Orilla del Lago Negro

Tema en 'Hogwarts' iniciado por Nami Roronoa, 27 Enero 2016.

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    Steve Yops

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    Luego de que nuestros labios se tocaron, poco a poco todo empezó a ser mucho más fluído. Comené a sentir como su mano empezó a rozar mis cabellos, y yo lentamente puse mi mano sobre su hombro, y la cosa siguió cada vez mejor. Fueron los mejores minutos de mi vida. No entiendo como es que algo que se siente tan bien y es algo... no lo sé, inocente, puede ser tan repudiado por la gente.

    Lentamente nos fuimos separando y nos quedamos mirando fijamente. Yo, no pude evitar sonreír. Era todo... simplemente genial. Y sí, ya sé que minutos más tarde voy a estar vomitando arcoíris por estar hablando así de cursi, pero ahora... no me interesa de a mucho pensar. Estaba con alguien que me hacía sentir genuinamente feliz, no eran necesarias más máscaras ni corazas para protegerme... no con él.

    "Vaya. "Estuvo bien" dijo Frans mientras se rascaba la parte lateral de su cabeza, sobre su oreja. ¡Qué ternura!

    Engrandeciendo mi sonrisa, tomé su mano e hice que nuestros dedos se entrelazaran, y acto seguido, recosté mi cabeza sobre su hombro. Todo esto lo hice sin pensar mucho, estaba realmente relajado, y era fantástico. No tenía que estar pensando qué era lo próximo que tenía que hacer ni nada... todo era tan natural.

    —Por cierto, Parker es mi apellido. Mi nombre es Ryder, y como mis amigos me dicen Ry... es obvio que me gustaría que tú me llamaras así también, porque... digo, tú..."estás un peldaño más arriba". Lo siento, me cuesta decirlo directamente —comenté, añadiendo una risa nerviosa al final.

    >>Lo que hicimos no está mal, ¿verdad?

    >>¿Por qué hay gente que nos odia sólo por sentir algo así? Tan... no lo sé, puro. De hecho, aunque no suela hablar así, debo decirlo: es algo lindo, muy lindo a decir verdad.
     
    Última edición: 6 Agosto 2016
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    Frans Andersson

    ¿Qué hacía? Me sujetaba las manos cruzando sus dedos con los míos y apoyaba su cabeza en mi hombro. Uf... no podía negar que el contacto con él era agradable, pero... ¿qué diantres estaba pasando allí? ¿Alguien podría explicármelo?



    —Por cierto, Parker es mi apellido. Mi nombre es Ryder, y como mis amigos me dicen Ry... es obvio que me gustaría que tú me llamaras así también, porque... digo, tú..."estás un peldaño más arriba". Lo siento, me cuesta decirlo directamente

    Ryder. Ry. Cuando dijo aquello de que sus amigos lo llamaban así y quería que yo también lo hiciese, sentí una alegría artificial al pensarme su amigo. ¡Tenía un amigo!
    Pero claro. Luego dijo que yo estoy un peldaño más arriba, y eso me despistó. ¿Un peldaño más arriba de dónde? ¿Qué quería decir? ¿Qué le costaba decir?

    —Oh, vale... Ry —supongo que era eso lo que esperaba que dijese, vaya.

    Empezaba a sentirme un poco incómodo al tenerlo pegado a mi, y no porque no me gusta se estar así, ya que el calor que desprendía su cuerpo y la suavidad de sus manos era agradable. No, era porque... no lo sé. Notaba que algo no iba del todo bien. Que su contacto significaba mucho más de lo que yo podía siquiera entender.



    Lo que hicimos no está mal, ¿verdad?


    Honestamente, ni siquiera sé muy bien lo que hicimos. Un beso, sí, pero, ¿qué significaba aquello? Agh, todo era realmente confuso.

    Pero Ry no dejaba de hablar, vaya que no.



    ¿Por qué hay gente que nos odia sólo por sentir algo así? Tan... no lo sé, puro. De hecho, aunque no suela hablar así, debo decirlo: es algo lindo, muy lindo a decir verdad.



    Y yo allí, sin saber de qué hablaba. "Nos odia". "Nos". ¿A él y a mí? ¿A quién? ¿Y quién nos odiaba? ¿Sentir "algo tan puro"? Un momento, ¿qué era exactamente lo que se suponía que yo debía sentir? ¿Se refería a amistad? ¿O...?

    Entonces lo entendí. Pude deducir qué estaba pasando. Sus palabras no hacían referencia a amistad, sino a... algo parecido al amor. Aquel chico se había encaprichado conmigo, definitivamente. Y yo me sentía ahora más incómodo aún, ya que me había percatado de qué estaba sucediendo, y me sentía extraño. Porque yo no podía corresponder esos sentimientos. No por cuestiones de preferencias. Era demasiado complicado todo eso de las chicas y los chicos para mí, de modo que ni siquiera me preocupaba o me lo planteaba como algo extraño. Era, sencillamente, porque no podía.

    No podía. Quería, tal vez, pero no podía. No sentía lo que él, y sería incapaz de sentirlo siempre.

    Y estuve apunto de apartarme, de alejarlo de mi lado y de decirle que sí, que aquello estuvo mal y que era un error tratar de realizar ningún tipo de contacto conmigo.

    Pero entonces... fui incapaz de hacerlo. Porque, aunque no sintiese lo mismo que Ry, una cosa era cierta e indiscutible: en todo el tiempo que estuve con él, en el fugaz momento en que me besó y en el tiempo en que charlamos, no pensé tanto en mis problemas, en mis casi inexistentes emociones, y, simplemente, disfruté del momento. Ry consiguió, de un modo u otro, que me olvidase de aquello.

    Y quizá fue egoísmo, pero, pese a ser consciente de que aquello podía derivar en algo a cuya altura no podría estar jamás, no le corté las alas. Y, en su lugar, dejé caer mi cabeza ligeramente sobre las suya, y dejé que mi mano le rodease la cintura, abandonándola al gesto instintivo que ésta deseaba hacer.

    Y, en vez de decirle que aquello no estuvo bien, dije, mirando al horizonte.

    —Supongo... que algo con lo que uno es feliz nunca puede ser malo. Y si hay personas tan despreciables y no tienen ni el decoro de... quiero decir, no son capaces de respetar a quienes son felices y los odian, pues... peor para ellos.

    No sé exactamente si mis palabras le harían sentir bien o no. En cierto modo hablaba con sinceridad. Tal vez porque aquello no era tanto una cuestión de sentimientos. Era más... de sentido común.

    ¿Cómo puede nadie odiar a otros por sentir algo que, según Ry, era tan puro? Si alguien era tan estúpido para odiar eso, tal vez... tal vez en parte era como yo.

    —Si alguien odia a otra persona por sentir, tal vez esa persona simplemente se odia a sí misma, porque es incapaz de entender ese sentimiento, o porque es incapaz de sentir algo ínfimamente parecido.

    Qué curiosa metáfora... sobre mí mismo.
     
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    Y entonces, sentí como la cabeza de Fran se recostó suavemente sobre la mía y como su brazo comenzó a rodear mi cintura, y si soy sincero... no podría sentirme mejor. Me sentía... querido genuinamente, protegido, comprendido y acompañado. Definitivamente esto es lo mejor que me pudo haber pasado al haber venido a esta escuela.

    "Supongo... que algo con lo que uno es feliz nunca puede ser malo. Y si hay personas tan despreciables y no tienen ni el decoro de... quiero decir, no son capaces de respetar a quienes son felices y los odian, pues... peor para ellos.

    >>Si alguien odia a otra persona por sentir, tal vez esa persona simplemente se odia a sí misma, porque es incapaz de entender ese sentimiento, o porque es incapaz de sentir algo ínfimamente parecido."

    Las palabras de Frans hicieron que se me aguaran los ojos, y sin poderlo evitar, una lágrima recorrió mi mejilla. Entonces me despegué de su hombro y lo vi directamente a los ojos.

    —En serio: gracias. Por esto que acabas de decir y... no lo sé, ¿todo? —dije, mientras más lágrimas salían de mis ojos. Afortunadamente sólo era lagrimeo, yo me encontraba completamente tranquilo por lo que podía hablar con claridad, aunque definitivamente me las sequé—. Rayos, lamento sonar tan meloso... es sólo que, hace mucho tiempo que nadie me decía algo tan lindo... nadie había querido acercarse porque bueno, los repelía o intimidaba porque sé que no tengo un carácter fácil, pero si te soy sincero... esa era la idea.

    Desvié, entonces, la mirada hacia el suelo, y continué hablando.

    —El año pasado, en mi antigua escuela, un amigo mío estaba sentado junto a mí en el recreo y dijo algo de que podíamos jugar a ser esposos, y bueno... Uno de los buscapleitos lo escuchó y le dijo literalmente, a todos nuestros compañeros.

    >>Recuerdo que lo empezaron a molestar día tras día, y le decían una serie de palabras horribles. A mí no me decían mucho porque... yo no le había dicho nada cuando me propuso su juego, no alcancé porque el gorila ese se apareció a interrumpir. Y él la pasó tan mal... de hecho hasta tuvo que irse del colegio, y yo en serio, en serio que me sentí impotente. ¡Pude haberlo ayudado! Pero era el mundo entero contra él, y cuando una manada te llega encima te sientes súper pequeño e inútil...

    >>Lo bueno es que... se cambió a una escuela muy sofisticada donde todo resultó ser muy distinto. Los chicos lo aceptaban por ser tal cual era y no tenía trabas de demostrar sus sentimientos. Me sentí muy feliz por él.

    Alcé la mirada, con un sentimiento algo amargo. No me gustaba mucho hablar de esto, se sentía raro. No sé... es como algo de lo que me prometí no hablar nunca, y aunque siento algo de confianza en Frans, no puedo evitar sentir como si algo estuviese "roto" dentro mío al estar hablando de esto.

    —Pero una vez que él, se fue intentaron hacerme bullying a mí. Y ahí fue donde me di cuenta... que no podía permitir que su estúpido e hiriente jueguito siguiera, así que apenas recibí la primera burla, lo destrocé, con el mismo carácter que de seguro viste hace un rato atrás. El bobo ese se puso a llorar de una manera impresionantemente patética cuando lo derrumbé usando sólo palabras, y cómo era "la gran bestia", nadie intentó hacer nada después. Y ahí fue cuando supe que... si eres diferente y todos quieren atacarte por eso, y la ayuda es más bien escasa... tienes que defenderte tú mismo y bueno, ser literalmente un maldito imbécil. Y puede que varios me odien por eso, pero ten por seguro que... mostrándome así, es todo más fácil.

    Negué con la cabeza mientras entrecerraba los ojos. Otra lágrima iba a salir de nuevo y sinceramente... estaba harto de sentirme débil, así que hice una fuerza enorme para contenerla.

    —Por eso es que... aunque esté muy muy feliz por lo que está pasando entre nosotros, necesito que esto quede en secreto y espero que lo entiendas. No quiero que nadie aquí lo sepa. Ni siquiera mi familia ni mis antiguos amigos lo saben, no quiero que lo sepan un montón de recién conocidos... y una "casi amiga". Si esta información cae en manos equivocadas, estoy seguro que habrán tenido el arma definitiva para quebrarme por completo, y yo... necesito ser fuerte. Necesito que la gente sólo conozca la parte que debe conocer de mí, y esa parte es la mínima.

    >>Y si bien alguno podría tener miedo de molestarme aún sabiendo eso, o puede que lo intente pero igual falle porque yo lo podría neutralizar de alguna forma, me da muchísimo miedo lo que la gente diga a mis espaldas. No... no soportaría pensar que la gente está hablando de mí. No de eso.

    >>Entonces, ¿podrías guardar el secreto? A la luz del resto seremos amigos, aunque nosotros sepamos que esto va mucho más allá —concluí, tomándole las manos mientras lo miraba con cara de súplica, esperando su respuesta. Estoy bastante seguro que nadie como Frans Andersson me podría haber visto tan frágil y vulnerable.
     
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    Frans Andersson

    Escuché con atención la historia de Ry. Y es que nada más que empezó hablar, ya comencé a ser incapaz de comprender qué demonios quería decir. Le dije "algo lindo". Duh, no sé exactamente qué pudo parecerle lindo. Yo sólo quería un amigo, para... pues... no lo sé, no sé por qué quería un amigo. A ratos sentía esa necesidad de estar satisfecho conmigo mismo, pero luego recuperaba mi consciencia normal, y me decía: "estúpido, esas personas no te interesan, no te acerques a ellas, es absurdo".

    En todo caso, él parecía estar realmente inmerso en aquella historia. La verdad... aunque traté de fingir mis mejores expresiones de estupor e indignación, nada se removía dentro de mí al oírla. De hecho, no entendía por qué parecía ser algo tan relevante para él. El hecho de que a otra persona le hubiesen acosado, un amigo suyo, y él se sintiese culpable por no haberlo defendido. Bah, era problema de su amigo. Ni que el hecho de que lo odiasen fuese tan grave. A mí no me afectaría, y, tal vez, por eso no me dolía tanto como a él. Porque me ponía en la situación de ambos personajes de la historia, y... no sentía nada.

    ... claro que no podía entender tampoco la amistad como tal. Decían que era algo muy bonito. "Algo lindo", habría dicho Ry. Le gustaba mucho esa palabra, al parecer. Pero, honestamente, no tenía del todo claro qué debería provocar en mí tener un amigo. ¿Era ahora un amigo Ryder para mí? ¿Era algo más, una especie de novio? ¿Cómo podía saberlo? ¿Cómo se sabe cuándo alguien es tu amigo, cómo se sabe cuándo quieres a alguien, y cómo eres capaz de graduar ese sentimiento y catalogarlo como una cosa u otra?

    Hubo un punto de la historia en el que no le presté atención. Anduve pensando en mí mismo, en mi vida. ¿Siempre había sido así? ¿Siempre, siempre? Era plenamente consciente de que no era un niño normal. Pero... ¿por qué motivo? ¿Pasó algo que mis padres no me contaron o nací así? Y si nací así, ¿por qué? Comprendí que quizá era un sentimiento similar el que sintieron Ryder y su amigo. Al menos algo parecido. Debía serlo, para mí tenía que ser así, si es que quería llegar a comprenderlo mínimamente. Era la sensación más cercana que a lo que él pudiese sentir que yo mismo experimentaría.


    Entonces, ¿podrías guardar el secreto? A la luz del resto seremos amigos, aunque nosotros sepamos que esto va mucho más allá.

    Entonces fue cuando oí aquellas palabras, y, definitivamente, mi mente no podía procesar aquello.

    —No lo entiendo —dije, seca y concisamente. Y es que no lo entendía. No entendía nada—. No entiendo por qué motivo hubiera de desagradarte lo que piense el prójimo —duh, Frans, otra vez tú y tu formalismo—. No entiendo por qué deberías sentirte culpable. Y no entiendo por qué deberías de guardar un secreto como ese. Simplemente, es que... no puedo entenderlo. ¿Qué importará? Los demás no tienen nada que ver contigo. Y tú no tienes nada que ver con los demás. Tú eres tú, yo soy yo, y en nuestros respectivos mundos las intromisiones ajenas, no son posibles siempre que no lo permitamos.

    Callé de repente. Me di cuenta de que estaba hablando con una frialdad que podía resultar incluso escalofriante. Como si para mí no tuviese ni la más mínima importancia, porque, en efecto, no la tenía. Dado que vagamente entendía mis propios pensamientos y mis escasos sentimientos, ¿por qué habría de entender los del resto? Y es más, ¿por qué habrían de importarme? No sé, se me hacía ridículo que aquel chico tuviese los ojos empañados por tamaña estupidez.
    Aunque claro, por mucho que yo pensase aquello, seguramente no era tan fácil para él.

    A diferencia de mí, Ryder parecía haber creado una coraza... y yo llevaba la coraza de serie, siempre conmigo.

    Por un segundo, sopesé si debería contarle a Ry todo lo que los médicos y mis padres me dijeron sobre mí. Él dijo que éramos amigos, o algo similar, al menos. En teoría, los amigos debían ayudarte, o eso decía todo el mundo. Por lo que... ¿qué de malo había?
    Pero no lo hice. Porque pensé que quizá tenía alguna repercusión negativa. Quizá hería sus sentimientos de alguna forma. No iba a tener mesura a la hora de hablar, y sabía bien que no me daría cuenta si decía algo que no debía, o si él se daba cuenta que yo no era como él creía. Y, antes que arriesgarme a ello, preferí guardar silencio.

    Era... curioso. En cierto modo, eso significaba que me importaban, al menos de forma ligera, los sentimientos de otro, ¿no es así?

    No recuerdo la última vez que eso sucedió, si es que alguna vez pasó.
     
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    Y entonces, la situación dio un giro inesperado. Frans parecía algo... ¿desinteresado en un inicio? Hasta que finalmente respondió, y quizá era algo "buena onda" pero la forma en que lo dijo (fría, distante, seca, indiferente), me descolocó por completo. Instintivamente, le solté las manos y me las guardé detrás de la espalda; me sentía indirectamente amenazado. No habré confiado muy tempranamente, ¿verdad?

    Tomé aire, y quedé mirando al suelo por unos segundos, pensativo, hasta que me dispuse a enfrentarlo clavando sus ojos fijamente en él:

    —¿Por qué de repente actúas como esta mañana? Esa misma mirada de "no me importa" —le dije, tratando de disimular un poco lo dolido que estaba. Uff, no recuerdo la última vez que había estado así de sensible—. Y bueno... entiendo lo que dices, pero tristemente eso de "no importa lo que diga el resto" no siempre es así de sencillo. No estamos aislados, tenemos sentimientos y somos sensibles al contexto... ¿verdad?

    >>Por favor, respóndeme la primera pregunta. No quiero pensar que acabo de confiar algo demasiado importante a alguien que no le importa al punto de que le podría decírselo a cualquiera. ¿O es que acaso ya estás, pues... "muy asumido" y no es tema para ti?
     
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    Sacudí mi cabeza con suavidad, en una negación automatizada. Agh. Al final, había conseguido lo que trataba de evitar: incomodarlo. Había notado la indiferencia en mi tono y en mi cara, porque había sido demasiado inconsciente, y había dejado que mis expresiones fingidas se desvaneciesen.

    Entonces, algo dentro de mí reaccionó instintivamente. Una desagradable, pese a que ínfima sensación. Como un desagradable sabor bajo la lengua, y un cosquilleo espinoso en el estómago. ¿Era eso lo que se sentía cuando defraudabas a alguien?

    —No entiendo a qué te refieres con eso de "muy asumido".

    Comprendí entonces que lo estaba volviendo a hacer. No entendía realmente a qué se refería Ryder, y, en cierto modo, me parecía que, quizá, estaría bien que le contase la verdad. Al menos, hasta cierto punto. Porque probablemente salía a correr si le decía que era medio psicópata así, sin más. Y no quería eso, porque, de algún modo, sentía que quizá con él podría comenzar a acercarme a aquello que a veces anhelaba...
    No sé. Era complicado de explicar. Sólo sé que quería estar con él, pero no estoy del todo seguro de si quería porque me interesaba, o quería por puro egoísmo.

    Probablemente fuese lo segundo... o no. Agh, diantres. Menudo asco.

    —Verás, supongo que lo justo es que yo sea honesto con us... contigo —"supongo" no era una palabra escogida por casualidad. Verdaderamente "suponía" que era lo correcto, era una mera deducción, no una sensación—, ya que lo has sido conmigo. N-No quiero que pienses que no me interesa lo que me dices o algo así. No es eso. Pero es que, desde pequeño, he tenido... problemas para expresar mis sentimientos, digámoslo de ese modo. No estoy habituado a este tipo de pesquisas, así que me es harto difícil mostrar en mi expresión algo de interés, o hablar con poco entusiasmo. ¡No es porque no me importe! —aunque en el fondo, sí fuese así—. Es porque... bueno, no puedo evitar ser inexpresivo. Lo intrincado de todo esto —a veces era inevitable que mi forma de hablar regresase a su curso habitual— es que soy así de impersonal con mi propia persona, en muchas ocasiones.

    >> Mis padres me hicieron numerosas pruebas, y bueno, parece que, simplemente, soy así, y ya. No puedo expresar bien mis sentimientos —"porque casi no los tengo", suspiré para mis adentros—, eso es lo que me pasa. Y muchas veces no entiendo las indirectas, las expresiones, o los gestos. O no entiendo por qué muchas personas se muestran tristes, o contentas —tal vez estaba siendo más honesto de lo que pretendía. Nunca medité el explicar eso último, pero había surgido solo, conforme hablaba, las palabras se habían deslizado—. Incluso llegaron a hacerme pruebas de autismo. Cumplía muchos requisitos, algunos médicos me diagnosticaron como tal, como un autista leve, y todo, aunque muchos otros refutaron el diagnóstico. No puedo relacionar los símbolos, las expresiones, las imágenes y todo eso con la facilidad habitual.

    Era cierto. No estaba mintiendo; en un principio, me consideraron autista. Porque sí, no reaccionaba ante muchas señales o estímulos, y dado a que siempre me hallaba solitario y no me gustaba la interacción con otras personas, hubo muchos médicos que estuvieron de acuerdo en decir que tenía algo de autista. Pero luego, llegó la palabra que me definía mejor aún: psicópata. Quizá no era ni lo uno ni lo otro. Quizá era ambas cosas, o ninguna, o algo que nadie podía entender.

    —Pero cuando he hablado contigo, he notado... que me interesas. Aunque no pueda mostrarlo como me gustaría, me interesas —aquello también era cierto. A mi manera, pero él me interesaba. Ry me interesaba—. Y creo que podrías ayudarme a intentar ser más... normal. A comprender.

    >> Nunca he tenido amigos. Habitualmente se hartaban de mí, porque les exasperaba mi actitud distante, si es que siquiera tenían el arrojo de acercarse a mi zona de confort. Lo cierto es que muchas veces yo no mostraba el interés necesario en ellos, aunque quisiese mostrarlo, no podía. Así que supongo que era mi culpa. En cualquier caso, sería lógico si ahora mismo quisieses marcharte y dejar de hablar conmigo.

    Lo miré, con ojos vacíos. Mis ojos ocultaban tantas cosas, pero expresaban tan pocas...

    —Sería comprensible —continué. Lo era. Todo el mundo lo hacía, se alejaba, ¿por qué él no iba a hacerlo?—. Digo yo que habrá personas que te entiendan mucho mejor que yo, o no sé. Eso creo, al menos. Yo puedo intentar entenderte, si tú quieres. Es más, creo que quiero intentarlo. Pero... bah, en fin, márchate si quieres, no te lo impediré.

    Me abracé a las rodillas y quedé mirando al agua con mi rostro apoyado en ellas.

    —Al menos, ser como yo tiene algo positivo: probablemente no sea capaz ni de expresar demasiada tristeza si te marchas ahora y te doy miedo, decepciono, o algo así. Aunque probablemente querría llorar, supongo que no sería capaz.

    En realidad no sabía si lloraría. Raras veces había llorado. Ni siquiera sé si en verdad querría llorar. No entendía muy bien cuándo se suponía que debía llorar.
    Agh. Nada estaba claro en mí ya.

    De modo que esperé a que huyese, que era lo que, probablemente, haría.
     
    Última edición: 7 Agosto 2016
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    La respuesta de Frans me dejó atónito. La verdad estaba algo preparado para un "sí" o un "no" y su respectivo "por qué", pero en su lugar, comenzó a contarme su historia personal, a la cual... escuché atentamente.
    Frans había pasado por un proceso pesado en su infancia, donde tuvo que recurrir a gran cantidad de médicos porque había algo en su comportamiento que no era como "lo usual" por decirlo así. Le dificultaba expresar sus emociones, pero por lo visto, sí las sentía. Me quedó más claro con esta frase.

    "Pero cuando he hablado contigo, he notado... que me interesas. Aunque no pueda mostrarlo como me gustaría, me interesas."

    El corazón se me estremeció (Oh, God... el amor te hace decir unas palabritas... aunque no importa, se siente bien) al ver que se abrazó de las rodillas. Si hay algo que Ryder Parker sabe hacer bien, es analizar a la gente, y a estas alturas sabía que esa posición significaba, al menos generalmente... miedo, inseguridad, incomodidad. Fue algo que pude confirmarlo con sus palabras, cuando me dijo que entendería si me alejaba de él.
    Quizá Frans no es tan inexpresivo como piensa. Y es que... el hecho de que quiera, y por lo visto en cierto grado puede, sentir más de lo que es capaz en el momento, me conmovió mucho. Él, a diferencia de lo que probablemente pensaba, no era mala persona. Era todo lo contrario.

    Creo que estoy sintiendo... mucho para recién haberlo conocido. Pero es que, ¡wow! Estoy muy emocionado en verdad. Jamás pensé que iba a encontrar alguien tan pronto (o si es que podría hacerlo) con el que pueda llegar a forjar algo, en el mejor de los casos. Frans iba a poner de su parte... y yo también.
    Me acerqué a él lentamente, y me hinqué de rodillas, mirándolo. Puse mi dedo índice en su barbilla para mover cuidadosamente su cara, de modo que él me viera para hablarle.

    —¿Cómo crees que me alejaría de ti? Frans: ¡Me gustas! Y con eso me refiero a que me encanta estar contigo, más que con cualquier otra persona —respondí con un leve brillo en los ojos. Estoy seguro que si algún Ravenclaw me hubiese visto hubiera jurado que quizá era un gemelo bondadoso mío o algo así, porque esta faceta es realmente distinta a la que he mostrado antes en Hogwarts—. Te doy las gracias por confiar en mí al contarme esto, y en verdad te voy a ayudar... pero no a ser normal, llámalo a ser más expresivo. Porque a mis ojos eres algo mejor que normal: eres asombroso.

    No pude aguantar más. Rodeé su cuello con mis brazos, y le di otro beso para demostrarle de forma no verbal que en serio quería seguir manteniendo contacto con él.
    El chico me gustaba en serio. No sé si todo está yendo rápido, aunque no lo creo, puesto a que todo lo que está ocurriendo es bastante potente, así que lo llamaría más bien "intensivo".
     
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    Duh. Otro beso.

    Esta vez no reaccioné tan efusivamente como antes, porque, a decir verdad, era algo esperable. Pero, con todo, tampoco me aparté.

    Ry había dicho que yo le gustaba. Creo que nunca nadie me dijo algo así. Y me explicó qué significaba: "me encanta estar contigo, más que con cualquier persona". Supongo que era lo mismo que yo sentía hacia él, después de todo. Porque, tal vez no por el hecho de que sea él, sino por el mero hecho de que se ha interesado por mí, Ryder... no me resultaba una compañía desagradable. Había dado la casualidad de que fue él quien estaba en el Lago. Tal vez si hubiese sido otra persona, hubiese dicho lo mismo de ella. Porque lo único que yo quería era sentir que me importaba alguien, aunque fuese un poco, aunque fuese casi fingido. O tal vez no, y realmente Ry me importaba por ser él, y únicamente siendo él. No lo sabía. A decir verdad, no sabía bien cuál era la diferencia.

    La cuestión es que cuando me separé de él, encogí mis hombros, y dije:

    —A mí también me gustas —supongo que si me gustaba estar junto a él, si su compañía no me incomodaba, eso quería decir queme gustaba. Tal y como me explicó.

    También dijo que me ayudaría a ser más expresivo. Ojalá que tuviese razón, ojalá. No veía la forma en que podría lograrlo, pero...

    Supongo que dejar que te ayuden, a veces, es todo lo que uno necesita.
     
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    Solté una pequeña risa frente a sus medio indiferentes palabras y roseguí a ponerme de pie. Estiré los brazos y piernas, y me dispuse a observar de manera breve a los alrededores. Ya había anochecido. El lugar estaba iluminado por la luna, las estrellas... y no sé si Hogwarts tendrá lamparas o fogatas de exterior, whatever.

    Le tendí mi mano a Frans para que se levantara; pues ya iba siendo hora de volver al castillo donde los reyes de lo anticuado residen. Pronto se acercaba la hora de comer, y a decir verdad, tenía muchísima hambre a estas horas ya. Y una vez que ya estábamos los dos de pie, le dije:

    —Bueno, mucha ternura por hoy... —dije, volviendo ya un poco a mi forma de ser habitual—. ¡Ah! Por cierto, ya que tú eres de Slytherin, me gustaría que me avisaras si ves por ahí al estúpido de Golfa... digo Wolfgang Zeller. Le tengo un "regalo sorpresa" a ese idiota, aunque es un secreto, ¿ok?

    >>Si me ayudas con eso, te regalaré un libro que se llama "Destroza este Diario". Es un libro con el que podrás descargar toda tu ira, ¿y adivina qué? Hasta debes quemar una de las páginas... —Sé que suena a soborno, y sí, lo es básicamente. "Ry: ¿Por qué estás sobornando al chico que te gusta?" Es simple... en todo lo que estuve hablando con él, supe que rara vez hace cosas que no le traigan satisfacción propia por su dificultad de expresar sentimientos con los otros, entonces un trueque puede impulsarlo un poquitín. Y también me dijo que le encanta ser mago de fuego porque puede desquitar toda su ira ahí, so... ¿qué mejor que mezclar lo mejor de dos mundos?

    Ryder siendo mala influencia again (?)
     
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    MrJake

    MrJake Game Master

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    Frans Andersson

    Si me ayudas con eso, te regalaré un libro que se llama "Destroza este Diario". Es un libro con el que podrás descargar toda tu ira, ¿y adivina qué? Hasta debes quemar una de las páginas...

    Mis ojos se abrieron enormemente ante aquellas palabras. Me levanté gracias a la ayuda de Ry, pero... seguía concentrado en aquella idea, que pronto había hecho que todo lo que tenía en la cabeza se esfumase en favor de aquel libro, que ahora se había convertido en mi próxima meta.

    ¡Aquello sería tan genial! Realmente me sentaría enormemente bien un poco de destrucción. La sensación de notar algo quemándose, de romper cosas, ah. Eso quitaría todo mi estrés de un plumazo, me serviría para desconectar.

    Las palabras resonaron otra vez en mi mente.

    Hasta debes quemar una de las páginas...
    Hasta debes quemar una de las páginas...
    Hasta debes quemar una de las páginas...
    Hasta debes quemar una de las páginas...


    Zarandeé mi cabeza bruscamente, tratando de regresar al mundo real. Si es que aquel sitio podía considerársele tal cosa, por otra parte. Si Ry me hubiese escuchado, si hubiese oído mis pensamientos, se habría asustado. Porque en mi mente no sólo las páginas ardían, ardía todo el internado.

    ¡Pero no, no! Tenía que reprimirme un poco. Aquel libro que me había prometido podía ser buena idea para liberar ligeramente las frustraciones, en la justa medida para no excederme. Sí. Sí, seguro que sí. Ese libro...

    —¿Wolfgang Zeller, dices? Vale —asentí, con rostro ido.

    No podía evitarlo. Sonaba demasiado tentador en mi mente.

    quemar una de las páginas...

    Modo Psicópata extremo: On (?)
    @Steve Yops, shévame al Gran Comedor, que probablemente yo no pueda ir para cuando tú respondas
     
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  11.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
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    Daniel Brown

    Las indicaciones de Nick fueron escasas como siempre, pero esta vez al menos nos ayudaban a descartar muchas posibilidades. Aún así, los exteriores del castillos seguían siendo lo suficientemente extensos como para no saber por dónde empezar a buscar.

    Victoria no propuso ningún sitio, de nuevo, así que fui yo quien tomó el liderazgo y avancé por la escuela hacia la puerta, y una vez fuera en dirección a las orillas del Lago Negro. ¿Quién nos decía que no podría estar dándose un relajante baño?

    —¿E-edgar? ¿Estás por ahí?
     
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  12.  
    Nekita

    Nekita Amo de FFL

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    Kara Willson

    Después de una larga caminata habíamos logrado llegar a las orillas del lago negro, pegué un pequeño saltito al ver toda esa hierba que se extendía a la orilla del lago y además ese frondoso y gran árbol que estaba a lo lejos. Debía admitir que venir a ver el lago a estas horas de la noche era algo... mágico, por así decirlo y no dudaba que de día igual de hermoso pero por ahora me quedaba con el paisaje que brindaba la noche.

    —¿No te parece lindo, Melinda? — pregunté con una pequeña sonrisa en mi rostro — Aunque bueno.. casi todo de Hogwarts es lindo pero creo que este lugar gana un par de puntos más en belleza..

    @Bruno EVF (?
     
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  13.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

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    Por más que buscaron, Daniel y Victoria no fueron capaces de encontrar rastro alguno de un fantasma en los alrededores del Lago Negro.

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  14.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP Certified Gakkouwiki

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    Melinda


    Willson y yo nos apersonamos en torno a las aguas del Lago Negro. La luna resplandecía en el manto negro, rodeada por estrellas que titilaban, como invitando a jugar. Ver el paisaje que ofrecía el firmamento me hizo dar cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo, de cómo las incidencias del día habían hecho que perdiera la noción del mismo. Se sentía bien.

    —¿No te parece lindo, Melinda? —preguntó mi amiga con una sonrisa— Aunque bueno... casi todo de Hogwarts es lindo pero creo que este lugar gana un par de puntos más en belleza…

    A decir verdad, la Torre de Astronomía es mi paraje preferido en todo el castillo de Hogwarts —respondí, mirando el reflejo de la luna en el lago calmo, mientras nuestras sombras se dibujaban sobre la hierba gracias a su luz—. Pero también aprecio este sitio y pensé que te gustaría relajarnos un poco aquí, antes de la cena.
     
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  15.  
    Nekita

    Nekita Amo de FFL

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    Kara Willson

    "A decir verdad, la Torre de Astronomía es mi paraje preferido en todo el castillo de Hogwarts"

    — Uhm, no he tenido el placer de ir a la torre de Astronomía pero si te parece más bonito que esto no puedo imaginar que tan bello será estar allí — sonreí y me fui sentando lentamente sobre el pasto del lugar para mirar un poco mejor el lago. Y cuando mencionó lo de relajarnos asentí levemente, estar aquí si me calmaba un poco después de todo lo que había pasado y demás así que el propósito de venir se había cumplido.

    —¿Crees que pase algo interesante para la cena?
     
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  16.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP Certified Gakkouwiki

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    Melinda Frenerich

    No creo tener el criterio suficiente para decidir qué lugar es más bello que otro —respondí, tomando lugar al lado de Willson, sentándome de rodillas—. Pero disfruto mucho de los sitios elevados. Si bien tengo un complejo con mi… estatura… no tiene que ver con eso —hubo una pequeña pausa—. Es que así me siento más cerca de las estrellas —alcé mis ojos hacia la noche, para apreciar mejor los astros que titilaban junto a la luna, pequeños e inquietos vistos desde la distancia —. Y sobre la cena… Puedo contarte lo que sé por mis hermanos…

    Pero aunque esa fue la intención primera, el tema de conversación se desvió paulatinamente hacia mis hermanos, ya que había percibido la curiosidad en sus ojos y no veía motivos para no contarle un poco más sobre mí. Le hablé sobre Abelard, mi hermano mayor, mal estudiante pero pieza esencial del equipo de Quidditch de Slytherin; de Roderick, fanfarrón y astuto como un zorro; y de Kasch, el menor de los varones pero, irónicamente, el más alto de todos, que para mí era como una torre; con él tampoco me llevaba del todo bien, pero recalqué que era el menos malicioso de los tres…

    Se sentía raro entregar mi confianza a otra persona a la que conocía hacía relativamente poco tiempo, pero quizá se debiera a que nunca me había atrevido a abrirme a los demás, porque no era como si mi familia estuviera compuesta por personas honestas. Y, a pesar de que nuestra amistad era apenas el principio de un amanecer, seguí sintiéndome tranquila después de hablarle a Willson sobre parte de mi familia. Sus ojos brillaban como siempre, pero me distraje de ellos al pensar en el transcurso del tiempo.

    Me puse de pie lentamente y sacudí los trozos de césped aferrados a mis calcetines.

    Ven —tendí una mano hacia mi amiga para ayudarle a incorporarse—. La cena debe estar por empezar… Allí encontraremos la respuesta.

    La chica estrechó mi mano y, tras vernos las dos en pie, dejamos atrás las tranquilas aguas del lago, mientras las estrellas nos rodeaban.
     
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