Otro Camino ¡Suicidio! Así me ha gritado la mente, y eso me ha hecho consciente, que la vida es sólo una y después de ésta no habrá ninguna. No he sabido apreciarla, mucho menos como guiarla, despreciando todos los consejos, de aquéllos que siempre alejo. Cada día cae la noche y del sueño hago un derroche, siendo mi compañera anhelada, la botella que es mi aliada. El licor es mi único amigo, el que constante está conmigo, porque hace tiempo que se fue, la mujer que tanto amé. Ese vino que me ahoga, que es certero como una droga, ése que es un completo engaño, porque es el que más me hace daño. Alucino y estoy de mal humor, el desánimo es mi fiel tutor, así he llegado a un punto, en que ha empeorado este asunto. Porque un pensamiento me susurra, que cave ya mi propia tumba, que termine de una buena vez, con mi vida que nada es. ¡Suicidio! Pero esa idea me ha espantado, y también me ha despertado, de la pesadilla real que vivo, la que cree yo sin ningún motivo. Por eso basta ya de lastimarme, debo aprender a amarme, a vivir la vida que sí lo es con responsabilidad y madurez. Quizás caiga y recaiga, y parecerá difícil que yo prosiga, pero otro camino me he trazado, buscando el éxito como resultado. Otro camino, un nuevo camino. Uno que mejore, mi turbio destino.