Palabras de Enero

Título: Nadie.
Colectivo: Much to Say and Little to Silence.
Palabra: Soledad.
Personajes: Blair Bommel.
Summary: En ocasiones, Blair prefería estar sola para que nadie le preguntase por qué actuaba de esa manera. Ella siempre supo que nadie podría comprenderla.
Palabras: 284.

¿Qué piensa esa niña cuando cierra sus ojos azules? Nadie lo sabe; siquiera ella. Vive en un mundo que todos desconocen y ella no es capaz de describir. Un mundo imaginario. Su mundo; un lugar donde no existe razón ni lógica, todo lo que está existe porque sí, porque a ella le da la gana que sea de esa forma.

¿Qué dicen sus ojos cuando se llenan de lágrimas? Que tiene miedo, que se aferra a su locura para no afrontar sus problemas. Eso hacen los niños. Ella es una niña pequeña. Nunca creció.

¿Qué tienen los demás que no tenga ella? Afecto, cariño, felicidad. Ella sólo conoce formas, sombras y colores. Ella sólo ve blanco por las noches, luego negro cuando por gritar se gana un pinchazo y luego un ardor mientras algún líquido entra en sus venas. Ella no sabe nada, ni de ti, ni de mí.

¿Cómo sabe tanto, entonces? Los locos son más inteligentes que los cuerdos, murmura Blair cuando todos le miran. Su risa hiela los huesos. Luego, sin más palabras, deja de ser ella… de nuevo, para convertirse en alguien más. Alguien que nadie conoce, pero Blair dice conocer.

¿Por qué estás sola? Porque la soledad es el mejor amigo de los tristes. Porque los corazones rotos lloran lágrimas de sangre y la desolación viene luego de la sangre. Entonces, si tu corazón llora, ¿por qué tus manos manchan de ese líquido rojo tu vestido?

En ocasiones, Blair se sentía incomprendida. Aunque no le hacía falta que la comprendiesen porque nunca necesitó a nadie.

En ocasiones, Blair prefería estar sola para que nadie le preguntase por qué actuaba de esa manera. Ella siempre supo que nadie podría comprenderla.

 

Título: Fuera de alcance.
Colectivo: Breaker.
Personajes: Argos.
Palabra: Jirafa.
Sinopsis: Para poder hacer una broma, los pequeños Mond debían esperar hasta que durmiera.
Palabras: 197 + Titulo.
Nota: Publicado en CiA.

Fuera de alcance.​

Las clases del día habían terminado, York necesitaba atender asuntos con el líder de base por lo que tuvo que marcharse antes de la hora. Los pequeños de la base no dudaron en correr en cuanto su instructor les dio la noticia. Siempre era lo mismo, los pequeños aprendices eran los que daban alegría a cada rincón.

Pero había alguien que no se les acercaba, por más que los niños llegaran a seguirle.

Argos era una persona peculiar, un gigante entre las personas con un oído tan fino como el de un murciélago. Por su estatura los pequeños solían mirarlo hacia arriba, de alguna manera lo admiraban a distancia a pesar de que cada vez que alguno de los pequeños intentaba entablar comunicación con él este terminaba llorando por alguna razón “desconocida” para el pelirrojo.

Dependiendo de qué tan grave “lesiono” al infante “emocionalmente” a veces algo malo terminaba pasándole un par de días después. Por eso ello procuraba no toparse con ninguno.

Y es que para poder hacerle una broma, los pequeños Mond debían esperar hasta que durmiera en el jardín. Al fin y al cabo, para los pequeños, Argos era tan alto como una jirafa.

 

Título: Amenaza.
Colectivo: Touday Gakuen.
Personajes: Yuu Saguchi, Ren Tsuki, Hattori Naito, Mathias Immanuel Meinrad.
Palabra: Intimidad.
Sinopsis: Naito corre por su vida, como de costumbre, ha hecho enfadar a Ren. Pero la ira de Tsuki puede ser opacada por una sólo persona.
Palabras: 624 + Titulo.
Nota: Publicado en CiA.

Amenaza.​

Parecía que sería una mañana normal en el instituto, incluso ya se escuchaban los gritos de Ren por sobre las plegarías de Naito.

Era simplemente el pan de cada día en el campus, particularmente en la mansión para los mayordomos. Simplemente el resto de sus habitantes observaban entre asombrados y apenados la escena; nadie era tan tonto como para intentar detener a joven Tsuki en uno de sus ataques de ira.

Ni siquiera los veteranos se animaban a intentarlo.

Pero Hattori continuaba vivo por la simple y sencilla razón de que sí existía una persona capaz de detener al de ojos rubí: Yuu Sagushi. Aunque el remedio podría ser peor que la propia enfermedad, todo dependía del humor del mayordomo de ojos caobas.

Razones no daba, en general se la pasaba diciendo cosas cómo “no quiero ver un asesinato frente a mis ojos”, “lo hago para que Ren no sea expulsado por una tontería” o incluso “no quiero ser yo al que manden a limpiar”.

Pero por alguna razón, a pesar del escándalo generado en la mansión, el salvador de Naito no se había atrevido a aparecer aún. Fue entonces cuando el de rosto infantil divisó una figura, que igual le serviría como buen escudo.

—¡Mathías! —gritó eufórico, un escalofrío recorrió la espalda del aludido antes de sentir como era girado por unos brazos más delgados que los suyos— ¡sálvame!

Tsuki se acercaba con prisa, por trampas de Hattori se había retrasado, pero ni así perdía de vista a su presa.

—Lo siento, pero tengo otras cosas que hacer —sonrió nervioso al sentir las manos de “la amenaza N” apretar con fuerza sus hombros.

Y como pudo se escurrió hasta un pasillo, siendo seguido por Naito. Al parecer no renunciaría a un posible escudo tan fácilmente. Pero cuando Meinrad se detuvo frente a la habitación de Saguchi y los pasos de Ren prácticamente estaban detrás de él no lo pensó dos veces.

Sus manos abrieron la puerta antes de que Immanuel pudiera pedir permiso para pasar. Lo primero que notó fue el rostro molesto de Sagushi, lo siguiente que su cerebro pudo notar era el color rojo que cruzaba por la cara del mayordomo y lo que nunca imagino encontrar fue a Yuu Saguchi, luchando por colocarse un pantalón y al mismo tiempo alisando su desordenada camisa mal puesta.

—Tiene fiebre —Mathías explico, a lo poco Naito ya no estaba a su lado, sino en el corredor.

Ren finalmente lo había atrapado, sus manos se enredaron en el cuello, dispuesto a dejarlo sin oxigeno o rompérselo; lo primero que ocurriera. Pero como pudo, Yuu fue hasta allí, sujetándolo de los brazos para que lo dejara libre.

Y como de costumbre, Ren chasqueó la lengua. Visiblemente molesto.

—G-Gracias Yuu-chan.

—Yo no creo que quiera salvarte —susurro Mathias, Ren enarcó una ceja al ver al castaño lanzándose sobre el moreno.

Yuu siempre quería correrlo de allí, incluso matarlo con sus propias manos. Dejarlo con Ren cinco minutos sería más que suficiente para deshacerse del caos personificado, pero eso sería inhumano, si, mucho.

Aún así ahora mismo era el propio Sagushi quien acertaba dos o tres golpes al pelinegro. ¿La razón? Liberar estrés, esa era la quinta vez en la semana que Naito Hattori se atrevía a invadir su espacio personal, su “intimidad”, entrando a su cuarto como si este le perteneciera al de rostro infantil.

—Yuu, deberías detenerte —Immanuel suspira, sujetando al chico por los brazos— recuerda que debes mantener reposo o no podrás hacer tu trabajo debidamente.

Para Mathias, a veces Yuu podría representar una amenaza mayor que él mismo con respecto al bienestar físico de Hattori.

Por que cuando se enfurecía, no medía limites en cuanto a hacer sufrir al causante de sus disgustos.

 

Título: Barrera.
Colectivo: The Last Destiny.
Personajes: Khaled Kresten.
Palabra: Soledad.
Sinopsis: Él siempre se dijo a sí mismo que sólo la soledad sería su compañia, pero se encontraba equivocado.
Palabras: 223 + Titulo.
Nota: Publicado en CiA.

Barrera.​

Desde pequeño, aunque sus padres no se atrevieran a contarle, siempre había tenido una idea de lo que él era. Poco jugó con los niños de su gente, prefería pasar el rato en soledad; haciendo cualquier cosa o ayudando a los adultos. En un ningún momento dejaba que alguien se acercara a su corazón.

Él mismo era una paradoja, obligaba al resto a mantenerse alejado pero nadie podía evitar querer estar cerca por más que el negara ese “honor”. Ha tenido esa idea desde niño.

Cuando inició su viaje sabía mejor que nunca que la soledad sería su única compañera. Viajando de pueblo en pueblo, recorriendo bosques, montañas, praderas y valles. Nunca le importó no tener a nadie a su lado; toda la naturaleza era su “amiga”, la única capaz de mantenerse junto a él sin causarle daño.

Vivía de sus trucos de magia, aprendidos de su familia errante, ganándose el corazón de muchos. A veces sentía que estaba siendo hipócrita por eso.

Pero todo cambio cuando llego al pueblo donde Kynia y Alice vivían. Desde que conoció a la pequeña sintió que su barrera era desquebrajada poco a poco. Y en el momento en que las espadas los eligieron estuvo a punto de llorar.

No lo entendía. No comprendía que el poder tener a alguien a su lado podía hacerlo tan feliz.

 

Título: Igualdad.
Colectivo: Leanaí Soul of Light.
Personajes: Seth Draboi, Sylvie Gabriels.
Palabra: Fugaz.
Sinopsis: Ambos eran opuestos en ese sentido. Y por una vez en su vida, Seth no supo si odiar o agradecer a la ley del equilibrio térmico.
Palabras: 428 + Titulo.
Nota: Publicado en CiA.

Igualdad.​

Ya era costumbre para muchos ver a Seth abrigado en cuanto la temperatura descendía un poco.

Ese día la lluvia caía sobre Venecia.

Draboi caminaba con dificultad entre charcos y lozas resbalosas por tanta agua. Su ropa y sus manos estaban heladas a causa de la fría agua y poco faltaba para que se pusiera a temblar. El pronóstico del tiempo le mintió, al ver buen clima salió sin llevar alguna chaqueta y por eso en ese momento estaba que moría.

Maldijo su sensibilidad al frío.

La lluvia aumento, obligándolo a cubrirse en el techito de una tienda. Se quedaría allí hasta que parara, o cuando menos que le diera tregua para poder ir a su casa. La puerta de la tienda se abrió, él se hizo a un lado para no estorbar al paso del cliente.

—Seth, que sorpresa.

—S-Sylvie —saludo cortante, no estaba de buen humor y ya comenzaba a tiritar.

Ella lo miró, él entonces noto la paleta helada en la boca de ella. ¿Cómo es que no tenía frío? Las ligeras ropas que de por si usaba eran suficientes para darle aún más frío

Gabriels miró cada gota, si lo deseara fácilmente podría irse caminando mientras disfrutaba de la refrescante agua. Pero no quería dejar sólo al castaño. Sería de mala educación.

Terminó su paleta en un par de minutos, entonces piensa, el joven de Sowolu no soporta el frío, ella lleva una chaqueta fina. Antes de que Draboi pudiera hacer algo más ella le coloca la prenda en los hombros. ¿En qué momento se invirtieron los papeles? Se supone que los hombres eran quienes le prestaban los abrigos a las damas, no al revés.

La mira, tirita un poco, esta por reclamar cuando por alguna razón la joven de Feoh se lanza a abrasarlo.

Sylvie olvidó que él siempre estaba frío, y ella tenía calor. ¿Qué más daba? Igual él estaba mojado y así ella se refrescaría mejor. Sin mencionar que de paso le quitaría el frío a él. Al menos eso decían las leyes térmicas, si algo caliente se mezcla con algo frío entonces ambas temperaturas llegaran a un equilibrio. Esa fue la razón por la que Seth no dijo nada hasta que la lluvia terminó y el pudo irse a casa, devolviendo la chaqueta sin mirar a la dueña.

Se pondría más rojo de lo que estaba si la miraba a la cara. Y aunque fuera por un momento fugaz, Draboi pensó que no sería tan malo ir sin mucho abrigo, claro, teniendo a Sylvie al lado no hacía mucha falta.

 

Título: Decoración.
Colectivo: Serendipity.
Personaje(s): Yuzuki Hanari.
Palabra: Papel.
Sinopsis: ¿Cómo es que el papel tapiz resultó ser tan problemático?
Palabras: 146 + Titulo.

Decoración.​

Su madre le había comentado el día anterior que su primo, Elian, se mudaría a la bodega. ¿La razón? El pequeño genio quería estudiar robótica. Y por ello, al día siguiente, ella se encontraba con su ropa más usada, en el lugar ya desalojado y con un buen rollo de papel tapiz y una brocha con pegamento como compañía.

Yuzuki no podía colocar bien los pliegos, aplicaba el pegamento y luego intentaba que al colocar cada trozo este no se arrugara. Pero sus intentos fueron tantos que al final lo dejó. No sin antes desperdiciar la mitad del rollo. Ni siquiera su padre pudo con el espantoso papel. Al final, optaron por pintar el cuarto de un amarillo pálido y dejar el techo blanco.

A Fuyuki le gusto la habitación. Sin duda sería mejor que el tapiz de lunares lavanda que sus padres querían colocar allí.

 

Título: Polos Opuestos.
Colectivo: Komische Maffia.
Personaje(s): Giotto Venance, Monique Vandergeld.
Palabra: Atracción.
Sinopsis: Ellos eran opuestos, pero lo gracioso era que aquella “ley” también los afectaba.
Palabras: 170 + Titulo.

Polos Opuestos.​

A Monique le gusta el dinero, a Giotto no le interesa. Venance ama las plantas, Vandergeld las odia. Esas eran las principales diferencias entre ellos dos, ambas personalidades solían chocar constantemente por sus contrariedades.

Pero lo que esos dos mafiosos sabían y no deseaban admitir era que inevitablemente a ambos les afectaba aquella ley de “los opuestos se atraen”. Giotto era el que había decidido dar el primer paso, no para alejarse, sino para acercarse más a la albina.

Y ¿qué hacia Monique? Simplemente lo ignoraba. Ella no cedería tan fácilmente, no hasta hacer sufrir un poco al lado “positivo”. Venance no hacía más que sonreír ante los rechazos de ella, no es que estuviera loco, sólo era cuestión de tener un poco de paciencia. Al fin y al cabo, él no podía dejar de sentir esa invisible atracción por su compañera mafiosa.

¿El resto?

Ellos eran quienes debían tolerar toda aquella atmosfera llena de colores rojos y azules, al menos hasta que Monique decidiera aceptar los sentimientos del castaño.

 

Título: Corona de Flores.
Colectivo: Pokémon Rainbow Doras.
Personaje(s): Saori Atsuki.
Palabra: Tulipanes.
Sinopsis: Era su cumpleaños, pero a causa del viaje lo había olvidado.
Palabras: 106+ Titulo.

Corona de Flores.​

Ese era su cumpleaños, pero ella lo había olvidado. No pudo evitarlo, estaba emocionada por su viaje.

Finalmente se detuvo frente a un gran campo de tulipanes, decidió que sus pokémon también deberían apreciar el paisaje. Y entre su charla con ellos y el vaivén de las flores terminó quedándose dormida. A prisa las criaturas recorrieron el campo, cortando una que otra flor que encontraron. Al final las entrelazaron en una pequeña corona y cuando su entrenadora volvió a abrir los ojos, Absol se la colocó en la cabeza.

Entonces lo recordó, ¿cómo es que lo había olvidado?

Quizá ella sí pero sus queridos amigos no.

 

Oh, inspiración... ven a mí.

Título: Vestido nuevo.
Colectivo: Butterflies & Hurricanes.
Personajes: Carmilla Isabella.
Palabra: Tulipanes.
Sinopsis: Carmilla, cuando está fascinada por las telas, siempre olvida que debe hacer los patrones.
Palabras: 211 (contando título).
Nota: Colectivo descontinuado… pero igual me encanta el personaje de Carmilla, es casi como yo.

Cuando vio esa tela, se sintió simplemente fascinada: un color azul tornasolado, adornado por lindos y pequeños tulipanes violeta en los bordes. Con unos cuantos arreglos, conseguiría un lindo vestido para la primavera, como esos que había visto en las revistas de Lolitas.


Al comprar la tela, compró la que creyó justo y necesaria. No quería que nada sobrara, sólo porque no sabría en qué ocuparla… y es que Carmilla, en ese sentido, es muy ahorrativa.


Encendió la máquina apenas llegó y comenzó a hacer una pequeña manga, muy corta, para luego pensar que ni siquiera había decidido un diseño para el vestido y no había hecho ningún patrón. Tonta, tonta de ella, que llega a cometer errores por apurada.


Agarró una revista lo más rápidamente posible, buscando un patrón e intentó imitarlo a la perfección (exceptuando las mangas, ya que ya había hecho una y le gustó como quedó). Por suerte, los resultados fueron los esperados y, dos noches después, tenía su vestido nuevo (y un bolso forrado con la misma tela que sobró), con unos hermosos tulipanes y se preguntó “¿Acaso mi madre pensará que me veo como alguien normal? De seguro no” pero con tal de que nadie la mirase raro en el trabajo, todo bien.

 

Título: Iniciación.
Colectivo: Komische Maffia.
Personajes: Fei Chien Li.
Palabra: Comenzar.
Sinopsis: Sólo faltaba un detalle para ser el verdadero sucesor.
Palabras: 200 (contando título y la aclaración).
Nota: Muuuuuy pre-colectivo.

A los catorce años, uno no entiende muchas cosas, pero Chien era el caso contrario. Sabía que lo que ocurriría era una oportunidad en mil y no podía desaprovecharla, sería ridículo. Es más, esto casi se podría definir como “hacer o morir”: o entras a La Triada o te mueres de hambre en la calle, o con una paliza de parte de esos mafiosos.


Ropas ceremoniales. Obligación de estar desnudo, sólo con una bata de seda roja. Depilación total.


Cuando sintió la aguja en su espalda supo que no había vuelta atrás. Su piel le dolía, pero se mordió los labios para no gritar. Tenía que ser valiente para su familia, para Long y para sí mismo.


—Ya puedes mirar, Chien.


Un enorme dragón en la espalda con los ojos como llamaradas. Odio en su mirada y sangre en sus garras.


Long miró satisfecho y le dio una pequeña palmada en los hombros, orgulloso.


—Ahora todos te respetarán, incluyéndome. Serás un gran sucesor, Chien… ¿O ahora debería llamarte Xiao* Long?

—Llámame como quieras, Long —mencionó el joven—, pero te prometo que no te defraudaré.


¿Cómo iban a saber que, años más tarde, ambos romperían su promesa…?



*Xiao: Pequeño.

 

Título: Ilusión nocturna.
Colectivo: Psychiatric.
Personajes: Morena del Percio.
Palabra: Papel.
Sinopsis: ¿Cómo explicar algo que nadie más ve? /mal summary, lulz.
Palabras: 180 (contando título)
Nota: Pre-colectivo.

Lo prefería así. No le gustaba estar sola, pero no podía evitar decir que odiaba a la gente. Daba rápidamente vueltas a las páginas mientras arrugaba el pequeño papel de un dulce que recién se había echado a la boca, sólo para desdoblarlo y volverlo a doblar, haciendo mucho ruido.

En ese pequeño café en el cuál se encontraba, podía relajarse. A las ocho de la noche tú puedes encontrar a la bohemia conversando. Bah, un montón de creídos, solía decir Morena y por eso se ponía a leer un libro de Anaïs Nin en francés, sin molestar a nadie. Era mejor, no tenía que aguantar las notas del traductor.

Arrugar, desdoblar. Arrugar, desdoblar.

El papel salió volando de su mano… literalmente. Era como si una mano invisible se la hubiera arrebatado. ¿Qué es eso? ¿Es una… mariposa?

La mariposa de papel flotó por todos lados y luego ardió a la luz de la luna. Todos hablaban y Morena abrió los ojos mientras todo esto ocurría. Miró a su alrededor. ¿Nadie se había dado cuenta?

Era el comienzo.

 

Título: Feliz cumpleaños.
Colectivo: Psychiatric.
Personajes: Heine Vadrick, Vivianne Weigel.
Palabra: Celebración.
Sinopsis: Feliz cumpleaños. Te ama, Vivianne.
Palabras: 218 (contando título)
Nota: Mi momento fangirl dedicado a Elizabeth y Selenezca. Sé que quizás jamás se cumpla, pero me puedo dar un gusto alguna vez, ¿no? xD

—¡Feliz cumpleaños, amor! —dijo, con una sonrisa en los labios, mientras ponía en las manos de él un paquete gris—. Ah, y esto también —mencionó, colocando una enorme caja de bombones rellenos de cereza en sus manos.

Heine sólo sonrió mientras susurraba un “Gracias, Viv”. Eran las doce de la noche con un minuto y ellos estaban juntos, quizás como nunca habían soñado.

El albino, después de ofrecer esa cálida sonrisa a Vivianne, abrió casi como un niño en la mañana de Navidad el regalo de su novia y su sonrisa fue aún más amplia cuando vio que era un CD de música clásica.

—¿Te he dicho antes que te quiero porque siempre sabes dar con el regalo exacto? —mencionó Heine, abrazando a Vivianne y apoyando una mejilla en su hombro.

Ella dijo que no, mientras acariciaba su pelo blanco y desordenado. Y por un momento, se sintió triste. Heine sólo podía decir “Te quiero” y nunca “Te amo”. Usualmente ella era quién lo decía.

Pero, no importaba. Estaba segura de que cuando Heine pudiera decir esas mágicas palabras sería con un imponente anillo y ella (aun cuando no era normal dada su calma característica) le gritaría al mundo que dejaran de llamarla Vivianne Weigel. Ahora sería Vivianne Vadrick, esposa del extraño psicólogo Heine Vadrick.

 

Título: Hermanita.
Colectivo: Komische Maffia.
Personajes: Fei Chien Li, Allegra Sorciére.
Palabra: Jirafa.
Sinopsis: Yo no te odio, pero tampoco soy de decirle a la gente que la quiero.
Palabras: 480 (contando título).
Nota: Awww~

—Yo sé que tú me odias —refunfuñó una Allegra no muy alegre—. Es OBVIO por la forma en como me miras, Chien. Pones cara de odio, todos te caemos mal.

Chien levantó una ceja mientras Allegra decía todo esto, al mismo tiempo que intentaba no poner esa cara de odio que ella afirmaba que ponía. Bebió un poco de agua y se aclaró un poco la garganta. Estaba a punto de decir algo hasta que Allegra se levantó de un salto de la mesa y subió corriendo a la pieza.

El chino se quedó como puesto en pausa por un instante, pensando que otra vez había puesto esa cara y ella se había ido ofendida, hasta que Allegra volvió rauda con una pequeña jirafa de peluche en la mano. La pobre era muy extraña. No tenía los colores comunes de una jirafa (amarillo y café), sino que era naranja con amarillo.

Chien tuvo una pequeña tentación de risa cuando la vio llegar con ella y le dijo algo como “parece que tu jirafa está enferma… mírala, una jirafa no es así. Lo único que tiene de jirafa es el porte y el cuello.”

Allegra, cada vez más molesta, se acercó a Chien y puso la jirafa encima de su cabeza. Carraspeó un poco y dijo con voz chistosa y extremadamente simulada “Arghhh, la jirafita Serafina se molesta si Chien es malo con Allegra, arghhh”, a lo que el chino no pudo contener una enorme risa, al punto que se le llegó a caer una lágrima.

Ella se extrañó de verlo reír así, pero también rió con él. Pensó que la risa de Chien era más grave, pero esa era más aguda de lo que esperaba, lo cual la hizo reír de sobremanera.

Cuando él pudo parar, tomó con la mano derecha a la jirafa y la mano de Allegra, para luego darse la vuelta y mirarla a los ojos.

—¿Tienes diecinueve, cierto?

Allegra asintió con la cabeza mientras mostraba una enorme sonrisa.

—Bueno —siguió Chien—, yo tengo veinte y no aparento mi edad. Soy un viejo en un cuerpo de joven. Y tú tampoco aparentas tu edad, de hecho. Eres una niñita en el cuerpo de una joven.

Allegra se sintió un poco avergonzada después de esto. ¿Chien la estaba reprimiendo y diciéndole poco menos que era una infantil? Pero lo que vino después fue lo que realmente la dejó perpleja…

—¿Sabes algo? Te pareces a mi hermana menor —mencionó el chino mientras le acarició el reverso de la mano—. Obviamente mi hermana es china y tú italiana, pero no hay gran diferencia. De ahora en adelante, serás mi hermanita.

Allegra no supo qué decir, pero sí supo que era la manera de Chien de decirle que no la odiaba.

—Gracias —dijo ella mientras abrazaba el cuello de Chien y cerraba los ojos agradeciendo sentirse querida.

Contenido oculto

-Año*
-Miedo*
-Atracción*
-Comenzar*
-Nuevo*
-Animal*
-Soberbia
-Cena
-Celebración
-Jirafa
-Intimidad
-Fugaz
-Papel
-Tulipanes
-Soledad

 

Título: Frío incómodo.
Colectivo: Komische Maffia.
Personajes: Adelheid Ruminski.
Palabra: Miedo.
Sinopsis: La pared se burla de ella, porque es tonta y no revela información... No se ha dado cuenta de que no vendrán a buscarla.
Palabras: 333 (contando título).
Nota: Pre-colectivo. Selenezca, no te enojes… no es en un futuro lejano invadido por ratas o palomas espaciales.

Estaba atada y casi desnuda, sentada sobre un bloque de hielo. Una venda en su boca y los ojos hinchados y morados, por golpes. Quería gritar pidiendo ayuda, pero no podía. De seguro, de todas formas, no había nadie cerca que la ayudase.

Intentó acomodarse en su horrible asiento, pero el bloque estaba tan helado que se había quedado pegada al hielo y, al moverse, llegó a sacarse una capa de piel.

Cuando miró al frente, se dio cuenta de que la pared tenía un agujero rectangular y había unos ojos mirándola. Sentía una risa y una que otra palabra en ruso: Eliminémosla. No, hay que dejarla viva y hacerla sufrir. Risas.

Entraron dos hombres altos y la levantaron de golpe, haciendo que su carne se desgarrara. Ella gritó de dolor, pero la cinta en la boca ahogó el quejido. Le vendaron los ojos y la llevaron a otra sala, oscura, con sólo un bombillo como luz, donde había un cajón con agua helada y hielo. Le metieron la cabeza por largo rato. Irina sentía que se ahogaba.

—¡Danos la información, Irina!
—Olvídalo, puto —gruñó ella mientras le escupía a la cara, para luego volver a ser sumergida en el agua congelada.

Día y noche, noche y día. Ojos que la observan desde la pared. Risas. La conversación sobre que hay que hacerla sufrir. El agua helada. Miedo y frío.
Ella no traicionaría a la Solntsevskaya Bratva, pero ellos la traicionaron dejándola ahí.

La pared la mira en forma diabólica y se ríe de ella, por lo tonta que es. Si diera la información, la dejarían en paz.

Irina cierra los ojos y se imagina en un lugar caluroso, hasta que vuelve a sentir la pared burlándose y cómo la gente la levanta de golpe, provocándole llagas en las piernas. Y vuelve a sentir cómo la sumergen en el agua y le piden información. Y ella vuelve a insultar en ruso y a pensar que está lejos… muy lejos de ahí.

 

Título: Responsabilidad.
Colectivo: Psychiatric.
Personajes: Emily Neumann, Heine Vadrick, Vivianne Weigel.
Palabra: Animal.
Sinopsis: Quizás un gato sea buena idea. Les alegrará la vida a todos y ayudará con el tratamiento de Emily.
Palabras: 346 (contando título).
Nota: >:3

Cuando vio al gatito, lo primero que hizo fue abrazarlo con delicadeza mientras daba gracias a todos los cielos que ahora ella y Akito tendrían un compañero de juegos.

Era un gatito blanco con patas negras. Apenas se dio cuenta de ese detalle, se rió en forma tierna diciendo que eran botas para no ensuciarse y que, por ende, el gatito era muy elegante.

Lo tomó en brazos y corrió por todos los pasillos mientras daba vueltas y vueltas pensando qué nombre le pondría hasta que, sin querer, chocó con alguien y ella (con gato incluido) fue a dar al suelo.

—Emily, deberías tener más cuidado por dónde caminas —mencionó Heine, observando al gato—. ¿Y él quién es? ¿Cómo se llama?

Emily, incómoda, empezó a intentar excusarse, pero sólo logró decir monosílabos hasta que dijo en forma bajita “¿Puedo quedármelo?”.

Heine rió con fuerzas mientras sacaba un dulce de su chaqueta y se lo ofrecía diciendo “Por supuesto que sí, será entretenido tener compañía”.

—Pero cuida al gato, Emily —interrumpió Vivianne, que estaba al tanto de la conversación—. Que no haga destrozos y no moleste a los otros pacientes. Recuerda que aquí todos tienen que vivir juntos y si a alguien no le gusta el gato, tendrás que cuidarlo para que no lo moleste, ¿de acuerdo?

Su rostro se iluminó mientras asintió y rápidamente se fue gritando “¡Akito, Akito! ¡Mira, Akito, tenemos un gato!”

Mientras tanto, Vivianne dirigió una mirada de reprimenda a Heine.

—Tú no cambias, Heine —mencionó furibunda—. ¿No puedes decir “no”?


—No, Viv. Además, ¿por qué te preocupas tanto? Quizás hasta sirva como tratamiento —dijo él mientras se echaba un dulce a la boca y le ofrecía uno.


—No, gracias —comentó Vivianne, haciendo un ademán con la mano para que dejara de ofrecerlo—. ¿Sabes? Se me hace que serás un muy mal padre, eres muy permisivo.


—Lo sé, pero para eso estarás tú, Vivianne. Para imponer orden.

Y mientras Heine se iba cerrándole un ojo en forma picarona, Vivianne se sonrojó y susurró “eres un descarado, Heine Vadrick”.