One-shot Outlast: una brutal pesadilla...

* Habla para el reportaje
* Habla apuntando la cámara hacia algo o alguien.

Capitulo 1: La primera y la ultima noche...

Sheila preparo su bolso, su cámara de repuesto al igual que unas baterías. Sabia que tenia que hacerlo por su compañero caído.

- Lista para irnos Shay?- Le dijo un joven castaño que llevaba una cámara grande en sus hombros, parecía ser el camarografo.
- Estoy mas que lista... Todo sea por el...- Dijo la pelinegra mientras subía a la camioneta.

La noche cayo de repente silenciosa y bastante horrendo pues empezó a llover. Una vez que llegaron a edificio, estacionaron la camioneta y trataron de entrar lo mas callado que pudieron...
Abrieron la puerta con cuidado y entraron, era todo tétrico y oscuro por lo que encendieron la luz nocturna.

- Vamos por aquí, debe ser seguro por que no debemos seguir los rastros de sangre.-Dijo Shay con la cámara de vídeo en su ojo. De pronto una sombra paso a unos metros suyos.
- Viste eso? Dame el micrófono rápido, no voy a dejarlo pasar!
* - Hola a todos los televidentes y radioescuchas, soy Sheila Maxwell reportandome desde el viejo y abandonado hospital para enfermos mentales y asesinos seriales. Como todo el equipo de las oficinas del Canal 6 sabe, un compañero nuestro falleció hace 2 semanas y por tal razón hago este especial en su honor. Ahora nos encontramos en los pasillos de la entrada y por lo que las leyendas urbanas dicen todavía hay algunos pacientes vivos aquí... Ahora estamos en lo que parece ser una de las habitaciones y... Oh cielo santo! Eso es un cráneo? Que horrible, y les aseguro que no es utilitaria. Se que estarán preguntándose si tengo permitido estar
aquí y si hay alguien que nos cuida, para ambas es si... Es la policía de... *
- Siento interrumpirte pero tienes que ver esto- Dijo y señalo hacia un rincón haciendo que ella volteara.

Lo que vieron fue dos ojos blanquecinos que le los quedaba viendo como si fuera lo mas importante del mundo. Aquella cosa parecía acercarse mas mientras mas se alejaban; no lo pensaron dos veces y salieron corriendo hacia una puerta no muy lejos de allí.
Antes de eso pudiera entrar cerraron la puerta pero la cosa agarro la cámara mas grande.

- Que carajos fue eso?!- Dijo tocándose la cabeza y caminando con desesperación por todo el cuarto.
- No importa eso, ya que solo hay una cámara y hay una cuerda debemos atraérnosla en la cintura. Ya que soy yo quien lleva la cámara tu vas adelante. Ok?
- Como quieras... Pero crees que siga ahí?
Entonces la puerta comenzó a ser golpeada violentamente que parecía que no iba a sostenerse por mucho tiempo.
- Sera mejor movernos...- Dijo la chica apuntando a una puerta a lado suyo. La abrió lentamente y camino hasta un elevador para ir al tercer piso cuando un ruido los sobresalto haciendo que ambos se escondieran detrás de un mueble blanco. Entonces un hombre alto que parecía ser doctor paso cerca de ambos con unas tijeras gigantescas que goteaban sangre; hubo mucha fuerza de voluntad para no moverse ni gritar. Una vez que se fue corrieron al elevador y lo cerraron pero detrás venia aquella persona que rápidamente lesiono a Matt.

- M-Matt? Estas bien?!
- Algo... Solo me...
- Matt ten cuidado!- Dijo, pero era demasiado tarde: La tijera había atravesado su cuello. Lo único que pudo hacer fue acomodarse en un rincón llorando, pero su descanso duro muy poco por que sonó el metal y esa era la señal para que se pusiera en marcha, pero entonces apareció una sombra que la ataco brutalmente que la aventó e hizo que cayera por las escaleras golpeándose la cabeza y fracturándose la muñeca hasta que uno de sus dedos se partió a la mitad, entonces todo se puso negro...

Sheila despertó en el hospital, pero no había nadie cuando se levanto y se acerco a la puerta, solo había un largo rastro de sangre... No tuvo mas opción y la siguió. Lo que vio fue a personas desmembradas, sin dedos y algunos sin cabeza. Sintió gamas de vomitar pero se las quito una sombra que la tomo del cuello y le quito un brazo y la muñeca de la mano izquierda. La bestia acerco a su cuello y... Solo se escucharon sus gritos a lo lejos...