Shiga Otsu

​

Clínica
[Hoshi; Seikanji; Aki; Murai; Dozan; Ryoshi; Aoi; Akihito]

La noche comenzaba a cernirse en Otsu. El frio comenzaba a sentirse.

Murai colocó su mano al hombro de Seikanji —Si no hago mis movimientos correctamente; puede significar la caída de Koga— su voz era seria —Y siento que he cometido un error, si alguien nos ha atacado es que no supe leer sus movimientos. Y si no supe leerlos, es porque no he conocido a esta persona o personas como enemigos.

Akihito fue el primero en ingresar nuevamente a la clínica; seguido de Ryoshi y Aoi.

Fue Ryoshi quién le extendió el pañuelo ensangrentado a Murai —Nos lo dio el cuervo ese; un pañuelo ensangrentado.

Murai apretó los dientes —Un mensaje de un aliado —Tomó el pañuelo en sus manos — Cuando el agua cae en un pañuelo; no se ve a simple vista; puede ser lavado y nadie sabrá que a aquel pañuelo le cayó un poco de agua. Pero cuando un pañuelo se mancha de sangre, se nota al instante; y aunque se lave, siempre queda manchado —dejó caer el pañuelo con sangre — Alguien va a tomar represalias contra nosotros... y será público.

Murai llevó sus manos a su rostro y lo talló ligeramente —¿En dónde caerán? ¿En Koga? ¿Aquí en Otsu? ¿Contra Haku? Maldita sea... —trató de tranquilizarse.

Un brazo se extendió para jalar el antebrazo de Murai; era Hoshi quién abrió los ojos ligeramente —Saizo... —dijo con dificultad —... y sus yamabushi... Buscan el secreto de Kaze. Kaze dejó sus secretos atrás, no se los llevó a la tumba.

Murai parecía que iba a volver a maldecir; pero Hoshi lo detuvo.

—También lo entiendes ¿Cierto, amigo mío?

—Si —dijo Murai con sus puños cerrados; sus brazos temblaban de coraje —Han jugado conmigo todo este tiempo... —bajó sus brazos, dejando ir un fuerte suspiro; algo que sorprendió a Hoshi que con dificultad se reincorporó con ayuda de Aki.

—Debo explicarles todo esto —volvió a hablar Murai con todos los presentes —Pero lo haremos después de despedir a Kaji.

—¿Ha empeorado? —preguntó Hoshi con poca energía, aun debilitado.

Murai afirmó —Ven, podremos despedirlo juntos.

Hoshi buscó a Rengo entre el resto si éxito; por lo que fue inevitable que este preguntara por él.

—Está descansando en el shukusha —dijo Aki para después levantar la mirada hacia Akihito; él no había vuelto con él y aquello era una mala noticia; pero Aki apagó esa llama al instante, no quería que más problemas detuvieran el evento.

Antes de irse al castillo; Murai les entregó diferentes máscaras para que cada uno usara alguna.



Castillo
[Akihito; Aoi; Ryoshi; Dozan; Murai; Akamatsu; Seikanji, Aki; Hoshi]

Se reunieron en el castillo dónde los Akamatsu esperaban, sus ojos enrojecidos pero todos mantenían una grata sonrisa en el rostro. Allí sólo estaban los Akamatsu, los recién llegados y dos personas más; que al igual que ellos, usaban máscaras para cubrir su identidad. Uno era el chico cuervo; y el otro, usaba una máscara Hanya.

Contenido oculto

Nekita
rapuma
Ayeah

 

Akihito Shishio

Tranquilizador no era llegar y escuchar lo que significaba lo que habían traído de vuelta Ryoshi y Umi, de momento solo mente solo viajaba al último encuentro con Gendo como primera opción, luego estaba la segunda opción, que era más peligrosa y ya estaban a unos cuantos días de verlo pero tampoco sabía qué tantas cosas pudiera saber Murai de enemigos de los cuales no sabían aún.

Por suerte pudo distraerse del tema por el despertar de Hoshi y solo pudo limitarse a asentir ante la mentira de Aki para mantener la paz de momento, luego tomó una de las máscaras que Murai ofrecía antes de ir al lado de Hoshi, para ayudarlo y no tuviera que hacer tanto esfuerzo en su camino al castillo.

Ya allí, saludó a la familia primero y luego a los otros dos invitados con una corta reverencia dado que serían incapaces de ver su rostro y esperó en silencio a las posibles indicaciones.

 

Seikanji Yamagawa

En el momento en que su rostro quedó oculto tras la máscara, sus facciones se tornaron severas; un rictus de preocupación cortaba el siempre alegre rostro de Seikanji que caminaba sin decir una palabra hacia el castillo para comenzar con la ceremonia. Ver la preocupación de su sensei sobrepasando siempre aquella fría calma que parecía profesar lo puso en alerta. Contaba con aquella máscara sobre su rostro para que no se vea reflejado su semblante rígido, el cual seguro sería notorio cuando en realidad estaban allí para mantener una feliz despedida.

Al entrar en el castillo pegó su frente en el suelo frente al señor Akamatsu, dando a entender que también era una disculpa por haberse fugado sin su consentimiento.

—Me honra volver a verlo, Dono. Aunque lamento las circunstancias de esta visita pero no puedo no agradecer su hospitalidad. —levantó la frente y se reincorporó. —Espero pueda entender mi accionar.

Luego de sus palabras se retiró junto a Akihito, viendo a todas las figuras enmascaradas. Observó con un nudo en su garganta la familia Akamatsu, sin poder evitar pensar en la suya propia. ¿Qué cruel destino habrían atravesado? Negó suavemente, espantando esas ideas de su cabeza para inspeccionar a los presentes.

—Akihito, ¿dónde se encuentra Rengo-san?

Le preguntó en un susurro al notar que el Harima no se encontraba con él.

 

Aoi Nobunaga

El malestar que sentía cobró sentido cuando Murai explicó el significado de aquel pañuelo, pero no por eso su inquietud se disipó.

Tomó la máscara que éste tendía y la colocó sobre su rostro impasible sin bajar la guardia, desviando una mirada inquisitiva hacia Akihito antes de que la madera la cubriera por completo...

No había traído a Rengo ¿Por qué?

Pero no era momento de preguntas, la comitiva se puso en marcha y Aoi ocupó su lugar en la fila justo al lado de Ryoshi.

Cuando entraron al castillo Aoi se retiró a un lado en silencio, dedicando una levísima inclinación a modo de saludo hacia la familia e ignorando por completo a los enmascarados a pesar de reconocer al chico cuervo.

Su postura en apariencia respetuosa y relajada estaba estudiada al milímetro, pero sus músculos estaban en tensión, lista para echar mano de sus armas ante el mejor movimiento extraño.

 

​

 

Castillo
[Akihito; Aoi; Ryoshi; Dozan; Murai; Akamatsu; Seikanji, Aki; Hoshi]

Akamatsu afirmó ante Seikanji —Ha quedado en el pasado, joven Seikanji — dijo mientras Oshin se mantenía a un lado de su padre —Mi hija ha hablado muy bien de ti.

Todos se mantuvieron en respeto total; todos menos Ryoshi; quién avanzó hacia el sujeto de la máscara de cuervo e intentó fingir un burdo tropiezo para intentar tirarle la máscara del rostro; pero ese cuervo era demasiado rápido, detuvo su máscara con facilidad.

El cuervo no dijo nada a Ryoshi; pero el pirata se irguió para enfrentarlo.

—Un tropiezo— puntualizó Ryoshi.

—Uno mediocre — respondió el cuervo.

Dozan, había visto de lejos a Ryoshi e intentó acercarse a ellos; pero había sido tarde, su altercado se difuminó rápidamente.

El hombre de la máscara de Hannya se interpuso entre Ryoshi y el cuervo, no dijo nada; simplemente señaló hacia Murai, quién avanzaba junto a Hoshi hacia dónde estaba Kaji. Esto hizo que se apartaran un poco de Seikanji y Oshin mientras la esposa de Kaji, Midori, también avanzaba junto a ellos ayudando a Kaji, lo ayudaron a sentarse, su ropa era holgada, así como su cabello; muy distinto al Kaji que conocieron, ataviado y muy formal.




Midori le extendió a Murai el té; él los sostuvo por unos breves momentos, antes de introducir un líquido a vista de todos los presentes. Esto hizo llorar a las hijas de Kaji y este extendió sus manos para que ellas lo alcanzaran; ambas tomaron una de sus manos, fue un momento breve. Oshin acariciaba la mano con cariño y Kushina la apretaba con fuerza. Lo soltaron cuando su madre se acercó, después de ayudarle a Murai a servir el té en una taza. Se acercó a Kaji dándole un último beso.

Murai avanzó con la taza y la entregó a Kaji.

—Cuidaré de tu familia — la voz de Murai fue firme, seca.

—Siempre lo has hecho —Kaji sonrió —Eres un sensible. Necesito que cuides de ti, te lo ordeno como tu señor

Murai sonrió —Sabes que si me lo ordenas, no lo haré.

—Entonces nuevamente te lo pido como amigo —levantó la taza hacia Murai — Lamento no haber soportado hasta que todo terminara. Lamento dejarte solo —bajó la taza y miró al líquido —Te estaremos esperando del otro lado —dijo dando el primer sorbo

Un suspiro se escuchó en aquel lugar; era Midori, quien llevó sus manos a su boca para callar. Kaji la observó —Lamento no estar presente cuando los brotes vuelvan a reverdecer alrededor de Otsu, velas crecer junto a nuestras dos hermosas flores —dijo para mirar a Oshi y Kushina — Cuiden de su madre, sonrían; nunca miren atrás.

Kaji se terminó su taza con una sonrisa —Fue un placer...— su mano se relajó tanto que la taza se deslizó de sus dedos, rodando por el suelo —Gracias...

​

Su muerte fue silenciosa, el viento no sopló; y cuando parecía que el silencio dominaría todo el lugar; los pájaros comenzaron a cantar, despidiendo al señor de Shiga.

Midori abrazó a Oshin y Kushina; las tres comenzaron a llorar.

Hoshi seguía mirando en dirección a Kaji, su mirada fija en un punto que lentamente parecía alejarse —Se ha ido —culminó diciendo Hoshi hacia Murai.

—Me quitaron la posibilidad de poder llorar; parece que me mantengo estoico ante las despedidas de mis amigos. Pero me desquebrajo lentamente, Kaji fue mi amigo por más estaciones de las que pueda contar. He de vivir, cumplir mis promesas. La vida me hace pagar cada momento que respiro, me obliga a verlos morir, como fue con Sakurai. Me obliga a abandonarlos, como fue con Kozaemon. Y ahora me ha obligado en Kaji a tomar su vida.

—Y ahora sus hijos son los tuyos; eso es lo que no quiero que olvides jamás. Vives para sostener el futuro de todas estas semillas — dijo Hoshi, no sólo mirando a Oshin y Kushina, sino también a Seikanji, Akihito, Aoi, Dozan, Ryoshi y Aki.

El cuervo y el hombre con máscara de Hannya se inclinaron hacia Kaji en despedida; después avanzaron hacia Murai y se colocaron de rodillas para después inclinarse por completo.

—Cada una de las semillas... —dijo Murai — ... las cuidaré, a menos que una de ellas me traicione.

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Nekita
rapuma
Ayeah

 

Akihito Shishio

Se había quedado quieto en silencio para mantenerse lo más respetuoso posible, viendo con pesar desde su lugar a la familia e ignorando prácticamente a los desconocidos que también los acompañaban, no lo veía como el momento y mucho menos como lo más importante que estaba sucediendo frente a ellos.

No prestó mucha atención a Seikanji cuando se posicionó a su lado hasta que su voz lo sacó de sus pensamientos y actual sentir. Se tomó unos cuantos segundos para dirigir su mirada a él y negar con suavidad su cabeza antes de susurrar lo más bajo que podía para no sentir que perturbaba el silencio.

—Este no es el momento apropiado para responder eso, paciencia.

Soltó un suave suspiro y volvió a mirar hacia la familia, ignorando nuevamente a lo demás y lo que pudieran estar haciendo, esperando a que todo iniciara o bien ¿acabara? Sí, quería que todo acabara para que finalmente Kaji sintiera paz aunque al mismo tiempo fuera el momento más triste de toda esa familia.

La máscara durante todo el proceso le permitió tener toda la tristeza que le causaba ver aquella despedida en secreto, ver a la familia llorar de esa manera, como Kaji intentaba consolarlas, escuchar las últimas conversaciones y peticiones le parecía más desolador al saber que era la última persona del grupo cercano de Murai irse y dejando toda una familia atrás.

Apretó un poco el agarre de sus manos entrelazadas cuando Kaji tomó la taza con el veneno y cuando finalmente lo tomó, contuvo su aliento y no lo soltó hasta que Kaji pareció desvanecerse, cerró sus ojos e pidió en el silencio de su cabeza que el señor de Shiga pudiera descansar en paz y su alma fuera recibida por los queridos que ya lo esperaban. Luego, como los otros desconocidos se reverenció ante Kaji antes de dedicar su atención a Hoshi, Murai y su conversación.

¿Ahora qué es lo que se supone que harían?

 

Aoi Nobunaga

Observó el forcejeo entre Ryoshi y el chico cuervo poniendo los ojos en blanco. En otras circunstancias le hubiera divertido pero aquel era un momento solemne.

Se acercó a Ryoshi para tirar de su manga con cierto reproche en la mirada al tiempo que la familia de Kaji hacía su entrada en la sala.
— Esa curiosidad tuya te ganará muchos problemas.— lo reprendió en un susurro, aunque no pudo reprimir una sonrisa que se filtró en su tono de voz.

Pero la sonrisa se esfumó tan pronto como había llegado. Observó en un respetuoso silencio la ceremonia, inclinando muy ligeramente la cabeza para mostrar su respeto hacia Murai, respeto que él ya sabía que tenía.

Con disimulo llevó la mano al pomo de su katana, no confiaba en lo otros enmascarados ¿Por qué ocultaban sus rostros si era un entorno de confianza y lealtad? Tampoco entendía por qué lo hacían ellos.

Aguardó en tensión, esperando a que fuera otro quien rompiera el solemne silencio perturbado únicamente por el canto de las aves nocturnas... Una melodía extrañamente agridulce.

 

Seikanji Yamagawa

La ausencia de Harima y las palabras de Akihito no hicieron más que incrementar lo que presenta; solo esperaba estar equivocado al respecto y se maldijo en no ordenar a Reiko que vigilara a Rengo. Con todos esos pensamientos en su mente, asistió mudo a la despedida del señor Akamatsu, roto por los llantos agónicos de sus hijas y esposa. Las agrias palabras de Murai, el cual parecía asistir a la muerte como si fuera un lejano espectador de la vida. Seikanji sintió una admiración en su pecho al saber que Murai tras todas sus pérdidas, la traición de su hijo, el abandono de su madre y la muerte de sus hermanos no le hacian agitar el carácter, enloquecer de dolor y rabia. Era calculador y no actuaba con pasión ante los eventos; un verdadero shinobi, consagrado al arte del mundo de las sombras.

Así, entre los llantos y el eco transmitido de esquina a esquina, hacían de aquella escena un lugar desolado y perturbado por el terrible dolor que significaba perder a un ser querido.

 

​

 

Castillo
[Akihito; Aoi; Ryoshi; Dozan; Murai; Akamatsu; Seikanji, Aki; Hoshi]

Ryoshi bufó levemente ante Aoi —Es peligroso no conocer rostros —dijo sin despegar su vista del hombre con máscara de cuervo —Pero es aun más peligroso reconocer voces. Más que ver su rostro, quería escucharlo nuevamente para saciar mis dudas. Sé quién está detrás de esa máscara — después miró a Murai — Y ahora me doy cuenta del poder que tiene tu maestro.

Dozan lo escuchó y negó; pues estab de acuerdo con Aoi.

El de la máscara de cuervo se levantó para hablar, el de la máscara de Hannya se limitó a levantarse; mientras el cuervo daba un paso al frente hacia Murai, Hannya retrocedía.

El cuervo parecía que iba a hablar; pero algo lo distrajo.

—Atentos...— mencionó el cuervo.

Mientras una flecha traspasaba la habitación, era una flecha incendiaria. Una que comenzó a quemar aquel salón.

Una flecha trató de dar con Murai; sus habilidades shinobi menguaban ahora con la pérdida de uno de sus sentidos, aun así, logró esquivar la flecha dirigida a él.

—No quiero sobrevivientes — atajó Murai a los presentes.

—Jamás —dijo el cuervo corriendo hacia la salida. Hannya lo siguió de inmediato.

Hoshi comenzó a avanzar pero tanto Murai como Aki lo detuvieron. No sería bueno que avanzara tan mal descansado.

Murai señaló a Oshin y Kushina que empezaban a prepararse para correr —No, quédense aquí con nosotros; debemos apagar el fuego, protegeremos Otsu internamente. Protejan a su madre... y no dejen que nadie toque el cuerpo de su padre —después señaló a Seikanji; Akihito; Aoi; Dozan y Ryoshi —Síganlos, pueden confiar en ellos.

Murai bajó su brazo —No quiero recoger sus cadáveres — dijo con fuerza — retrocedan si es necesario; los quiero con vida —Apretó sus puños y mandíbula, odiaba no poder ser parte de la defensa, le fastidiaba ser tan frágil, detestaba ser un estorbo —Lamento que deban pelear por mi

Todos salieron del palacio; Reiko los guiaba hasta el cuervo y Hannya quienes había perseguido a los intrusos hasta las murallas de Otsu, eran cinco. Parecía que la muralla los atrasaría; pero ya había una cuerda esperándolos, los primeros iniciaron el ascenso y la cuerda comenzó a jalarse hacia arriba; pero el cuervo sacó su arma, un arco. Rápidamente colocó una flecha extraña en él, se prendió al instante de ser disparada; una flecha de fuego que cortó su única salida, la cuerda se quemó y rompió al peso de las personas.

—Saldré de Otsu; seguramente los esperan más detrás de las murallas.

Contenido oculto: Enemigos dentro de Otsu

2 nivel 4 (con atributos)
1 nivel 3 (con atributos)
2 nivel 2 (sin atributos)

Contenido oculto: Enemigos Fuera de Otsu

2 nivel 5 (con atributos)
4 nivel 2 (sin atributos)

Contenido oculto

Nekita
rapuma
Ayeah

Decidan de que lado de la muralla se quedan; y a quiénes atacan

 

Seikanji Yamagawa

El haz de luz que la flecha de fuego dejaba en su mortal recorrido hasta su objetivo alertó a Seikanji y levantó el rostro, alcanzando a ver la segunda flecha que era lanzada con una experimentada precisión hacia Murai. Esto no era una simple emboscada o señuelo enemigo, era un ataque en toda su regla; era la única forma de que dos ataques a distancia fueran enviados con tanta coordinación, un ataque estudiado contra señuelos de cartón y que ahora era lanzado contra los shinobis de Koga con brutal ventaja..

Pero Murai era la clase de hombre que por esencia no podía pertenecer al resto d mortales. Sus instintos eran tan afilados como los de un gato; un hombre que nada podía tomarlo por sorpresa. Esquivó la flecha y dio la sentencia. No se buscaba tener rehenes o prisioneros, sólo enemigos muertos.

Seikanji inclinó la cabeza hacia su sensei y obedeció con la diligencia que habla de admiración y respeto por una persona que no quieres decepcionar. Esta vez no cometería el error de dejar a nadie escapar, cómo había ocurrido con el ataque a Koga.

En su frenética carrera por las calles en busca de sus atacantes, Seikanji presenció la enorme pericia de sus nuevo aliados, cortando de esa manera la ruta de escape y rompiendo la fuga.

—Iré con él. —dijo a sus compañeros mientras el hombre de la máscara de cuervo corría hacia el exterior. —No podemos dejar a nadie con vida, de esa manera la comunicación entre nuestros enemigos se cortará.

Tenían muchos enemigos últimamente. ¿Quiénes serían está vez? Sin pensarlo mucho se lanzó contra un grupo de shinobis [dos lvl2] y atacó sin intención de perder tiempo.

 

Aoi Nobunaga

Escuchaba a Ryoshi a medias pues su cuerpo estaba alerta, sabía que algo malo iba a suceder y por eso fue que escuchó la flecha silbar antes de que ésta hiciera su entrada en escena.

Antes incluso de que el chico cuervo diera el toque de atención.

Cuando la segunda saeta atravesó la estancia, Aoi ya había tenido tiempo de tomar un kunai entre sus dedos y asomarse al exterior, contó los intrusos y, tras tomar aliento, salió de forma sigilosa aprovechando la confusión global para lanzar su arma en un único y rápido movimiento contra el objetivo más cercano dentro de Otsu (nivel 2 n°1).

A sabiendas de que con ello delataba su posición, desenvainó la katana y adoptó una posición defensiva, preparada para el próximo movimiento.

 

Akihito Shishio

Era admirable la suerte que parecían arrastrar hasta en esos momentos.

Aquella represalia de la que había hablado Murai les llegó muchísimo más rápido de lo que hubiera previsto, la primera flecha lo hizo llevar instintivamente su mano a la cintura, donde deberían estar sus katanas y maldijo en voz baja al sentir un espacio vacío; la segunda flecha en cambio terminó siendo pura impresión más que nada, ver de cerca la forma en la que los instintos de Murai le permitían esquivar un ataque directo con tanta facilidad era admirable.

Asintió a las ordenes de Murai y siguiendo el ejemplo de sus invitados con aquella loba de guía, salió del palacio hacia las calles de Otsu con la diferencia de tomar un pequeño desvío hacia la clínica para recuperar su arma antes de poder reunirse con los demás, y justo a tiempo para visualizar como cortaban la huida a los responsables y el grupo parecía empezar a dividirse.

No era algo que le agradara pero entendía que era necesario. No debían dejar a nadie vivo.

Con eso en mente, empuñó con fuerza su katana y centró su atención en uno de los enemigos dentro de la muralla (nivel 2 n°2).

 

​

 

Fuera de Otsu
[Seikanji,Cuervo; Hannya]

Seikanji siguió al cuervo, y detrás de él lo siguió Hannya. Fuera de la muralla se encontraron con seis personas. Una mujer con máscara de zorro, un joven con un gran sombrero suegasa; y cuatro personas más que parecían ser shinobis. No esperaron a un diálogo, el enemigo atacó.

El cuervo esquivó sus ataques al igual que su rival.

Hannya atacó con una fuerza colosal; pero su ataque fue burlado por la mujer zorro, dejando que Hannya impactara su naginata en el suelo, quebrándose. La mujer no se mofó, se mantuvo atenta a su oponente, lo atacó; pero su fuerza no fue suficiente para quebrantar la defensa de Hannya.

Seikanji atacó con fuerza a uno de sus dos oponentes, dañándolo considerablemente.

Dentro de Otsu
[Akihito; Aoi; Ryoshi; Dozan; Aki]

Ryoshi se enfocó al instante en el hombre ensangrentado; nada de la sangre en su ropa parecía provenir de él. Logró dañarlo considerablemente, recibiendo a cambio un simple rasguño.

Aki se enfrentó a la arquera, la responsable de las flechas contra Murai. Pero ambas esquivaron los ataques de la otra.

Dozan fue el que terminó cruzándose con un rival poderoso, recibiendo un rápido tajo por las kodachis de su enemigo.

—¡Dozan!— Gritó Ryoshi distrayéndose

—Ustedes... —dijo Dozan hacia su enemigo, mirando los tatuajes que tenían — Son ustedes... los que engañaron a Kaori...

Aoi había intentado eliminar a su oponente; pero este también era un shinobi como ella, no pudo ser sorprendido, y en respuesta le regaló un rasguño en su hombro con su katana.

Akihito logró conectar un impacto certero en su oponente, el cual dio algunos pasos hacia atrás; no por cobardía, la fuerza de Akihito lo desequilibró.

Contenido oculto: Lista de Combates

Cuervo vs Suegasa y shinobi 3
Hannya vs Mujer zorro y shinobi 4
Seikanji vs Shinobi 1 y 2

Ryoshi vs Ensangrentado
Dozan vs Tatuado
Aki vs Arquera
Aoi vs shinobi 5
Akihito vs shinobi 6

• Cuervo
• Hannya
• Ryoshi
• Seikanji
• Aki
• Dozan
• Aoi
• Akihito

• 
  
  Nivel= 5
  PV= 100
  Fuerza= 20
  Protección= 10
  Arco= 13
  
• 
  
  Nivel= 5
  PV= 100
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Naginata= 15 (+5) ROTA
  Yoroi= 10
  
• 
  Nivel= 5
  PV= 96
  Fuerza= 25
  Protección= 5
  Katana= 20
  
• 
  Nivel= 4
  PV= 90
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Kodachis= 11 (+5)
  Salud de hierro= +1 defensa
  Intuitivo= +3 suerte
  
• 
  Nivel= 4
  PV= 90
  Fuerza= 10
  Protección= 20
  Arco= 20
  Flechas= 19
  
• 
  Nivel= 3
  PV= 40
  Fuerza= 10
  Protección= 5
  Katana= 10
  
• 
  Nivel= 2
  PV= 65
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  Katana= 17
  Intuitivo= +2 suerte
  
• 
  Nivel= 2
  PV= 70
  Fuerza= 4
  Protección= 11
  Katana= 16
  Intuitivo= +3 suerte
  Débil= -2 defensa
  

Enemigos Fuera de Otsu

• Mujer zorro
• Suegasa
• Shinobi 1
• Shinobi 2
• Shinobi 3
• Shinobi 4

• 
  
  Nivel= 5
  PV=100
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Katana= 12
  
• 
  
  Nivel= 5
  PV=100
  Fuerza= 25
  Protección= 5
  Katana= 11
  
• 
  Nivel= 2
  PV=30
  
• 
  Nivel= 2
  PV=70
  
• 
  Nivel= 2
  PV=70
  
• 
  Nivel= 2
  PV=70
  

Enemigos dentro de Otsu

• Arquera
• Tatuado
• Ensangrentado
• Shinobi 5
• Shinobi 6

• 
  
  Nivel= 4
  PV=90
  Fuerza= 18
  Protección=12
  Arco= 12
  Flechas incendiarias= 4
  Flecas comunes= 19
  
• 
  
  Nivel= 4
  PV=90
  Fuerza= 17
  Protección=13
  Kodachis= 8 (+5)
  
• 
  
  Nivel= 3
  PV= 60 (médico)
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  Katana= 3
  
• 
  Nivel= 2
  PV=70
  
• 
  Nivel= 2
  PV=34
  

Contenido oculto

Nekita
rapuma
Ayeah

 

Aoi Nobunaga

Dejó escapar un siseo entre dientes y, a pesar de escuchar la exclamación de Ryoshi no permitió que ésta lo distrajera de su oponente.

Trazó un gran arco con su katana y plantó los pies en el suelo para devolver el golpe antes de que el shinobi pudiera alejarse demasiado.

Si lo eliminaba pronto podría acudir en auxilio de Ryoshi y Dozan.

 

Seikanji Yamagawa

Cuando sus kodachis cortaron a su rival, se impulsó nuevamente y volvió a atacarle sin esperar a que se recupere. Los combates debían ser rápidos, era la única manera que tenían de poder auxiliarse entre si, ya que estaban en inferioridad numérica.

Se separó luego del ataque sólo para corroborar cómo sus aliados se encontraban, viendo que la naginata del hombre de la máscara Hannya se rompía en pedazos. Seikanji no lo pensó demasiado, tomó su propia naginata y se la lanzó a su aliado sin mediar ninguna palabra. Estaba todo dicho con aquél acto.

Su mente jugó una mala pasada al pensar en Aki pero lejos de distraerlo le insuflo más fuerza.

 

Akihito Shishio

La concentración que parecía haber tenido al momento de dar el primer golpe para tratar de acabar con todo, desapareció en el instante que escuchó el grito de Ryoshi, ver cómo lo habían logrado herir de esa forma y sobre todo, saber que había ya una historia con esa gente.

Mordió el interior de su labio con frustración, si no acababa pronto no podría ser de mucha ayuda.

 

​