Hola aquí vengo con un nuevo fic c: de Soul eater, esta vez sobre Tsubaki hacía Black Star nuestro ultramegahiper gritón :B ! Espero que les guste, no olviden comentar lml ! Otra vez Otra vez más, ella solo suspiro cansada, era la décima vez que le tocaba arrastrarlo al lugar donde vivían, estaba agotada de la rutina de siempre, por unos minutos creía que quedaría sorda con tantos gritos, y mucho más aún no sabía como el chico no estaba ya tonto de tantos golpes. La verdad le preocupaba el hecho que su técnico siempre se metiera en problemas y formara escándalos, de que lo golpearan y burlaran. Llego a su residencia y dejo al chico en su dormitorio acostado para que así descanse del golpe que lo dejo casi vegetal nuevamente, camino hacía la salita y se sentó en el suelo sobre sus piernas para servirse una tasa de té que estaba sobre la mesa en la cual apoyo los brazos y escondió entre ellos la cabeza, se sentía horrible, no podía hacer nada para que su compañero no saliera lastimado, ya que el hiperactivo y algo o muy molestoso -dependiendo de quien se trate- Black Star realmente si se merecía aquellos golpes; él era muy simpático cuando quería pero a la vez muy grosero, y tristemente esa parte era la que más relucía frente a todos… Ella agradecía que sus amigos lo soportaran y es que la verdad era que Soul-kun es un gran amigo de su técnico, ambos son algo similares lo suficiente como para no pelear al menos que sea por sus grandes egos, Death the Kid es amigos de ambos solo que este vive más en su mundo de simetría que con los demás, las hermanas Thompson son grandes amigas, aún que la más pequeña gusta de las bromas de Black por otro lado esta Maka… Ambos se conocen desde muy pequeños, tienen una gran amistad pero casi todos los golpes que él chico recibe vienen de ella… Tsubaki solo suspiro, no podía creer que a pesar que ellos se conocieran de tan pequeños se trataran de manera tan burlesca, irónica, y por parte de la chica a golpes… Tomo un sorbo de su té y camino hasta estar frente a un espejo, tan alta y delgada que ve veía tan frágil, a pesar de poder transformarse en distintas y poderosas armas, ella en si era débil… –Una flor sin olor, una flor marchita –Susurro la chica con un gran dolor en el pecho, quería llorar, pero no debía, se aguanto sus amargos pensamientos y sonrió como lo hacía la mayor parte del tiempo, mientras que en la pared de al lado un chico estaba sentado en el suelo, desde que se logró despertar y salió del cuarto la observaba, estaba sorprendido, triste, angustiado, con rabia… Tanto tiempo estando con ella y jamás la había visto así… ¿Triste? ¿Dolida? ¿Qué paso con su sonrisa de siempre? ¿Por qué ese sentimiento de impotencia en su pecho? ¿Tan ciego estaba para no verlo antes? Black Star solo se atormentaba sentado en el suelo con la cabeza agachada, él siempre que hablaba o mejor dicho gritaba sobre su gran fuerza, y ahora parecía un ratón asustado, de su gran don de la palabra y ahora ni se atrevía a decir alguna letra a la chica, su gran amiga y compañera Tsubaki. Maldijo todo lo que pudo, a todos los que conoció y derroto; solo podía reconocer una cosa: En temas sentimentales era el peor. Tsubaki se dirigió al pasillo para ir a su cuarto y ahí vio al chico sentado en el suelo, rápidamente se agacho para saber si estaba herido o algo, era muy raro que no lo haya escuchado por como suele ser, lo miro preocupada, mientras que el solo miraba el suelo apretando sus manos en forma de puños – ¿Estás bien Black Star? –Preguntó con un hilo de voz, sus ojos negros demostraban preocupación el chico solo la observo unos segundos, y ella sonrió, la verdad es que ambos estaban dolidos, la triste realidad: ella capaz de ahogar sus sentimientos por verlo feliz y él la dañaba sin darse cuenta. Ambos se levantaron sin decir nada y cada uno se fue a su cuarto, ya en sus camas, ninguno podía dormir, se sentían mal, por primera vez en la existencia esa casa estaba en silencio, el primero en perder fue la joven flor, que cayó dormida en sus pensamientos mientras que un nada híper ventilado manojo de pensamientos se giraba de un lado a otro en su cama, la ansiedad le ganaba, necesitaba buscar una manera de la que pueda pedir perdón, pero no verse como un perdedor, ya que un Dios jamás podía caer así de bajo. –Un Dios como yo, no tendrá problema de pedir disculpas buajajaja –Rió nervioso para luego quedar dormido… Ya era de día y los rayos comenzaban con la lucha de levantar a un chico de cabellos celestes oscuros, el joven solo evadió la luz dando una vuelta contra la ventana y se quedo ahí, no deseaba despertar, mientras por otro lado una joven de cabello negro y largo ya estaba bañada y vestida; cocinaba tranquilamente ella que era fin de semana y no debían ir a clases, por otro lado el joven ya había perdido la batalla, se levanto fregándose los ojos mientras bosteza, estaba cansado, no había dormido mucho su cabeza aún estaba llena de pensamientos, caminó hacía el baño y pudo sentir el olor a comida, sus ojos se iluminaron así que entro corriendo a darse una ducha rápida y poder comer, al salir de la ducha ya vestido, camino a la cocina y la vio, ella estaba con una sonrisa en su rostro, pero seguramente no estaba consciente de lo que hacía ya que el agua ya había hervido y estaba saliendo de la olla, el chico al observo y propuso con todo su coraje y valentía hablarle no por nada era un Dios ¿No?. –Tsubaki –Llamó Black Star lleno de nervios, la aludida solo salió del trance para verlo. – ¿Dime? ¿Te duele algo? ¿Dormiste mal? –Preguntaba preocupada. –No, buajajaja, un gran Dios como yo no le sucede eso –Habló con gran ego, pero luego vio a la chica nuevamente –Debo pedirte una am… bueno yo… –Comenzó a divagar. – ¿Qué sucede Black Star? –Volvió a preguntar algo sorprendido por la actitud de su técnico. – ¡El magnifico Black Star viene a pedir disculpas! –Gritó a todo pulmón. Mientras reía nerviosamente. – ¿Bla-Black Star? –Su boca estaba abierta de lo sorprendida que ahora sí la había dejado, ¿Él disculpándose? Ahora si que no lo creía, todo era tan raro. –Ese es mi nombre buajajajaja, prometo no volver a meterme en líos –Prometió –Pero ya no andes mal… –Y-yo, no se que decir, pero gracias –Sonrió tan dulce, el chico solo se limito a sonreír, el lugar fue interrumpido por un gruñido que venía del estomago del chico, este solo llevo sus manos a su estomago y se sonrojo levemente –El almuerzo esta listo –Rió bajo. Así paso la tarde, ya era de noche y habían planeado junto a los demás ir al cine, ya fuera del lugar se encontraban todos menos Black Star, Tsubaki tenía una mal presentimiento y fue hecho realidad, al esperarlo junto con sus amigos, apareció él, con una de sus típicas entradas todo gritón acaparando las miradas, lo único que vieron fue al chico sangrando de la nariz, extrañamente esta vez quien le pego fue Liz, ¿Su argumento? Él la avergonzaba siempre en lugares públicos… Muy bien Maka en la escuela, Liz en áreas más publicas, Black Star jamás dejaría de meterse en problemas pero no le preocupaba ya que ella lo quería así…
