Explícito Obedéceme

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por AMMU TEIKOKU YUDAINA, 18 Mayo 2025.

Cargando...
  1. Threadmarks: Capitulo 21 (No Quiero Lastimarte)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    358
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Obedéceme
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    24
     
    Palabras:
    2479
    -Estábamos equivocados todo este tiempo- Sonriente ante sus palabras, jactándose de sus propias habilidades que pondrá a prueba con el Lemuriano de frente.

    -¿Equivocados? ¡¡¡¿EQUIVOCADOS EN QUE?!!!- Su pregunta exigiendo repuesta de inmediato, esto solo le daba cada vez menos gracia.

    Un buen amigo, estando en contra de lo que su Diosa les ha mostrado, incluso las dichosas palabras del patriarca, que conocía sus absurdos y raros gustos por más jóvenes, pero como sea… Seguía las mismas convicciones de Atena o al menos eso creía.

    -La justicia que anhelamos, la manera de proteger a los demás no es mediante el amor y justicia de Atena, si no… Juzgar a la misma tierra por sus pecados… Cumpliendo esto, podremos alcanzar la verdadera paz- Sus palabras parecen tener sentido en la mente del Taurino, confiando ciegamente en esto.

    -¡¡¡¿DE QUE ESTAS HABLANDO?!!!- Confundido ante esas extrañas palabras, no podrían ser dichas por alguien que tuviera relación con el santuario, ellos no creían en aquello o acaso no los conocía del todo -¡¡¡¿CÓMO ALGUNO DE USTEDES PUEDE JUZGAR A LA TIERRA ENTERA?!!! ¡¡¡NO SON DIOSES!!! ¡¡¡Y AUN SI, NUESTRA DIOSA ES CONSIDERADA Y BENÉVOLA CON CADA SER HUMANO!!!-

    -Ella ya no es apta para…- Frunce el ceño, llevando la mano directamente a su cabeza, un punzante dolor comienza a dañarlo.

    -¿Qué sucede?- Fijando bien su vista ante ese caballero dorado, puede denotar que esos ojos demuestran sufrimiento, aparentando que en realidad no siente lo que ha dicho, sino todo lo contrario.

    En ese instante de nuevo un remolino de esas hadas del inframundo, se manifiesta nuevamente, acercándose y rodeando a tauro.

    -¡¡¡FRANCISCA!!!- Llama a su amigo, para acto seguido entender que debe aniquilar a esas cosas, teniendo una sospecha de que podría llegar a ser esto.

    Así lo hizo, con su cosmos, logra disiparlas a una menor escala, para destruirlas a todas ellas, pensaría que con esto era suficiente así liberaría a su amigo, del control que están ejerciendo en él.

    Pero en ese instante, un ataque por parte del dorado se hace presente, directamente contra el caballero de plata.

    No puedo esquivarlo, dándole de lleno y derribándolo por breves momentos.

    Una ligera meuca de dolor se hace presenté en su expresión, sosteniéndose con cuidado de donde recibió el impacto.

    Sí que el ataque de uno de sus camaradas con gran parte de su cosmos, no es buena idea, pero no se va a dar por vencido.

    -Vamos Hakurei, tu eres alguien que podría entender esta ideología- Aun creyendo que la manipulación podría alcanzar a un caballero leal.

    -Ay, lo siento mucho… Pero…- Sonriente ante esas palabras, más el desafío se le presenta como algo que no va a rechazar –Yo no creo que así se llegue a la justicia, sin embargo me gustaría saber de dónde sacaste esas estúpidas ideas- Tandeando aun el terreno, no se dejara vencer así como así, encontrará la forma de ayudar a su amigo y traerlo de vuelta.

    -Ja, ja, ja, los ideales de nuestro gran patriarca, quien ha podido abrir los ojos y mostrarnos esta nueva realidad- Como una marioneta repitiendo lo que otro le ha dicho, manipulando su mente y deseos.

    -¿El patriarca?- De nuevo esas palabras… Entrecierra sus ojos –Pero… Él está muerto…-

    -Dejo sus ideales a su más fiel seguidor, Gateguard de Aries, nos ha mostrado y guiado con las verdades del patriarca- Sonríe triunfante al repetir esas palabras como una maquina perfecta.

    -Muy bien… Ya entiendo que está pasando- Asiente para sí mismo.

    Había comprendido con esa explicación, o por lo menos lo que pensaba que fuera, después de todo no tiene todas las cartas sobre la mesa, sin embargo tiene una idea.

    -¿A si?- Burlesco el toro dorado de esta generación, fija su vista al frente, para con Altar, desafiándolo si su mente es capaz de llegar a ese entendimiento.

    -Solo tengo algunas cosas- Preparando su cosmos, para seguir atacando, el golpe que recibió no se quedaría así –Pero creo que tu no estas por completo consciente o ¿Si?- Sonríe triunfante, también Hakurei puede ser atrevido y mofarse.

    -¿Quién dice que no?- Sonriente, preparando su cosmos, para seguir el combate.

    -Yo mi amigo, te están manipulando con esos ideales y estoy seguro que esas hadas del inframundo tienen mucho que ver- Sin más se enfrasca en aquel combate, destinado entre Tauro y Altar –Te voy a sacar ese lavado de cerebro a la fuerza si es necesario- No permitirá que ninguno de sus amigos caiga ante esa maldad predominante.

    Hubiera deseado haberse dado cuenta de esto mucho antes… Pero ya no se puede hacer nada más que… Volverlos al buen camino y si se puede tener una conversación a puños con ese borrego malhumorado.

    Que ya rompió el corazón de su hermanito y ahora esta con esta estupidez en contra de sus amigos, sí que no lo perdonara.

    ---Regresando con Sage y Gateguard---

    Los ataques no se detienen, a diestra y siniestra, pero el caballero dorado de cáncer, solo se defiende, más no puede atacar, no desea hacerlo.

    -¡¡¡VAMOS!!! ¡¡¡DEFIÉNDETE!!!- El pelirrojo sumamente molesto por la actitud del Lemuriano, teniéndole compasión, una que no desea tener.

    -¡¡¡NO QUIERO HERIRTE!!! ¡¡¡TE LO DIJE ANTES, GATEGUARD YO QUERO CUIDAR DE TI!!!- Aprieta sus puños, le duele verlo así, que no pueda ver lo que ha causado -¡¡¡TU NO ERES ASÍ…!!! ¡¡¡¿QUE TE HIZO ESE IMBÉCIL DE ITIÁ?!!!- Furioso, tan solo de pensar que todo esto es por culpa del patriarca.

    -¡¡¡NO LO METAS EN ESTO!!!- La iría del carnero dorado se incrementa, denotándolo en su cosmos embravecido, nadie deberá estar hablando de quien ama.

    -¡¡¡CLARO QUE SÍ!!!- Su mirada fría, se fija en el pelirrojo -¡¡¡NADA DE ESTO ESTARÍA PASANDO, SI SE HUBIERA MANTENIDO ALEJADO DE TI!!!-

    -¡¡¡SUS DESEOS SE HUBIERAN CUMPLIDO, ÉL TIENE EL PODER NECESARIO PARA HACERLO!!!- No dudo más, ataca con la típica técnica de los caballeros dorados de Aries, dirigida directamente contra el cangrejo.

    Pero esta vez, el ataque fue repelido, colisionando en el aire, contra el choque del otro cosmos.

    No se detendría, debía luchar, si quiera traer de vuelta a la persona que ama…

    Sin embargo la diferencia es que… Gateguard no está bajo el manejo de nadie… O el menos no de forma mental completo, si no más la dependencia y deseo de seguir siéndole útil a la persona que adora.

    -¡¡¡NO QUIERO ATACARTE!!! ¡¡¡NO QUIERO LASTIMARTE!!! ¡¡¡AUN NO ES TARDE!!! Por favor… Deja esto- Su ruego, sigue estando triste y desesperado, pero… El odio y enojo se está proyectando a cada instante en su ser.

    -¿Tarde?- Murmurando esa palabra, más que nada la carga de sentimiento en ella –Sage, ya es tarde para mi…- Su vista levantada, esos ojos verdes, con un tenue brillo, deja escapar sus lágrimas y una tenue sonrisa se refleja.

    -¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO LO ES!!!- Se acerca con cuidado al ariano, desea alcanzarlo, reconfortarlo, hacerle saber que todo esto puede ser perdonado por su amada Diosa, si deja que todo se calme… Que confíe en él.

    -No te acerques- Le responde con rapidez.

    -¡¡¡ITIÁ YA NO ESTÁ AQUÍ!!! ¡¡¡EL PATRIARCA YA NO TE VA HACER DAÑO!!! ¡¡¡PUEDES SER LIBRE…!!!- Sonríe con sus ligeras lágrimas cayendo de sus ojos opacados, y los brazos abiertos, en donde pudiera un ataque ser certero.

    -Jamás seré libre… Yo estoy atado al patriarca y eso… Está muy bien- Acepta su destino, no le interesa ser perdonado ya a estas alturas, solo quiere… Cumplir el mayor deseo de quien ama y… Reunirse con él lo antes posible.

    Su amor mezclado de una manera algo cruda, dependiente, masoquista y sádica, a algo que nadie podría alcanzar a comprender en lo más mínimo.

    ¿Quién pudiera hacerlo?

    -¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO LO PERMITIRÉ!!! ¡¡¡GATEGUARD, POR FAVOR!!!-

    -¡¡¡NO!!! ¡¡¡ALÉJATE DE ESA FORMA DE MÍ!!! ¡¡¡ADEMÁS… TE ATACARE HASTA MATATE, NO ME IMPORTA HACERTE DAÑO!!!- Su ceño fruncido, la advertencia dada, con un abrupto cambio de emoción.

    -Hazlo- Su voz sale con dolor, pero la sonrisa se mantiene, mirando con tristeza a la persona que más amo en su vida y desea tanto cuidar, darle todo lo que merece.

    -Defiéndete, no atacare a alguien que no esté dispuesto a luchar- Molesto ante el camino fácil que le da el cangrejo dorado.

    -No lo hare… Si quieres hacerme daño, hazlo… No te detendré… Si yo soy un impedimento para que seas feliz, acábame en este momento, porque yo no te dejare en paz, estando en esta vida- Firme en su hablar, con lágrimas cayendo, pero una sonrisa en sus labios, no puede herir a quien ama.

    -Sage…- Cierra sus ojos un instante, para respirar profundamente y fijar su vista con odio en el camarada de enfrente.

    No puede permitir que se burle de esta forma de él, no lo puede dejar pasar, no necesita que se deje atacar, para acabarlo, no puede hacerlo por su propia cuenta, después de todo ambos están al mismo nivel.

    Con ideales diferentes, pero similares en cosmos.

    Mas al querer atacarlo cada vez, no podía darle de forma correcta, deseaba acabar al Lemuriano, pero… Su corazón sentía deseos diferentes, como si… Solo quisiera detenerlo de alguna forma, incapacitarlo de seguir, sin matarlo.

    ¿Por qué se siente así de confundid?

    ¿Por qué duda de atacar a ese hombre?

    Si ha sido una piedra en el zapato todo este tiempo, desde que confeso sus sentimientos.

    Más la imagen y la sensación de los abrazos, besos… Ese momento en que su corazón se sintió querido y protegido.

    Las promesas que le dedico Sage, y que en un momento deseaba cumplirlas con él.

    No está seguro ya de nada, pero no existe marcha atrás ahora.

    Accedió a lo que Itiá pidió, porque lo ama…

    Ahora… Duda en acabar con Sage, porque… Podría también estar amándolo, aun en contra de su voluntad.

    No, no podía creerlo, no podía ser.

    Solo quiere acabar con esto, hacer que los sueños del patriarca se cumplan, es lo único que quiere.

    Y de hecho lo cumplirá, sin dudarlo… Pero no a costa de la vida de Sage, aun no podía ser tan ruin.

    No se puede entender en lo más mínimo, su corazón esta confuso, como su mente.

    -Gateguard, no dudes… Tú no eres una persona mala… Sabes que no crees en esto- Desea hacerlo entrar en razón, por un instante, solo uno…

    -No me conoces en lo más mínimo…- Serio asiente, bajando la mirada, y rápidamente sonríe de forma retorcida –Si tu no me acabas y no piensas pelear, te dejare ver como yo mismo acabo con Atena…-

    -No… ¡¡¡GATEGUARD, NO PUEDES HACERLO!!! ¡¡¡LA GUERRA SANTA ESTÁ MUY CERCA, LAS HADA DEL INFRAMUNDO ESTÁN EN EL SANTUARIO!!! ¡¡¡ITIÁ DEBIÓ TRAERLAS Y TU… FUISTE CORROMPIDO POR ÉL!!! ¡¡¡NO PUEDES HACERLO!!!-

    -Detenme entonces- Sonríe, suspirando levemente… Solo quiera un ataque rápido, interceptarlo, para darle otro y así dejarlo fuera de combate.

    No quiera que intervenir… Al menos que Sage quede con vida… Es su capricho.

    -No hagas esto… Gateguard, te amo mucho…- Le duele, de verdad le hacía esto, sabe sus sentimientos, pero… Tampoco puede dejar que lo que siente sea mayor a su deber, pero… No podía hacer nada.

    No quiere herir al pelirrojo, de verdad desearía que esta situación fuera muy diferente.

    Tal vez en otro mundo, en otra dimensión… Ellos pudieran ser felices, habrían tenido una vida diferente…

    Si desde un inicio no hubiera sido cobarde y penoso, si hubiera hablado antes con Gateguard, si sus sentimientos hubieran llegado antes al corazón del Aries…

    Si no hubiera permitido que el patriarca se acercara al pelirrojo, las cosas serían diferentes…

    Obviamente no todo podía ser su culpa, Aries… Fue quien decidió seguir con esta relación aun en contra de las advertencias del cangrejo.

    -Sabes que los sentimientos en plena batalla, no son importantes- Acercándose lentamente hacia el Lemuriano, sonriente por la mueca, pero sus ojos no lo demuestran por completo –Si deseas ser un buen caballero dorado, debes matarme, tal vez así detengas lo que ocurrirá-

    -¿Por qué las cosas debían acabar así?- Se lo pregunta en voz alta, su corazón duda, su mente no… Gateguard es ahora el enemigo, ya no más un aliado, y lo hace a plena conciencia… Duele ver a quien amas en ese estado, pero… Tener un deber ante todo es lo principal a cumplir.

    -Así debió acabar- No parecía arrepentirse, si no hasta gozarlo –Si me hubieras… Llevado lejos… como lo prometiste… Tal vez no habría ocurrido la revelación de esta verdad-

    -Pero… Tu… Me dijiste que no sentías nada… Que el patriarca, él…- Confuso ante estas palabras, como era posible que ahora pareciera como si hubieran tenido una oportunidad de amarse.

    -No te hagas ilusiones, te lo dije… No podría amarte, mi corazón ya tiene dueño, solo se hubiera atrasado y haber logrado que se dieran cuenta por otros medios-

    -Gateguard, aún puedes parar esto, te lo repito, deja esto… Nuestra Diosa es misericordiosa… Todo se arreglara, solo… Por favor ven conmigo- Extiende su mano, esperando que el pelirrojo acepte y se puedan ir juntos.

    -Sage, para esto… Solo atácame, si no… Atena morirá, ya no tendrás otra oportunidad como esta…- El tono suena decaído, como si en verdad quisiera detenerse, pero… A la vez desea cumplir esta última orden de quien ama y reunirse con él.

    -¡¡¡NO QUIERO HACERLO!!! ¡¡¡HERIRTE NO LO QUIERO HACER!!!- Su grito desesperado de nuevo se presenta, temblando por la impotencia de no haber podido salvar a quien ama, con el miedo de que esta persona haga una estupidez contra su Diosa.

    -¡¡¡HAZLO!!! ¡¡¡YO TAMBIÉN QUIERO ACABAR CON ESTO!!! ¡¡¡REUNIRME CON QUIEN AMO ES LO ÚNICO QUE MI CORAZÓN DESEA!!! ¡¡¡AYÚDAME A HACERLO!!! ¡¡¡POR FAVOR!!!- Esto un ruego desesperado por la muerte… Ya todo estaba en orden, para que siguiera el curso que se destinó por Itiá, solo quería estar a su lado ahora en donde sea.

    -Gateguard…- Dudoso, no quería herirlo, pero… Sabe que la única forma, en contra de su voluntad… Con la lealtad hacia su Diosa.

    Atacaría a la persona que ama… No para acabar con él, pero si para detenerlo… Esperaba solo traerlo de nuevo al camino que juraron todos seguir al recibir la armadura.

    Concentra su cosmos, pensando en ese ataque, uno solamente… Directo y para detenerlo.

    El pelirrojo esta delante, listo para recibirlo de lleno.

    ¿Por qué sonríe?

    Esperaría encontrarse con quien ama.

    Las lágrimas corren por sus mejillas, pero está decidido…

    Ya no dudaría más y es así como deja ir el cosmos acumulado.

    Más… Algo ocurrió, alguien detuvo su ataque… A centímetros de tocar al pelirrojo.
     
  2. Threadmarks: Capitulo 22 (Un Beso De Verdad)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    358
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Obedéceme
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    24
     
    Palabras:
    2549
    La colisión se ve inmensa, advirtiendo a quienes estuvieran en el santuario y viera ese choque de cosmos.

    Sage cubrió su vista, el impacto fue tal, que produjo un destello casi cegador, pero algo dentro le decía que no era la primera vez que sentía esto.

    Y no, no era el cosmos del pelirrojo que al final había decidido atacarlo.

    Si no, uno muy diferente…

    Que en cuanto pudo alzar la vista, sus ojos oliva se fijan al frente, y puedo ver de quien realmente se trata…

    -Esto es…- Sus palabras salen de golpe, impresionado por el avistamiento.

    -La armadura de Libra…- No cabiendo en su impresión, Aries mira fijamente aquello que se posiciona delante de él, protegiéndolo de cualquier ataque del contrincante –No, esto es… Imposible… Itiá…- Sus ojos de llenan de lágrimas, sin comprender esta parte del plan, esto no debería estar ocurriendo… Pero…

    ¿Qué es lo que en verdad estaba planeando su amado Libra?

    -Se supone que el patriarca está muerto, ¿Por qué la armadura de Lira apareció protegiéndote?- Sus ojos incrédulos, no recordando que en algunas ocasiones esas ropas doradas, tienden a conservar los recuerdos de aquellos que alguna vez las portaron.

    -No, no debería protegerme, yo… Tuve que acabar con él…- No podía más con el dolor, sus piernas flaquean, derrumbándose hasta tocar el suelo -¡¡¡NO DEBERÍAS PROTEGERME!!! ¡¡¡DEJA QUE ME REÚNA CONTIGO!!! ¡¡¡POR FAVOR!!!-

    -Gateguard…- Le duele, desbastador dolor en su corazón, ver sufrir a quien ama.

    No lo puede juzgar por ese pecado de haber acabado con una persona, realmente debería ser incorrecto que Sage si quiera lo piense, pero siente que fue lo mejor para Aries que el patriarca muriera de esa forma.

    Pero… No con esa carga emocional que le ha dejado al pelirrojo, que siempre le fue fiel hasta en el último momento, cumpliendo sus deseos antes de los propios.

    Desea aliviar ese dolor, darle la oportunidad de calmarse, de ayudarlo de cualquier manera para que no sufra.

    Estuvo a punto de herirlo, pero no matarlo, no podía, aunque eso significará que pudiera seguir haciendo mal contra Atena, cáncer intentaría detenerlo de cualquier forma.

    Fijando su vista hacia el caballero de cabellos rojos, con la marca en su rostro, derramando incontables lágrimas por el dolor de un amor perdido por su culpa.

    Se quiere acercar, darle su apoyo y brindándole ese amor y calor que sabe que ha estado anhelando desde hace mucho tiempo.

    Nunca lo rechazaría, estaría con él, hasta las últimas consecuencias.

    A veces se preguntaba el mismo Lemuriano, ¿Hasta dónde su amor por Aries puede caer en la obsesión?

    Se cuestiona si el tan solo dudar en acabar a un enemigo, es correcto…

    Pero no se puede hablar de un enemigo cualquiera, si se trata de su mismo Aries, ese pelirrojo que ha amado desde hace algunos años atrás y jamás fue capaz de decirle lo que sentía, hasta que lo vio perdido en un calabozo en donde jamás podría salir.

    -Gateguard… Tranquiló…- Sus pasos resuenan con el choque del metal de la armadura entre si…

    Deseaba acercase a él, darle un abrazo, no le importaba ser atacado por la espalda, o morir abrazándolo, seria de lo mejor en todo caso.

    Morirá feliz, pero… Lo dejaría solo.

    Mas ni siquiera pudo entrar al perímetro del Ariano, la armadura de Libra ataca, como si alguien la estuviera manejando a distancia.

    Interponiéndose entre Sage y Gateguard.

    El cosmos en esta ocasión, fue más embravecido, un solo ataque fue capaz de alejar a alguien con la guardia baja, y mandarlo un tanto lejos, pero sin salir de la vista de ambos.

    -¡¡¡SAGE!!!- Impresionado parece el pelirrojo, sin dar crédito a lo que contempla.

    Las esmeraldas cristalizadas se fijan en la armadura de aquella persona que ama, incrédulo por como reacciono al simple acercamiento del cangrejo.

    -¿Por qué lo haces?- Le pregunta con cierta duda, pero no teme obviamente, si no está incrédulo de lo que siente.

    La preocupación por Cáncer aumenta en el Ariano.

    Pero obviamente el Lemuriano no se va a dar por vencido fácilmente y más al tener a su persona amada cerca de una armadura que se supone no tiene dueño por ahora.

    Poniéndose de pie, con cierto dolor, su cuerpo ha soportado los ataques del primer caballero y ahora este, que si lo dejo algo aturdido.

    -Libra…- Una mueca de dolor se manifiesta en su rostro, pero el ceño fruncido atento a cualquier movimiento extraño que se le ocurra hacer –Alguien está controlando a la armadura eso es obvio…-

    -Pero… El único que lo podría hacer es… El patriarca… Itiá…- Su nombre saliendo como un simple susurro, dejando que las lágrimas escapen de una sola vez.

    -Gateguard, dijiste que acabaste con el patriarca, pero… ¿Fue cierto? O… ¿Lo fingieron?- Debía preguntar primero, estar seguro que es lo que había cometido el pelirrojo.

    -Yo… Ataque con todas mis fuerzas… Es lo que se me suponía, pero…- Mira de nueva cuenta la armadura, no deja de estar de rodillas en el suelo, no comprendiendo lo que está pasando –No hay duda, es su cosmos.

    -Itiá… ¡¡¡TE DIJE QUE NO VOLVIERAS A HACER SUFRIR A GATEGUARD!!! ¡¡¡TE LO PEDÍ!!! ¡¡¡SI TANTO LO AMAS… NO DEBERÍAS HACERLE ALGO COMO ESTO!!! ¡¡¡NI SIQUIERA MERECES SER LLAMADO PATRIARCA!!!- La sangre hirviendo, el cosmos alterado, el odio impregnado en cada una de sus facciones.

    Obligo al ariano a hacer algo que posiblemente no quería, muchas veces lo hizo, el sufrimiento, el dolor combinado con el placer, que se volvió en un pecado llamado amor… Pero uno donde es enfermizo y cruel…

    Gateguard no está bien… Ya ha dejado su estabilidad emocional de un lado, todo por cumplir los deseos de otra persona, una que se suponía debía corresponderle, y no solo jugar con él a su gusto y antojo.

    Harto de esto, Gateguard no lo merecía, no importaba nada, nadie debe aceptar un amor así de cruel… Se lo había dicho por las buenas, pero no entendió… Siguió haciendo lo que quería con él, al grado de tenerlo en este punto.

    -Volviste…- La sonrisa de presenta en el rostro del pelirrojo, una que reluce de alegría, los ojos brillan con tal fulgor de una ilusión que se suponía no debía existir.

    -Gateguard…- Sage duda de la emoción del pelirrojo.

    En su mente, ¿Cómo podía alegrarse de que una persona tan cruel con él, siguiera con vida?

    ¿Fue libre algún momento?

    O

    ¿Desde que se enamoró del patriarca, cayo sin remedio al abismo?

    Lo que sea que ocurra, lo que pase… Esta vez Sage no lo dejara ir tan fácilmente…

    No importa el odio que después genere en quién ame, no le interesa cualquier represalia, esta vez, acabara con el patriarca, con el caballero de Libra, Itiá…

    No lo dejara volver hacerle daño a quien ama.

    Una convicción que eleva su cosmos a un nivel catastrófico, haciéndolo tan visible.

    En un punto sin retorno de lo que tuviera que hacer.

    -¡¡¡NO TE ATREVAS HACERLE NADA SAGE!!!- Defenderá a quien ama, no le importara nada, aunque esto ya no estuviera en el plan inicial.

    -Lo siento Gateguard, pero… No te voy a escuchar…- El ceño fruncido, mirando directamente a la armadura que al parecer está vacía.

    Son embargo el cosmos que emana de la armadura se nota preparado para atacar al caballero de delante.

    -¡¡¡NO PERMITIRÉ QUE LE HAGAS NADA!!!-

    El pelirrojo obviamente deseaba proteger al hombre que ama, o aunque fuera solo su cosmos, pues de donde viene no se localiza del todo.

    Mas para la sorpresa del pelirrojo, antes de que quiera mover un solo dedo, aquella armadura vacía, se adelante un poco, aceptando el reto del cangrejo dorado.

    Es como si ambos estuvieran luchando por solo un objetivo… y Aunque se pueda notar muy mal…

    Uno luchara para seguir poseyendo al pelirrojo y otro para salvarlo de ese mal.

    Es una desventaja total para el cangrejo dorado, está ya agotado por haber estado luchan con anterioridad con Aries, su cuerpo y armadura lo han resentido, pero seguirá en pie hasta que su corazón deje de latir.

    Y de hecho es así…

    Ambos cosmos colisionan en un punto medio, sus ataques son sumamente similares, uno dedicado por el deseo de seguir sus planes y otro por proteger a quien ama…

    Pero aquí… Se puede ver más… Mucho del trasfondo que se ve claramente.

    Un deseo, puede ser por algo egoísta, por un motivo, que de esa forma trayendo otras emociones que había querido mantener en silencio para siempre, pero se han manifestado sin previo aviso.

    Y el amor, puede llevar consigo odio, no hacia quien amas, sino contra aquel que le ha hecho daño y quiere acabar a como dé lugar.

    Para que esa persona esté libre y puede corresponderle o… En su defecto volverte su motivo de odio y desee vengarse, como sea… En este camino escogido no se tendrá un triunfo del todo…

    De eso está completamente seguro.

    No paso mucho…

    ¿Cómo era que alguien tuviera ese nivel de cosmos?

    Solo uno cuantos golpes y choques de estos fue suficiente, aunque no se fue por completó ileso, ya que Cáncer igual conecto sus ataques directos a la armadura.

    Demostrando que no sería alguien fácil de vencer.

    Pero el final, la experiencia pudo más con la convicción…

    El cansancio también puede hacer estragos obviamente.

    Sage inconsciente, con marcas de esta batalla, su vida aún sigue en él, pero… Un golpe más lograría derribarlo sin dudas.

    Y es a lo que está dispuesto hacer…

    Pero… Unas manos lo detienen, para evitar que cometa una peor atrocidad.

    Sin embargo, el por qué lo hace es sumamente incierto.

    -No lo hagas por favor…- Los ojos del ariano se ven angustiados, pero rodeando la armadura con sus brazos, para sujetarlo con fuerza, un brazo es lo que se puede anhelar ahora.

    Este pedido es escuchado por la armadura de Libra, quedándose inmóvil por unos instantes.

    -Itiá… Por favor… No hagas más daño a Sage…- Le ruega con cierto temor, pero… El hecho de que este angustiado, no se puede evitar del todo.

    -¿Te preocupa?- Resuena en su mente, la voz del patriarca, pero el tono es diferente, no suena caprichoso, molesto o arrogante, si no como… Un tanto adolorido.

    Su respuesta se quedó congelada, solo al alzar su vista ingenuo, como si le costara entender por qué de repente una cierta calidez se comienza a manifestar en su cuerpo y alrededor.

    Era imposible, solo había podido sentir la armadura, un poco tibia por el cosmos, pero no dejaba de ser un metal duro y algo frio en ocasiones.

    Sin embrago al sentir su cintura rodeada por unas manos, que conocía muy bien, tantas veces exploraron su cuerpo y le dieron agonía placentera…

    Ahora era diferente, es cálido, genuino, agradable… Un abrazo como lo había anhelado de esa persona.

    Y sus ojos chocando con unos de un tono oscuro, tan penetrantes y hermosos que daban miedo dejar de observarlos, pues podrían desaparecer de la faz de la tierra.

    Una sonrisa dedicada, un rostro mucho más gentil y dulce para él…

    -¿Itiá? ¿Patriarca?- Aun pregunta con duda, con el temor de que solo sea una ilusión, un mal juego de su mente por no aceptar esa muerte.

    Sin embargo todo se siente tan real y agradable… Que asusta.

    No pudo seguir hablando, sus lágrimas siguen corriendo, al igual que su corazón latiendo a mil por hora… Su cuerpo temblando, por la grata impresión que siente al momento en que algo aprisiona sus labios.

    Un beso… Uno donde por fin podía disfrutarlo con Itiá, y era uno que venia del pelinegro…

    No era cruel, demandante y egoísta, sino un muy dulce, agradable y suave…

    Rodeando con total gentileza la cintura del pelirrojo, intentando aliviar todo el dolor que le había provocado durante este tiempo que estuvieron juntos.

    ¿Acaso la vida le daba una segundo oportunidad a ambos de redimirse?

    De que su amor florezca de una forma normal, que confíen, se amen, eviten esas actitudes toxicas y que solo mal lograba su amor.

    Dudas, palabras, misterios que no se sabrán y no se resolverán…

    Y de hecho a ningún le importa resolver ahora…

    Conectados por sus sentimientos…

    Aquellos en los que Gateguard nunca tuvo duda, pero Itiá si, solo por el recuerdo de un amor perdido… Haciendo sufrir a uno inocente tanto… Y ahora…

    ¿Esta era su manera de pedirle perdón?

    Y

    ¿Así demostrarle lo que siente?

    ---Templo de Tauro---

    El combate había terminado en este punto…

    Hakurei mal herido, pero se mantiene en pie… Mirando con cierto enojo al dorado en el suelo…

    Acercándose con cierta duda hacia el grandote, pero no existía de otra.

    -Oye… ¿Ya estás bien o aun necesito sacarte ese lavado de cerebro a golpes?- Se queja un poco del dolor en su cuerpo, pero se contiene.

    La pregunta al parecer fue escuchada por el segundo guardián, que se incorpora con pesadez del suelo, tocándose la cabeza, cerrando sus ojos y negando con la misma.

    -¿Qué paso?- No recuerda bien lo que acaba de hacer y lo que otros camaradas han hecho.

    -Al parecer ya estas con nosotros amigo- Sonríe, en cierta forma más tranquiló, pero intentando averiguar que está pasando con el cosmos de su hermano.

    -Hakurei…- Lo llama con cierta duda, hasta que a su mente le trae de golpe el recuerdo de lo vivido en la sala patriarcal y lo hace incorporarse de una sola vez, tomando al Lemuriano de los hombros y sacudiéndolo con fuerza -¡¡¡GATEGUARD ASESINO AL PATRIARCA!!! ¡¡¡DELANTE DE NUESTROS OJOS!!! ¡¡¡HABLARON SOBRO UN PLAN Y…!!!-

    -Sabía que ese borrego malhumorado no era de fiar- Triunfante por haber acertado, enojado por haber acertado igual.

    Fue allí cuando se da cuenta de todo lo que ha ocurrido en su templo.

    -¿Esto… Yo lo hice?- Y allí mira detenidamente a su amigo delante -¿También te ataque?-

    -Sí, pero está bien, estabas algo mal... No eras tú mismo, tranquilo no existen rencores- Sonríe confiado ante esta nueva platica, había vuelto su amigo y es lo que importa.

    Más para Hakurei esto no ha terminado y debe hacer una última cosa.

    Acto seguido se gira hacia la salida trasera de Tauro.

    -Los demás ya deben saber cómo ayudar a los que no están en su cinco sentidos, Atena y Krest están lejos… Eso es bueno…- Su rostro relajado se va, para fruncirlo molesto –Ahora… ¡¡¡HARE PAGAR A ESE GATEGUARD, POR HACER SUS TONTERÍAS!!! ¡¡¡MÁS LE VALE NO HABERLE HECHO DAÑO A SAGE, SI NO…!!! ¡¡¡LE VOY A ENSEÑAR EL PODER COMPLETO DEL CABALLERO DE ALTAR Y ME DA IGUAL SI ES UN CABALLERO DORADO!!!-

    Por tal motivo, Hakurei sale corriendo hacia donde el cosmos debilitado de su hermano se encuentra, pero no había notado aun el cosmos ajeno del tercero en esa batalla, que pudo sentir los cosmos durante su propia pelea.

    Y por lo cual, acto seguido Tauro sale detrás de él, para juntos ayudar en lo que sea y detener a los demás dorados que posiblemente aun estén bajo ese lavado de cerebro.
     
  3. Threadmarks: Capitulo 23 (¿Es Suficiente?)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    358
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Obedéceme
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    24
     
    Palabras:
    2552
    ---Sala Patriarcal---

    Poco fue el momento exacto.

    De estar en un momento, en algún punto de la travesía del santuario.

    Ellos llegaron rápidamente.

    Un último momento para estar juntos.

    Al parecer las apariencias engañan, pero… ¿Qué tanto esto sucede?

    Por fin había conseguido lo que deseaba, el amor del patriarca, ese hombre que se supone solo debía admirar, siendo mayor que él, mucho mayor por siglos, el cual debía solo enfocarse en quererte y apreciarte como un discípulo, un niño, como un hijo o amigo, nada más.

    Pero… Se cruzó la línea, desarrollado un amor enfermizo.

    No solo porque inicio con uno enamorado y sumiso en toda la extensión de la palabra y otro aprovechándose de la dependencia emocional que el pelirrojo tiene, cosa que el mayor sabía de ante mano.

    Se aprovechó de eso, para tener su juguete personal.

    Aquel con el que puede pasar buenos ratos, sin necesidad de preocuparse por los sentimientos de su pareja de cama.

    Añorando a una persona que ya falleció y usando al presente como un sustituto, jamás tratándolo con la mínima muestra de cariño posible.

    Y Gateguard, aceptando esos tratos, creyendo que debía soportarlos, para solo tener la oportunidad de ser amado.

    Sabía que las cosas no mejorarán, pero no se apartó aun así del patriarca, ese era su lugar, según sus pensamientos y deseos.

    Aunque si dudo un instante, cuando cierto caballero de cáncer le demostró que el amor es darlo de ambas partes, que debe ser igualitario, en el sentido de sentimientos, respeto mutuo y procurar la felicidad del otro antes que la tuya sin olvidarte de ti mismo.

    Pero… Ni aun así, con esa mano amorosa que le deseo mostrar ese amor que merecía, no solo los pedazos de uno que ya estaba roto.

    Las palabras de otro, que tuvo que dejar por la muerte.

    Itiá, jamás… Hasta este momento le demostró sus verdaderos sentimientos.

    Incluso los negaba, provocando peor daño al pelirrojo.

    Impidiéndole que lo besara, que eso no debía pensarlo, que su amor jamás seria correspondido y que olvidara esa posibilidad.

    Aun con estas advertencias Aries se aferró y sigue aferrado a que la posibilidad de ambos enamorarse pueda existir.

    Y ahora… Pareciera que sus anhelos por fin se hicieron realidad.

    Pero… ¿A qué precio lo consiguió?

    Traiciono a su Diosa, por un amor que no lo conduciría a nada bueno.

    Sus amigos o al menos camaradas que intentaron en algún punto ser amables con él y rindiéndose al final.

    Aceptando hablar con él, como muestra por su deseo de intentar cambiar.

    Hiriendo a una persona que solo lo quería amar de verdad.

    Todo eso costo que Itiá se diera cuenta de lo que estaba perdiendo.

    Porque si…

    Tal vez, si no hubiera existido esta rebelión, si la situación seguía de la misma forma.

    Usado, denigrado, humillado, de buenas a primeras Gateguard le habría dado una posibilidad al cangrejo…

    ¿Cuánto hubiera tenido que pasar?

    Quien sabe…

    Algunos meses, años o décadas, pero el patriarca reconocía que todo el mundo se puede cansar de ser tratado como un juguete.

    Lo sabía por experiencias previas, y sentía que podría no importarle, pero… No era así.

    Gateguard logro adentrarse a su corazón, contra todas posibilidades.

    Y el hecho de perderlo, ya era inconcebible para el momento que lo mando de misión con Sage.

    Ahora claro que se arrepentía…

    En el momento que Gateguard volvió, le informo lo que había hecho, lo lastimo tanto, todo para que olvidará los besos del otro.

    No necesitaba hacerlo, ser tan cruel y frio, para tener el corazón de alguien que ya tenía.

    Todo esto era por sus miedos, sus mecanismos de defensa, el odio de volver a sentirse abandonado por alguien que ama, que al final la guerra se lo va a arrebatar.

    Pero eso ya no importa para ellos… Cosa que debería ahora Gateguard de tomar en cuenta.

    Todos los maltratos, los abusos, humillaciones y cierta tortura que vivió, lo perdona con las excusas de estar enamorado, de por fin obtener un dulce beso de quien ama.

    Las cosas claramente no deberían ser así de fáciles, cuando al fin le dice y demuestra que siente algo más que solo deseo y codicia hacia él.

    Sin embargo obtuvo lo que deseaba, aun después de haber tenido que cometer actos tan ruines…

    Incluso ser capaz de matar a quien ama solo por su petición, para lograr el cometido del patriarca.

    Ahora su deseo de tenerlo de vuelta se convirtió en realidad, sufrió por el hecho de haber acabado con su vida.

    Solo por eso se había arrepentido de haber alzado lo mano contra él, pero ni le importaba lastimar a los demás caballeros, ni a la misma Atena, pero… Al enfrentarse a Sage dudo…

    Posiblemente un sentimiento en ese instante surgió…

    Pero… Itiá volvió… Ya que tenía todo calculado, para no morir del todo…

    Fingir su muerte, sin importarle del todo el sufrimiento de quien se supone lo sigue ciegamente.

    Esto ni siquiera le interesa para disculparse apropiadamente, solo cuando vio que su servidor más fiel podría traicionarlo, porque le ofrecían un amor verdadero y sinceró, decidió hacer uso de presencia.

    Los celos llevados a otro nivel, pueden ser demasiado peligroso.

    Y ¿Por qué sentía celos?

    Si, se había enamorado, estaba desquiciadamente enamorado del pelirrojo, pero desde luego se sabe que esto no es un amor sano.

    Aun estando en la sala patriarcal, en aquel lugar donde fue testigo de tantas torturas, sexo sin sentimientos de parte del pelinegro, dolor y placer que logra combinarse de una manera aterradora…

    Ahora pareciera que eso, solo fueran mágicos momentos entre ambos.

    Eso sucede cuando aceptas una relación con una persona que desde un inicio te demuestra solo el lado malo de la persona, y aun así crees que el amor puede cambiar.

    Claro que el amor puede mejorar algunos aspectos de tu vida, intentar hacer que todo esté en orden, incluso motivarte para probar cosas nuevas.

    Pero no, el amor no te cambia radicalmente, si no mejoras lo aspectos que tal vez lo necesiten, pero una persona te debe amar tal cual eres, y si la otra persona no lo hace, o tú debes tragarte tu orgullo para tener que esta con esa otra persona, por que usa el argumento.

    “Si quieres estar conmigo, acéptame como soy”

    Y así debería ser, pero si tiene comportamientos que te hacen dudar o sean bastantes negativos, tóxicos, crueles, incluso contra tu persona es mejor alejarse, no soportes un maltrato jamás.

    Esas elaciones no terminan jamás con un final feliz, incluso aquí… Gateguard e Itiá se darán cuenta.

    Besos, los besos que no quiso darle en un principio, desea llenarlos de ellos…

    Sus cuerpos no se pueden tocar más allá de suaves caricias en sus rostros o brazos, las armaduras chocan…

    Y tan solo iniciar por primera vez una entrega que quiera demostrar amor… Ya es demasiado tarde para ello.

    Lo sabe Itiá, y lamenta no haberlo aprovechado cuando tuvo oportunidad, en el momento que debió apreciar su compañía, aceptar que podía amar a otra persona.

    Apreciar que una persona de verdad lo ama, y si bien tenia tantas coincidencias con Sotero el amor de su vida… Que ya no volverá…

    Tal vez… Podría ser que sea la reencarnación de la persona que ama…

    Eso nunca lo sabremos ahora.

    Por fin las tan anheladas palabras de amor.

    -Te amo Gateguard- Acariciar los cabellos rojos con devoción, sonreírle con el rostro juvenil.

    Intenta transmitir lo que no pudo antes.

    -Te amo tanto…- Las lágrimas salen de aquellas esmeraldas radiantes, sonriente ante lo que siempre soñó.

    -Debí haberte dicho esto antes- ¿De qué sirve arrepentirse ahora?

    -Está bien, soy feliz de estar a su lado- No cabe de su felicidad, su corazón al fin está en paz, se siente amado por primera vez… Y es lo que más le interesa…

    -Incluso… Si Sage… Deseaba estar a tu lado demostrándote un diferente amor ¿Quieres estar a mi lado?- Dudas, clara evidencia de que vio perdido ese amor, y no lo sortaria.

    -No me interesa lo que Sage me pudiera ofrecer… Usted es a quien amo-

    Sus palabras son sinceras… ¿Tal vez lo que siente por Sage es un cariño que ni el mismo entiende?

    Después de todo, solo conoce el amor obsesivo, y cumplir los deseos como forma de demostrar algo más fuerte.

    Puede que ese amor puro y genuino del Lemuriano fuera mucho o menos para él.

    Lo que sea, era algo que no deseaba en su vida.

    Se respeta, es su decisión, pero no deja de ser una incorrecta al elegir alguien que te hiere.

    -¿Permanecerás a mi lado, aun después de todo lo que te hice?-

    -Sí, quiero estar con ustedes hasta el final… Patriarca… Por favor… Quédese conmigo siempre- Abrazando al mayor con tal desesperación, con las lágrimas de un gran dolor desbordándose –No me vuelva a dejar solo… Por favor…- Su suplica, un ruego de angustia.

    -Si te quedas a mi lado… Correrás el mismo destino que yo- Corresponde ese abrazo, siente que ha destruido lo único bueno que había hecho en su larga vida, a un inocente borrego que logro corromper.

    -Está bien, acepte desde un inició que si estoy a su lado todo está bien… Quiero triunfar o morir a su lado, quiero ser tachado de traidor si es necesario- Sus palabras cuestan creerlas, pero es lo que desea… Si con ello puede mantenerse a lado del hombre que robo más que su corazón.

    -Tanto daño que te hice…- Acaricia las rojizas mejillas del ariano, como si no creyera lo que aun así lo ama –Y aun así… Me sigues acompañando-

    -No me gustaría estar con nadie más que no sea usted…- Sentir la cálida mano del Libra, acariciando su rostro con suavidad, es todo lo que desea -Lo amo, de verdad… Jamás me alejare, lo seguiré hasta el final, solo…- Sus sonrisa se mantiene, más las lágrimas salen, ese momento en que lo perdió fue devastador –Por favor, no me pida de nuevo hacerle daño… Me dolió tanto hacerlo… Yo…-

    Por fin siente remordimiento, ver ese rostro que siempre lo siguió, ese corazón que se mantiene fiel y nunca se dio por vencido con él.

    Siguiéndolo hasta en lo más absurdo posible… Es el amor que debió apreciar desde un inicio, que debió proteger y cuidar, jamás herirlo, utilizarlo.

    Disfrutó tanto de ese cuerpo, dejando marcas que no se han borrado aun, y que claramente sabemos que no sucederá así.

    -Perdón por hacerte daño, si pudiera… Hacer algo…- Las lágrimas de sus ojos oscuros caen, algo más le duele… Algo que de verdad debió sentir desde un inicio.

    Gateguard no tenía la culpa de un deseo enfermizo, pero sí de no alejarse de algo dañino.

    Itiá… Siendo mayor, supo jugar sus cartas contra el ariano, hacerlo tan dependiente de él.

    -Está bien… Ahora que estamos juntos… Y que… De verdad… Podremos estar unidos para siempre… Nada más importa-

    -Aunque… Sabemos que nuestro final es eminente…- Lanza un suspiro, lamentando por dentro condenar a un inocente a su propio final, ser tachado por traidor que es de lo que se convirtió ahora.

    -¿Tiene dudas ahora?- Pregunta con la cabeza ligeramente ladeada.

    -Tal vez…-

    -Está bien, lo que decida es correcto para mí-

    Como si no tuviera voluntad alguna, solo... Con satisfacer al Libra es suficiente.

    Dándose cuenta tarde, que este pecado cometido contra su Diosa no quedara impune.

    Aun con todo lo que pensaron era incorrecto, al final… Regresa a saber que las cosas tal vez no deberían ser así…

    Pero… Podría ser que Atena los perdone, pero… Itiá no lo hará, cometer actos que al final el supuesto amor que le tiene a Aries se da cuenta que fue lejos.

    Solo fue una pieza que el inframundo fue capaz de usar, y la persona a fiel a él fue su cómplice.

    Los demás caballeros que sufrieron ese lavado de cerebro, están o cayendo o despertando, uniéndose a las fuerzas para detenerlo.

    Nada ya se puede hacer, tal vez solo esperar ese momento, en donde se ira de la mano con el pelirrojo.

    ¿Quién les dará ese final?

    ---En algún punto del santuario---

    -¡¡¡SAGE!!! ¡¡¡DESPIERTA!!!- Los llamados alarmados y molestos del Lemuriano mayor ser presentan, moviendo bruscamente al menor, sin importar que lo hiera más -¡¡¡YA LEVÁNTATE!!!-

    La voz es desesperada y de enojo, ver a su hermano herido e inconsciente, es tan irritante y más al saber quién ha sido el maldito y estúpido culpable.

    -¿He?- Reacciona, abre sus ojos repentinamente, apenas para acostumbrarse a la luz del momento, topándose con el rostro de Hakurei, pero aun así sus pensamientos solo van a buscar al pelirrojo -¿Gate… Gaurd?-

    -¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿AUN PREGUNTAS POR ESE IDIOTA?!!! ¡¡¡ÉL FUE EL QUE HIZO TODO ESTO!!!- Sigue molestándolo, le da igual el rango, después de todo Sage es el menor y el mayor siempre se va a preocupar.

    -Lo se… pero… No lo puedo dejar solo…- Incorporándose de inmediato, notando que ahí más caballeros de plata y algunos de oro vueltos a la normalidad, pero quien ama… No está por ningún lado -¿Dónde…? Itiá… Estaba con él…- Aprieta sus puños al recordarlo.

    -Pero… ¿Qué?- Hakurei no lo puede creer y desde luego los demás allí presentes tampoco, ya sabiendo que ese borrego descarriado fue quien mato al otro.

    -Gateguard lo asesino delante de nuestros ojos- Tauro interviene, sin comprender a su camarada de rango.

    -Yo lo vi, defendiéndolo de mí… Pero… No puedo permitir que esto continúe…- Se levanta sin importar nada, aunque su cuerpo y armadura estén en pésimas condiciones, seguir para buscar al pelirrojo, aunque su amor ya jamás sea correspondido, no lo dejara solo nunca.

    -¡¡¡OYE!!! ¡¡¡¿QUÉ PRETENDES HACER?!!!- Hakurei interponiéndose en que su hermano siga, pues es una locura de tan solo pensarlo.

    -Iré a ayudarlo, quiero que regrese con nosotros, no traicionó Atena por que quiso, Itiá lo manipulo, yo lo se…- Confía ciegamente en la inocencia del pelirrojo, por como vio su rostro suplicándole que lo acabara, no podía con la culpa… Cual fuera la causa, sufre…

    -No te dejare ir- Sujetándolo con firmeza, pues lo que piensa hacer es una locura-

    -No intentes de detenerme… Tengo que ir… ¡¡¡ENTIÉNDELO HAKUREI!!!- Se enfrentará incluso su propio hermano.

    -Eres tan terco- Le da un ligero golpe en la cabeza –No te dejare ir solo, vamos juntos, pero… No prometo ser capaz de contenerme ante ese borrego malhumorado que te hirió- Niega con la cabeza –Ja, claro que no-

    -Sin embargo, lo que hizo contra Atena, sabemos que no se puede quedar así- Mira al Lemuriano menor –Aunque tus sentimientos estén con Gateguard, él también es responsable de esto, acepto… Y cometió faltas contra el santuario, las cosas no se quedaran así-

    Baja la mirada, reconoce que esto es un pecado, una falta grave, pero… No es capaz de siquiera pensarlo…

    -Tal vez podamos hacer algo al respecto-

    El cosmos cálido de su Diosa, la serenidad de sus palabras, la bondad de sus acciones, y el dolor, que dos de sus guerreros llegaran a ser manipulados de esa forma, no perdonará a quién lo hizo.
     
  4. Threadmarks: Capitulo 24 (Obedeció Hasta El Final)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    358
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Obedéceme
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    24
     
    Palabras:
    4654
    Los caballeros allí presentes de diferentes rangos se giraron ante su Diosa, pensando en hacer la reverencia digna para con la joven mujer delante, pero…

    No era el momento…

    Sin embargo una reverencia de esa magnitud, no es necesario ahora…

    Más un caballero en particular sigue solo pensando en el pelirrojo que le ha robado y roto el corazón en más de una ocasión, pero su amor… No se puede eliminarse de golpe.

    -Sabía que Itiá estaba sucumbiendo a malos ideales, pero… A este nivel- El caballero de Acuario de la generación de Libra, ya tenía un conocimiento previo, sin embargo… No pudo hacer nada antes.

    No porque no deseara, si no que las circunstancias, se crearían que pudieran ser diferentes, hablo con él, creía que al menos sus palabras habían servido para que lo pensara detenidamente.

    -Se puede hacer algo aun- La benevolencia de la Diosa se hace presente –Sin embargo, no sé si Itiá esté dispuesto a aceptarla ahora- Su mirada triste, dolida por esta circunstancia.

    -Debemos intentarlo- Krest, llevando parte de esa voluntad, para ya, en este punto acabar con su amigo.

    La posibilidad de esta circunstancia ya ha bajado tanto, salvar a Itiá y a Gateguard es sumamente imposible, por la contaminación de sus almas.

    Además que sin dudarlo aceptaron la maldad que han dejado entrar al santuario.

    Haciendo un pequeño daño a sus compañeros, el lavado de cerebro llevo a algunos a la muerte, y las puertas abiertas para las hada del inframundo y a espectros de este

    -Mis fieles caballeros, por favor quédense aquí, nosotros…- Hablando desde el fondo de su corazón, intentando acercarse, entender que ella junto a un contemporáneo del patriarca o bueno Libra, serian quienes terminarían esto de una forma u otra.

    Pero… Alguien comete una terrible falta de respeto, no para revelarse, si no por otro motivo.

    -Diosa Atena- Sage llama, interponiéndose entre la joven mujer y que siga adelante –Por favor, deje que yo me encargue-

    -¿Sage?- La reacción de ella es llamarlo, admirado la decisión en el rostro del joven Lemuriano.

    -¿Cómo te atreves a interponerte entre el camino de nuestra Diosa y su deber?- Para Acuario esto claramente es una falta de respeto que no dejara pasar.

    No lo piensa más, hace la reverencia, para suplicarle que sea él quien intente hacer lo imposible para que Gateguard regrese, aún conserva esas esperanzas que ya están más difíciles de cumplir.

    -Por favor, le ruego que me permita ir yo mismo para tratar de dar una solución a este problema- Su cabeza baja, incapaz de mirarla a los ojos, pero habla con el corazón entero.

    -Sage, ¿Tienes algún interés en particular?- Es imposible ocultarle algo a la mujer delante, que parece comprender sin recibir la respuesta.

    -Sé que Gateguard de Aries fue manipulado por el patriarca, solo quiero intentar ayudar a nuestro amigo- Revela en parte su intención, no ocultara que le da igual la vida de Libra, y que solo le interesa la seguridad del pelirrojo.

    Es mejor decir la verdad de esta situación.

    -¿Es importante para ti?- Una sonrisa le dedica, notando a la vez el dolor en el corazón del cangrejo.

    -Gateguard acepto ese camino también, pero… Es cierto, una manipulación es lo que el joven ariano debe presentar, después de todo admiro desde siempre a Itiá- Krest ya conocía esta situación, incluso advirtiendo al pelinegro que no debía hacerle daño a el primer guardián, ahora se da cuenta que todo lo que dijo fue ignorado.

    -¡¡¡SE LO QUE HA HECHO GATEGUARD!!! ¡¡¡PERO…!!!- Está faltando al respeto a su Diosa y a un caballero antiguo que debería ser también figura de respeto, pero es su desesperación y amor perdido hablando, el dolor de no ser correspondido, pero que el ariano se pierda de su verdadero camino.

    -Diosa Atena, mi hermano es sincero con lo que dice- El caballero de plata, imita la misma pose que el menor –Quiere traer a alguien de los nuestros de vuelta, tal vez para… El patriarca ya sea tarde pero…-

    Aunque no soporte, ni le agrade para nada el pelirrojo, apoya a su hermano menor para que el castigo por hacer una estupidez como sea, no recaiga solo en él.

    Hakurei siempre intentara apoyar a Sage en lo que sea…

    Atena observa la imagen de ambos gemelos, pidiéndole esta oportunidad, en la cual tiene una gran certeza que podrá triunfar.

    Reconociendo que esta circunstancia, es demasiado cruel, por los sentimientos que se presentan ante ella.

    -Sage, Hakurei, tienen la orden de intentar traerlos de vuelta, por favor tengan cuidado- La sonrisa de esta joven mujer, es sincera.

    Los allí presentes se sorprende que les de esta posibilidad de ir solos, pues se les ve que no están en sus mejores condiciones.

    Más ¿Quiénes son ellos para interponerse en la voluntad de la Diosa Atena?

    Krest, podría decir algo, protestar, pero… No lo hará.

    Se puede comprender los sentimientos del cangrejo dorado, sería una buena manera de cierre, pues… Ante sus ojos no existe vuelta atrás del todo.

    La alma de Aries y Libra están ya destinadas a estar juntos en las buenas y malas, en favor o en contra de su Diosa.

    -Gracias Diosa Atena- El Lemuriano menor, sonríe ante esta luz verde a seguir adelante, no la va a desaprovechar.

    -Gracias, entendido- Hakurei asiente, sereno.

    Debe ir de una vez, pues… Sage apenas si agradeció, se encamino hacia la ascensión a la sala patriarcal, en donde se encuentra aquella persona que ha sido causante de tantas cosas, pero sobre todo, provocar que un caballero actué bajo su voluntad entera.

    Apenas si los gemelos Lemurianos se fueron, los demás allí presentes se quedaron en silencio observando el andar de estos dos.

    Que desde luego, ambos hermanos deberán acabar con la amenaza de raíz, Itiá no representa dificultad por sentimientos, pero… Si de poder, en cambio Gateguard será difícil de acabar, si Sage está en ese equipo.

    -Diosa Atena- Acuario habla con una voz serena, pero algo inconforme -¿Está segura de esto?-

    -Completamente- Responde mirando al frente de donde los dos se fueron –Sé que Sage hará lo correcto, entenderá las circunstancias, de la cuales sabe que sus sentimientos no van a interferir-

    -Si Gateguard hubiera entendió esto…- Acuario tampoco se le escapa nada con respecto a los caballeros de este generación.

    -No tenemos mucho que decir ahora- La Diosa aunque quisiera dar un halo de esperanza, es realista ante esto.

    Ambas almas no se podrán separar.

    Su amor hubiera podido ser diferente, si la codicia y miedo de parte de Libra no se hubieran interpuesto, posiblemente el amor se habría dado perfectamente entre ellos dos.

    Sin embargo se tomaron decisiones, que con estas se llega a este final.

    Una donde… Nadie ganara.

    Ni incluso ella, pues igual perderá a dos valiosos caballeros, que aprecia tanto.

    ---Sala Patriarcal---

    No tardaron mucho tiempo, su llegada fue rápida, aunque poco antes de siquiera llegar.

    Hakurei detiene a su hermano menor, debían hablar de esta situación y que es lo que terminarían haciendo.

    Tienen una orden, y saben que esto puede representar un gran golpe para el menor.

    -Sage, ¿Qué harás al verlo de frente?- Los sujeta por el brazo con fuerza, enfrentándose a un rostro tan similar al suyo.

    -Hakurei… ¡¡¡NO HAY TIEMPO PARA ESTAR HACIENDO ESAS PREGUNTAS!!!- Intenta zafarse, está muy cerca en donde su amado Aries se encuentra.

    -¡¡¡CLARO QUE SÍ!!! ¡¡¡QUIERO SABER ¿SI SERÁS CAPAZ DE ENFRENTARTE CONTRA GATEGUARD O NO?!!!- Desde luego una duda de peso.

    -Claro que si…- No lo duda para nada, pero no por ello la tristeza se deja de lado –Lo intentaré, para que regrese con nosotros-

    -No creo que eso sea posible-

    -Aunque no lo quiera, tengo que hacer un último esfuerzo…- Las lágrimas comienza a escapar de sus ojos oliva, reflejando la tristeza más grande del mundo –No puedo permitir que Itiá… Se lo… Lleve… No…-

    -Es una decisión que él tomo, Sage… Sé que tu amor es sincero, pero a veces… No existe mucho que hacer, solo aceptar el deseo de otros, darles la paz que necesitan- Intenta hablar de la mejor forma, pero le duele ver así a su hermanito, sufriendo por el amor no correspondido.

    -Hakurei, lo intentare… No dejare que Itiá lo sigua lastimando, ni… Que dañe a nuestra Diosa, lo juro- Sin más, se zafa del agarre del mayor, para seguir su camino.

    El sonido del metal chocando contra el suelo, los pasos firmes a nada de abrir esas puertas.

    Que tantas veces atrás, habían sido un símbolo de respeto, de tener que presentarse antes de entrar, sabiendo que detrás se encontraba el patriarca, un hombre lleno de bondad, justicia, buen juicio, y que ahora… Ya nada de eso queda en él.

    Sage lo sabía, lo pudo ver por sus propios ojos lo que ha hecho…

    Al parecer entendía que no murió del todo, pues de alguna forma ha logrado controlar su armadura, significando que su cosmos no se ha ido del todo y que Gateguard no sería liberado de ese control.

    Siendo el primero en abrir esa puerta, de golpe.

    Apreciando lo que sucede en el interior.

    No es una escena terrible, no es algo que se pudiera concedieras mal visto, solo dos personas que coincidieron en un momento, en donde uno no se encontraba en sus cinco sentidos y una persona capaz de dejarse manipular por estar al lado de quien más ama.

    Situaciones difíciles de entender por personas externas, pero no por ello quiere decir que sea al final un amor bueno o verdadero, si no… Solo uno donde ambos integrantes perderán.

    Ambos sujetos por las manos, sonrientes por solo mirarse, a su alrededor un remolino de esas hadas del inframundo, llenando todo el recinto patriarcal.

    Se podría decir que para este momento solo Hakurei está sorprendido, pues Sage ya se lo esperaba, pero no por eso duele menos.

    Más aún está decidido en su convicción de traer a Gateguard de vuelta, pero...

    Su corazón se parte al verlo sonreír de esa forma…

    De una manera que jamás será para él, que haga lo que haga, nunca será el provocador de algo así de valioso.

    Sera fuerte para este punto, listo a atacar solo a Libra.

    -Bien, Itiá creía que estabas muerto, pero ya veo que no- El ceño fruncido del mayor, preparado para atacar y de una vez darle un buen golpe, pues ahora ya no es alguien que simbolicé respeto.

    -Gateguard…- Aun lo llama, pero… Su pose es de combate, preparado para librar una batalla de mil días si es necesario.

    -Veo que han venido ambos, para dar final a lo que he hecho ¿No es así?- Pregunta con un tono tranquilo, comprendiendo lo que esto significa, pero en efecto ya no le importa seguir con lo que ha planeado.

    -Ja, ¿No te importa?- El caballero de Altar, parece querer burlarse pero se contiene bastante por respeto a su hermano.

    Después de todo Hakurei es algo ajeno a este triángulo amoroso, pero no indiferente.

    -He decidido no hacerlo- Enfrenta a ambos gemelos con esa mirada que alguna vez llego a tener, ser cálida y pacífica.

    Como si en los últimos momentos de su vida, esto sirviera de algo.

    -¿Qué pretendes?- El mayor de los gemelos ira con cuidado en este punto.

    -Solo, que al fin estar en paz con la persona que debió importarme desde un inicio- Su mano sujeta con mayor fuerza a la de Gateguard, para depositar un beso en esta y sonríe con tranquilidad.

    -¡¡¡¿QUÉ DEBIÓ IMPORTANTE?!!!- Malas palabras usadas de una forma que Sage no soportara, con el cosmos encendido al máximo, esto solo traerá una consecuencia terrible -¡¡¡GATEGUARD, TE DIO TODO LO QUE DESEABAS!!! ¡¡¡SE INVOLUCRÓ EN ESTO, SE DEJÓ MANIPULAR, TODO…!!! ¡¡¡¿PARA QUE AL FINAL SOLO SEA UNA MANIPULACIÓN, SEGUIR DAÑÁNDOLO?!!!- Claro que se quiere ir a los golpes, total es su deber acabarlo.

    Sin embargo alguien aún debe intervenir.

    -Sage- Su tono indiferente para el cangrejo que le ha profesado su amor más de un millón de veces, pero no logra entenderlo –Todo fue mi decisión, manipulado o no, eso no cambia el profundo amor que siento y sentiré siempre por su Ilustrísima- Firme en su declaración, sin soltar la mano del pelinegro –Es algo que no puedes cambiar-

    Se queda mudo, dejando escapar su coraje en forma de líquido salado de sus ojos.

    Es aquello que su corazón jamás tendrá, no por no ser suficiente, solo que nunca fue correspondido…

    Creyó que podría hacerlo cambiar, pero… Las cosas no son así de fáciles nunca.

    En el corazón no sé manda, y te puedes enamorar de alguien que no está listo para superar a otra persona, a veces no es bueno quedarse esperando una oportunidad, solo desea lo mejor y valorar que no era el tiempo y puede que nunca lo sea de amar a alguien así.

    A veces debes mejor superar tus propios sentimientos, aunque desearías jamás hacerlo.

    Es mejor continuar con esto, no dejar esperar más tiempo…

    Total, es lo correcto acabar de una vez por todas, el santuario debe volver a ser un lugar seguro.

    -Entonces… ¿Qué quieren?- Hakurei, habla por los dos, su hermano menor intenta procesar las crudas palabras, que ya sabía, pero debe asimilar.

    -Me arrepiento de muchas cosa hora, pero... No de estar al lado de Gateguard, y si ustedes deben acabar con mi vida está bien- Asiente tranquilo, como si estuviera preparado para esto último.

    -¿Qué? ¿Así de fácil?- Para Altar esto debía ser una broma.

    -Sí, no nos opondremos, pero… No solo acabar con su ilustrísima, si no conmigo igual- El pelirrojo acepta este crudo destino desde el momento que la lealtad por Libra es mayor que por la misma Atena.

    Hakurei observa de inmediato al menor, es una idea completamente absurda, sabe que no aceptará, aunque sea algo a favor de todos.

    -¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡GATEGUARD!!! ¡¡¡¿POR QUÉ HARÍAS ALGO ASÍ?!!! ¡¡¡TÚ TIENES OPORTUNIDAD DE…!!!- Lo aceptará, este crudo destino para quien ama, aunque sea una misma petición de esa persona.

    -Una oportunidad que no aceptaré, si no es a lado del patriarca, solo a él pienso amar- Es sincero, como siempre lo procuro, pero su rostro demuestra una cálida sonrisa de tranquilidad –Siempre te dije lo que he sentido, no te corresponderé, y si al menos me tienes algo de verdad de ese amor que tanto mencionas, cumple esta peticiones te pido… Por favor…-

    -¿Cómo?- Los ojos puestos al frente, justo a donde ve a Aries, con aquella marca de mariposa en su rostro, las lágrimas caen por el dolor de esa petición.

    -Eso es demasiado… ¡¡¡RUIN POR PARTE DE AMBOS!!!- Señala a los dos caballeros, con el ceño fruncido y el odio implantando en su ser -¡¡¡AUN SABIENDO LO QUE SIENTE POR TI!!! ¡¡¡¿LE HACES ESTO?!!! ¡¡¡MALDITO MISERABLE!!!-

    -Es la única manera en que ustedes llevaran el triunfo hacia Atena, no haremos nada, para evitarlo así que… Es la mejor opción ¿No creen?- Itiá tampoco está contento con la decisión del carnero dorado, pero… No soportaría alejarse de él, aun después de la muerte.

    -¡¡¡AMBOS SON UNOS LOCOS!!!- Mira furioso a los dos que creen ser una pareja suicida del todo.

    -¡¡¡¿DE VERDAD QUIERES ESTO?!!! Gateguard…- Susurra el nombre del carnero, con tanto pesar en su corazón.

    -Si- Es la respuesta que dedica.

    El gemelo mayor comprende esa mirada, con la cual el menor está observando al pelirrojo, algo que de seguro lastima su alma en lo más profundo de su ser.

    -Sage, no tienes que hacerlo, yo me puedo encargar de estos dos imbéciles- Disidido a evitarle ese dolor en su hermano, pues no será algo sencillo de hacer.

    Hakurei es la mejor opción, no está involucrado con este problema, pero lo puede acabar de una vez por todas.

    -No… Debo hacerlo…- Baja la mirada, mientras su cabello cubre parte de su rostro entristecido por lo inevitable.

    -¿Esta seguro?- El Lemuriano le cuestiona con rapidez, no creía que fuera posible.

    -¿Serás feliz de verdad con esto?- Aun dirigir sus palabras hacia el pelirrojo esperando una última respuesta diferente.

    -Si- Asiente con su cabeza, en ningún punto soltando la mano del Libra.

    -Es lo mejor que podrías hacer- Itiá aun echándole algo de sal a la herida, pero es su forma de vengarse de aquel, quién intento arrebatarle su propiedad.

    -¡¡¡Y TODAVÍA TE BURLAS DE MI HERMANO!!!- Ahora si desea cumplirles el gusto, pues a su parecer ya fue suficiente sufrimiento para Sage.

    Su único pecado, fue enamorarse de alguien que no le corresponderá jamás, tratar que las cosas fueran mejor, intentar que pudiera amarlo, haciendo todo lo que estuviera en sus manos.

    Pero lamentablemente el final es sumamente diferente.

    -Hakurei, está bien- De esos ojos tan triste ahora, las pequeñas lagrimas salen a mares, pues… Esto es lo debe hacer.

    Por su propia Diosa, por su familia, sus amigos, la persona que ama…

    Es el único camino que tiene que seguir…

    Aunque esto le rompa el corazón, es la única solución que existe.

    -Pero, de verdad... ¿Piensas…?- El mayor pareciera que tuviera que dudar justo ahora…

    Pero reconoce que esto dejara marcado al menor de por vida, es lo que menos desea, sin embargo, ya nada se puede hacer.

    No se necesitan palabras entre ambos gemelos, se entienden con solo la mirada…

    Está destrozado, mas nada puede hacer…

    Si Gateguard es feliz… Aunque esto solo sea un amor que no terminará bien, uno enfermizo que condujo al único camino factible…

    La muerte… Por no haber llevado una relación sana.

    Ambos caballeros aun a favor de la Diosa Atena, se preparan, para dar un último ataque, con sus enemigos sin siquiera querer atacar, aceptando que es lo que desean.

    Irse de una forma que destroza al peliblanco menor.

    Sujetos de la mano, con una sonrisa aún de satisfacción…

    Con esto se sellarían sus propias almas, para estar en una eternidad juntos.

    Aun con esto, la combinación de las ondas infernales de ambos, para llevar a sus enemigos hacia el Yomotsu…

    ¿Por qué debió terminar así?

    Acabará con la persona que ama…

    ¿Realmente estaba haciendo lo correcto?

    Tal vez si…

    Pudo notar esa sonrisa del pelirrojo, admirando a un hombre que nunca mereció ese amor…

    Aunque entre los dos, pareciera que si…

    Itiá y Gateguard, llevaron una relación demasiado cruel, toxica y sin un futuro sano… Duro poco tiempo a ese nivel, pero… Fue suficiente para sellar ambas almas en un solo destino.

    Aun así, en el último momento… Pudo ver algo que nunca creyó ser merecedor…

    Una ligera mirada del pelirrojo, y un movimiento de labios… Que deja ver un…

    “Gracias”

    Sage lo sintió como un golpe en su corazón, pero… Ya no hay vuelta atrás…

    Su corazón al menos pudo decir una última vez… Su deseo.

    -Te amo-

    La dedicación que no llego, pues…

    Esos dos enemigos, se dedicaron un último beso, antes del coliseo completo de cosmos.

    ---Afuera---

    Una vislumbre de ese choque de poder se hizo presente.

    Donde la Diosa se encuentra reunida con los demás caballeros vuelto a la normalidad… Admira el espectáculo.

    Notando con esto, que los cosmos de quienes habían provocado esto, se han ido.

    Y sintiendo de igual forma la gran pena en el alma de Cáncer.

    -Esto acabo-

    -Por ahora si-

    La joven Sendai, la Diosa Atena de este siglo, sus ojos fijos en aquel recinto, dejando escapar una lagrima.

    Comprende en ese instante tanto de sus caballeros…

    Debió estar más atenta, pero en temas amorosos… No es la más adecuada.

    -Ahora Itiá y Gateguard estarán juntos- En un susurro su voz dedica estas tenues palaras.

    ---Un tiempo después---

    Las cosas parecen haber vuelto a la normalidad, repararon los daños, Atena junto a Krest comenzaron a pensar en un candidato adecuado para próximo patriarca, el cual Acuario esta propuesto como la mejor opción.

    Aunque este no está tan interesado en sí.

    Aquellos que cayeron bajo el lavado de cerebro, tienen sus tumbas destinadas de descanso, presenciales o simbólicas, en cualquiera que sea el caso.

    Incluso para aquellos que traicionaron el santuario…

    Estando tan unidas… Se sabía que ese sería el deseo de ambos.

    Un amor que nunca logro conocer las bondades de lo que en realidad significa amar a alguien por sobre todas las cosas.

    Jamás siendo el respeto una opción, pero si disfrutaron de los placeres carnales…

    Algo que era mejor nadie lo conociera.

    Aunque aún existe un caballero dorado que sufre en silencio.

    Claro que no deseaba hacerlo… Jamás hubiera querido ser quien tuviera que acabar con Gateguard.

    Pudo ver su sufrimiento, las marcas, el dolor de amar a alguien que no lo merecía, pero… No pudo hacer nada al final…

    No lo rescato, no lo salvo… No logro hacer nada a su parecer.

    Cuando al contrario…

    Para bien o mal…

    Sage le mostraba lo que debía ser el amor verdadero, que el corazón de Gateguard no lo entendiera, que solo pensara en que Itiá se comportara de esa forma.

    Siendo su anhelo más grande.

    Seguiría dejando su tristeza impresa en su rostro, en aquel bosque donde estuvo por última vez, sin que nada de este mal los alcanzara.

    Aunque ya lo hacía.

    Quería recordar ese momento e imaginar que hubiera pasado si Gateguard accedía o él se lo llevara.

    Dudas que no serán respondidas nunca ahora.

    Cerrará sus ojos, dejando escapar lágrimas, es su manera de intentar superar este dolor tan reciente.

    Concentrado en esto, que no nota la presencia del cosmos a su lado que recién llega.

    -Sabía que estarías aquí-

    -¿Sucede algo?-

    -Solo vengo a acompañarte un momento- Sentándose a su lado, admirando la tristeza aun en ese rostro similar al suyo –Sabes… ¿Qué opinas de ir unos días a Jamir?- Un sonrisa se planta en esos labios –Podemos pedir un permiso de solo tres días, ir un rato te ayudara-

    -No estoy seguro, Atena nos necesita aquí…- Recarga la cabeza en el árbol, con las piernas apoyándose, ligeramente flexionadas, con las rodillas levantadas.

    -Pero, tú también necesitas un respiró de aquí- Niega con la cabeza, algo molesto –Atormentándote con los recuerdos de ese borrego malhumorado, no es algo sano-

    -Es mi manera de superarlo- Le responde sin siquiera abrir los ojos.

    -Pues no parece funcionar- Le da un ligero golpe en el hombro –Sabes, la próxima fíjate en alguien más sano mentalmente y que no sea Aries- Bufa fastidiado, pues Sage podrá perdonar todo pero Hakurei no –Me desagradan ahora-

    Sonríe ligeramente, con unas lágrimas escapando de sus ojos –No puedes odiar a todos los Aries que conozcas o tomen el puesto de primer guardián, ellos no tiene la culpa-

    -Puede ser… Tienes razón, pero…- Comienza a decir cualquier cosa que se le ocurra, y exagerar sus movimientos, aun estando sentado con las piernas cruzadas en el suelo, apoyándose en ellas por las rodillas –Aries y Libra es una pésima combinación, bah… La próxima pareja que vea de esos dos signos, creme que no dejare que ocurra-

    -Tampoco es bueno detestar el signo de Libra o al caballero fututo, lo que hizo su antecesor solo corresponde a él- Mira al mayor con cierta desaprobación, de una forma amigable.

    Ha pasado el tiempo, su reacción más cruda también, ahora intenta superar este dolor, aunque le tomara mucho tiempo.

    Mas algo que tiene a su favor, es que Sage tiene una salud mental superior a la de muchos…

    Logra que su corazón se calme y deje de llorar lágrima de sangre, solo que el momento aún no es adecuado.

    -Aah, está bien… Eres demasiado bueno para cualquiera- Es un cumplido que se espera llegue a ser aceptado –Así que ponte en pie, limpia ya esas lágrimas y vamos a comer algo- Sonríe mientras en efecto hace esta acción para esperar a que el otro lo siga –Es una orden de tu hermano mayor, así que debes obedecerme- Con las manos en las caderas, sonriente portando la armadura de Altar.

    -Deja de comportarte tan sobreprotector- Le recrimina, pero… Hace caso con pesadez.

    -No lo hare- Sonreí ante esto –Soy el mayor, así que debo cuidarte, aun eres mi hermanito- Hará lo que sea para que deje de pensar en ese tormento.

    -adelántate- Asiente con un ligero suspiro, mirando con tristeza el lugar –Iré en un momento-

    Sabe que esto significa que el menor, necesita un tiempo para hacer algo… Posiblemente desearía que dejara de estar lamentándose, pero… Debe de ser paciente.

    A veces y lo que aún se considera normal, seis meses son lo máximo para seguir sufriendo una pérdida significativa, de una forma activa claro.

    -Bien, pero si no vas conmigo en cinco minutos, vendré a buscarte e iras conmigo a un bar- Las amenazas tan ridículas que se saca de la manga

    Para dedicarle una sonrisa al gemelo menor, dándole una palmadita en el hombro, y dar media vuelta para irse un instante, y esperarlo a las afueras del bosque en dónde colinda con el santuario.

    Solo unos segundos bastaron, para volver a estar tranquilo, al menos en esta ocasión estar de pie.

    Unos suspiros salen de nuevo, pero una sonrisa se presenta, acompañada de unas ligeras lagrimas que vuelven a ser activas.

    -Me tomara tiempo, pero… Debo hacerlo… Gateguard- Posa su mano sobre ese trono, donde atrapo al pelirrojo, como si pudiera volver a tocar esa suave piel de la mejilla –Fuiste mi primer amor y la verdad, espero que seas el único… ¿Ahora estas feliz?-

    Una pregunta la cual no encontrará respuesta.

    -Itiá… ¿Te ama de manera sincera ahora?- Pronunciar ese nombre es como un veneno en su sangre, pero no pretende enojarse –Espero que si… Debo superar este dolor, será muy difícil, pero… Al menos, verte sonreír de esa forma… Me hizo sentir que hacia lo correcto, lo que querías…-

    Aprieta sus labios, su puño igual, pero se controla en su malestar.

    -Aun te amo Gateguard, pero… Sé que tu corazón jamás fue mío… Tal vez algún día yo… Encuentre a alguien así de especial de nuevo- Limpia ese dolor en forma líquida, para sonreír de nueva cuenta –No estoy seguro de nada ahora, pero sí que…Hare mi mayor esfuerzo para ser mejor cada día…-

    Cierra sus ojos, para dar media vuelta y como un acto simbólico, sin ver para atrás, caminar hacia la salida del bosque…

    Puede querer que sus recuerdes se queden allí.

    Aquel pelirrojo borrego sufrió e hizo sufrir… Cometió pecados, como en él los cometieron…

    Itiá solo deseaba que alguien fuera tan ciego para que al decir…

    “Obedéceme”

    Lo siguiera sin dudar…

    Pero durante ese transcurso, se terminó enamorando de quien menos quería… Al verlo que podría perder si seguía así… Deseo mejor llevar a quien ama con él, en medio de su locura…

    Al final, ya no sabía si era necesario llevarse al pelirrojo, pero este lo acepto, para seguirlo.

    Un amor demasiado caótico, donde… La pureza de ese sentimiento no tuvo cabida…

    No existió la sensatez, el respeto, una relación sana…

    Con un final demasiado autodestructivo que era inevitable…

    Que si desde un inicio las cosas hubieran sido diferentes…

    Tal vez…

    En esta generación, Aries y Libra hubieran tenido una relación distinta.

    Pero… Eso ya no sucederá…

    Está bien… Puede que ahora Itiá y Gateguard estén juntos, perdonándose por los malos tratos, y amándose.

    ¿Quién sabe?

    A veces no todo tiene un final feliz.
    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Buenos días, tardes, noches, ¿Qué hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Cómo están mis terrones de azúcar?

    Espero que les gustara mucho este fanfic y lo disfrutarán.

    Si les gusto mucho, dejen un lindo comentario.

    Nos leeremos después.

    Los quiero mucho, terrones de azúcar.

    Ammu se va.
     
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso