One-shot Orgullo Quincy. (ishihime oneshot)

Sé de antemano, que en este foro, las únicas fans (visibles u activas en foro) de esta linda pareja somos mi querida loveseshxrin y yo, u__u pero a pesar de ello bleach ha puesto escenas ishihime, sobre todo las caras de idiota que pone Ishida cuando está con Orihime, o tan siquiera cuando se trata de ella; cuando se pone celoso, y la protege de sus incontables semerus (acosadores).
Este one-shot, está situado cronológicamente en el inicio de la saga del fullbring (manga actual de bleach), en dónde Uryuu se encuentra en el hospital, porque el sexy de Tsukishima lo atacó. ¬///¬
Empiezo…

En el colosal hospital de karakura, en uno de los mejores cuartos con el que contaba el hospital, Ishida Uryuu se encontraba solo, recostado en una inmaculada camilla.
Uryuu cerró ambos azulinos ojos, y al instante pudo ver a su abuelo Souken.

—“Te recuerdo a la perfección cuando niño”—sonrió—“siempre me entendías, jamás me regañabas, y lograbas hacer que entendiera las cosas con claridad, dándome el por qué de ellas”—tragó saliva amargamente—No como Ryuuken—pronunció en tono audible, para después hundirse en sus recuerdos.

Flash back.

—Abuelo, mi papá me prohíbe ser quincy, dice que es un desperdicio de tiempo—dijo un pequeño Uryuu, el cual tenía la cabeza gacha, tratando de ocultar sus pesadas lágrimas.

—De hecho, tu padre lo dice porque te quiere—depositó su pesada mano en la cabeza de su nieto—debes de saber que hoy en día, el ser quincy no lleva pan a la mesa—sonrió de manera cálida.

—Pero no me gusta ver a las personas sufrir por culpa de esos hollows.

—Tu padre lo hace porque te quiere—comentó el anciano insistente.

—No es cierto, él jamás me ha querido—habló el infante muy seguro de sí mismo.

—Tu padre protege lo que quiere, sólo eso, es el orgullo quincy—las palabras del mayor captaron en seguida la atención de Uryuu.

—¿Orgullo… quincy?—preguntó, cesando sus lágrimas, acompañado de una inmensa intriga.

—El orgullo quincy es proteger con tu vida a lo que más quieres, por eso tienes esos poderes—retiró su mano de la cabeza de su nieto.

—No comprendo—confesó con un puchero, esperando a que su abuelo le diera una explicación, como ya era de costumbre.

—Lo comprenderás cuando seas más grande…

End flash


—“Y es lo que aún no logro comprender”—pensó Ishida molesto, con el ceño fruncido.

El abrir de la puerta sacó al quincy de sus pensamientos.
Ishida Uryuu giró a ver, en dirección de la entrada, y vio entrar por ella a la “idol” del instituto de karakura.

—Inoue-san—habló Uryuu, quien, trató de sentarse, pero, sin embargo, Inoue Orihime impidió hacer tal acto.

—¡No te esfuerces, Ishida-kun!—exclamó Inoue con notable preocupación, a lo que el chico se recostó ya muy resignado.

—Toma asiento, Inoue-san—pidió Uryuu relajado, quien, miraba claramente en dirección a una silla, la cual fue jalada por la chica de iris color gris, para después ponerla a lado de lacayilla en la que se encontraba su compañero.

Uryuu miró sonriente a Inoue Orihime, ahora, últimamente, ella lo visitaba diario, de hecho ella era la única que lo visitaba, desde que fue atacado por el tipo incógnito.
La chica se sentó, y miró preocupada a su compañero.

—No me gusta preocuparte, Inoue-san—confesó, tratando sonar “severo en sus palabras”, pero, por mucho que quisiera, jamás podría comportarse así con Inoue Orihime.

—A mí tampoco me gusta preocuparte, Ishida-kun—sonrió, tratando así de relajar al chico de azulinos ojos, el cual lo hizo al instante.

—Inoue-san—pronunció el apellido correspondiente al de su compañera en ese tono, era difícil de explicar qué tono, pero, era uno especial, uno que usaba de manera inconsciente, y de manera natural cuando se trataba de Inoue Orihime.

—Y, ¿cómo te ha ido, Ishida-kun?—preguntó relajada, la chica poseedora de singular cabello anaranjado.

—Convivir con Ryuuken es lo peor que me ha pasado en la vida—masculló el chico, suspiró con notable fastidio al recordar a su progenitor, y nuevamente miró a su amiga, con el brillo en los ojos que siempre salía, sólo cuando se trataba de esa chica—y a ti, ¿cómo te ha ido, inoue-san?—cuestionó al ver a la interrogada tan pensativa.

La chica siguió pensativa, y con la mirada perdida en el piso.
Ishida Uryuu la miró curioso, o mejor dicho… preocupado. No era normal ver así a la idol del instituto de karakura. Ella siempre se mostraba feliz, y despreocupada, pero, ahora no.

—Inoue-san—repitió el chico de anteojos, logrando por fin, obtener la atención de su amiga.

—¿Qué querías, Ishida-kun?—preguntó Inoue, un poco perturbada, por haber sido sacada de sus pensamientos en seco.

—¿Cómo te ha ido?—cuestionó nuevamente, tratando de ignorar el semblante de la chica.

—Me ha ido muy bien, Ishida-kun, de hecho—hizo una pausa, y de su regazo tomó unos cuantos libros y libretas—también he venido a traerte los apuntes de la escuela—Uryuu sonrió al ver tal gesto de Orihime.

Ishida levantó su torso, y quedó sentado en la cama, con ambas piernas aún tapadas, y extendidas. Tomó los útiles que le había ofrecido Inoue, y sonrió.

—Gracias, Inoue-san—los ojos azulinos de Uryuu se fijaron en la libreta rosa que estaba al inicio de la pila de apuntes, la tomó, y comenzó a hojearla.

Las hojas de la libreta comenzaron a correr, y del interior de la libreta, cayeron el regazo de uryuu, unas hojas blancas, que al parecer, había guardado la chica.
Ambos chicos, dirigieron la mano, con fin de acomodar aquellas hojas, por lo tanto, ambas manos chocaron. Aquel contacto hizo que la piel de Ishida, e Inoue, se erizara y sensibilizara al instante.
Ishida sintió una presión en sus mejillas al levantar la cara, y ver a Orihime a escasos centímetros de distancia..

—S-supongo, q-que es algo personal, I-inoue-san—tartamudeó lleno de nerviosismo, con ambos pómulos sonrosados, y ajustando, con el dedo índice y medio de su mano derecha, las gafas, tratando de ocultar aquel sonrojo.

—No te preocupes, Ishida-kun—habló nuevamente hime, quien comenzó a organizar aquellas hojas, pero esta vez sin ayuda del quincy.

El chico de cabellos azulinos, dejó puesta su pálida mano en las gafas que anteriormente estaba ajustando, para después fijar sus penetrantes ojos, de manera disimulada, en las hojas que tenía Orihime.
Uryuu logró ver que las hojas contenían incontables conejos “chappy”, demasiado coloridos, para su gusto, claramente hechos por Kuchiki Rukia.
Inoue miró llena de nostalgia aquellos “dibujos”, y después de ello miró nuevamente al chico, pero, esta vez con dejo de tristeza, a lo que el caballero sintió que el mundo se le venía encima.

—Kuchiki-san, me hizo estos dibujos, poco antes de lo sucedido en hueco mundo—habló con dificultad, tratando de que su voz no se quebrara.

Una vez, pronunciada tal oración, Orihime le entregó aquellas hojas a Uryuu. Éste aceptó las hojas de manera delicada, y comenzó a ver los garabatos hechos por Kuchiki.
Los dibujos, eran, nada más, ni nada menos, que Ichigo, Sado, Renji, Inoue y él en versión chappy.
En una de las hojas se encontraba Ichigo-chappy, quien peleaba con Rukia-chappy. Ishida Uryuu sonrió, y bajó la mirada para ver a los siguientes dos chappys. Ahora se trataba de Sado-chappy, quién, aparentemente, ignoraba a Renji-Chappy, el cual trataba de hacerle plática a éste.
Ishida suavizó su semblante, y bajó curioso la mirada, para ver los dibujos restantes.
Ahora se trataba de una Orihime-chappy, con su hermosa cabellera; Orihime Chappy se encontraba sonriendo de manera amigable e inocente, en frente de ella se encontraba un Uryuu-chappy, el cual se encontraba ajustando sus lentes, acompañado con un notable nerviosismo, y con un muy leve sonroso en sus pálidas mejillas.
Ishida Uryuu sintió un vacío en su estómago, ¿por qué Rukia lo había dibujado así?. Uryuu volvió a sentir una presión en sus mejillas.

—¡Ishida-kun, estás demasiado rojo!—gritó, demasiado preocupada, la chica la chica de cabellos anaranjados, para después depositar la palma derecha en la frente de su compañero.

Uryuu sintió la delicada, y a su parecer helada, mano de su compañera, sintió enrojecer más, y miró a su compañera algo tembloroso.

—Supongo, que tengo temperatura—justificó el chico de anteojos, quien tomó la mano de su compañera, y la retiró con la mayor delicadeza posible.

Hubo un silencio entre ambos jóvenes, Uryuu nuevamente ajustó sus anteojos, y Orihime miró nuevamente aquellos dibujos.

—Toma, Inoue-san—rompió el incómodo silencio, acto seguido tomó las hojas en las cuales se encontraban los garabatos hechos por Rukia.

—Nada es lo mismo, desde que se fue Kuchiki-san todo…—la voz de la chica se apagó.

—Inoue-san, todo está bien, estoy muy seguro de que Kuchiki-san se encuentra bien—comentó Ishida muy seguro, a lo que su compañera sonrió ante las intenciones del chico.

El sonido del abrir de la puerta se hizo presente. El responsable de tal cosa era Ishida Ryuuken, el cual entró al cuarto con una jeringa.

—Tendré que hacerte unas cuantas pruebas, por lo tanto, me veo obligado a anestesiarte de manera general—afirmó el padre de Uryuu sin esperar respuesta alguna.

—¿Y para qué son?—cuestionó molesto el menor de los Ishida.

—Lo siento, pero, no te puedo decir—habló decidido—sólo te puedo decir que la anestesia hará efecto demasiado rápido, yo recomiendo que te vayas despidiendo de Inoue-san—caminó hasta la camilla, en la que se encontraba su hijo, tomó la mano de éste, y en ella inyectó toda la anestesia, para después enterrar nuevamente la aguja, que le proporcionaría suero durante las pruebas que la haría Ryuuken.—Inoue-san, cuando salgas, necesito que te dirijas conmigo, yo te iré a dejar a tu casa—fue lo último que dijo el hombre, para después retirarse.

Uryuu tomó los apuntes, que amablemente le había prestado Orihime, y depositó estos con suma delicadeza en una silla libre que se encontraba a lado de la camilla, del lado contrario en que se encontraba Orihime; hecha tal cosa, se recostó.

—Agradezco mucho tu visita, Inoue-san, me gustaría estar más tiempo contigo, pero, Ryuuken tiene que hacerme unos estudios, ve a casa, no quiero hacerte preocupar más—suspiró, y cerró ambos azulinos ojos de manera pausada.

—​

En la entrada del hospital de karakura, se encontraba el director de éste, fumando un habano, como ya era de costumbre.
Miró su fino reloj, y emitió un “tsk”, después de haber tomado aquella fuente de tabaco, con su viril mano derecha, dejó caer ceniza en el piso, y dio media vuelta, al sentir la débil presencia de Inoue detrás de él.

—Al fin llegaste—dicha tal cosa, Ryuuken tiró el habano, aún encendido, en el piso, y con el pie derecho lo pisó.

—¿Qué es lo que desea?—preguntó temerosa la chica.

—Ven, primero te llevo a tu casa—ordenó Ishida relajado, quien caminó acompañado de la amiga de su hijo, hacia el estacionamiento.

Una vez ahí, Ryuuken se subió en el ostentoso carro, del lado del asiento del piloto, Orihime imitó los actos del hombre, sólo que se sentó del lado del copiloto. Una vez los dos arriba, se pusieron los cinturones al mismo tiempo.
Todo el camino fue tranquilo, bueno, sí lo era para Ryuuken, pero no para la chica, ella ahora se mostraba más pensativa que cuando había ido a visitar a Uryuu, y después de todo, no era para menos, no con lo sucedido.
El vehículo llegó a su destino, y finalmente se estacionó sin problemas. Ishida e Inoue desabrocharon los cinturones de seguridad, y se miraron mutuamente.

—Ahora, lo que quería preguntarte, es el por qué estás pensativa desde hace unos cuantos días—habló por fin, la voz grave del hombre, y como consecuencia, la interrogada agachó la cabeza, desvió la mirada, y esta se perdió.

—Hace unos cuantos días, fui atacada, por un tipo llamado Tsukishima Shuukuro, ese tipo, me atravesó un tipo de zampaktou, juro haber sentido ese dolor, sin embargo, no tengo ni un solo rasguño—tocó su pecho, al recordar aquella sensación.

—Dime, ¿tienes más información?—preguntó Ryuuken con notable intriga, mientras clavaba los azulinos ojos en la chica.

—Aquel tipo, me dijo que su arma no era una zampaktou, era un fullbring, llamado “libro del final”, yo vi cómo esa arma era anteriormente un libro, el cual se convirtió en ese tipo de arma, y después de ello me atacó por la espalda, después de eso llegaron Kurosaki-kun, y Sado-kun, pero, Tsukishima desapareció, al igual que la herida que me había hecho en esos instantes, y más tarde,—tragó saliva—lo consideré un amigo, de hecho, todavía lo hago—Ryuuken frunció el ceño.

—Así que era eso,—habló serio—gracias por la información, Inoue-san, no tienes idea de lo mucho que me servirá esa información—comentó el tipo, quien, ahora también pensaba sobre lo sucedido.

—También me dijo que,—hizo una pausa, para armarse de valor—él fue quien atacó a Ishida-kun, yo lo reté por tal acto, y él me atacó como respuesta—al escuchar tal cosa, Ishida Ryuuken, sintió una gran presión, o mejor dicho… coraje.

—Así que ese tal Tsukishima, los atacó a ti y a Uryuu—Inoue asintió ante las palabras de Ryuuken—gracias Inoue-san, puedes retirarte, eso era todo—dicho ello, la chica de cabellos anaranjados bajó del vehículo, y cruzó la reja de la entrada.

Inoue Orihime caminó, hasta llegar a su departamento, sacó las llaves, y abrió con éstas la puerta. Miró con una sonrisa, a Ryuuken, quien la miraba desde el carro, serio, esperando a que ella entrara, para que pudiera retirarse a gusto.
Al fin entró al casi deshabitado departamento, encendió las luces, cerró la puerta, y finalmente se recargó en ella.
Orihime se encogió de hombros, se recargó completamente en la puerta, y un enorme tono carmín invadió el perfecto rostro de la chica.

—No sé, por qué lo hice, besé a Ishida-kun,—lamió ambos labios, y pudo sentir a la perfección la esencia de éste—y él…—sintió un cosquilleo en el interior de su garganta, al igual que en el de su estómago—él me respondió sin dudarlo—sintió que el oxígeno le faltaba—creo que es tiempo de dejarle el camino libre a Kurosaki-kun, él sólo quiere a Kuchiki-san, sin embargo, yo,—tragó saliva, sintiendo el cosquilleo aumentar ante tal acción—yo, ahora, solo puedo pensar en Ishida-kun—el tono carmín del rostro de orihime llegó a su clímax, y al parecer, tardaría en irse.

—​

El chocar del sol con la pálida piel del chico hizo que Uryuu despertara.
Ishida se quitó aquella molesta aguja que le proporcionaba suero, y se sentó.

—“Ayer”—pensó Uryuu, quien tocó sutilmente sus insípidos, y delgados labios.

Ishida se vio claramente invadido por un fuerte sonrojo, al recordar aquella despedida que le había dado “Inoue-san”.

Flash back

—Agradezco mucho tu visita, Inoue-san, me gustaría estar más tiempo contigo, pero, Ryuuken tiene que hacerme unos estudios, ve a casa, no quiero hacerte preocupar más—suspiró, y cerró ambos azulinos ojos de manera pausada.

La chica miró a su compañero. Uryuu se encontraba recostado, y era cuestión de unos siete minutos el que la anestesia tuviera efecto.

—“Tengo que derrotar a Tsukishima, él atacó a Ishida-kun por…

—Inoue-san—Uryuu sacó de sus pensamientos a la nombrada—aunque Kuchiki-san se haya ido, se que está muy bien, pero,—tragó saliva—aunque kurosaki se haya distanciado de nosotros, quiero que eso no te afecte, él es un estúpido que no sabe apreciar lo que sientes por él—Inoue sintió flaquear ante el comentario de Ishida, sin embargo sólo se quedó callada, no tenía sentido hablar, lo dicho por el quincy era cierto—prométeme que, no te dejarás atormentar por el hecho de que Kurosaki no te aprecie—pidió Uryuu, quien esperó una respuesta afirmativa por parte de su compañera.

Orihime miró anonadada a Ishida, el cual, seguía con los ojos cerrados. La chica se levantó, y vio que su amigo se encontraba tan… vulnerable. Él no merecía estar en esas condiciones, con ella era tan amable, atento, e incluso se mostraba cariñoso, pero a su manera. Definitivamente, vengaría a Uryuu.
Orihime se inclinó, y de manera, por decirlo así, instintiva, depositó sus labios en los de Uryuu.
La chica sintió su piel erizarse, lo más seguro es que había roto el lazo tan fuerte que mantenía con el quincy, pero, sin importarle, meneó de manera suave sus labio.
Inoue, quien deseaba besar más tiempo al chico, detuvo el movimiento de labios, y trató de alejarse. Sin embargo, sintió la fuerte mano de su compañero, aferrándose con recelo de su brazo, el cual estaba apoyado en su camilla.

—Inoue-san—susurró Uryuu en los labios de Orihime, para después, levantar unos cuantos centímetros su cabeza, y besarla, de manera más intensa.

Inoue respondió el beso sin dudarlo, con la misma magnitud. Ahora Uryuu y Orihime se besaban sin saber un por qué, pero de una cosa estaban seguros.
Aquella sensación era la mejor que habían sentido en toda su vida.
Los dos se separaron por falta de aire.

—Lo prometo Ishida-kun, no lo dudes—pronunció jadeante la chica, que sentía las piernas flaquear, miraba demasiado tímida a su “amigo”, y no podía quitarse de encima el sabor de Uryuu, ni mucho menos el sonrojo.

Uryuu asintió, quien se encontraba mucho más sonrojado que su compañera, y la miró con aquellos ojos azules que resaltaban a más no poder, por culpa del sonrojo.

—Cuídate mucho, Inoue-san—ante tal petición, Orihime asintió, dio media vuelta, y en cuanto antes salió del cuarto.

Una vez que Ishida Uryuu se encontró solo, se recostó, y miró hacia la puerta.

—I-inoue-san—pronunció el caballero, el cual al poco tiempo se vio invadido, por la anestesia que se le había inyectado.

End flash.

—“Ayer Inoue-san y yo nos… besamos”—afirmó mentalmente el chico de anteojos, el cual, empezó a hacer un recuento, de todos los sucesos, que había pasado junto a la chica.

Desde antes de que todo empezara ellos dos eran compañeros en el taller de industria, Inoue Orihime no pasó desapercibida por Uryuu, no solo por el físico y carisma, sino, por su singular reiatsu.
Cuando pasó el incidente de la ejecución de Kuchiki Rukia, él comenzó a entrenar con el guante quincy que le había obsequiado su abuelo, y no entrenó para rescatar a Rukia, entrenó, sólo con el propósito de proteger a Inoue Orihime. Durante la sociedad de almas, él e Inoue se separaron de los demás, quedándose solos; en esa etapa, hubo varios shinigamis que la acosaban, pero él la protegió a capa y espada. Incluso había perdido sus poderes por… proteger a Inoue.
Sin embargo, después, Ryuuken le devolvió sus poderes, con el duro entrenamiento al que había sido sometido.
El obtener sus poderes tenía sólo una condición, la cual era, dejar de tener contacto alguno con el shinigami sustituto, y aliados u amigos de éste. Y Orihime era amiga del shinigami sustituto.
Pero, cuando Uryuu se enteró de que Aizen Sousuke había raptado a Orihime, él no dudo, y fue a su rescate, desobedeciendo así, el trato hecho con Ryuuken.
Después de tanta odisea, por fin llegó a donde Inoue Orihime, la cual, estaba tratando de huir del espada 0, el cual trataba de asesinarla a sangre fría durante la pelea de Ulquiorra y Kurosaki. E Ishida llegó a tiempo para salvarla, y con éxito derrotó al agresor de su amiga.
Más tarde, él se quedó solo con Orihime, la miró y al instante, sin percatarse de ello, pasó por su cabeza un “me alegra el que Inoue-san se encuentre bien”, después de tal pensamiento Inoue la pidió a su amigo que la llevara a la cúpula de la torre, a lo que el pensamiento de “a ella no puedo decirle que no”, llegó como respuesta.
Ichigo fue derrotado por Ulquiorra, e Ishida peleó contra él, con un solo propósito, proteger a Inoue Orihime, aunque le costara la vida.

Uryuu salió de sus pensamientos al instante de haber acabado con el recuento; abrió ambos ojos, como si de platos se tratasen.
Que tonto había sido, después de todo, siempre había tenido aquel orgullo quincy, y era verdadero, porque lo hacía de manera inconsciente. Él, por fin había comprendido el verdadero orgullo quincy, del que tanto le había hablado su abuelo Souken.

—Mi orgullo quincy es proteger con estos poderes, y con mi vida a Inoue-san, porque ella es a quien amo—habló al vacío, mártir, y decidido, para después ajustar sus lentes de manera arrogante—“ahora entiendo a la perfección, este es el orgullo quincy, gracias, abuelo”—fue lo que cruzó por su mente, para después pensar en cierta chica de ojos grises.

Loveseshxrin, también publiqué esto para presumirte mi firma, muajajajaja, mírala, tiene mi nick impregnado en ella, me la hizo mi queridísimo coyote, del cual estaré eternamente agradecida, ¡es perfecta! ♥¬♥ asdasdasdasdasd…

Aquí acaba el one-shot, ishihime, y nada más.
Espero post… ¬¬

¡No puedo soportarlo!, por supuesto que este one-shot es para ti loveseshxrin, (ok, ya escuchaste lo que querías ¬¬, ahora ya puedes dejarme poner notas a gusto y sin remordimientos) es ff está basado en el manga actual, no puse sagas relleno ni nada por el estilo, para aquellos que no leen el manga un tipo llamado Tsukishima Shuukuro atacó a Uryuu y lo dejó en el hospital, y más tarde el mismo tipo atacó a Orihime, quien le dice que atacó a Uryuu, y hime trata de vengar a Ishida.
Si alguien de los que está leyendo, quiere divertirse con las historias de Naruto, les paso el link
O si quieres conmoverte lee esto…
También hay un poema de la independencia de México, fue mi primer poema, y lo hice bajo presión ¬¬U

Ok, ahora si, espero algún post XD
Pueden referirse a mi como “hime”