Oficina del director

Topé en la puerta con la chica tímida de antes, me ruboricé un poco y sólo pude dedicarle una sonrisa.

—Perdona, fue mi culpa, eh... Charlotte, ¿cierto?

 

Lotti

Asentí con la cabeza y me separe de el un poco para que pasara y me dejara entrar a buscar mi coyar

 

Bueno, ya no tenía el mismo rostro divertido de antes. Entonces sí se portaba así por mi actitud.
¿Cómo era la escuela? Quizá si la acompañaba encontraría algún sítio tranquilo para sentarme a dibujar o leer. Algo así como un árbol sembrado en un jardín lleno de pasto... Ah, si sólo pudiera encontrar eso sería tan feliz.

-Vale, vamos.

Me levanté con la mochila aún en la espalda y salí con ella, pasando al lado de dos chicos que parecían haber chocado.
Sólo necesitaba un lugar tranquilo...

 

Muruzaki Ryu
Me quede mirando lo que sucedia y no pude evitar quedarme callado hasta que note que la linda chica de cabello rosa se habia ido —¿a donde se fue?— me pregunte a mi mismo y luego voltee a la puerta al parecer habian chocado —¿estas bien?—dije mirandola preocupado luego me sonroje y abri la pregunta —¿estan bien?—

 

Contenido oculto: e.é

¿Qué hacemos? ¿A dónde vamos? ¿Y mi hermana ojos rojos?

Parecía que Charlotte tenía prisa, realmente no quería quedarme solo, así que podía molestarla un rato.

—Venga, ¿Por qué tanta prisa, tan feo estoy?

Dos chicas pasaron por nuestro lado, una de ellas era una cara nueva para mi. Al menos alguien hizo un amigo, me pregunto a dónde irán.

 

Lotti

Aquel chico de los ojos de un morado profundo preguntandome —¿estas bien?— a lo que asenti con la cabeza dandole una sonrisa, despues escuche al otro chico con el que habia chocado —Venga, ¿Por qué tanta prisa, tan feo estoy?— le negue con la cabeza —Per-perdi mi coyar en este lugar—Pronuncie dandoles a entender que regrese para buscaro.

 

Sonreí y me hice a un lado para dejarla entrar.
—¿Quieres ayuda?
Me percaté de la presencia de un chico de ojos morados, le hice una seña cordial como saludo.

 

Lotti

Aquel rubio me ofrecio su ayuda y la acepte asintiendo con la cabeza para después entrar al salón dejado mi maleta afuera

 

Muruzaki Ryu
Mire a aquel chico parecia confiable —Que tal?— dije extendiendo la mano al chico Muruzaki a tu servicio—sonrei mientras extendia la mano a Theodore — venga vamos¡ — mire a Charlotte —Como es te ayudamos a buscarlo?—

 

Hola alumnos,buenas tardes mi hija no tardara en trasladarse a esta preparatoria.

 

—Oh, hola Murusaki. Matthew, un placer. Al fin un chico.

La seguí por atrás buscando un collar, pasaron unos segundos cuando me percaté de que era estúpido buscar un collar que no conocía.

—Por cierto, Charlotte, ¿Cómo es tu collar?

 

Lotti

Saque ni celular y les mostre una foto mia llevando el collar para que lo reconocieran, despues de que ambos lo vieran, pero llego el director y lo guarde de inmediato.

 

Itami.

Yo y Janie íbamos a salir de ese incomodo lugar cuando llegó el director y la jalé hacia mi para que no tropezara contra él. ¨Disculpa¨ me disculpé con ella consiente de que la había jalado con un poco brusquedad. Me senté en donde había estado antes con los brazos cruzados sobre mi pecho.

Contenido oculto

Hasta que al fin aparece el director -.-

 

Lotti

Al ver que el director no paso a mas me puse a buscar mi Collar

 

El director sólo vino y se fue, ¿Es en serio? Después de ver la foto de la linda chica de cabello rosado con su collar me puse a buscarlo, arrastrándome como tonto en el piso en los lugares apretados.

 

Muruzaki Ryu
Busque el collar de Charllote —es este?—dije recogiendo uno del suelo.

 

Lotti

Ryu lo habia encontrado, me sonroje un poco pues ese chico en verdad me atraia, me volte avisandole al rubio jalandolo de la ropa y tome mi collar asintiendo con la cabeza muy roja.

 

Ethan

Me levanté del lugar, realmente estaba demasiado cansado, me acerque a la puerta y la abrí para salir de allí y mirar hacia ambos extremos del pasillo intentando ubicarme y buscar mi habitación, realmente lo necesitaba sino me pondría de muy mal humor, seguí caminando, pero al final creo que me volví a perder como por decima vez en un solo día.

—Mierda...—dije entre dientes girando y volviendo a buscar.

 

Me intenté levantar pegándome fuertemente en la cabeza contra la mesa, creo que rompí algo. Sobaba mi cabeza haciendo gestos.

 

Ai: Padre he llegado —dije con voz un poco tímida.