Pétalos de Rosa

Re: *Pétalos de Rosa*

jajajaja esas firmas las proporcionó Sumiko-Chan, ponte en contacto con ella y te la hará con gusto :)

 

Re: *Pétalos de Rosa*

Bueno chicas aqui les traigo la conti, y esta bastante larga, es el doble de lo que normalmente escribo así que tengan paciencia leyendo ;) se les quiere.


*Una noche*


~15~
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Con sublime lentitud pasaban las horas de la noche, Maya había caído finalmente dormida en los brazos de Takeshi, quien apaciblemente también había consolidado el sueño junto a ella…
*
Gris por su parte se las había arreglado para recostar a Keigo en el sofá de la habitación, él estaba completamente inconciente, absorbido en su totalidad por la intensidad del licor que había consumido, ella aún aturdida por aquellos acontecimientos guardaba todo el silencio posible… con un pañuelo blanco limpió el rostro desarreglado del joven que siempre se había mostrado perfecto en todo momento… aún en ese estado se veía realmente hermoso, pensaba Gris sumida en sus propias decisiones, sin darse cuenta una enorme angustia comenzó a invadirla.
*
De un soplo la joven Sayu había llegado a su propia habitación, tras cerrar la puerta a sus espaldas dejó escapar un suspiro… su mirada llena de melancolía no se pudo despegar del suelo ni un segundo, no se había percatado de que el joven de ojos azules la observaba fijamente recostado desde la pared posterior…

-No te ves bien –dijo el joven con su usual sonrisa.
-No te metas donde no te llaman –contestó la joven fríamente.

La joven camino lentamente ignorando la presencia del joven y se sentó en su cama como si nada, se quitó los zapatos suavemente, sin duda aquellos tacones la habían lastimado toda la tarde, ahora se sentía aliviada, en todo momento Fuji la observaba divertido…

-Deja de mirarme –ordenó la rubia con recelo.
-No veo el problema, después de todo tu sabes ignorarme bastante bien.
-Detesto tus ojos –aclaró ella con una expresión de desagrado en el rostro.
-Eres la primera que me dice eso.
-Por supuesto, nadie más que yo puede ver que tan oscuros están.
-¿Mis ojos? –cuestionó Syuusuke sumamente intrigado con el comentario.
-Tus ojos… tu corazón… tu alma… estas muerto por dentro –susurró ella mientras se recostaba fijando su mirada en el techo de la habitación.
-Quizás tú puedas ayudarme.
-Yo no puedo salvar a nadie… no pude salvarlo a él sin importar cuanto lo amaba.
-¿Y ella si lo salvara? –interrogó el joven con sus ojos enteramente abiertos.

Sayu se levantó al instante con la pregunta… sus miradas chocaron al instante, tan azules eran aquellos ojos, sin embargo ella los veía tan oscuros, sabía que aquel joven estaba aún más muerto que Keigo, salvarlo sería simplemente imposible. Se sintió sumamente decepcionada de si misma.

-No preguntes de lo que no sabes –dijo ella tratando de evadir el tema.
-Te sorprenderías de todo lo que se.
-¿Sabes que me provocas nauseas? –preguntó ella sonriendo.
-Si, lo sé… y eso me alegra enormemente.

Aquellas palabras desconcertaron verdaderamente a Sayu, era evidente que aquel joven sobrepasaba el límite de lo retorcido, por lo que prefirió ignorarle una vez más refugiándose en sus sábanas para conciliar el sueño… ella no imaginaba que la alegría de Syuusuke radicada en que alguien finalmente había podido ver a través de él…
*
En otra de las habitaciones una de las Rosas estaba siendo abordada de una manera un tanto diferente… Natsu… recién saliendo de la ducha, envuelta en una toalla delicada de color rosa, con pequeñas gotas de agua resbalando por su suave piel no pudo evitar llamar la atención de aquél joven, siempre tan pícaro con las mujeres… era hora de hacer su primera jugada.

-Es bueno ver a mi Rosa sin su manto de espinas –susurró sensualmente el joven Shiraishi mientras se acercaba a Natsu.
-Es tarde, tenemos mucho que hacer mañana, ve a dormir –ordenó ella de forma totalmente desinteresada.
-Aún la noche es joven, podemos divertirnos mucho.
-No veo nada divertido que hacer en esta habitación –comentó en tono burlón…

Natsumi se seguía secando el cuerpo sin saber que a cada segundo encendía aún más las perversiones de su joven compañero, estaba conciente que tan atractivo era el chico, sin embargo no tenía interés en arriesgar su trabajo por tonterías, un impulso casi asesino llevó al joven a tomar los brazos de su Rosa y arrinconarla contra una pared, la toalla calló al suelo dejando el curvilíneo cuerpo de Natsu totalmente al desnudo… Shiraishi la observó deseoso…

-Hace frío –dijo ella ligeramente sonrojada.
-Puedo calentarte –susurró el pegando su cuerpo completamente al de ella…
-Esto va contra las reglas.
-Enamorarte va contra las reglas… pero tener una aventura no –acotó él de forma divertida.
-¿Cómo lo sabes? –la joven se mostró sumamente sorprendida, su mascara de hielo se había caído al instante.
-Gakuto nos informó bien… Natsu-san… nunca te pediré amor pero tu cuerpo lo deseo.

Las caricias de Shiraishi comenzaban a volverse cada vez más asertivas… la piel de la joven se había erizado completamente, Kuranosuke convencido que la tenía entre sus manos comenzó a besarla suavemente en el cuelo, saboreando exquisitamente el sabor de su piel, el aroma de su cuerpo… muchas otras mujeres había tenido aquel joven entre sus brazos, pero esta sin duda era la mejor de todas, finalmente podía mostrarse tal cual era… simplemente un casanova que buscaba sexo por diversión y repelía el amor por completo… esa noche la haría suya, o al menos eso pensaba.

-Konoe… -pronunció Natsumi sin ninguna expresión en el rostro.

Las acciones de Shiraishi se detuvieron al instante… el rostro del joven palideció por completo soltando a su Rosa sin intentar ni un movimiento más, se dio la espalda mientras que Natsumi se terminaba de vestir…

-¿Lo sabías? –preguntó Shiraishi con el rostro ensombrecido.
- Se todo… -acotó la Rosa mientras se acostaba en su cama.

Las luces de la habitación se apagaron al igual que los deseos de Shiraishi… un fuerte dolor le oprimió el pecho en tanto que los recuerdos de sus errores pasados le inundaban el alma…
*
Por otra parte un joven muy particular había permanecido acostado en su cama, completamente cubierto por las sábanas, escondido de su propio vergüenza, en tanto que su Rosa no podía evitar reír descaradamente ante la situación…

-Oye Kaidoh-San… no es para tanto, no fue un problema para mi el verte desnudo –comentó la joven Hikaru mientras ahogaba su propia risa.
-Fshhhhh –era el único sonido que salía debajo de aquella sábana.
-Por el contrario… fue una vista muy agradable –susurró pícaramente la joven mientras se sentaba en la cama de su compañero.

Kaoru no podía estar más sonrojado y avergonzado y su Rosa no le hacía las cosas fáciles con sus comentarios y acercamientos íntimos, su vida se había complicado bastante aquellos días y eso que el tan solo deseaba jugar tenis…

-Sal de allí Kaidoh.
-No… -respondió el joven secamente.
-Te obligaré a salir…

La joven posó sus manos sobre las sábanas y de un jalón trató de apartarlas de Kaoru, este aferró con fuerza a las mismas para no verse descubierto sin embargo la fuerza de ambos fue tal que la sabana se rasgó a la mitad haciendo que el chico cayera al suelo aparatosamente… por supuesto… sobre la adolorida Rosa…

-Ves lo que provocas –dijo ella sobandose la cabeza.
-Es tu culpa –acotó Kaoru totalmente aturdido…

Una vez que la conmoción pasó se dieron cuenta de cómo estaban, él sobre ella, sin camisa, dejando al descubierto su pecho masculino, ella sumamente ligera con aquella dormilona, su piel casi podía percibirse por completo con el reflejo de la luz que hacía trasparentes las telas de sus ropas, un escalofríos los rodeo al instante… el sonrojado a más no poner trataba de levantarse pero sus piernas no reaccionaban, ella sin saber porque había sentido como la presión en su pecho se aceleraba de forma desbocada… ella no tenía tanta experiencia en el mundo de las Rosas y controlar sus sentimientos aún le resultaba tarea difícil…
*
“Que aroma tan masculino” pensaba ella mientras sentía como aquellos músculos se comprimían sobre su pecho… “Que aroma tan dulce” pensaba el mientras sentía como la gravedad lo empujaba a acercarse aún más…. Sin darse cuenta se habían sumido en un dulce beso…
*
Una forma más que sublime de robar completamente el aliento de una persona, Kaoru se sentía extraordinariamente cómodo, una manera más que increíble de bloquear los pensamientos de otra, Hikaru comenzaba a perder el control sobre si misma… una vez que su beso terminó sus ojos conectaron a pocos centímetros, él quiso besarla nuevamente, pero ella lo detuvo…

-No lo hagas –suplicó ella haciendo un esfuerzo descomunal.
-¿Por qué? –cuestionó Kaoru acelerado.
-Si me besas otra ves, tendrás que hacerme el amor –musitó con toda honestidad la Rosa…
-… -Kaoru guardó silenció ante el comentario.
-Si me haces el amor, me perdería completamente en ti… y rompería las reglas de las Rosas –La joven recobraba el ritmo normal de su respiración…

Kaoru con todas sus fuerzas se hizo a un lado, cayendo en el suelo justo al costado de la joven, respiraban tan profundamente que casi podía escucharse fuera de la habitación, no habían gastado energía física alguna en su encuentro, pero separarse si que había requerido esfuerzo de ambas partes… por alguna razón ninguno de los dos quiso moverse de ese lugar por lo que su noche paso con ambos cobijados en el piso de la habitación.
*
No muy lejos de aquel lugar, una Rosa ya había conciliado el sueño, en tanto que su acompañante debido a sus melancólicos recuerdos no había podido pegar un ojo en todo lo que iba de noche, desesperado por el transcurrir de la horas decidió acudir finalmente a la cocina en busca de una baso tibio de leche que le ayudara…

-Nya~~ Si Oishi estuviera aquí esto será más fácil, además esa mujer no ayuda nada –farfulló Kikumaru en su disputa consigo mismo…

Un ligero sonido se escuchó tras él, asustado comenzó girar lentamente para confirmar su mayor temor… se trataba de su Rosa, estaba de pié en la puerta de la cocina, por lo que el neko no pudo evitar pensar que ella había escuchado su comentario, comenzaba a esperarse lo peor cuando ella empezó a caminar en dirección a él con lentitud y pasos extremadamente torpes…
*
Eiji se había quedado sin palabras, ella estaba frente a él y había comenzado a levantar su mano, el joven cerró sus ojos esperando un golpe inminente, sin embargo una caricia en el rostro le sorprendió completamente… al abrir sus ojos nuevamente se encontró con una Lilium somnolienta de cuyo rostro brotaban lágrimas sin cesar…

-¿Lilium? ¿Estas bien? –preguntó Eiji sumamente sorprendido.
-Hermana… -susurró la joven pelirosa entre sueños.

Kikumaru estaba verdaderamente desorientado ante la situación, aquella mujer tan violenta y fuerte estaba llorando sobre su pecho por motivos que escapaban a su imaginación, como todo joven de buen corazón tan solo se le ocurrió rodearla con sus brazos en un cálido abrazo… al poco tiempo la joven dejó de llorar y despertó… Un golpe secó se hizo presente casi al instante, el neko había salido a patadas de la habitación…

-¡Nunca más te me vuelvas a acercar! –gritó Lilium nuevamente en sus cinco sentidos.
-Pero… si tú fuiste… -Eiji no sabía como explicar lo sucedido.
-Dormirás en el pasillo –acotó ella mientras cerraba la puerta de un golpe.

Eiji no pudo evitar enojarse ante la situación, sin embargo sabía que al menos aquella mujer tenía sus sentimientos ocultos, aunque descubrir cuales eran sin duda se tornaría en una tarea difícil.
*
Al final del pasillo una joven aburrida había escuchado los gritos de su compañera, un fastidio inmenso se había apoderado de ella, todas se estaban divirtiendo sin duda alguna, sin embargo ella tenía que estar encerrada entre esas cuatro paredes con el chico de hielo… con Tezuka Kunimitsu…
*
Ella trató de acercarse al joven para sacarle conversación, sin embargo el parecía estar mucho más interesado en su lectura.

-¿Oye te gustaría hacer algo especial mañana?
-No –dijo el joven de anteojos sin el más mínimo interés.
-Vamos no seas así… ¿Quisieras comer algo? –insistió Ray bastante molesta.
-No…
-Por dios con todos los hombres del mundo me tuvo que tocar el más aburrido.

Tezuka ignoró completamente el comentario y sencillamente cambió de pagina para continuar con su lectura… la rabia de Ray había sobrepasado por mucho su paciencia… de un golpe brusco aventó el libro que entretenía al joven contra el suelo y quitándole los anteojos procedió a sentarte seductoramente sobre las piernas de aquél…

-¿Qué haces? –preguntó Tezuka sin cambiar la expresión del rostro.
-Es bastante evidente que trato de seducirte –susurró ella con una gran sonrisa en el rostro.
-….
-Quiero acostarme contigo Kuni-Kun –dijo ella bajando el tono de voz rozando con sus labios ligeramente la oreja del capitán.
-No gracias –acotó el joven con su frialdad de siempre.

Ray se levantó sumamente indignada y se acostó en la cama con la mirada dirigida al techo, entre sus manos aún tenía los anteojos del capitán… realmente se había enojado mucho al verse despreciada.

-Olvide que no eras suficiente hombre para alguien como yo –dijo la joven en voz alta tratando de desquitarse del témpano de hielo.

Repentina y sorpresivamente Kunimitsu se había levantado de su silla acercándose a ella peligrosamente, se había recostado medianamente sobre la cama, rozando ligeramente el cuerpo de Ray y conectando sus miradas directamente, la presencia estoica y poderosa de aquel hombre dejó a Ray sonrojada y sin palabras, ni siquiera pudo mover sus brazos aún teniéndolo tan cerca, Tezuka la invadió completamente con sus ojos, con su aroma, una media sonrisa se dibujó en el rostro del joven al ver la reacción de su Rosa y posteriormente se levantó regresando a su asiento sin mayores explicaciones, claro no antes sin quitarle sus anteojos a la chica.

-Necesito esto para leer –dijo él aún con su sonrisa victoriosa en el rostro.

Ella había quedado totalmente hipnotizada por la energía que aquel hombre le había transmitido en esos pocos segundos… sin duda había perdido completamente… Ray comenzaba a sospechar que él estaba conciente de toda su sensualidad y eso sin duda le convertía en un sujeto peligroso.

-Los callados son los peores –dijo ella mientras se volteaba para dormir, él nuevamente sonrió.

Más de una sorpresa habían escondido éstos chicos, sin embargo era el trabajo de las Rosas descubrir todo tras sus existencias… quizás la otra cara de Tezuka no sería tan desagradable, pero habrían Rosas que no encontrarían tan buenas verdades…
*
Para aquel entonces la joven Marah regresaba a su habitación con las bebidas que había ido a comprar, después de todo en su cuarto tan solo había licor y aquello no le apetecía en absoluto… al partir había dejado a Bunta en la sala atragantándose de pastel, sin embargo al regresar este ya no se encontraba en ese lugar.
*
Instintivamente la joven trató de ubicarlo, al parecer se encontraba en el baño, por un momento no le prestó mayor atención a la situación hasta que comenzó a escuchar algunos quejidos que provenían de la ubicación del pelirosa… Marah se alarmó y empezó a tocar la puerta, pero el joven no le respondía, seguían escuchándose aquellos quejidos… sin duda estaba vomitando…
*
En poco tiempo la Rosa se hizo con las llaves del baño y tomando una bocanada de aire abrió la puerta, se encontró con Bunta arrodillado en el suelo, sumamente pálido, con el rostro inclinado en el sanitario vomitando a más no poder, se sentía realmente mal, la joven se acercó a el apartando el cabello del chico, sin duda el vomito lo había ensuciado, tanto su rostro como su camisa y parte del suelo estaban manchados, no estaba vomitando solo comida… también podía apreciarse sangre… ella le acompañó hasta que finalmente él dejo de vomitar.

-¿Ya estas mejor? –preguntó ella en tono de preocupación.
-Si… -dijo él sumamente débil.

Marah le quitó la camisa y la lanzó a una esquina del baño, luego abrió la ducha y ayudó a Bunta a entrar en la misma, dejó que el agua limpiara el cabello y rostro del joven, por fortuna el comenzaba a recobrar su color normal, luego de verse limpio, lo ayudó a salir y lo recostó en la cama, le extendió un vaso de agua fría y lo cobijó como es debido… respiró profundo… lo peor ya había pasado, sin embargo decidió quedarse sentada a su lado.

-Ya puedes ir a dormir Marah –comentó Bunta un tanto avergonzado.
-Me quedaré aquí –dijo ella secamente.
-No tienes que quedarte, eso no me pasa con frecuencia.
-¡Cállate! Mañana hablaremos de eso –exclamó la joven seriamente… sus puños estaban cerrados con fuerza, trataba de dejar de temblar.
-Pensé que me odiabas –comentó el pelirosa cerrando sus ojos.
-Te odio –dijo ella sin dirigirle la mirada.
-Muchas gracias por cuidarme.


El joven se quedó profundamente dormido y ella se quedó a su lado cuidándolo toda la noche, muchas dudas le habían invadido el pensamiento y como Rosa sabía que tenía mucho trabajo que hacer… por el momento tan solo debía tranquilizarse un poco más.
*
En ese mismo momento otra Rosa estaba completamente equipada y dispuesta a dejar su habitación, no tenía la menor intención de pasar una noche cerca de él…

-No es necesario que hagas esto –decía Gakuto en tono de desesperación.
-Prefiero morir antes de estar en la misma habitación que tu –respondió ella fríamente abriendo la puerta de a habitación.
-Sería más fácil que muriera yo –acotó el joven sacando del borde de su pantalón un arma y cargándola al instante.

Ely se volteó al escuchar el sonido de carga y vio como Gakuto se apuntaba a si mismo con el arma en la sien, el se mostraba muy serio sin embargo ante el acto ella tan solo pudo sonreír… aquella no era más que simple manipulación.

-No eres capaz –musitó ella volviendo a voltearse.
-Y si lo fuera ¿Cargarías mi muerte en tu conciencia? –cuestionó el joven sin un hilo de duda en su voz.
-Tu decidiste quitarte la vida, yo no tengo nada que ver.
-Te equivocas, la única razón por la que me quito la vida es porque ya no puedo soportar tu rechazo –la mano del joven había comenzado a temblar, se escuchaba el llanto en la voz del pelirrojo.

Un disparo se hizo presente… la voz de Gakuto se desvaneció… Ely soltó su equipaje y volteo aterrada en un grito, sus ojos se habían opacado rápidamente en lágrimas, sin embargo Gakuto aún continuaba de pié tras ella… el arma disparada apuntaba al techo, sin duda alguna la había engañado.

-Al final si te preocupas por mi –dijo el joven con una sonrisa tierna.

Ely aún estaba pálida, tan solo de pensar que él se quitaría la vida, sería terrible, aún no podía pasar el susto… se acercó rápidamente al saltarín y le quitó el arma de las manos, posteriormente le lanzó una fuerte bofetada.

-No vuelvas a hacer una estupidez así nunca mas –vocifero ella muy enojada.
-Entonces no te vayas de esta habitación, te prometo no intentar nada –suplicó el joven con intensidad.
-Esta bien, tan solo vete a dormir.
-Gracias… -Gakuto finalmente mostraba una sonrisa serena.
-Tonto…
-Ely ya puedes dejar de llorar –musitó el joven mientras cerraba la puerta de la habitación.

Un agitado ambiente se había apoderado de la noche, tantas cosas en tan poco tiempo eran a duras penas digeribles por los chicos, finalmente en una última habitación, dos chicas y un chico trataban de sobrevivir a una noche que parecía ser de pesadilla.

-No pienso dormir en el sofá –decía un Ryoma totalmente desinteresado.
-¿Dejarás a una mujer dormir en un lugar tan incomodo? –cuestionó Genn ya bastante enojada.
-No es mi culpa que hayan pagado por una habitación de dos camas –refutó el ojimiel sorbiendo un trago de Ponta.
-Lo siento… -susurró Ryuuzaki a sabiendas de que era la causante del problema.
-No te disculpes Sakuno, yo me voy a buscar otra habitación, ustedes arréglense aquí –exclamó la pelirosa al borde del fastidio.

De un portazo Genn se marchó dejándolos solos, Sakuno empezó a temblar al instante al verse invadida por la mirada de Ryoma… el inquisitivamente se acercó a ella hasta arrinconarla contra una pared.
*
Sakuno no sabía como reaccionar, ni quisiera entendía el porque de aquella actitud, Ryoma simplemente la besó apasionadamente, ella a duras penas y pudo corresponderle, estaba demasiado nerviosa como para mantenerse en pié… finalmente el se separó de la joven de ojos carmín y se acostó en su cama de medio lado.

-Justo como pensaba… -dijo Ryoma en voz alta.
-¿Qué sucede? –cuestionó Sakuno aún temblando.
-Hasta tus besos me aburren –comentó el chico en un bostezo.

Sakuno corrió hasta su cama y se enredó en las sábanas, comenzó a llorar al instante y no era para menos, por lo menos Ryoma no intentaría nada más esa noche, no estaba interesado en ello.
*
Genn seguía para aquel entonces deambulando por los pasillos del hotel, de un momento a otro comenzó a escuchar gritos ahogados y quejido de dolor, quizás alguien necesitaba ayuda, ella corrió hasta la habitación de donde provenían aquellos perturbadores gritos y semi abriendo la muerta sus ojos se toparon con una escena verdaderamente perturbadora.
*
Aquel joven, tenía el rostro cubierto de lagrimas… sus ojos verdes estaban nublados, tenía el cuerpo descubierto, se veían en el muchas cicatrices, sangraba, tenía varias heridas recién hechas en los brazos y el pecho… en su mano derecha había una daga… sin duda alguna se estaba automutilando.

-Lo…Loki-san –Tartamudeó Genn en voz baja ante la escena.

Tan ahogado estaba el joven con todo el dolor que le consumía, el ser odiado por quien más amaba, su reciente compromiso obligado que lo empeoraba todo, el arrepentimiento que le atormentaba, morir sería demasiado fácil, por lo que hasta aquel día había preferido seguirse torturando, Genn sin palabras, completamente aterrorizada salió corriendo del lugar tratando de escapar de ese sentimiento que la invadía, una parte de ella deseaba ayudarle, pero seguía teniéndole demasiado miedo como para acercarse… En aquella ocasión decidió dejarle solo con su dolor.
*
Mientras tanto en una última habitación aquellos dos jóvenes disfrutaban tranquilamente de una deliciosa taza de te…

-Ya ha comenzado a girar –comentó la joven en un sorbo.
-Todo como estaba planeado –contestó el chico en una sonrisa.
-Tienes mucha confianza en ti mismo Seiichi.
-No es para menos, sea como sea debo terminar con todo esto –murmuró el peliazul con seriedad.
-No espero menos de ti.
-Lo se, cuento contigo hermosa Nyumi –Un dulce beso en la palma de la mano por parte del caballero la hizo sonrojar.
-Para eso somos las Rosas….

Un amanecer intempestivo traería consigo muchas realidades y respuestas, el misterio que envolvía el pasado de Gris estaba a la vuelta de la esquina y su historia a penas estaba comenzando...

~Continuara~

~MayOtk~

Muajajajaja las veo en la siguiente... ja-ne
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