Pétalos de Rosa

Pétalos de Rosa

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Bienvenidos sean todos al hogar de las Rosas, el centro de publicidad más exitoso de todo Japón, desde las más grandes estrellas hasta las más exitosas celebridades, políticos y deportistas buscan en nuestra industria representación y popularidad, así es, eso somos precisamente, una asociación de chicas que representan lo mejor de lo mejor en el país.
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Nuestra división en específico atiende los deportes a nivel mundial, futbolistas, basketbolistas o tenistas, todos los grandes jugadores están dentro de nuestra firma, ¿Y que es lo que hacemos? Pues tenemos una red de información global que le otorga fama a los famosos y da trabajo a los trabajadores, programamos eventos sociales de gran envergadura y mantenemos a los reyes en la cima de su pedestal en tanto dure su gloria, en pocas palabras creamos una imagen de éxito para quienes desean ser exitosos.
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Tan bellas y tan hermosas que son las figuras del espectáculo a la vista de las personas que ven tras los medios sus rostros sonrientes… lo que no imaginan es que tras toda esa gloria y todo ese talento siempre está una de nosotras cuidando las espaldas y como dicen en la industria “Limpiando la basura” de nuestras estrellas… Todos con una impecable carrera y con una Rosa al lado que pasa inadvertida, pero que borra día a día la faceta oscura de aquellos que son llamados los mejores…
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Ciertamente somos frías e insensibles y hacemos lo que sea por lograr nuestros propósitos, sin embargo ninguna de nosotras sospechaba siquiera lo mucho que las rosas iban a cambiar en aquella primavera…

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Lunes en la mañana, la compañía recién abierta, todo en orden, todo impecable, las oficinas enumeradas en orden de rango… los más importantes de la compañía estaban en los pisos más altos mientras que nos novatos no podían siquiera respirar fuera del sótano, una maraña de tácticas de ascenso y supervivencia eran usadas en aquella selva de concreto… solo los mejores llegaban a la cima mientras que el resto nunca salían de las sombras… nunca tenían mérito alguno…

Pero estos detalles no preocupaban a las chicas más talentosas del piso 9, aquellas que solo eran superadas por los jefes y dueños de la empresa, eran casi como diosas para todo el personal y más aún para los clientes que tenían que atender… aquella mañana soleada cinco de ellas debían reunirse con urgencia pues un nuevo proyecto estaba a punto de suscitarse.

-Buenos días chicas –musitó una joven que apenas llegaba a la oficina con ánimos mañaneros-.
-¡Llegas tarde Maya! –Exclamó una joven pelirosa sentada al extremo de un gran mesón-.
-Solo por 15 minutos –respondió ella despreocupada-.
-Como sea, lo mejor es que comencemos, el proyecto esta en puerta y los jefes nos matarán si no tenemos esto listo –comentó una joven de gran presencia que permanecía de pie ante la ventana de la oficina-.
-Calma Natsumi… mi hermano no nos hará nada –continuó Maya mientras se acomodaba en su asiento-.
-Ser de la familia Atobe debe ser muy cómodo o no Maya –dijo Mari con un tono de sarcasmo-.
-Niñas somos las mejores en lo que hacemos, y nos comeremos a cualquiera por seguirlo siendo… no debemos pelear entre nosotras –concluyó Genn para restablecer el orden-.
-¿Y las demás? –preguntó Mari intrigada-.
-Aún no regresan de Francia –respondió Natsumi fríamente-.
-Bueno chicas comencemos… en esta ocasión mi hermano quiere patrocinar el mejor equipo de Tennis posible… -comentaba Maya sacando unos documentos de su maletín-.
-Ya tenemos la lista de seleccionados –señaló la ultima de las jóvenes que hasta entonces había permanecido en silencio-.
-Déjame ver Sayu –dijo Genn mientras arrebataba los papeles de las manos de Maya…


Un grupo de nombre y fotografías estaban en aquellos papeles… en total eran diez chicos todos y cada uno de ellos seleccionados por razones especiales… por ser simplemente únicos en su área…


-Entonces tenemos a Ryoma Echizen –comentó Sayu desinteresada-.
-Un enano con un poco de talento –concluyó Maya fríamente-.
-También esta Momoshiro Takeshi –dijo Genn sin entusiasmo-.
-Solo un tragón de pacotilla –acotó Natsumi con seriedad-.
-Shiraishi Kuranosuke –nombró Mari como si nada-.
-Su tenis es sumamente aburrido –musitó Saya entre risitas-.
-¿Y que tal Marui Bunta? –preguntó Maya con un gesto despectivo-.
-Demasiado rosadito –respondió Genn al instante-.
-Eiji Kikumaru, Tezuka Kunimitsu, Akira Kamio… -nombró Mari rápidamente-.
-Llorón, estirado y fuera de moda –acotó Sayu-.
-Syuusuke Fuji –dijo Natsumi arrojando la hoja-.
-Es sexy –murmuró Sayu-.
-Cuidado con tus palabras… estas saliendo con mi hermano –recalcó Maya molesta-.
-Solo es un niñito con una sonrisa fingida –comentó Genn-.
-Finalmente Kaoru Kaidoh –dijo Sayu extrañada de la imagen de aquel chico-.
-Simple serpiente antisocial –concluyó Natsumi-.


Las chicas sin prestar mayor atención al asunto salieron de la habitación dejando toda la información de los chicos… ninguno de ellos era la gran cosa… pero según Keigo Atobe, uno de los líderes de la compañía tenían cierto potencial… y hacer de ese grupo unas estrellas era el nuevo trabajo de que deberían desempeñar las rosas…


-Cuando lleguen las demás les darán un infarto a ver a los tontos que nos tocaron esta vez –dijo Mari irónicamente-.
-He visto cosas peores –respondió Maya-.
-¿Y porque te atrasaste? esas no son cosas tuyas –preguntó Genn curiosamente-.
-Shishido me tuvo entretenida toda la noche –respondió ella con picardía-.
-Vaya… parece que van en serio ustedes dos –dijo Natsu en todo burlón-.
-Ni loca, no llegara en día en que Maya Atobe se enamore –concluyó Maya llena de seguridad-.


Las chicas regresaron a la oficina, siguieron burlándose del puñado de chicos que tenían que cuidar en esta ocasión y una vez que lo tuvieron todo listo decidieron ir a la oficina de los jefes para aceptar oficialmente la proposición…
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Las 5 chicos recorrieron los pasillos alfombrados, subieron por un ascensor privado y llegaron a una enorme habitación blanca, todos los detalles eran en plateado, un gusto exquisito y realmente moderno… al extremo de esa oficina habían tres grandes sillones… en aquel lugar laboraban los tres grandes reyes de aquella compañía, los que movían desde las sombras el rumbo de la farándula en el mundo entero…


-Bienvenidas chicas… hermana –saludo Atobe amablemente-.
-Un placer verlo señor –susurró Sayu mientras sonreía-.
-Estamos saliendo preciosa, no tienes que tratarme con tanto respeto –respondió Atobe ante el comentario-.
-Dejen eso que me da nauseas –interrumpió Maya enojada-.
-Pero que celosa es tu hermana Keigo –comentó entre risas el segundo de los jefes-.
-Así es Loki, pero esos celos son mutuos –musitó Atobe sonriendo-.
-Y bien… ya están al tanto de su siguiente trabajo –dijo el oji verde sonriendo pícaramente-.
-Son un puñado de tontos –comentó Genn malhumorada-.
-Si, pero ese puñado de tontos serán sus vidas de ahora en adelante, los quiero impecables a todos ellos, una imagen perfecta como solo ustedes saben construir -dijo Atobe decidido-.
-No se cual es tu afán hermano, pero como siempre no te fallaremos, esos cualquiera se volverán grandes estrellas -concluyó Maya desafiante-.


Las chicas se marcharon silenciosamente después de aquella audiencia… todas ellas en traje de etiqueta y con zapatos de tacón, todas ellas con maletines y gafas oscuras se movían como sombras sigilosas de un objetivo, la gloria y la fama de quienes representaban era más importante que cualquier cosa… o almenos eso habían pensado hasta entonces…


-¿Estas seguro de esto Atobe? –Preguntaba Loki un tanto dudoso-.
-Si esos chicos no pueden… nadie podrá –respondió aquél seriamente-.
-¿Y cuando regresa el tercero? –Loki se había levantado de su asiento para tomar una copa de brandy-.
-Pronto… es mejor que hagamos un buen trabajo antes que regrese…


Aquellas fueron las últimas palabras del rey Atobe… para aquel entonces un grupo de chicas había llegado a Japón en un avión privado de la compañía, se trataba del resto de las rosas que veían a ponerse en día con su trabajo…
*
Los chicos de aquella lista recibieron una llamada que ninguno de ellos podía ignorar, el puente a la fama y a los mejores partidos de tennis estaba a la vuelta de la esquina… pero ninguno sabía que tantos horrores podrían haber dentro de aquel estrellato de cartón…

~Continuará~​

Bueno mis niñas... espero les guste ;) esta historia la hice por y para ustedes, las quiero mucho... es mi primer RyoSaku... no me quedó de otra pero les prometo que eso no les desepcionará ;)
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MayOtk
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Re: *Pétalos de Rosa*

~2~​

Un día lluvioso como tantos otros en el que tantas personas habían tomado las calles mojadas como excusa para no poner un pié fuera de sus casas… Este no era el caso de las Rosas, quienes a tempranas horas del día ya se encontraban en su oficina nadando entre los cientos de documentos que debían organizar antes de que conocieran a los nuevos chicos de aquella campaña.
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Un golpe seco las sorprendió a todas de repente, puesto que las puertas de la oficina se habían abierto con violencia, las cinco chicas voltearon sus miradas para finalmente encontrarse con el resto del equipo que había regresado con éxito de su viaje de negocios… Todas estaban listas para trabajar…


-Pudieron haber entrado con más delicadeza –dijo Maya frunciendo el seño-.
-Sabes que eso no va con nosotras –respondió Lilium sonriente-.
-¿Y que tienen para nosotras? –preguntó Kati entusiasmada-.
-Pues tenemos un miserable equipo de tennis que debemos pulir –dijo Genn sin quitar la mirada de los papeles-.
-Ya veo, idea de Atobe me imagino –refunfuñó Ray mientras se sentaba-.
-Que comes que adivinas –respondió Natsu mientras les pasaba a todas las fotografías de los chicos-.
-Vaya montón de perdedores –comentó Ely mientras observaba las fotos-.
-Totalmente de acuerdo –concluyó Rumi acomodándose en el escritorio-.


Las chicas sin más palabrerías terminaron de acomodar la documentación… no estaban mayormente entusiasmadas por aquel trabajo, pero era un desafío que debían cumplir, aquella noche conocerían a los chicos en una cena de negocios… cada una de ella se entrevistaría personalmente con uno de ellos de manera que pudieran conocerlos individualmente.
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Una vez estuvieron listas un pequeño golpe tímido se escuchó en la puerta de la oficina, nadie le prestó atención en lo absoluto hasta que finalmente la puerta se abrió lentamente, una joven de cabello marrón hasta la cintura, de piel tersa y blanca y de ojos color carmesí se hizo presente, pero en su insípida voz no fue tomada en cuenta por ninguna de las chicas… hasta que en uno de sus ataques de torpeza tropezó con un estante haciendo caer al piso una jarra de agua y algunos vasos… sin duda aquella joven se había hecho notar de una forma poco convencional.


-Mira el desastre que hiciste niñita –dijo Rumi enojada-.
-Lo… lo siento –respondió la joven limpiando el desastre-.
-¿Quién rayos eres tu? –preguntó Genn intrigada-.
-Si… lo siento, soy Sakuno Ryuusaki… soy… -balbuceaba la joven tímidamente-.
-Tú eres la pasante de la universidad de Tokio –concluyó Maya la oración de la joven-.
-Así es –dijo la pequeña mirando hacia el suelo-.
-Pero que tonta nos han enviado –dijo Natsu fríamente-.
-No tiene potencial –murmuró Lilium sin ningún interés-.
-Deberías dedicarte a otra cosa pequeña –musitó Sayu entre risitas-.

La joven Sakuno estuvo a punto de llorar cuando Maya las silenció a todas dándole un golpe en el escritorio… aquel había sido el favor que le había pedido su hermano, debía convertir a aquella niña en una verdadera Rosa.


-Son ordenes de Keigo –concluyó Maya encarándolas a todas-.
-Como sea, me da igual –respondió Ray dándole la espalda-.
-Tenemos que enseñarle a hacer una de nosotras, tomen esto como un trabajo extra –dijo Maya en tono de desafío-.
-Será tan difícil como volver famosos a estos tenistas de pacotilla –farfulló Mari entre risitas-.
-Da igual, después de todo somos las mejores –dijo Genn finalizando la conversación-.


Las chicas pusieron a la pequeña Sakuno al tanto de aquel trabajo, ya ella conocía a aquellos tenistas por lo tanto las Rosas comenzaron a pensar que quizá la pasante si les sería de alguna ayuda y de lo contrario por lo menos era buena sirviendo café.
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Finalmente la hora del almuerzo había llegado y todas las chicas habían salido de su oficina para ir al cafetín presidencial como de costumbre, sin embargo no se imaginaban que otra sorpresa un tanto particular les estaba esperando en aquel lugar.
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Ajenas a todos los alrededores las chicas se sentaron en su mesa de siempre, ordenaron lo de siempre y comenzaron a comer, ahora en compañía de su nueva mascota, la pequeña Sakuno, que a duras penas hablaba, la velada transcurría con normalidad cuando repentinamente Ely se vio rodeada por los brazos de un chico aparentemente muy cariñoso, todas comenzaron a reír al instante en lo que Ely molesta tomó entre sus manos una bebida y se destinó a arrojársela al chico… Aquél en un increíble salto hacia atrás logró esquivar el ataque sin ningún problema.


-¿Qué rayos haces Gakuto? –gritó Ely enfadada-.
-No seas mala conmigo, te extrañaba Ely bonita –respondió aquél con una sonrisa-.
-Tonto… -farfulló la joven con una expresión de rencor-.
-Vengo a informarles chicas que el señor Atobe me pidió que me uniera a su nuevo proyecto –comentó Gakuto mientras se sentaba en la mesa-.


En ese instante Ely se puso de pié y se marchó enojada, las chicas no pudieron evitar reír en lo que Gakuto un tanto triste continuó con su explicación.


-Bueno como les decía, Atobe pensó que necesitaban a un décimo jugador y pensó que yo estaría bien –concluyó el joven con su noticia-.
-Me parece bien, tu serás un respiro para el equipo Gakuto –dijo Maya sorbiendo un poco de té-.
-Que bueno… pero a Ely no le calló bien la noticia –dijo el joven con una sonrisa fingida-.
-Es normal, es mejor que no te metas con ella –musitó Genn mientras se ponía de pié-.
-Bueno, ya saben donde encontrarme –comentó el chico mientras se retiraba-.
-Te llamaremos cuando toque la primera reunión grupal –exclamó Ray al verlo alejarse-.


Las chicas terminaron de comer con tranquilidad para luego regresar a su oficina a continuar organizando el trabajo y la cena de negocios de aquella noche… Sakuno venía en las nubes como de costumbre por lo que no estaba escuchando las indicaciones de Maya, en un tropezón repentino la pequeña calló aparatosamente al sueño por lo que Maya no pudo evitar echarse a reír…


-¿Estas bien? –Preguntaba Maya entre risas-.
-Si, lo siento –decía Sakuno levantándose-.
-Debes mantener tu cabeza en este mundo si quieres ser una de nosotras –comentaba Maya con una sonrisa-.
-Es que me estaba preguntando porque la señorita Ely se comportó así con el joven Gakuto –Finalmente Sakuno se había puesto de pié-.
-Déjame y te cuento una historia, es sumamente confidencial así que si mencionas palabra sobre esto estarás despedida –aclaró Maya seriamente-.
-Entiendo –dijo Sakuno un poco asustada-.
-Hace un tiempo nosotras hicimos un trabajo en donde lanzamos a la fama a los chicos del Hyotei… ellos son los tenistas mas populares a nivel mundial –dijo Maya orgullosamente-.
-Si lo se –respondió la pequeña entusiasmada-.
-Bueno en ese trabajo Ely se enamoró de Gakuto y viceversa, pero… eso esta prohibido en esta industria –comentó Maya un tanto desanimada-.
-¿El amor? –preguntó Sakuno sorprendida-.
-Así es… las Rosas y las estrellas no pueden mezclarse… esa es la peor falta que puede cometer una Rosa –susurró Maya seriamente-.
-Pero tu estas con Shishido y Sayu con Atobe –dijo la joven tratando de comprender la situación-.
-En nuestras relaciones no hay una pizca de amor… -respondió la superior fríamente-.
-Y si ellos se amaban… ¿Cómo terminaron así? –preguntó la joven sorprendida-.
-Me encargaron el trabajo secreto de separarlos… le implante a Gakuto una amante y Ely se lo creyó, se separaron y ella ahora lo odia, nunca nadie supo claramente el porque… pero las Rosas fuimos las responsables –Maya no había cambiado su expresión de frialdad-.


Sakuno no podía creer aquellas palabras, la señorita Ely que se había enamorado sinceramente del joven Gakuto, habían sido separados por sus propias compañeras y así como el resto de los secretos de la industria del espectáculo aquello había quedado en las sombras como un mero misterio… Sin duda había que ser demasiado cruel para ser una Rosa… la pequeña pasante comenzaba a dudar que pudiera con aquel trabajo más sin embargo daría su mejor esfuerzo por salir adelante.
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Finalmente todo estaba listo, las Rosas habían terminado de organizar los documentos, y ya cada una tenía asignada una cena con uno de los chicos para la entrevista individual, aquella noche un inevitable cambio daría comienzo y era la fuerza del destino la que llevaba las de ganar en lo corazones fríos de aquellas chicas… Muchas sorpresas más serían el platillo fuerte de esta historia.

~Continuará~


Bueno chicas espero les haya gustado, en la proxima encararemos a los chicos así que espero no se la pierdan ;)

MayOtk
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