Historia larga Pandemónium

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por chicoanime the only, 31 Agosto 2015.

  1.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Hola ^^.

    Recién entre hoy y me topo con tu publicación. Me alegro que a Kaim no se lo comieran, sin embargo me preocupa su ligera transformacion, ¿Que será?, ¿De donde proviene? y sobre todo, ¿Porque él?, esas son unas preguntas que se han formado en mi cabeza con leer este capítulo.

    Tengo espranza en que Kaim logre controlarla, no valla a ser que se le ocurra atacar a sus amigos, fuera de control.

    Estoy de acuerdo con Alice, es sin duda muy peligroso, pero veremos que pasa.

    Saludos y espero el próximo capítulo.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1795
    Nuevo capítulo de Pandemónium. ¿Qué le ronda a Kaim por la cabeza? Una decisión que cambiará la vida de todos.

    Capítulo 13: Partida.


    Kaim descansa en la enfermería de La Arena. A su lado, Mayka usa sus conjuros de curación sobre él mientras el resto del grupo espera a su lado.

    —¿Por qué no despierta? —comenta Mayka, preocupada.
    —Tarde o temprano despertará, al igual que la última vez —La consuela Alice, colocando una mano en su espalda.
    —Quizás no debería haberle traído al grupo.
    —No te culpes a ti misma Mayka, al fin y al cabo todo ha acabado bien, ¿no? —comenta Marco, tratando de animarla un poco.
    —Me debo ver fatal para que tú andes animándome —Le dice con una mirada pícara.
    —Vaya, de nada —responde con sarcasmo.

    Entre tanto jaleo Kaim despierta, frotando su cabeza y con expresión adolorida.

    —Vaya, el campeón ha vuelto al mundo de los vivos —comenta Marco en tono jovial y bromista.
    —¿Marco? ¿Qué demonios pasó? ¿Dónde estoy? —habla con confusión mientras se sostiene la frente.
    —Colapsaste tras aplastar al bégimo con esa gran cantidad de arena. —responde Alice, casi de inmediato. —Te encuentras en la enfermería, Mayka ha estado tratándote con su magia todo este tiempo.
    —¿En serio? Parece que una vez más he acabado metiendo la pata en mitad del combate —responde y suspira, cabizbajo.
    —Que va, estuviste realmente genial —Le anima Mayka con una sonrisa.
    —Ciertamente acabé algo sorprendido, pensé que sería tu final —comenta Marco entre risas.
    —Os equivocais, no fui capaz de alcanzar mi objetivo, a pesar de que entrené tan duro —contesta mirándose el puño, enfadado consigo mismo.
    —No seas tan duro contigo mismo Kaim, has vencido a un enemigo bastante fuerte y has sobrevivido —Trata de animarle Alice.

    Kaim suelta una risa, suspira y agacha la cabeza.

    —Estaba despierto cuando aquella bestia volvió a levantarse tras mi ataque. Y estoy seguro que no corté la cabeza de aquel cíclope. Si alguien como Alice ha llegado a mentirme debe ser porque algo extraño ha ocurrido conmigo en ese tiempo.
    —¿Alguien como Alice? —pregunta para sí misma.
    —No es algo de lo que debas preocuparte Kaim, además todo ha salido bien— dice Mayka mientras da golpecitos en la espalda a Kaim.

    Kaim aparta la mano de Mayka de un manotazo.

    —¡Nada ha salido bien! ¡Desde el mismo principio nada ha salido bien! —grita Kaim, enfadado—. ¡¿Qué demonios ves de bueno en todo esto Mayka?!
    —Yo... Lo siento Kaim —responde apartando la mano sorprendida.
    —Tan solo me estoy desahogando contigo, no me hagas demasiado caso. Yo tan solo quiero regresar —dice con un suspiro—. Estoy cansado de todo esto, al comienzo pensé que sería divertido, pero poco a poco comencé a darme cuenta de que este es un lugar mucho más duro de lo que esperaba.
    —Creo que Marco y yo andamos algo perdidos —Irrumpe Alice en la conversación.
    —Yo vengo de un lugar lejano, un lugar más pacífico, realmente nunca salí de allí. Un día de repente aparecí en este lugar y entonces conocí a Mayka y prometió ayudarme. Pero no puedo seguir dependiendo de todos vosotros... Por eso tengo planeado marcharme mañana y busca la forma de volver.

    Todos se llevan una sorpresa por la historia y reacción de Kaim.

    —¡¿Qué?! ¡¿De qué demonios estas hablando Kaim?! ¡¿Prometí ayudarte recuerdas?! —grita Mayka alterada.
    —No necesitas hacer nada de eso, soy capaz de vencer a una bestia poderosa como esa yo solo, ¿verdad? Entonces no tenéis de que preocuparos. Buscaré la manera de volver por mí mismo.
    —Entiendo como te sientes Kaim, pero tal y como veo no conoces apenas nada de este lugar. ¿En verdad crees que podrás tú sólo?
    —Dudo que entiendas como me siento —responde con una sonrisa melancólica.

    Alice abofetea a Kaim y luego lo abraza contra su pecho dulcemente.

    —Todos en Pandemónium hemos sido alejados de nuestro hogar por un motivo u otro y no podemos regresar. Como dijiste, este es un mundo más duro de lo que todos imaginamos, por ello formé este grupo, para ayudarnos unos a otros, crecer juntos y formar lo más parecido a un hogar y una familia.

    Kaim mira a Alice a los ojos y rompe a llorar.

    —Los echo de menos, Alice. Mis padres, mi hermana, mis amigos. Quiero verlos, los echo tanto de menos. Estoy harto de todo esto —dice entre lágrimas mientras se abraza con fuerza.
    —Entonces déjanos ayudarte Kaim —responde Mayka.
    —Nosotros no podemos recuperar lo que hemos perdido, pero si hay alguna posibilidad de que regreses, habrá más posibilidades de hacerlo si colaboramos todos juntos —Añade Alice mientras acaricia su cabeza.
    —¿A qué hora tienes pensado partir? —pregunta Marco.
    —Mañana al mediodía —contesta algo avergonzado mientras limpia sus lágrimas y se separa de Alice.
    —Más te vale estar allí a esa hora —Advierte Mayka levantándose del asiento.
    —¿Ya os vais? —pregunta Kaim, algo sorprendido.
    —Llevas dormido todo el día, ya es de noche, debemos prepararnos si vamos a partir mañana —aclara Alice.
    —Así que más te vale cuidarte y no morirte esta noche —bromea Marco mientras se marcha.
    —No digas esas cosas Marco —Le reprocha Mayka dándole un empujón en la espalda.
    —Cuídate Kaim —Se despide Alice con la mano.

    Cuando el grupo entero sale, Ariadna entra a la habitación.

    —Así que ya estás despierto —comenta mientras se sienta a su lado.
    —¡Maestra! —Se sorprende —¿Cuánto tiempo lleva ahí?
    —Desde antes de que comenzases a llorar como un bebé —responde con una sonrisa socarrona.
    —Me cogiste en un momento débil —dice, avergonzado.
    —Pero no pensé que tras esa determinación se escondía una razón como esa, me has sorprendido dos veces, no hay muchas personas que hayan logrado algo así.
    —Vaya, ¿he de sentirme orgulloso? —bromea con una pequeña risa.
    —Casi me arrepiento de haber sido tan dura con el entrenamiento.
    —¿Casi?, creo que tu entrenamiento fue más peligroso que aquel Bégimo.
    —¿Debería abrazarte contra mi pecho? —comenta extendiendo los brazos, con una sonrisa socarrona.
    —¿También viste eso? —Se avergüenza.

    Ariadna se acomoda en el asiento cruzando las piernas.

    —He oído que te marchas mañana con tu grupo.
    —Ellos se quedarán aquí, partiré a primera hora yo solo —contesta negando con la cabeza.
    —¿Y eso por qué?, parecían realmente dispuestos a ayudarte —pregunta, extrañada.
    —Ellos están formando su hogar en este lugar, no me gustaría que lo abandonasen tan solo por ayudarme. Es cierto que con ellos quizá sería todo mucho más fácil, pero no me gustaría arrastrarlos a mis problemas.
    —Vaya, eres más atento de lo que pareces.
    —No puedo evitarlo, Mayka me recuerda un poco a mi hermana pequeña. No me gustaría que sufriera ningún daño por ayudarme —responde con nostalgia.
    —En ese caso me gustaría que me hicieras un favor. Me gustaría que llevases a alguien contigo.
    —Dije que prefiero ir solo —responde, quejoso.
    —Es mi mejor alumna —expone—, ella podrá guiarte, dudo que sepas dónde ir una vez pases los muros. Necesita experiencia, observar el mundo con sus propios ojos. Necesita descubrir que las cosas no son como ella cree y que las personas son más variadas de lo que podría creer. Por eso, me gustaría que la llevases contigo.
    —No soy lo bastante fuerte como para proteger a alguien mientras consigue experiencia en el combate. —Suspira.
    —No necesita experiencia en el combate, de hecho te supera ampliamente en ello. Necesita experiencia tratando con los demás.
    —¿Y eso por qué? —pregunta, sin entender muy bien a qué se refiere.
    —Ella es alguien bastante especial, lo sabrás en cuanto la veas.
    —Está bien, está bien. Es cierto que necesitaré ayuda, pero espero que no sea alguien problemático. Además, no puedo decir que no a una orden de mi maestra.
    —Gracias, Kaim. Mañana te irás, pero estoy segura de que nos encontraremos alguna vez. Y cuando eso pase me aseguraré de cerciorarme de si sigues con tu entrenamiento o no —dice mientras da puñetazos al aire.

    Kaim suelta una risa y se resiente de sus heridas por ello. Ariadna se acerca a la puerta y se gira antes de salir.

    —¿Sabes? Se podría decir que te he cogido cariño en este tiempo. Por eso, asegúrate de cuidarte, ¿sí? —Se despide de Kaim y se marcha.

    Kaim se tumba sobre la cama.

    —Alice, Mayka, Marco; lo siento —murmura mientras trata de conciliar el sueño.

    El Sol comienza a verse en el horizonte, dotando al cielo de un meloso color anaranjado. Kaim recoge sus pocas posesiones y parte en dirección a la entrada de la ciudad. Allí, una chica envuelta en una túnica marrón, portado una lanza, le espera.

    La chica se gira al oír llegar a Kaim y hace una reverencia. Kaim se sorprende un poco y la devuelve.

    —Tú debes de ser Kaim, ¿verdad? —pregunta la chica de pronto.
    —Así es —Asiente con la cabeza—. Entonces tú debes de ser la otra alumna de Ariadna.

    La chica descubre su cara al retirar su capucha, descubriendo un rostro pálido, un largo cabello blanco, y unas penetrantes pupilas blanquecinas. La chica asiente con la cabeza.

    —¿No te dijo mi nombre? Soy Anya, por favor llámame así.
    —Está bien, Anya. —Pronuncia su nombre con una sonrisa.
    —Exacto. ¿Partimos? —dice emprendiendo el paso.
    —Vale, pero espérame un segundo.

    Kaim y Anya salen de la ciudad. Unas horas más tarde Alice y su grupo llegan a la puerta.

    —¿Aún no ha llegado? —pregunta Mayka, impaciente.
    —No tiene mucho equipaje como para que tarde tanto —añade Marco.
    —Esto es raro —masculla Alice, pensando.

    Uno de los guardias de la entrada se acerca a ellos.

    —Usted es Alice, del grupo Pandemónium, ¿no? Un chico de cabello castaño me dijo que le diese esta nota —Le extiende un trozo de papel.

    Alice toma la nota y la comienza a leer en voz alta.

    —“Lo siento por haberos mentido pero no quería que os involucraseis en mis problemas. Espero que logres mantener a tu familia Alice, yo voy a reunirme con la mía de una forma u otra. Gracias por el corto pero agradable tiempo que hemos pasado juntos. Kaim. Lamento haberos mentido” —Alice rompe la nota en trozos y los suelta al aire—. ¿Pero cuánto más pretende hacerme enfadar ese chico?
    —¡Ese idiota! —grita Mayka furiosa, apretando los puños.
    —Y luego decías que yo era un miembro problemático, Alice —comenta Marco en tono burlesco.
    —Cuando lo encuentre pienso mandarle de vuelta de un puñetazo —Amenaza Mayka golpeando al aire.
    —Pobre Kaim, cuando le encontremos Mayka le va a hacer picadillo —comenta Marco con una risilla.
    —Vamos, sólo hay un sitio al que puede ir desde aquí, tenemos que alcanzarle en la próxima ciudad o sino le perderemos la pista —ordena Alice.

    Alice, Mayka y Marco salen de la ciudad a paso ligero mientras se despiden de ella dejándola a sus espaldas.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    ¡Por fin! *Alza las manos al cielo y sale un rallo de luz que lo ilumina*

    Estaba preocupado, hacía tiempo que no actualizaban las historias que sigo ^.^

    Me ha gustado el nuevo personaje que acompaña a Kaim, en cierto momento llegue a pensar que era la hermana de el. ¿Acaso Kaim es el unico en ese mundo?, esa es una pregunta que me ha rondado por la cabeza desde que comense a leer ésta historia.

    Me ha gustado mucho el capi, espero y ojalá lo actualizes nuevamente, estoy impaciente por ver lo que pasa, aquí estaré como leal lector que soy.

    Saludos, espero más sorpresas.
     
  4.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1688
    Me alegra tener un lector asiduo como tú jeje, así da gusto XD.

    Kaim y Anya emprenden su viaje juntos pero, ¿qué es eso en la espalda de su compañera?

    Capítulo 14: Accidente en el desfiladero.


    Kaim y Anya caminan por los caminos entre vastas extensiones de hierba en dirección a su siguiente destino, el desfiladero de Hom: un lugar angosto que se abre paso en mitad de las montañas, sobrepasando el llamado bosque de Aken. Su nombre proviene del gigante Hom "escultor de montañas", quien se dice que esculpió el monte para dejar paso a los humanos, quienes no podían cruzar la montaña debido a las criaturas que poblaban las cumbres.

    —¿Ocurre algo? —pregunta Anya con su característica voz tenue y frívola.
    —¿Eh? No, nada —responde de inmediato, dándose cuenta de lo sospechoso que resultaba.
    —¿Y por qué razón no has dejado de mirarme desde que partimos? —Vuelve a preguntar, esta vez apuntando al cuello de Kaim con su lanza.
    —No es por nada, de verdad —Retrocede, algo asustado y gesticulando con las manos—. Tan solo pensaba en qué es lo que escondes tras la túnica. Tu espalda se ve como si estuviese cubriendo algo.
    —¿Qué interés tienes en eso? —Camina hacia Kaim con el ceño fruncido.
    —Nada especial, pero viajaremos juntos durante un tiempo por eso pensé en que no estaría mal saber algo de ti —responde con las manos en alto—. No hemos abierto la boca en todo el trayecto y comenzaba a sentirse incómodo
    —Si tanto interés tienes —comenta cerrando los ojos y retirando su arma— te mostraré. No tenía pensado esconderlo de todos modos.

    Kaim asiente con la cabeza, acto seguido Anya se gira y retira su túnica. Los ojos de Kaim se abren del asombro. De su espalda nacían un par de pálidas alas blancas, que se extendían hasta alcanzar casi dos veces la envergadura de su cuerpo.

    —¿Entiendes ahora la razón por la que cubro mi espalda? —responde finalmente, abriendo de nuevo los ojos para dedicarle una mirada por encima del hombro.
    —Son preciosas —comenta maravillado, alargando el brazo tratando de tocarlas.

    Anya se aleja inmediatamente y punza el cuello de Kaim con su lanza.

    —¿Qué pretendes? —amenaza.
    —Lo siento, tan solo estaba impresionado y quería ver si son tan suaves como parecen —responde nervioso, hablando lo más rápido posible— Pensaba que se veían hermosas y no pude evitarlo.
    —¿Hermosas? —pregunta ladeando la cabeza, confundida.
    —Es la primera vez que veo algo así. ¿Acaso eres un ángel?
    —Perdona mi rudeza —Retira su arma— no... acostumbro a oír cumplidos sobre mi aspecto. Pertenezco a la tribu de los ángeles blancos.
    —Es culpa mía, perdona por intentar tocarlas tan de repente. —se disculpa inclinándose un poco—. Ha sido una reacción normal en una chica.
    —¿Me ves como una chica? —pregunta con sorpresa.
    —¿Eh? ¿No debería?
    —Así que a esto era a lo que se refería la maestra con que era un chico algo extraño —Susurra para sí misma. Si no es molestia me gustaría seguir con las alas extendidas, es muy cansado llevarlas retraídas todo el tiempo —pregunta, ahora más calmada.
    —Claro, no es problema en lo absoluto —responde con una sonrisa.

    El camino continúa durante unas horas en silencio, hasta que Kaim decide romperlo.

    —Hace un rato me lo llevo preguntando, ¿hacia dónde nos dirigimos? —pregunta mientras camina con los brazos cruzados sobre su nuca, con expresión aburrida.
    —Solo podemos dirigirnos a un lugar desde Arnor, Mokgrad, es un pueblo amplio al otro lado de las montañas. Tenemos que cruzar un desfiladero para poder llegar allí.
    —¿Está muy lejos?
    —Deberíamos llegar allí al anochecer.

    El silencio se apodera del lugar unos segundos.

    —Tal y como dijo la maestra, no parece que conozcas nada sobre este lugar —comenta Anya de la nada, deteniéndose.
    —Supongo que ella te lo dijo, yo vengo de un lugar lejano y aparecí aquí sin saber cómo. Ando buscando cómo regresar —responde con sinceridad—. No estarías equivocada si dijeses que no sé nada sobre este lugar
    —Por tu reacción deduzco que en ese lugar no existen ángeles blancos.
    —Los ángeles están considerados un mito y un ser sagrado. No me atrevería a decir que no existan, pero es lo más probable.
    —¿Un ser sagrado? Cuán distinto a este lugar. —habla consigo misma, mirando al cielo.
    —¿Por qué lo dices? —pregunta Kaim, extrañado.

    Anya queda un rato mirando al cielo, pensando sobre si contarle o no. Finalmente, se gira y se detiene a mirar al rostro de Kaim.

    —En este lugar, los ángeles somos seres odiados. Para los humanos, no somos más que un puñado de monstruos —responde con calma.
    —Quizá sea la envidia —comenta con naturalidad.
    —¿Envidia? —pregunta, curiosa.
    —En el lugar del que provengo, las personas siempre han soñado con poder volar. Pero eso es algo imposible para nosotros, por lo que creamos máquinas para ello. No sé mucho sobre la magia, pero supongo que por aquí es prácticamente lo mismo. Quizá por eso sienten envidia y evitan el contacto, o en última instancia desprecian a aquellos que fácilmente hacen lo que ellos no pueden conseguir.
    —Nunca lo había pensado de esa forma —comenta, algo sorprendida—. Pero la envidia no excusa las atrocidades que han cometido contra los míos.
    —Sé que no debería hablar así de cosas que no conozco —responde simulando una risa avergonzada—, pero parecías algo triste y pensé que te animaría un poco el saber que al menos hay un humano que no piensa de ese modo.
    —Eres un humano muy raro. Pero gracias —Se gira y vuelve a retomar el paso.
    —Me alegra haberlo conseguido —susurra con una sonrisa, tratando de seguirle el paso.

    El camino continúa, mercaderes, transeúntes y alguna que otra partida de guardias van y vienen por el sendero, trayendo consigo mercancías de todo tipo y sorprendiéndose por la presencia de Anya. Antes de que se dieran cuenta, el Sol comienza a ocultarse y los últimos rayos de luz asoman sobre lo que parecía ser el desfiladero.

    —Quizás debamos acampar al pie del desfiladero —comenta Kaim mirando al cielo.
    —No es necesario, si aceleramos un poco el paso deberíamos llegar a Mokgrad antes de que se vuelva peligroso el camino —responde negando con la cabeza—. ¿O acaso necesitas un descanso?
    —¿Bromeas? —responde con una risa—. Sigamos.

    Tal y como dijeron, ambos aceleran un poco el paso y entran al pie del desfiladero, a un lado una enorme pared de roca reducía el camino transitable a tan solo un sendero paralelo a un acantilado.

    —Este es el desfiladero de Hom —aclara Anya.
    —¿Hom?
    —Gregor Hom. Un afamado escultor. Se dice que él mismo esculpió este desfiladero. Por si te lo preguntas, es un gigante de las montañas —expone, dirigiendo una mirada al confuso Kaim.
    —Oh, entiendo.
    —Ten cuidado con donde pisas, de aquí en adelante el camino se vuelve un poco escabroso.

    Pasados unos minutos. Un grupo de seis fornidos hombres salen de entre las rocas desenvainando sus armas. De inmediato, Anya detiene a Kaim con su brazo.

    —Vaya, parece que nos ha tocado el premio gordo —comenta uno de los hombres.
    —¿Quienes son estás personas? —pregunta Kaim, desconcertado por la expresión seria de su compañera.
    —Bandidos —Le responde—. Desenvaina tu espada.
    —¿Van a ofrecer resistencia? —comenta quien parece ser el líder—. Maten al humano, pero no dañen demasiado al monstruo, valdrá una fortuna en el mercado de esclavos.
    —¿Matarme? —contesta Kaim desenvainando su espada—. ¿Así que a esto es a lo que te referías Anya? Pues veamos que tienen para mi.

    Los bandidos se posicionan y tratan de rodearlos. Anya los sigue con la mirada.

    —A la de tres, embestimos contra ellos —susurra.
    —Entendido —responde igualando el tono.

    Anya comienza a contar, al llegar a tres, ambos salen disparados. Anya embiste con su hombro a uno de los bandidos, arrojándolo al suelo. Por su parte Kaim avanza rápidamente hasta la posición del líder y asesta un corte que es detenido por su espada.

    —¿Por qué un humano viaja con un monstruo como ese? —Le pregunta, acercando su rostro lleno de cicatrices.
    —¡No te atrevas a llamarla monstruo! —responde, furioso y le empuja con su arma.

    Kaim arremete de nuevo contra él con un corte lateral. El líder bandido lo evita con un salto hacia atrás. Kaim retira su espada atrás girándola sobre su eje, con cada giro, el viento se arremolina a su alrededor.

    —¡Viento cortante! —exclama al tiempo que libera la onda de aire en dirección a su enemigo.

    Por su parte, Anya se encuentra rodeada por cuatro tipos. Uno de ellos se lanza sobre ella con su espada. Anya gira sobre sí misma y le golpea con una patada. Gira su lanza y golpea con el mango a otro de ellos. Los otros dos arremeten contra ella a la vez, Anya salta sobre sus cabezas batiendo sus alas y cae a sus espaldas. Acto seguido golpea la cabeza de uno con su lanza.

    —Sois demasiado débiles —comenta con decepción—. Ni siquiera merece la pena mataros.

    El bandido restante se retira a dónde su jefe se encuentra luchando contra Kaim.

    —Señor, esa chica es demasiado para nosotros.
    —¡Ineptos! —exclama el líder, evitando la onda de viento de Kaim—. Supongo que nos veremos en otro momento, amante de los monstruos —Se despide antes de echar a correr.
    —¡Retira eso ahora mismo! —Le grita enfadado.
    —Pero antes, un regalo de despedida —comenta deteniéndose antes de cruzar la esquina, observando a Kaim con una sonrisa—. ¡Detonad las cargas!

    Unos barriles caen por la pared montañosa y detonan en mitad de la caída, produciendo un desprendimiento de enormes rocas hacia su posición.

    —¡Anya, cuidado! —La empuja, sacándola del camino de las rocas.
    —¿Que haces estúpido? —Le dice mientras cae al suelo por el empujón.

    Las rocas golpean a Kaim, quien no tiene tiempo de reaccionar y cae por el barranco hacia el bosque que se encuentra justo abajo .

    —Idiota, podría haber evitado las rocas fácilmente, ¿por qué haces estas cosas? Vas a conseguir que te maten —comenta para sí misma, mirando hacia abajo—. Ese es el bosque de Aken, sus copas deberían amortiguar su caída. Tendré que ir a buscarle.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    ¡Un angel! *-*

    Pero... su forma de actuar no parece la de un angel, sin embargo me ha gustado, espero que su carácter cambie conforme avanza la historia.

    Por otro lado, me preocupa lo que le haga Alice a Kaim una vez lo encuentre, anteriorme dijo que lo hiba a mandar de vuelta a su mundo de un puñetazo.

    Además espero que no resulte herido gravemente despues de lo ocurrido, me preocupa...

    Y sip, como dije anteriorme, aquí seguiré pendiente de tu historia, saludos. ^.^
     
  6.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1835
    Aquí llega el siguiente capítulo, espero que les guste:

    Las heridas de Kaim reflejan lo que pudo ser una caída fatal, ¿pero que hará ahora que se ha perdido en mitad del frondoso bosque de Aken?


    Capítulo 15: ¿Una cabaña en mitad del bosque?. Aparece Haruna.


    El bosque de Aken, frondosa extensión de masa forestal que rodea las montañas que dividen el reino en dos zonas. Una gran masa que sirvió de protección frente al ataque del reino vecino, Zonde, en los tiempos de las grandes guerras sacras. Se dice que Aken, un poderoso invocador, logró ahuyentar al ejército invasor usando sus más de cuarenta espíritus, perdiendo su vida en aquel proceso. Cuenta la leyenda que una de sus criaturas aún permanece allí y cuida que ningún humano perturbe la paz que se respira entre sus ramas.

    A la mañana siguiente, Kaim descansa sobre una cama hecha de madera y hojas. Nada más abrir sus ojos, un techado de madera, entretejido con palos y lianas, le deja desconcertado. Kaim se lleva las manos a la cabeza, dándose cuenta de que su cabeza, así como su cuerpo, se encuentra vendado. Al mirar a un lado, una pequeña chica de cabello largo anaranjado, vestida con una camisa naranja pálido y una pequeña falda verde, se encuentra mezclando cosas en un gran caldero mientras tararea una alegre cancioncilla.

    —¿Dónde estoy? —pregunta desorientado, tratando de reducir el dolor en tu cabeza.
    —Vaya, ¿ya despertaste? —comenta la pequeña chica, acercándose a su lado rápidamente—. Te encontré desmayado y sangrando mientras salí a recoger hierbas. Me asusté un montón así que te traje aquí corriendo y vendé tus heridas. Lamento no tener ninguna poción para tratar tus heridas —comenta rápidamente antes de inclinarse en señal de disculpa—. El ungüento que puse en tus heridas tardará en hacer efecto, pero es muy efectivo.
    —¿Qué demonios? —responde, apabullado por la ametralladora de palabras de la pequeña chica—. ¿Quién se supone que eres?

    La pequeña chica infla sus mejillas con enfado y los brazos en jarra sobre su cintura.

    —¿Te salvo la vida y solo se te ocurre preguntar quien soy? —comenta enfadada, acercando su rostro lentamente a él— ¡Además! —exclama de repente, asustándole—. Tuve que usar casi todo lo que había recogido para hacer ese vendaje.
    —Tienes razón —se disculpa—. Es solo que hace un momento estaba sobre el desfiladero y me encuentro confuso —finaliza, sosteniendo su cabeza con expresión adolorida.
    —¡Wawa! —exclama Haruna, retrocediendo y gesticulando con las manos avergonzada—. ¡Solo estaba bromeando!
    —Estaba sobre el desfiladero y de repente una roca me golpeó y... ¡Anya! —exclama, saltando de la cama pero cayendo de nuevo debido a sus heridas.
    —¡No deberías moverte aún! —Le regaña, tumbándole en la cama de nuevo—. Se abrirán tus heridas.
    —Pero mi compañera debe estar esperándome —replica Kaim, tratando de levantarse de nuevo—, íbamos a cruzar juntos el desfiladero en dirección a Mokgrad.
    —No llegarás a ningún lado si se abren tus heridas —Vuelve a regañarle.
    —Pero...

    Antes de que pudiera replicarle otra vez, la pequeña chica le golpea en la cabeza con el cazo con el mezclaba las cosas en el caldero.

    Kaim se resiente del golpe y frota su cabeza mientras da vueltas de un lado a otro sobre la cama, adolorido.

    —¿Por qué demonios has hecho eso? —comenta con los ojos llorosos.
    —¡Te dije que no te levantases! —responde molesta—. Tus heridas están sanando, descansa un poco y luego te marcharás, no creas que volveré a traerte a mi casa si vuelvo a encontrarte desangrándote en mitad del bosque. No fue nada fácil hacerlo.

    La pequeña le da la espalda y vuelve a remover en el caldero.

    —Está bien —responde resignado—. Gracias por cuidarme.

    Como un resorte, la chica se gira de nuevo hacia él mostrando una gran sonrisa.

    —¡De nada! —exclama feliz.
    —¿Y qué hace una niña como tú sola en una cabaña en mitad del bosque? —pregunta mientras mira de un lado a otro, analizando cada rincón del lugar.
    —¡No soy una niña! —responde enfadada, dando un fuerte pisotón en el suelo—. ¡Soy una genio!
    —¿Y qué eres, alguna clase de bruja? —comenta a continuación, lanzando una dudosa mirada a la pequeña chica.
    —No soy ninguna bruja —niega con la cabeza—. De hecho, soy pésima para la magia, pero soy una gran invocadora y conozco montones de encantamientos y recetas de alquimia. No hay nada que yo no sepa —responde con la cabeza alta, exhibiendo una pose victoriosa con la cabeza al cielo y los brazos cruzados.

    Kaim queda observándola por un momento, sin saber bien cómo responde a eso.

    —¿Qué ocurre? —pregunta confundida—. ¿Por qué me miras así?
    —¿Dónde están tus padres?

    El rostro alegra de la chica se ensombrece, al tiempo que aprieta su falda con ambas manos, agachando la cabeza.

    —Mis padres... —comienza a relatar— murieron cuando yo apenas era un bebé. Fueron asesinados por una invocadora, se sacrificaron para colocar un hechizo que me salvaría de ella y para grabar en mi memoria el rostro de sus asesinos.

    El ambiente se vuelve tenso por unos momentos.

    —Algún día, pienso salir al mundo e ir a buscarla —continúa, levantando la cabeza con expresión de odio—. y entonces le haré pagar por todos los años que llevo sola en esta cabaña.
    —Lo siento —se disculpa profundamente Kaim, sin saber cómo actuar—. No tenía idea.
    —¡Oh! No te preocupes... —responde recuperando su energía, pero cae en la cuenta de algo—. ¡Wawa! Ni siquiera nos hemos dicho nuestros nombres. Yo soy Haruna.
    —Es cierto —dice recuperando la compostura—. Mi nombre es Kaim.
    —¿Sabes? —Llama su atención—. Pronto saldré a recoger plantas y frutos, si descansas un poco te dejaré acompañarme y podremos buscar a tu compañera.
    —Entonces a dormir —responde de inmediato, cubriéndose con las sábanas de hoja.
    —¡Qué rápido!

    Pasan un par de horas y el graznido de unos pájaros alerta a Haruna, quien se encontraba moliendo unas hierbas sobre la mesa de la cabaña.

    —Parece que ya es mediodía —comenta Haruna, convencida.
    —¿Cómo lo sabes? —responde Kaim, acercándose a ella.
    —Esas aves solo graznan al mediodía, cuando van a buscar frutas para comer —expone brevemente—. Y eso significa que va siendo hora de que vaya a buscar los frutos. ¿Te encuentras mejor?
    —Como nuevo —responde, sacando músculo con el brazo.
    —Vamos entonces, no quiero que se haga muy tarde.

    Haruna va a un poste en una esquina de la cabaña, toma una túnica, con la que cubre todo su cuerpo y un par de bolsas y las cuelga de sus hombros.

    Al salir de la cabaña, tan sólo se vislumbran árboles hasta donde alcanza la vista, cubriendo incluso el cielo, y un gran número de animales correteando por el lugar.

    —Las criaturas de por aquí son inofensivas. Las frutas se encuentran más al interior —explica Haruna.
    —Entendido —Asiente con la cabeza.
    —Por aquí —Lidera Haruna a través del bosque.

    Tras unos minutos caminando, Kaim rompe el silencio.

    —Dime Haruna, ¿dónde me encontraste? —pregunta pensativo.
    —Está más lejos de aquí, en pleno interior —responde confusa—. ¿Por qué quieres saberlo?
    —Tan solo me preguntaba dónde se encuentra Anya. Ha pasado toda la noche sola y no puedo evitar estar algo preocupado.
    —Dijiste que era tu compañera, ¿verdad? —afirma—. Puede meterse en problemas si deambula por el bosque como si nada.
    —Vaya, gracias por aliviar mi preocupación.
    —En este bosque hay un espíritu protector que ataca a los humanos tratándolos de intruso —continúa, ignorándole.
    —¿Un espíritu?
    —Sí —asiente con la cabeza—. Una criatura capaz de formar pactos con una invocadora —añade al observar la confusa cara de Kaim.
    —¿Y no podrías firmar un pacto con él? ¿No eras invocadora?
    —No es tan fácil —niega mientras aparta un puñado de ramas con la mano—. Tendría que vencerle en una batalla y mis espíritus no son buenos para usarlos en un bosque.
    —Te atrapé —Se oye una profunda voz desde el subsuelo.

    Bajo los pies de Haruna, unas raíces se arremolinan bajo ella la atrapan, suspendiéndola boca abajo en el aire.

    —¡N... No mires Kaim! —exclama cubriéndose la falda, sonrojada.
    —Por fin te atrapé, intrusa —comenta una voz proveniente del subsuelo.
    —¿Tú otra vez? ¡Te dije que vivo aquí, no soy ninguna intrusa! —exclama enojada.

    Una multitud de raíces reptan por el suelo hasta agruparse en un mismo lugar. Las raíces comienzan a tomar forma y hasta que una criatura cuadrúpeda, con el cuerpo hecho de secciones de troncos de madera musgosa y un ojo cristalino de color rojo toma forma.

    —No puedes engañar al guardián del bosque. Tu y ese extraño habéis venido a robar las frutas de nuevo —asevera con rotundidad con su profunda voz—. No te dejaré esta vez.

    Acto seguido, la criatura rodea el cuello de Haruna con una raíz y comienza a ahogarla.

    —Antes de morir, mi amo me encomendó la protección de este bosque —continúa mientras su ojo toma un color más agresivo—. Vais a morir aquí.
    —¡Espera un momento! —grita Kaim alarmado.
    —Espera tu turno pacientemente, humano. Pronto estaré contigo.
    —¿Por que sigues las ordenes de un amo muerto? —pregunta rápidamente, tratando de convencerle.
    —Las relaciones entre un espíritu y su amo trascienden la muerte. Hasta que no encuentre un nuevo amo seguiré cumpliendo su voluntad.
    —En ese caso, ¿por que no me convierto en tu nuevo amo? —propone, perdiendo la paciencia
    —Imposible, solo alguien que domine la magia de invocación de espíritus puede ser mi amo, y así convocarme en el momento que él decida.
    —En ese caso libera a Haruna, ¡deja que ella sea tu ama! ¡A este paso vas a matarla! —grita al tiempo que desenvaina su espada, dispuesto a cortar la raíz.

    Repentinamente, un disco aparece volando y corta la raíz, soltando a Haruna que cae al suelo tosiendo y lo toma con la mano.

    —Gracias por distraerlo Kaim —agradece mientras se sostiene el enrojecido cuello.
    —¿Esa chica es invocadora? —pregunta sorprendido—. En ese caso la pondré a prueba.
    —¿A prueba?

    Repentinamente, la enorme criatura libera dos raíces y las arroja contra ellos.

    —¿Porqué demonios le dices que soy una invocadora? Te dije que no tengo espíritus para luchar contra él y ni siquiera me he traído mis cartas.

    Kaim rebana ambas raíces con un rápido corte.

    —No te preocupes Haruna, yo lucharé contra él —afirma convencido.
    —¡Apenas te has recuperado de tus heridas no puedes vencerle! —exclama preocupada.
    —Dime Haruna —Se gira hacia ella, mostrando una gran sonrisa—. Dijiste que querías abandonar este sitio. ¿Qué te parecería, si gano, venir conmigo a recorrer el mundo?
    —¿Eh? —No consigue articular palabra, pero su rostro se ilumina.
    —Esa es la respuesta que esperaba.
    —¡No creas que voy a dejar que luches solo! —comenta llena de vitalidad, empuñando dos charkrams en sus manos—. Lucharé lo mejor que pueda aunque solo tenga esto.
    —Entonces —interrumpe el espíritu—. Mi nombre es Frelom y, en este momento, comienza la prueba del pacto. Demostradme que no sois intrusos.

    Hundiendo sus pies en el suelo, Frelom deja salir multitud de raíces bajo él, preparadas para lanzarse contra ambos.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  7.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    ¡Genial! ¡Estupendo! ¡Maravilloso! *Aplaude*

    Me ha encantado, sabes todos los capis me han gustado pero éste en especial me ha gustado mucho más.

    Sin embargo, la criatura pensé que era, no sé, un dragón o algo así, se me acaba de occurrir una loca idea, ¡Que genial seria ver a Kaim con echizos de invocación, eso sería épico!

    Ojalá algún día aparezca un Necromancer, seres cuyos conocimientos de la magia negra, violan toda las creencias de dichos poderes. ¡Oh dios! ¡Que emocionado estoy!

    Estoy que me entierro solo, ¡Espero el próximo capitulo!.
     
  8.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Bueno, voy mejorando conforme los capítulos avanzan, y este lo he retocado bastante ya que la caracterización de los personajes no estaba muy lograda y chocaban un poco con la personalidad que quiero que tengan. Y bueno ya habrá sus dosis de dragones y bestias colosales tranquilo XD, de hecho, hace poco escribí una batalla algo interesante contra una de la que tengo pensada que sea de las 10 criaturas más fuertes del mundo.

    En cuanto a la nigromancia es un estilo de magia que tengo pensado introducir, si bien no en un futuro cercano puesto que no será un tipo de magia que cualquiera pueda dominar y además aún tengo que pulir un poco algunos elementos como para ir a algo complicado como eso, cuesta pensar en conjuros interesantes sin caer en lo ya visto, me gusta ser lo más original que pueda en lo que hago. Es por eso que adopté el latín (a pesar de que no sé latín XD) como lenguaje para los conjuros, porque no es tan utilizado como el japo o el inglés.

    Espero que te vaya gustando más conforme avance ^^ y gracias por leer.
     
  9.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1356
    De nuevo aquí con un nuevo capítulo, espero que les guste.

    Kaim y Haruna contra Frelom, ¿qué harán para enfrentarse a este desconocido enemigo?

    Capítulo 16: La formación de un pacto.


    En mitad del bosque, Kaim y Haruna se encuentran frente a su espíritu guardián, Frelom, quien accede a formar un pacto con Haruna si son capaces de superar su prueba, una batalla.

    —Haruna, ¿tienes algún espíritu que pueda cubrirme mientras avanzo? —pregunta Kaim, concentrándose.
    —Ya te dije que mis espíritus no son apropiados para luchar en este lugar —susurra—. Pero puedo cubrirte con mis charkrams.
    —En ese caso —continúa Kaim, agazapándose preparado para atacar— permíteme llegar a él y podré terminar esto rápido.
    —Entendido.

    Kaim corre a gran velocidad con su paso ligero mientras las raíces formadas por Frelom se lanzan hacia él. Antes de que éstas le alcancen, los charkrams de Haruna vuelan junto a él y las corta en su camino.

    Mientras los filosos aros vuelan de vuelta a su dueña, Kaim salta y da un corte descendente. Golpeando de lleno la cabeza del espíritu, creando una grieta en su musgoso rostro alargado.

    Parte de la corteza que cubre la espalda del espíritu se desprende y multitud de raíces afloran a gran velocidad, atrapando a Kaim de cuello y extremidades, sin poder reaccionar en mitad del aire.

    —Luchas sin un plan y te abalanzas contra un enemigo del que no conoces sus habilidades —comenta mientras aprieta sus raíces—. No eres digno de luchar contra mí
    —Esto es lo que se llama... un señuelo. —Se burla Kaim con dificultad.

    Haruna se coloca bajo Frelom lo más rápido que puede, aprovechando su despiste, y lanza sus armas a su pecho. Los charkrams giran, ahondando cada vez más en su corteza.

    Frelom no puede evitar dar un grito y levantarse sobre sus patas traseras, liberando a Kaim, quien cae al suelo tosiendo.

    —¡Ahora Kaim! —grita Haruna.
    —Dame al menos un respiro —Se queja mientras apunta su espada a Frelom y cierra los ojos para concentrarse.

    El viento comienza a arremolinarse en torno a su espada.

    —Su corteza es dura, le golpeé con toda mi fuerza y solo logré un pequeño corte. Necesito aumentar la potencia o no seré capaz de atravesar esa coraza. Probaré algo un poco distinto —masculla en un tono casi imperceptible.

    Kaim abre los ojos y salta para alcanzar el pecho del espíritu antes de que caiga al suelo.

    —¡Taladro de viento! —exclama Kaim al lanzar una estocada.

    El viento en la espada gira rápidamente y perfora la zona entre ambos charkrams. La espada ahonda en el cuerpo del espíritu mientras que la onda de viento le atraviesa completamente proyectándose a una larga distancia en linea recta.

    Sin previo aviso, la coraza de madera de Frelom se desprende con una explosión, liberando gran cantidad de polvo y alejando a Kaim y Haruna.

    Al disiparse la cortina de polvo, Frelom muestra una forma distinta, un amasijo de raíces retorciéndose unas con otras, tras la que se esconden dos ojos del color de la sangre.

    —Lucháis mejor de lo que esperaba; mejor de lo que unos burdos ladrones de frutos podrían luchar —comenta, impasible.
    —Ya te he dicho cientos de veces que no soy ninguna ladrona, solo necesito los frutos para mis experimentos alquímicos —comenta Haruna, molesta, mientras se levanta del suelo sacudiendo su trasero.
    —En ese caso, daré por concluida esta prueba —responde Frelom mientras su coraza vuelve a recomponerse.
    —Entonces, ¿ya ha acabado? —pregunta Kaim mientras se recompone—. Eso fue rápido.
    —Créeme humano, no querrías luchar contra mi mientras tengo esta forma —amenaza entre los crujidos de la madera que se recompone.

    Frelom y Haruna se colocan frente a frente y un círculo mágico aparece bajo ellos.

    —Yo, Haruna, aquella bendecida con el don de la invocación, conmino al espíritu protector del bosque de Aken, Frelom a establecer un pacto.
    —¿Cuál es la condición del pacto?
    —Necesito ser fuerte —comenta, apretando los puños—. Lo bastante fuerte fuerte para que nunca vuelva a perder a nadie importante. Lo bastante fuerte como para encontrar y acabar con quien mató a mis padres.
    —Posees un deseo oscuro, pero veo luz en tu corazón —responde al tiempo que la luz aumenta en intensidad—. Acepto el pacto, llámame cuando me necesites, joven ama.

    Dicho esto, Frelom desaparece y se transforma en una carta con su imagen.

    —Gracias Kaim —dice Haruna con una gran sonrisa—. Nunca lo habría conseguido sin tu ayuda.
    —Claro —responde pensativo.

    Ambos continúan caminando hasta internarse de nuevo en la espesura del bosque. Haruna, visiblemente nerviosa, no puede evitar dirigir la mirada una y otra vez a Kaim.

    —¿Qué ocurre? —pregunta al percatarse.
    —¿En verdad? ¿En verdad me llevarás contigo? —pregunta ella algo nerviosa.
    —Claro —afirma al tiempo que asiente con una sonrisa—. ¿Por qué sino lo diría?
    —Pensé que, quizás, una niña que tan solo busca venganza no sería buena compañía para ti —responde cabizbaja, visiblemente afligida por ello.
    —No seas idiota —La consuela Kaim, acariciando su cabeza—. No eres ninguna niña, eres una genio
    —Je —ríe—. Idiota.

    Continúan su avance a través del bosque, hasta llegar al linde de un enorme árbol que sobresale por sobre las copas de los demás árboles.

    —Fue este árbol quien le dio nombre al bosque. El árbol de Aken, plantado hace veinticinco años por Aken, un famoso invocador y antiguo amo de Frelom —comenta Haruna, tratando de vislumbrar la cima del árbol.
    —Vaya, sabes muchas cosas —afirma Kaim, algo sorprendido.
    —En mi cabaña hay una gran librería, casi todo lo que he aprendido en estos años lo he hecho leyendo. Al fin y al cabo, tampoco había muchas cosas que podía hacer en este lugar —expone, dirigiéndole una mirada de soslayo—. Los frutos crecen del otro lado, debemos rodearlo.

    Al doblar la esquina, Kaim se sorprende al encontrarse con una escena que jamás hubiera imaginado.

    Anya se encontraba sentada sobre una de las grandes raíces del árbol, devorando salvajemente uno de sus frutos, completamente empapada de jugo.

    —¿Alas? ¿Acaso es una Seth? —susurra Haruna algo asustada, llevando la mano a los charkrams de su espalda.
    —¿Anya? ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta Kaim bastante sorprendido.

    Anya se gira sorprendida y suelta el fruto de sus manos, que cae al suelo junto con un goteo.

    —¿Kaim? Vine a buscar tus restos, pero parece que estabas vivo —responde, ignorando el hecho de su rostro pringoso.

    Kaim no puede aguantar la risa al ver su rostro con aquella expresión fría, manchado como si se tratase de una niña pequeña.

    —No pensé que te vería nunca en una situación así —dice entre risas.
    —¿Qué te parece tan gracioso? —Se pone en pie algo molesta.
    —Tu cara —La señala sin parar de reír.

    Anya toca su rostro y se da cuenta de que está machada y pringosa. Algo avergonzada se gira y trata de limpiarla con las manos. Haruna, por su parte, se acerca a ella algo temerosa y saca un pañuelo de uno de sus bolsos.

    —To... Toma —Extiende el pañuelo algo nerviosa y temerosa.

    Anya se gira y lo toma bruscamente para limpiarse.

    —No pensé que fueses capaz de poner esas expresiones, Anya —comenta Kaim, recuperándose de su ataque de risa.
    —¿Quién es esta humana? —pregunta ignorando su comentario.
    —Curó mis heridas cuando caí del acantilado, su nombre es Haruna. Viajará con nosotros de ahora en adelante.
    —E... ¿Eres una Seth? —pregunta Haruna, aún algo asustada.
    —¿Acaso no es algo obvio? —comenta molesta, moviendo sus alas—. ¿Qué es eso de que viajará con nosotros?
    —Bueno, tiene sus motivos para querer recorrer el mundo, yo simplemente le sugerí viajar juntos.
    —Sabes que odio a los humanos —responde, tajante.
    —Ella no es una mala persona, no tienes nada de qué preocuparte —Trata de convencerla.

    Anya se gira y comienza a caminar hacia la salida del bosque.

    —Haz lo que desees —comenta deteniéndose brevemente y girando su cabeza hacia Kaim.

    Kaim sonríe y comienza a caminar para alcanzarla.

    —Vamos Haruna, no te quedes atrás —comenta mientras apremia el paso tras de él.
    —¡Esperad un poco, tengo que recoger mis cosas de casa! —grita Haruna al ver como se comienzan a alejar.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  10.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Genial, me alegra que haruna logrará hacer un pacto con Frelom, me parece curioso que se convirtiera en carta, me recuerda a la serie de Sakura Card Captor ^.^, sin embargo no le veo nada malo, después de todo cierto projecto que tengo por ahí también tiene que ver con cartas. ^.^

    Me pregunto que otras sorpresas les deparará a Kaim y a sus dos amigas, uns vez más me preocupa lo que le valla hacer Alice cuando lo encuentre.

    Aquí estare pendiente de tu próxima actualización, saludos.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  11.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1842
    He aquí la aparición de uno de mis personajes favoritos a nivel personal dentro de la serie.

    Kaim y Anya se reúnen de nuevo junto a la recién incorporada Haruna pero un inconveniente les obliga a dar un rodeo.

    Capítulo 17: Camino a Cueva Oscura.



    Haruna, Kaim y Anya caminan a través del bosque, tras varios minutos, alcanzan la salida de la espesura.

    —Ya debe haber pasado el mediodía —dice Anya, cubriéndose los ojos para evitar ser deslumbrada por la repentina luz del Sol— En la espesura es difícil saber a que hora nos encontramos.
    —Entonces deberíamos darnos prisa para cruzar el desfiladero antes del anochecer —afirma Kaim.
    —Eso es imposible —niega Anya con la cabeza.
    —¿Por qué?
    —Tras el combate hubo un derrumbamiento, el desfiladero es intransitable hasta que retiren las rocas, no sé cuánto puedan tardar en limpiar el camino.
    —¿Entonces tenemos que esperar? —pregunta Kaim, poco convencido por la decisión.
    —Podríamos cruzar a través de la Cueva Oscura —comenta Haruna, quien se encontraba tímidamente detrás de ambos.
    —Imposible sin una fuente de luz posiblemente caeríamos a alguna sima —niega Anya.
    —Eso dejádmelo a mí, tengo la forma de iluminarla —responde Haruna, dándose golpecitos en el pecho, henchida de orgullo.
    —¿Y cuál se supone que es esa forma? —pregunta Kaim con curiosidad

    Chasquea la lengua mientras mueve el dedo en señal de negación.

    —Eso lo sabrás cuando lleguemos —responde con una pícara sonrisa.
    —¿Desde cuándo te las das de interesante? —suspira.

    Anya camina al frente, unos pasos más atrás caminan Haruna y Kaim, uno junto al otro, conversando.

    —¿Así que estáis en un viaje sin rumbo? —pregunta Haruna con curiosidad.
    —Eso parece, por lo que he oído, Anya está en un viaje para obtener algo de experiencia y ver mundo. Yo por mi parte busco la forma de volver a casa.
    —¿Te perdiste? —pregunta confusa.
    —Más bien aparecí aquí —responde con una pequeña risa—. Me recogió una chica que pertenecía a un grupo armado. Pasé un tiempo con ellos y luego me marché junto a Anya apenas ayer —finaliza Kaim, moviendo su mano de un lado a otro, tratando de quitar importancia a su historia.
    —Vaya, tienes una historia interesante —responde pensativa—. Me pregunto cuál será la suya —comenta a continuación, observando a Anya con intriga.
    —¿Por qué no le preguntas tú misma? —dice mientras le da un empujoncito en la espalda.

    Haruna se sobresalta un poco, luego se gira hacia Kaim con cara de preocupación.

    —Pero... He leído que los Seth son gente agresiva que desprecia a los humanos —responde algo asustada.
    —¿Seth? —pregunta con ignorancia.
    —No humanos, personas que poseen cierto parecido con las criaturas.

    Kaim queda pensativo un instante, con su mano bajo la barbilla.

    —No creo que “criatura” sea una buena forma de calificarla —responde finalmente—. Al parecer ella ha tenido bastantes problemas debido a su aspecto. Quizás sea una persona algo fría, pero eso no quiere decir que sea mala ni que odie a los humanos, después de todo, su maestra es humana.
    —¿Es eso cierto? —pregunta sorprendida.
    —Claro, al fin y al cabo tenemos la misma maestra.
    —¿Entonces tú crees que no se enfadará si trato de hablar con ella? —comenta, esperanzada—. Los Seth son una raza interesante y creo que puedo aprender bastante de ella —finaliza con los ojos brillantes.
    —Dudo que le importe, es más, pese a su apariencia puede ser bastante habladora —responde con una sonrisa.
    —Entonces allá voy —Suspira para recoger valor antes de avanzar hacia ella.

    Haruna comienza a conversar con Anya; mientras, Kaim las observa unos pasos más atrás. Haruna comienza a reírse animadamente y ambas se detienen.

    —Vaya, parece que incluso se llevan bien —comenta con una sonrisa—. ¿Pero que?

    Haruna acaricia las alas de Anya con expresión de encanto.

    —Oye Anya, a mí no me permitiste tocar tus alas —comenta molesto mientras avanza hacia ellas.
    —Son tan suaves —Continúa acariciando Haruna con una expresión de gozo dibujada en la cara.
    —Es solo una niña. No se compara a la corrupción que puede mostrar un chico de ciudad como tú —Aclara mientras gira levemente su cabeza hacia él, tajante.
    —Ni siquiera sé que has querido decir con eso —Suspira Kaim, quejoso.
    —No sabes lo que te pierdes —Molesta Haruna, aún con expresión de felicidad en el rostro.
    —Aún debemos caminar un rato antes de llegar a la cueva, será mejor que nos demos prisa, la noche caerá pronto. No habrá descansos hasta alcanzar la entrada —concluye Anya, prosiguiendo el paso.

    Lentamente el Sol comienza a ocultarse y la oscuridad a apoderarse del verdoso escenario.

    —Parece que se nos ha hecho tarde, ¿así que por qué no nos detenemos aquí? —pregunta Kaim, algo cansado.
    —Secundo la moción —Añade Haruna, quien se sienta en el suelo rendida de cansancio.
    —No tenéis nada de aguante —comenta Anya, acompañada de una mirada—. Pero es cierto que caminar a estas horas puede volverse peligroso para vosotros.
    —Hey, ¿qué insinúas?

    Anya saca una pequeña bolsa de su equipaje, ignorando la queja de Kaim.

    —¿Una tienda de lona? —pregunta retóricamente Haruna.

    Anya asiente con la cabeza.

    —No tenía pensado usarla antes de llegar a Mokgrad, pero no queda más remedio desde que el desfiladero está destruido. Tengo dos —expone brevemente, mostrándoselas.

    Anya deja caer la bolsa en el suelo. En un instante se abre y deja dos tiendas de campaña montadas y un pequeño cristal azul en el centro de ambas. Kaim queda sorprendido.

    —¿Y ese cristal? —pregunta con curiosidad.
    —Una barrera.
    —Un cristal mágico que impide la entrada a todo tipo de criaturas —Añade Haruna.
    —Vaya, que útil —comenta observando el cristal—. Pero sólo hay dos tiendas.
    —No hay problema, compartiré tienda con Anya y...
    —No pienso dormir junto a una humana —interrumpe Anya antes de entrar en una de ellas.
    —¿Eh? No puedes dejarme fuera —Se queja Haruna.
    —Duerme con él entonces —comenta desde el interior de la tienda—. Os recomiendo que os vayáis a dormir pronto, el cristal tiene una duración de siete horas, deberíais dormir cuánto pudiereis.

    El silencio se apodera unos segundos del ambiente.

    —Bueno, voy entrando —comenta a continuación Kaim
    —No puede ser —Se queja Haruna una vez más, con los hombros caídos.

    Haruna se resigna y entra dentro de la tienda de Kaim, quien se estaba quitando la armadura, quedando en camiseta y pantalón.

    —Vamos, ¿no puede ser tan malo no? —comenta Kaim al ver la expresión de Haruna—. Es decir, esto no es tan diferente a cuando dormía con mi hermana pequeña.
    —¿Tienes una hermana pequeña Kaim? —pregunta muy sorprendida.
    —Sí. ¿Tanto te sorprende? —comenta algo extrañada ante su sorpresa—. Ahora que lo pienso, no le he hablado de ella a nadie.
    —¿Cuál es su nombre? —pregunta con curiosidad, acomodándose a su lado.
    —Kaori. La verdad es que solo nos llevamos dos años de diferencia, además se podría decir que ella es más madura que yo —finaliza con una pequeña risa.
    —¿Y eso por qué?
    —Bueno, mientras yo pasaba el tiempo con mis amigos ella era la que se dedicaba a ayudar a mis padres en la limpieza de la casa. Lo único en lo que yo era bueno era la espada y la cocina.
    —¿Así que tus padres eh? —pregunta para sí misma con nostalgia.

    El silencio se apodera una vez más de la tienda. Kaim se arropa con las sábanas de la tienda y se dispone a dormir en un extremo.

    —Dejemos la charla para otro momento será mejor que durmamos un poco —comenta algo desanimado, dándose cuenta de su error.
    —No vayas a arrimarte demasiado a mi, ¿entendido? —comenta a continuación Haruna, quitándose la túnica y acurrucándose al otro extremo.
    —Demonios, ¿por qué clase de pervertido me tomas? —Se queja Kaim con un hilo de voz, tratando de conciliar el sueño.

    No pasa mucho tiempo hasta que ambos están dormidos debido al cansancio, la noche transcurre sin percance alguno.

    El Sol asoma por el horizonte y Haruna despierta encontrándose abrazada a Kaim.

    —¡Qué me has hecho, bestia! —Se y avergüenza y da una patada a Kaim al ver cómo su camisa tiene un par de botones desabrochados.
    —¿Qué haces? —responde somnoliento—. Fuiste tú quien no dejabas de moverte durante la noche, me ha sido difícil conciliar el sueño con tus ronquidos —comenta Kaim mientras se pone en pie, frotándose los ojos.
    —¡Y... yo no ronco! —responde avergonzada al tiempo que cubre su camisa con los brazos, lanzando una mirada de sospecha a Kaim.
    —Ya te dije, ¿por qué clase de pervertido me tomas? —Rasca su cabeza y suelta un bostezo—. Maldición, aún estoy algo cansado y hace frío.
    —Sois demasiado ruidosos —Se queja Anya desde el exterior.

    El grupo termina sus preparativos, Kaim se coloca su armadura y Haruna su túnica oscura. Al salir de la tienda Anya ya se encontraba completamente preparada.

    El grupo continuó el avance durante un par de horas, en ese tiempo el Sol salió por completo, volviendo a iluminar la inmensa pradera y con ella la enorme pared de roca de la que asomaba una oscura boca.

    —¿Y bien Haruna? Llegó el momento de sorprendernos —comenta Kaim, observando el interior completamente oscuro.
    —Dejádmelo a mí —Ríe de forma pretenciosa.

    Una llama rodea la mano de Haruna y de ella nace una carta de color rojo con una imagen dibujada en el frente. Haruna ondea la carta en el aire y la lanza contra el suelo.

    —¡Invoco al espíritu del hada menor de fuego. Lilith! —exclama con una sonrisa.

    La carta desaparece engullida por llamas, que se arremolinan en el aire y dan lugar a una pequeña hada de cabello corto rojizo, vestida con un vestido de hojas y con algunas pecas en el rostro.

    —Sus alas están en llamas —Se sorprende Kaim.
    —Un hada de fuego, no son una especie muy común, me sorprende que exista un espíritu de este tipo —comenta a continuación Anya.
    —Vaya Haruna, no sabía que tenías una monada cómo esta como espíritu —dice mientras acerca su rostro al hada.
    —¿A quién 'tas llamando monada cacho carne? —comenta el hada con los brazos en jarra, acercando aún más su rostro al de Kaim—. Me invocas después de tanto tiempo y lo primero que veo es la jeta fea de este tío.
    —¡¿Pero qué demonios es esta cosa malhablada que acabas de sacar, Haruna?! —dice señalando a Lilith.
    —¡¿”Cosa”?! ¡¿Acaso queres que te prenda fuego, basura?! —comenta Lilith con enfado mientras sus puños se cubren de llamas.
    —Entiendo, usando el fuego que emanan sus alas puedes usarla como antorcha —comenta Anya, ignorando la situación que acontece frente a ella.
    —Exacto. Y ustedes dos, dejen de pelear y llevaos bien.
    —¡¿Llevarme bien con esto?! —gritan Kaim y Lilith al mismo tiempo, señalándose el uno al otro.
    —Dije que ya basta —responde Haruna al tiempo que da una fuerte palmada al aire—. Vamos, tenemos que cruzar la cueva y para eso te necesitamos, Lilith.
    —B...bueno, si no hay más remedio —Accede al tiempo que frota su nariz, tratando de disimular su vergüenza.
    —Es tan predecible —susurra Kaim, sin saber bien cómo actuar.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  12.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Lo siento mucho compañero.

    La notificación de este capi me había llegado hace tiempo y además leí el capi pero no pude comentar, y cuando tuve tiempo lo olvide por completo.

    Lo siento mucho de verdad, siempre estoy pendiente de las historias que sigo pero está se me paso desapercibido, tenía muchas cosas en la cabeza y se me fue.

    Espero que lo continues nuevamente, si es así para la próxima dejo mi opinión de éste capi y el próximo, adiós.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  13.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1847
    No te preocupes, yo igualmente he estado un poco de sequía y no he tenido mucho tiempo con la vuelta de las clases, aún así trataré de ser asiduo y seguir subiendo.

    Capítulo 18: Perdida en la oscuridad.

    Al entrar en la caverna, levemente iluminada por las alas de Lilith, el grupo se encuentra en una zona pedregosa y abrupta, con numerosos rescoldos y oquedades. Una gran grieta corta la caverna en dos, donde por debajo pasa un rio de escaso caudal. Creciendo en las paredes, una serie de formas cristalinas dan a la caverna un tenue brillo verdoso.

    —Con esta cantidad de rocas y huecos realmente habría sido peligroso tratar de cruzar sin luz alguna —afirma Kaim tras soltar un silbido de asombro.
    —Ya os dije que lo tenía todo planeado —responde con orgullo.
    —Esperad, deteneos y callad un instante —ordena Anya, colocando su brazo frente a ellos para frenarles el avance.
    —¿Qué pasa? —pregunta Kaim con curiosidad.

    Un leve sonido de aleteo resuena en las paredes de la cueva.

    —Agachad la cabeza y preparad las armas —impone mientras prepara su lanza frente a sí.

    Antes de que el resto actúe, una bandada de criaturas de alas membranosas y finos colmillos cruza el lugar volando, deteniendo su avance para atacar al grupo.

    —¿Pero que demonios son estas cosas? —dice Kaim, tratando de deshacerse de ellos y sacar su espada.
    —Son skyredbat, no dejes que te muerdan o succionaran tu energía vital y acabarás desmayándote —expone con rapidez Haruna mientras saca los charkrams de su espalda.
    —Que extraño, ¿qué los ha despertado? —murmura Anya para sí misma.

    Al mirar alrededor se da cuenta de que la pequeña hada se encuentra rodeada de esas criaturas.

    —Buscan una fuente de luz.

    Anya coloca su lanza tras de sí y una pequeña nube verde rodea el filo.

    —¡Cultri ventus! —exclama al tiempo que lanza un barrido con su arma, proyectando una hoja de viento que traspasa a unas cuantas criaturas.
    —¡Ya ma'beis hartao! —exclama a su vez la pequeña hada.

    Lilith se agazapa en mitad del aire y rodea su cuerpo de llamas, al estirar sus brazos, una bola de fuego la cubre por completo, calcinando un grupo de skyredbat y haciendo arder otro puñado de ellos.

    Las criaturas, confundidas y heridas por la luz y las llamas, se lanzan en picado hacia la pequeña Lilith. En un instante, Anya se coloca frente a ellas, recibiendo los golpes con su cuerpo. Al impactar contra ella, los skyredbat se inmolan en pequeñas explosiones, haciéndola apoyar una rodilla en el pedregoso y resbaladizo suelo.

    —¡Anya! —grita Kaim acercándose a ella tras acabar con las pocas criaturas que con él se encontraban. —Hey, ¿te encuentras bien? ¿Qué fue eso?
    —Cuando se encuentran acorralados, los skyredbat se estallan inmolándose contra su presa, son bastante molestos.

    Anya se levanta con algo de dificultad, apoyada en su lanza. No quedaba rastro de las criaturas.

    —No ha sido nada grave —finaliza, sacudiéndose un poco.
    —Oye tú, ¿por qué hiciste eso? —Le pregunta sorprendida Lilith mientras tira de los pliegues de la falda de Anya.
    —Los compañeros deberíamos cuidarnos unos a otros —contesta Anya con naturalidad.
    —¿Compañeros?
    —No siempre fuiste un espíritu, es obvio. Tu también fuiste una seth —responde una vez más.

    Lilith agacha la cabeza un segundo, y luego la levanta con una gran sonrisa.

    —Gracias, compañera.
    —Vaya, vaya. Incluso tú eres capaz de sonreír con una cara así de bonita —comenta Kaim con una risotada, al tiempo que punza la cara de Lilith con su dedo.
    —Déjame en paz cacho carne. —Le responde Lilith con un mordisco en el dedo.
    —Un segundo, ¿dónde está Haruna? —pregunta Anya de repente, con inquietud mirando a todas partes.
    —Creo que puedo hacerme una idea —responde Kaim tratando de apartar a la enfurecida hada de su lado.

    A sus pies se encontraban ambos charkrams de Haruna junto a una gran abertura que daba a parar a un pequeño río que discurría a gran velocidad por el interior de la caverna.

    —Esto es un problema —comenta Anya.
    —Tenemos que encontrarla, si seguimos el curso del río deberíamos encontrarla. Está desarmada y podría encontrarse herida.
    —Además, si yo 'toy aquí significa que no va a podé invocá otro espíritu —añade Lilith.
    —Demonios, esta Haruna es tan torpe —Suspira Kaim mientras rasca su nuca—. Espero que se encuentre bien.

    Siguiendo el tramo del río, Haruna se encuentra recostada sobre una roca. El suave crepitar de unas llamas la despierta.

    —Que dolor de cabeza —comenta acariciando su cabeza adolorida—. ¿Qué ha pasado?
    —Al parecer caíste al río y te golpeaste la cabeza —responde un hombre de cabello corto negro y tez rosada, que azuzaba las llamas de la hoguera con una ramita.
    —¿Pero qué...? ¡¿Qué ha pasado con mi ropa?! —grita avergonzada, observando el vestido verdoso que llevaba puesto.
    —Tu ropa estaba totalmente empapada, así que la cambiamos por una muda que teníamos de casualidad. —Le responde una segunda persona, musculosa y de cabello castaño rapado, que colocaba su ropa mojada sobre un poste para que secara.

    La cara de Haruna se torna completamente roja en un instante.

    —M... ¡Me habéis desvestido! —grita totalmente avergonzada, retirándose de ellos y señalándoles con el dedo.
    —Idiota —Le responde una mujer de tez bronceada y cabello castaño oscuro, colocando una mano sobre su cabeza —No les dejaría hacer algo como eso. Yo fui quien te desvistió, no hay problema con eso, ¿verdad? —Añade con un guiño y una sonrisa al final.
    —Realmente el que haya sido ella quien lo hiciera fue un problema mayor.
    —No cabe la menor duda —murmuran ambos entre sí.
    —¿Hay algún problema chicos? —comenta la mujer, quien los observaba desde la posición de Haruna.

    Haruna se tranquiliza un poco y los cuatro se colocan frente a la hoguera.

    —Este tipo bien vestido de aquí es Jacke —comenta señalando al tipo que azuzaba el fuego, quien llevaba un conjunto de pantalón y chaqueta negros— Este fortachón de aquí se llama Locke —comenta nuevamente, señalando al tipo musculoso a su lado—. Y yo soy Sasha —comenta finalmente, señalándose esta vez a sí misma.
    —Mi nombre es Haruna, encantada de conocerlos —Se presenta con una pequeña reverencia—. Y, esto... Gracias por rescatarme y perdonad por haber sido tan irrazonable antes —Se disculpa inclinándose hacia ellos una vez más.
    —No tiene importancia, tu reacción fue normal en una chica. ¿Qué hacia una niña como tú en un lugar tan peligroso como este? —pregunta Jacke de improviso.

    Haruna queda pensativa un instante.

    —Voy hacia Mokgrad, necesito cruzar al otro lado —responde con algo de nerviosismo.
    —¿Tú sola? —pregunta Sasha, algo sorprendida.
    —No, dos personas más me acompañan, me separé de ellos cuando me caí por una grieta.
    —¿Y quiénes son esas dos personas? —pregunta esta vez Jacke de forma indiscreta.
    —¿Por qué queréis saberlo? —responde Haruna a la defensiva.
    —Nada en especial. Si quieres podemos acompañarte hasta la entrada de la cueva y encontrarnos con ellos, el curso de este río lleva a la salida —sugiere Sasha amablemente.

    Haruna se pone en pie y coge sus cosas.

    —No es necesario, sabiendo que el curso del río lleva a la salida no me hará falta ninguna ayuda.
    —Que pena, quería pasar más tiempo contigo —responde Sasha con tristeza.
    —No os preocupéis, estoy segura de que nos volveremos a encontrar en algún momento —contesta con una sonrisa.
    —Entonces toma esto al menos —Arroja Locke una antorcha a Haruna.
    —¿Un cristal de fuego? —dice atrapándola al vuelo.
    —Vaya, así que sabes lo que es, así mejor, me ahorras el tener que explicarlo.
    —Gracias por todo —dice inclinándose nuevamente—. Hasta pronto.
    —Cuídate pequeña. Espero que no te encontremos desmayada río abajo de nuevo —Se despide Sasha, viéndola marchar.

    Río abajo, frente a la salida de la cueva, una luz iluminaba la salida del río subterráneo al exterior. Allí, Kaim, Anya y Lilith esperaban encontrar a Haruna.

    —Raro —dice Anya.
    —¿Quizás tomamos un desvío inadecuado? —pregunta Kaim para sí mismo.
    —Se habrá ahogado —comenta Anya.
    —No, no. Habría desaparecido de sé así. Quisá 'stá inconsiente o perdida en medio de la oscuridad —replica Lilith.
    —Oye, eres su espíritu, ¿cómo puedes ser tan cruel? —Le reprende Kaim.
    —Calla cacho carne, 'tamos hablado las chicas.
    —Si no fuese espíritu de Haruna —susurra para sí mismo.

    Desde la distancia, Haruna se acerca aprisa a ellos.

    —¡Haruna, estás bien!
    —¡Oh Haruna, estaba tan preocupada por ti! —grita Lilith volando rápidamente hacia ella.
    —Será falsa —masculla Kaim
    —¡Tenemos que irnos! —grita Haruna, acercándose a ellos.
    —¿Ocurre algo? —pregunta Anya al verla con tanta prisa.
    —Vaya, vaya, esperaba equivocarme —comenta Jacke, quien sale repentinamente tras Haruna desde una esquina de la caverna.
    —Llegaron antes de lo que esperaba —susurra Haruna.

    Sin previo aviso Jacke desenvaina una de sus espadas y arremete contra ella. Al instante, Kaim se coloca al frente, deteniendo el corte con su espada.

    —No sé quien seas, pero no creas que perdonaré fácilmente el que hayas levantado tu espada contra ella —contesta Kaim con seriedad.

    Sobre la espalda de Jacke aparece Locke de un salto, quien oscila un enorme hacha sobre su cabeza. Kaim no puede evitar retroceder para detener el golpe con su espada.

    —Tienes un buen arma chico, normalmente las espadas se rompen ante un impacto de esta magnitud. —Le dice Locke con una sonrisa—. Pero estás desprotegido.

    Locke golpea el costado de Kaim con una patada que le envía de golpe a una columna de la cueva. Acto seguido da un puñetazo que acaba impactando de lleno en la pared resquebrajándola y causando que la columna caiga hecha pedazos
    —Si me golpea con eso estoy más que muerto —piensa Kaim tragando saliva.
    —¡Apártate Haruna! —Le impone Anya, quien corre hacia Jacke con la lanza en punta.

    Haruna salta a un lado, pero Jacke la sigue.

    —¡Lluvia helada! —Se oye desde el fondo de la cueva.

    Tres flechas de hielo cruzan la cueva en dirección a Anya, quien cambiaba de dirección hacia Haruna. Anya blande su lanza y las rompe, liberando una lluvia de cristales de hielo que producen pequeños cortes en su piel.

    —Normalmente no me gusta luchar contra chicas hermosas, pero me temo que los negocios son los negocios —comenta Sasha emergiendo de la oscuridad con un arco y una sonrisa.
    —Haruna, ¿crees que sabrás defenderte?
    —No tardaré más de diez minutos. Perdona Lilith —Retira a Lilith y la devuelve a su estado de carta.

    Una luz rodea la mano de Haruna, de ella emerge una carta plateada con una imagen al frente.

    —No quería usarla tan pronto, pero no me queda más remedio —piensa mientras observa fijamente la carta—. ¡Convoco al espíritu guardián de Haruna, Anuria! —Aplasta la carta contra el suelo y la superficie plateada se expande.

    De un enorme círculo en el suelo emerge una figura humana, envuelta en una total armadura plateada.

    —¿A quién debo derrotar esta vez? —responde el espíritu con voz distorsionada.

    Haruna señala a Jacke.

    —Entendido, eliminaré al objetivo.
    —Parece ser que te subestimé pequeña, no pensé que podrías ser una invocadora.—comenta desenfundando su otra espada—. Bailemos, pues.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  14.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Hola otra vez.

    Bueno como prometí aquí dejaré ni opinión sobre ambos capitulos.

    Haruna me parece interesante, tiene el ego muy alto y se enorgullece de cosas no muy importantes y eso hace que me caiga bien. Pobre de ella, su pasado ha sido muy doloroso y ahora busca venganza, sin embargo espero que cuando llegue el momento de tomar venganza, elija sabiamente lo que quiere hacer.

    Además es muy amable cuando la situación lo amerita, no sé si te has dado cuenta pero Haruna viene siendo el típico caso de "Tsundere" ^.^

    Desde que aparecieron Sasha y sus secuaces me resultaron muy sospechosos, me pregunto ¿Que es lo quieren? ¿Son caza recompenzas? ¿Asesinos a suelto?

    Lilith me parece un hada muy mala sinceramente, su actitud no me agrada para nada, quizás se deba a que no le tiene el debido respeto a Haruna como invocadora que es, espero que eso cambie.

    Me pregunto que pasó con los antiguos compañeros de Kaim, hace ya siglos no se sabe nada de ellos,¿Se los tragó la tierra? ¿Un dragón? o quizás ¿Están jugando al póker?

    Bueno en fín, gran capi espero que todo salga bien para Kaim y sus amigas, hasta la próxima, adiós.
     
  15.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1940
    Siguiente capítulo: la batalla comienza, Kaim vs Locke, Haruna y Anuria vs Jacke y Anya vs Sasha. Espero que les guste ^^

    Capítulo 19: Batalla en Cueva Oscura

    En la zona este de la cueva, Kaim y Locke batallan. Locke oscila su hacha una y otra vez sobre su cabeza, dejando a Kaim sin opción de contraataque.

    —Este tipo es más peligroso de lo que pensé. Un solo fallo y me partirá en dos —piensa Kaim, tratando de evitar todos los golpes.
    —Vamos chico, ¿dónde está ese arrojo que mostraste antes? —Se mofa.
    —¿Qué razón tenéis para atacarnos? ¿Qué es lo que buscáis? —pregunta Kaim, saltando hacia atrás para evitar su hacha.

    Frente a la salida de la cueva, Haruna y Jacke mantienen una conversación y esperan al primer movimiento del otro.

    —¿Preguntas por una razón? Permíteme responderte con sinceridad entonces —contesta Jacke—. Son negocios.
    —¿Negocios? —pregunta sorprendida Haruna—. Entonces no sois más que asesinos.
    —Te equivocas, somos cazarrecompensas, sin embargo nos vimos obligados a aceptar esta misión. No podemos salir de Arnor ni de Zonde debido a la guerra. Estos reinos son pacíficos, no hay bestias fuertes ni criminales buscados, por esa razón nos hemos visto obligados a esto. Quizás no lo entiendas pero llevamos toda la vida dedicados a este oficio, no seríamos capaces de vivir de otra forma.
    —Si ni siquiera lo intentáis no seréis capaces de saberlo —replica Haruna tratando de convencerle—. Definitivamente no me parecisteis malas personas cuando os conocí.
    —Esto y aquello son cosas diferentes, personalmente no hubiera aceptado esto jamás, pero nos contrataron para matar a Kaim y sus compañeros. Necesitamos el dinero.
    —¿Quien os contrató?
    —Ya he hablado demasiado.

    Jacke arremete contra Haruna pero Anuria se coloca frente a él, deteniendo su paso.

    —Yo seré tu oponente —espeta al irrumpir.

    Introduciendo la mano en su propia armadura, Anuria saca de ella una espada.

    —Vaya, así que eres un espíritu de batalla capaz de crear espadas a partir de tu cuerpo.
    —¿Crear espadas? Mi habilidad, apostolus arma, me permite crear cualquier tipo de arma que desee a partir de mi propia armadura. No es una habilidad que puedas derrotar, ríndete.
    —Aunque pudiera rendirme no lo haría —comenta con una sonrisa—. En guardia.

    Más al oeste, en una zona menos iluminada, Anya y Sasha se encuentran frente a frente.

    —En verdad es un desperdicio que deba matarte —dice Sasha con expresión triste.
    —No estoy aquí para oír tus estupideces —Le responde tajante Anya, lanzándose hacia ella dispuesta a dar una estocada.
    —Que fría eres. ¡Muro de hielo!

    Dispara una flecha al suelo, de la cual una gruesa pared de hielo emerge, separando a ambas.

    —Pero me gustan las chicas como tú —añade.

    Anya salta sobre la pared pero al salir a la vista de Sasha, la encuentra con una flecha cargada.

    —¡Tiro congelante!

    Al soltar la flecha, Sasha cae al suelo de espaldas por el retroceso. La flecha sale disparada a gran velocidad, impactando de lleno al pecho de Anya y liberando una explosión de hielo que deja congelado gran parte del techo de la cueva.

    —Es una pena que haya tenido que acabar así —comenta con expresión triste

    Al este, Kaim y Locke continúan su lucha.

    —Lleva todo el tiempo zarandeando esa enorme hacha de un lado a otro. ¿Cómo es posible que yo esté más cansado que él? —piensa Kaim respirando con dificultad.
    —Es fácil saber lo que estás pensando chico. Si continúo así no tardarás mucho en acabar muerto.
    —Es molesto que tenga razón —Se mofa con una sonrisa.
    —Sigamos pues, pequeño.

    Locke lanza de nuevo un golpe con su hacha, pero esta vez Kaim lo desvía a un lado con su espada.

    —He matado una cantidad considerable de criaturas durante el mes que llevo en este lugar. Pero esta será la primera vez que levante mi espada contra otro humano en combate real. Ven —Le responde Kaim, colocándose recto y con la espada tomada a dos manos.
    —¿Qué clase de postura es esa para combatir? Pero me agrada que te lo tomes en serio.
    —No podrás ganarme Locke, ya descubrí tu punto débil —Sonríe convencido
    —Ilumíname chico —Se burla.
    —Crees ser más fuerte de lo que realmente eres.

    Ambos quedan en silencio un instante.

    —Muy bien, ahora si que la has hecho criajo —responde Locke enfadado, tomando su hacha—. Voy a barrer esta caverna con tus huesos.

    Por su parte, Anuria, Haruna y Jacke continúan la lucha.

    Anuria lanza un corte con la espada, pero Jacke lo detiene con ambas. Anuria introduce su otra mano en su pecho y de ella saca una segunda espada con la que ataca a Jacke, obligándole a retroceder.

    —Realmente eres una molestia, ¿sabes? —comenta Jacke algo molesto.
    —No tengo más tiempo para perder hablando.

    Ambas espadas de Anuria se desvanecen en el aire, y tras introducir la mano en su armadura saca un maza llena de púas. Anuria trata de golpear con ella a Jacke quien vuelve a saltar hacia atrás para evitar el golpe.

    —¡Sinfonía de fuego y agua!

    De la punta de sus espadas salen a presión un chorro de fuego y otro de agua, que se entrecruzan en el aire y golpean de lleno a Anuria.

    Una nube de vapor se crea y Anuria sale de ella ilesa, golpeando con la maza el pecho de Jacke.

    —No puedes herirme con magia de ese nivel.

    Ante la sorpresa de Anuria, Jacke se transforma en un charco de agua, que se disipa por las grietas de las piedras del suelo.

    —Una copia. ¡Haruna!

    Al girarse, Anuria descubre a Jacke saliendo de la nube de vapor en dirección a Haruna. A toda velocidad, una flecha atraviesa el costado de Jacke.

    —Maldito, así que también eres capaz de crear arcos y flechas —dice Jacke mientras se sostiene la herida.
    —Dije que era capaz de crear cualquier tipo de arma.

    Mientras tanto, la nube helada causada por la explosión de la flecha de Sasha comienza a disiparse. Tras el humo comienza a vislumbrarse un bloque de hielo, donde se encuentra congelada Anya.

    —Al menos podré crear una muy hermosa figura de hielo.

    Repentinamente, el hielo comienza a resquebrajarse y Anya es liberada entre una explosión de virutas. Una fuerte corriente de viento recorre el cuerpo de Anya por completo, formando una coraza de viento.

    Armatura ventus.
    —Vaya, así que eres capaz de usar conjuros —comenta Sasha, sorprendida.
    —Los magos negros no son los únicos capaces de hacerlo.
    —Te las ingeniaste para conjurar la armadura antes de congelarte por completo. Brillante —comenta jubilosa, aplaudiendo su proeza.
    —Basta de charla.

    Anya arremete una vez más contra Sasha.

    —No podrás derrotarme si no eres capaz de alcanzarme. ¡Disparo múltiple!

    Sasha dispara una única flecha, que se fragmenta en mitad del aire y se divide en multitud de fragmentos de hielo, llenando la cueva de ellos.

    —Eso no tendrá ningún efecto en mí ahora.

    Anya pasa entre los fragmentos, que se apartan de su camino desviados por la presión del aire causada por su armadura.

    —¡Muro de hielo!
    —No volveré a caer dos veces en lo mismo.

    Anya bate sus alas, impulsándose hacia adelante y quedando por delante del muro, frente a Sasha.

    —¡Estocada sónica!

    Da una rápida estocada que Sasha apenas evita, sin embargo un viento a gran velocidad la empuja hacia la pared de la cueva, estrellándola con fuerza contra ella.

    —Parece que no debería haberte subestimado —comenta Sasha, recomponiéndose con algo de dificultad.
    —Veo que por fin me tomas en serio.
    —Solo digamos que me encuentro más emocionada. Ahora sí que me dará verdadera tristeza el tener que matarte.

    El arco de Sasha se vuelve completamente azul y de él crecen carámbanos de hielo. Su piel se vuelve helada y pálida, sus mejillas se cubren de una capa de hielo y su cabello se congela.

    Puella ab glacies —susurra con expresión seria—. Veamos si eres capaz de sobrevivir al siguiente ataque.
    —Lo mismo digo.

    La lanza de Anya comienza a brillar intensamente, del extremo del mango se forma una cadena blanca, que se extiende hasta enrollarse en su mano. La luz desaparece, dejando ver una lanza con el mango de acero blanco y una punta resplandeciente.

    —Lanza del juicio blanco —comenta a continuación, apuntando con su lanza a Sasha.

    Dónde Kaim y Locke se encuentran la batalla continúa. Locke trata de golpear una y otra vez a Kaim con su enorme hacha, mientras Kaim lo evita con facilidad.

    —Te tengo.

    Kaim contraataca y lanza una estocada. Locke esquiva a un lado pero la espada le hace un corte en el lateral.

    —¿Ves, no eres tan fuerte? —Se burla Kaim con una sonrisa en el rostro.

    Locke lanza con enfado un golpe con su hacha, que es fácilmente esquivado por Kaim y termina golpeando la pared, creando una enorme grieta.

    —La fuerza no sirve de nada si no eres capaz de golpear a tu rival con ella.

    Locke lanza un nuevo hachazo que acaba de nuevo en la pared de la caverna.

    —Si piensas que soy sólo músculos estás muy equivocado.

    La pared de la cueva cede y parte de ella cae sobre Kaim, quien no tiene tiempo de esquivarlo y su pierna es atrapada por el desplome.

    —Y ahora reza tus plegarias chico, no tendré piedad alguna después de que te hayas burlado tanto de mi.
    —Si piensas que ya me tienes cometes un serio error. ¡Sombra punzante!

    Kaim clava su espada en el suelo y de él una sombra se prolonga, clavándose de lleno en el hombro de Locke, quién no puede evitar escupir un poco de sangre.

    —Buena jugada chico, pero mientras tenga fuerzas para hacer esto, todo se habrá acabado para ti.

    Locke levanta el hacha sobre su cabeza para asestar un golpe a Kaim, quien yacía en el suelo con la pierna atrapada en una roca.

    Repentinamente, un enorme temblor sacude la cueva haciendo caer al suelo a Locke.

    —¿Qué demonios pasa ahora?

    En el epicentro del temblor se encontraba Anuria, un cristal estaba incrustado en su pecho y su armadura caía a pedazos, dejando ver una mancha oscura en su lugar.

    —No pensé que fuera tan efectivo —comenta Jacke, quien se encontraba tirado en el suelo junto a un fragmento de cristal.
    —¡Anuria! —grita Haruna, acercándose a ella.
    —¡Hermano! —grita Locke al percatarse de la situación de Jacke —Esta vez tienes suerte Kaim. ¡Sasha! ¡Retirada!
    —Vaya, ahora que se ponía verdaderamente interesante —dice volviendo su arma y su cuerpo a la normalidad—. En fin, espero con ansias nuestro siguiente encuentro, pequeña ángel.

    Locke toma a Jacke del hombro, y junto a Sasha se adentran en la cueva para salir por el otro lado.

    —¡Anuria! ¡Anuria contrólate! —Trata de hacer que recupere el control Haruna.
    —¡Anya! ¡Saca a Haruna de aquí aunque sea a la fuerza!
    —Estas muy equivocado si piensas que te dejaré ahí atrapado —responde al tiempo que retira la enorme piedra que mantenía aprisionado el pie de Kaim.
    —Idiota puedo salir por mi mismo, ¡saca de ahí a Haruna! —Le ordena mientras es arrastrado a las afueras de la cueva.
    —Ella sabe cuidarse mejor que tú. Y que sea la última vez que me ordenas algo.
    —Se acabó, entraré yo —dice zafándose de su agarre.

    Antes de que Kaim pudiera entrar de nuevo a la cueva, el temblor se detiene y Haruna sale por su propio pie, sosteniéndose el brazo derecho con fuerza.

    —¡Haruna!
    —Conseguí hacer que se calmase —dice con un sonrisa poco antes de desplomarse en el suelo.
    —¡Haruna! —grita Kaim acercándose a ella cojeando—. Su brazo está destrozado. Ayúdame Anya tenemos que hacer algo con él.
    —De acuerdo —Asiente con la cabeza.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  16.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Me pregunto que será ese extraño cristal y aún más la extraña sombra en que se convirtió Anuria.

    Me preocupa bastante Haruna, además los caza recompensas dijeron que fueron contratados para eliminar a los compañeros de Kaim, ¿Quien será?, ¿Podría ser el misterioso joven de capucha que vio Kaim al momento en que entró a ese mundo?

    Esto esta muy misterioso... espero que todo salga bien, pobre mi querida Haruna TT_TT

    Saludos y esperare como siempre el próximo capítulo, adiós.
     
  17.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    2537
    Perdona la espera, he estado bastante ocupado con estudios y demás problemas familiares -.- pero bueno, basta de dar pena, aquí traigo el siguiente capítulo de Pandemónium.

    Mokgrad está cerca pero cargando a un par de heridos el camino se hace más largo y cansado para Anya, la parada es obligatoria. ¿Aguantarán la noche?

    Capítulo 20: Encerrados, parte 1

    El grupo camina por un sendero de arena fina, rodeados por un paisaje semi desértico, Anya sostiene a Kaim con su hombro mientras carga a Haruna, inconsciente, en su espalda.

    —Perdona por darte tanto trabajo —Se disculpa Kaim ante Anya, arrastrando el pie con dificultad.
    —Estas herido, limítate a guardar energías —Le reprende.

    Pese a su estático rostro, el cansancio comenzaba a hacer mella en Anya, que comenzaba a respirar con algo de dificultad.

    —Pero estás cargando con Haruna y conmigo al mismo tiempo, debes estar agotada. Déjame caminar por mi mismo un rato —dice mientras se separa de ella y trata de caminar.
    —No digas estupideces —Lo apega de nuevo a su hombro—. Terminarás peor si fuerzas el pie herido.
    —Lo siento...
    —A este paso no alcanzaremos la ciudad antes de la puesta de Sol. Si unas criaturas nos alcanzan al anochecer no estoy segura de poder protegeros a ambos del peligro.
    —Busquemos algún tipo de refugio entonces —responde oteando en busca de uno.
    —¿Y qué refugio pretendes encontrar por aquí?
    —No sé, pero a mí eso me parece un refugio —comenta señalando a una estructura en lo alto de una colina.
    —Parece una casa. No pienso preguntar por ayuda a un puñado de humanos.
    —Vamos no seas así, seguramente esté abandonada si se encuentra en un lugar como este.
    —Bueno, por probar no perderemos nada supongo —accede finalmente mostrando descontento—. Pero, como dije, no pediré refugio a un puñado de humanos.
    —Que sí, que sí.

    Al acercarse al edificio, descubren una casa en perfectas condiciones con las ventanas tapiadas. Su fachada blanca resaltaba con la luz del decadente Sol del anochecer.

    —Parecía más cercano de lo que en verdad se encontraba. ¿Te encuentras bien Anya?
    —Si. Tan solo necesito descansar un poco —responde exhausta, colocando a Haruna en el suelo y recuperando el aliento a cada palabra.
    —Voy a entrar.
    —Comprueba primero si hay personas adentro, y no fuerces mucho el pie —sugiere Anya.
    —Mira sus ventanas, dudo que alguien viva aquí y no hay tiempo, necesito cambiar los vendajes a Haruna y encontrar una habitación para que descanses. Además no hemos probado bocado desde esta mañana, tengo que comprobar si hay algo comestible.
    —Lo siento, es mi culpa el haber dejado todo nuestro equipaje en la cueva.
    —¿Qué es esto? Anya se está disculpando —comenta fingiendo preocupación.
    —No te burles —Le responde molesta.
    —Espera aquí, voy a ver si encuentro alguna habitación que se pueda usar.

    Kaim abre la puerta de un golpe y entra en la casa. Pasados unos minutos sale de nuevo.

    —Hay dos habitaciones, ¿puedes tomar a Haruna una vez más? Además parece haber alimentos comestibles.
    —Parece que has hecho un buen hallazgo Kaim —Se pone en pie y carga a Haruna en su espalda una vez más—. ¿Cómo está tu pie?
    —Mucho mejor, gracias a ti apenas duele —Lo demuestra moviendo el pie de un lado a otro—. No fue más que una torcedura después de todo.
    —Me alegra oír eso.

    Anya entra en la casa seguida de Kaim. Al entrar la sorprende una sala sobrecargada de lujo. Cuadros ostentosos adornaban las paredes y las molduras del techo brillaban con un color dorado. Numerosas flores adornaban las distintas estancias, y en el centro, unas grandes escaleras llevaban al piso superior.

    Los tres suben por las escaleras y cruzan por una puerta hacia una habitación pequeña con una cama individual.

    —Deja ahí a Haruna, voy a cambiarle el vendaje con esto —dice mostrando unos paños blancos.

    Anya obedece y tumba a Haruna sobre la pequeña cama. Kaim retira los vendajes de su brazo, dejando ver su piel oscurecida.

    —Es como si su brazo estuviera calcinado —comenta preocupado Kaim al ver la herida.
    —No está quemado, no sé que pueda ser lo que le ocurrió pero definitivamente su brazo no tiene ningún daño, solo ese aspecto —responde Anya mientras le venda el brazo y la arropa—. Deberíamos esperar abajo y dejarla descansar tranquila, ya descubriremos lo que ocurrió cuando despierte.
    —Estoy un poco preocupado como para dejarla sola, pero quizá tengas razón. Seguro que en un rato despertará toda llena de energía.

    Ambos bajan al piso inferior y se acomodan en unas sillas que se encontraban en torno a una mesa de madera.

    —Cada vez me sorprendes más, Anya —comenta Kaim sin previo aviso.
    —¿A qué viene eso? —responde confundida, ladeando la cabeza.
    —Es que después de oír que odiabas a los humanos pensé que mantendrías la distancia y tratarías de no involucrarte con nosotros. Sin embargo veo que Haruna en verdad te preocupa tanto como a mí y en lugar de alejarte cada vez pareces estar más cerca de nosotros —expone lo más brevemente que puede.
    —No te confundas, esto no significa que confíe en vosotros. Si tengo que cargar con vosotros prefiero que sea mientras os mantenéis en buenas condiciones —contesta con su usual actitud.
    —¿Es por la “misión” verdad? —responde con un suspiro.
    —¿Por qué lo dices de ese modo?
    —Creía que te habías dado cuenta de que la misión es una tapadera. La maestra quiere que veas el mundo y a los humanos con tus propios ojos. Quiere que aprendas que hay más personas capaces de aceptarte al igual que ella.
    —Ya estaba al tanto de ello desde que me pidió viajar contigo. No fue una orden, simplemente, me lo pidió como un favor. Fue raro... —responde mirando al techo pensativa.
    —¿Me permites hacerte una pregunta seria? —pregunta cambiando el tono de repente, lo que toma a Anya por sorpresa—. ¿Piensas en nosotros como una molestia?

    El silencio se hace presente por unos largos segundos.

    —No lo sé —responde finalmente, sin apartar la mirada del techo—. Ni siquiera sé qué pienso de mí misma. —continúa al cabo de un instante—. Trato de hacer el esfuerzo de entenderos, pero no cabe duda de que sois unos humanos muy extraños.

    Kaim se recuesta sobre la silla y deja descansar los brazos sobre su nuca al tiempo que se inclina hacia atrás, quedando la silla en dos patas.

    —Para mí las extrañas sois vosotras. O quizá debería decir, asombrosas —comenta Kaim con cierto aire nostálgico.
    —¿Asombrosa?
    —¿Te importa si te cuento un secreto? —pregunta indeciso, mordiéndose el labio superior
    —No has respondido a mi pregunta —dice molesta mientras le escudriña con la mirada, tratando de buscar una respuesta a la tan extraña reacción de Kaim.
    —¿Recuerdas que te dije que venía de un lugar muy lejano? —continúa, ignorándola—. Pues bien, eso no es del todo cierto.
    —¿A que te refieres? —pregunta ahora ella, confusa.

    Kaim apoya bruscamente la silla sobre sus cuatro patas y mira con seriedad a Anya.

    —No se lo vayas a contar a nadie o me meterás en un lío —asevera Kaim, mirándola directa a los ojos.
    —¿Acaso eres un criminal fugado? —responde algo incómoda.
    —Yo no pertenezco a este mundo.

    Una vez más, el silencio hace a la estancia.

    —N...no te sigo —responde Anya, sin saber que decir, tratando de buscar un segundo significado a sus palabras.
    —El lugar del que procedo no se encuentra aquí —continúa—. No hay magia, ni seth, ni monstruos salvajes. Las ciudades son enormes y los edificios se levantan altos hacia el cielo —comenta hablando apresuradamente—. Logramos alcanzar las nubes, e incluso el espacio. Pero yo soy el único que ha logrado alcanzar este lugar, este “otro mundo”.
    —¿Esperas que me crea ese disparate?

    Kaim golpea la mesa con ambos puños apretados con fuerza, temblando. Anya, sobresaltada, se pone en pie de un salto.

    —¡¡Tengo miedo Anya!! —exclama desesperado, apretando los dientes.

    Anya se recompone del repentino susto.

    —Llevo guardándome esto desde que llegué aquí, ya llevo un mes en este lugar y no tengo idea de como volver. Hace un rato estuve a punto de ser asesinado por ese tipo. Tengo miedo de no poder regresar jamás; tengo miedo de no volver a ver a mi familia de nuevo.
    —Kaim... —susurra con cierta lástima.

    Kaim relaja las manos y se sienta con normalidad de nuevo.

    —Lo siento, no quería asustarte ni acabar de ese modo. Eres la única persona a la que le he contado esto, te pido por favor que no se lo cuentes a nadie —responde más calmado, incapaz de dirigir la mirada a los ojos de Anya.
    —¿Por qué yo? —pregunta muy sorprendida.
    —No lo sé. Quizá porque siento que no me juzgarás por ser distinto a los demás. Y quizá sabiéndolo al menos habría una persona que no me trataría como un idiota por no saber nada de este lugar —responde amagando una amarga sonrisa.

    De improvisto, Anya se abalanza sobre Kaim y lo abraza con dulzura contra su pecho, embrazándolo con sus alas.

    —Así que tu también eres diferente al resto, Kaim —susurra con dulzura.
    —¿A... Anya? —Alcanza a articular sorprendido y avergonzado, sin saber que hacer.

    Un fuerte crujido interrumpe el momento y un grupo de personas vestidas con armadura entran en la casa y rodean a ambos apuntándoles con sus armas. Una de las personas, la que parece dirigir a las demás, se acerca a ambos.

    —Lamento interrumpir un momento tan bonito entre ambos, eres Kaim de Pandemónium, ¿verdad?
    —Ya no soy de Pandemónium, abandoné... —responde de inmediato, apartándose de Anya de golpe.
    —Eso no importa ahora —interrumpe el guardia de forma agresiva—. Por orden del general Zihart quedas detenido y tu libertad pasa a nuestra disposición. Esperamos que te entregues sin oponer resistencia, de lo contrario nos veremos obligados a usar la fuerza para reducirte.
    —Un segundo ¿Detenido? ¿Por qué razón? —pregunta ahora con confusión.
    —Un testigo te nombró como partícipe en la destrucción de la ciudad de Koma.
    —¿Qué? Eso es imposible, nunca he estado en ningún lugar llamado Koma.
    —Lo que dice es cierto, nunca hemos estado en Koma, venimos de la Cueva Oscura —añade Anya.
    —¡Ja! —ríe—. Tendréis que buscaros una mejor excusa para libraros de esta. Lleváoslos.

    Los guardias detienen a Kaim y Anya y les colocan una esposas de cristal. Los llevan hasta la entrada del edificio, dónde un carro tirado por unas criaturas similares a unos caballos espera.

    Los soldados montan a ambos en el carromato y éste emprende el camino.

    —¿Qué hacemos Anya? —susurra Kaim.
    —Tendremos que dejar que nos lleven y explicar lo sucedido. Debe haber alguna clase de malentendido. —responde con el mismo tono—. No pronuncies nada sobre Haruna, estoy segura de que ella se figurará algo cuando despierte y nos seguirá, si la detienen también podríamos meterla en un buen lío.
    —Estoy harto de todo esto —Suspira y se recuesta sobre el asiento con brusquedad.
    —Kaim, sobre lo que hice antes.
    —¿Si?
    —Será mejor que lo olvides si quieres tener la más mínima oportunidad de regresar al lugar de donde vienes —dice con tono amenazante.

    Kaim traga saliva y asiente con la cabeza varias veces.

    Pasadas un par de horas, Kaim y Anya son sacados a la fuerza del carro y llevados al interior de un castillo. Al final de unas largas escaleras, y al final de un largo pasillo, son llevados a una celda.

    —Hey podrías ser algo más cuidadoso —replica Kaim al ser soltado en la celda con cierta brusquedad.
    —¡Cállate! —responde el guardia, marchándose.
    —Vaya vaya, mira a quien tenemos aquí —comenta una voz familiar en un extremo de la celda al tiempo que se oye el crujir de unos cuantos huesos.
    —N...no puede ser —Retrocede asustado Kaim al reconocer la voz.

    Una gota de sudor frío recorre la frente de Kaim.

    Continuará...
     
    Última edición: 21 Noviembre 2016
    • Me gusta Me gusta x 1
  18.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Después de una larga espera, un capítulo como este deja un gran sabor de boca.

    La actitud de Anya con Kaim al contarle sobre su mundo, me encantó. Una típica "Tsundere" sin lugar a dudas. Ahora está en la categoría de mis personajes favoritos ^.^

    Me pregunto quién será el sujeto de la celda?, habrá aparecido antes y no me di cuenta? ¡Esto es un lío!

    Debo decir que me preocupaba, ya estaba pensando en que no lo seguirías, y de verdad me alegro que me equivocará.

    Espero el próximo capítulo, no dejaré de leer a mis dos chicas favoritas.

    Saludos.
     
  19.  
    chicoanime the only

    chicoanime the only Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    30 Agosto 2015
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pandemónium
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    58
     
    Palabras:
    1841
    De nuevo en activo por el momento, espero no tener que dar más parones D:

    Kaim y Anya son encerrados en la ciudad de Mokgrad acusados de un delito que no cometieron, sin embargo en este momento eso no es lo que más preocupa a Kaim...

    Capítulo 21: encerrados parte 2

    Kaim y Anya han sido llevados al calabozo en la ciudad de Mokgrad, lugar al que se dirigían. Sin embargo, ya entre rejas, Kaim se encuentra con un inesperado y enfadado rostro.

    —¿M...Mayka? —pregunta asombrado, con un ápice de miedo en su tono—. ¿Qué estás haciendo aquí?
    —No solo Mayka, Kaim —comenta Alice dirigiéndose a él—. Creo que nos debes una buena explicación.
    —¡No necesito excusas baratas! —grita al tiempo que da un puñetazo al rostro de Kaim, arrojándolo al suelo—. Te has atrevido a mentirme, no te vas a librar de esta con excusas.
    —Espera, espera, espera Mayka das demasiado miedo —Retrocede apresuradamente, alejándose de ella hasta acabar de espalda a los barrotes.
    —Vaya, no me di cuenta que tenías compañía Kaim —dice Alice con una pícara sonrisa al percatarse de la presencia de Anya.

    Mayka mira a Anya por unos segundos luego mira fijamente a Kaim y hace crujir sus nudillos con furia.

    —Ya veo, así que se trataba de eso... es una pena —comenta con fingida tristeza mientras camina hacia él con una bien marcada sonrisa.
    —Lo siento —Se disculpa en el acto, arrodillándose en el suelo—. Yo solo no quería daros más problemas, por eso os mentí. Todo este tiempo he sido una carga para vosotros, habéis tenido que estar cuidando de mi y apenas habéis podido realizar trabajos y conseguir beneficios. Incluso os preocupé cuando por mi estupidez casi muero en la arena. Solo no quería volver a preocuparos de esa forma.

    Mayka respira hondo y calma su furia un poco.

    —¿Y crees que mintiéndonos y marchándote no nos preocuparíamos? —Trata de explicar Mayka.
    —Kaim, eres uno de los nuestros, no hay forma de que no nos preocupemos por ti. Sabemos lo torpe que eres, pero también sabemos lo fuerte que puedes llegar a ser —añade Alice.
    —En verdad lo siento —se disculpa de nuevo con la cabeza gacha.
    —Bueno, ¿vas a seguir ahí arrodillado o nos vas a presentar a tu compañera? —inquiere Alice con curiosidad.
    —¡Cierto! —exclama antes de levantarse de un salto—. Esta es Anya, es una aprendiz de Ariadna al igual que yo y es una sith... O algo así.
    —Seth —Se inclina levemente—. Un placer conoceros.
    —El placer es nuestro, yo soy Alice, y esta de aquí es Mayka. El tipo callado de la esquina —comenta señalando a la pared de la celda— es Marco.

    Marco saluda a Kaim con la mano, sin reparar en cruzar la mirada con la suya. Kaim ladea la cabeza, algo confuso por la reacción de su compañero.

    Todos toman asiento excepto Marco, quien se mantiene en la esquina pese a las indicaciones de Alice, quien parece igual de confusa que Kaim.

    —¿Y bien, cual es vuestra historia? —pregunta Alice—. Sabíamos que vendrías hacia aquí pero tardaste demasiado.
    —Fuimos atacados por unos bandidos a la entrada del desfiladero —explica Kaim—. Destrozaron con cargas la salida y yo caí por el precipicio. Necesité unas horas para recuperarme.
    —Nosotras tuvimos que esperar al igual que tú a que se despejase el desfiladero, nos hubiéramos encontrado de ser así —apunta Alice, algo desconfiada.
    —pensamos que tardarían mucho en despejarlo así que decidimos cruzar a través de la Cueva Oscura —continúa—. Pero fuimos atacados por una banda de asesinos que venían a por mi cabeza. De alguna forma escapamos y nos refugiamos en un edificio a unas horas de la ciudad. Unos guardias vinieron a buscarnos y nos acusaron de atacar un pueblo del que nunca había oído hablar —finaliza con un largo suspiro.
    —¿Koma? —pregunta Mayka.
    —Sí, ese.
    —Esto es extraño; cómo al llegar aquí y no encontrarte pensamos que te habías ido fuimos a Koma. Cuando llegamos el pueblo ya estaba destruido y unos guardias nos detuvieron creyendo que fuimos nosotros. Y el tema de los asesinos realmente me desconcierta, ¿por qué a ti?, si quisieran atacar a nuestro grupo hubiera sido más lógico que me atacasen a mi —comenta Alice pensativa.
    —Un momento, ¿si ya os cogieron a vosotros, por qué me han detenido también a mi?
    —¿Insinuáis que os han detenido injustamente? —comenta una voz al otro lado del muro.
    —¿Quién anda ahí? —pregunta Kaim alarmado.
    —Así es. Esto ha sido muy extraño desde el principio —responde Alice sin reparar en la identidad de aquel sujeto.
    —Entonces permitidme echaros una mano —Se oye la misma voz, carraspeando un poco.

    El silencio se hace presente un par de segundos.

    —¡Eh tú, ¿que crees que haces?! —dice un guardia al otro lado de la celda.

    Se oye un crujido y de pronto la puerta de la celda contigua sale disparada hacia la pared, empujando a uno de los guardias y formando un estruendoso sonido. De aquel lado aparece un hombre muy musculoso con el torso desnudo, unos pantalones de piel marrones, el cabello y su barba de pocos días, rojos como el fuego, y una sonrisa afable.

    —Tiempo sin vernos pequeña Alice —comenta con una risotada.
    —¿De nuevo entre rejas Magnus? —pregunta con total confianza.
    —Esta vez trabajé en el bando contrario —responde a carcajadas.
    —¿Quién es, Alice? —pregunta Mayka, confusa al saber que se conocen.
    —Os presento a Magnus Sellers. Uno de los mejores mercenarios que ha nacido en todo Safron.
    —Vas a hacer que me ponga rojo Alice. Espera un segundo, os sacaré de aquí —Con una mano toma la reja y de un tirón la desencaja, llevándose parte de la pared consigo.
    —Que fuerza —Se sorprende Kaim.
    —¿Este es nuevo, verdad Alice? Mi estilo de lucha se conoce como Tank. Lucho con fuerza bruta —Ríe mientras marca músculo.
    —Su nombre es Kaim, es nuestra última adquisición —responde al tiempo que Kaim hace una pequeña reverencia como saludo cuando Alice le señala.
    —Ya veo, venid. Vamos a tener una pequeña charla con el jefe para que nos lo explique todo.
    —Un momento, esto está lleno de guardias, ¿como sugieres que pasemos entre ellos si ni siquiera tenemos nuestras armas? —pregunta Kaim
    —A veces olvido que no todos son como yo —comenta con una carcajada— ¿Quienes de vosotros son capaces de luchar sin sus armas?

    Todos excepto Kaim levantan sus manos.

    —Venga ya, ¿En serio soy el único? —comenta quejoso.
    —Entonces ven conmigo chico, vamos a recuperar tus cosas, y las de todos ya que estamos.
    —Os acompaño —añade Marco.
    —¿Las chicas por un lado y los chicos por el otro eh? —Ríe nuevamente—. Seguidme; y tratad de no matar a nadie o nos meteremos en un lio serio.

    Los chicos avanzan por los calabozos a la izquierda mientras que las chicas ascienden por la escaleras de la derecha hacia los pasillos del castillo.

    —¡Los prisioneros escapan! ¡Dad la voz de alarm...!

    Antes de que el guardia pudiera terminar, la palma de Magnus cubre completamente su rostro y lo estampa contra el suelo, dejándolo inconsciente al acto.

    —Seguid avanzando chicos —comenta con una sonrisa, tomando la delantera.
    —Corre mucho para ser tan grande —se sorprende Marco mientras lo ve adelantarse.
    —¿Pero que le dan de comer a este tipo?

    Más adelante, todos se paran ante un guardia enorme que impedía el camino. Envuelto en una armadura completa.

    —No decías que sabías como luchar sin armas, muéstrame chico —comenta quieto con los brazos cruzados.
    —Eres molesto —suspira Marco.
    —Volved a vuestra celda sucios criminales, ¡no creáis que saldréis de esta con vida! —exclama el guardia, colocando frente a sí el enorme escudo, impidiendo el paso.

    Marco salta sobre Magnus y se coloca frente al guardia a una velocidad increíble. Acto seguido, golpea la coraza del guardia con el puño.

    —¿Planea romperlo con el puño? —pregunta Kaim algo extrañado por el golpe de Marco.
    —Observa atentamente Kaim, he oído maravillas de ese chico de la boca de la propia Alice. Esa técnica con la mano desnuda, parece que no mentía —responde con una sonrisa, admirando la técnica de Marco.
    —Técnica del puño suave. Destruye.

    Tras pronunciar esas palabras, la armadura del guardia se resquebraja hasta desintegrarse por completo y éste queda completamente desorientado. Marco da una voltereta hacia atrás y retira su puño.

    —No es que sea demasiado bueno con las manos desnudas, Mayka desempeñaría este papel mucho mejor que yo —comenta quejoso.
    —¿Mayka? —pregunta Kaim sorprendido—. Creí que se especializaba en el apoyo.
    —¿Alguna vez has visto a Mayka sin su túnica? —pregunta con una sonrisa.
    —Ahora que lo dices, no.
    —Una vez la pillé recién levantada, no le dio tiempo de ponérsela antes de que la viese. Ese fue el día en que más cerca estuve de morir —cuenta mientras ríe.
    —¿En serio? Me cuesta creer eso —responde desconfiado.
    —Le da demasiada vergüenza mostrar su ombligo.

    Marco salta hacia el guardia de nuevo y lo golpea con una patada en el pecho haciendo que se desplome sobre el suelo.

    —Basta de charla. La sala de objetos requisados está justo adelante. Tomad vuestras cosas del cofre y reunámonos con las chicas.

    Por su parte, Alice, Mayka y Anya avanzaban tranquilamente por el pasillo.

    —¿No deberíamos tener un poco más de prisa? Se supone que estamos escapándonos —comenta Mayka, con cierto aire de preocupación.
    —Vamos, tan solo estamos teniendo una alegre charla —responde Alice, quitando importancia al asunto.
    —¿Qué hacéis fuera de las celdas? —pregunta un guardia que patrullaba la zona.
    —Vaya, se acabó la conversación —comenta Alice decepcionada.

    El guardia escapa corriendo y gritando.

    —¡Dad la alarma, los prisioneros escapan!
    —Así será más divertido —responde Anya al tiempo que salta sobre la cabeza del guardia que trataba de escapar.

    Gira sobre su cabeza y al caer golpea el pecho del guardia con su rodilla, enviándole a la pared con un ruido estruendoso.

    —Vamos —sugiere Anya mientras corre por el pasillo.
    —Odio hacer este tipo de esfuerzo físico —Se queja Alice mientras comienza a correr torpemente.

    Numerosos guardias aparecen una y otra vez por las habitaciones del largo pasillo, que parecía serpentear cada vez más. Anya, quien iba al frente, se libra de ellos con rápidos movimientos y continúa hacia adelante hasta llegar a una sala amplia y recargada.

    —Ahí está la salida —dice Mayka de forma apresurada, señalando a una gran puerta.

    En una habitación contigua, en el despacho del jefe de guardia, uno de los guardias entra con prisa a presentarse.

    —Los prisioneros han escapado —reporta cansado, arrodillándose en el suelo.
    —¿Ah, si? —responde con desinterés una figura sentada sobre una silla, con los pies apoyados en la mesa.

    El hombre se levanta lentamente, de forma que su largo cabello plateado apenas sufre movimiento alguno.

    —Entonces supongo que tendré que ir personalmente a darles una visita —dice mientras con desgana toma una katana envainada de su misma estatura que se encontraba apoyada en la pared.
    —Confiamos en que pueda encargarse de ellas, general Zihart —finaliza el guardia con una reverencia, antes de marcharse.

    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  20.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
    Miembro desde:
    9 Abril 2016
    Mensajes:
    331
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Bueno, dos capítulos en un día es una gran estrategia para ponerse al día. XD

    Uff estaba preocupado por Anya y Kaim, pero al final eran Alice y sus amigos.
    Me alegra que se reencontraran después de tanto tiempo.
    Ahora resulta muy interesante, veremos que aventuras les espera una vez logren escapar de ese lugar.

    Espero el próximo capítulo, también espero que cuentes con más tiempo para continuarlo. Aveces resulta problemático no tener tiempo para escibir e incluso la famosa "Inspiración" se esfuma como si nada y resulta ser un grave problema.

    Saludos y hasta la próxima. Ah! cuida de mis dos chicas Anya y Haruna! ^.^
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso