Colectivo Palabras de Febrero

Título: Sonríe
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Bastian Reed, Julieta Sabin
Palabra: Chocolate
Palabras: 267
Notas: Regalo para Itami~~

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Julieta por un momento consideró llevar consigo una bolsa de dormir a la escuela. ¿Por qué? ¡Simple! Ya prácticamente vivía en la sala del director. Ya debería empezar a quedarse a dormir en ese despacho, pues a fin de cuentas, a la mañana siguiente aparecerá ahí después del primer periodo.
¡Pero sus bromas no hacían ningún mal a nadie! Eran total y absolutamente inocentes…salvo algunas, de las cuales se arrepentía pues acababa dándose cuenta de lo desagradables que eran.
Observó a su alrededor y bufó. Completamente sola en el enorme salón de detenciones. ¡Ahora a todos se les había dado por ser santos ese día! Ni siquiera estaba el preceptor como para molestarlo un poco.
¡Qué fea era la soledad!
Escuchó el sonido de la puerta abrirse y se volteó rápidamente, encontrándose con cierta personita de mal carácter.

—¡Carne fresca! —exclamó divertida —¿Qué te trae por aquí, Bass? ¿Hiciste llorar a una profesora? ¿Golpeaste a alguien? ¿Apaleaste a algún chico? ¿Mataste?
—Me salté una clase —contestó simplemente tomando asiento mientras tiraba su mochila al suelo, dejándola al lado de su silla.
—Chico malo —dijo con una amplia sonrisa—Tengo hambre ¿Quieres? —preguntó ofreciendo un trozo de la barra de chocolate que había sacado de su mochila.
—No estoy de humor, no moles... —la frase se vio interrumpida en el momento en que Julieta canturreó “Avioncito” introduciendo el dulce en su boca, callándole antes de terminar.

Sabin sonrió y se acercó para abrazarle por los hombros. Luego señaló una cámara que estaba en una esquina del techo; saludó con la mano, sonriendo ampliamente.

—¡Sonríe, Bass. Nos están grabando!
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Abre Bass, aquí viene el avioncito, abra la boquita mijo (?

 

Título: ---
Colectivo: When the World is Ending
Personajes: Todos xD (Especialmente Nayuta y Kakeru)
Palabra: Oferta
Palabras: 301 LOL


Abrió los ojos y lo encontró a él durmiendo en el suelo a su lado.

—Oye Matsumoto, ¿quieres venir? —preguntó rozando su hombro.

El de cabello violáceo volteó aún medio dormido y distinguió el rostro y las manos de Kakeru que le decían que vaya junto a él en la cama. Pensó en considerarlo, sin embargo pasó por su mente un pensamiento, si las chicas llegaran a verlos así, podrían pensar… cosas que no eran. Y lo que menos quería era que Sora pensara que tiraba para el otro lado.

—Voy a rechazar esa oferta, lo siento —contestó, dándose la vuelta para dormir.

A la mañana siguiente se encontró en la misma cama que Kakeru, muy junto a él y a las tres chicas que los miraban fijamente. Hikari y Sora algo sonrojadas y Sakura totalmente fascinada.

—¿Ven? Les dije que debíamos venir rápido, es un experimento fascinante…

Las otras dos asintieron, aún sonrojadas. Parecía que estaban dentro de una especie de autismo, pues lo único que hacían era mantener la vista fija ahí, en esa cama, en esa escena. Nayuta se levantó rápidamente y cayó de la cama sobre su nariz.

—N-no es lo que piensan… —intentó explicar refregándose la nariz. Al ver que las chicas seguían mirándolo de la misma manera se desesperó —. Dejen de verme de esa forma, ¡me desesperan!

No tenía idea de cómo había llegado hasta esa cama, y verdaderamente no quería saberlo. Rascó su nuca y se dio vuelta, vio que Kakeru durmió con el torso desnudo y se sonrojó. Ahora deben pensar que hicimos algo pervertido, pensó.

—Sabemos que lo hicieron —respondió la de anteojos con una sonrisa.
—¿Lees mentes? ¡Maldición!
—Lo pensaste en voz alta —respondieron las otras dos al unísono, aún en su estado de autismo.
—Ash… estúpida oferta —bufó.


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Ah, shit. Si yo soy Nayuta me mudo de continente xDDD

 

Título: --
Colectivo: Bands War
Personajes: Annie Sorciére, Julieta Sheenan, Fran Leisser
Palabra: Descanso.
Palabras: 326
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—Baterista de cabellera albina se ha perdido en el piso tres. Lleva una camisa aguamarina y unos pantalones negros. Si alguien ve a un chico de estas características, favor de comunicarse con la cajera del piso —una voz femenina habló a través de los altavoces del local.
Annie bufó ¿Era posible que un chico de su edad pudiera perderse en un centro comercial? Volteo a mirar a la rubia que estaba a su lado, buscando respuestas.
Julieta, como si leyese su mente, asintió a la vez que dejaba escapar un suspiro de sus labios.


—La próxima vez que lo llevemos de compras con nosotras, se viene con correa ¿Esta claro? —acordó la de cabellera negra. Su mejor amiga soltó una risa, en señal de estar de acuerdo.
—Bien, será mejor que empecemos a buscar al discípulo de Wally —burló Sheenan, a la vez que señalaba la izquierda y se iba por ahí.


Sorciére asintió y se fue por el lado derecho. Mientras que en su mente, iba planeando el castigo o reproche que iba a darle al nuevo baterista.
Dio unos pasos y tropezó con algo, cayendo al suelo. Se sentó y volteó a ver la causa del accidente.


—¿Alguien se mutiló una mano o qué? —murmuró para si misma al ver con lo que había tropezado.


Se fijo frente a ella, encontrándose una mesa con un largo mantel blanco. Hizo una mueca pensativa, por alguna razón sentía que eso ya lo había vivido antes.
Levantó la tela y se encontró con un Fran medio dormido.
Oh, claro. Ahora todo tenía sentido. Lo había traído cuando era la hora del descanso. Una sonrisa divertida se dibujó en sus labios, pensando que si él estuviera con Antonella, no podría darse esos gustitos.
Metió su mano bajo la mesa y cubrió con el mantel. Se puso de pie y se alejó de allí.
Iba a dejar que Leisser durmiera unos minutos más, antes de ser masacrado por ella.

 

Título: 14
Colectivo: Bands War <3
Personajes: Ryan Wolfe & Julieta Sheenan
Palabra: Flores
Palabras: 294

Despertó en la mañana y observó su reloj con desgana. Las diez y media de la mañana. Lo dejó nuevamente y cayó desmayada sobre la cama. Aún faltan dos horas para que nos encontremos, pensó. Y volvió a caer dormida en segundos.

Volvió a levantarse, esta vez con más pesadez y miró el reloj, la una y cuarto del mediodía. Se dio cuenta del retraso y se vistió rápidamente, no se molestó en peinarse y olvidó su celular, debía llegar lo más rápido a su cita.

El chico de cabello plateado seguía viendo la hora, preguntándose donde estaba su amiga, pues siempre era bastante puntual. A las dos menos cuarto la rubia apareció, agitada, con la ropa descolocada, despeinada y con los anteojos mal puestos. Ryan rió, le parecía linda en algún sentido.

—Llegaste un poco tarde… —exclamó con una sonrisa.
—Me… quedé dor… mida… —contestó jadeante.
—Tengo algo para ti —dijo contento y sacó al mano que escondía tras de sí—. Tal vez no lo recuerdes, pero hoy es catorce de febrero, Feliz día de San Valentín.

Un enorme ramo de rosas blancas era lo que le mostró. Julieta rió de vergüenza, ella no le había traído nada, ni siquiera se había acordado al fecha, como él dijo. Sin embargo…

—Pero… el Día de San Valentín es…
—También conocido como Día de los Enamorados, lo sé, lo sé —acabó su frase—. ¿Te molesta si me enamoro de ti por hoy?
—Solo si puedo enamorarme de ti también por hoy —contestó sonriente, con un leve tono rosado cubriendo sus mejillas. Él las besó, a cada una y luego la comisura de los labios…
—Entocnes haré lo que hacen los enamorados —susurró suavemente y plantó un beso en sus rosados labios de bajista.
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Necesitaba beso o... iba a morir
AWWWWWWWWWWWWWWWW <3

 

Título: ---
Colectivo: When the world is ending
Personajes: Nayuta Mtsumoto, Sora No Estsune (Y Hikari)
Palabra: Guerra
Palabras: 375 (igual que la primera, LOL)
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Se miró al espejo y con una toalla removió los restos de sangre que había en su cara y sus manos. Miró fugazmente a la chica de cabellera negra que estaba a su aldo, también mirándose al espejo, pero inmóvil. Él entendía como se sentía, si bien era fuerte físicamente, su mente aún no se acostumbraba al hecho de que se pasara matando personas para sobrevivir. Le pasó su toalla, pero ella no se movió.

—Sora… escúchame yo…
—Entre uno de ellos, se encontraba un amigo de mi tío —susurró.

Claro, no era que su mente fuera frágil, simplemente la había afectado el hecho de que fuera una persona conocida, alguien cercano a un familiar, lo que apuntaba que ese familiar había muerto también. Posó sus manos en sus hombros, pero al ver que no reaccionaba la abrazó, le iba a contar sobre eso.

—Ayer, ¿recuerdas que me encerré durante varias horas, Sora? —preguntó, ella respondió asintiendo con la cabeza—. No tuve que matar a un conocido, tuve que matar a un amigo, Takamiya del 3º B —concluyó y bajo la mirada ante los recuerdos que asaltaban su mente.

Ella se dio vuelta y lo miró asombrado. Ese chico era parte del club de Kendo, era alguien que podría llamarse amigo de su sempai, alguien en quién él confiaba. Lo miró delicadamente, con un semblante confundido en sus ojos.

—Me dolió mucho hacer eso, así que, por favor… —la miró fijamente—, no dejes que te suceda eso, no podría soportar perderte a ti también. Esta es una guerra, es matar o morir, y yo… —ella posó su mano sobre su mejilla—, yo…

Ella sonrió y lo besó en la frente. Ambos se miraron fijamente, estaban completamente en silencio. Comenzaron a acercarse lentamente, Sora cerró sus ojos y Nayuta estaba por hacer lo mismo. La distancia era casi nula…

—Sora, necesito que… —interrumpió Hikari—. Huh Oh… no dije nada, continúen.
—Déjalo, ¿qué necesitabas? —preguntó ella alejándose mientras iba con su amiga.
—Aunque deba convertirme en un arma contribuyente a más guerra, aunque deba matar a todo la ciudad, familiares, amigos, los que sean necesarios. Los destruiré para que te mantengas con vida… —susurró viendo como pasaban por el umbral de la puerta.
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Hikari! Arruinaste el momento perfecto para beso NayuSora ¬¬

 

Título: ---
Colectivo: Bands War
Personajes: Julieta Sheenan&Annie Sorciére
Palabra: Hospital
Palabras: 407

Vio a su amiga en la camilla, sonriéndole como siempre, queriendo demostrar que todo está bien, pero ella sabía que no era así. Se sentó a su lado en una silla y acarició su pelo suavemente, ella estaba mal por su culpa, de no ser tan tonta y distraída, de poder defenderse sola Annie no tendría que haber recibido un disparo en su lugar. Se deprimió… de nuevo.

—No te sientas mal, July, no fue tu culpa —dijo, acariciando la mejilla de su amiga.

No necesitó contestar para que su amiga comprendiera lo que quería decir, simplemente con verse a los ojos alcanzaba. Annie desvió la mirada, sin saber qué hacer para hacer sentir un poco mejor a su amiga.

Odiaba los hospitales, porque cuando la gente está en uno significa que le pasó algo malo, y sólo pensar en eso hacía mal a la pequeña Julieta. Estrechó fuertemente la mano de su amiga cantante y empezó a llorar delicadamente, escondiendo el llanto bajando la cabeza. Sin embargo, su amiga la conocía demasiado bien y levantó su rostro tomándola de la barbilla.

—No llores más, July. Harás que llore yo también, ¿eso quieres? —dijo, su amiga negó con la cabeza— Bueno, entonces seca esas lágrimas y dame un beso.

Eso siempre la ponía de buen humor. Annie no era de esas personas que piden o demuestran afecto fácilmente, cuando pedía que le dé un beso sentía que era dueña de ella, y eso la hacía sentirse poderosa y al mismo tiempo lograba que se riera por dentro. Se acercó y besó dulcemente su frente.

—Gracias —replicó con una sonrisa, pero aún con los ojos húmedos.
—No tienes nada que agradecer. Yo estoy a tu aldo para protegerte y brindarte mi amistad incondicional.
—¿Lo sacaste una película? —preguntó riendo.
—De una telenovela que pasan a la tarde en un canal de aire —respondió—. Parecía muy adecuado para la situación.
—Lo es, aunque algo exagerado —silencio. Ambas se miraron—. Gracias por todo, Ann.
—De nada July, te quiero mucho.

La rubia sonrió. No había falta un “yo también”, ambas sabían lo que sentía una por la otra.

Llegó una enfermera para comprobar el estado de Annie, y luego de unos minutos examinando su estado comunicó que dentro de unos días la herida sanaría del todo dentro de un par de días. Julieta suspiró y volvió a sonreírle a su amiga.

Por Dios, como detesto los hospitales, pensó.
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En efecto, detesto lso hospitales, me asustan ;_;

 

Titulo: Una muerte sin dolor.
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Todos.
Palabra: Hospital
Palabras: 99
Notas: ---

Bridget lloraba sobre el hombro de Allen; los demás niños elegidos tenían caras de tristezas. ¿Por qué había sucedido? Era uno de ellos. Ayumi lloraba también, siendo abrazada por Shay. Bastian estaba sentado al lado de Ellie, ésta miraba al suelo, llorando por dentro. Julieta veía tras la ventana del cuarto de aquél hospital a su amigo. En tan poco tiempo había ganado su confianza, se divertían estando juntos.

—Lo siento chicos, pero Teodoro ha muerto —informó Julián acabando de hablar con el doctor que había salido del cuarto en donde yacía muerto el peluche con forma de rana.

 

Título: Cantando y buscando II
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Julieta&Ayumi <33
Palabra: Zapato
Palabras: 339

—Te pido que no te acerques mucho a mí, ahora que comienzo a volar —cantaron al unísono.

Otra vez se había separado la mitad del grupo para buscar a la dichosa rana y nuevamente a Julieta y a Ayumi les tocó hacerlo juntas. Para aligerar el ambiente decidieron ponerse a cantar, y la rubia propuso cantar una canción que le encantaba, Double Lariat.

—Un radio de ochenta y cinco centímetros es lo que yo puedo alcanzar.
—Te pido que, cuando llegue el momento de comer… —se equivocó la de cabello rosa.
—Jajaja, ¡bien dicho! —exclamó riéndose.

Contagió a la otra, quién rió también. De repente vieron algo verde en un árbol, basta decir que los árboles en el digimundo son rosados, hasta violetas o a veces morados, por lo que una figura verde resalta bastante. Ahí estaba, enganchado en una rama, Teodoro, que observaba sonriente a las amigas.

Ayumi, como era más alta, subió a Julieta en sus hombros, ésta a su vez se estiró lo más que pudo, pero llegar al peluche le fue imposible. Entonces, recordó lo que hacía en su casa para bajar las cosas que se quedaban atascadas en el enorme naranjo de su jardín, le pidió que la bajara y se preparó. Metió la punta del dedo en su boca y “midió el viento”, acto seguido, hizo con los dedos pulgares e índices una especie de mira, estuvo así un par de minutos.

—¿July, que pretendes…? —preguntó incrédula.
—Así resolvemos las cosas los Sabin —dijo tras sacarse su zapato derecho y aventárselo al árbol. Golpeó la rama, que se movió y dejó en libertad a la pobre ranita. Ayumi lo atrapó antes de que cayera al suelo.

Ambas chocaron sus manos y se sentaron a la sombra de un árbol, esperando ser encontradas por los demás, ya que si bien no estaban lejos del campamento, no tenían ni la menos idea de en donde estaban paradas.

—Te pido que cuando me canse de girar, tú te encuentras aún junto a mí —acabaron la canción.
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Kyaaaaaaaaaaaaa <3 Las a-do-rooo!!! /fangirl


1. Chocolate
2. Flores
3. Insaciable
4. Hospital
5. Corazón
6. Timidez
7. Zapato
8. Vicios
9. Sobredosis
10. Desastre
11. Guerra
12. Oferta
13. Crimen
14. Interrupción
15. Descanso

 

Ah, crap, le dije a mi hermana que me dijera un nuemro del 1 al 15 para elegir palabras... "Pero podes tirar un dado!" Y ahora tengo 20 dados ahi porque tiro hasta que me salio un numero que no tenía ewe Si se puede borrar me lo borran D:
Título: ---
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Julieta&Bastian
Palabra: Corazón
Palabras: 604

Todos estaban en pareja alrededor del fuego. Ayumi se mantenía arrimada a Shay, con su cabeza sobre su hombro, no notaba su leve sonrojo y al forma en la que la miraba. Bridget, en cambio, mantenía una distancia de uno o dos milímetros de Allen, que esperaba algo irritado la “colisión” inminente, era obvio que ella imitaría a la de cabello rosa en algún momento. Julián miraba atento el fuego, manteniendo a Ellie a su lado, para que no tomara frío, ambos intercambiaban miradas cada par de minutos. En la otra punta, Julieta y Bastian mantenían casi cinco metros de distancia uno del otro.

—Oye —comentó por lo bajo la rubia acercándose—, todos están tan emparejados, parecería como si nosotros fuéramos los…
—Ni lo pienses —respondió cortandole la oración a la otra.
—Lo sé, lo sé —agregó bajando la mirada levemente.

Dirigió su mirada a todos los demás y visualizó un movimiento, había sido Allen que había intentado que Bridget no le cayera encima, pero no pudo evitarlo. Ante este movimiento nadie se inmutó, todo estaba tan calmo y ella inquieta, como siempre.

—¡No es justo! —pensó— También merezco que alguien me robe el corazón.

Se acercó temerosa a Bastian. Sabía que no iba a golpearla, tampoco a insultarla, pero algo hiriente seguro le diría, no había que ser un genio para pensarlo. Cuando estuvo cerca, procuró no hacer contacto visual con él en ningún momento, si no quedaría como tonta. Entonces, un pensamiento cruzó por su mente: eso era un suicidio. En cuanto intentara algo él la heriría, bueno, no le prestaría atención, pero sería la intención.

—Si no intentas no ganas —dijo a sus adentros, sonriendo ampliamente, lista para el inicio del plan.

Sin que él lo viera venir imitó a las otras dos chicas, pensando cuidadosamente en un chiste que decir cuando el ambiente sufriera esa transformación, de calmado a un completo caos por su culpa. Bueno, en realidad le gustaba causar problemas, la hacía sentirse viva, y le divertía. Sin embargo, no hizo nada. Se quedó quieto como roca, sin hacer ni un solo movimiento cuando la rubia puso a descansar su cabeza sobre su hombro, ella se sorprendió.

Lo miró atentamente por el rabillo del ojo y notó que tenía algo de rubor en sus mejillas. ¡Se había sonrojado! Se sentía tan importante, tan capaz de cualquier cosa, se podría decir que hasta su autoestima subió, demasiado tal vez. Sin que ella lo notara, todos se habían fijado en la situación, esperando la reacción hostil de Bastian, pero seguía sin hacer nada.

Fue entonces, luego de un par de minutos, que Julieta empezó a sentir lo cálido que era el cuerpo que estaba a su lado. Era como si irradiara calor, como si fuera otra fogata individual, o una especie de sol. Le tocó a ella sonrojarse pero a diferencia de él, su sonrojo era totalmente notable, hasta un ciego lo hubiera visto. Cerró sus ojos, no quería ver las miradas burlonas sobre su cara y menos sobre su mano, que temblaba cerrada sobre su pierna.

Llegó la hora de dormir, los primeros fueron Julián y Shay, les siguieron Bridget y Ayumi, luego Ellie, que aunque quisiera seguir mirando aquella rara escena no aguantaba más el sueño. Allen simplemente se alejó y se puso a dormir bajo la copa de un árbol cercano.

—No vuelvas a hacer eso —musitó Bastian, aún sonrojado por el recuerdo.
—Lo siento… —contestó levantándose. La verdad no quería ya se había puesto cómoda.

Esa noche no pudo dormir, pues se quedó felizmente pensando en lo sucedido horas antes. Por fin alguien había robado su corazón.
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Cometí OoC, lo sé, estoy SEGURA. Pero necesitaba escribir esto, si no me daría una enfermedad terminal llamada "NeedJulyBas" D: Sepan comprender (?

 

Título: Herida
Colectivo: Lernen Miteinander zu Leben
Personajes: Alexander Gray, Alice Marie Rose.
Palabra: Timidez
Summary: Mientras lo veía marchar ella ya no pensaba en el dolor, si no en unos hermosos ojos azules y una irresistible sonrisa. ¿Podría ser que su miedo comenzara a remitir?
Palabras: 360
Notas: Últimamente todo lo que escribo de ellos dos no me gusta nada y tmapoco me fangirlea como antes, pero es un A&A y tengo que mantener vivo su espíritu. Aunque cueste D:Uu

Herida​

Como siempre que por alguna razón tienen que ir juntos a algún sitio, él camina delante, y ella, unos pocos pasos por detrás.

La mirada de él va al frente con una expresión tranquila que hace que todas las jóvenes que se cruzas a su lado suspiren de deseo por él. La de ella sin embargo está en el suelo y se puede distinguir algo de tristeza entre sus ruborizadas mejillas.

No pueden ser más diferentes ambos. Él sensual y ella tierna, él alto y ella a su lado, parece pequeña. Gray es inglés y Rose francesa, por ese simple hecho ya deberían de odiarse. ¿Y qué hacen? Todo lo contrario.

Caminan juntos y, sin girarse, él tiende su mano hacia atrás. La timidez de ella se hace presente aún más cuando, temblorosa, la toma y adelanta unos pasitos para estar a su lado.

—Alice —Él pronuncia su nombre, y ella, en su interior, desea que lo vuelva a hacer. Ama oír su voz.— ¿Te encuentras bien?

Asiente lentamente y sonríe un poco, restándole importancia al asunto. Ha pasado por peores cosas que un simple corte en la mano.

—Escuece un poco, pero estoy bien. Gracias…—Quizás, aquella es una de las frases más largas que ha pronunciado sin un solo tartamudeo, y en ella se nota aquella tierna pronunciación de la “r” que tiene.
Alexander sonríe mientras abre la puerta y la mantiene abierta para que pase, luego, la ver que en la enfermería no hay nadie, toma la mano y comienza curarle la herida.

—De nada… —Tras terminar vuelve a sonreír y lleva la pequeña y fina mano de ella a sus labios, dándole un suave beso. —Así —explica ante la mirada extrañada de ella—, curará antes.

Y aunque Alice no es una niña pequeña, le cree y no pregunta nada, simplemente, vuelve a dar las gracias por las molestias que le ha causado. Él sonríe como todo un gentleman y se despide de ella.

Mientras lo ve marchar, ella no piensa en el dolor que calmó un poco. Ella piensa en unos hermosos ojos azules y una irresistible sonrisa, preguntándose si por fin, su miedo comenzaba a remitir.

 

Título: --
Colectivo: Bands War
Personajes: Máximo Sorciére, Adeline ¿Flint? No recuerdo el apellido -w-Uu
Palabra: Crimen
Palabras: 127
Notas: Para Kotex~~
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Se acomodó encima de ella, saboreando sus labios con besos salvajes y apasionados. Disfrutando sentir su respiración entrecortada y escuchar sus suaves gemidos. Sin embargo, estaba consiente de la situación, de la ley, de todo. Por eso mismo se contenía.
Porque sabía que ahora que había cumplido la mayoría de edad, estar con ella se vería como un crimen; un abuso de menor.
Y por eso mismo, iba a esperarla.

—¿Qué haces, Max? —cuestionó en un reclamo cuando el pelinegro se levantó y tomó su guitarra, con intenciones de irse de allí.
—Me voy antes de que pase algo, Adeline —contestó simplemente, dedicándole una sonrisa—Nos vemos mañana, princesita —se despidió con la mano y salió de allí. Dejando a la fémina con una mueca de disgusto.

 

Título: Hospital [no hay imaginación para títulos decentes e.eUu]
Colectivo: Ciencia Traviesa UA o Ciencia Traviesa Reload (?
Personajes: Hasber & Annie
Palabra: Hospital
Palabras: 319
Notas: Para Hibari <3 y todas las que amen CT <3
Nota 2: Si esta mal disculpen, pero hace mil que no escribia algo °3°!



Caminaba a paso lento pero decidido por los pasillos blanco invierno del hospital, llevaba dos o tres flores, no es que realmente quisiera llevarlas, pero de todos modos no podía llegar con las manos vacías a la habitación a la cual se dirigía. Abrió fuertemente la puerta sin siquiera tocar y con su poco habitual delicadeza golpeó sonoramente la dicha con la muralla consiguiendo que aquella persona en la habitación se sobresaltara.

— ¿Qué? ¿Vienes a quebrarme la nariz de nuevo? —preguntó sarcásticamente rodando sus ojos dorados.

— Posiblemente —susurró sonriendo con sorna acercándose a Hasber— toma ten tus flores —dijo con fastidio tirándole las dos que traía.

— ¿Tengo que tomar esto como una disculpa? —cuestionó alzando las cejas el rubio

— Vete al diablo, solo las traje por cortesía que te rompiera la nariz lo tenías merecido —bufó sentada en la silla cercana a la ventana.

— ¿Es que acaso no sabes controlarlos celos, Sorcieré? —sonrió triunfante y con una pequeña risilla recordando que Annie lo golpeo esa tarde, luego de que se encontraba intercambiando palabras con Antonella Smith en la sala muy cerca y alegremente.

— Si claro, como si yo me fuera a poner celosa por ti—mencionó haciéndose la desentendida, perfectamente sabía bien dentro de ella que lo golpeo por verlo tan coquetamente con la víbora de Antonella, pero jamás lo admitiría, jamás— No digas estupideces Bellamy.

— Aunque digas que fue con otra cosa, no te creeré —continuó sonriendo.

— Vete al demonio con estupideces Bellamy —dijo completamente molesta y roja tanto de rabia como vergüenza, levantándose para irse.

— Gracias por las flores —sonrió antes que la puerta sonara con fuerza al cerrarse.

Le hubiera dicho que se queda, le gustaba su compañía, pero al igual como ella no era capaz de admitir muchas cosas en su extraña relación, él tampoco pediría cosas que bajaran su perfil galán y ególatra que a la vez hacía que la pelinegra tanto le gustara.