One-shot de Naruto - One-shot: Feliz cumpleaños (Sasusaku)

Antes de nada me gustaría aclarar que todo lo ocurrido en este one-shot es antes de la invasión de Pain, poco antes de que Naruto se fuera al monte myoboku
Y el año es completamente inventado. Siento mucho que el principio estuviera tan pegado pero esque al publicarlo me paso eso.

Por favor lean y comenten

Un saludo

xxHinataxx
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28 de marzo de 1987.
Un joven de cabellos negros, al igual que sus ojos, despertó en una oscura habitación iluminada por la tenue luz de la vela encendida, que se consumía lentamente.
Se incorporó despacio, pues le dolía bastante la cabeza, era la primera vez que le ocurría…volver a soñar con su antiguo equipo.

Le dolía bastante la cabeza, se supone que el ya había roto sus vínculos con ellos y aun así no podía evitar pensar en ellos ese día, concretamente en la pelirosa, recordando todo lo que ella le amaba.

--Sasuke-kun- era la voz de la pelirosa estaba seguro y no le cabía duda de ello, se giro lentamente, tratando de encontrar a la pelirosa, miro en cada rincón de la habitación y no estaba.

--Sasuke-kun- De nuevo escuchó la voz pero esta vez sonaba diferente, sonaba a aquella molesta voz, miembro del equipo Taka. Claro, nunca escucho la voz de la pelirosa, lo extraño fue que su mente asimilara, aquella voz que tanto le irritaba con la dulce voz de su antigua compañera…espera, no eran momentos de pensar en ella… ¿y por que en ella?, y más ahora que sabía todo lo de su hermano, algo que si que le daba dolor de cabeza.

--¡¡Sasuke!!- exclamó en joven de pelo blanco y ojos morados abriendo la puerta dejando que entrara una enorme cantidad de luz tras el joven.

--¿¡Se puede saber que quieres Suigetsu!?- pregunto algo enfadado, por no dejar de llamarle.

--Pues que anoche dijiste que partiríamos a las diez y son las doce- dijo el tranquilo tomando un sorbo de agua. El joven pelinegro solo agacho la cabeza para después levantar la mirada y dirigirla a Suigetsu.

--Bien, voy a lavarme y enseguida partimos, díselo a los demás-dijo destapándose y poniéndose en pie. El joven lo miro mientras tomaba otro sorbo, para añadir algo.

--¿Por qué sudas tanto?- preguntó mirándolo de reojo enarcando una ceja con la pajita en la boca para después seguir bebiendo.

--Hmp- dijo pasando por su lado. –Aparta- ordenó algo enfadado. El joven peliblanco le hizo caso sin decir nada mirándolo de reojo.
Tras una hora todo el equipo partió.

--¿A dónde vamos Sasuke-kun?- pregunto una joven pelirroja.

--… ¿Qué día es hoy?- preguntó él ignorando la pregunta de la joven.

--28 de Marzo… ¿por?- preguntó la joven intrigada respondiendo a la pregunta del joven.

--Vamos a Konoha- dijo cambiando el rumbo de su dirección.

--¿¡Naani!?- exclamaron todos sorprendidos.

--¡Pero todavía es muy pronto Sasuke!- exclamó Suigetsu

--¿¡Te-Te has vuelto loco!?- exclamó la joven. El único que no articulo palabra fue el otro joven mayor que ellos peli naranja que les acompañaba. Sasuke no dijo nada.

¿Cómo podía ser ya 28 de Marzo?, ¿Por qué le había salido solo eso de ir a Konoha?, ni siquiera era capaz de rectificar sus palabras, necesitaba ir a Konoha, solo por ella… ¿¡Pero que le estaba pasando!?, recordaba su bello rostro, su bella sonrisa…”Si no puedes quedarte, al menos…llévame contigo” retumbaban en su cabeza “Sasuke ¡yo te quiero mucho!” sentía que le dolía más la cabeza y que le acabaría por explotar “Se lo de tu clan… y si te vas… para mí sería lo mismo que quedarme sola…” Estaba harto de esa situación, sin embargo recordar esas palabras, le daban un sentimiento indescriptible. Pasaron largas horas, hasta que finalmente, a las tres de la tarde llegaron a Konoha, provocando una enrome sensación de calor en Sasuke, haciendo recordar sus días de niños y sus días de Gennin… Aunque sabía de sobra que no debía hacerlo, pues ahora debía destruirla…realmente no sería capaz, pero debía mostrar que lo era, hasta que finalmente fuera capaz de comprender el porqué la quiere destruir.

--Yo iré a hacer una cosa, no hagáis nada sin mi permiso asique comportaos como ciudadanos normales- ordenó, cosa que les extraño, pero hicieron caso y se fueron.

Sasuke marchó, buscando el lugar donde dejó a la pelirosa, a su villa… y ahí estaba ella, sentada mirando un paquete que tenía en la mano con entusiasmo que ponía de: mamá ;) algo que lo alivio bastante, pues podía haber sido de cualquier chico… espera ¿y por que debía molestarle?, realmente se estaba volviendo loco…

La joven levanto la mirada y miró al cielo, susurrando un nombre, que ni siquiera el pudo escuchar.

--¿Dónde estás?...- preguntó ella en un suspiro. Sentía cierta intriga por saber a quién podría referirse.

Lo pensó bastante, quería regalarle algo, pero realmente no sabía el que. ¿Qué le podría gustar?; no le gustaba la idea que estaba teniendo pero tendría que recurrir a ella.
Se fue en busca de Suigetsu con un jutsu de transformación para que no le descubrieran.

--Suigetsu- lo llamo el pelinegro. Pero el ni se inmuto. --¡Suigetsu!- este se giro

--¿Qué?, ¿puedo matar gente ya?- en ese instante todo el mundo se paró en seco y se quedaron mirándolos asustados.

--De-De un videojuego claro… no sean mal pensados lleva esa espada por gusto…- dijo Sasuke tratando de calmar a la gente haciendo aspavientos con las manos. La gente los miro con cara rara y siguieron caminando tranquilos.

--No, no puedes…y te tengo que preguntar algo, aunque ¿Qué vas a saber tu?- suspiro resignado Sasuke a lo que Suigetsu se enfado.

--Bueno, dime que es y ya veremos- dijo algo enfadado mirándolo de reojo con cara de odio.
Le susurro algo al oído haciendo que este quedara absolutamente sorprendido, pero prefirió no preguntar para ahorrarse peleas.

--Mmm…estoy seguro que no le gustara nada más que sea lo que sientas- contestó él para después irse caminando.

--¡Eso no es una respuesta!- exclamó enojado viendo como se alejaba más. –Hmp, estúpido- se fue de aquel lugar, al monumento en memoria de héroes, sentándose en la rama de un árbol, pensando en lo que le había dicho Suigetsu.

--¡Gracias chicos no tenias por que molestaros!- se escucho la dulce voz de la pelirosa, haciendo que Sasuke mirara hacia abajo, encontrando a un joven de cabellos rubio y ojos azules, su antiguo mejor amigo y a un joven de piel pálida y pelo negro al igual que sus ojos, cosa que le recordaba bastante a él, sin embrago el se mostraba con intenciones de estar con los demás, en cambio el los abandono, no le extrañaba que le sustituyeran.

--Siento llegar tarde- dijo un hombre peliblanco. –Toma mi regalo- dijo extendiendo la mano con una sonrisa aun jadeando.

--Gracias Kakashi-sensei- sonrió ella. Estaba feliz, pero Sasuke notaba en su rostro que algo le preocupaba, no paraba de suspirar y estaba inquieta. Se quedo viendo como reían y se lo pasaban bien celebrando el cumpleaños de la pelirosa.

Cayó la noche y todos volvieron a sus casas. Sasuke fue tras Sakura usando la técnica de invisibilidad, se quedo en su habitación, hasta que ella por fin cayó arropada por Morfeo. Eran solo las diez de la noche, aun era su cumpleaños, y Sasuke ya sabía su regalo.

Dejo la técnica, se acerco a la pelirosa y le retiro unos mechones del rostro dejando ver a una dulce joven, un rostro tan fino, una piel tan suave, unos labios tan dulces… Comenzó a acercarse lentamente a su rostro, rozando sus suaves labios con los suyos, hasta que finalmente, unió sus labios a los de ella, observando como a la pelirosa le caía una lágrima por su rostro, notando como los brazos de la joven se levantaban, y tras separar sus labios, ella rodeaba su cuello, atrayéndolo hacia ella con fuerzas.

--Feliz cumpleaños- le susurro al oído Sasuke.

--¿Es este mi regalo?- pregunto ella conteniéndose las lagrimas que podía.

--No- contestó él.

--¿Entonces…- preguntó ella intrigada.

Él no dijo nada, la destapo con cuidado, y la cogió en brazos, con delicadez como una princesa, y la llevo lejos, a un hermoso lago, un árbol de cerezo florecía y algunas flores caian al agua.

Él paró en un árbol, se sentó en una rama con ella encima, pasándole su capa por los hombros.
Los dos se miraron, miraron en lo más profundo de su ser, acercándose poco a poco, sus rostros se juntaban al igual que podían sentir el calor de sus cuerpos en aquella fría noche, fundiéndose en un tierno beso, profundo… abrazándose con fuerza.
Ella se acerco a su oído lentamente:

--Dime, ¿te quedaras conmigo?- susurro.

--Si- y tras eso de nuevo se besaron profundamente bajo la mirada de la luna, las estrellas y el canto del agua.
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Ese era el regalo de Sasuke: volver con los suyos y quedarse con ella. Nah, era solo por si no lo entendieron.