[Original] Virus letal

Re: [Original] Virus letal

me encanto el primer capiii. compadezco a mi personaje ya que a pasado nos nervios espero ver el proximo, la unica pega es la claración del autor o como se llame.

 

Re: [Original] Virus letal

Algunos de vosotros ya habréis leído esta conti, es la que dejé en mi blog. Estoy de vacaciones, cuando vuelva el domigo acabaré la tercera conti, que estaba casi completa.



Cap. 2.- Último día sin clases: ¡mucho trabajo por delante!

El último día sin clases transcurrió casi exactamente igual que el anterior. Desde muy temprano estuvieron llegando alumnos, los cuales en muy pocas ocasiones iban acompañados por sus padres. Sin embargo, a pocos de ellos parecía importarles este hecho. Es más, la mayoría lo prefería así.

También llegaron los profesores restantes, que no eran pocos. Por lo visto habían pensado que la mayoría de alumnos llegaría durante el primer día y habría mucho jaleo de vehículos y estudiantes perdidos, por lo que habían optado por ir el segundo y último, ahorrándose así bastantes problemas. Y así había sido.

Entre otros, ése era el caso de Jake Dixon, profesor que impartía robótica y que acababa de ser trasladado al campus en cuestión por propia petición. Era una persona a la que le gustaba tomarse las cosas con calma, tal vez incluso con demasiada. Nada más llegar se dirigió a la sala de profesores, donde rápidamente entabló amistad con sus nuevos compañeros. Ayudó bastante el hecho que era una persona bastante seria y atenta que tenía el don de escuchar a los demás.

Estuvo un rato comentando con otros profesores el tema que llevaba ya varios días ocupando la portada de casi todos los periódicos: la base recientemente descubierta y la muerte del científico. Algunos profesores creían que estaba relacionado. Otros pensaban que se trataba de una casualidad.

-En todo caso, si no muere nadie más no hay de qué preocuparse, ¿cierto?- comentó en un tono tranquilizador al ver que una profesora de avanzada edad, posiblemente a punto de jubilarse se sentaba desalentada en una silla.

La mujer lo miró con un aire triste, pero no siguió hablando del tema.

-Por hablar de otra cosa: ¿de dónde viene, Jake?-Quiso saber uno de los profesores más jóvenes, cambiando de este modo de tema.


Cerca del edificio del campus destinado a servir de dormitorio para todos los estudiantes que cada año se desplazaban hasta aquél recóndito lugar a seguir sus estudios, dos chicas, de veintiuno y veintidós años respectivamente charlaban animadamente sentadas sobre la hierba, con las mochilas muy cerca de ellas. Kumi y Rumiko se conocían desde hacía apenas unos minutos y sin embargo ya se llevaban bien. “Igual que con Mion”, pensó irónicamente la chica de cabello azulado recordando el desagradable encuentro con dicha muchacha.

-Eres nueva, ¿verdad? No me suena haberte visto antes por aquí...
-Sí, a menudo soy “la nueva”- comentó seriamente.
-Pero tú tranquila, que no te vamos a comer, jeje...

Sus palabras quedaron unos segundos como suspendidas en el aire. Finalmente la recién llegada sonrió de nuevo, haciendo que Kumi recuperara su confianza inicial.

-Mira, ésa es Yuri, una compañera de clase. Ven, ¡que te la presento!
-Pero las maletas...-comenzó algo preocupada Rumiko.
-Cierto, las maletas... –arrugando el entrecejo.
-Bueno, nos las podemos llevar. Total, tarde o temprano teníamos que llevarlas a los dormitorios.

Las dos muchachas agarraron fuertemente sus maletas y mochilas y comenzaron a caminar hacia una fuente, al lado de la cual esperaba la amiga de Kumi. Tras presentarse y charlar un rato más buscaron en el tablón de anuncios cuáles iban a ser sus habitaciones. Curiosamente las tres chicas estaban juntas en uno de los dormitorios de la tercera planta.

-Qué casualidad- opinó una de ellas.
-No importa, ¡mejor así! Por cierto, Rumiko, ¿qué estás estudiando?
-Astronomía. Es un tema que me gusta desde que era pequeña. ¿Y vosotras?

Las dos jóvenes a las que se dirigía enmudecieron unos segundos antes de contestar en un susurro, como si lo que le estuvieran explicando fuera un secreto. Finalmente murmuraron un “investigaciones”. Acto seguido se llevaron un dedo a los labios en señal de silencio, antes de que Rumiko pudiera reaccionar siquiera.

-¡Cuánto misterio! ¿Por qué...?
-Porque es secreto- la interrumpieron mirándola con los ojos relucientes.


A las seis de la tarde llegó al campus el último alumno. Se trataba de un estudiante de veinte años, hijo pequeño del director de la universidad. Había llegado un día antes de empezar las clases porque lo habían obligado. “No te vamos a permitir que empieces las clases una semana después que los demás, como hiciste el año pasado” le habían advertido sus padres. A causa de esto, ya entró con mala cara en el dormitorio que compartiría con Seiron y Kat.

-¡Buenas!- murmuró Kat sin levantar la vista del libro que tenía entre las manos.
-Muchachos, creo que ha habido un problema... no es posible que estéis en mi habitación- empezó con tono borde.
-Pues ve a quejarte- le interrumpió todavía sin mirarle.
-Creo que no hará falta; seguro que encontráis un motivo por el que debéis iros- siguió sin inmutarse el recién llegado acabando de abrir la puerta.
-La madre que...–Seiron había dejado el portátil en el momento preciso en que dos tipos que apenas pasaban por la puerta entraban en la estancia y los miraban amenazadoramente.
-No temáis, aquí no tiene por qué pasar nada- rió maliciosamente Seth.
-Y no va a pasar nada, ¿verdad?

A Seth se le heló la sangre en las venas al oír esa voz que tan bien conocía. Era la de el vigilante, que curiosamente siempre aparecía a tiempo para pillarlo armando alguna de las suyas.

-¿Hay algún problema con la habitación?
-Ninguno, señor.
-Perfecto... Gordon, Hyle, os indicaré cuáles son las vuestras, no sea que os confundáis.

En cuanto se hubo alejado, Seth advirtió a sus compañeros que ése iba a ser el peor año de su vida. Kat no le escuchó y Seiron fingió estremecerse. Ambos conocían la arrogancia y la cobardía del joven, que eran muy similares, por lo que no se preocuparon demasiado.

-Bueno, Gato, estamos en un primer piso. Mejor para ti. Así, si sales volando por la ventana no te matarás...
-Qué gracioso eres... anda, vete a presumir delante de tus novias y déjame tranquilo- le repuso aún sin levantar la mirada del libro.

[FONT=&quot]La alarma de incendios se activó en el preciso instante en que Seth murmuraba algunas palabrotas, ahogándolas. Sorprendidos, los alumnos fueron saliendo de los edificios en los que se encontraran y se reunieron todos en el mismo lugar: el campo de fútbol. A los pocos minutos se oyó la voz del director diciendo que se trataba de una prueba para comprobar el correcto funcionamiento de todas las alarmas del centro y que no había sucedido nada grave. De paso aprovechó para dar la bienvenida a todos los alumnos y les deseó un buen curso y una estancia agradable. “Va a ser complicado” pensaron varios alumnos. Y tenían razón, aunque fuera por un motivo distinto al que tenían en aquellos momentos en la mente.[/FONT]

 

Re: [Original] Virus letal

Cap. 3.- Sólo malas noticias.



El día dos de octubre hubo más muertes. Tres, concretamente, una más que el día anterior. El suceso apareció en algunos periódicos de ideas políticas contrarias al actual sistema de gobierno. En ellos se podían leer muchas críticas, tanto de periodistas famosos como de lectores en general que seguían los sucesos. La mayoría hacían hincapié en la escasa atención que el gobierno dedicaba a aquellas muertes y reclamaban que se investigara con más profundidad su causa.

Sin embargo, había algo que muy pocas personas sabían. El gobierno sí estaba llevando a cabo una investigación. El problema era que por el momento no se había podido demostrar que el incidente en la base y las recientes muertes estuvieran relacionadas.

El día nueve de octubre hubo una manifestaciones en las ciudades más importantes del país. Habían muerto ya un total de veinte personas de la misma ciudad y parecía que el gobierno no hacía nada para remediar la situación. Algunos de los asistentes a las manifestacionesn lanzaron piedras contra la policía, que hasta aquél momento se había mantenido al margen. Sin embargo, ante esto reaccionaron violentamente. Aplacaron rápidamente a sus asaltantes y en los sitios en los que había conflictos disolvían las manifestaciones.

Horas más tarde, algunos estudiantes del campus se enteraban del multitudinario suceso en el telediario. Al día siguiente casi todos los profesores y estudiantes sabían algo del tema. Mientras que la mayoría de los jóvenes discutían sobre él con rabia, los profesores comenzaban a alarmarse. No podían dejar de pensar en la posibilidad de que alguien infectado llegara al campus y contagiara a todos sus residentes.

Aunque algo temerosos, alumnos y profesores continuaron con las clases con normalidad. Esta calma duró hasta el día en que un alumno llegó tosiendo de manera alarmante a clase. Se trataba de Seth, quien, según aseguraba, había pasado el fin de semana anterior en una ciudad cercana a una de las ya dos infectadas. Sin previo aviso, haciendo una mueca de dolor extremo se desplomó delante de todos sus compañeros de clase. Una vez en el suelo quedó inmóvil, provocando el pánico de todos los espectadores. Éstos, dejados llevar por el miedo, salieron desordenadamente de la estancia.

La bronca y el castigo que hubo de soportar Seth por gastar aquella broma de tan mal gusto fueron especialmente duros. Además, el joven no consiguió lo que buscaba: la expulsión. Esto lo fastidió tanto que durante días hizo la vida imposible a todos quienes se cruzaban con él. Por ejemplo, cuando se encontró con Sarah y con Naruko que salían del comedor hablando animadamente comenzó a meterse con los defectos de ambas. Las chicas, en un principio extrañadas, no tardaron en desentenderse. Pero no les extrañó ver por la tarde que el joven tenía ya un ojo morado. Mion, que pasaba por allí, les explicó que el ojo morado era obra suya. “Y ha tenido suerte de que Max nos viera” añadió furiosa.

-¿Te insultó a ti también, Mion?
-En un principio sí. Intenté no hacerle caso, pero me siguió con sus burlas y... estallé. Lo siento por Max, Seth le golpeó en la cabeza cuando intentaba impedir que nos peleáramos.
-¿Se encuentra bien?
-Sí. Le he acompañado a la enfermería y la doctora dice que no es nada grave.
-¿Y Seth ha ido a que le miren el ojo?
-Ha sido el primero en llegar. El muy crío creía que iba a quedarse ciego.

Las muchachas rieron unos instantes al imaginarse la escena. Finalmente Mion se despidió y continuó su camino.

-En el fondo es simpática, ¿no crees?- le preguntó Naruko a Sarah.
-Pero en el fondo- respondió su amiga crítica.
-No parece de las que van por ahí pegando... ¿qué le habrá dicho que la ha enfadado tanto?
-Quién sabe. Seth tiene la habilidad de hurgar en las heridas de los demás. Si a eso le sumamos que tiene acceso al expediente de todos los estudiantes...
-Sí, es una mala combinación.

La noche del treinta y uno de octubre nadie se despegó del televisor. La noticia de que se había encontrado el origen de las muertes corrió de boca en boca a gran velocidad. Como muchos se temían, había sido el frasquito roto el desencadenante de aquella sucesión de muertes.

-Ya hay tres ciudades en las que han fallecido personas afectadas por el virus D3D (Dead Three Days). Se recomienda a todos los habitantes que usen siempre que salgan a la calle, si les resulta posible, mascarillas, por la seguridad de todos...-decía en tono grave el presentador.
-Muy bien, pero lo que nos interesa es saber si se ha conseguido el remedio o no- protestaba Jake. Hela, al oír a su compañero quejarse le dio la razón.

Pocos minutos después, tras oír la explicación detallada de la evolución de las personas infectadas (fiebre el primer día, fiebre y delirios el segundo y muerte el tercero) el presentador lamentó comunicar que por el momento no se había encontrado ninguna cura. Acabó su exposición explicando que se recomendaba aislar a las personas que a partir de aquél momento sufrieran fiebres exageradas.

-Si pasados tres días no han muerto significa que es una fiebre normal... qué inteligentes- exclamó Kumi irónicamente.

[FONT=&quot]De quienes estaban a su alrededor, Rumiko fue la única que no rió. No se explicaba cómo todavía podía haber personas que vieran todo aquello como un asunto del cual se podía bromear cuando se quisiera. Miró a Kumi y advirtió que tampoco ella parecía divertirse.


Ojalá la espera haya valido la pena >.<
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Re: [Original] Virus letal

Muy interesante, me gusta como escribes^^
y tambien me gusta la forma en que reflejas
las personalidades, y me encanta la actitud
de Mion.

Saludos!!

 

Re: [Original] Virus letal

wowowowowowowowow
Que supermegainteresante, aunque no me pareze bien que comparta habitación, con el hijo del director, otra cosa, en el capitulo de la alarma de invendios, que le paso a mi portatil?