Los Simpsons Orgullo, prejuicio y Rafa

Pire espero el tuyo de marvel bella


Lisa generalmente diambulaba sola en el patio de la escuela, era bastante lista para tener ocho años y se había cansado de solo ser " la amiga de repuesto" de la mayoría de las chicas cuando no querían sentirse solas, gesto que jamás le correspondían de vuelta. Suspiró y se sentó para la leer un poco, sin prestar demasiada atención a la lectura atestada de distintas ideas que bombardeaban su cabeza, se rindió respecto a la novela y la cerró cansadamente mientras suspiraba cabizbaja, al hacer esto a lo lejos lograba ver a Rafa Gorgory viniendo hacia ella, alzó los ojos hacia el cielo fastidiada de aquel chiquillo que consideraba demasiado soso, últimamente había estado detrás de ella sin que ella supiera por que, honestamente no le interesaba.

El hijo del jefe de policía sonrió extendiendo su mano hacia ella con pequeño sobre en la mano.

— Tomalo Lisa, ni esta nada pegajoso— declaró el niño como si esto tuviera que ser considerado un logro.

Los labios de la Simpson se torcieron y tomó de mala gana el sobre.

Rafa la miraba impaciente parecía que en cualquier momento estallaría o tal vez comenzaría a saltar, sus ojos brillaron aún mas cuándo lo destapo y sacó una hoja doblada del interior.

— ¿Qué es es esto Rafa?— preguntó ya en un tono más curioso.

— Ay Lisa, pues es tu regalo.

Lisa se encontraba confusa y en lugar de abrumar al pequeño Gorgory con más preguntas decidió abrir el pequeño presente y buscar allí respuestas.

— Tus ojos se pusieron brillosos ¡Hurra¡

Lisa sostenía aquel inédito presente en sus manos, era una modesta pero hermosa tarjeta hecha a mano, lo maravilloso radicaba en los detalles representados:

Para empezar, decía para Lisa Marie Simpson ¿de verdad conocía su segundo nombre? Rememoró lo mas que pudo y solo lo había dicho una vez en toda su vida en la escuela, el primer día al presentarse, tenía un tren y una guitarra y una flecha a su nombre haciendo referencia a aquel profesor que se vestía de vaquero y le ayudó a comprender su identidad, otra flecha en el tren tenia corazones, aun recordaba la tarjeta que le había obsequiado, una pequeña bailarina conmemorando su tiempo practicando esa danza, su saxofón y un personaje al lado de este tan aproximadamente retratado como su ídolo Encías Sangrantes Murphy, del otro lado de la hoja, había varias conchitas de caracoles de mar y Rafa mismo en medio, esas eran como las que les habían dado sus amigos de las playa, los mas reales que había tenido, al día siguiente llegó contando esto a la escuela pocos prestaron genuina atención ¿el pequeño Gorgory si lo había hecho?, él allí... Era como decir que también la aceptaba tal cual era.
Sus descubrimientos sobre la primera computadora hecha a base de un telar, sobre el fundador de la ciudad, sobre sus antepasados que lucharon por la liberación de esclavos, su vegetarianismo.
Siempre soñó con ser vista, ser comprendida, por que no, admirada, aunque eso ya era demasiado dado lo alienada que se percibía, hasta ahora.

— San valentine fue hace dos días— señaló Gorgory. — ¿quisieras tu?...

Lisa sintió una punzada de culpa, aun lo recordaba, su rechazo, se sintió tan tonta, sin embargo ¿ quién rayos pensaría que la mente de ese niño escondería tanto?...

Lo miró a los ojos y este sonrió jovial, era grandiosa su actitud tan libre y optimista, demasiado optimista. Pensando en los días que la llevaba siguiendo, el primero de ellos la encontró llorando, la intento consolar pero ella lo empujó y salió corriendo, le ofreció de sus galletas y sentarse con ella mientras estaba sola en el comedor y ella solo respondió con un gesto de malestar y se fue de allí, tantas ocasiones ella...y sin embargo solo había plasmado lo mejor de ella.

Se encontró de pronto llorando conmovida, se abrazó a Rafa que la miró desconcertado y sorprendido dejando sus manos a los lados, lo miró un poco, saco un papel de la mochila escribió algo rápido e hizo lo que tenía que hacer antes de sentirse tonta o arrepentirse, lo besó en la mejilla, le dio el papel en la mochila y salió corriendo de allí.
Escuchó un gritó de emoción y sonrió apenada, definitivamente era mas interesante de lo que creía y de verdad quería saber más.

Rafa aun saltaba sosteniendo la pequeña hoja en sus manos saltando, esta versaba:

Tu tu eres el elegido... Ven a mi casa a jugar mañana.