Pétalos de Rosa

Re: *Pétalos de Rosa*

Dios que conti más triste ToT



~En el fondo del abismo~


~14~
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Tras la avalancha de emociones las Rosas no tardaron en recuperar la fría calma que les caracterizaba, todas ellas frente a sus chicos estaban preparadas para trabajar, sin embargo algo llamó la atención de uno de los tenistas… su Rosa no estaba por ninguna parte…


-Bien, esta noche iremos a uno de los mejores spa de la ciudad, relajarán su cuerpo al máximo y recibirán tratamientos de belleza –explicó detalladamente Maya-.
-Luego iremos a los salones a tratar su cabello –acotó Natsumi-.
-Y posteriormente procederán a sus prácticas de tenis –concluyó Mary despreocupada-.


Los chicos estuvieron a punto de marchar a las limosinas cuando repentinamente la voz aguda de Kaidoh los detuvo a todos al instante…


-Oigan... ¿Dónde esta mi Rosa? –cuestionó el chico de la bandada un tanto intrigado-.
-Ella esta a tu lado… -acotó Genn señalando a una joven-.
-Ha estado allí desde el principio –musitó Ray entre risas-.


Kaoru dirigió a ella su mirada, una joven blanca, de ojos color ámbar pálido, cabello semi corto castaño, mucho estilo y feminidad, sin duda bastante hermosa, nadie en el lugar parecía notar la ironía de la situación, esa no era su Rosa, no era la que había conocido en ocasiones anteriores… algo no andaba bien.


-Tu no eres… -Kaoru en ese momento fue interrumpido-.
-Si lo soy, desde este momento soy tu Rosa, mi nombre es HikaruFujiwara no lo olvides –dijo la joven de forma cortante-.


Kaoru no sabía como reaccionar ante aquello, por lo que simplemente decidió guardar silencio y estar conforme con la situación, finalmente su anterior Rosa no era alguien a la que le hubiese tomado cariño después de todo… muchos murmullos se hicieron presentes posteriormente, sin duda Atobe había hecho alguna de sus jugarretas. Camino al Spa en una de las limosinas las preguntas comenzaron a hacerse presentes...


-Esa Rosa es nueva ¿Verdad? –cuestionó un Syuusuke muy curioso-.
-Lo es… -respondió Sayu desinteresadamente-.
-Nosotras las Rosas sólo somos instrumentos, somos fácilmente intercambiables, en cambio ustedes son esenciales –acotó Lilium sorbiendo un poco de te-.
-No me parece justo –musitó Eiji con cara de puchero, lo cual Lilium simplemente ignoró-.
-O somos despedidas o simplemente descartadas… si hacemos mal nuestro trabajo o rompemos las reglas ese es nuestro destino –susurró Ely seriamente-.
-¿Y que sucedió con la otra Rosa? –preguntó Gakuto inquisitivo-.
-Nadie lo sabe, probablemente nada bueno, aquellas que saben los movimientos internos de una empresa una vez que no sirven deben ser calladas a como de lugar –Las palabras de Rumi retumbaron en todo el lugar-.
-Pero ustedes no se preocupen por eso, ese no es su trabajo –acotó Maya un tanto cansada de la charla-.
-No digas eso… yo no quiero que te cambien de mi lado como un objeto, me molestaría si eso sucede –exclamó el joven Momo con una expresión de valentía-.


Todos se quedaron observando fijamente al joven de ojos violetas, quizás era demasiado valiente, quizás demasiado idiota, al fin de cuentas todos optaron por ignorarlo, sin embargo curiosamente aquellas palabras había hecho eco en el corazón de Maya…
*
Finalmente habían llegado a aquel lujoso lugar, muy al estilo japonés, pese a estar situado en el centro de la ciudad casi podía respirarse un sublime aroma a naturaleza, la simple vista ya les resultaba relajante, habían flores de variados colores en cada esquina, un servicio impecable, las habitaciones de todos estaban listas, cada chico tendría su propio cuarto, todo digno de estrellas y las Rosas se quedarían a su lado, tentador quizás… pero para ellas solo se trataba de trabajo.
*
Habían fuentes de aguas termales, sala de juegos, comedor, salón de belleza, cámara de vapor, masajistas… toda una localidad de cinco estrellas, propio de la empresa de los Atobe. Los chicos estaban sencillamente fascinados.
*
Una vez acomodados en sus correspondientes habitaciones empezaron con su rutina, baños de lodo, masajes relajantes, comenzaban a sentirse en el cielo, acupuntura, baños de vapor y comida sana… un día tan solo para relajarse… o almenos eso pensaban…

-Que buen día –musitó el joven Bunta mascando su habitual bomba de chicle-.
-Nos tratan como reyes –dijo muy divertido Kikumaru-.
-Pero se siente extraño que ellas estén con nosotros aún aquí en las aguas termales –comentó Momoshiro viendo a las chicas tomar te en las cercanías-.
-No sabía que eras tan tímido –acotó Fuji en una risita-.
-Dejen eso –ordenó Tezuka seriamente-.
-Sea como sea esta noche dormiremos con ellas… será interesante –agregó Shiraishi con picardía-.
-Me golpearán como de costumbre –susurró Gakuto con algo de tristeza-.
-Dormir… con ella… -El rostro de Kamio se enrojeció al instante-.
-Mada mada dane –musitó el pequeño un tanto fastidiado-.
-Serán idiotas –dijo Kaoru sumergiendo su rostro en el agua, de alguna manera él también estaba avergonzado-.


Cansado del agua Shiraishi fue el primero el salir de la termal, su atlético cuerpo a duras penas estaba cubierto por una diminuta toalla, las chicas no pudieron evitar mirarlo con interés, el a lo sumo reaccionó lanzándoles un beso a distancia. Tezuka le siguió, se veía tan atractivo sin sus lentes, otra imagen tentadora para las Rosas, él sin la mayor preocupación tan solo hizo una reverencia para retirarse y salió del lugar sin hacer alboroto, Gakuto fue tras él, su mirada se posó en Ely inquisitivamente, pero ella tan solo le ignoró…
*
Bunta se puso de pie junto a Syuusuke, un par de chicos en extremo atractivos, el pelirosa tan solo sonrió con picardía al chocar su mirada con la de Mary, en tanto que Syuusuke alimento su cuerpo descubierto con la sexi imagen de sus ojos abiertos, tan azules que encantaban… las chicas no pudieron evitar fantasear un par de segundos.
*
Kikumaru salió en un salto alegremente jalando a un Kamio muy sonrojado… el pequeño gatuno se despidió de las chicas con una sonrisa en tanto que el chico del ritmo se había quedado mudo de la vergüenza… de ser cierto esas toallas cubrían muy poco.
*
Ryoma se levantó sin recato, ignoró completamente a las chicas y abandonó el lugar rápidamente… no se había percatado de que la pequeña Sakuno casi de desmaya de la impresión… Momoshiro fue el siguiente en ponerse de pié jalando a un Kaoru que por algún motivo no quería salir del agua…


-¡¿Oye porque me jalas idiota?! –Exclamó muy enojado Kaoru-.
-Porque te arrugas como pasa y debemos ir a cenar mamushi –recalcó Momo igualmente enojado-.
-Yo puedo salir solo-.
-No puedes porque estas que te mueres de vergüenza.
-¿Qué dices tarado? –Kaidoh estaba realmente sonrojado-.
-Lo que oyes tarado –replico Momo exaltado-.


En medio de la discusión no se habían percatado que las Rosas comenzaban a soltar ligeras risas… su pelea fue repentinamente interrumpida por Maya y Hikaru que se habían puesto de pie junto a los chicos extendiendo en sus manos una toalla…


-Esto es de ustedes –dijo Hikaru seriamente-.
-No es bueno exhibir tanto –acotó una Maya sonriente-.

Los chicos se dieron cuenta que en medio del conflicto sus mini toallas se habían caído dejando todo su cuerpo a la vista de las Rosas… supremamente avergonzados tomaron las toallas y se cubrieron nuevamente para salir corriendo del lugar… las chicas no paraban de reír.


-La rivalidad entre ellos puede sernos útil –acotó Hikaru con una expresión de entusiasmo-.
-Te acoplarás rápido a nosotras Hika… sin duda eres toda una Rosa –dijo Genn muy convencida de sus palabras-.
-Cierto, reaccionaste igual que Maya en el momento indicado –musitó Mary con una sonrisa-.
-Muchas gracias chicas.
-Aunque debo admitir que esos dos son los que tienen mejor cuerpo… -Natsu mostraba una pícara mirada-.
-Son ciertamente muy musculosos –comentó Ely ligeramente sonrojada-.
-Sacaré a relucir eso de Momoshiro… -murmuró una Maya muy convencida-.

Después de la cena cada uno de los chicos regresó a su habitación, en ellas ya las Rosas estaban presentes, algunas descansando cómodamente, otras leyendo un buen libro y el resto simplemente sumidas en el paisaje que se mostraba a través de las ventanas… más de un encuentro interesante se habría paso aquella noche… Sin embargo sólo uno de los chicos encontró a su regreso una habitación vacía, su Rosa tenía una importante reunión privada en el comedor de las instalaciones, su hermano mayor entre otras personas estaban presentes esperando a los invitado restantes…


-Bienvenida Maya –exclamó Gris alegremente colgada del brazo de un pálido Atobe-.
-Hermana… -Keigo notó al instante la furia en los ojos de la Rosa-.
-Buenas noches a todos –dijo Maya sentándose tranquilamente frente a su hermano-.
-Bueno tan solo falta el invitado mayor –comentó Loki con una sonrisa-.
-Llegará en pocos minutos –agregó Nyumi sumamente divertida con la escena-.

Las puertas de la sala se abrieron haciendo eco… el tercer líder se había hecho presente con su estoica apariencia, tan perfecto y atractivo como siempre… Keigo se sintió invadido al instante por la rivalidad que él le ocasionaba, todas las chicas sonrieron con su presencia, el joven caminó con delicadeza hasta sentarse junto a Maya en la mesa, con un saludo cordial comenzó con la conversación que a todos les interesaba conocer…

-Que gusto me da verlos a todos –dijo el líder en una somera reverencia-.
-El placer es todo nuestro Seiichi –comentó hipócritamente Keigo-.
-Hace mucho que nos estábamos todos reunidos Yukimura-Sama –exclamó Gris con una sonrisa-.
-Te ves tan feliz como siempre junto a Atobe, Gris –Yukimura mostraba una sonrisa avasallante-.
-Vamos al grano… ¿A que se debe su presencia Yukimura-Dono? –cuestionó la joven Atobe curiosamente-.
-Bien Maya, como sabrás dentro de poco se celebrará tu cumpleaños 22 ¿O me equivoco?
-Así es… -Maya estaba sumamente intrigada-.
-Pues bien, tanto Atobe como tu ya están en edad de contraer matrimonio –acotó el peliazul en una expresión sonrisa casi desinteresada-.
-No digas tonterías –musitó Atobe en un chasquido-.
-No son tonterías… los inversionistas del mundo entero temen mantener relaciones comerciales con un chico tan libertino como tu Keigo, así que es tu responsabilidad como cabeza de esta empresa casarte… al igual que tu hermana-.

Las palabras del joven Yukimura hicieron un eco profundo en los corazones de los Atobe ¿Matrimonio?... eso no era posible… por el contrario era catastrófico, su amor en aquel instante se veía interrumpido más que por una simple pretensión… era simplemente su perdición.


-Para mantener el imperio ustedes primero deben mantener apariencia de solidez, futuro y seriedad… así que es inevitable –las palabras de Yukimura seguían haciendo daño-.
-¿Y ustedes que tienen que ver en esa decisión? –Cuestionó Maya al borde de las lágrimas-.
-Nosotros somos sus prometidos –dijo Nyumi en un tono enternecedor, tratando de calmar los ánimos-.
-¿Prometidos? –cuestionó Atobe atónito con aquellas palabras-.
-Loki y yo somos prometidos de Maya… cuando llegue la hora de la boda ella decidirá con quien de los dos casarse –explicó Yukimura serenamente-.
-Y por supuesto Nyumi y yo somos tus prometidas… te lo encargo mucho Atobe, sabes que soy la mejor para ti –acotó Gris en una gran sonrisa-.


Una cena llena de risas y planes sin sentido… una boda arreglada, Nyumi, Yukimura y Gris parecían estar sumamente felices con todo aquello, sin embargo Maya sentía como su interior se quebraba a pedazos, le era demasiado difícil mantener las apariencias, Atobe había guardado silencio el resto de la noche… iba a perderla… quería matarlos a todos y llevársela lejos… pero sabía que no podía, tan solo iba a perderla… por su parte Loki mantuvo su verde mirada en el reflejo de su copa de vino, si Genn jamás le personaba antes de la boda simplemente acabaría con su vida, lo demás ya no tenía sentido…
*
Aquella terrible noche terminó finalmente… Yukimura, Loki y Atobe tenían una habitación para ellos solos, Nyumi y Gris compartían una para ellas, en tanto que Maya absorta en su melancolía llegó a parar a la habitación que compartía con Momoshiro más por inercia que por conciencia, a penas entró simplemente se desplomó en el suelo a llorar como una niña, a llorar como nunca hace años no lo había hecho, unos brazos la rodearon al instante.


-¿Qué sucedió? –preguntó Momoshiro muy preocupado-.
-Me casaré… debo casarme –dijo a duras penas la joven ahogada en llanto-.
-¿Obligada? –Momo no podía creer aquellas palabras-.
-Así es…
-Esta bien llora cuanto quieras… yo me encargaré de cuidar a mi Rosa –susurró el joven en un tono gentil-.


Ella sabía que aquello estaba mal, llorar o mostrar debilidad frente a un cliente, todo estaba mal, pero su cuerpo no resistía otro golpe como aquel, el amor que le ahogaba por su hermano estaba a punto de matarla… Momoshiro no hizo más preguntas, simplemente la cargó en brazos y la recostó en la cama, le quitó los zapatos y la chaqueta, soltó su cabello, ella seguía llorando a cantaros… él se recostó a su lado para abrazarla con fuerza, después de todo si era una chica como otras, sensible y con sentimientos pensó el oji violeta un tanto sorprendido, Maya se aferró instintivamente a los brazos del joven su aroma y su calor por alguna razón hacían que se sintiera ligeramente mejor…
*
Una noche que apenas daba comienzo a sus muchas vicisitudes, las Rosas encontradas con las fauces de su destino, en una habitación desierta donde todo podía ocurrir, Gris había aprovechado las horas de la madrugada para colarse por los pasillos hacía la habitación de cierto joven… para su mala fortuna una joven estaba frente a la puerta, custodiando los alrededores ante algo que sabía que era inevitable.


-¿Sayu que haces aquí? –cuestionó Gris bastante fastidiada-.
-Te conozco, sabía que vendrías.
-¿Estabas con Keigo? –Gris comenzaba a enfadarse seriamente-.
-Así es…
-Si te acostaste con el nuevamente tendrás problemas… yo soy su prometida y no permitiré que el siga haciendo de las suyas.
-No me acosté con él, ya te dije que lo nuestro acabó, me cansé de verlo llorar –musitó Sayu con una expresión de melancolía-.
-¿Llorar? ¿Atobe Keigo? Debes estar muy equivocada.
-Cree lo que quieras, pero te aseguro que tu no podrás soportar la carga que ese hombre lleva en su corazón, te partirá el alma verlo llorar como yo lo vi, sus gritos de dolor, su desesperación…. Simplemente no sabrás como pegar de vuelta sus pedazos –Las lágrimas comenzaban a rodar por las mejillas de la Rosa-.
-Sayu… -Gris guardó silencio ante aquellas palabras-.
-Tengo problemas mayores ahora, pero te lo encargo mucho, si puedes salvar a Atobe, cosa que dudo mucho estaré muy agradecida.


Sayu se retiró finalmente dejando a Gris muy confundida, la joven abrió la puerta de la habitación y ante sus ojos no podía creer la visión que le invadía, Atobe… el gran Atobe yacía tirado en el suelo, desarreglado, con el rostro hinchado de tanto llorar, sumido en alcohol, ella a duras penas pudo entrar y enredar al joven entre sus brazos… “Yo te cuidaré Keigo, tu solo me pertenecerás a mi” musitó Gris en un agridulce comentario.
*
La noche apenas comenzaba….

~Continuara~

~MayOtk~
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Bueno chicas hasta aqui la dejo... fue dificil esta conti ToT dioooos pero mucho tendrán que sufrir todos y cada uno de los personajes para ser capaces de alcanzar la felicidad, espero me sigan hasta entonces ;) y pues si, mis Rosas primarias si se pierden su personaje tambien lo hará...

Ja-ne