Oni-sama (Kaname&Yuuki)

Lunabezt muchas gracias por tus recomendaciones y el comentarios que pusiste
de verdad tu eres la que me inspiraste mucho a continuarlo y creeme que ahora es que se pone interesante todo
y para todas las chicas que siguen leyendo mi fic, muchas gracias de verdad se lo agradezco y si mas que decir aqui esta la continuacion.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo IX​

Por ahora se mantenía en un total silencio no es que estuvieran incómodos sino que más bien la joven de cabellos negros buscaba una forma de cómo poder conversar con unos de los vampiros puras sangre de la familia Kuran, si conocía todo sobre vampiros y sabia de su existencia ya que esta era una cazadora conocida en la asociación de cazadores es solo que ya tenía tiempo que se habían retirado.

— ¿Cuándo me pretendía decir que usted es cazadora? —Pregunto el castaño de forma repentina.
Esta sonrió al notar la forma en cómo el joven se dio de cuenta de su existencia.

—Pensé que no te darías de cuenta, Kaname-kun. —Respondió Nadesko con una sonrisa.

—La verdad es que cuando la conocí el día en que fui a su salón me dio la ligera sospecha de que lo era. —Comento de forma serena el Kuran sin quitarle la mirada de encima al paisaje que tenía al frente.

—Me supongo que su hermana le dijo que le hable en su idioma. —Dijo la azabache tomando de su tasa té.

—Sí y con eso fue que termine de asegurar mi sospecha. —Afirmo Kaname.

Por un momento se mantuvieron callados como si de verdad esta situación fuera algo incomoda pero el chico tenía que saber la razón por la cual esta mujer los invito a su casa y no dudaría en sacárselo pero lo haría de forma cautelosa y con sumo respeto para no ofenderla en nada porque hasta ahora ha sido demasiado buena con ellos.

—Vosotros os sabes de vuestra existencia, pero no pretendéis cazarnos ¿verdad? —Buscando confirmar lo que le dijo su hermana esa noche que volvió de su primer día, le hablo del idioma que conocen cada vampiro pura sangre.

— ¿Os pensáis que vengo con esas intensiones? Pues, estáis demasiado equivocado, lo que pretendo es protegeos a vosotros los vampiros. —Respondió ella en su mismo lenguaje.

Kaname estaba sorprendido de que ella conociera tal idioma pero con esa actitud serena y fría no se lo demostraba, era demasiado evidente que tenía que mantener una muy buena etiqueta.

— ¿Por qué quereos protegernos? —Pregunto nuevamente.

—Muchos vampiros están muriendo por causas que no se pueden ni probar ni por sí solas, por lo que los cazan a ustedes de forma injusta. —Respondió la mujer.

— ¿Acaso no nos estará montando una trampa? —Pregunto todavía con esa misma desconfianza.

Si que se la ponía difícil, no podía confiar en ella pero era entendible porque era una cazadoras y
los vampiros les temen a esos humanos que cazan para cobrar sus recompensa ya que pagan mucho por las cabezas de estos, en especial los pura sangres, Nadesko sonrió de forma cálida y desvió su mirada un momento hacia el joven para transmitirle con sus orbes grises platinados que podía confiar plenamente en ella pero de todas maneras no ayudaba mucho.

—Kaname-kun… quisiera montarte una propuesta. —Hablo de forma repentina desviando la mirada al frente.

— ¿Cuál es esa propuesta? —Pregunto el chico de los ojos vino tintos.

—Quisiera que tu y Yuuki se quedaran aquí, la casa es grande y sé que los puedo proteger a los dos. —Propuso ella.

— ¿Por qué razón tendría que hacer eso? —Pregunto el Kuran no ten seguro de sus palabras.

—Se que no puedes confiar en mí en estos momentos pero, se perfectamente que los están cazando a ustedes. —Respondió Nadesko de forma insistente.

— ¿Qué es lo que dijiste? —Pregunto algo desconcertado haciendo perder el respecto a ella.

—Mira, todos en la asociación saben que su familia fue asesina por uno de su misma raza, que incluso el directo tomo la decisión de cazarlos a ti y a tu hermana por razones que decidieron mantener en secreto. —Respondió.

Impactado por la noticia tenía que pensar ahora lo que tenía que hacer para que no descubrieran el lugar en donde se encontraba, aunque no creía que fueran encontrados ya que no tenían idea que se mantenían en la misma casa.

—No le puedo creer eso. —Dijo buscando negar cada una de sus palabras.

Era entendible que reaccionara de esa forma pero, de todas maneras estaba casi segura de que esos hombres estarán en la casa registrando todo y si no los mantenía a ellos a salvo las cosas se podrían peor.

—Kaname-kun, sé que esto es sorpresivo pero de verdad tienes que aceptar mi propuesta. —Insistía ella a ver si lo conseguía convencer.

El chico la miro a ella unos momentos y luego a su tasa, lo primero en su vida es el bienestar de su hermana por lo que lleno sus pulmones de aire para soltar un fuerte suspiro diciéndole esta vez a esa mujer que…

 

Chicas siguiente capitulo, espero que le guste. Cualquier mini error o algo me lo hacen saber sus comentarios son gustosamente aceptadas n_n
------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo X​

—Esta bien, acepto su propuesta. —Contesto de forma afirmativa el castaño. —Pero, me tiene que dar una prueba de que no nos está montando una trampa. —Pidió como condición.
La mujer le sonrió y se levanto para mirarlo de forma será pidiéndole que se fue con ella al interior de su casa.

~o~​

Por un buen rato se había sentado a pintar cerca de unas horas que no había visto antes, eran una flor de cerezo. La dibujaba pero de todas maneras no le llamaba la atención por lo que arranco la hoja y volvió a dibujar, cerro sus ojos por un momento y se dejo llevar por la fluidez de su imaginación comenzando a trazar en la hoja de papel un pequeño jardín casi igual al que se encontraba en estos momentos pero de ello le agregó una cascada.
Parecía un bosque muy hermoso con rosas de diferentes colores pero… a las que eran de color rosa le daba más importaba ya que eran las que más se notaba en su obra; estaba tan concentrada que no se había dado de cuenta que el mismo castaño de ojos verde miraba fascinado el dibujo.

—Tienes un buen punto de vista hacia esa rosa. —Comento para sacarla de su concentración.
Alarmada por este muchacho se volteo completamente asustada y lo miro con la respiración agitada tirando el blog hacia un lado se llevo una mano a su corazón en donde le hizo ver su pecho bajar y subir de forma rápida.

—Discúlpame si te asuste. —Dijo con una voz serena mientras que tomaba su blog y se acercaba a ella. —Me llamo Daiki, es un placer conocerte Yuuki-chan. —Se presento ante ella con una sonrisa.

— ¿Cómo sabes mi nombre? —Pregunto la niña con una voz tímida mientras que tomaba su blog y lo abrazaba a su pecho.

—Vuestra maestra de arte habla mucho de vos y de las increíbles obras que hacéis. —Dijo con ese acento vampírico que dejo sorprendida a la susodicha.

— ¿Os podéis hablar mi mismo idioma? —Pregunto la chica de cabellos castaños.
Esté asintió.

—Por supuesto que puede, con tal somos de la misma raza. —Dijo.
Eso la alarmo más que intento ocultar esa expresión para no darle la afirmación a lo que decía.

—No sé de qué me estas hablando. —Hablo en seco desviando la mirada a un lado.

—Si lo sabes por algo es que reaccionas de esa forma. —Comento con una cálida sonrisa mientras se sentaba a su lado. — ¿Qué era lo que hacías? —Pregunto el niño.

Se sentía incomoda con el chico aunque en realidad eso era más timidez porque como se había mencionado anteriormente la joven tenía problemas para hacer amigos nuevos por lo que le costaba mucho hablarle a la persona que intentase establecer una conversación con ella.

—Estaba… dibujando… —Contesto de forma pausada y en una tonalidad de voz baja.
El chico sonrió por tal respuesta que saca de su maletín marrón oscuro su blog y un lápiz de grafito.

— ¿Tú también dibujas? —Pregunto esta vez con una poco más de confianza.

El joven asintió.

—Desde que tengo cuatro años. —Conto.

La Kuran sonríe de forma serena porque sabía que no era la única que tenia tal habilidad, estaba su maestra Nadesko y ahora este chico aunque de igual forma seguía sintiendo esa misma timidez con el tiempo estaba segura que se le quitaría.

~o~​

Llegaron a lo que era una habitación que por lo visto estaba habitada por alguien, ya que se podía notar una cama individual semi ordena, el armario tenia una de sus puertas abiertas, muchas hojas de papel estaba tiradas en el piso y el escritorio estaba hecho un completo desastre con muchos libros y blog encima de él pero que estaban encima uno del otro de forma desordenada.

— ¿Esta es su habitación? —Pregunto el castaño.
Nadesko Negó.

—Esta habitación le pertenece a uno de mis estudiantes que también es vampiro, pero de sangre noble. —Respondió.

Lo niño de ojos vino tinto no se esperaba esa, si que era de sorprenderse saber que esta cazadora cuidase de un vampiro.

— ¿Ese niño… esta en peligro? —Pregunto de forma dudosa.

—Sí, cuando sus padres murieron la organización lo mando a cazar. —Respondió la mujer.

—Entonces, aquellos vampiros cuyos padres sean asesinados son exterminados ¿Cierto? —Dedujo el Kuran a lo que está asintió. — ¿Por qué razón hacen eso? —Pregunto todavía confundido.

—Porque piensa que con el pasar de los tiempo al momento en que estos jóvenes vampiros tenga la mayoría de edad se volverán malvados e irán en contra de sus misma reglas. —Respondió nuevamente.

Se había callado por unos momentos no podía entender muy bien porque razón la asociación de cazadores implantarían tal ley.

—Por eso es que les pido que vengan a vivir conmigo porque así los poder proteger de ellos.
—Hablo con suma serenidad para sacarlo de sus pensamientos.

—No es que no le tenga confianza es que aun no entiendo el porqué esta pasando esto. —Dijo el chico.

—Kaname, sé que no puedes confiar en mí porque soy una cazadora, pero… tienes que tener en cuenta algo; en estos momentos varios cazadores de seguro estarán yendo a su casa a buscarlo a ver si consiguen una pista que les diga que están vivos. —Dijo la azabache mientras que se le arrodillaba para quedar a su nivel.

El joven todavía tenía sus dudas, aun no se podía dejar converse de su historia aunque fuera cierta porque ya le parecía raro que cada vez que fuera a su escuela sintiese la presencia de un cazador.

— ¿Cómo se llama el niño que vive con usted? —Pregunto.

—Daiki, lo tengo conmigo desde que tiene cuatro años, horita tiene la misma edad que tiene Yuuki. —Respondió ella.

—Lo ha mantenido por dos años y los cazadores no se han dado de cuenta sobre ello. —Dijo extrañado.

Ella negó.

—Te lo dije, ellos nunca vendrían a mi casa porque saben que me retire y no pienso lidiar mas con su raza. —Contesto a su duda acariciándole con una mano sus cabellos castaños.

Todavía no se convencía de eso y era porque no muchas veces Kaname contaba con otras personas por lo que siempre intento proteger a su hermanita de cualquier persona que se le intentase acerca así sea o no cazador de todas manera la cuidaría porque era lo único que le quedaba en este mundo.

—Aunque quisiera aceptarlo de todas formas no podría hacerlo. —Comento.

— ¿Por qué razón? —Pregunto ella.

—Porque tendría que preguntarle a Yuuki primero. —Respondió el chico.

—Ella es un poco pequeña para entender esto. —Dijo extrañada.

—No, su capacidad de ver las cosas la hace más madura. —Comento Kaname.

— ¿A qué te refieres con eso? —Pregunto esta vez confundida.

—Que con tal solo seis años, ella de verdad entiendo lo que esta pasando en nuestro mundo. —Respondió el chico.

—Discúlpame, pero aún no entiendo lo que me tratas de decir. —Decía con la misma confusión.

—Según entiende por lo que ella dibuja nos hace ver a nosotros que con ser pequeña no quiere decir que sea tonta, porque entiende muy bien que nuestra raza corre peligro. —Dijo con más especificación.

De eso ella sonrió porque ahora entendía las cosas que dibujaba.

—Ella demuestra lo que siente a través de lo que dibuja ¿Cierto? —Dedujo la mujer a lo que Kaname asintió. —Entonces, vamos a esperar que termine con lo suyo para saber su opinión. —Propuso.

El chico se extraño con tal propuesta que no entendía muy bien del porque le decía eso, es como si ella supiera algo que el mismo desconoce Solo espero que las cosas no se compliquen de aquí en adelante pensaba de forma seca desviando la mirada hacia la ventana.

 

hello chicas sorry por las tardanzas pero me toco actualizar otras cuatro historias =P

gracias por su comentario espero que le guste este otro
cualquier cosita me lo dice =)
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo XI​

Durante el resto de la tarde la joven de cabellos castaño estuvo con el chico de ojos verde dibujando en el jardín cosas que ni ellos mismo podrían explicar, mientras que el castaños de ojos vino tintos hablaban con la mujer de los cabellos azabaches para que le explicase que era lo que estaba ocurriendo dentro de la asociación de cazadores.

— ¿Por qué razón se retiro? —Preguntó con la mirada desviada hacia el jardín.

—Aunque aun no esté cumpliendo el año determinado para retirarme, renuncie porque no me parecía justo lo que le hacía a los niños de su raza. —Respondió la mujer.

—Nadesko-sama, tengo una duda y quisiera que le aclarase. —Pidió el joven.

— ¿Qué es lo que te inquieta? —Preguntó ella.

— ¿Por qué razón nos ayuda? —Preguntó.

La de ojos grises platinado se había extrañado mucho con eso que le dijo que no conseguía las palabras muy caras para poder responderle a eso pero… si se acordó de algo que ocurrió con la persona que ella mas amaba.

Flash Back

Estaba para al frente del escritorio del director de la asociación que la miraba con suma seriedad, entregándole lo que era la carta de su siguiente misión, al momento de abrirla se había sorprendido de quien era el siguiente en exterminarse.

— ¿Por qué tengo que matarlo? No ha hecho nada en contra de sus leyes. —Dijo exaltada.

—Nadesko, no es algo que nos importa a nosotros; el único labor que tenemos es exterminar los vampiros. —Respondió su jefe.

—Pero… mi señor, eso sería si el vampiro esta incumpliendo con su ley. —Citó la azabache.

—Es cierto, pero de todas maneras es lo mismo no puedes negarte a una misión que se te esta asignando. —Dijo el hombre.

—Pues… mande a otra persona, porque no pienso hacerlo. —Se negó.

— ¿Por qué?

—Porque… esa persona es muy importante para mí. —Respondió.

—Querida, no puedes hacer eso. —Dijo. —Eres uno de nuestros orgullos y negarte a una misión como esta, hará que pierdas respeto ante los demás. —Comentó el director.

—Eso no me importa, si tener el respecto de los demás implica matar a uno de mis seres más querido pues prefiero mil veces perderla. —Dijo Nadesko.

— ¿Ese vampiro es uno de tus seres queridos? —Preguntó en sentido de burla.

Ella con seriedad afirmó a eso.

—Si quiere reírse hágalo, pero por lo menos yo tengo corazón para perdonar a los inocente. —Dijo eso último para poder retirarse del despacho.

Fin del Flash Back

—Solamente te puedo decir que… me estaban tratando de hacer comer una injusticia. —Contestó a su pregunta desviando la mirada hacia él.

El joven parecía entenderla un poco aunque no supiera que era lo que pasaba pero antes de poder decir algo los dos niños de cabellos castaños habían llegado luego de dibujar en el jardín durante toda la tarde.

—Nadesko-san, ya estamos aquí. —Se anunció el joven.

Ella se le acerca y se le arrodilla a su nivel para sonreírle a los dos.

—Eso es bueno. —Dijo mirando a la Kuran. — ¿Podemos hablar, Yuuki? —Preguntó viendo como esta la miraba confundida.

Se le quedo viendo por unos cuantos segundos, cuando busco ver a su hermano este asintió a su pregunta.

—Sí mi hermano esta de acuerdo con eso me parece bien. —Aceptó.

—Bueno, antes que nada los dejare a los dos solos para que charle mientras que llevo a Daiki para su cuarto para que se prepare para la cena. —Dijo la mujer mientras que se levantaba y tomaba la mano del pequeño castaño para irse del lugar.

La pequeña Kuran fue hasta su hermano mayor, quien la tomo en brazos para sentarla en sus piernas. Aun manteniéndose en silencio le acaricio lentamente sus cabellos castaños porque estaba era pensando en cómo decirle las cosas sin tener que alterarla, aunque eso no era parte de la fría y serena personalidad que tenia la jovencita porque por la forma en cómo dibujaba estaba consciente de lo que estaba pasando.

—Yuuki, tengo que decirte algo y quiero que me digas la verdad. —Pidió esté a lo que la castaña asintió. — ¿Sabes lo que esta pasando con todos esos niños que se quedan sin padres? —Preguntó el castaño.

—No sabría como explicarte como lo sé oni-sama, pero si hacia esos dibujos eran para que te dieras de cuenta. —Respondió la Kuran.

—Es cierto, y eso que me dijiste que tu maestra de arte hablaba nuestro mismo idioma. —Citó.

— ¿Cómo es que ella lo conoce? —Preguntó inocentemente.

Eso si será un problema decirle la otra parte que sabe de dicha mujer pero si quería tener una decisión antes de que terminase la cena tenía que saberlo.

—Yuuki, ella es una cazadora. —Respondió.
No le sorprendió mucho la noticia porque aun se mantenía tranquila, mirando inocentemente los ojos de su hermano mayor.

— ¿Ella nos caza, oni-sama? —Fue la única pregunta que se atrevió a decirle.

Kaname negó.

—Más bien, nos quiere ayudar. —Dijo.

— ¿Nos quiere ayudar? —Preguntó confundida.

—Sí, dice que la asociación de cazadores ya nos están buscando. —Respondió.

— ¿Por qué razón lo hace? —Pregunto curiosa de saber más.

Para el chico era demasiado difícil poder explicarle detalladamente las razones de estos cazadores a su hermana de seis años porque era muy joven para soportar tan fuerte peso encima y eso que en cada pregunta que le decía, buscaba darle una respuesta que le aclarase de una vez la duda que tenia pero por lo visto eso no le estaba siendo de muy buena ayuda.

—Te prometo contestarte esas preguntas, pero antes necesito que sepas una cosa y ahí si necesitare de tu sinceridad. —Dijo.

— ¿Qué es lo que pasa? —Preguntó.

—Nadesko-sama, nos quiere proteger de esos cazadores y dice que de seguro estén registrando nuestra casa por lo que le pareció conveniente que nos quedáramos en estos lugar, yo no puedo decir nada sin antes consultarte por eso es que te lo digo para saber lo que opinas al respecto. —Respondió el Kuran.

Su hermana menor se mantuvo callada por unos momentos antes de poder responder a esa pregunta porque tenía que pensar cautelosamente las cosas, y con el alto conocimiento que tiene de lo que estaba pasando tenía la oportunidad perfecta de saber más sobre ello aunque de igual forma iba a ser un lio ya que ni su misma sangre sabe qué tipo de habilidades tiene esta jovencita como vampiro.

 

hola chicas aqui el capitulo nuevo espero que sea de su agrado, y tambien espero darles una pista de que trata la historia xD
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo XII​

—Si es por el bien de los dos es mejor que nos quedemos, oni-sama. —Respondió la castaña juntando su frente con la suya. —Lo que más me importa eres tú y quiero que estés bien. —Murmuró eso notando esos ojos abrirse hasta más no poder.

—Yuuki se que siempre buscas protegerme, y te aprecio eso pero tú eres mi mayor prioridad. —Dijo también en un murmuro.

La joven le sonría con tanta inocencia que lo hacia reír con calidez, era tan extraño como pasaba tal cosa o como era que siempre que estaba algo mal ella era la que estaba mal siempre le sacaba una sonrisa del rostro. Para haber perdido a su padre le hizo muy bien tenerla a ella a su lado ya que siempre lo apoyaba en sus decisiones y esta que iba a tomar era importante porque si era cierto lo que decía esa mujer de cabellos negros entonces aceptaría tal oferta pero tenía que hacer unas cuantas aclaraciones primero.

Nadesko entro de nuevo en la sala y los miro para sonreír de forma cálida.

— ¿Estas lista, Yuuki? —Preguntó.

La joven asintió y se bajo para acercarse a ella.

— ¿Quieres algo, Kaname-kun? —Preguntó nuevamente antes de irse.

—Por ahora nada. —Respondió el castaño.

Lo miro de reojo para llevarse a la chica a la cocina en donde iba a preparar la cena. Kaname quien las miro irse se levantó para dirigirse a la puerta que lo conducía hacia el jardín mirando de reojo todo el lugar lleno sus pulmones con aire para después soltarlos en un ahogador suspiro. Lo que no comprendía era el porqué razón la asociación haría tal cosa si esos jóvenes vampiros no tendrían ninguna culpa de los genes que sus padres le transmite y eso que mayoritariamente algunos de ellos eran de sangre bondadosa, que solo usaban sus fuerzas para el bien mas no el mal Tendré que averiguar mas sobre ella para poder estar consciente de lo que pasa y más si… quiero proteger a mi hermana que es lo que más me importa pensó de forma decidida el chico de ojos vino tinto.

En la cocina la chica de cabellos castaños miraba con la cabeza inclinada la masa que tenia al frente no sabía qué hacer y con un delantal de flores puesto Nadesko la miraba con una sonrisa dulce ya que era algo cómico verla así.

— ¿Todo bien?

—Si supongo, es que no se qué hacer. —Respondió con un ligero sonrojo en sus mejillas que mostraba lo apenada que se encontraba.

Se le acerco para tomar las masas con ambas manos le comenzaba a dar movimientos para darle forma.

—La idea es que lo amases para que esta tome forma. —Dijo.

La chiquita solamente la miraba algo distraída y eso que mayormente nunca hacia ese tipo de cosas porque su hermano se encargaba en prepararla lo que era las tres comidas diarias.

— ¿Nunca has cocinado? —Preguntó.

Ella negó.

—Siempre mi oni-sama era el que hacia todo y no era molestia a mí porque aun soy pequeña para hacer este tipo de cosas. —Con una inocente voz le decía las cosas que se apenaba mucho con su maestra.

— ¿Qué haces entonces mientras cocina? —Preguntó de nuevo.

—Bueno… —Se apenó más por eso. —Siempre me le quedo mirando y miro con atención lo que hacía, como era divertido verlo cocinar. —Respondió sonriendo cálidamente.

Se le quedaba mirando y se extraña mucho de la forma en cómo era porque parecía más una ordinaria niña que una vampiro, y eso que el conocimiento que tenia de ellos es que era unos seres que tenían forma humana que bebían de la sangre de otras personas Es raro… estar cerca de ella pensaba sin quitarle la mirada de encima, distrayéndose se dio de cuenta que quería intentar lo que hacía.

— ¿Quieres hacerlo? —Preguntó divertida al ver como extendía esas manitos a la masa.

—Sí quiero. —Respondió.

Nadesko se aparto un poco y dejo que Yuuki siguiera amasando la masa, viéndola de reojo lo que se podía ver era una inocente niña que intentaba hacer cosas grandes aunque ella fuera algo especial en cierto punto la forma en cómo se mostraba era diferente a otras personas.

—Linda, ¿Hablaste con tu hermano? —Preguntó mientras que picaba un par de tomates.

— ¿Sobre qué? —Preguntó ella de vuelta.

—Sobre quedarse en esta casa. —Respondió la azabache.

—Si lo hablamos pero quiero que él le diga lo que decidimos. —Contestó pregunta que le había hecho.

—Ya veo…

—Nadesko-senpai.

—Dime…

— ¿Cómo es que sabe nuestro idioma? —Preguntó la castaña concentrándose en su labor.

—Pues aprendí de mi ser amado que es el padre de Daiki. —Respondió ella.

— ¿Daiki es hijo suyo? —Preguntó más curiosa la niña.

—Más o menos, digamos que soy como su madrastra. —Respondió.

— ¿Eres su mamá? Qué lindo, el si tiene suerte de tener a uno de sus padres con él. —Comento en bajo.

Nadesko se detuvo y volteo la mirada hacia Yuuki para ver como esas mejillas se enrojecían mas ya que había comenzado a llorar, se encamino hasta ella para abrazarla de forma posesiva en donde le había correspondido su gesto comenzando a llorar como una nena pequeña su cuerpo temblaba.

— ¿Extrañas a los tuyos? —Preguntó en un murmuro.

Ella asintió aun llorando en silencio.

Suspiró de forma honda y le acaricio lentamente sus cabellos buscando tranquilizarla un poco.

—No estés triste, porque de seguro donde quiera que estén ellos los están cuidando a los dos, a ti y a Kaname. —Dijo. —De seguro querrán que sus dos hermosos hijos sigan adelante. —Agregó para calmarla un poco.

Yuuki escuchaba atenta esas palabras pero de todas maneras seguía llorando. Siendo sincera con su profesora le hizo ver algo que más le hacía falta en su vida y era el aprecio de una madre o un padre, esos seres que tanto quiso el tiempo que estuvieron en vida se fueron de su lado y ahora que no los tenía a su lado debía seguir adelante pero… por lo visto seria un trabajo duro y mas para una niña de su edad.

Kaname miraba todo escondido tras la puerta y suspiro cansadamente porque algo que intento evitar se le fue imposible porque de todas maneras las cosas seguían siendo la misma, recordó como Yuuki lloraba cada noche cuando no podía tener a su mamá a su lado para que la durmiese por lo que siempre dormían junto para que aun sintiera el aroma cálido de estar rodeada con su familia.

—Nadesko-senpai, gracias… —Dijo la jovencita de forma repentina.

— ¿Por qué me dices eso? —Preguntó con una tonalidad suave.

—Porque gracias a su abrazo ya me siento un poco mejor. —Respondió en un murmuro ocultando su rostro en su pecho.

Si que era extraño sentir ese aprecio de un ser chupa sangre pero, tenía que admitirlo que era agradable y le gustaba que ella le dijera tal cosa porque de forma rara la hacía sentir de la misma forma que Daiki le hace sentir cada vez que tenía ese tipo de gesto es como si… se sintiera su madre, ese “Instinto Materno” de querer proteger a estas tiernas criaturas de cualquier peligro.

 

chicas capí nuevo perdón la tardanza he tenido unas pequeñas dificultades.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo XIII​

Kuran Kaname Pov

Con el pasar de seis meses, nosotros habíamos podido acostumbrarnos a lo que era vivir con la cazadora Nadesko, siendo humilde con nosotros después de esa cena nos hizo sentir en casa cuando nos pidió amablemente que nos quedáramos en su casa, por un lado no estaba muy seguro de esto porque no estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo pero después fue que pensé en Yuuki y me dije: “No me queda de otra que pensar en ella, con tal mi mayor prioridad es Yuuki y tengo que cumplir lo que me determine hace mucho tiempo”; de igual forma los primeros días me sentí un poco inquieto porque algo me daba la impresión que algo nos ocultaba esta mujer mas no podía decir con exactitud que era.

Por otro lado se podría decir que para mi hermana menor le fue muy fácil adaptarse al lugar no solo porque tenía a una persona con quien compartir sus mismos gusto, ya que tiene un tiempo que se la pasa a cada momento con Daiki y pues su relación con Nadesko es más cerca que algunas veces le confía algunas de sus cosas en donde recibe uno de sus más sabios consejos pero, de todas formas yo sigo siendo el más importante en su vida y eso me lo ha dejado muy en claro.

Siendo la ocho de la mañana el tiempo no parecía muy favorable para todos porque el daño más mortal para los vampiros que en este caso sería el sol estaba siendo ocultado por un par de nubes por lo que sus rayos solares no daban mucho brillo, la mujer de cabellos negros se había ido al instituto con los dos jóvenes agarrados de manos en ambos lados, y como prácticamente había quedado solo en la casa decidí investigarla un poco para terminarme de familiarizar con ella.

Me caminé toda la casa en cuestión de minutos que estoy casi seguro que no había pasado ni media hora, llegando al último lugar que me falta por revisar que precisamente era una biblioteca había abierto lentamente la puerta para mirar como el lugar era iluminado por los semis rayos del sol que entraban por las ventanas al estar estas al descubierto. Entre y cerré la puerta para caminar con pasos lentos por los alrededores mirando de un lado a otro tendría que decir que esto parece más una biblioteca pública que el de una casa porque el lugar era enorme y se podría ver que tenía unos doce o trece estantes por lo mínimo.

Sin saber qué dirección estaba tomando había llegado a lo que era la última sección del lugar, y con mis orbes vino tinto noté que los libros que estaban en los estantes estaban llenos completamente de polvo como si… tuviera mucho tiempo que no se leyeran. Tomé uno de ellos que tenia a mi alcance y volteándolo de un lado a otro me di cuenta que esto era como una especie de diario. Al quitarle un poco de polvo a la porta se podía ver claramente el nombre de Deinet, el cazador; que curioso el diario de un cazador en una biblioteca, podría ser que esto me dijera algo sobre la situación actual de la organización.

Con el diario en manos me fui hasta los sofás individuales que estaban cerca de la chimenea casi al principio del lugar y me senté serenamente en unos de ellos, abriendo el diario con curiosidad miré de forma rápida cada hoja aunque solo leyera por encimita lo que decía me detuve en una página que parecía tener algo que no había notado antes, una escritura del día en que caza al primer vampiro joven.

“20 de marzo de 1975.

Siendo el segundo día de mi investigación, miré cuidadosamente al joven vampiro que se me había asignado exterminar; lo único que puedo decir hasta ahora sobre este pequeño niño es que ha llevado una vida muy tranquila y eso que tiene todo lo que he hace falta para sobrevivir por sí solo, lo que si me sorprende mucho de este joven es que no ha tenido que depender de otra persona porque siempre que tenía un problema en vez de utilizar sus poderes vampírico para defenderse, los resolvía de forma elegante y calmada, como si fuera un humano sin poderes.

No es que este diciendo que lo sea porque en realidad lo es solo que su raza esta partida por la mitad así que prácticamente se me hacía muy extraño que aun no sintiera su necesidad de sangre, bueno, eso tampoco es de sorpresa porque sus instintos de vampiro todavía no se encontraban completamente desarrollados. Llevando una semana de haber perdido a sus padres, parecía no extrañarlos es mas con esa expresión fría que tiene en su rostro me hace darme cuenta que nunca los quiso más bien parece contento de que se los arrebataran de su inmortal vida, lo que si es que falta le hacía y mucha porque algunas cosas que siempre le sucedían no las podía resolver por sí solo aunque analizara muy bien la situación.

Cuando me tocó entrar en la casa, fui de una vez a la habitación en donde descansaba y con mi cuchilla en manos lo miré dormir plácidamente pero, algo me detuvo a no matarlo y fue… que su inocencia noble me hacía ver que no era uno de esos niños que era consumido por la “Semilla del Mal”; esa semilla que se le conoce como corazón es la razón por la cual nosotros los cazadores tenemos que exterminar a cada vampiro joven que quede huérfano a tan temprana edad.

Nunca hemos tenido nada en contra de esta raza pero, si de verdad queremos mantener el mundo de los humanos en paz con el de los vampiros tenemos que eliminar a cualquier ser de dicha raza que intente interponerse en ella.”

Semilla… del Mal… pensaba distraído las palabras que había remarcado con un lápiz rojos por lo visto eran muy importantes pero… ¿Qué es lo que realmente significa eso? Tendrá que ver con los vampiros que se convierte en uno de Nivel E. La verdad no estaba muy seguro de lo que había leído por lo que intente buscar otra cosa que me hiciera entender muy bien la situación.

Entre buscando me había topado con otra cosita que había dicho este cazador a lo largo de su vida de lo que parecía ser la “Semilla del Mal”.

“22 de junio de 1977

Esto si ha sido una verdadera sorpresa para mí, no pensé que al vigilar a un joven de unos doce años por más de cuatro días me haría ver que si es portador de dicha semilla. Lo que si me estoy preguntando es de quien de sus progenitores lo heredo, porque normalmente nos damos de cuenta que poseen dicha semilla cuando siente resentimiento, odio, envidia y desprecio hacia una persona que le haya hecho daño en el pasado.

Este joven, era un poco problemático siempre estaba metidos en líos sea en la escuela o en la casa en donde se encontraba viviendo ahorita porque después de la muerte de su madre esté vivía con su tía con quien mucho gusto lo había recibido. Siete horas después de su ingreso siendo mi segundo día de investigación el joven estaba en su casa estudiando con una compañera de clases una de las tareas que tenía pendiente y de forma repentina había asechado a la jovencita al abalanzarla contra el piso para no “besarla” como diría los jóvenes hoy en día, sino para quitarle de su sangre, al parecer sus instintos vampíricos estaban comenzando a salir de control.

El día tres fue un poco más loco, porque en vez de traer a otra compañera intento mantener ese instinto bajo su control aunque luchara contra sí mismo cuando la jovencita se había ido de la casa esté comenzó a desordenar el lugar en donde estaba rompiendo y destruyendo cualquier objeto que alcanzara su mano se desmayo al ahogar de forma excesiva su fuerza y eso que no tenía como reponerla más adelante.

Lo que si me hizo ver que tenía esa semilla y es porque estaba en la última fase de transformación fue cuando al cuarto día había tomado la sangre de la tutora que estaba a su cargo cuando está estaba dormida, mostrando su verdadera identidad luego de quitarle su última gota de sangre buscó en la cocina un cuchillo, el más filoso que tenia y volviéndose a la habitación presencie sorprendido el asesinato de su tía. Nunca pensé que un ser como el… fuera tan cruel como para matar a la única persona que le abrió las puertas de su casa y le intento darle una vida.

No he sabido mas de ese chico desde que huyó de la casa por lo que se le fue notificado eso a la asociación de cazadores para iniciar de inmediato su búsqueda con el único propósito de exterminar al instante de ser localizado.”

Con que eso es lo que temen estos tipos, tengo que admitirlo me quede sorprendido al leer todo esto porque jamás en la vida imagine que un vampiro noble perdiera el control de sí mismo de esta forma, aunque sepa que no todos los vampiros sean buenos de todas formas no sabía que pudieran actual de forma salvaje como si fuera todo un animal.

Ya era suficiente por hoy, así que me levanté y regrese el diario a donde lo había encontrado para regresar a la sala. Sentándome con pesadez en el sofá para tres miraba perdido en el tiempo mis zapatos, ahora que entendía la razón por la cual ellos hacen esto sólo me queda hablar con una persona que me puede explicar específicamente él porque nosotros los jóvenes vampiros tomamos dicho comportamiento.

 

Disculpen a todos mi falta de actualización es que he tenido un pequeño inconveniente que no me detuvo para continuar con la historia espero que les gusto tanto como me gusto a mí transcribirlo.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo XIV​

Siendo las siete de la noche el joven de cabellos castaños oscuros mantenía su mirada en su hermana menor que aun se encontraba entretenida haciendo la tarea de la escuela de artes.

—Kaname-kun, mañana van a pasar por ti para llevarte al consejo. —Anunció Nadesko entrando a la sala.

—Gracias por el aviso. —Dijo esté con una voz serena.

Ella le sonrió y salió nuevamente del lugar para continuar preparándole la cama a Daiki mientras que esté continuaba con su observación mirando a Yuuki quien por lo visto no terminaba su dibujos.

— ¿Qué dibujas, Yuuki? —Preguntó serenamente.

—Un paisaje. —Respondió sin detenerse.

— ¿Un paisaje? —Repitió confundido lo que dijo.

Está asintió.

—Nadesko-sensei nos dijo que dibujáramos lo que más nos inspira en este mundo. —Explicó la niña.

— ¿Y para eso dibujas un paisaje? —Cuestionó.

—Puede decirse que sí, porque así puede introducir lo que de verdad me inspira. —Afirmó la Kuran.

— ¿Qué es lo que te inspira? —Preguntó su hermano.

—Las rosas. —Respondió. —Esa flor es una de las más hermosas que existe en este mundo y eso que sus colores le dan significados diferentes a cada una de ellas.

— ¿De todas ellas cual es la que más te gusta? —Preguntó esta vez curioso.

—Las rosas rojas. —Respondió la castaña.

— ¿Por qué?

—Porque estas son naturalmente hermosa con tan brillante y delicado color, que la considero como el símbolo del amor y la pasión. —Respondió nuevamente mirándolo de reojo.

—Pero… También cabe decir que es considerada como la rosa sangrienta. —Añadió.

—Eso lo sé, porque su color representa en mismo que el de a sangre. —Aspecto.

Para ser una inocente jovencita de ocho años sabia como ver al mundo ya que sus deducciones e hipótesis eran muy complejas y profunda que la hacían ver como una persona mayor, que hasta para al frente de un adulto se podía notar la madurez de ambos que estaba casi seguro que superaría la del dichoso. Pasando las horas se fueron haciendo las nueve de la noche y el chico de ojos vino tinto ayudó a su hermana menor a recoger todas sus cosas al terminar su tarea para poder llevarla a su cuarto en donde guardaron todo en una gaveta.

Metiéndose al baño para colocarse su pijama que era una bata blanca que le cubría todo su cuerpo, se fue de una vez a la cama en donde su hermano mayor la arropo con la sabana depositándole un beso en la frente la miro cerrar lentamente sus ojos dándole señal de que se estaba quedando dormida, había producido en el chico una sonrisa que se dibujaba en su rostro, permitiéndole irse a su cuarto se alisto para acostarse en la cama en donde se viro para un lado ya que le costaba un poco dormir por lo que miraba distraídamente la luna a través de la ventana.

— ¿Por qué no estas dormida, Yuuki? —Preguntó sin voltearse al saber quien estaba parada en la puerta de su cuarto.

—No me acostumbro aún a dormir sola. —Respondió encaminándose hasta su cama.

Volteándose hacia su dirección abrió sus sabanas para que ella pudiera entrar, arropándose después con ella la niña se acurruco entre su hermano para sentir la comodidad que este le transmitía siempre que estaban durmiendo en una misma cama. Estando juntos siempre esperaba que ella se durmiera para poder descansa pero esta noche era diferente a las otras porque en sus ojitos café los tenia abiertos como si algo le molestara o le dificultara quedarse profundamente dormida pero… No era eso, era algo que la estaba asustando.

— ¿Pasa algo? —Preguntó el joven castaño.

—No ocurre nada, es sólo que me cuesta acostumbrarme. —Respondió ella.

—Tenemos unos cuantos meses aquí ¿Cómo no te acostumbras? —Preguntó extrañado.

—No siento la comodidad que sentía cuando estábamos en casa. —Respondió Yuuki.

Con mantener la mirada en ella pudo notar que algo quería, al verse los dos a los ojos notó como su hermanita tocaba con dos de sus dedos su labios Que se sentirá, rozarlos pensaba la Kuran sin dejar de tocárselo.

Kaname que la miraba confundido se preguntaba qué era lo que estaba pasando por su mente para hacer esto. Por un gran rato se mantuvieron así dejándose llevar por el silencio que ambientaba la habitación acompañada de ese viento frío que hacía más hermosa la noche. El impulso de la pequeña hizo que se alarmara su hermano al ver como se le acercaba por lo que retrocedió unos pasos que permitió que solamente consiguiera un roce con sus labios.

— ¿Por qué hiciste eso? —Preguntó confundido de su acción.

—No sé porque lo hice. —Respondió como si nada. —Desde siempre he… querido saber que se siente besarte, oni-sama. —Confesó a los poco segundos de haberle respondido.

Que linda era su inocencia al hacerla ver como toda una niña de ocho años que no entendía lo que era besar por primera vez a un chico, aunque no tampoco era de extrañarse que quisiera madurar antes de tiempo pero también de esto que había hecho ocultaba una cosa que ni el mismo Kaname podía descifrar con facilidad. Al ver como sus ojos cafés se cerraban la tomo de un brazo para apegarla un poco a él permitiéndole que se pudiera acomodar mejor para así dormir en paz.

—Descansa, Yuuki. —Murmuró en bajo acariciándole los cabellos.

Ella asintió medio dormida y se acurruco un poco más para dejarse llevar por el abrazo de Morfeo permitiéndole también a su hermano conciliar con esa misma rapidez el sueño.

A la mañana siguiente se levanta de la cama con el extremo cuidado para no despertarlo ya que sabía a qué hora venían por él y como siempre la llevaba al colegio esta vez lo dejo en su cama para que descansara un poco más. Se fue en cuclillas a su habitación en donde se sorprendió por completo a ver a su maestra de arte sentada de piernas cruzadas hacia un lado en su cama, con las manos juntas en su falda miró serenamente a la jovencita que estaba parada en la puerta de su cuarto.

—Durmiendo nuevamente con tu hermano mayor. —Comentó divertida en donde recibió la afirmación por parte de ella. — ¿Aun no te acostumbras, Yuuki? —Preguntó Nadesko.

—Me cuesta un poco. —Respondió en bajo encaminándose a su armario en donde saco su uniforme escolar. —Lo que pasa es que me cuesta un poco adaptarme a este cambio de ambiente que no lo siento tan familiar como cuando estaba en mi casa. —Explicó.

—Lo sé nena, pero sabes que hago esto para protegerlos. —Dijo ella.

—Eso también lo sé y respecto la decisión que no sólo tomo usted sino también mi hermano porque sé que piensan en mí ante todo. —Aspecto colocándose su camina de mangas cortas.

—Aunque eso no es lo que me interesa saber. —Dijo desviando la mirada.

— ¿A qué se refiere? —Preguntó está confundida.

—Te gusta tu hermano mayor ¿Verdad? —Dedujo la mujer.

Al sacarle ese tema se sonrojo levemente ya que no tenía facilidad de admitir las cosas y como aun no le decía nada a su hermano sobre ello.

—Ese sonrojo me dice todo, linda. —Acotó con una sonrisa.
Desvió la mirada y continúo vistiéndose intentando evadir la mirada de su profesora.

—Te voy a comentar una cosita, si de verdad te sientes capacitada para decir lo que sientes busca una forma de hacérselo saber así sea con un pequeño detallito. —La aconsejó para poder irse de la habitación.

Quedándose sola en su habitación pensó en lo que Nadesko le había dicho y tal vez tenga la razón si quiera demostrarle a su hermano que le gustaba tenía que darle un pequeño presente y tenía una idea en mente que sería todo un éxito si lo sabe planear.

 

Muchas gracias a todas por sus comentarios, disculpe la tardanza pero, aquí tienen la continuación.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo XV​

Sus orbes vino tintos se fueron abriendo lentamente, aún tenía sueño, pero, debía i con ese vampiro que había aceptado concederle una cita para hablar sobre el asunto.
Al decidirse finalmente, se levantó para dirigirse al baño, se duchó y se cepillo los dientes para ir a su armario en busca de su ropa. Se coloco unos pantalones café claro, una camisa de gabardina blanca mangas cortas, por encima de un suerte azul pastel sin mangas, con unos zapatos casuales color negro brillante, con sus cabellos semi alborotados, salió de su habitación luego de haberlo ordenado.

Bajó las escaleras encaminando hasta la cocina, ya que le tocaba cocinar porque estaba muy consciente de que le tocaba cocinar, porque su hermana menor se había ido al instituto de arte con Nadesko y Daiki; al llegar, se sorprendió de encontrar una bandeja de plata con su tapa y todo, con una notita a su lado, lo tomó para leer lo que este decía:

“Aquí tienes tu desayuno para que ahorres tu tiempo, Kaname-kun. Mucha suerte con el consejo.


Con cariño, Nadesko”

El castaño sonrió de forma serena, porque apreciaba tal gesto; tomó asiento para disponerse a comer al momento en que retiró la tapa de la bandeja. Mientras que consumía sus alimentos, comenzó a pensar en todo lo que ha hecho la cazadora hasta ahora; tenía que admitir que ha sido muy considerada, no sólo por aceptarlos, si no porque también ha tomado todas las responsabilidades de los dos para darle una comodidad confortable, que ambos puede tomar como una atmosfera familiar.

~o~​

Estando en su clase de arte, esta vez todos los estudiantes se encontraban trabajando en parejas, y como la única persona a la que le tenía confianza era, al castaño de ojos verdes, decidió trabajar con él. La tarea de éstos era dibujar una ambiente que los hacen sentir cómodos, a su vez, tendría que compararla con el de su compañero para ver, sí existe, la posibilidad de que haya una conexión entre ambos gustos personales.
Nadesko, caminaba de un lado a otro con las manos agarradas en la parte de atrás de su espalda, observando cuidadosamente a sus estudiantes trabajando en sus tareas, antes de darle una indicación más, había sonado la campana que indicaba el comienzo del receso.

—Bueno chicos, dejen sus pinceles abajo y salgan a su jugar —indicó la mujer de cabellos negros.

Todos hicieron caso a sus palabras, en donde hicieron exactamente lo que había indicado, abandonando el salón de clases, la única que había quedado era la chica de cabellos castaños oscuros que aún se mantenía sentada en su banca dibujando su paisaje. La profesora se cruzo de brazos, y con una sonrisa serena tomó camino hasta su escritorio en busca de lo que iba a necesitar para realizar una de sus más íntimas pasiones, dibujar… La niña se encontraba muy pensativa, como sí algo le molestara; pero… ¿Qué podía ser eso que le molestaba? Sea cual sea, la ayuda mucho a concentrarse en su pasión, aunque tampoco la tendría que utilizar para escaparse de sus asuntos personales. Como no iban a darle más clases se había ido a donde se encontraba para ponerse a dibujar, preparo su cuaderno y subió la banca hasta su misma altura para poder tomar asiento, giró hacia un lado la cabeza para poder observar las hojas, y con el lápiz en manos comenzó a dibujar.

—Pensé las cosas y… Quiero decirle todo a mi oni-sama —comentó para llamar su atención.

Ella sonrió. Por lo visto estaba en lo correcto con asimilar que Yuuki sentía algo por su misma sangre

— ¿Cómo lo harás? —preguntó la mujer de cabellos azabaches.

—A mi hermano le gustaba muchos que exprese lo que siento al momento en que lo siento, y sé que en estos momentos en que lo siento, pero… Si pienso decirle, mis sentimientos hacia él tengo que pensarlo con cautela. —respondió la Kuran.

—Bueno, sólo espero que esos sentimientos sean correspondidos por tu hermano. —hablaba con serenidad para darle un poco de confianza a la chica.

Quería darle ánimos para que pudiese hablar muy tranquilamente, ya que muchas veces las jóvenes les cuestan un poco contar sus verdaderos sentimientos hacia esa persona que es especial en su vida.

~o~​

Sentado en un sofá de cuero fino, con sus piernas juntas y la mirada fija en un punto ciego de la pared, se encontraba en estos momentos en el despacho de uno de los miembros del consejo de vampiro. Un hombre de piel blanca, cabello color rubio pálido, y ojos color azul mar que se encontraban apagado, porque no se le notaba el brillo en ellos.

Ichijou Asato, también conocido Ichiou, es el abuelo de uno de los estudiantes que estudiaba con él. Siendo un vampiro noble que no ha vivido mucho tiempo para darle la seguridad al purasangre. Al descubrir algo sobre esos vampiros nobles, por lo que no pensaba que le podía pasar a un purasangre.

—Gracias por atenderme —dijo el Kuran con respeto.

—Sabe que siempre voy a estar a su disposición Kaname-sama —con una voz ronca, se mostraba de forma respetuosa ya que aunque fuese un niño igual tiene un rango superior al suyo.

Ambicioso del poder, formaba parte del Consejo de Vampiros, pero siempre se dispuso a protegerlo a él y a su hermana menor, aunque tuviese otra intenciones, de todas formas debía permanecer en un estándar bajo.

Al traerle a cada uno de los caballeros una taza de té, Kaname se dispuso a contarle todo lo que había descubierto hasta ahora sobre esos vampiros que quedaban huérfanos a muy temprana edad, obteniendo su total atención, esté escuchaba atentamente su historia para poder analizar con atención, para así al terminar poder escoger las palabras que lo ayudarían a darle una concreta respuesta.

Al finalizar su relato, el castaño colocó su taza en la mesa que tenía a un lado para así poder hacer un enfrentamiento de miradas con el hombre que estaba sentado al frente de él.

—¿Por qué caen en ese estado? —le dio comienzo a su interrogatorio.

—Cuando cumplen los quince años, éstos comienzan a sentir una extraña mutación que los hace pedir sangre con desesperación. —respondió el hombre.

—¿Pueden llegar a caer en el Nivel E? —preguntó nuevamente.

—Sí, no lo pueden prevenir a tiempo, es lo más probable. —respondió con esa misma serenidad.

—¿Puede ocurrirle esto a un purasangre? —cada pregunta que le respondía, la abría cada vez más sus dudas.

Se mantuvo en total silencio, ya que no tenía más que decir, pero sí algo que pedirle.

—Una cosa más, por favor pido extremo cuidado con los movimientos que pretenda realizar, ya que no quiero que los demás miembros del consejo se enteren que sé tan valiosa información. —pidió con mucha cortesía, volviendo sus ojos de un cristalino rojo sangre que abrió una cripta en la taza de té que esté estaba tomando.

Con esa charla finalizada se levanto de la silla para encaminarse hasta la puerta

—Kaname-sama. —lo llamó, deteniendo su paso al tomar la manilla. —Usted sabe que nunca lo traicionaría.

El Kuran no le dijo nada, sólo abrió la puerta para poder abandonar el lugar.
Ya en el auto, miraba distraídamente el paisaje que se le estaba presentando. Sólo pensaba en su hermana, y en ese lugar hermoso que le quería armar con sus propias manos Todo lo que hago para qué vivas en un mundo mejor, Yuuki pensó el castaño cerrando sus hermosos pero a la vez brillantes orbes vino tinto.