atención las palabras de él; Elián no se encontraba de buen humor, podía sentir con disgusto el incontrolable deseo de borrar lo que habían dicho; uno de aquellos dos decidió romper el silencio;
    —No…bueno, es solo que desde hace una semana huele a humano el castillo— aquellas palabras simplemente salían entre cortadas, decía el joven tembloroso ante su respuesta.
    — Entonces te molesta el olor a humano…¡¿Qué podía esperarse de un demonio de tan bajo nivel?! —,dijo engreído ,mientras se dibujaba una marcada sonrisa maliciosa, mientras ambos se mantenían aún inclinados, continuo— ¿Tienen curiosidad de si hay una humana, no es así?,¿Qué les parece si hoy se encargan de su cuidado? —, soltó sorpresivamente preguntando a aquellos sirvientes; ambos se levantaron de inmediato manteniendo su mirada debajo de los ojos de Elián, mientras él denotaba su altanera figura, esperando una respuesta…
    —Bueno…si usted…—decía uno de ellos con palabras entre cortadas, ambos se encontraban completamente sorprendidos y a la vez nerviosos ante su supuesta acción; de inmediato interrumpió aquél, mientras caminaba a apresurado paso, —¡vengan!, ¡¿sí aun se mueren de la curiosidad?!.
    Todos los sirvientes, alzaron la cabeza a mirarse entre si con desconcierto, jamás Elián había echo semejante acto ante quien no tenia nada que ver con él o que aquél lo permitiese, la sola idea de invitarles a saber si era cierto dicho rumor les invadía de curiosidad como de temor ante lo que pudiese pasar; esa sonrisa burlona bien marcada, ese egocentrismo y la denotada molestia, no era de tomarle a la ligera, pero ni siquiera la opción de omitir dicha invitación era pertinente, ya que aquél podría se peor ante sus acciones y ´palabras. Ambos jóvenes no les quedo más que ir tras él, mientras alguno que otro curioso iba tras ellos; Elián caminaba a ágil paso por los pasillos, con esa misma diabólica expresión en su rostro; siguió hasta que por fin se detuvo frente a una habitación igual de amplia que las anteriores.
    Aquél abrió la puerta de una manera apresurada y frenética, haciendo ruido por doquier, las cortinas cubrían los tenues rayos del sol, y tan rápido como la oscuridad le cubría, aquél jalo de ellas para hacerles paso al interior;
    —¡Vamos! ¿¡No querían ver al humano que compartirá su suplicio?! —decía mientras miraba hacia la puerta donde permanecían aquellos dos con cabeza inclinada directamente hacia el piso; ambos se encontraban completamente nerviosos ,esas palabras simplemente no debieron haber salido de sus bocas; Elián dio un tronido de labios nuevamente mostrando su molestia, de inmediato busco a Lea entre las sabanas. Aún ella se encontraba exhausta , aquellos días no habían sido lo necesario para reponerse, mucho menos si ni siquiera haber probado bocado alguno hasta el momento; Lea abrió los ojos de par en par observando salvajemente aquella sonrisa malévola;
    —Querida, esos de allí serán tus compañeros, deberías de saludarlos— seguía sínicamente Elián tomando del mentón de Lea, mientras ella hilaba ideas aún atontada ante la confusión; todos simplemente permanecían en silencio, tratando de no llamar mas la atención y enfurecer a aquél pero parecían irritarlo cada vez mas. Lea abrió por completo los ojos, por fin aunando un poco las ideas y coherencia, todo tan enredado pero tan real y cierto, Elián aquél hombre que conoció como un demonio, tanto metafórico como literal, estaba allí usándola como si se tratara de una muñeca;
    ¡¿Acaso no les dije que hoy se encargarían de ella?! —, decía arrogante a los sirvientes sin recibir respuesta, continuo— bien.
    Quedaron todos por completos enmudecidos, un ambiente pesado y sofocante les embargaba, ¿Demonios aterrados? en efecto, Elián para nada estaban jugando.
    Aún las palabras de Alexa retumbaban por su cabeza, tan innecesarias, pero perder respeto en su misma casa…
    Elián jalo del brazo de Lea, encaminándola aprisa hasta la puerta, enfrente de aquellos dos;
    —bien, entonces no se harán cargo.
    —Yo…bueno…—Uno de ellos alzo su rostro para contemplar aquél rostro enfurecido, mientras mantenía una expresión atemorizada, tratando de tragar saliva para coordinar coherentemente palabras;
    — me disculpo…
    Elián no dejo que continuara; estiro aquel brazo que no usaba para sostener a Lea, y esos ojos, aquellos atemorizantes ojos dorados reaparecieron; todos se alarmaron, mientras seguía aquél con esa delirante sonrisa. La cabeza de ambos estallaron dejando restos de tejido sobre el suelo; el resto de los sirvientes bajaron la cabeza mientras palpitaba su pecho a rápidamente, esperando cualquier cosa que les ordenara.
    —¡Lárguense si no quieren perder su vida! —dijo imponente haciendo que todos dejaran aquel lugar de inmediato, mientras cerraba la puerta de la habitación. Lea quedo nuevamente sorprendida, viendo aquellos cuerpos sobre el piso, a lo que ya no pudo contener más sus palabras;
    —¡¿Estas loco?!,¡¿Qué demonios quieres?!,¡¿Qué hago aquí?! —dijo Lea eufórica soltándose de la mano de ese hombre. Elián sin ganas de oír mas, con esos aún doraros ojos, arrincono a Lea sobre la pared con ese perfil iracundo;
    —¿Te parece que me agrada que estés en este lugar? ,¿ te parece que tenga que encargarme de ti personalmente por capricho de es hombre?,¿ te parece que disfruto hacer niñerías?...Mas aún, ¿crees que disfruto tu encuentro?. Desde que apareciste en mi camino todo ha venido con malas noticias, e estado cayendo cada vez mas de lo que me encontraba, prefiero estar muerto… y sabes, lo ansió con muchas ganas —decía frio apretando los dientes y conteniendo su ira. Lea se sentía sofocada pero a la vez molesta por todo, olvidando cualquier acción pasada o recuerdo, soltó una bofetada sobre aquél joven.
    ***
    —¡¿Entonces Elián debe encargarse de esa humana?!,¡¿ acaso esta loco ese viejo?! —Decía Alexa enojada, completamente colorada de rabia. Continuo, — ¡¿Por qué la quieres?!.
    —Querida hermana, bien te lo dije, tú debías permanecer a mi lado tanto como el trono.
     
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    Dark RS

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    Perdón por no pasar a leer hasta ahora, pero he tenido una semana fatal.
    Vamos a lo técnico, la ortografía mejoró enormemente, solo una que otra tilde rebelde.
    La proxima vez invitame.
     
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    Eienforever

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    Perdón la próxima lo haré :p. Mucha gracias ,esta vez tuve cuidado con lo que escribía, me tome el tiempo de "medio" corregir conforme escribía, cosa que no hago, pero que hare de ahora en adelante, me gusto el resultado :'D. Si esas tildes traviesas, algún día ;].Muchas gracias aww si me imaginé, hay veces que uno no tiene tiempo por más que lo deseé T.T.
     
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    Eienforever

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    Título:
    PARANOID MONOCHROME
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
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    3719
    Capitulo 12
    Conmoción

    Alexa mantenía entre sus dedos aquella carta que Elián había dejado sobre el escritorio, haciendo que esta se arrugada por la fricción que ejercía su mano sobre ella, provocado por la intenso agobio que le afligía el solo echo de leerla; un solo párrafo fue suficiente para hacerla enfurecer;
    “Te encargarás de ella. Si aquella humana muere, ten por certeza que te daré el mismo final con mis manos…”
    Aquellas pobres líneas hicieron desbordar sus oscuras emociones, en una tenue y literal capa de oscuridad que lentamente nublaba la habitación; ella mordía con rabia el inferior de su labio haciéndose un pequeño corte, mientras le recorrían una gota de sangre. ¿Acaso estaba bien que estuviera a cargo de una humana?,¿Acaso esta bien que fuera esa humana?; sus emociones se desquebrajaban dejando los nervios a flor de piel, literalmente un demonio sintiendo miedo, tan irónicamente enganchada por sentimientos y emociones, además de la cólera;
    —¡¿Entonces Elián debe encargarse de esa humana?! , ¡¿Acaso esta loco ese viejo?! —Decía Alexa alzando la voz al aire, denotando su enojo, completamente colorada de rabia. Continuo,
    — ¡¿Por qué la quieres?!.¡¿Acaso te parece divertido esto?!. — grito a todo pulmón sin recibir respuesta alguna. La rabia lentamente le consumía, y la penetrante capa tomaba la enorme habitación, como si se tratara de un gas toxico y mortífero capas de desintegrar cualquier cosa viva que estuviera por allí; la habitación crujía por todos sus alrededores, paredes, piso, y los escasos muebles, oyéndose con claridad los pequeños estruendos; lo único que alumbraba a aquel lugar eran las tenues luces de algunas velas, que lentamente se dejaban consumir; ni un rayo de luz capas de entrar o salir, la habitación no tenia mas que unas cuantas puertas, y un espejo hacia el fondo como compañero.
    Entre aquellas densas ondas de energía que lentamente consumía la habitación, se oyó con éxtasis la carcajada de una seductora voz masculina, la voz votaba y rebotaba contra las paredes, haciéndose eco, y sacando de su trance a Alexa;
    —¡¿Jael?! — pregunto Alexa, mientras miraba hacia un espejo amplio, que adornaba el lugar.
    — ¿Acaso aún recuerdas a tu hermano?, parece que Elián ya te conto de nuestro encuentro — decía Jael con un bufido entre dientes; las sombras le envolvían.
    Alexa podía observar una tenue silueta en el espejo, dejando a la vista una maliciosa y horrenda sonrisa por parte de aquél humanoide, el cual se encontraba dentro del vidrio, que lentamente se empañaba por la oscura energía. Continúo Jael con burla en sus palabras;
    —Querida hermana, bien te lo dije, tú debías permanecer a mi lado tanto como el trono. ¿Que te da más rabia?,¿Qué ella deba ser cuida por Elián? O ¿Qué se enamore, como hace quinientos años?.
    De inmediato aquel vidrio fue destrozado por una densa mirada y la oscura energía que Alexa había dejado al aire por su ira. El vidrio permanecía destrozado sobre el piso, aún sin dispersarse la asfixiante y sofocante capa de oscuridad, mientras aquella irritada joven mantenía clavando hacia aquellos trozos otra mirada igual de penetrante. Soltando nuevamente carcajadas de aquellos trozos, salía una sombra que lentamente tomaba forma a aquél bien contorneado cuerpo masculino;
    —¿Acaso no he dicho una verdad? — continuaba mofándose el rubio joven, mientras aquél tomaba control de su cuerpo.
    —¡No seas ridículo! —dijo aquella joven apretando con fuerza sus dientes intentando de tragar palabras innecesarias. Su corazón latía desenfrenadamente, oyendo en sus retorcidos pensamientos algunas voces que le incitaban a matar aquél que se encontraba ante sus ojos; la ira lentamente se consumía a la locura mientras observaba con amargo la delineada e hipócritamente dulce sonrisa que aquél le daba como respuesta, la cual parecía disfrutar.
    —Que hermoso rostro, hace mucho que no veía a mi pequeña hermana…— Decía Jael mientras se aproximaba a lentos y desafiantes pasos hacía su hermana, continuo, — bien seria aún mas hermoso, si le hiciera una linda cicatriz…— dijo con delicia, acariciando suavemente el rostro inmutable de Alexa.
    Aquella pelirroja soltó una carcajada igual de exasperante y desquiciada, mientras tomaba con firmeza de la muñeca de Jael; mientras esté mantenía esa expresión de “dulzura” forzada en su rostro; entre otro bufido entre dientes Alexa hablo mientras desapartaba con fuerza sobre humana a Jael, arrojándole con fuerza contra el muro, haciendo que esta se agrietara;
    —¡Estupideces! —dijo mientras limpiaba unas escasas lagrimas por la hilarante risa que le había hecho sacar aquel acto; recobrando su postura erguida, continuo Alexa con una voz burlona, — bien, tu y yo ,sabemos que sigues amando a Elián ,¿Acaso crees que e olvidado como su bastardo hermano lo contemplaba como un Dios? —Dijo Alexa sumida en un pedazo de locura, mientras aquellas palabras laceraban cortando aquélla maliciosa sonrisa, que había mantenido aquél joven.
    Aquél permanecía inerte, sentado sobre el piso con una desoladora expresión, aquellas palabras simplemente pasaron por sus oídos como si fueran navajas listas para despedazarlo por completo; manteniendo la mirada baja, una vista perdida y clavando hacia el piso con desprecio, apretaba con fuerza la mandíbula, por la tención ante la búsqueda de una aparente respuesta.
    —¿Qué te hace ser distinta a mí Alexa?,¿Acaso creés que te ve como un amor para él? — Decía serio, mientras lentamente se transformaba en otra sonrisa maliciosa, mirando con deleite a Alexa; continuo;
    —¡¿Amor?!.¿Qué día entenderás que solo eres lujuria disfrazada en un cuerpo de ángel?¿Amor?¿Acaso creés que esa palabra existe para ti?. No me hagas reír nuevamente hermana— decía Jael con una delicada sonrisa entre dientes, — Jamás te ha tomado enserio, ni lo hará.
    —¡Callate!, ¡al menos yo si he logrado estar con él!— Grito Alexa enfurecida. La capa de tinieblas nuevamente se avivaba a retomar lo que había dejado por momentos. Continúo Jael delineando cada palabra que salía de su boca;
    — ¿Has logrado?, estúpidas palabras de un enamorado…lo has logrado, sí, si solo te refieres a meterte en su cama.
    —¡Callate!...si no…—enmudeció, tragando brevemente palabras podía denotarse la tensión en su cuello y rostro, mientras el piso levemente empezaba a levemente agrietarse, dejando marcas sobre el;
    —Vamos…¿Si no, qué?...¿matarme? —Dijo aquél joven complacido con la expresión del rostro de Alexa, y ante sus propias, y breves respuestas;
    —¡Si!, ¡te matare de nuevo!
    —Que decidida…pero lamento decirte que no podrás hacerlo— decía Jael aún tumbado sobre el piso, con la misma y diabólica expresión en su rostro;
    —¡¿A qué te refieres?! —pregunto Alexa irritada.
    —¿A qué te imaginás? —jugueteo nuevamente Jael.
    —Deja de decir estupideces, ¡te matare!, ¡no importa si eres mi hermano, lo hare!.
    —Yo aún estoy muerto… — dejo salir Jael completamente con frialdad en su voz; Alexa quedo petrificada por tan serias palabras e increíbles, haciendo que de alguna forma se le erizara levemente la piel, y los minúsculos bellos de su cuerpo, continuo Jael con la misma expresión en su rostro, —Elián, nuestro amado hermano logro matarme. Pero gracias ha este nuevo juego heme aquí listo para destazarlo, así demostrar mi “amor”. Seré el único que lo acabe de esa manera, además de que por fin obtendré lo que es mío.
    Alexa quedo aturdida por un breve momento, “¿Cómo no es que a salido de aquel lugar?¿Aquel juego del que hablo Sasha y Elián?” pensaba con rabia, mientras apretaba con fuerza sus manos a un firme puño; grito al aire mientras esa capa toxica arremetía con su propia fuerza contra Jael;
    —Tu…¡eso es imposible!, nadie puede salir de Eón ,¡Mucho menos nosotros!
    —¿Eso creés?... —Pregunto extasiado, con esa nauseosa sonrisa; mientras Alexa arremetía con su sofocante energía, pudo sentir un leve olor a sangre en el aire ,así como una superior energía que cubría y consumía lentamente al lugar;
    —…parece que Elián esta de malas, si no te apresuras, seguro esa humana tendrá un destino similar…
    —¡¿Qué me importa esa humana?!,¡Debería de estar mu…. —callo Alexa al sentir el dulce olor de la sangre con mayor fuerza, como la enardecida energía preveniente de su hermano; de inmediato como si se tratara de un libro ante sus ojos recordó aquella palabras. Desasiéndose de su energía dejo, a Jael sobre el piso…
    Jael permanecía regocijado, dejando salir nuevamente entre labios otra exasperante carcajada.

    ***
    Elián giro su rostro ante el sorpresivo golpe, sin gestionar o articular movimientos, mientras Lea daba una penetrante y densa mirada de odio y rencor hacia él. Las miradas frías e imponentes se entrecruzaban tratando de desmoronarse entre si, Elián aún con esa mirada dorada, levemente fue dibujando una mirada divertida y extasiada junto con la nauseosa sonrisa de sus labios;
    —¿Acaso creíste, que quería tener algo contigo?
    Lea fue ruborizando levemente su rostro, por la vergüenza y su notable enfado. Aquél clavaba sobre su ser una penetrante y sínica mirada esperando una respuesta a sus palabras; de alguna manera aquella acción a aquél joven, le hiso sacar un bufido entre labios, haciendo que esté cambiara de humor rápidamente, a un estado malicioso y divertido.
    —Quiero que me oigas atentamente…humana —susurro Elián, al oído de Lea, con una tonada neutral, aparentemente incapaz de hacer algo o al memos aparentando en su voz; levemente empujando su cuerpo contra ella y la pared. Continúo con la misma neutral persona,
    —Sí vuelves ha hacerlo, créeme que te hare sufrir de la manera mas lenta y dolorosa. Y para que te olvides de una vez, tus estúpidas ideas, aquel beso solo fue para saber sobre tu padre, si tu terminaste enredara por aquí, agradecelo a sus cenizas…No a mi.
    Lentamente esas palabras la azotaron en un torbellino, erizando su piel; de alguna manera Lea se sentía desgarrada; a pesar que lo odiaba a muerte, no podía evitar sentir un detestable y desagravie dolor por lo dicho. Aún recargados contra la pared permanecían enmudecidos, pero aun así Lea seguía dando una afilada mirada para salvaguardar su persona o al menos que permaneciera su orgullo;
    —¡¿A qué…—fue callada de inmediata manera por un dedo sobre sus labios , haciéndole tragar involuntariamente lo que iba a preguntar, a demás de cientos de maldiciones que se encontraban listas para salir, a pesar de su advertencia.
    —¿Acaso no oíste lo que te he dicho?...No me trates como si me conocieras…hare un infierno el resto de tu corta vida. —dijo Elián sobrio, resaltando cada susurro que salía de sus labios. Aquél joven en verdad no estaba vacilando, ni mucho menos se encontraba de humor para una estupidez más. Aquellas palabras pasaron por los oídos de Lea haciéndola temblar y sentir una horripilante brisa que lentamente recorría su cuerpo, podía sentir en sus palabras que no estaba mintiendo capaz de hacer lo impensable con tal de que él calmara su rabia. Lea trato de calmar su rabia, enmudeciendo por completo para sucumbir el enfado de aquél;
    —Perfecto, en un rato tal vez venga Sasha para otorgarte actividades. Como dije, no quiero zánganos por aquí…—dijo Elián mientras se desapretaba de Lea hacia la puerta. Desviando ligeramente su aún vista dorada contemplo aquellos cuerpos sobre el piso, dibujándose otra mueca maliciosa.
    Lea calmo su persona y los contantes latidos por lo nervios, bien si deseaba salir de allí viva sabia que debía acatar ordenes y caprichos para ello; podía sentir el dolor a causa del hambre, como aún el leve entumecimiento de sus miembros, y la ligera pesadez de su cuerpo, que bien no había notado por la rápida confrontación, y su enredada persona.
    —Como primer tarea, deberás de limpiar este desastre…— dijo Elián divertido mientras dirigía con su vista hacia aquellos cuerpos, y charco de sangre.
    Lea planto un perfil de incertidumbre y sorpresa, observando con detalle como las gotas de sangre levemente aún escurrían de la parte superior de los torsos o bien, donde se habían encontrado las cabezas; nauseas, horror, miedo lentamente la envolvían, incapaz de hacer caso omiso simplemente accedió con la cabeza.
    ***
    —¿Por qué corre tan a prisa?, a la humana…¿La deseaba muerta ,no? —dijo Sasha indiferente, mientras se encontraba recargado sobre el amplio pasillo; un amplio y largo pasillo adornado a sus costados por grades y enormes ventanales, que lentamente entraban delicados y tenues rayos del sol. Alexa con una rabieta trato de ignorarle, pero sintió como Sasha tomaba de su brazo firmemente para evitarla avanzar;
    —¡Dejame!
    —¿Por qué debería de hacerlo?.¿Acaso no es lo que deseaba? — pregunto aquél con un gesto placentero, mientras mantenía su firme movimiento, y mayor mente oprimiendo por cada segundo que pasara.
    —¡¿Tu lo sabias verdad?! —pregunto Alexa expresiva, tratando de desapartar a aquella mano de su miembro. Sentía el ardor sobre su brazo, como también como su hueso erá fuertemente oprimido, para evitar movimiento alguno;
    —¿Debería de responder algo tan obvio?, lo seguiré poniendo de esta manera, yo no obedezco ordenes de nadie, al menos no de ustedes…
    —¡Suéltame!— grito Alexa nuevamente, sin percibir cambio aparente de Sasha; aquello ojos verdes se impregnaban sobre su ser, esperando una respuesta, mientras él seguía presionando para ello; un rostro inmutable, tan frio como los últimos días,¡ lo tengo claro, pero tus acciones a veces son muy contradictorias!, siempre estas al par de mi hermano…¡Con un maldito demonio suéltame! — grito aquella mujer al aire con voz entre cortada, por el ardor sobre su piel, podía sentir como extrañamente empezaba hacer lacerada su carne solo por la fricción de la piel de aquél joven.
    Sasha permanecía inmóvil, sin gestionar alguna acción o palabra, podía oler a corta distancia el penetrante hedor y a la vez dulce, olor de esa sangre; extrañas emociones le embargaban, aquellas palabras de Alexa tan ciertas y contradictorias, sentir se extasiado por el echo de saber de la muerte de cierto demonio, y a la vez un minúsculo dolor punzante, “¿De quienes son estos sentimientos?” pensaba mientras seguía forzando su intensa presión sobre su cálida piel.
    —¡Acaso no te importa que Elián muera!
    Solo esas palabras bastaron para que Sasha la soltara; aquella giro precipitadamente a clavarle una mirada de odio mientras corría a prisa por los pasillos. De alguna manera aquella voz, hiso sentir cierta tristeza involuntaria.
    Aquél giro con desconcierto por la ventana había el majestuoso cielo, mientras sentía una leve opresión sobre su pecho…
    “Aún sigues aquí Aurora…¿No es así?” pensaba mientras sentía como los rayos del sol le acariciaban.
    ***
    Lea sentía con nauseas aquella carne sobre sus manos, aquél le había ordenado deshacerse de aquello, como única alternativa para al menos menear aquellos cuerpos, a algún lugar fue colocándolos sobre una sabana blanca, para menear fácilmente; aquél le observaba con deleite, las “divertidas” acciones de Lea ante semejante situación; la aún cálida sangre corría por sus dedos impregnándose por su piel, mientras aquéllos pedazos de cráneos eran forzosamente despegados del piso.
    —¡No la… — Alexa entro apresuradamente observando el sereno y a la vez sorpresiva mirada de su hermano sobre ella. Elián levemente arqueo la ceja con desconcierto, mientras entre dientes daba un bufido.
    —¿Pensabas que acaso la había matado? —preguntaba Elián tragando su burla; Alexa simplemente suspiro evitando una respuesta; cruzando ambos brazos se recargo sobre la entrada de la puerta observando los últimos esfuerzos de aquella humana. Las incomodas miradas se impregnaban sobre Lea, sintiendo las inmensas ganas de gritar y mandar todo al infierno, pero simplemente permanecía en su labor apretando con fuerza la mandíbula para evitar cualquier estupidez, haciéndose olvidar de que ellos estaban allí observándole como animal. A punto de terminar su trabajo, y Elián tomando paso hacia la salida, un susurro lo saco de aquel trance “amigable”.
    —…por eso Marianne, te odio a morir…— ese susurro simplemente salió de la boca de Lea involuntariamente; ella sin saber como es que salió eso de su boca llevo rápidamente sus manos a su rostro; la mirada horripilante nuevamente se posaron sobre ella, aún peor que la anterior sintió un terror que la recorría de pies a cabeza, hasta nauseas empezaron a parecer, lentamente una oscuridad latiente consumía la habitación, de inmediato Alexa corrió aponerse entre ella y aquél; tampoco ella esta consiente de lo que hacia, ni mucho menos por que esa humana hablo de Marianne, pero algo era seguro debía evitar cualquier locura de Elián contra ella;
    —Quitate Alexa…
    —No lo hare, sabes bien que te pasara si ella muere.
    —¿Creés que me importa? — pregunto Elián con una nauseosa sonrisa en sus labios.
    —¡No te dejare! — grito Alexa decidida, mientras daba una mirada altanera hacia su hermano, aquella bruma empezaba ponerse espesa y a tomar forma, Elián mantenía una mirada afilada hacia Lea. Lea desconcertada mantenía las manos sobre sus labios tratando de entender lo que había dicho, o como es que salió aquello sin su consentimiento; las nauseas, el pánico la acogían sin saber lo que pasaría. Pero un nuevo susurro hiso que él por fin se balanceara sobre aquella;
    —Y pensar que prefirió la muerte…— Dijeron los labios de Lea sin voluntad propia; sintiendo con terror como salía su voz por sus cuerdas vocales. Azotando al otro extremo a Alexa contra el exterior de la habitación, hacia el pasillo; tumbando a Lea sobre el piso clavo sobre su miembro inferior, esa espada que de alguna manera apareció en sus manos al levantarse sobre ella, lacerando enardecido y casi fuera de si. Lea soltó un fuerte grito de dolor al aire;
    —¡¿Cómo es que sabes de Marianne?!,¡Contestame!. —Exigió Elián mientras seguía ejerciendo presión con aquel frio hierro; la sangre lentamente corría, mientras Lea miraba horrorizara a Elián, haciendo que atravesara casi por completo aquella espada, hacia el otro lado del miembro. Elián completamente cubierto por la locura, denotaba la tención en su semblante, como en sus acciones.
    Alexa trataba de ingresar con angustia hacia la habitación pero una fuerza extraña se lo impedía haciéndola botar hacia afuera. Tristeza, angustia, tención todo entretejido azotando en aquel lugar. Como si se tratara de un mundo alterno la oscuridad sucumbía en aquel lugar, penetrando y desgarrando lo que encontrase;
    —¡Que contestes!
    —¡Yo…no— Tartamudeo Lea tratando de buscar una explicación, sentía con desesperación quitarse de enzima a aquél hombre, no sabía por que lo hiso, ni que fue lo que hablo para enardecerle tanto, como conocer el nombre de una desconocida, y como saber que le molestaría tanto aquello, que siquiera tuvo noción en su mente;
    —Bien, si no contestas, ya no seré toda dulzura contigo...— susurro Elián frio con una macabra y forzada sonrisa.
    Alexa gritaba a pulmón a través de la invisible puerta, sin hacer que Elián cambiara de opinión ni acciones, tan cegado por su locura. A punto de hacer algo más que impensable, como si se tratara de un golpe Elián bolo por el aire golpeándose con fuerza contra la pared sobre el respaldo de la cama, mientras Lea permanecía petrificada e inquietada por sus pensamientos; Alexa corrió a toda prisa, aprovechando el desvanecimiento de aquella barrera enérgica, a salvaguardar a la humana;
    —¡¿Cómo es que... —grito Elián, pero conforme fue callando, sintió un hedor completa nauseoso, aún peor que el de él y su cólera; un dolor completamente le atravesaba aún peor que el de aquella espada en su torso; sintiendo un enardeciente ardor que le recorría; tratando de tragar el sanguinolento vomito que recorría su faringe. Elián camino hacia la puerta sintiendo la desconcertante mirada de Alexa sobre él, sobre todo un aura que no debería de estar allí, y desagradablemente conocida;
    —Si no quieres que la mate…mantenla lejos — susurro con palabras entre cortadas; aún sintiendo el ardor en todo su ser, tanto metafórico y literal camino agobiado y mareado por los pasillos, extrañamente desolados.
    Después de un sofocante camino, por esa energía tan densa, llego a una habitación imponente, cerrando por detrás de él la puerta, recargándose contra ella suspiro un poco mientras seguía con mayor dolor una lacerante pulsación que parecía quemar desde adentro. Arqueándose un poco, sintiendo la falta de aire, y aquella energía seguía desquiciadamente contra él. De inmediato subió su rostro a contemplar una tenue silueta entre las sombras, como si se tratara de su reflejo cuando se balanceo contra Lea una espada le atravesó salvajemente;
    —¿Me extrañaste? — susurro la voz masculina mientras lo empujaba contra la puerta con la fuerza de la empuñadora; aquel aliento, aquella voz tan grotescamente conocida…
     
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  7.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Saludos Ein-san:
    Ya sabes que me gusta la historia, bueno no todo, ya sabes de que parte hablo.
    Como de costumbre tienes algunos errores, pero no voy a marcar todos, lo principal son las tíldes y voló se escribe voló no bolo.
    Y como siempre no me invitaste.
    :(
     
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  8.  
    Eienforever

    Eienforever Entusiasta

    Piscis
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    X'D perdona, pero ya aclaré que es solo para darle sabor :'D. Sí esos errores, tildes, comas, etc... pfff u.u y si estoy bastate consiente de ello, O.o pero XD ni idea como es que puse "voló" con "b" O.o, mmm pfff tendré que poner más atención cuando escriba jejeje; como te comente habrá una corrección muy minuciosa más adelante :D, en cuanto a invitarte, perdona a pesar que me la vivo en face, lo este o no lo este usando a veces se me es imposible pasar por los lugares donde publico u.u, grandísimas gracias por leer y comentar!!, que se pondrá mejor, no te preocupes del "asuntillo", ¡saludos!. XD
     
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  9.  
    Eienforever

    Eienforever Entusiasta

    Piscis
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    Título:
    PARANOID MONOCHROME
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    3136
    Capitulo 13
    El pacto

    Aquella maldita voz que rosaba por sus oídos, resonando, como si fueran cientos de abejas bulliciosas y molestas. El denso ardor de su pecho, la repugnante sensación nauseosa que recorría su faringe, y aquel sofocante ambiente en el entorno, pero nada era tan asqueroso como esa sínica y rojiza mirada , un rojo avivado, una vista, como si alimentara del pecado de cada hombre, tan lejana, tan dolorosa y con cierto toque de comprensión, y cinismo. La pupila leventemente dilata, embargada de piedad y dulzura, hipócritamente engañosa, azotada contra los propios ojos de Elián, acompañada de una dulce sonrisa igual de compasiva.
    Esa fina y delicada sombra distorsionada, empuñaba con placer contra aquél, haciendo que el corte de aquel metal atravesara por completo aquella gruesa puerta de madera. Entre esa acción Elián no evito sacar un horrible alarido entre sus labios, acompañado por sangre, y saliva mezclada. El indescriptible ardor en su pecho, palpitando sin frenesí, ahora con aquel frio punzante, que le perforaba sin piedad, asiéndolo arquearse por espantoso ardor que le provocaba. Extrañamente ningún grito se oyó al exterior, ambos eran cubiertos por una submundo alterno de oscuridad, que lentamente les devoraba, sin sonido alguno, ni eco que sonara por el ambiente, más que esas dos respiraciones agitadas;
    —Matame…maldito viejo…—murmuro Elián, ahogado por la sangre en su boca, aún agobiado por el grabe malestar. Soltó a reír aquel hombre, un joven de largos, y lacios cabellos oscuros, el cual era distorsionado por las sombras;
    —¡¿Aún me sigues llamando de esa manera?!, a pesar de que somos casi igual de viejos, e incluso deberías llamarme padre. ¿Matarte? Eso quisieras, pero no lo hare…Te lo dije, ¿no es así? — dijo aquél joven hombre aguzando su mirada fríamente hacia el perturbado demonio.
    —¿Decirme? — Elián soltó una pequeña carcajada, mientras tomaba de la mano de aquél, de donde empuñaba la espada, tratando de evitar que prosiguiera; continúo hablando con cinismo, a pesar de la muerte a la vuelta;
    — ¿Creés que me importa? Por algo ataque a tu querida << muñeca >>—musito.
    —Elián, no, Gealdor…. sabes que en mis manos esta tu tormento, y por mi esta si sigues vivo o muerto. No te daré piedad tan fácilmente. — Dijo él joven hombre, mientras empuñaba con mayor fuerza, haciendo que el filo rozara por dentro de las entrañas de Elián; aquél soltó otro gemido doloroso sostenido entre dientes, para evitar la complacencia de el hombre, pero aún así ese anciano, marcaba en sus labios una gustosa sonrisa; ambos se encontraban frente del otro, entre cruzando salvajes miradas.
    Perfecto…matare a tu juguete— dijo Elián bañado por su sangre, y con una ligera y débil sonrisa.
    No dudo que lo hagas, pero su vida te interesara…— susurro al oído de aquél, con voz complaciente.
    Aquellas tinieblas finalmente les consumieron, borrando rastro de la habitación, dejándoles en una nada tan oscura y abismal. Esa puerta, como la espada que brutalmente le atravesaba e impedía su caída, se desvanecieron, dejando a Elián en el piso con la bárbara hendidura en su torso. Mientras aquél le daba la espalda poco a poco su cuerpo tomaba apariencia, de aquellas tinieblas que tenia por masa. Se trataba de un joven hombre, de finas facciones andrógenas, de piel pálida semejante a Elián, al igual que buen porte.
    —¿Que te hace creer que me interesara?... —decía en susurros mascullados el joven demonio. Aquél se levanto del piso sosteniendo los gritos de su cuerpo y su persona. Continuo arrogante, entre un gesto irónico y divertido en los labios, a pesar del suplicio.
    —Yo solo tengo un fin, nada más de ello me debe de importa, ni siquiera tu estúpido juego—dijo Elián.
    —Por eso te interesara. Te daré lo que tanto añoras, al liderar mis acciones como buen ciervo. — dijo aquél de ojos rojos, mientras tomaba asiento en un trono, que de igual manera se solidifico en aquel lugar; se sentó cruzando las piernas opulento, recargando una de sus manos bajo el mentón. Una nueva carcajada se hiso resonar por parte de Elián;
    —¡¿piensas que aceptare?!, ¡¿aceptar ser tu ciervo leal?!, ¿a caso no recuerdas lo que me hiciste? O ¿lo que supuestamente le hice a su << Majestad>>? ¡Fue tan grande su molestia que me dejo prisionero en este estúpido cuerpo! — recito Elián con sarcasmo en cada palabra que decía.
    No pienso que aceptes, lo harás. Aún llevas mi marca en tu pecho.
    Elián llevo su mano a aquel torso lesionado, observando con rabia una especie de tatuaje oscuro; un pentagrama invertido dentro de un circulo, con jeroglíficos en hebreo antiguo, el cual se situaba justo en la ubicación de su corazón, con una medida de al menos, treinta centímetros de diámetro. Continúo hablando aquél;
    — A comparación de tus hermanos, tu eres mi original creación, y de los primeros que introducí a la humanidad, me debes la vida, así como tu amada muerte.
    —¡¿Y piensas que te complaceré solo por pertenécete?! ¡No Lucifer!, siempre moviéndome a tu voluntad por un estúpida situación ,¡¿acaso no entendiste hace quinientos años?!. — dijo con euforia Elián, mientras a su alrededor se formaban una especie de rayos oscuros, envueltos por una capa del mismo color. A pesar de que la herida no daba muestras de curarse y con un dolor latiente, aquél se encontraba enardecido, en una posición levemente encorvada plantando una mirada colérica, omitiendo cualquier dolor, sosteniendo la falta de oxigeno entre dientes.
    —No esperaba menos de ti, pero lo harás…— dijo Lucifer con una mirada fría, mientras se levantaba de aquél lugar, hacia la dirección de aquél. Nuevamente se aviva aquella sensación putrefacta en el aire, que viajaba por las vías aéreas de aquel demonio. A pesar de que aquél hombre tenia un aspecto angelical, y dulce; su aura denotaba horror hacia su persona. A pasos lentos caminaba, mientras Elián, se mantenía en su postura enérgica;
    —Lo harás, no me importa si estamos aquí por una eternidad, de igual manera este sitio rompe con el espacio y tiempo, echo por la misma mano de Dios, solo para avivar día a día mi tormento. Pero si es necesario, estaremos aquí juntos, los dos, para tratar de matarnos uno al otro por el resto del la humanidad.
    —entonces…así será
    Inminentemente a una extraordinaria velocidad Elián arremetió contra aquél con aquella fina espada de la que era dueño y creador, siendo empuñada por una ágil y sutil manera; aquel metal lentamente había aparecido tomando forma en el aire, cubierto por una leve brisa de viento. Lucifer de igual manera con diversión en su rostro, desenvainó de una similar manera, su arma; el cual apareció de unos jeroglíficos hebreos cubiertos de llamas que salían de su mano derecha, emanando en dirección hacia el suelo, salificándose en una espada imponente y robusta. La cual era blandida por ambos miembros superiores. Ambos se a balanceaban uno contra el otro, cruzando ambos filos, retumbando el sonido en la nada por el eco del acero blandido. El dolor en el torso de Elián era insoportable, como para que por cada agitación apretara los dientes para evitar un gemido, y dejar salir oxigeno innecesariamente. Un dolor tan agudo como para matar aun humano, pero aquél demonio ya no le importaba, solo sentía el incontrolable deseo de desmembrar a cierto anciano.
    —¿Quieres matarme ,no? Deberías hacerlo con más determinación mi querido
    << Ángel >>. — dijo con sarcasmo Lucifer, entre una risa maliciosa, culpable, y dulce a la vez.
    Aquél provocado lentamente alimentaba más su odio, y a la vez cruda y cierta satisfacción que lo recorría por completo. Solo el hecho de pensar en derramar sus entrañas, era más excitante que el deseo de estar con una mujer. Las miradas, el cuerpo, las energías y el entorno se tensaban, envueltos por un mar de deleitantes emociones, levantando una especie de bruma que envolvía el lugar.
    —¿Ángel? ¡¿Y yo soy el patético?! Admítelo anciano, aún sigues amando y añorando a tu hermoso creador. — Elián se mofaba con bufidos ahogados, mientras embestía con mayor fuerza aquella hoja metálica. Aquél de igual manera respondía con agiles agitaciones. Ambos intercambiando profundas miradas al compas de sus espadas, saltando por otro golpe, haciendo que la suela de sus botas rosaran por el piso. Una tras otra vez blandiendo salvajemente, tratando de herir al otro.
    Elián se detuvo por un momento tratando de sostener su cuerpo, una vista rápidamente borrosa le desconcertó asiéndole perder el control de la batalla por un microsegundo, el palpitar de su corazón iba tan rápido, que mas veloz que en un suspiro pasaba, además de sentir aún la cálida sangre recorrer su torso. El dolor seguía contante, sin aparente retroceso. Cualquier humano ya hubiera sucumbido, pero ese solo deseo, simplemente lo mantenía de pie. Nuevamente tomo el control, esquivando la afilada hoja por los aires, acompañados por sus alas. Lucifer de igual se alzo a los aires, extendiendo sus negras alas; unas alas finas y delgadas, de apariencia semejante a los quirópteros, unidas por un hueso directamente hacia su columna vertebral dejando libres ambos miembros superiores.
    —¿Tan rápido te cansaste Gealdor? Esperaba que al menos me causaras algún rasguño— dijo Lucifer incitando a Elián.
    Elián parecía extenuado por la batalla, podía sentir el cansancio en su cuerpo, y como algunas gotas de sudor corrían por su rostro, la tención en la espalda de aquél demonio irritado por aquellas palabras, haciéndolo apretar la mandíbula para gastar aire innecesariamente. La paciencia se esfumaba, las ideas y los pensamientos no coordinaban para nada en el momento, << Te matare >> pensó con rabia, mientras nuevamente se abalanzaba iracundo. Los ojos doraros se avivaban, forcejando y arrematando golpe tras golpe.
    —¿Acaso así pensabas proteger a Marianne?
    Ese nombre por si solo, derramo aquel vertido odio, provocando, tocando en el punto más hondo de Elián.
    ¡A aquella, ni la menciones!
    Unas abrasadoras llamas le cubrieron, la furia en los ojos de Elián, dejaban clara su sed por la sangre de aquél. Fijo aquel calor hacia Lucifer, perdiendo cordura de sí por completo. < <¡Quemar! ¡Quemar! >> Como único pensamiento. La lumbre corrió, tornándose alrededor de aquél, el cual no dejaba de embozar una desquiciante y divertida sonrisa. Como si fueran cadenas las llamas se enroscaron en su cuerpo. Aquél sediento demonio, se abalanzó con toda su fuera para traspasarlo. Pero esa sonrisa, no significaba solo diversión para aquél. Justo cuando Elián estuvo a punto de rozar su hoja sobre aquél, las llamas se desvanecieron, mientras él era nuevamente atravesado, por una sombra igual de aguda que el hierro. Aquél quejido entre dientes, ya no pudo ser contenido por mas tiempo, salió con aquella espesa y coagulada sangre por su boca, gran cantidad de aquel liquido carmín corría por la nueva hendidura haciéndolo caer con fuerza contra el suelo.
    < < ¡Maldito anciano!... >>pensaba Elián, mientras daba la cara contra el piso vomitando fluidos sanguinolentos.
    Pensé que me darías mas batalla. Que lamentable….has olvidado el sabor de la sangre, el dulce olor de la carne, el sufrimiento ajeno y aquellas almas tan placenteramente desquebrajadas…Después de todo, que más podía esperarme si yo mismo selle tu alma. — exclamo Lucifer desanimado, aún manteniéndose en el aire con ambas alas extendidas.
    ¡¿Lamentable?! ¿Acaso ya miraste tu espalda? — dijo Elián mientras giraba a plantearle una desafiante mirada, tratando de tomar el control de su cuerpo.
    Lucifer se encontraba cubierto por finos hilos de sangre; como si se tratara de una telaraña, aquel líquido carmín había tomado forma solida envolviendo cada miembro de aquél sin que se hubiese dado cuenta.
    —Estoy sellado, pero no soy estúpido…— musito Elián, en una postura semierguida. Continuo, a pesar de la frenética pedida de sangre, e inclusive el color de su piel, haciéndola más pálida de lo que era.
    Creo que cada vez me subestimas mas…Esa sangre como te darás cuenta es mía, pero…tu mas que nadie sabes que es veneno…más si hablamos de tu aún semiestado angelical. Aún cierta divinidad te envuelve, eso me dijo ella.
    Una carcajada se hiso resonar. Cierto miedo recorría a aquél desterrado, pero también sentía complacencia por tal espectáculo. Los hilos rojizos apretaban con fuerza y deleite, haciendo que por el cuello, de aquél recorriera unas cuantas gotas de sangre azulada.
    Elián sentía la pesadez de su cuerpo, la de su vista, e inclusive sentía como disminuía los latidos de su corazón, pero no debía bajar la guardia, ya que aquél seguro que arremetería. Ni el sufrimiento, ni la muerte eran de temer, pero el orgullo, aquél ego simplemente no se lo perdonaría tan fácilmente.
    —No pensé tanto de un recipiente…pero, no lograras más…
    Aquél Ángel caído , de alguna manera corto aquellos hilos, arremetiendo con mayor fuerza, atravesando con la espada, aquél tórax. De igual manera como fue introducida fue retirada de aquel torso cruelmente herido. La sangre fluía, y aquella que se mantenía como hilos, perdió la forma volviendo a fluir. El cansancio era agobiante, el orgullo simplemente lacera con furia hacia su persona, mientras aquél se complacía de su triunfo. A pesar de todo Lucifer se mantenía fresco, sin una pizca de cansancio.
    —Te lo dije…—dijo Lucifer soberbio, mientras ocultaba sus alas, tomando asiento en aquel trono.
    —Idiota…—bisbisó Elián, siendo azotado por aterrador dolor contenido. Aquella tortura en carne, acuchillaba en la lacerada piel. Tragando su orgullo, calmo su ira, y cruelmente acepto su derrota, sabia bien que no podía haberlo matado, mucho menos con ese cuerpo. De alguna manera debería de aceptar lo que le encomendara por más estúpido que fuera, si ganaba su confianza, sabría que nuevamente obtendría una oportunidad para culminar satisfactoriamente con su deseo.
    ¿Piensas que lidere tus acciones ciego y sin cuerpo?
    Te lo devolveré a su momento
    —¿Y que tiene que ver esa humana aquí?... —murmuro Elián mientras bajaba su rostro hacia el piso, tratando de sostener su peso, y dejando que sus suaves cabellos rosaran contra su piel.
    —¿Qué creés que sea es agrieta?. —pregunto aquél hombre clavando una aguda una mirada hacia Elián.
    Elián sostuvo su aliento. Esas palabras en cierta forma le hicieron sentir escalofríos. ¿Escalofríos?, ¿en un demedio tan orgulloso?, ¿tan seria fue la pregunta para tensar la situación?. De alguna manera aquél joven de mirada azulada, no podía creer tan seria situación;
    —¿Quién creés que se la pudo haber otorgado? Ningún Ángel que no este en los tronos, puede hacer semejante acción, eso significaría su propia muerte.
    —Entiendo…Por eso no la quieres muerta, ¿no es así?. —dijo aquél, sumido en sus pensamientos, < <¿ Por qué semejante don a una humana? …Demonios >>
    —Sabia, que lo entenderías. — dijo Lucifer, que delineaba una gustosa y dulce sonrisa.
    Las sombras eran desvanecidas por un suspiro, mientras aquél joven que había tomado cuerpo, se difuminaba y contemplaba envuelto por brumas y un diverso brillo consumidos entre si. Aquella habitación se limpio de rastro mientras ambos permanecían de pie, enfrente del otro. Elián permanecía aún bastante sofocado por la perdida de sangre de su cuerpo, prisionero de un recipiente semihumano.
    —Eso te ganas por tenerle piedad a los humanos…— recitaba aquél, mientras era atraído hacia una especie de silueta entre dos cortinas de seda. — ese olor…—. Elián giro rápidamente sus ojos hacia aquél.
    Del otro lado una joven de largos cabellos plateados, de apariencia de muñeca de fina porcelana, mantenía su vista clavada hacia un enorme ventanal, cobijada por los mas hermosos rayos solares, mientras mantenía asiento en una silla;
    —¿Aún resguardando a este ángel? — pregunto con desconcierto Lucifer, mientras rosaba sus manos sobre su perdido semblante.
    —Dejala…—susurro Elián apretando con fuerza sus dientes, tragando lo que fuese a decir.
    Aquél hombre permanecía embobado contemplando tal belleza, y a la vez con una mirada de tristeza, revuelto de rencor y odio.
    —Me iré…nos veremos más tarde. — soltó en un suspiro Lucifer mientras se perdía entre las sombras.
    Tal como se fue aquél, todo aquél ambiente se esfumo, asiéndolo tan monótono como antes. El desquiciante ardo proseguía con lo suyo, haciendo difícil el echo de respirar. Como pudo Elián se arrastro por el suelo, hacia aquella joven, que mantenía fija su mirada sin cambio.
    —Lo sé…sabes que de alguna manera debo mantener mi promesa… pero para eso debo romper otra…Ángel — musito Elián, con una vista tenue.
    Elián tomo de la muñeca de la mano derecha, y de inmediato clavo sus dientes como si se tratara de un vampiro. La sangre corría por su lengua, pasando por cada papila. Un mar de sabores le envolvían como no lo había echo antes, recordando y disfrutando el dulce néctar desde hace años. La sangre azulada corría por sus labios, el manjar y un baño de recuerdos le azotaban, empezando a curar aquella laceración.
    —Espero no interrumpir nada…— decía Sasha al entrar a la habitación.
     
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    Eienforever

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    Título:
    PARANOID MONOCHROME
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    6728
    Capitulo 14
    Intérprete y variación

    «”Vamos, corre Lea… corre” se decía la joven adolecente de quince años mientras corría por las calles oscuras de un pueblo. El triste semblante cubierto de lágrimas y sudor, a pesar del gélido ambiente, su piel no percibía el molesto clima. El corazón latía aprisa, mientras su cuerpo casi semidesnudo daba todo de si para escapar»
    Lea mantenía un detestable recuerdo entre sueños, un fragmento de memoria que hubiese querido mantener oculto; aquella última noche que permaneció con su padre, liberándose de aquel estúpido confinamiento aparentemente sin razón.
    ***
    —¡Maldición! — manifestó Alexa, expresando en alto la inconformidad de los actos de su hermano. Alexa sujetaba con sus manos un pedazo de trapo en función de torniquete, haciendo fuerza suficiente para que Lea no se desangrada más de lo que un cuerpo humano es capas de soportar. El semblante pálido no era de menos en aquella humana, como el aspecto letárgico en ella.
    Sasha entro a la habitación con una charola de alimentos en mano, observando de reojo el suceso; caminando a paso sigiloso, dejo la bandeja sobre una pequeña mesa que se encontraba cercas de la entrada. Un rostro neutro, sin rasgos que denotaran un cierto malestar que le azotaba internamente.
    —Maldita humana, ¡no mueras!— decía asonada aquélla mujer. Alexa a pesar de ser un demonio noble, ella no poseía ni la mitad de poder que poseían sus hermanos, al menos podía someter a cualquiera que estuviera fuera y bajo de su rango; con sus encantos femeninos y un poco de fuerza bruta. Salvar a un humano no se encontrarían más que en sueños. Los sirvientes podían oler con gozo la sangre, que dulcemente pasaba por sus narices, asiéndoles desear tan delicioso manjar, mientras estos corriendo a auxiliar a su Señora.
    Los sirvientes corrían por utilería para tratar de detener el sangrado, pero la espada había cortado la arteria femoral; tan profunda era la hendidura que bastante sangre se había derramado, como para morir. Si aún no moría Lea, erá por que Alexa mantenía un pequeño conjuro para intentar reparar las células de aquel cuerpo, haciéndola caer por micro segundos en agonía y sentir a la vez rejuvenecimiento, que bien atrasaban su muerte. No era una gran hechicera como Jael o Elián, simplemente pronto daría por sentado la muerte de aquélla.
    — ¡Jael! — grito Alexa por el socorro de su hermano, el cual no aparecía, dejando al aire una respuesta de desinterés, que solo fue oído por ella;
    —No lo hare…
    Como bien ella había dejado claro, le importaba poco la muerte de Lea, pero la vida de su amado hermano, tan preciada que le aterraba la sola idea de perderlo. El semblante martirizado en Alexa por no saber que más hacer, combinado con odio, tristeza, y hasta horror por los dos polos opuestos que debía equilibrar. Por un lado dejar morir a la humana por involucrarse con su propiedad, y por otro lado, salvarla para evitar la muerte de aquél.
    La habitación se encontraba tan bulliciosa e inquietante, que Alexa no se percataba de aquellas sobrias sonrisas de gozo, por parte de los sirvientes al ver a aquélla tan abatida. Vamos, ver aun demonio con dolor tal vez era algo pseudonormal, pero verlo hacerlo por una humana, y además frente a sus criados, claro que era de esperarse una gran complacencia entre dientes, además de los posibles murmullos de burla en el futuro.
    Sasha miraba con desagrado el moribundo cuerpo. No era por el echo de que se trataba de una humano, si no que algo dentro de él le gritaba, le decía desesperadamente que no dejara perder aquella alma, un algo que él bien conocía, y siempre le exigía por compasión. Aquella voz tan latiente, y a la vez torcida por el sufrimiento que observaba atreves de los ojos de aquél. Él ladeaba la cabeza tratando de borrar aquella parte compasiva, negando aquella voz. Oprimía con rabia los dientes tratando de no denotar nada en su semblante, mientras se mantenía recargado sobre la pared de la entrada de la habitación cruzando los brazos. La taquicardia le azotaba, envuelto en aquellos deseos, observando con molestia todo a su entorno. « No lo hare, ¡No lo hare! Sabes cuanto me costo entrar aquí, lo sabes bien… » Peleaba a sus adentros. Esa voz seguía dando batalla para que parada tal espectáculo, una voz femenina, tan dulce y hermosa, suplicando clemencia por un humano «¡Hazlo Sasha!» . Aquél bajo la mirada al suelo llevándose una mano al rostro, toco su frente, tratando de creer lo que haría, simplemente sabia que aquella parte no pararía hasta que hiciera lo que le decía. Apretando más la garganta, y olvidando cualquier educación, musito en contra de sus deseos a Alexa;
    —Alexa…—murmullo Sasha oprimiendo sus palabras, continuo a pesar de su negativa—. Saca a tus sirvientes yo me encargare…—termino él no muy convencido, obteniendo por respuesta una mirada de sorpresa por parte de aquella mujer, además de otras bulliciosas voces bisbisadas en deslealtad.
    —¡Si la ma…—inmediatamente Sasha corto las palabras de Alexa —, ¡no la matare!, ¡solo sal!— termino Sasha impetuoso, mientras se posaba en rodillas a lado de Lea. Alexa suspiro en inconformidad, aceptando aquellas palabras como única opción. A pesar de que tenía cientos de cosas para no aceptar, decidió callar ante su probable y única salvación.
    Aquella mujer salió de la habitación tras sus sirvientes, cortando por ultimo el hechizo.
    Bien Sasha no hablaba de sus planes, ni nunca dejo en claro como es que se acerco a Elián, siquiera nunca dejo esclarecida su naturaleza, pero era indudable que la lealtad es primero ante todo por más que le pesara, sobre todo, a aquella voz que desquebrajaba su mente.
    —Lo hare…pero a mi manera…—musito Sasha a aquella voz, girando su vista al envoltorio de los yacidos cuerpos. Aquellos gritos en su cabeza, de alarma cesaron. La paz le envolvía a pesar de la negación de su acto.
    El cuerpo casi sin vida de esa humana se encontraba como si fuera una muñeca de trapo, bañada por su propia sangre; las respiraciones lentas e inconsistentes, las palpitaciones suaves y lejanas, y un rostro distante, listo para decir adiós a su sufrimiento. Pero aquel adiós simplemente no llegaría.
    Aquél joven empezó a recitar, en una lengua antigua e indescifrable, algún verso rítmico y armonioso, como si se tratara de una suave y frágil canción; el sonido de su voz se hacia eco en la habitación, solo haciéndose sonar la hermosa tonada, consumiendo las aparentes palabras que envolvía la melodiosa balada. Mientras él recitaba, aquellos cuerpos se envolvían en una brisa suave, volviéndose polvo fino, e imperceptible. Los ojos de Sasha se mantenían cerrados, en tanto estiraba su mano, en un sutil movimiento, sobre el tórax de Lea.
    Mientras las palabras bailaban en el aire, una onda se formo sobre el cuerpo de aquélla; la cual le cubría lentamente del centro a la periferia; con un ligero resplandor azulado, y una extraña, y refrescante brisa de mar. Como si se tratara de una pequeña ventisca, el viento acariciaba el entorno, envolviendo a Lea, a su alrededor. Los restos de aquellos demonios se arderían a su piel. Esa herida lentamente eran cerrada; micropartículas, una a una se aunaban a la piel, y algunas se adentraban al interior de su cuerpo, entre el lacerante orifico, curando de adentro hacia afuera. Aquel pálido semblante, volvía a un leve rosado, cubriendo cada centímetro de su piel, las respiraciones se volvían contantes, olvidando por su cuerpo, el desmesuramiento de ellas.
    Tan rápido como sucedía Lea abrió los ojos bruscamente, plantando una mirada hacia el extenso y fino techo, siendo sacudida por aquellas extrañas plegarias. Un extraño calor recorría su cuerpo, como aquella deliciosa brisa que rosaba dulcemente por su piel. Las ideas, las emociones iban y venían, entre mezcladas en un remolino; su padre, aquellos frágiles recuerdos que habían consumido el olvido, pero que resurgían horriblemente, como también, el desquebrajado mundo en el que vivía actualmente haciéndose batalla entre si para saber cual era la mas mortífera verdad. Cristalinas gotas de llanto, y los sollozos sostenidos entre dientes acompañaban a su lamentable ser. Aquellas adherencias, y reconformación de células, en mitosis, reestructuraban cada tipo de tejido a su paso; epitelial, conectivo, muscular y nervioso, como a sus derivados de cada uno de ellos.
    La hendidura cerro por completo, dejando una fina y tersa piel, como a la que anterior mente se encontraba. Sasha planto una sobria mirada a su final trabajo, mientras empuñaba su palma, el calor que irradiaba se detuvo, haciendo sacar de aquélla joven una larga exhalación. Un minúsculo silencio, de alguna manera se hiso abismal haciendo caer a Lea en un especie de trance…
    Lea…—susurro Sasha, tratando de forjar una mirada compasiva. El susurro de Sasha de alguna manera se hiso eco en su oídos, haciendo sacudir la mente y el cuerpo de Lea.
    ¿dónde…—enmudeció aquélla, recordando ante sus ojos lo que había pasado. Retomando su cordura Lea tomo asiento sobre el piso, abrazándose así misma, murmurando encontrá de entablar una conversación—; ¿cuando me matarán?...
    Eso solo tú y él lo deciden…— dijo frío Sasha mientras se erguía.
    ¿a que te refieres?...
    ni si quiera yo lo sé. Yo no soy el que manejo pactos con dos identidades…—musito Sasha. Podía notarse en su voz el quiebre de sus palabras, y la detención de ellas—, pero… por algo Dios dejo de manejar la situación hace mucho tiempo… todo tiene un por que Lea.
    Lea dio una mirada de incertidumbre, la cual era lentamente bañada por algunas lágrimas. Las palabras por si solas fueron claras, pero su significado no lo fue para nada ¿Acaso le decía aquél desconocido, que él que su vida fuera una mierda desde que nació, tenia que ser por que sí? ¿Qué el que el mundo que odió, tenia que volver a forjarse igual que antes? ¿Qué aquél idiota debía hacerle lo que él quisiera? ¿Todo tenia que pasar, solo por qué Dios lo quiso? O ¿a qué demonios se refería aquél?, aquellas palabras de alguna manera le hicieron sentir un mareo agudo, como también un nudo inexplicable en su garganta, que le evitaba seguir aunando una nueva pregunta.
    allí tienes alimentos, no te preocupes en escapar, me asegurare de mantener un hechizo para evitarlo. Los únicos que entraran son el Amo y la Señora, además de mí.
    Me matara aquél, ¿no?... — susurro Lea apretando con fuerza sus brazos contra su cuerpo.
    Ella aún mantenía en un fresco el terrorífico recuerdo de Elián cuando le atravesaba; aquellos ojos llenos de ira, aquella sonrisa de deleite, en verdad Lea esperaba no verlo por mucho, mucho tiempo, empezando a desear de nuevo aquel calabozo frio y oscuro.
    —Ya no lo hará…—dijo neutro Sasha, caminando hacia la puerta. Aquél en el ambiente olio un leve olor a sangre, y cierta energía que lo escondía, una esencia que bien conocía, « Lucifer…» pensó. Continuo la corta conversación con una lengua afilada—, no me tomes como un protector, simplemente sigo ordenes.
    Todos lo hacemos…—musito Lea, mientras se tiraba al piso en posición fetal aún sujetando sus miembros.
    En un rato tal vez vuelva por ti, para entonces deberás de comportarte, bueno, si al menos deseas vivir un día mas. —Termino Sasha cerrando la puerta tras de él.
    Me hubieran dejado morir…—susurro Lea, en ultimo dialogo hacia la puerta.
    El tiempo se hacia eterno, tanto, que había momentos en que ya nada importaba. Su cuerpo, todo su ser, sus pensamientos, simplemente toda ella estaba cansado de todo, tal vez hubiese sido una buena idea el suicidio, pero Lea sentía que era la peor manera de dejarse vencer, eso jamás seria una opción para ella.
    Inundada nuevamente por sus pensamientos, aquellos la atravesaban salvajemente como agujas, « ¿Qué hiso mi padre?... ¿Marianne? ese nombre… ¿Por qué se enojo por oírlo?... sí, esta loco, pero… ¿Por qué lo dije?, si quiera conozco a el portador de ese nombre, más aun ¿Qué me paso?» pensaba Lea dando vuelta sobre su eje, haciendo que su espalda diera con el piso, « “Demonios”… ¿a qué se refirió aquél con; “Yo no soy el que manejo pactos con dos ‘identidades”…Decisión mía y de “aquél”… » Suspiro nuevamente, tratando de resetear su mente, por supuesto sin conseguir nada.
    supongo que deberé de comer…veamos que querrá el «Amo» más tarde— dijo Lea con desanimo, enfatizando en sus palabras el rechazo hacia aquél.
    Aquélla se irguió nuevamente, dando un extenso y largo suspiro, limpiando las escasas lágrimas de su rostro dirigió su vista a aquella bandeja de alimentos, y a la vez trato de ahogar su llanto, que bien luchaba por salir entre labios temblorosos. Un ahogado gemido salió entre sus dientes…ya no pudo ser sostenido por más tiempo.
    ***
    — ¿Cómo esta? — pregunto Alexa turbada por los nervios, mordiendo con ansias la uña del dedo pulgar de una de sus manos.
    Aquéllos sirvientes de habían esfumado, dejando sola a aquélla Señora en el pasillo, cercas de la entrada de la habitación.
    —Vive— dijo Sasha esquivando a Alexa, caminando entre el largo y extenso pasillo. Aquél no tenía ni la más mínima intención de entablar alguna palabra más, pero Alexa tentada por la duda no dejaría el camino tan fácil.
    ¿Qué es lo que hiciste? Se muy bien que no es normal una restructuración humana. —pregunto Alexa, imponiendo su persona frente al camino de Sasha.
    ¿Deberás?, supongo que fue suerte—mintió Sasha dibujando en su rostro una gentil mueca. Claro que él mentía, no diría nada más que interfirieran con sus metas.
    ¡Deja de mentir! ¡¿Qué tanto ocultan tú y mi hermano?!.
    ¿Le parece que miento?, lo siento mucho mi Señora si es eso lo que doy a notar, a veces puedo ser un poco estúpido—dijo Sasha con la apariencia más dulce que pudiera denotar todo su ser, dando una reverencia hacia aquella—… a veces también puedo perder un poco el control… — termino aquél en un murmullo, un susurro bastante insinuante como para dar a entender; «No se meta en asuntos que no le incuban, si no mis actos solo tendrán un fatídico final »
    Alexa no puedo evitar sentir como un escalofrió atroz le recorría toda la columna vertebral. Un miedo que de alguna manera le erizaba la piel. Desde que aquella humana había llegado ciertas inquietudes le azotaban como si ella fuera un humano frágil y quebrantable. No, nada estaba como debía de ser ¿Acaso estaba oyendo bien? Un sirviente con semejante advertencia, claro que aquélla mujer no dejaría las cosas así como así.
    ¡¿Cómo es que te atreves hablarme así?! ¡¿A caso no sabes…—el colérico verbo de Alexa fue callado por Sasha; una penetrante y cortante mirada ojiverde se posaba en ella. Aquél estaba asqueado de seguir oyendo cada vociferación de aquélla demonio, su mente estaba impregnado de deseos nada agradables para cualquiera.
    Se muy bien con quién hablo— dijo firmemente aquél joven sin desviar esa imponente actitud. — Me disculpo ante mi acción…—termino de decir aquél, retomando su paso.
    Las manos levemente se tambaleaban, mientras sus labios quedaron petrificados buscando una aparente respuesta. Jamás durante aquellos quinientos años, cuando Sasha apareció, había recibido una mirada así por parte de él, además de sus advertencias recién plantadas en dulces palabras. Ella estaba normalmente acostumbrada a recibir un; « “lo ciento…”no fue mi intención” mi actitud no fue la correcta…me disculpo” » escusas siempre cubiertas con una gentil e hipócrita sonrisa, pero esta vez, todo fue diferente. Alexa giro rápidamente a buscar la espalda de aquél sin conseguir éxito, aquellos pasos se extinguieron como aquél. A ella no le quedo más que carcomer su ira.
    El olor a sangre de Elián revuelto por aquella capa de energía, no era percibida por nadie más que por Sasha. Después de haber confrontado a aquélla, las ideas se encontraban revueltas en un matiz gris y tenue, él tenía por seguro que sus faltas en este momento ya no tendrían retorno, si así serian las cosas de ahora en adelante, tendrían que serlas. Envuelto por aquellas brisas Sasha llego a la imponente puerta de la habitación de Elián. A sus pies observo una leve capa de restos de bruma oscura, que él bien conocía, además del líquido carmín que corría por el piso, siendo devoras por un extraños animalillos parecidos a unas sanguijuelas, de ciertas proporciones humanas, y rostro infantil e infernal. Sin tambalear en sus acciones, se introdujo a la habitación.
    Espero no interrumpir nada…— decía Sasha al entrar a la habitación.
    Un largo filamento del azul líquido corría por los labios de Elián, mientras se desapartaba del ángel. Sasha entraba al interior de la habitación, al mismo tiempo que cerraba la puerta tras de él.
    siempre lo haces…—musito Elián mientras se erguía en una postura natural.
    Las horrorosas heridas se habían cerrado por completo, solo dejando como estigma; las ropas maltratadas y teñidas de carmín. Las marcas de lo dientes de Elián que se habían adentrado bajo la piel del ángel, habían desaparecido del cuerpo de la joven, tal como las de él.
    Así que decidiste romper una promesa, para lograr la otra. Pero terminaste enredándote en un Pacto que siempre evitaste… parece que todo está revuelto ¿no? —dijo Sasha de la amanera mas ofensiva y miserable, mientras se acercaba al ángel.
    Todo es poco…hasta la nada esta indescifrable…incluso tus intenciones están siendo perceptibles por aquellos que no deberían de saberlo.—contesto Elián mientras se despojaba de sus ropas e introducía al baño, para tomar una ducha.
    Era de suponerse, por algo aquél a elegido este periodo para su maldito juego, después de todo cierta parte de él sigue siendo un querubín, puede sentir la estación más favorable para jugar con los humanos, y después de quinientos años sin Dios ni Lucifer, se encuentran aquéllos como un libro abierto—decía Sasha mientras tomaba en brazos a la joven ángel, para colocarla sobre el enorme colchón de la cama de Elián; — por cierto…termine de limpiar tu suciedad, pronto tu hermana interferir más de lo que debería…me has hecho hacer un hechizo que no debería de hacer en estas tierras.
    No hay nada que pueda hacer a Alexa…si a de pasar, pasara. En cuanto a Lea solo fue una artimaña de aquél maldito viejo, los humanos son fáciles de corromper —término de decir Elián.
    Las gotas de agua caían a ágil velocidad contra el cuerpo de Elián. A pesar de tratarse de un habitación de apariencia clásica, como toda la casa, en varios rincones se entre mesclaban la elegancia de la modernidad; por supuesto el baño no era la excepción; con sus finos y exquisitos adornamientos, haciendo un confortante espacio.
    —Supongo…—murmuro Sasha mientras acariciaba y veía con la más infinita ternura a la joven ángel. — Me sigo preguntando día a día el por qué de su elección…—dijo Sasha fijando la mirada hacia el hermoso rostro.
    Elián oía tras las gotas de agua, en tanto, rápidamente enjabonaba su cuerpo conforme corría el transparente fluido por cada centímetro de él.
    Aquel rostro angelical le causaba cierta ternura y tristeza a Sasha, además de avivar unos recuerdos que mantenía herméticamente guardados para si mismo de aquélla ángel. Ante sus ojos podía ver en cortos fragmentos, a aquélla ángel dando una lastimosa mirada a él en una aparente respuesta…
    Si quiera Dios sabe de su acción, después de quinientos años ya no es algo que debamos de entender simplemente debemos cumplir nuestras metas mas prioritarias…a pesar que nos aborrezcamos el uno al otro— decía Elián saliendo del baño envuelto con una toalla, mientras caminaba apresurado a tomar nuevas prendas de vestir.
    Detesto que tengas razón, y más aún que tenga que actuar con lealtad hacia ti, frente a tu entorno. No sabes como me sigo asqueando. Pero en cuanto cumplamos con la promesa te juro que te degollare como aun animal—decía Sasha seco ante sus palabras mientras tomaba asiento en un reposet que se encontraba cercas de la cama, continuo plantando una mirada de disgusto hacia Elián—; y la próxima vez que te vea clavar tus colmillos en ella ya no vacilaré en hacerlo…
    Lo espero con ansias…—dijo Elián mientras terminaba de ajustarse una hermosa camisa blanca frente al espejo; una fina vestimenta dando a la vista una unificación de lo formal e informal, un traje Slim Fit conformado por; pantalón negro, un saco y chaleco oscuro en corte ingles.
    Algo le aquejaba a Elián, haciéndole formular una pregunta que él sabia bien que no le daría respuesta aquél;
    — Entonces… ¿la humana? —pregunto, aún inconforme con sus propios pensamientos y sus acciones. Elián aun dudaba de su teoría;
    Tu trabajo lo sabes bien, no te incumbe mi parte del asunto.
    Perfecto. Pero te abierto que en algún momento lo sabré.
    La luz del sol lentamente se extinguía, dando a la vista un hermoso crepúsculo al horizonte. El tiempo había pasado como agua al pasar por los dedos, que ya era cercana la hora para encarar al consejo. Elián como Sasha habían decidido permanecer enmudecidos hasta la hora, en algunos momentos aquél buen mozo desaparecía y reaparecía por realizar algunas labores, mientras Elián permanecía ojeando algunos papeles sobre un escritorio cercas de aquellos ventanales donde se encontraba el ángel.
    ¿Por qué no te vas a tu habitación? Me siento como niñera —pregunto Elián con enojo, posando su vista a un antiguo libro, y a un hermoso anillo.
    En primera; no me agrada dejarte con ella, sobre todo si has vuelto a beber sangre, seguro que pronto empezaras con las almas y a comer carne humana. Y en segunda; detesto que tus sirvientes corran por mí para ayudarles en sus labores. — dijo Sasha sentado sobre el reposet ojeando un pergamino.
    ¿Comer carne humana? Aquí el único que lo hace, eres tú—decía Elián manteniendo la concentración en las hojas del libro—. Y para refrescarte la memoria, tu manjar son los corazones y algunos cuantos ojos, que bien siempre son de asquerosas almas.
    No lo niego, pero yo lo hago por necesidad más no por gusto. Una maldita necesidad para permanecer aquí.
    Aquélla ultima respuesta le recordar algunas cuantas escenas cuando devoraba humanos, haciéndole sentir nauseas de las memorias de sus atrocidades.
    —Pronto será la hora…Iré por Lea. —dijo Elián, mientras se dirigía hacia la puerta.
    —Pensé que me encargaría yo…pero creo que es lo mejor. Parece que han llegado algunos Tronos del consejo, que seguro captaran la presciencia de ambas. Me encargare de ella entonces. — Termino Sasha dando una mirada al ángel, y desapareciendo con ella en una suave ventisca.
    ***
    Elián camino entre los pasillos tratando de despejar su mente ante acontecido, pero a pesar de todo el sazonamiento que le autoevaluaba, no podía evitar sentir molestia por lo que Lea había dejado en salir entre labios, estaba consiente en que Lucifer tubo que ver con ello, pero aun así no cambiaba la idea, que aquello salió de ella no de él, e inclusive a Elián le parecía estúpido el por que ponía tanta atención en aquellas palabras y acciones que no tuvieron razón de ser en la humana, haciéndose trisas en sus pensamientos.
    — Vamos— Dijo Elián impetuosos mientras se introducía a la habitación de Lea llevando en una de sus manos una gran bolsa de papel.
    Lea permaneció atónita clavando una mirada congelada hacia la silueta del aquél exasperante demonio. Ella se encontraba sobre el piso, durante el resto del día, después de su retorno a la vida, aquélla había divagado en sus pensamientos, y fragmentos de memorias de los actos de su padre, que bien no tenían razón por más que intentara de unificar. Lea intentando, tratando con esmero de crear una conversación lo menos ofensiva para evitar una acción igual a la que le había pasado, y a pesar de sus gritos internos de furia, sus miembros se encontraron presas del terror, involuntariamente, mientras sus ojos eran sujetos a una página en blanco que decían todo el horror que le azotaba aquél demonio.
    Elián inspecciono sus propias acciones pasadas, y el estado de aquella humana, por supuesto que aquél se dio cuanta al instante de la frágil persona frente a sus ojos;
    No te hare nada…ya no tengo ganas de estupideces.
    Aquélla joven quedo perpleja a tan neutro semblante, tan tranquila fue la voz que se sentían tan cálida y extraña. Tomando valor haciendo tragar aquel nudo de la garganta, Lea por fin logro entablar una oración entrecortada;
    A… ¿A dónde iremos? —pregunto tambaleando sus palabras.
    No será nada malo, pero tampoco será grato. —dijo Elián tratando de sonar lo más sereno posible.
    Lea no dio respuesta más que un largo y extenuante suspiro.
    —Vamos, levantate no tengo mucho tiempo como para seguir oyendo tus lamentos.
    Deberías…—murmuro Lea tratando de aceptar su realidad, culpando a Elián de su estado.
    Entonces no me dejas alternativa.
    A pesar de que Elián lidio la conversación con la tonada de voz más adecuada para calmarla, que obviamente sabia que no surtiría efecto, Lea permanecía abstraída de su entorno. Por supuesto que aquél demonio no esperaría hasta que está reaccionara.
    Elián expandió su palma, aquella mano libre, haciendo que Lea fuera alzada del piso irguiéndola para mantener involuntariamente una posición adecuada y natural. El corazón de Lea se agitaba nuevamente, esperando una horrible atención, mientras ella arremetía, o al menos sentía como sus nervios daban batalla por el control de su cuerpo, que no seria concedido hasta que aquél lo aceptara.
    Elián se acerco frente a frente, olvidando su cinismo tratando de sonar lo más compresible para la situación. No era por que sintiera afecto, era por aquellos asuntos del consejo, que ameritaban cualquier acción que lo favoreciera;
    —No tengo tu tiempo—decía mientras hiso subir la mano de Lea a la altura de los ojos de él. Tirando al piso la bolsa retiro uno de su anillos de su dedo anular; un hermoso anillo con un sencillo pero despampanante adorno, y zafiro incrustado en su centro—, Es un anillo mágico… hechicería, brujería como desees llamarle, te protegerá ante los ojos del consejo en caso en que yo no me encuentre o Sasha… y olvida mi altanería excesiva, de momento no tengo muchas ganas para romperte en pedazos. —termino de decir mientras se alejaba a tomar asiento sobre la cama.
    ¿planeas que me calme tan fácilmente? Acaso no consideras nada de lo que paso—expreso Lea inconforme. Elián retiro su conjuro, dejándola caer sobre el piso con fuerza, haciendo que Lea soltada un leve quejido.
    No planeo, prefiero que así sea, y será mejor que te apresures en tomar un baño y ponerte ese vestido, que si no lo hare yo por mis medios. — Termino de decir Elián, señalando a la bolsa del suelo seguidamente recostando su espalda contra el colchón de la cama.
    « ¿Es bipolar o qué? » pensaba Lea confundida, ante los actos de aquél, « Primero me trata como una basura, e inclusive casi me mata…también me advirtió que no le tuteara, pero parece no molestarle…Y pensar que estaba esperando otra forma histérica de él ».
    Deja de pensar estupideces, y metete ahora mismo al baño. —ordeno Elián mientras seguía contra la cama mirando el amplio techo—.O… ¿quieres que yo te bañe?
    En absoluto, voy enseguida—negó Lea introduciéndose rápidamente al baño con las nuevas ropas en mano.
    Lea se sorprendió al introducirse al interior del baño, finamente adornado con un estilo clásico colonial, como también un ambiente moderno, que retocaba cada rincón. «Pensé que este lugar se trataba de un lugar más antiguo » estudiaba Lea su entorno entre meditaciones, en tanto giraba la perilla de la regadera.
    El agua caliente callo en picada reconfortando el cuerpo de Lea. El liquido al rozar por sus miembros liberaba la pesadez, la tención e inclusive la frialdad que le cubría, pero no era la único que salía, acorde el agua avanzaba, se venían en memorias fragmentada lo recién acontecido, entre mezclada con algunos tantos viejos recuerdos de su infancia, haciendo que esta soltara algunos cuantos gemidos ente dientes.
    «Supongo que debo hacerlo…maldito anciano » meditaba Elián ante el pacto de Lucifer, no estaba de acuerdo en participar, pero si ello significaba terminar lo antes posible con su objetivo no quedaba de otra manera «y aún no estoy del todo seguro como adquirió esta humana aquél don… ¿Aurora habrá tenido que ver con esto?¿Pero como? ¡Como detesto estar malditamente sellado, si no lo estuviera ya sabría bastantes cosas!».
    Listo…—mascullo Lea de mala gana.
    Un hermoso vestido de razo fino, de color marrón, de larga y elegante caída en holanes modestos, y no pronunciados para resaltar el elegante corte, y no me nos preciar a la joven, el cual cubría el estilizado cuerpo de Lea, lo único que faltaba era una mirada dulce que jamás saldría.
    Perfecto, no espera menos, pues bien será mejor que nos vallamos. — dijo Elián mientras se levantaba del colchón dirección hacia la puerta. Antes que este girada la perilla se detuvo;
    Recuerda no tutearme, además baja la cabeza, si no me verás como la maldita bestia que soy. Lea asintió como única opción.
    ¿Puedo preguntar algo?... —pregunto Lea a pesar de los nervios.
    Lo estas haciendo…—decía Elián, mientras mantenía su rostro frente la puerta sin quitar la mano de la perilla.
    Como tomando una bocanada de aire, y tragando cierto malestar, Lea formulo una pregunta, una pregunta que se unía a cierto sueño en su apartamento.
    Eras tú… ¿Tú fuiste quien mato a aquél hombre en el bar?
    Si, y no solo a él. ¿Contenta? —dijo Elián no muy orgulloso, y altanero.
    Vamos…—Esquivo Lea la respuesta, mientras a la vez ladeaba la cabeza ante la negativa, recordando a aquél policía que le cuestionaba.
    ***
    La hora había llegado, aquél sol se fue, dejando aquel mundo en tenues rayos azules, otorgados por la distante luna en un mediano punto en el cielo. Los murmullos iban y venían entre paredes, rebotando las voces de los criados. Todo era un ajetreo entre los sirvientes, hablando de la humana, hablando del consejo y las voces agónicas de unos cuantos que eran castigados por su insolencia.
    ¡¿Te dije que te callaras?! — decía Alexa colérica.
    Algunos cuantos cuerpos de algunos «ex criados» eran bañados por su propia sangre, abandonados a los pies de Alexa, dejándolos como rastros de su rabieta en su amplia habitación.
    ¿Tan molesta estás querida hermana, como para matar a tus siervos?—pregunto Jael divertido, mientras aparecía de la nada junto al reflejo de ella del vasto espejo, sin materializarse.
    Un hermoso vestido negro le cubría a Alexa, como para identificar a la vista a aquélla excéntrica mujer; unos labios rojos y carnosos invitando a quien fuera a recorrerlos, y una maldita y exquisita mirada de rencor impregnado que fulminaba con la diversión.
    ¡Callate! Contigo no tengo ganas de hablar—dijo en protesta Alexa entrecruzando sus brazos.
    ¿Lo dices por la humana?, claro que si…— pregunto Jael interesado, e hipócrita. Jael igual que Elián tenía puesto un lujoso traje; en corte italiano, de un color blanco, haciéndolo parecer «angelical»—. En fin vengo por ti, si no te apuras los ancianos no querrán como trofeo.—termino Jael mientras abrazaba a Alexa por la cintura, dando un tierno beso en el cuello. Ambos eran cubiertos por la sangre de los cuerpos y a la vez consumidos, dejando a los muertos secos a merced de las sombras que se escabullían como animales.
    Dos de los tres espíritus superiores esperaban impacientes en el enorme cuarto; una amplia y descomunal habitación de apariencia vieja y antigua, pulida en piedra, dejando entrar del techo aquellos rayos lunares y alrededor algunas gradas para tomar asiento. Astarot meneaba con ímpetu una de sus piernas, denotando su gran falta de paciencia; un joven hombre de apariencia no superior a los treinta cinco años, piel levente oscura, alto y fornido, de cabello rojizo y ojos miel.
    ¡Dejar de hacer eso Astarot!, ¡me molestas!— grito Belzebu; un joven caucásico de ojos rojizos, y cabello levemente castaño. De apariencia rebelde y juvenil no superior a los veintiún años.
    ¡Qué seas el hijo de aquél, no significa que te obedezca!
    Dejen de pelear como críos, no les va bien a los superiores—recito una hermosa mujer de cabello oscuro, y corto a mitad del cuello.
    Deberían hacerle caso a Santanachia—dijo Elián mientras caminaba a mitad de la habitación.
    Las miradas se inquietaron ante la aparición de aquél maldecido, el demonio que no debió volver. Lea sintió horriblemente las miradas que se adentraban hasta dentro de ella, siendo sacudida por escalofrió, además de que sentía el desprecio hacia aquél orgulloso que le guiaba.
    Elián camina en imponente forma, mientras Lea le seguía a paso propio. Junto a ella caminaba Sasha quién llevaba aquel libro que Elián previamente hojeaba en su habitación. Jael como Alexa miraban y esperaban la espera de Lucifer junto al trono.
    Al llegar al centro los tres se detuvieron. Elián ordeno con una mirada a Sasha de ir a un rincón con Lea, mientras él recibía el libro en sus manos y permanecía en el centro del habitación frente al trono. Una exasperante risa de parte de Lucifago se hiso resonar;
    ¡¿Esperas que sigamos tus palabras?! ¿Quién te ha dicho que aparecieras por aquí?— pregunto con altanería aquél hombre de semblante maduro, y de ojos oscuros.
    Yo le dije— decía Lucifer mientras tomaba asiento sobre su trono—.¿Tienes algún problema Lucifago?—pregunto aquél con desdén haciendo sentir su opulento ser.
    No— contesto Lucifago, tragando su ira.
    ¿Dónde están los demás? — Pregunto él Rey demonio.
    En un momento vuelven— dijo Santanashia, continuo—. Se supone que lo desterraste ¿no?.
    Dime querida «ángel» —decía Lucifer mientras delineaba «ángel» en sus palabras—; ¿Cómo planeas que manejemos a Eón? Sabes bien que después de nuestro destierro nuestros poderes angelicales fueron arrebataros, él único capaz de manejar la energía cósmica de aquél Dios a nuestro antojo es Gealdor.
    ¿Acaso no lo pueden hacer Jael o Alexa? Después de todo son la misma identidad. — pregunto Belzebu.
    No, no pueden ni podrán jamás. Y él sabe bien por que. — Termino Lucifer dando una engañosa mirada a Elián.
    Unas cuantas risas se hicieron eco por las paredes, siendo entre lazadas; Agaliarept, Fleuretty, Sargatanas, Nebirus aparecieron cubiertos por una bruma grisácea.
    Pues que nos queda, después de todo es él único que maneja la parte angelical de todos nosotros; Espíritus superiores, principales, subordinados y por supuesto a nuestras amadas legiones—. Decía aquél neutro—; Y es el único capaz de engañar a Dios. — dijo en tonada burlona Sargatanas; un joven de piel blanca, ojos celeste y cabello castaño, de apariencia no mayor a los veinte.
    Si no hay más…entonces será mejor que comience…—dijo Elián en desacuerdo. Aquél seudo-demonio se encontraba enojado, y por supuesto no le faltaban las ganas de gritar y regresar cualquier cosa en acciones, pero no, todo debía seguir en una grotesca actuación.
    El libro viejo fue abierto desde el medio, mientras los sellos que se habían adquirido en el encarnizamiento de Elián, y tanto los obtenidos, aquellos faltantes que fueron conseguidos por Sasha, se adherían a sus páginas, cubriendo a el libro por carne putrefacta, que adornaban como portada. Los ojos dorados como las alas emergieron de Elián, mientras unas cadenas y unos sellos más le envolvían, y flagelaban en señal de lealtad, haciendo que su cuerpo sangrara. El dolor era indescriptible, pero su semblante permanecía petrificado recitando cada oración en hebreo antiguo;

    La luz y las estrellas eran mi legado, como los corazones humanos
    Ante mi orgullo fui desterrado a aquellos que odie con el corazón
    Y el mundo terreno se convertirá en mi reino
    La humanidad será mi juguete, aquella pureza será mi alma
    Trastornare sus mentes, sus deseos, sus acciones
    Atravesándolos con mis tinieblas tal como lo hacia antes con mi luz
    Y le verán a él como adversario, como aquél nombre que me fue otorgado
    Satanás
     
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  11.  
    Dark RS

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    Mucho supernatural, XD
    Y yo que enverdad pensaba que ibas a dejar fuera de la histria a Lucy. Lo del consejo me gustó bastantem tuve que buscar a casi la mitad de esos demonios.
    Muy largo.
     
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  12.  
    Eienforever

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    Genial!, sí de echo no planeo dejar a Lucy afuera ;]. Sí, esta vez el capitulo se escribio solo y se fue de mis manos u.u, pero era necesario. ¡Saludos!
     
  13.  
    Eienforever

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    Título:
    PARANOID MONOCHROME
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    4112
    Capitulo 15
    El Consejo y la articulación del juego
    Recitaba Elián en hebreo antiguo, sumido en su visión de lo acontecido en el pasado, de aquellas memorias de aquel Emperador demoniaco. Las energías lo envolvían cubiertos por una fuerza invisible, mientras sentía con desagrado el torbellino de emociones inquebrantables y nada suyas.
    Las cadenas se adosaban con fuerza contra el cuerpo de Elián, dejando marcas y heridas dolorosas y abiertas hasta la dermis mientras la sangre simplemente corría de las laceraciones dejando hilos de sangre al pasar por el hierro hacia el suelo por la recurrente gravedad, y aquella marca del pecho sumida en un asqueroso mal; el ardor era más que insoportable quemando por dentro sin dejar rastro del maldito martirio, pero aún así aquél seudo-demonio permanecía con aquella mirada clavada a ese libro aterrador, solo mostrando levemente los dientes por el repudio al acto y un semblante inmutable, tan vacío que asustaba. Lea observaba con ambas manos a la boca, tratando de tragar el terror que recorría por su garganta ante lo que miraba. Aquel suplicio al que ese hombre era forzado tan irrealmente monstruoso, bien ella odiaba a Elían con todo su ser, aunque contrariando, en algún momento no podía negar que le había agradado de alguna extraña manera aquél maldito idiota, ¿Cómo pudo sonar aquél tan sincero al tratar de consolarla? ¿Es un demonio, no? ¡¿Por qué sentir piedad por un imbécil y maldito demonio?! Pero aquello era espantoso, como si estuviera viendo un mártir en acción y quemado a carne viva sin piedad.
    La sangre de Elián simplemente corría pasando por las cadenas. Aquél sello de Lucifer y su pacto infernal desde el nacimiento de Elián se dibujaba por el piso hasta lograr un perfecto pentagrama igual al de su pecho; el líquido fluía bajo los pies de su persona mientras Lea seguía viendo atónita envuelta en miedo y rabia, sobre todo hacia las miradas y los sonrientes labios dibujados en cada uno de aquellos observadores. Su corazón marcaba imparables taquicardias haciendo desmoronar cualquier otra idea, tan irreal… Sasha se dio cuenta del incesante temor de aquella humana, claro que era peligroso, ella no debía seguir sintiendo tantas emociones que llamarán la atención en su semblante. Ese anillo hacia bien su trabajo, ya la habían protegido de las miradas salvajes de los Señores infernales, pero seguro que algún momento sí continuaba con aquello, con emociones tan humanas, aquellos no la verían como lo había echo parecer Elían; un títere, una muñeca físicamente hablando, como una sirviente sin alma más que porcelana, todo en un hechizo tan simple pero como todo creblantable a la contrariedad. Sasha la tomo del brazo para que relajara su semblante, pero aquella acción simplemente le hiso saltar en si por la sorpresa, haciéndola sentir un terrible escalofrió que recorría todo su ser atrozmente;
    Tranquilizate…sí no, harás que ellos te maten… — susurro Sasha de la manera más suave posible al oído de Lea mientras seguía presionando el brazo firmemente sin causar daño o molestia. Lea solo asintió con la cabeza respirando lo más hondo posible para retirar ideas y videncia que jamás cesarían.
    La voz dejo de ser perceptible a los oídos de aquellos demonios, acompañada por una suave ráfaga de viento cubierto por una bruma color ámbar, una extra estela cálida, mientras que los dos hermanos Gealdor como Sasha y Lea podían oír entre el «silencio» una hermosa melodía. Un aria similar al de Sasha al reestructurar el cuerpo de la humana. Elián por su parte a pesar de tener un rostro perdido e un cuerpo inhabitable y una aparente voz desvanecida ante los labios aún en movimiento, él sabia bien lo que hacia…
    ***
    «” Y por Eón vuelvo aquí…seguro” pensaba Elián indispuesto a todo mientras caminaba en una especie de sueño, algo similar al “viaje astral”. La dimensión se desquebrajaba en pedazos de brumas oscuras entorno en remolinos al pasar por su cuerpo, tiempo y espacio echo en polvo de arena densa y negra, y un solo lugar al cual ir… al mismo Dios o mejor dicho a aquel supuesto registro akásico que muchos humanos y algunos seres creían.
    Conforme aquél avanzaba la oscuridad que le cubría se levantaba en un blanco matiz, tan inusual…; sin fin ni comienzo, una nada muy peculiar…
    Una fina silueta femenina cubierta por irradiante luz; haciéndola parecer sombras, por el contraste blanco, se posaba en un aparente asiento de mármol pulido, moviendo zigzagueando y jugueteando sus pies descalzos al aire…
    ¿Mira quién ha vuelto?… — preguntaba una joven de cabellos largos y rubios, y de tierna mirada azulada— ¿Y qué planean esta vez? — pregunto la hermosa joven con una angelical sonrisa, tan cálida que abrumaba lo que dejaba emitir en emociones.
    Una estupidez de aquél desertor— contesto Elián mientras colocaba una de sus manos en función de cubrir sus ojos de la luz del inhabitable lugar, además de evitar el blanco de las finas ropas de la joven; un hermosos vestido blanco en caída simple, con un corte largo y ancho a la espalda.
    Espero que algún día sepa sobre su estupidez— ladeo la joven la cabeza en negativa dando una sonrisa compasivamente e irreal al suelo.
    ¿Solo él?, — pregunto Elián con sarcasmo, arqueando la ceja. Aquella joven levemente cambio su sereno aspecto a uno de enojo, Elián decidió cambiar el rumbo de la conversación ante el leve pero notorio enfado—. ¿Planeas avisarles a …— fue interrumpido por la joven.
    No…no tiene sentido… tan bien han perdido la fe.
    Y pesar que lo has dicho tú…seraf Assbel.
    Hace mucho que deje de oír mi nombre, como mi posición…
    Tú confinamiento seguirá en curso…— continuo Elián siguiendo el juego de sus palabras.
    Hasta el final…
    Necesito…— dijo Elián tratando de cambiar el tema hacia su cometido.
    Lo sé… pero deberás apresurarte, después de tanto tiempo…—entrecorto sus palabras evitando seguir con el tema, pero aún así con dolor continuo Assbel— llegaré al punto de solo ser una marioneta más… solo como un recipiente…
    Lo ciento…— suavizo Elián su voz comprendiendo lo que decía la seraf.
    Me lo gane…fue estúpido enamorarme de un humano…más bien una humana, es mi pecado… — Termino triste por los recuerdos mientras a sus ojos pasaban en forma de rollo de película la imagen de una bella joven de cabellos oscuros y ojos miel.
    Assbel cambio su melancólico semblante a un rostro radiante de felicidad.
    ¡Pues vamos Gealdor! Tengo ganas de joder a algunos…más bien a Lucy y el resto de sus vasallos.
    No esperaba menos— dijo Elián dibujando en su rostro una prudente sonrisa contagiada por el carisma de la joven.
    Inmediatamente frente a ambos apareció una colosal puerta de piedra grisácea, inmensa, tan grande y extensa como el lugar mientras tras la espalda de Assbel salían seis hermosas alas oscuras como las de Elián, solo que estas llevaban varios pares de ojos del mismo tono que tenia en su rostro variando de lugar a lo ancho y largo de los alares.
    Gracias—dijo Elián adentrándose al interior de la puerta.
    De nada…pero no esperes que pronto actúen los “puros aquellos ‘hipócritas”. — dijo Assbel remarcando “hipócritas” en molestia mientras entrecruzaba los brazos.
    Eso espera aquél, yo solo hago mi parte. — dijo Elián refiriéndose a Lucifer.
    Assbell asintió, mientras cuestionaba internamente los actos del Todo. Sabía bien que algo pasaba, pero simplemente su voz ya no seria valida para alguien, el pecado simplemente seguiría su curso demacrando todo de ella y su entorno a todo su paso, como hasta el momento, y hasta el final de Eón;
    Y…— murmuro Assbel cambiando su angelical sonrisa a una diabólica, ella continuo en el acto de burla— ¿No te interesa saber de…— Intervino Elián rápidamente.
    No, parece que además de la fe también has perdido la razón… —decía Elián esquivando el nombre de Marianne conforme daba firmes pasos hasta dar del otro lado de la colosal entrada haciendo que Assbel frunciera el seño en enojo e ira— No fue por eso que Eón te dejo en este lugar, de echo tuvo bastante consideración a pesar de tus actos querida seraf Assbel las muertes que causaste como las paciones no son solo acto de tu eterna “luz” solo eres noche en día. —Termino de decir Elián.
    Conforme se cerraba la puerta de forma brusca y aquella contemplaba deleitada e iracunda su cuerpo lentamente era consumido por un color carmín, dejándola bañada en sangre y una mirada escalofriante aguzada sobre aquél.
    Elián continuo su paso hasta un irradiante calor haciendo omisión a Assbel, jamás había tomado las palabras de alguien en completa confianza, y aquella seraf no seria el caso o más bien el nuevo individuo al que caería…
    Conforme caminaba…
    Un ardor que podría quemar a cualquiera en menos de un segundo, abrazaba a Elián en llamas azuladas altamente resplandecientes como para cegar al instante, pero aquél seguía inmutable más que cubriéndose levemente con el dorso de su brazo para evitar que pasaran los rayos a su vista, -solo le molestaba el hecho de la avivada luz contra sus ojos, no había nada de que temer.
    Siguió Elián a paso lento, mientras sus pisadas se hacían eco en el extenso lugar, en el que tiempo corría sin sentido, hasta después de un periodo largo por fin se detuvo aquél frente aun anillo en el aire que circundaba alrededor de una enorme esfera cristalina. Conforme Elián se detuvo coloco una de sus palmas frente del aro, haciendo que este se ondulara como al pasarla en agua, inmediatamente a pesar del abandonado estado del lugar más que él y el registro en ese justo momento allí Elián oyó una voz, una tonada vocal en dos voces; femenina y masculina maduras entrelazadas al compas de lo que decían ambas resonando únicamente en su cabeza como pensamientos;

    ¿Quién eres? — resonó la voz con autoridad.
    Gealdor…— contesto Elián aún con la mano al aro, no muy convencido sosteniendo las palabras que recorrían por sus cuerdas vocales, algo le molestaba, algo no debía pasar.
    ¿Cuál es tú naturaleza?
    ¿Por qué tantas preguntas Eón?
    ¿Quién eres? — Nuevamente la voz pregunto por lo mismo sin dar respuesta. Elián lentamente cambiaba su rostro haciendo ver una leve y enojada expresión en sus labios, presionado los dientes.
    ¡Tú sabes…— detuvo sus pensamientos, seguro, ya tenia claro que es lo hacia diferente a otros mandatos, ¡sí, aquel estúpido sello! el maldito de Lucifer jamás hubiese intuido esto, por supuesto jamás Elián había dicho el procedimiento y él era el único que lo sabia, además de otras peculiaridad por el cual le era fácil mentir a cierta energía vital muy a pesar de sus ideales.
    ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Cuál es tu naturaleza? — replico nuevamente la voz con la misma voz superior y firme.
    No le quedaría mas que decir su verdadera naturaleza además de sacar a luz aquel nombre que solo él y su verdadero creador conocían desde el principio de la humanidad y el ocultismo pagano;
    Mi nombre…es S…».
    ***
    De inmediato Elián regreso a su cuerpo cayendo directamente contra sus rodillas vomitando gran cantidad de líquido viscoso y negro. Las miradas rápidamente se posaron sobre él haciendo que estos se sorprendieran y dibujarán aquellos maliciosos rostros a algo que decía por si solo « ¡algo pasa! » en cambio el rostro de Alexa y Jael era de sorpresa e inclusive el de Lea, pero Sasha sabia exactamente lo que venia .Tomando a Lea del brazo la cubrió tras de él.
    ¡¿Qué paso?! — pregunto exasperada Santanachia mientras se levantaba de la grada sorprendida apretando los puños por la cólera.
    Elián mantuvo su rostro clavado contra el piso mientras Lucifer dibujaba una esplendida sonrisa de oreja a oreja;
    ¿Sucede algo? — pregunto divertido Lucifer con un rostro deleitado.
    ¿Te parece que no? — contesto en otra pregunta Elián igual de divertido.
    De una manera inadvertida salió del libro un atractivo y fornido Ángel, más bien un Arcángel bastante conocido para todos, extendiendo sus hermosas alas blancas en señal de guerra, a balanceándose directamente contra Elián…
    ¡¿Acaso crees Gealdor que te dejaré tan fácilmente?! — Gritaba furioso aquél mientras embestía con una lanza de plata y oro contra el torso de Elián haciendo que este soltara una gran carcajeara al aire.
    ¡Claro que no Mikael pero también admite que has hecho un mal trabajo! — continua Elián divertido mientras esquivaba la lanza echándose a volar al aire.
    ¡Maldito bastardo!
    ¿Ese es el lenguaje de un guerrero de los cielos? — dijo Elián sarcástico haciendo enfadar aún mas a Mikael.
    ¡Callate maldito!
    Ambos seguían en su batalla y entretenido enfrentamiento para algunos espectadores.
    Yo…— Fue enmudecido Mikael por una terrible y dolorosa herida que sobre salía de su estomago, por la mano de Elián la cual le atravesaba desde su espalda.
    ¿Cómo puedes creer en las palabras de Assbel tan fácilmente? Si quiera yo lo hago… Pero está bien, nos ahorro trabajo, todo gracias a esa perra. No le quitaré los méritos. — decía Elián a la oreja de Mikael mientras este escupía y retenía a la vez la sangre que sostenía en su garganta —.Por cierto, no haces muy buen trabajo al dejar salir a cierto idiota, ¿has olvidado el por que de tu existencia?
    Ca-llate— musito Mikael dejando salir la sangre de su boca mientras aún lo mantenía atravesado Elián con su brazo.
    Bueno, ya que estás aquí, te diré de lo que se trata mi pequeño juego Mikael— sonrío Lucifer, disfrutaba el momento más que nadie aún a pesar de que recibía afiladas miradas del resto además de la aterrada mirada de Lea que veía un poco tras el torso de Sasha.
    Elián arrojo una cadena con un pequeño y hermoso reloj de arena, que era enroscado por un anillo igual al del registro; girando en la parte estrecha sin detenerse. De igual manera de una manera salvaje saco su miembro superior del abdomen haciendo gemir de dolor a Mikael mientras él se diría suavemente a aquel libro y al centro del sello del piso.
    ¿Y? — pregunto Elián listo para hacer una anotación con una pluma de aquel Arcángel en mano.
    ¡Co-mo es que…— callo sus palabras Mikael mientras se mantenía con fuerzas al flote del aire, recordando el por que Elián lo había atacado tan bajamente, claro que no era su estilo pero por algo tenia que hacer lo que hacia, nada era por mero gusto.
    Pues oye atentamente mí querido guardián…— continúo Lucifer—;

    1. No hay reglas
    2. Entretenerme…
    3. Devén ir por mi cabeza o encontrar mi cuerpo físico, como sabrán estoy en una forma asquerosamente etérea, pero no significa que no me guste jugar con ustedes y desmembrar algún humano por allí, un demonio o un ángel pero siempre el estado físico esta postrado por allí.
    4. Y conseguir el Sigillum Dei Aemeth y ¿Por qué? Sencillo hace quinientos años me entere que una pléyade superior lo arrojo a la tierra.
    5. ¿Qué consiguen a cambio? Simple, la verdad, el poder y todo lo quieran, y entre eso… la destrucción del todo y la humanidad tan amada y no sé tal vez la colisión de Eón.

    ¿Quieren jugar? — dijo aquél ameno, sin perder la cortesía.

    «Un juego estúpido…como pensaba » pensó irritado Elián conforme pasaba la pluma al rozar la aparente hoja; mientras se escribía lo dicho, la carne que conformaba la cuartilla, se alzaba al trazo dejando laceraciones marcadas, y el texto en aquel lenguaje extinto quedaba grabado.
    ¡Deja de decir estupideces!— gruño Mikael ante lo que oyeron sus oídos—, ¡a nadie se le entrego la tabla! Si quiera las grandes jerarquías conocen si es verdad su existencia.
    ¿Seguro? — replico Lucifer irónico.
    ¡No estoy para juegos! — renegó aún mas Mikael mientras presionaba el abdomen, para empezar a cerrar su mortal herida.
    Dime entonces Mikael ¿Por qué el Todo esta tan desequilibrado? ángeles, arcángeles, y todas la pléyades en toda su energía están tan perdidas, humanos tan frágiles, sin fe, adorando a lo irracional y odiando a lo racional, justicia echa vandalismo injustificadamente y todos perdiendo sentido de la vida. ¿O me dirás que aún hacen todos hacen su trabajo? La locura se ha hecho irracional a los ojos y a la vez verdad, y la verdad se ha echo atrocidad. Todo está de cabeza ¿no? ¿Y desde hace cuanto? Desde el principio de esto y lo otro, no solo en la tierra…Y sabes bien a lo que me refiero en cuanto al planeta, pero este mundo en especial es el que adoraban ¿no?, desde hace quinientos años por fin se perdió ese equilibrio de ambas partes en este lugar.
    ¿Co…— callo Mikael no había nada con que replicar a tal verdad…
    Tienes algunos días…de allí solo será mi verdad…
    Mikael abrió los ojos como platos, simplemente no tenia nada conque defender y esconder tal atrocidad.
    Volveré, y no solo yo… — decía firme aquel Arcángel mientras desaparecía en un remolino de aire.
    Lo esperare…— contesto aquel Rey infernal complacido.
    ¿Entonces eso deseas eso Padre? — Pregunto Belcebú aún dudando del juego.
    Divertido ¿no? — expreso Lucifer firme en su decisión sin perder el control en lo ameno de sus acciones.
    Pensé que sería más divertido, pero… bueno—Dijo Astarot algo indignado haciendo una leve reverencia a su Rey.
    Me parece interesante…pero algo más guardas ¿no? — preguntaba Santanachia intrigada con una sonrisa de seguridad.
    ¿Qué crees que sea? — contesto en una nueva pregunta aquél sin soltar más. Claro que no diría sus verdaderas intenciones por algo era el señor de las mentiras.
    Perfecto… ¿y ya me puedo retirar de su circo? — refunfuño Elián, no se sentía a gusto con aquellos, ni las acciones ni con el juego y sus posibles consecuencias. Algo pasaba y él sabia bien que nada bueno saldría de esto, podía sentirlo por la esencia cósmica que le envolvía, también Sasha sentía aquello que no debía pasar.
    Aquella cadenas desaparecieron como las alas se esfumaban en una pequeña lluvia de plumas oscuras, dolo dejando a la vista los ojos dorados y las punzantes cicatrices que lentamente se cerraban.
    Sí, pero antes solo quiero que sepas que te encargarás de ser el jurado…
    No esperaba menos — contenía con fuerza Elián las feroces palabras y acciones que embestían por salir en contra de aquellos y por supuesto a aquél principalmente, mientras hacia una gentil reverencia.
    ¡Pensé que yo…— decía Jael a Lucifer mientras rápidamente Alexa lo interrumpía agravando su voz;
    ¿Por qué salió Jael de Eón? ¿a que lo trajiste? Más aun ¿Cómo fue que salió de Eón?
    Querida Alexa, simplemente para diversión. Jael se encargara de algunos asuntos que a nadie más que a él le conciernen. Y salida…bueno, digamos que solo jugaba…preguntale a Assbel
    Entiendo— dijeron uní-sonoros Alexa y Jael, creyendo las palabras de Luficer.
    Me retiro…con tu permiso—decía Elián sosteniendo las palabras para evitar salir su ser colérico. Continuo—. Por cierto, te esperare al finalizar para entregar tu pedido…
    No contesto nada Lucifer, manteniendo una compostura y una linda mirada carmín que dio por respuesta, que podría interpretarse por si sola como; « adelante, y espero ansioso »
    Elián salió rápidamente mientras tras él le seguía Sasha y Lea sin ser perceptibles; en un remolino de aquél oji-verde.
    «¡No soy un idiota, ahora sé el por que demonios quieres ese juego!,¡ maldito bastardo!...» Pensaba Elián ahogado en un mar de ira. Y no era de menos, él podía sentirlo, esto solo estaba por empezar.
     
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  14.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Saludos:
    Bien este capítulo cumple con la segunda regla y tal vez la quinta.
    Me gustó bastante el capítulo, como siempre tu y tus escenas gores *-*
    Y ya sacaste a un angel? no era ese michael? pero no se supone que a michael y luzbel son igual de fuertes?
    Porque me pongo tecnico? quien sabe, debe ser el espiritu navideño, XD
    Sigue así, y me invitas a la conti.
     
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  15.  
    Eienforever

    Eienforever Entusiasta

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    O.o ¿Cuales son esas reglas?
    Es inevitable, simplemente una historia no sabe si no tiene sangre -_- si no serian conejos sexyes *-*( Que estúpida respuesta jajaja XD no me hagas caso).
    Seguro(?) Recuerda que algo desequilibrio el Todo ;]
    Ok. Pero aún esa horrografiá es atroz XD :3
     

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