Palabras de Diciembre

Título: Sangre
Colectivo: Niños Mal
Palabra: Lucidez.
Summary: Siempre pensó que el tener la piel tan blanca, el cabello tan negro, los ojos tan azules y los labios tan rojos no era normal.
Palabras: 262

Sangre​

Catherine se acerca a la puerta de cristal dónde se refleja su propia imagen. Mira durante un segundo la mancha de sangre en su labio, que se ha roto.
Sonríe. De forma lenta y macabra, sus labios se curvan hacia arriba, intento extraño de una sonrisa.
Heather retrocede un paso, quizás dos cuando ella se vuelve. ¿Qué le pasa a esa loca?

La morena toca con su dedo índice la sangre y se la lleva a la boca , saboreando el metálico sabor. Parece agradarse, por que se relame los labios y luego “sonríe” de nuevo, mirando a la rubia.

—Es sangre —le explica a Lorenzetti con una pasión increíble en sus palabras. Su voz suena extrañamente grave, sensual.
La rubia se asusta.
¿Sangre? ¿Qué tiene que ver la sangre?

De repente, recuerda.
Allison acaba de confesar su pasión por aquel líquido rojo, espeso, de sabor salado.
Catherine sonríe un poco, comprensiva. Ella la comprende. ¿Qué comprende?
En ese momento Heather no sabía. Ahora sí.

—Vas a tener que pagar —comenta. La rubia lo sabe. ¿Cuánto? ¿Cómo? Se pregunta, al recordar los extraños gustos de su compañera de cuarto.

La morena parece perder la lucidez cuando se abalanza sobre ella y muerde su blanco cuello, no tan blanco como el propio.
Ella grita. Eso ha dolido. ¿Qué hace?
Está lamiendo la sangre que mana.

Siempre pensó que el estar tan blanca, el tener el cabello tan negro, los ojos tan azules y los labios tan rojos no era normal.
Su compañera de cuarto es una vampiresa.

Pero eso no es posible… ¿Verdad?

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Lista del mes de Diciembre:
-Nieve*
-Esfera
-Escarcha
-Luces
-Estrella(s)
-Tormenta*
-Techo*
-Termostato*
-Cachorro
-Lucidez
-Gula
-Dorado
-Invasión
-Fin
-Navidad

Palabras: 7

 

Título: Por favor, para.
Colectivo: Lernen Miteinander zu Leben

Palabra: Invasión​

Summary: Uno, dos, tres, respiras hondo y muy despacito, lo haces. Ella llora. ¿Tanto duele?​

Palabras: 312​

Por favor, para.​

—Venga, quédate tranquila.
Pero ella no puede.
Se mueve, está nerviosa.​

Tú lo intentas de nuevo. Tarareas una canción en voz baja, para tranquilizarla. Tiene que relajarse o le dolerá más.
—¿Es... Tu primera vez?
Ella asiente, temblorosa.
Oh, eso dificulta las cosas.
—Por favor. Para, deja que me vaya —Ella ruega, mejillas sonrojadas, lágrimas en los ojos.​

Oh, pareces un niño. ¿Por qué te sonrojas tú también?
Pero sin embargo, con la convicción de un adulto niegas con la cabeza.
—Alice, me lo has pedido tú. Yo te avisé de que no habría vuelta atrás. —Sigues canturreando la canción. Que raro. No sabes ni su nombre, pero sin embargo, te suena.​

—Erick —gime ella, temblorosa. Oh dios, en algún momento vas a acabar y eso sin haber empezado. —Por favor.​

De nuevo. Sonríes.
—Voy a comenzar. Cuando veas que ya no aguantas más, avísame. Pararé en seguida.
Tu voz es dulce y parece tranquilizarla.​

—Cuenta hasta tres, respira hondo y relájate.​

En tu interior, tú también sigues ese consejo:
Uno, dos, tres. Respiras hondo y muy despacito, lo haces.​

Ella tiembla, sus ojos violáceos comienzan a derramar lágrimas de angustia. ¿Tanto duele? Te empiezas a preocupar. ¡Claro que duele!
Es una invasión a su territorio. Un territorio virgen. Que nadie había sentido antes.​

Y se siente… bien ser la primera persona que lo puede hacer. Aguantas unos instantes, ella empieza a confiar en ti.
Las lágrimas poco a poco, dejan de brotar.
Pero los temblores no remiten.​

Pasa un minuto, dos, tres, tú esperas la señal. Cuando ella se tranquilice y puedas seguir.
—Por favor, Erick. Para.
Y sonríes, le das un beso en el cabello y te apartas.​

Luego, te burlas un poco, para tranquilizarla.
—Venga, ¿Todo esto por un abrazo?
Y por fin, consigues que ella ría, tranquila, tímida y dulce. Como tú la quieres. Como tú la conociste.​

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Palabras: 8

 

Colectivo: Psyquiatric
Palabra: lucidez
Personaje: Heine Vadrick
Nota: estaría situado en el futuro ficticio todavía no escrito (?)

**

Heine camina tranquilamente por los pasillos, ve pasar paciente tras paciente, de vez en cuando alguna enfermera que le regaña. Para el psiquiatra todo es siempre igual: sonreír, comer algún dulce, evadir problemas, molestar…

A Heine le gusta su rutina pero, sobre todo, le gusta mover los hilos, anticiparse a los acontecimientos y conocer lo desconocido. Por eso hoy no ésta feliz.

Cuando aparta la vista de las hojas, ve con completa lucidez las mariposas que atormentan a su paciente. Él no espera verlas, tampoco sabe de donde proviene el olor a quemado.

**

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Palabras: 6

 

Título: Solo era una pesadilla
Colectivo: Lernen Miteinander zu Leben

Palabra: Tormenta​

Summary: Por suerte solo había sido una pesadilla. Otra de tantas que le recordaban la promesa de que él volvería.​

Palabras: 607​

Notas: Angst. Parte del pasado de Alice no contado en la ficha.​

Solo era una pesadilla​

—Marie, cariño. Por fin nos vemos. Después de tanto tiempo.
Ella se giró, su rostro normalmente pintado con un sonrojo estaba pálido.

“No puede ser, por favor…”

Más que nunca deseaba que esta vez fuera un sueño.

Quería gritar, pero no encontraba su voz. Quería correr pero no encontraba sus piernas.

Que gracia.
Desde pequeña ejercitando su movilidad con el baile, para tener aguante, para ser rápida. Y cuando necesitaba correr… Se quedaba quieta.
Presa del pánico.

—Te he echado tanto de menos Alice, sin sentir tus manos, tus labios, tu cuerpo. Has crecido. Estás preciosa.

El hombre se acercó.
Más alto, más fuerte, más rápido que ella. De tez tostada y cabello oscuro, castaño. Con brillantes ojos verdes.

“Símbolo de la maldad en su interior”

Una mano grande, fue a parar a su rostro, acariciándole.
No osó moverse asustada por el contacto. Contuvo el impulso de sorprenderse y se quedó quieta.
Como había aprendido cuando era pequeña.

Aquel hombre sonrió.
—Eres muy obediente pequeña. Me gusta. Parece que el tiempo que estuvimos juntos sirvió de algo.

Miró directamente a los ojos de su tío. Intentando perderse en ellos como cuando tenía siete años. Para olvidar el roce de sus manos.

—Esta vez, haré lo que no pude hacer hace diez años.

Buceó entre aquel verde intenso, y se perdió en él. Con suerte, no notaría nada.
Esta vez no lloraría, no suplicaría, no se quejaría, no sentiría.
Sería como un robot. Alguien que no siente, alguien que hace lo que le piden.

—Repíteme lo que has aprendido Marie, tesoro.

Marie, de nuevo. Odiaba su segundo nombre. Lo odiaba por que era el único que él usaba.
Él era el único que lo usaba.
Lo odiaba a él.

—El amor no existe. Una persona no se puede enamorar, solo puede sentir atracción sexual. Lo más importante para las personas es el sexo, luego, el dinero y la salud. El amor no es importante. Solo lo sienten los tontos que no saben diferenciar.

Su voz, fría como nunca, sin entonación ninguna. Madura, monótona, como quien explica un problema de matemáticas siendo la asignatura que más odia.

Otra voz, que no era la suya se abrió paso.
Dijo su nombre “Alice"
Si era él… las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos y por fin encontró su voz.
Gritó con todas su fuerzas algo que no supo bien que era.

Abrió los ojos asustada, bañada en sudor frío causa del pánico y boqueando para conseguir un poco más de aire.
Por suerte solo había sido otra pesadilla.

Otra, otra de tantas en las que le recordaba a él y a su promesa de regresar algún día.

—¿Alice? —Miranda la miró medio dormida. Asustada. —¿Estás bien?
—S-Sí… —susurró— No pasa nada. Solo era una pesadilla.

La no-rubia asintió y se durmió, de nuevo.
La castaña no pudo evitar echarse a llorar.

Pensaba que la oscuridad había acabado. Que se había conseguido librar de las pesadillas gracias al ballet. A la música.

Sonó un trueno y ella se levantó. Se duchó y con cuidado y sigilo comenzó a secarse el pelo.

Fuera, la tormenta aún seguía y a cada trueno ella recordaba las escalofriantes palabras que él le dijo en una noche como esa.

“Volveré, Marie, no te preocupes. Volveré. No dejaré que nada ni nadie nos separe. Es una promesa tesoro. Estaremos juntos…”

Recordó como la golpeaba si no hacía lo que él quería y si lo hacía mal o no le gustaba. Como había influido eso en su carácter.

Sabía que a la mañana siguiente su miedo se haría más cauta con ellos. Y más incauta con su secreto.

Cositas:
*Sí, Alice tiene una orden de alejamiento contra su tio.
*Sí, esa voz que ella escucha es la de Alex~

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Palabras: 9

 

Título: Espera.
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn! Diebstah Ringe.
Personajes: Hazel Ellis Vasiliey, Shizuo Ezakiya.
Palabra: Navidad.
Sinopsis: La hora de la cena se acerca y sólo ellos dos aguardan en la mesa. Diez años han pasado y algunas cosas no han cambiado.
Palabras: 295 + Titulo.

Espera.​

El tic tac del reloj resuena, desesperando a ambos. Son casi 11:30, los platillos se enfrían poco a poco y sólo ellos dos han probado apenas la sopa. Rodarían cabezas si el resto de los guardianes no aparecía en 10 minutos. A pesar de que diez años han pasado algunas cosas no han cambiado, esa parte de Ellis al menos no ha madurado.

Shizuo bosteza, ella sonríe.

—¿Aburrido, “cariño”? —rié con sutileza.

—¿Se nota mucho, “amor”? —él contraataca.

Allí están de nuevo, con su “jueguito”; al principio Ezakiya se molestó, después empezó a seguirle el paso. Aunque Cawley se opuso a la idea, él no tenía ni voz ni voto. Después de un tiempo, durante una plática, Indauri sacó a relucir el tema: “Creo que ambos se ven bien juntos” y Alex terminó agregando, inconscientemente, un “se aman mucho” a manera de broma. Eso hizo a todos pensar, y pensar.

¿Qué más si no?, siempre se la pasaban dándose indirectas a broma, pero se notaba que, de alguna manera retorcida, ambos gustaban de pasar el tiempo juntos. O por algo la Jefa se aburría sin la Nube alrededor.

El juego pronto terminó.

Con la rusa sujetando la corbata del japonés, él acercándose a ella. Más, más, un poco más. Y justo cuando ambos labios estaban por unirse la puerta se abrió de golpe. Ambos cayeron al suelo.

El resto de los guardianes entraba, pidiendo disculpas a Vasiliey por el retraso. Asombrándose cuando ella se levantó hasta su asiento, secundada por Ezakiya. Todos se miraron mutuamente. Vanessa sabía que debían llegar más tarde.

—Un día de estos deberías casarlos —afirmó la italiana a Relaie.

Cada quién se colocó en un lugar, las cabezas rodarían mañana a pesar de ser navidad.

Pero no sería por la hora.

 

Título: Cielo.
Colectivo: Much to Say and Little to Silence.
Personajes: Joshua O’Nell, Morgen Landers.
Palabra: Luces.
Sinopsis: Es tarde, hace frío, pero aún así Joshua sale al patio para apreciar el cielo.
Palabras: 161 + Titulo.

Cielo.​

Esa noche hacía frío, el aliento se volvía un camino blanco ante tus ojos. Era tarde, por lo que salió en silencio de su cuarto, como un pequeño ratón se deslizó entre los pasillos hasta llegar a uno de los jardines.

Se sentó en una de las bancas. Las luces en el cielo eran perfectas, tan claras y brillantes que apenas y se dio tiempo de parpadear. El frío aumentaba, pero no se percataba de ello, estaba tan anonadado con esas bellas estrellas.

Entonces saltó. Unos brazos a su alrededor lo acobijaron con una manta, sus ojos giraron, observando a Morgen quién hizo un intento de sonrisa.

—Te enfermeras, no queremos que eso pase —le dijo sutil, alejándose, sabía que Joshua aún no se acostumbraba al contacto humano.

O’Nell sonrió, asintiendo. Morgen era como su hermano mayor, siempre al pendiente.

Landers, por su lado, solía pensar que cuidar de un hermano “menor” de tu misma edad era bastante bizarro; pero entretenido.

 

Título: Recuento.
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn! Diebstah Ringe.
Personajes: Todos.
Palabra: Fin.
Sinopsis: Poco más de diez años han pasado, algunos han cambiado mucho, otros poco. Y esa era una de las fechas en las que faltar podría costarte el peor de los castigos.
Palabras: 232 + Titulo.

Recuento.​

Ellos no se conocieron de una forma común. Sus vidas fueron enlazadas gracias a algo que jamás imaginaron: la mafia. Aún así, de alguna manera se acoplaron a la perfección, como piezas de un rompecabezas. Cawley, inconscientemente, había hecho la mejor elección. La “Época Dorada” que creo Sawada Tsunayoshi no volvería. Pero sí esta nueva “era” que Ellis creó, de una manera u otra, logró alcanzar un nivel equivalente.

Diez años han pasado, el fin de la lucha contra los Corallo llegó tras que la Treceava tomara el puesto. A pesar de que otras batallas surgieron nada doblegó a esta generación.

Cada quién hizo su vida, algunos terminaron con la persona menos esperada. Otros aún buscaban algo bueno que hacer. Pero al fin y al cabo ninguno optó por alejarse de la mafia. En primer lugar gracias al Cielo, en segundo porqué era el lazo que los unió.

Todos llegaron a la hora acordada, de no haberlo hecho Vasiliey habría petrificado, literalmente, al que osara desafiar su orden. Se la pasaron hablando de lo que había pasado en eso días, incluso semanas, en las que no se encontraron por los pasillos de la base. Y sin darse cuenta cada historia se volvió un recuento de lo ocurrido en esos diez años. Los cambios, la madurez, cada pequeña cosa que cambio.

Las campanas sonaban, ya eran media noche, un año más había pasado.

 

Título: Apuestas.
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn! Diebstah Ringe.
Personajes: Todos.
Palabra: Lucidez.
Sinopsis: Cuando el orgullo es puesto a prueba, la adrenalina del momento puede hacerte perder la cabeza.
Nota: TYL~
Palabras: 599 + Titulo.

Apuestas.​

Rusia. La fría y blanca tierra natal de Ellis los acobijaba en ese momento, la residencia de los Vasiliey. Estaban en una misión, o algo por el estilo, una familia del a mafia rusa les había contactado; eran aliados de Vongola, según les comentó Relaie, y todo indicaba que se encontraban en apuros.

Aún así esperaban ser contactados. Sin duda tenían dificultades para enviar la información referente al caso. Pero en tanto, en el hogar de Hazel se respiraba una atmosfera tensa; todo gracias al padre de la joven, quién al escucharla hablar con Ezakiya durante uno de sus juegos terminó deduciendo que el nipón era su futuro yerno.

Nada más aquella pequeña chispa desató las llamas de lo que los miembros de Vongola se imaginaban desde hace años. Los comentarios como “sabía que debían casarse”, “vamos, es obvio que se aman”, “puedo ayudarte a planear la boda”, incluso salió un “apuesto a que no podrías casarte con esa persona”.

Eso último fue la gota que derramó el vaso.

—Quiero hablar contigo —ordenó Hazel, arrastrando a un malhumorado Shizuo hasta su cuarto.

El padre de Ellis entonces pensó en las consecuencias de su deducción, pero Itami terminó por calmarlo. Al salir del cuarto lo primero que hicieron la nube y el cielo fue tomar a Relaie por los brazos y arrastrarlo hasta la sala de estar.

****

¿Qué fue lo que discutieron?

Shizuo escuchó atentamente a su jefa. Ambos admitían que el juego de “amarse” no era simplemente por diversión; estaban conscientes de que ya eran adultos responsables y lo mejor era tomar cartas en el asunto. Por algo el resto del grupo no paraba de insinuarse en cada oportunidad.

—Admito que es verdad, eres una persona bastante interesante —sonrió el pelirrojo con algo de dulzura.

Cosa que habría hecho a cualquiera asomarse por la ventana para asegurarse de que la bóveda celeste no estuviera haciéndose añicos, Vasiliey sonrió orgullosa. Era de las pocas persona, por no decir la única, que había visto el lado “cursi” del chico.

—Y tu eres mi sirviente favorito —ella carcajeó al ver la cara de Ezakiya con una expresión de obviedad.

Aunque para cualquiera esas palabras no tuvieran un significado más profundo, para ellos dos tenían un significado obvio.

—¿Qué planeas?

—Actualmente la internet es una potente herramienta~.

El plan era sencillo, hacerle a Gray tragarse sus palabras y, de paso, darle un infarto a la treceava generación Vongola.

***

Ellis sacó un par de papeles y se los entregó al japonés de ojos rubí. Quién por más que los leía continuaba sin comprender.

—Terminemos esto de una vez —Shizuó arrebató los documentos, antes de arrepentirse, firmando de inmediato a pesar de la palidez del otro mafioso.

¿Es que no iban a pensárselo un poco? Ambos habían perdido la lucidez, según Relaie, eso no podía ser más que una broma de mal gusto.

—Quién me rete se atenderá a las consecuencias —bufó la Treceava, Alex sintió un escalofrió mientras bajaba las escaleras, en el último lugar como de costumbre.

Nada más llegar, Indauri preguntó lo que ocurría. Su respuesta fue ser tomada de la mano por la de cabellera azulada y hacerla firmar tras Relaie. Nada mas mirar sus ojos se desorbitaron: un documento para una boda legal.

Y así fue como el Cielo y la Nube se unieron sin titubear. Durante días las quejas al respecto no pararon, pero ambos sabían que la boda no fue simplemente por el calor del momento, no.

Era de un sentimiento que llevaban arrastrando desde hace años y ahora todo estaba tan claro como el cristal.

 

Título: Paternidad.
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn! Diebstahl Ringe.
Personajes: Reid Heathcliff, Shizuo Ezakiya.
Palabra: Cachorro.
Sinopsis: Nadie lo imaginó, un niño era capaz de remover incluso la nube más tormentosa.
Nota: TYL.

Palabras: 248 + Titulo.

Paternidad.​

Era uno de esos días de invierno, donde lo mejor era estar cerca de una chimenea con un cálido y reconfortante fuego abrigándote. Pero Reid no esperaba que la paz del momento le fuera interrumpida por la Nube. Y es que el Sol fue a la única habitación donde ese día no existía un alboroto.

El sol sólo miraba a Ezakiya pasear de un lado a otro de la chimenea, moviendo los brazos mientras cargaba un pequeño bulto. Rodó los ojos, era obvio. Con tanto ruido por la fiesta que Hazel se vió obligada a realizar, el bebé estaría llorando en cada momento; ella como la jefa no podía “desaparecer” nada más porque sí.

¿Y que trajo a Heathcliff a ese lugar? Claro que había muchas bellezas en la fiesta, hermosas mujeres con las cuales entablar amenas conversaciones. Pero la tensión lo había “espantado”; algunos aún no aceptaban a Vasiliey cómo la Treceava Vongola o simplemente le tenían envidia.

El bebé comenzó a llorar, Shizuo entonces movió los brazos con mayor energía mientras intentaba calmarlo con un ligero “shh” o hablándole con ternura.

De haberle dicho que presenciara a la “nube de tormenta” convertida en una “nube de algodón” cuando lo conoció se habría puesto reir hasta morir. La paternidad sin duda lo había cambiado.

Pero bueno, incluso él podía endulzarse por el pequeño “cachorro”; apodo que le dio cuando se enteró de que nacería. Simplemente porque a veces sus padres le parecían un par de “leones” salvajes.

 

Título: Antojos.
Colectivo: Vettel Karma.
Personajes: Shamuel y Leelu Dunkelmeer.
Palabra: Gula.
Sinopsis: Shamuel ya no sabe que pensar, Leelu en esa “etapa” comenzaba a desesperarlo.
Palabras: 200 + Titulo.

Antojos.​

Eran las tres de la mañana, Leelu despierta a Shamuel, él se levantó perezoso. Ya sabía lo que su, ahora, esposa quería; sólo asiente mientras ella dicta lo que su paladar desea. Él suspiró, asomándose antes de marcharse a la cuna que tenían en una de las esquinas del cuarto. Lennar duerme tranquilamente, Shammy lo cubre bien antes de ponerse una chaqueta y un par de zapatos.

Jamás pensó que tendría que vivir de nuevo aquello, los Antojos de la joven bruja no eran comunes y, lo peor, es que ocurrían cuando menos se lo esperaban. Con Lanceloth no había ocurrido con tanta frecuencia; algo en eso le decía que sería una niña.

Tras comprar lo necesario en la tienda de 24 horas que se encuentra a tres cuadras, vuelve a la casa. Sus pies lo llevan directo a la cocina, prepara lo que Leelu desea. Resiste el asco de imaginar el sabor de aquellos bocadillos. Y finalmente cuando sube para entregar el plato Lennar llora. Él debe hacerse cargo mientras su esposa devora la comida.

Cada día se hace más a la idea, Leelu embarazada es una bizarra visión de la gula.

Gracias a Dios, sólo eran nueve semanas.

 

Título: Horizontes.
Colectivo: Magic Wolken.
Personajes: Axel y Abel Lancastah, Lanceloth L. Dunkelmeer.
Palabra: Techo.
Sinopsis: Explorar los lugares prohibidos, cruzar horizontes que ningún otro estudiante se atrevió a pasar. Todo era parte del camino para “conquistar” el mundo.
Palabras: 311 + Titulo.

Horizontes.​

La azotea de la academia estaba prohibida para los estudiantes. Nadie sabía la razón, entre los alumnos de grado principiante existía el típico rumor de “quién entra nunca sale”. Por supuesto, eso no detendría a Axel. Al fin y al cabo explorar los lugares prohibidos y cruzar horizontes que ningún otro estudiante se atrevió a pasar. Todo era parte del camino para “conquistar” el mundo. ¿Qué caso tenía el no conocer todo lo que será tuyo?

Axel va al frente, Abel lo sigue de cerca y Lennar va detrás. Cómo cuando eran niños, ninguno desistía del, admitámoslo, descabellado sueño que él tenía. Simplemente llevaba su tiempo. De ese modo llegan a la puerta, los tres logran abrir los candados con suma facilidad. Con precaución se adentran, esta anocheciendo, en el horizonte una línea naranja es lo que queda del día.

Logran observar grandes jaulas, nidos gigantes, grandes comederos y las puertas abiertas. Entonces Abel señala algo que se aproxima a la lejanía, la imponente figura se acerca, poco a poco, entonces logran distinguirlo con claridad: un dragon.

Sus dientes afilados se muestran, las garras se preparan para atacar y el vuelo aumenta su velocidad. Una voz les ordena retroceder, no fue ninguno de los Dunkelmeer, un profesor llegó allí corriendo. Entre el hecho de haber sido descubiertos alguno de los tres lanza un hechizo.

Desaparecen en una nube, dejando en su lugar; por alguna extraña razón, un mar de roedores que no hacen más que alterar al hombre; el dragón para el vuelo. Adentrándose en su jaula nuevamente, observando cómo el profesor intenta deshacerse de la plaga mientras decenas de ratas bajan a todo el edificio.

—Al menos ya sabemos que hay en el techo —sonríe Lennar, observando pasar uno de los roedores y poco después el grito de algunas chicas.

Un misterio menos, un paso más para cumplir el sueño.

 

Título: Plaga.
Colectivo: Magic Wolken.
Personajes: Todos.
Palabra: Invasión.
Sinopsis: Los roedores,
Palabras: 126 + Titulo.

Plaga.​

Ha pasado una semana desde su aventura en el techo.

Lennar encuentra sus zapatos mordisqueados, por su lado Ly observa uno de sus libros hecho trizas. Las ratas comienzan a volverse una invasión y la escuela casi está hecha un caos. Ha sido una semana divertida, las clases han sido reducidas. Y por más hechizos que se han lanzado para exterminar a los roedores, parece que su número no se reduce.

Los profesores discuten, todos llegaron a un acuerdo. Los alumnos deben ayudar al exterminio, antes de que dejen un desastre incorregible. La parte de trabajar por un “pequeño error” en un conjuro no era la idea de pasar el tiempo para algún estudiante.

Pero la invasión era obvia, y serían ellos o las bolitas peludas.

 

Colectivo: Katekyo Hitman Reborn! Diebstahl Ringe.
Palabra: Tormenta
Pareja: Hazel Ellis Vasiliey y Alexander Gray.
Nota: A petición de mi madrA, Hibari. Espero que te guste~



Un día cualquiera, la futura capo observa detenidamente a uno de sus guardianes. El joven en concreto descansa en una esquina, con la cabeza reclinada contra la pared, mientras su querido gato encuentra un lugar agradable a su lado para imitar su acción.

Ellis no entiende como podía ser el guardián de la tormenta. Se ha documentado sobre las anteriores generaciones Vongola y todas ellas contaban con un guardián más bien malhumorado pero cariñoso con su jefe…

Aprovechando que todo estan ocupados en a saber qué, la rusa se acerca al guardián. Aproximando su rostro al de este para intentar descubrir alguna similitud con los anteriores guardianes.

El chico no despierta, ella pica su mejilla y saca del bolsillo del guardián su querido cuaderno… Ni siquiera en este hay alguna similitud, aunque la rusa tiene que aguantarse la risa con algunos comentarios.

La chica casi pega su frente con la del inglés en un intento desesperado por encontrar algún parecido.

Cuando este despierta, al intentar levantarse sus labios rozan los de su jefa. Un ligero sonrojo en las mejillas de él y una sonrisa en los labios de ella.

—Buenos días—susurra Ellis divertida.

¿Qué demonios hace la rusa tan cerca? Cuando el inglés ve su cuaderno en las manos de ella, es la gota que colma el vaso.

No pasa mucho antes de que Hazel corra por toda la base huyendo del inglés. Al parecer su guardián es lo contrario a los anteriores y sólo ella puede sacar la tormenta que había en él.

Contenido oculto

-Nieve*
-Esfera
-Escarcha
-Luces
-Estrella(s)
-Tormenta*
-Techo*
-Termostato*
-Cachorro
-Lucidez
-Gula
-Dorado
-Invasión
-Fin
-Navidad

Palabras: 7

 

Colectivo: Magic Wolken
Palabra: Esfera
Nota: Pre-colectivo, pre- Dunkelmeer tales.

Elizabeth e Isaac discuten en la cocina, no se ponen de acuerdo en los apellidos. Ella se niega rotundamente a que su apellido se simplifique pues dice que es más importante mientras él en realidad lo único que quiere es hacer que los Dunkelmeer pasen a ser Priest. Ella se niega rotundamente y él ve el cuchillo en sus manos, piensa que sería mejor posponer la charla.

En el salón, la pequeña Joan observa hacia lo alto de un mueble, sus pequeños ojitos localizan aquello que tanto busca: una bola de nieve. Se sube en una silla, su gemelo, al verla se acerca para impedir que caiga.

Él frunce el ceño e, intentando que su voz sonara como la de su mamá, le dice que baje. Su gemelita es caprichuda y quiere la bola de nieve, la quiere ahora.

Hace un puchero pero su gemelo dice que no, es demasiado peligroso el subir.

Joan no se da por vencida y mira con enfado la bola, frunce el ceño como su hermano.
—Bola , baja aquí— la pequeña intenta sonar igual de convincente que su hermano o que su madre, pero la esfera no obedece.

La bola de nieve comienza a moverse mientras Joan frunce el ceño y mueve su manita, indicándole a donde debía ir. La bola cae y, antes de que toque el suelo, Caín coloca un cojín.

El niño sabe que iba a caer y que su gemela lloraría, él era el mayor y no podía permitir eso.

Isaac y Elizabeth miran asombrados como sus hijos descubren sus habilidades mágicas sin ayuda.

Mientras Joan agita la esfera haciendo que la nieve se moviera, Caín a su lado, deja de fruncir el ceño y sonríe también.

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-Nieve*
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-Techo*
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-Gula
-Dorado
-Invasión
-Fin
-Navidad

Palabras: 8

 

Título: Calor
Colectivo: Winderstand der Nox
Palabra: Escarcha

Summary: Ella podía ser una de las mejores... pero aquello no era nada bueno para él..​

Palabras: 607​

Notas: Lol. ¿Cuántas palabras se encuentran~?​

Calor​

A pesar del horrible frío, las calles estaban llenas de gente, de luces titilantes de color dorado.
La nieve cubría los bancos, las calles, el suelo.
Pero aquello parecía cálido.
Al fin y al cabo, pensó, acurrucándose más en su bufanda y poniéndose mejor el largo abrigo, era navidad.

Sonrió al ver a una chica que acababa de salir de una cafetería donde el termostato del aire acondicionado seguro marcaba 26º. Ella parecía tener frío y él pensó que quizás debería de ofrecerle una tierna velada en una cama, dónde, estaba claro que se calentarían ambos.

Pero tenía que concentrarse en su acompañante.
Le sobrevino un escalofrío al ver cómo estaba vestida: con tirantes y pantalones cortos. Como si fuera un día cualquiera de verano.
Siendo eso así… ¿Cómo iría en verano?
Oh, de solo imaginárselo ya comenzaba a sentir el calor que parecía tener ella.

—¿Estás enfadada?
Ella solo gruñó por respuesta.
—Pensé que eras más fuerte. Mírate, en un día tan espléndido y vas con bufanda y abrigo.
Él solo sonrió y dejó que se quejara mientras se quitaba la bufanda y el abrigo.

Oh mierdas. Hacía demasiado frío.
—Pero claro tú no eres tan genial como yo y… ¿Qué haces? Si te resfrías luego será mi culpa y me tocará cuidarte.
Y de nuevo el calor.

Sonrió realmente divertido.
—Entonces, si no quieres que tenga frío… caliéntame.
El susurro había sido en su oído, y Lisbeth, que conocía perfectamente a lo que se refería él sonrió arrogante.
—Me das igual. Pero soy buena y no me apetece tener que cargar contigo después —ante eso, el rubio inglés sonríe.
Si tiene que elegir alguna compañera en la cama por supuesto ella será Lisbeth, atrevida, excitante y completamente adictiva.

Electrizante.

—Vamos —reclamó ella. Y él supo, al tomarla de la mano y echar a correr entre los callejones que también sentía el calor.

Que aquella noche, incluso la escarcha podría derretirse. Pero si no lo hacía ¿A él que más le daba?

Bien, definitivamente, Lisbeth sería buena en la cama. O en la ducha, o en la encimera de la cocina, o contra la pared.
Pero aquellas descargas... no eran nada buenas para su cerebro.

Contenido oculto

Lista del mes de Diciembre:
-Nieve*
-Esfera
-Escarcha
-Luces
-Estrella(s)
-Tormenta*
-Techo*
-Termostato*
-Cachorro
-Lucidez
-Gula
-Dorado
-Invasión
-Fin
-Navidad
Palabras: 10

 

Título: Luz del alma.
Colectivo: Leanaí Soul of Light.
Personajes: Seth Draboi.
Palabra: Dorado.
Sinopsis: Él nunca pensó que una persona sin runa pudiese ver esa luz, y al final supo que así era.
Palabras: 248 + Titulo.

Luz del alma.​

Una brisa fresca soplaba tranquilamente sobre Venecia, Seth no duda siquiera en colocarse una chaqueta cálida y una bufanda alrededor del cuello. Hace unos días perdió sus guantes, destacaría más con ellos.

Estaba cansado, llevaba dos días sin dormir lo suficiente para recuperar las clases perdidas. Sus ojos luchaban por no cerrarse, suspiró, mirando en todas direcciones desde aquel puente. Los niños jugaban a lo lejos, sus risas se acercaban más y más mientras él pensaba que la ciudad se encontraba tranquila.

Uno de los infantes tropieza, llora, de las magulladuras la sangre empieza a brotar. Draboi no puede evitar agacharse.

—Tranquilo, estarás bien —dijo, acercando una de las manos a la rodilla, luego a los codos.

Un manto de color dorado envolvió las heridas, poco a poco el liquido dejó de salir, las cicatrices se mostraban y el dolor se fue. El pequeño, asombrado, pregunta por la hermosa luz.

Seth se sorprende, por el aura del niño sabe que no miente.

—Es un secreto.

El niño sonrió, antes de alejarse corriendo, entonces Seth lo nota, la luz del pequeño es opaca.

Siempre pensó que las personas con runas eran las únicas capaces de ver la “Luz de Dios”. Unos días después, mientras leía el periódico reconoció la fotografía del infante en una de las páginas.

“Fallece infante en accidente”.

De alguna manera se lo esperaba. Después de todo, ir perdiendo aquella “luz” en el aura era un mal augurio, ahora conocía cual: la sombra de la muerte.