Explícito Nuestro secreto(Navia)

Tema en 'Fairy Tail' iniciado por Poikachum, 3 Abril 2020.

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    Poikachum

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    Nuestro secreto(Navia)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    785
    Capítulo 20: Primer día conviviendo

    Tras unas semanas realizando juntos misiones de clase S para ganar dinero y poder hacer las reformas en lo que sería su nueva hogar, por fin podían decidir que hacer en la casa.

    — Creo que podemos hacer un poco más larga la casa y un segundo piso — comentaba la joven mirando las paredes.

    — Creo que podemos empezar a hacer más metros desde esta habitación, en esa dirección no hay árboles ni nada, solo un terreno de hierba — Natsu miraba por la ventana y efectivamente, sin duda alguna era la mejor opción.

    — En cuanto al tejado...Juvia ha pensado para no tocar mucho, quitar solo esta parte de la casa y así no tocamos ningún pilar — la maga miraba como estaba distribuida la parte superior.

    Ambos se pusieron a mirar los planos de la casa, Natsu logro encontrarlos después de buscar en el trastero enrollado y cubierto de polvo, aunque por lo que había dibujado necesitaran la ayuda de un experto porque se les puede caer todo encima.

    — Creo que incluso sería más fácil comprar una casa y menos problemas — dijo el mago agotado de tanto pensar.

    — A Juvia le gusta este terreno y la tranquilidad, pediré ayuda a una amiga que conocí en una misión — y así se marcho sin decir nada mas, Natsu aprovecho para tumbarse.

    Al cabo de unas horas despertó tras escuchar un fuerte ruido, miro alertado y vio que Juvia venía con una amiga, era más alta que Juvia, con el pelo corto y de color azul además de llevar un vestido verde.

    — Hola Natsu, mi nombre es Karen, un placer — dijo mostrando su mano en forma de saludo.

    — Hola...es un placer — el mago estrecho su mano segundos más tarde, aún estaba algo dormido.

    — Karen es una experta en planos de casas y nos puede dar indicaciones — Juvia esbozaba una sonrisa.

    Karen y Natsu se sentaron a examinar los planos mientras Juvia preparaba algo de picoteo, el joven le explicaba las diferentes reformas que él hizo, eran muy pequeñas por lo que no modificó nada de los planos pero era bueno saberlo.

    — Aquí tienes — la maga de agua dejo unos pasteles y un té.

    — Gracias Juvia — agradecida tomo un pastel.

    — ¿Qué crees que es lo mejor? — pregunto mientras tomaba él un pastel.

    Tras unos segundos se limpió la boca y las manos para mirarles.

    — Creo que se debe tirar esta casa, por el estado y los materiales...es un milagro que no se haya caído, esos 7 años en la Isla Tenrou le ha dejado secuelas serias. Deberíamos tirar el techo, luego las paredes dejando los pilares que aunque están mal podemos substituir uno a uno para hacer lo que viene siendo la base de la casa...una vez eso colocamos otros pilares para luego unir a estos de forma que sera más fácil de ampliar. Y una vez todo eso ya sería colocar las paredes y el techo, hacedme caso, no será tan caro y os ahorraréis en grietas y humedades — concluyo cogiendo otro pastel.

    Ambos se quedaron pensativos durante un rato.

    — ¿Cuanto tiempo nos llevara? — pregunto este.

    — Pues...yo diría que una semana hacer todo, la casa no es tan grande ya que solo vives tu ya que Happy se fue con Lily y Charle a una casa, por eso al no tener un tamaño excesivo resultara más sencillo — esbozo una sonrisa a ambos.

    — Juvia piensa que esta muy bien el tiempo y Natsu-sama puede quedarse en casa de Juvia — comento mientras tomaba su té.

    Una semana, eso fue lo que tardaron en tirar todas las paredes que estaban con grietas, humedades, agujeros...el techo no estaba mucho mejor ya que muchas tejas estaban rotas por lo que las tiraron todas. Y por fin, la nueva casa de Natsu y Juvia estaba terminada, era de color azul ya que era el color favorito de Juvia y por fuera de rojo por la magia del dragon slayer.

    — Que bonita ha quedado — dijo la maga mirando cada rincón con los nuevos muebles.

    — Si, se nota que es nueva y no ha sufrido ningún ataque mio — reía nervioso el joven.

    — Bueno pues...es oficial, vivimos juntos — se echo a abrazar al mago de manera cariñosa.

    — Estoy muy feliz de estar contigo — dijo dando un beso a esta.

    — Juvia piensa que deberían estrenar la cama — miro de manera pícara a su novio y fue llevada en brazos como una princesa.

    Aquel primer día juntos fue hermoso para los dos, ninguno paro de dar caricias al otro mientras se susurraban lo mucho que se querían, ahora podían pasar cada día juntos a todas horas sin tener que separarse ya que Juvia ya no vivirá en Fairy Hills.
     
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    Nuestro secreto(Navia)
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    Capítulo 21: Muerte y despedida

    La mañana llego y los dos jóvenes despertaron con los primeros rayos del sol, se dieron un tierno beso mientras se daban los buenos días, se arreglaron un poco no sin antes darse un poco de mimos y luego se sentaron a desayunar.

    — Hoy podemos ir al gremio a ver si hay alguna misión interesante, creo que lo mejor será hacer un mes entero de ellas para poder ahorrar mucho, nos hemos gastado menos de lo que pensaba en la casa pero nunca es malo tener unos extras— comentaba el chico dando un mordisco a su desayuno.

    — Juvia piensa que Natsu-sama tiene razón, tenemos la casa arreglada, muebles...solo queda ganar mucho dinero para tener una vida acomodada— Juvia asentía mientras imaginaba.

    — Bien, decidido entonces, a currar para conseguir pasta— dijo el chico alzando el puño.

    Cuando terminaron de desayunar se dirigieron al gremio, durante el trayecto iban felices, tomados de la mano y charlando alegremente. Como de costumbre, el chico pego una patada a la puerta para luego saludar a todos en el gremio.

    Pero lo que vio le extraño, todos estaban callados, cabizbajos, la atmósfera era rara, cuando le vieron parecían querer decir algo pero luego callaban.

    — Chicos, ¿qué ocurre?— pregunto este mirando a todos.

    — Natsu, tenemos una mala noticia...— Mira incluso estaba apagada.

    Erza se acerco hasta Natsu y le abrazo, estaba llorando, ¿que pasaba?, era lo que se preguntaba mientras recibía el abrazo.

    — Juvia desea saber que ocurre— dijo uniéndose.

    — Se trata de Happy...ha muerto en una misión— aquellas palabras fueron como un jarro de agua fría.

    — ¿Qué...dices?— pregunto este pensando que había escuchado mal.

    — Unas rocas le golpearon y cayo por un barranco cuando ya estaba inconsciente, por lo menos no se entero— concluyo la explicación la pelirroja secando sus lagrimas.

    Natsu se separo de Erza, luego cuando Juvia iba a abrazarlo cayo de golpe al suelo, fue tal el shock que ha perdido el conocimiento.

    — ¡Natsu!— gritaba la maga tratando de despertarlo.

    El dragon slayer fue trasladado de inmediato a la enfermería, había sido un duro golpe para él, Wendy se quedo tratando de calmar la angustia pero su magia no funcionaba hasta ese extremo. Juvia se quedo a solas con él en el cuarto, esperando que despertase.

    — No se como se va a recuperar de esta...pobre Natsu— Lucy aguantaba sus ganas de llorar.

    — Maldito idiota...¿porque nos has dejado?— Charle lloraba en los brazos de Wendy.

    — Natsu es fuerte, estoy seguro de que saldrá adelante— Mira limpiaba uno de los vasos pero se notaba un tono triste en su manera de hablar.

    — Seguir adelante...es de hombres— Evergreen consolaba al pobre Elfman.

    Gray solo se quedo bebiendo, había compartido muy buenos ratos con el gato azul de Fairy Tail— dio un trago y siguió en silencio.

    Makarov se subió a la mesa y tosió acaparando la atención de todos.

    — Hoy hemos recibido una triste noticia, son de esas cosas que por desgracia ocurren, pero su recuerdo vivirá en nosotros, en su familia...Fairy Tail rendirá el homenaje que se merece a Happy— luego se sentó a beber.

    Todos alzaron sus copas en honor al gato, luego bebieron en silencio mientras aún se secaban las lagrimas, tenían que ser fuertes y continuar con sus vidas, así lo hubiera querido Happy.

    — Ese gato...era todo un hombre— Elfman se bebió toda la jarra de golpe.

    — Un gran amigo, descansa en paz...Happy...supongo que ya no te burlarás de mi ni escucharemos tus se gussstannn como solías decir— Lucy se termino de beber su zumo.

    Al cabo de unas horas Natsu por fin despertó, sentía un pinchazo en su cabeza y Juvia le dio dos besos para calmarle, luego recibió un abrazo y entonces recordó lo que había pasado, lloro desconsoladamente mientras Juvia apretaba tratando de transmitir todo lo que sentía por el mago.

    — Gracias...Juvia...por todo— Juvia negaba con la cabeza.

    — Juvia piensa que no tiene que agradecer nada— le dio otro beso y le esbozo una sonrisa.

    Natsu se levanto al cabo de unos minutos, luego salio por la puerta de la enfermería y vio a todos que le miraron en ese instante.

    — Lamento lo que ha pasado antes, ahora Happy podrá comer todos los pescados que quiera en el cielo...¿no?— pregunto mientras esbozaba una sonrisa para luego derramar sus lagrimas, no lo aguantaba más tiempo, su mejor amigo, aquel que le ha seguido durante tanto tiempo ahora estaba muerto.

    Aquel día se declaro como luto, ninguna misión fue realizada, todos deseaban que aquello fuera un mal sueño, una pesadilla, pero no era así, solo quedaba pasar el mal trago, pero todos estaban preocupados por Natsu.
     
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    Capítulo 22: El entierro

    El tiempo paso muy lento, al menos esa era la sensación de Fairy Tail tras notificar de manera oficial que Happy había muerto, aunque no tenían el cuerpo era lo más sensato darle un entierro digno al que había sido un fiel compañero durante todos estos años de vida juntos viviendo aventuras junto al nombrado equipo más fuerte de Fairy Tail.

    Era un día oscuro, con nubes cubriendo todo el cielo pero no llovía, una pequeña tumba ocupaba un pequeño terreno y encima una pequeña cesta con pescado en honor al gato. Elfman no paraba de llorar, Lissana cabizbaja miraba de vez en cuando a Natsu que tenía la mirada puesta en el suelo. Mira por su parte trataba junto a Ever de animar calmar a su hermano que lloraba en el regazo de esta, Makarov estaba susurrando una oración en homenaje a Happy, Erza, Gray y Lucy cerca de la tumba no paraban de mirarla pensando en que ya no verían más aquella sonrisa, Lily consolaba a Charle quien estaba al borde de desmayarse al leer las inscripciones en la fría lápida.

    — Supongo que nos veremos algún día gato de Salamander— susurraba Gajeel mientras abrazaba a Levy.

    — Hoy va a ser el único día de toda mi vida que no beba ni me emborrache— Cana dejaba una pequeña botella de alcohol para que según ella, pueda disfrutarla en el cielo.

    A pesar de la tristeza, Juvia no provoco una lluvia como era costumbre, estaba demasiado ocupada tratando de ser fuerte para animar a su novio, él la había animado cuando más la necesitaba y ahora era su turno.

    — Gracias Juvia, gracias a todos...— sus ojos se mostraban vacíos.

    Uno a uno fueron dejando cosas en la cesta para luego abrazar a Natsu mostrando sus respetos al mago, finalmente le toca a él despedirse.

    — Gracias por todas las aventuras vividas Happy, has sido un fiel compañero, un amigo, puede que no tuvieras la fuerza de Lily, la habilidad de Charle, pero siempre me has cuidado, me has protegido, animado...no sería lo que soy sin ti, contigo se va la felicidad como indica tu nombre, descansa en paz, algún día volveremos a vernos, desde el cielo podrás ver que me convierto en el mago más fuerte y te contare las aventuras vividas...adiós Happy— el chico saca algo del bolsillo.

    Todos se quedan viendo aquello, no imaginaban que tenía algo así, era una pequeña bufanda de color blanco y muy parecida a la que llevaba siempre Natsu en su cuello.

    — La mande hacer para tu cumpleaños, desgraciadamente ya no podré...— la deposita en la cesta y se levanta para quedar viendo un rato la tumba.

    — Juvia ha hecho esto para ti Happy— se agacha para dejar un muñeco muy parecido a Happy.

    Después de un rato y mostrado sus respetos todos se marcharon al gremio, habían preparado un banquete financiado por el ayuntamiento quien quiso devolver el gesto a Natsu, este los ha salvado muchas veces, puede que haya destrozado muchas cosas en las misiones pero salvaba vidas y destruía edificios que se podían reparar a diferencia de una vida.

    — Todo esta delicioso— Erza apenas comía de su plato.

    — Si...esta bastante bueno— Lucy estaba igual.

    — Tome esto Natsu-sama, Juvia piensa que le vendrá bien— le dio un plato con carne.

    — Ah, gracias Juvia pero no tengo mucha hambre— negó con la cabeza.

    — Haga caso a Juvia por favor— aquella mirada no podía ser rechazada.

    Cuando dio el primer bocado, empezó a comer como era habitual, desde la noticia no había comido demasiado por lo que su estomago lo agradeció, eso animo al resto dado que si Natsu comía en aquel día, sería un gesto feo no hacer lo mismo. Poco a poco el ambiente fue mejorando, aquel día brindarían por Happy y que tuviera una eternidad digna de un miembro de Fairy Tail.

    — Apestas como cantante Gajeel— dijo Wakaba.

    Pero este solo cantaba esquivando cada botella o objeto que le lanzaban sus compañeros, Natsu por primera vez en todo el día esbozo una sonrisa cosa que animo también a Juvia quien le dio un beso. Se quedaron un poco apartados mirando como el gremio seguía siendo el mismo, lleno de vida incluso en un día así...él pensaba igual, tenía que superarlo y seguir con su vida ahora que tenía a Juvia a su lado.

    — Suerte que Happy no esta aquí porque se arrancaría las orejas con esa canción— pensaba Makarov bebiendo para no escuchar a Gajeel.

    Y así poco a poco el día termino, la pareja se despidió del gremio y se marcho a casa a descansar, un día muy agotador y que al menos el joven prefería olvidar dado que fue el entierro de su mejor amigo.
     
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    Capítulo 23: Sorpresa

    Un nuevo día amaneció en Magnolia, el joven Natsu ya estaba despierto cuando vio que Juvia no estaba a su lado, se dirigió a la cocina y allí estaba, tarareando una canción mientras preparaba un delicioso desayuno, siempre se había imaginado cocinando para el hombre que amaba y ya que vivían juntos tenía que aprovechar para demostrar su amor.

    — Ah, buenos días Natsu-sama— dijo ella alegre.

    — Buenos días Juvia— se acerco y le planto un beso mientras no le quitaba ojo a la deliciosa comida que veía.

    Parecía que aquel día el joven Natsu ya estaba de humor y volvía a ser el de siempre, el alegre mago del cual se había enamorado Juvia. Se sentaron a comerse su desayuno mientras comentaban alegremente lo que harán aquella semana, desde alguna misión hasta ir al parque de atracciones de nuevo ya que hacia mucho que no iban.

    Entonces escucharon algo, una fuerte lluvia empezó a caer de golpe, ambos miraban por los cristales como la fuerte lluvia golpeaba las ventanas. Juvia estaba contenta por lo que ella no había provocado aquello, Natsu suspiro, parece ser que iba a tener que pasar el día en casa.

    — Juvia piensa que podemos arreglar algo de la casa— sugirió ella.

    — Pero sino hay nada roto— respondió este mirándola extrañado.

    — Juvia se ha expresado mal, Juvia se refería a limpiar un poco el polvo, quizás mover un mueble a otro lado, esa clase de cosas— el dragon slayer parecía agotado solo de pensarlo.

    Después de reposar un poco el desayuno se pusieron manos a la obra, limpiaron el polvo de varias habitaciones, tiraron unos trastos que estaban oxidados, colocaron otros pequeños objetos que habían comprado pero no habían puesto, etc.

    — Muy bien, creo que eso es todo por ahora— Natsu se quito el sudor de su frente con la mano.

    — Juvia piensa que han hecho un gran trabajo— esbozaba una sonrisa tras ver como de limpia estaba la casa.

    Se sentaron a descansar y al hacerlo sintieron como la comodidad del sofá relajaba sus músculos, Natsu soltaba algo parecido a un gemido al sentir el confort, Juvia se relajo y por poco se transforma en agua.

    — Que agotamiento por dios— suspiraba el joven.

    — Juvia piensa que la próxima vez contratara a una ayudante— ella se acomodo en el sofá tumbándose.

    Y así se quedaron dormidos hasta pasadas un par de horas que se despertaron alarmados por no saber que hora era, miraron el reloj y vieron que aún era pronto por lo que se ducharon y comieron algo tarde. Aquella comida les sentó de maravilla en el estomago, cuando recogían alguien llamo a la puerta.

    Natsu se extraño por la hora pero de todas formas fue a abrir, al hacerlo no se creía lo que veían sus ojos.

    — Ayee— dijo la voz conocida.

    — ¡Happy!— Natsu lo abrazo como nunca antes lo había hecho mientras lloraba.

    Juvia al verlo también se emociono y lloro antes de correr también a abrazar al gato, los tres se fundieron en un abrazo mientras derramaban sus lagrimas.

    — Pensaba...pensaba que estabas muerto— no podía parar de llorar.

    — Soy un miembro de Fairy Tail, no puedo morir— dijo Happy feliz.

    — Juvia...Juvia esta feliz— se puso a derramar lagrimas inundando la zona.

    Tras recuperarse de la emoción se metieron en la casa, Happy no reconocía que era la casa donde tantos años han vivido, estaba enorme y cambiada. Sin esperar más Natsu le saco unos pescados bien frescos a su amigo que al verlo no paraba de caerle la baba.

    — Ñam, esto esta...delicioso— comento mordiendo uno de ellos.

    — Estamos tan contentos— Natsu se restregaba la cara.

    — Caí por un barranco pero cuando estaba a punto de golpearme la cabeza puse usar mis alas aunque me aleje mucho de la zona porque no paraban de caer rocas y luego vi un río lleno de peces y bueno...me quede allí un tiempo— se excusaba este.

    Poco importaba ya su excusa, Natsu y Juvia estaban tan felices de ver que estaba vivo que no sabían que decir, solo podían esbozar una gran sonrisa mientras disfrutaban de la compañía del gato. La noticia de que Happy estaba vivo corrió como la pólvora, Charle fue quien más se alegro por la vuelta de este no sin antes darle un par de golpes por el susto, el gato visito su tumba y se llevo la cesta con todos los regalos antes de que alguien lo hiciera.

    — Vivir es de hombres— lloraba Elfman levantando su brazo.

    Y así volvió de la muerte el gato más querido de Fairy Tail.
     
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    Capítulo 24: Problemas en el gremio

    Los días pasaban desde que Happy ''regreso'' a la vida, Natsu y Juvia vivían una vida llena de misiones con Erza, Gray y Lucy, desayunaban juntos, iban a divertirse a lugares, cenas románticas, etc. En uno de esos días fueron al gremio a pasar la mañana y ver que noticias tenía Mira dado que era la primera en enterarse de todo como era costumbre.

    Cuando llegaron todos estaban en sus asiento con la cabeza en la mesa mientras se tocaban la barriga como si les doliera mucho.

    — Chicos, ¿qué pasa?— pregunto mirando a su alrededor.

    — Natsu, al parecer la comida del almacén ha estado expuesto a algo mágico y nos ha hecho enfermar, pasara una hora hasta que se vaya— la albina apenas se podía mantener en pie.

    — Juvia piensa que tenemos que salir— el mago asintió y se marcharon por si acaso se podía contaminar por el aire.

    — ¿Podéis quemar los restos por favor?— ante aquellas suplicas de Mira la pareja no se pudo negar.

    Natsu y Juvia se colocaron unas mascarillas y unos guantes, luego recogieron todos los restos de comida de los platos, fueron al almacén para tomar la comida contaminada y salieron al patio trasero donde Natsu uso su poder para quemar todo junto provocando una hoguera gigante. Una vez que todo se consumió al cabo de una hora, Juvia utilizó su poder para apagar el fuego, el problema estaba resuelto y los magos del gremio ya se encontraban algo mejor.

    — Bueno pues...problema resuelto— dijo el mago limpiando sus manos.

    — Juvia piensa igual— decía ella alegre.

    Aquella noche el joven mago quería ir a cenar a algún lugar tranquilo, la maga se vistió tras tardar una hora en decidir que vestido ponerse, fueron tomados de las manos hasta el lugar donde Natsu había reservado, a aquella hora aún no había gente, lo sabían porque han ido muchas veces a ese lugar a distintas horas.

    — La cena como siempre esta buena, me encanta este sitio y ademas tiene una buena vista— miraron por la venta y efectivamente, a esa hora ya estaba el cielo oscurecido mientras las luces mostraban una Magnolia bella y diferente de lo que estaban acostumbrados.

    — Aquí tiene su postre, invita la casa— el camarero interrumpió a la pareja.

    — Si Juvia no ha pedido postre— miro su plato y vio una caja envuelta.

    Miro al joven que esbozaba su sonrisa, ella lo abrió ilusionada y vio que se trataba de un anillo, se llevo la mano a la boca tratando de tapar su gesto de sorpresa.

    — Juvia Loxar, ¿quieres casarte conmigo?— pregunto el mago.

    — Juvia...Juvia...Juvia acepta casarse con Natsu-sama— se coloco el anillo y se lanzo a los brazos del dragon slayer por encima de la mesa y casi la tiran al suelo.

    Se besaron ante el aplauso de unos pocos clientes que habían podido presenciar la escena, luego si que tomaron un postre, una pequeña tarta que compartieron juntos mientras se lanzaban miradas tiernas y elogios el uno al otro.

    — Juvia esta feliz, Juvia piensa que ha sido la mejor noche de su vida— comento mientras agarraba el brazo de su prometido.

    — Para mi igual, todo ha pasado tan rápido— susurraba este esbozando una sonrisa.

    Cuando llegaron a casa se sentaron para asimilar durante unos minutos lo que había pasado en l restaurante, sobretodo Juvia quien estaba feliz mirando su anillo, Natsu solo sonreía feliz de ver a la maga sonreír, ha pasado de hacer alguna misión juntos a vivir los dos bajo el mismo techo e incluso llegar a comprometerse.

    — No creo que pueda ser más feliz ahora mismo— pensaba mientras cerraba los ojos.

    Sintió como Juvia se fue al dormitorio y cerro la puerta, él se quedo un rato más leyendo una revista que había comprado de camino a casa cuando volvieron de Fairy Tail. Al cabo de unos minutos la puerta se abrió, el joven no miraba porque estaba centrado en un artículo.

    — Natsu-sama, ¿viene a dormir?— pregunto la maga en un tono cariñoso.

    — Claro— cerro la revista y cuando alzo su mirada pudo ver a Juvia completamente desnuda y sin nada encima haciendo que Natsu abriera la boca.

    — Esto...— la casa empezó a calentarse hasta tal punto que salia vapor por las ventanas.

    — ¿Eso es un si?— fue lo único que dijo antes de que su prometido se abalanzara sobre ella y la llevase dentro del dormitorio.
     
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    Palabras:
    802
    Capítulo 25: Lucy es famosa

    La noticia de que Juvia y Natsu se habían comprometido corrió como la pólvora, en el gremio no daban crédito de que fueran a casarse pero se alegraban mucho por ellos, realmente después de todo se lo merecían. Esa noticia se junto con otra muy buena, Lucy había cosechado un gran éxito con la salida de su libro, muchas librerías tenían nada mas entrar a su tienda muchas copias del libro.

    Ella mantenía su emoción, uno de sus muchos sueños era ser escritora profesional y aquel fue un gran paso para lograrlo, les dio un libro a cada mago del gremio dedicado, uno para Natsu y Juvia en una edición especial por su regalo de bodas anticipado.

    — Por fin la vida me sonríe— pensaba la maga celestial caminando por la calle.

    Todas las personas la saludaban y la felicitaban, otros pedían autógrafos o alguna foto, incluso su casera le acepto un libro como pago por ese mes. Realizo en esa semana varias entrevistas para muchos periódicos, también firmo libros en algunas librerías muy famosas de Fiore y entre momentos libres escribiendo la continuación dado que era una saga de libros.

    — Lucy, nos alegramos por ti— dijo Natsu alzando su copa.

    — Juvia piensa igual— esbozaba una sonrisa, ya no le tenía como una rival en el amor.

    — Muchas gracias a todos— decía ella emocionándose.

    — Escribir novelas es de hombres— Elfman asentía feliz.

    — Es una mujer— Charle miraba rara al mago.

    Levy por su parte tenía una edición limitada que incluso aún no estaba a la venta dado que fue ella la primera persona en leer su obra. Gajeel intento también leerlo o quitárselo pero no fue capaz y se llevo una regañina de la joven.

    Por su parte, Juvia se sentía también la persona más feliz del mundo, miraba su anillo de vez en cuando con una gran sonrisa. Cantaba casi todo el día mientras hacia las tareas, limpiaba o estaba tumbada leyendo el libro de Lucy.

    — El libro es muy bueno, realmente tiene mucho talento— pensaba ella pasando las paginas.

    Aunque no todo era felicidad en el gremio, Erza se sentía triste mientras miraba su pastel, no era común en ella pero el no tener pareja y ver a ambos tan felices le daba un poco de envidia sana, hacia mucho que no sabía de Jerall, Mira sabía de sobra que le pasaba y aprovechaba para burlarse de ella.

    — Vaya, otro gremio oscuro ha sido destruido, estas semanas han caído unos cuantos pero solo dicen que un grupo de magos que desconocen lo ha hecho— al escucharlo Erza alzo su vista y le cambio la cara.

    — Seguro que son ellos— pensaba ella cambiando a una cara feliz.

    — Ara ara parece que es mentira aunque parece que te he descubierto...E-r-z-a— dijo lentamente haciendo sonrojar a la joven.

    — ¡Mira!— dijo ella algo enfadada.

    — Mirajane por favor tráeme otro plato— dijo un mago.

    — Enseguida— respondió ella feliz mientras se llevaba un plato con comida dejando con la palabra en la boca a la pelirroja.

    Laxus por su lado miraba algunas misiones mientras estaba rodeado de su grupo, sobretodo Freed que no dejaba de asentir con cada palabra que decía el dragon slayer. Makarov por su parte ademas de beber para celebrar lo de Natsu con Juvia y lo de Lucy se relajaba viendo que los ingresos del gremio han ido aumentando desde hace un tiempo dado que ya no destrozaban tanto como antes y eso se reflejaba en su salud. También estaba feliz de notar como su muñeca ya estaba como mejor y no dolida de tanto haber escrito cartas de disculpas a las ciudades, pueblos y al Consejo Mágico.

    Natsu y Juvia aquellos días los mantuvieron ocupados dado que tenían que planear la boda, el joven no pensaba que casarse iba a tener tanto trabajo, casi que prefería hacer misiones antes que eso pero todo era por ver sonreír a Juvia. Cada vez que la veía esbozar esa sonrisa su estado de animo cambiaba y se esforzaba en que todo fuera perfecto, miraban catálogos, Erza ayudaba con el vestido emocionada, casi mas que la novia, luego Levy sabía de ciertos lugares que podrían estar bien, Mira conocía unos contactos para la comida y Kana para la bebida.

    — Fiuu, estoy agotado— pensaba el mago tumbándose en el sofá sintiendo como su cuerpo no podía mas de tanto andar.

    — Hemos adelantado mucho, ahora podemos ir más despacio gracias a las chicas— dijo la maga emocionada para luego dejarse caer en la silla.

    — Si, estoy agotado— respondió este cerrando los ojos.

    Juvia miraba con una sonrisa al chico, estaba tan feliz que no sabía como había podido vivir sin él hasta ahora. Luego cabizbaja y aprovechando que el mago no miraba se acaricio la tripa con un gesto preocupado.
     
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    Nuestro secreto(Navia)
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    755
    Capítulo 26: Vamos a ser padres

    Aquellos días Juvia se comportaba de un modo extraño, trataba de ocultar a Natsu su situación pero el intento solo hizo que este se preocupara mas por la actitud de su futura mujer. Ademas notaba como si hubiera otra presencia en ella, pensaba que estaba poseída o algo por el estilo pero eso no cuadraba y parecía mas bien una tontería.

    — Juvia, ¿qué te pasa?, estos días estas actuando muy raro— comento el mago sentado mientras miraba como la maga leía un libro.

    Ella cerro el libro y se acomodo un poco mejor en el sofá, juntaba sus manos mientras miraba al suelo, aquello preocupo mucho a Natsu quien pensaba que algo malo iba a pasar.

    — Natsu-sama, Juvia...Juvia esta...embarazada— dijo finalmente tras unos segundos donde su prometido escuchaba atento cada una de las palabras.

    Aquello impresiono a Natsu, creía haber escuchado mal, ¿Juvia embarazada?, es decir, que iban a ser padres de un pequeño. Se quedo mirando a su novia durante unos segundos, ella cabizbaja no se atrevía a mirar a los ojos a este por miedo a que la abandonase.

    — Eso...eso es genial— salto de alegría para abrazar con ternura a Juvia quien se quedo incrédula ante la acción de este.

    — Juvia...Juvia pensaba que abandonaría a Juvia— comento ella entre lagrimas.

    — ¿Como iba a hacer eso?— se quejo molesto este.

    Luego acerco su mano a la barriga de ella y la acaricio suavemente, esa era la presencia que había notado, o mas bien, lo ''extraño'' de Juvia esos días. Aquello le hacia sonreír mucho, abrazo con cuidado a su prometida y le planto un dulce beso.

    — Estoy feliz de ser el padre de esta criatura— le susurro feliz.

    — Juvia esta muy feliz de haber conocido a Natsu-sama— ella le devolvió el abrazo muy feliz mientras lloraba emocionada.

    Aquella tarde fueron al gremio y daba la casualidad de que estaban todos, el joven se puso encima de una mesa para que le prestaran atención.

    — Escuchadme todos...¡Juvia y yo vamos a ser padres!— revelo a toda voz para luego esbozar una sonrisa.

    Esa noticia sorprendió a todos que tras unos cuantos segundos callados vitorearon y celebraron con mucha bebida el acontecimiento, no podían creer que Natsu, Natsu Dragneel fuera a ser padre. Makarov lloraba emocionado, Mira y el resto de chicas se acercaron haciendo un círculo alrededor de la maga de agua para darle la enhorabuena. Mientras tanto Natsu se puso a beber junto al resto de hombres del gremio.

    — Dinos Juvia, ¿es un chico o una chica?— pregunto Lucy.

    — No lo se aún, es muy pronto— respondió esta sentada.

    — Enhorabuena...es una noticia...maravillosa— Erza estaba nerviosa pero muy feliz por su amiga.

    — Enhorabuena Juvia-san, me alegro mucho por ustedes— Wendy hizo una pequeña reverencia a lo que Charle le dio un capón por esa costumbre.

    — Ara ara dejadla respirar— comentaba Mira desde la barra.

    Aquel día fue celebrado por todo lo alto dejando a ambos exhaustos, pero se sentían felices de haber dado dicha noticia y que todo el mundo le diera su apoyo, realmente eran una gran familia. Poco a poco fueron pasando las semanas y Natsu cuidaba siempre a su prometida dado que la panza crecía y el joven no quería que le pasara nada.

    La boda fue aplazada para no coincidir con el nacimiento y de paso que la joven tuviera unas semanas de reposo porque el esfuerzo que realizara sera muy grande. También recibían muchas veces la visita de sus amigas que le ayudaban con consejos y revistas, no habían sido madre salvo Bisca que le daba lecciones y posturas para aliviar el dolor de espalda, de rodillas...de todo y ella lo agradecía enormemente.

    Natsu por su parte las dejaba a solas para que pudieran hablar mientras iba a alguna misión sencilla, charlaba con sus amigos, daba paseos para disfrutar de la ciudad o incluso iba a clases de padres para aprender todo lo necesario para ser un buen padre.

    — Esto va a ser difícil— pensaba el chico saliendo del edificio.

    Pero no podía evitar sonreír al pensar que tendrá pronto a un pequeño entre sus brazos, él que no permaneció mucho con sus padres dado que fueron asesinados tanto los de sangre como Igneel, iba a disfrutar de serlo, esperaba estar a la altura.

    — Bueno, a cuidar de mi futura esposa y madre de mis hijos— dijo en voz baja abriendo la puerta de su casa donde encontró a Juvia con el resto de chicas.
     
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    Nuestro secreto(Navia)
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    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    754
    Capítulo 27: Nacimiento

    Los días, semanas y meses pasaron volando para Natsu y Juvia quienes poco a poco fueron aprendiendo más cosas sobre como criar a un pequeño, aunque la práctica sería mucho más difícil que la teoría por lo que a medida que se acercaba la fecha estaban cada vez más nerviosos.

    Cierto día fue el elegido para que la maga diera a luz, tras unas cuantas horas en la sala mientras Natsu esperaba fuera impaciente por fin escucho tras la puerta de la habitación el llanto de su retoño. No pudo aguantar mas y abrió la puerta para ver a los médicos con el bebé, Juvia esta recuperando el aliento después de tanto esfuerzo pero mira con una gran sonrisa al joven.

    — Enhorabuena, es usted padre de un precioso niño— el médico le dio a su hijo, al verlo no pudo evitar emocionarse mientras le veía la cara.

    — ¿Como le llamaremos?— pregunto ella acomodándose un poco con la ayuda de la enfermera.

    — Igneel, Igneel Dragneel como mi padre adoptivo— respondió tras pensarlo durante un rato.

    Al cabo de las horas cuando el pequeño dormía y la maga ya estaba mucho mejor recibieron la visita de todos los del gremio, Erza emocionada daba la enhorabuena al mago con una palmada de las suyas, Lucy y Levy miraban dormir al pequeño mientras que los chicos felicitaban a Natsu sin terminar de creerse que fuera padre.

    — Espero que tenga el carácter de...bueno que sea un niño tranquilo— Gajeel se puso a reír al pensar de que tuviera la personalidad de cualquiera de sus padres.

    —Va a ser un niño muy fuerte, de eso estoy seguro— se le notaba orgullo en sus palabras.

    — Y seguro que destrozara todo, mas os vale vigilar a ese pequeñín— comento Laxus apoyado en la pared.

    — Ara ara que hermoso niño, seguro comerá mucha carne como su padre— Mira observaba al pequeño dormir mientras esbozaba una sonrisa.

    — Tener hijos es de hombres— Elfman fue golpeado por gritar dado que podría haber despertado a este.

    Tras unos días de reposo y comprobar que el niño no tenia nada pudieron regresar a casa. Le habían preparado al niño una habitación solo para él, una cuna, juguetes, etc. Estaban muy felices de poder estar en su hogar y ahora si que eran una familia, justo como había imaginado Juvia durante tanto tiempo.

    — Juvia piensa que es feliz— decía mientras miraba al pequeño acurrucado entre sus brazos.

    — Yo pienso igual, nunca pensé en que podría llegar uno a ser tan feliz— Natsu observaba haciendo sonrojar a la maga que esbozaba una pequeña sonrisa.

    — Juvia piensa que Natsu-sama mira demasiado— dijo inflando los mofletes.

    — Te quiero Juvia, gracias por todos estos momentos— se levanto y se acerco, se sentó con cuidado y le dio un beso mientras la rodeaba con el brazo para juntos ver dormir al pequeño.

    Los primeros meses del embarazo fueron menos duros de lo que imaginaban, no tenían problemas para dormir, Igneel no daba guerra y se comportaba muy bien para la sorpresa de todos que esperaban un chico revoltoso, trasto y con ganas de destrozar todo aunque aun era demasiado pequeño para poder dar un veredicto.

    — La boda podemos hacerla dentro de unos meses— Juvia miraba una revista de moda.

    — Si, creo que es hora de dar ese paso jeje— contestaba este rascando su nuca.

    Decidieron que exactamente dentro de un año se casarían, como tenían el resguardo de la boda que no celebraron por el nacimiento del pequeño seleccionaron una fecha que le gustaba y que era la mejor en su opinión.

    Durante ese periodo recibieron visitas de sus amigos de gremio que pasaban a charlar, invitar a Natsu a hacer misiones, a ver como estaba Igneel, tomar algo, Juvia agradecía enormemente porque necesitaba desconectar y aquellas visitas le daban la vida.

    — Esta durmiendo ahora que ha estado jugando mucho tiempo conmigo— Natsu presentaba una gran sonrisa.

    — Juvia piensa que es muy bueno— servía las tazas a Lucy y Erza.

    — Yo he escrito mi segundo libro, tras mucho esfuerzo— le dieron la enhorabuena alegres, siempre habían sabido lo mucho que trabajaba ella para lograr eso.

    — Yo he comprado 20 armaduras nuevas— comento la pelirroja con estrellas en los ojos, hubo un silencio durante unos segundos.

    — Eso...eso es muy bueno Erza— dijo Natsu evitando que el momento fuera mas incómodo.

    Y así se quedaron charlando durante toda la tarde mientras pasaban el rato disfrutando de las historias que contaban y de lo que querían hacer en un futuro.
     
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    Nuestro secreto(Navia)
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    792
    Capítulo 28: La boda

    Los días fueron pasando muy rápido y mas cuando tienes a un bebé a tu cargo, a medida que iba acercándose dicho acontecimiento los nervios podían a la joven pareja que charlaban de vez en cuando de ese día, por un lado deseaban que llegase el momento de unirse pero por otro sudaban un poco al pensar en la ceremonia, de que algo saliera mal.

    Por suerte, tenían a una familia que en todo momento les apoyo, todo estaba listo y se aseguraron de que nadie lo estropease. Ese día Juvia se estaba colocando el vestido blanco con temor a haber engordado tras el parto.

    — Juvia piensa que le queda...perfecto— dijo esto último en un susurro al verse frente al espejo.

    — Estas preciosa Juvia-chan— Wendy se mostraba feliz de verla de esa manera.

    — Te queda genial, eres la novia más guapa— Lucy sacaba algunas fotos.

    — El amor es tan...maravilloso— Erza se emocionaba mientras usaba el pulgar para señalar su aprobación.

    Mientras tanto Natsu ya esperaba vestido de etiqueta y con su traje negro, llevaba su bufanda porque era lo más importante para él, ademas le daba fuerzas y seguridad.

    — Gray no te quites la ropa— Makarov alerto al mago que enseguida se vistió.

    — Las bodas si son de hombres— dijo Elfman peinado con un tupe.

    Entonces se escucho la puerta, todo estaba preparado y se abrieron dejando entrar a lo que a Natsu le pareció un ángel, allí estaba la maga de agua con un vestido blanco precioso mientras estaba ruborizada, sus pasos fueron lentos pero seguros, mirar a su futuro marido le daba fuerzas en las piernas para que no cedieran en ese instante.

    — Estas...radiante—comento el joven algo sonrojado.

    — Juvia piensa que Natsu-sama esta también muy guapo— se sonrojo a mas no poder.

    Tras eso dio comienzo la boda, el bebé dormía en los brazos de Evergreen y no daba problemas, el cura les cedió la palabra para que anunciaran sus votos cada uno haciendo soltar algunas lagrimas a los invitados.

    — Natsu...¿aceptas a Juvia como esposa?— pregunto mirando directamente a sus ojos.

    — Si, por supuesto que acepto— respondió firme, feliz y con una gran sonrisa mirando a su mujer.

    — Y tu Juvia, ¿aceptas a Natsu como marido?— pregunto mirando a la joven.

    — Juvia acepta como marido a Natsu-sama— contesto ella feliz.

    Al cura le pareció algo extraño la forma de hablar de Juvia quedando en shock unos segundos hasta que les unió en sagrado matrimonio procediendo al beso entre ambos. Todos aplaudieron con ganas y después de eso fueron al banquete.

    — Esta carne esta deliciosa— Natsu probaba muchos trozos de carne que los camareros servían.

    — Sigue siendo Natsu— suspiro Lucy mirando junto al resto de chicas y Juvia al joven.

    — Así esta bien, Juvia no quiere que Natsu-sama cambie— ella simplemente sonreía viendo al joven feliz.

    — Oye Natsu no te comas todo que esa parte es mía— se quejo Gray.

    — Ponte algo de ropa— respondió este riendo.

    — Mierda— este se vistió antes de que le llamaran la atención.

    Luego tras una buena comida se pusieron a bailar, cada uno tenía una pareja, Gray bailaba con Kana que estaba ya borracha y Gildarts vigilaba de cerca a Gray para que no hiciera nada indebido con su hija. Natsu y Juvia realizaban el baile obligado de la pareja en el centro de la sala ante la atenta mirada de todos, la maga se sentía en una nube abrazada a su esposo, todo iba tan bien que parecía irreal, un sueño pero al sentir el cuerpo de él sabía que no lo era.

    La fiesta termino a altas horas de la madrugada, la pareja llego a casa donde Happy estaba a cargo del bebé que tras dar guerra durante unos diez minutos en la boda luego ya no dio ninguno. Encargaron a una mujer de experiencia para que cuidase de este durante toda la ceremonia y luego Happy se lo llevo a casa.

    — Ha sido un día maravilloso, no recuerdo un día mejor que este salvo el nacimiento de Igneel— comentaba en voz baja Natsu besando a su mujer.

    — Juvia piensa igual, nunca antes Juvia había sido tan feliz sino contamos cuando nació nuestro retoño— susurraba ella dando besos a este.

    — ¿Podemos?—pregunto sonrojado este.

    — Podemos no...debemos— respondió con una voz pícara.

    Y así terminaron consumando su amor formando así un día perfecto que no olvidarán en la vida, ellos se sentían la pareja más afortunada del mundo. Al cabo de unas horas se despertaron en la cama desnudos, esbozando una sonrisa al otro y felices.

    — Buenos días...esposa— Natsu sonrío como siempre.

    — Buenos días...esposo— Juvia le dio un fuerte abrazo.

    Y así empezaron su nueva vida como marido y mujer.
     
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    Nuestro secreto(Navia)
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    835
    Capítulo 29: La luna de miel

    A pesar de que fue difícil para la pareja, tuvieron que dejar a cargo de Mirajane y sus hermanos al joven Igneel mientras ellos se marchaban de luna de miel. Llevaban ahorrando mucho tiempo y ademas habían escogido un hotel cerca de la playa muy romántico. El viaje para Natsu esta vez fue placentero dado que gracias a unas pastillas proporcionadas por Wendy no se iba a marear por lo que pudo charlar con su mujer durante todo el trayecto.

    — Ahora si que me apetece dar la vuelta al mundo en este cacharro— comentaba el joven feliz y disfrutando del panorama.

    — Juvia piensa igual que Natsu-sama— le dio un gran abrazo sin poder disimular el amor que sentía por el joven mago.

    — Juvia me asfixias— se quejo de manera tierna este.

    Cuando llegaron, recibieron las maletas y caminaron durante unos diez minutos al lugar indicado por el mapa que habían recibido por la agencia de viajes. Miraron la foto cuando llegaron, luego el lugar...era mucho mejor en persona que en la fotografía y eso les encanto. Un lugar algo apartado, cerca de la playa, con grandes atracciones, piscina, trampolines, bufes libres...de todo y tenían reservada una de las mejores habitaciones de todo el complejo.

    Entraron esquivando a la gente que había bastante y el interior del lugar era mucho mayor de lo imaginado, unos amables encargados llevaron su maleta a su habitación mientras ellos firmaban un formulario para confirmar de que eran ellos para evitar posibles fraudes y malentendidos.

    — Disfruten de su estancia, aquí tienen— la recepcionista les dio las llaves y ellos tomados de las manos se marcharon a su cuarto.

    Tomaron el ascensor hasta llegar a la última planta, atravesaron el pasillo y al entrar se maravillaron con la calidad y elegancia de la sala, era grande, con un jacuzzi, un balcón amplio, una gran cama con dos caramelos envueltos en su papel para evitar que se derritan y manchen la cama, un cuarto de baño y un armario que cabría ropa para dos meses.

    — Juvia esta maravillada con tanto lujo— decía ella con estrellas en los ojos y mirando todo el lugar.

    — Te mereces esto y mas — dijo dando un gran abrazo a su mujer y besándola.

    Se cambiaron y decidieron bajar a la piscina donde tenían reservados unos asientos, los camareros les trajeron comida y bebida, Juvia llevaba un bikini y un sombrero a juego recibiendo los halagos de Natsu y las miradas de otros que casi reciben un golpe por parte del mago. Se sentaron a comer, o mejor dicho, el dragon slayer de fuego se sentó a comer mientras era observado por la maga de agua que tomaba su refresco mientras jugueteaba con la pajita.

    — ¿No te bañas?— pregunto el joven dejando de comer.

    — No, Juvia piensa que estar así con Natsu-sama esta bien— dijo esbozando una sonrisa.

    Tras comer y tomar algo se tumbaron a descansar, como aquella parte del hotel estaba cubierta por una cristalera especial haciendo que los rayos del sol no fueran peligrosos pudieron pasar unas horas allí recibiendo la calidez de la luz. Por suerte no había niños y los adultos apenas armaban jaleo pudiendo hacer de ese tiempo unas horas placenteras.

    — Bueno, vamos a la playa a andar un rato si quieres— propuso el joven tomando de la mano a esta.

    Ella asintió y se fueron a pasear, allí si que había mas gente y sobretodo niños armando escándalo. Caminaron durante bastante tiempo dado que era extensa, cuando se quisieron dar cuenta ya había anochecido y quisieron volver para cenar. Las estrellas se veían claramente bajo ese techo oscuro del cielo, esta vez caminaron mas lento, disfrutando de aquella vista mientras estaban tomados de las manos, el mago sonreía al ver a Juvia tan feliz, miraba sus ojos en lugar de las estrellas y podía ver como ella miraba con admiración las luces del cielo.

    — Juvia piensa que ha sido una buena decisión venir aquí— susurraba mientras el agua mojaba sus pies aunque no le importaba, ver aquello era precioso.

    — Pienso igual— pararon para disfrutar mejor de aquello.

    Tras un rato decidieron retomar el camino hasta llegar al hotel donde se ducharon y bajaron a cenar, Natsu comió mucho llamando un poco la atención pero a ellos dos poco le importaba. Se sentían los más afortunados del lugar y nada iba a romper esa magia y amor en el ambiente.

    Cuando regresaron a la habitación a descansar Natsu fue un momento al baño, cuando salio vio a Juvia en el jacuzzi.

    — Ops, Juvia es algo torpe, Juvia no lleva nada puesto— dijo alzando la pierna sacando esta del agua mientras la espuma cubría las zonas de la maga.

    (Diablos señorita)

    — Ju-Juvia— balbuceo el joven.

    —¿Puede Natsu-sama ayudar a Juvia?— pregunto la maga haciendo señas con el dedo invitando a su marido a entrar.

    Y sin mas se metió donde consumaron el amor en ese jacuzzi que el agua tardo pocos segundos en evaporarse.
     
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    Nuestro secreto(Navia)
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    763
    Capítulo Final: 10 años después

    Han transcurrido 10 años desde que se celebrase la boda y la pareja se marchase de luna de miel, las cosas habían cambiado mucho desde aquel entonces, Lucy encontró el amor en un joven que conoció en una cafetería, Levy y Gajeel tuvieron dos pequeños igualitos a ellos, Laxus finalmente se declaro a Mira quien acepto para sorpresa de todos y la resignación de Freed. Por su parte, Lissana en el gremio se quedo prendada de un mago que usaba la misma magia que ella y sus hermanos formando así un fuerte vinculo, Wendy y Romeo esperaban su primer hijo, Makarov seguía al mando de todo para asegurarse de que todo iba bien.

    Por otro lado Erza y Jerall pudieron estar juntos, la joven pelirroja se caso hace tres años tras mucho tiempo aguardando ese momento y ya iba por su tercer embarazo, el pobre Jerall no daba abasto con dos y ahora tenía un tercero. Elfman y Evergreen tenían un pequeño muy parecido a Elfman con el pelo verde, aunque era clavado a su padre en sus costumbres de decir que todo era cosa de hombres. Y en cuanto a Gray, se enamoro de una joven maga que usaba el hielo como él y aunque la costumbre de desnudarse de este fue un problema finalmente esta acabo aceptando salir con él.

    El joven Igneel estaba tranquilo leyendo algo en una de las mesas del gremio mientras sus padres estaban fuera cuando vio entrar a una pequeña maga que recientemente se había unido al gremio, cada vez que la miraba sentía algo de paz en su interior.

    — Hola Karen— saludo un mago detrás suya.

    — Ah, hola Samuel— ella se giro para saludar con una sonrisa.

    Igneel estaba detrás de un pilar observando todo y apretando sus dedos clavando estos en la madera de la columna.

    — Rival en el amor— decía mientras un aura oscura salia de él.

    Todos los que estaban cerca se asustaron de ver de esa manera al joven, recordaban perfectamente todos aquellos días donde Juvia acosaba a Gray de la misma manera que hacia ahora el mago.

    Mientras tanto, Juvia y Natsu arreglaban algunas partes de la casa que necesitaban una buena capa de pintura, no querían que Igneel estuviera cerca porque sabían lo trasto que era y eso les retrasaría mucho mas. Su aspecto físico no había cambiado mucho excepto Juvia que cada semana se hacia un tocado diferente para estar guapa para su marido quien decía que no era necesario dado que para él, siempre iba a estar preciosa.

    — Fiu, hemos terminado— el mago se tiro al plástico que cubría el sofá.

    — Juvia piensa igual, Juvia esta agotada y le duelen los brazos— imito a su esposo en otro sofá cerca.

    —Pero bueno, pintar cada diez años y arreglar algunas cosas para evitar futuros problemas es bueno— comentaba Natsu cerrando los ojos.

    Después de descansar un rato se dieron una ducha en la que no faltaron las caricias, se sentían como en los primeros meses de pareja, recordaron aquellos momentos con Lucy, Erza y Mira haciendo que se sonrojaran un poco, eran más jóvenes y alocados. Luego retiraron los plásticos y comprobaron de que estaba todo bien pintado y a punto.

    — Mamá, papá ya estoy en casa— el mago entro dando una fuerte patada a la puerta.

    — Igneel te tengo dicho que no hagas eso— regaño su padre al pqueño.

    — Pero Gray-san siempre dice que tu lo hacías de pequeño hasta cuando salías con mama— reprocho este.

    — Ese Gray...— pensaba Natsu enfurecido.

    Y de esa manera fue pasando el tiempo, Natsu y Juvia tuvieron otro pequeño, esta vez se llamo Juvia como su madre, la nueva generación poco a poco fue pisando fuerte. Incluso recordaba mucho a la anterior dado que los hijos de estos siempre se estaban peleando como cuando Mira, Erza, Natsu y Gray lo hacían, les preocupaba que pudieran hacerse daño pero luego veían como realizaban misiones juntos, charlaban alegremente, entrenaban, etc.

    Finalmente Laxus fue maestro del gremio, respetado por todos protegía el gremio junto al resto de su generación para asegurar el futuro de Fairy Tail. Muchos magos se unían haciendo que tuvieran que hacer reformas varias veces para ampliar el lugar, Natsu y Juvia fueron felices para siempre viviendo juntos y dándose cada día un poco de amor al otro.

    Algunos dicen que si te plantas en la entrada de Fairy Tail puedes ver a unos pequeños seres con alas que dejan un polvillo brillante a su paso, al fin y al cabo, ¿las hadas existen?.

    FIN
     
  12.  
    Poikachum

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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    326
    Especial

    Natsu estaba centrado en arreglar una de las sillas, llevaba el martillo listo en la mano y en clavo sujetado por los dedos de la otra que quedaba libre.

    —Papa—fue interrumpido al intentar hacer su faena.

    Dio un fuerte grito de dolor cuando el martillo golpeo sus dedos, Juvia alarmada fue corriendo a ver que pasa.

    —Juvia quiere saber que ha pasado—dijo alertada.

    —Me he golpeado con el martillo—respondió este con el dedo hinchado.

    Juvia uso su poder para refrescar el dedo y bajar la inflamación, algo que agradeció Natsu que podía sentir el frescor de su magia.

    —Igneel te he dicho muchas veces que no estorbes a tu padre en el trabajo—regaño ella sabiendo que lo había hecho a propósito.

    —Esta bien—dijo cabizbajo.

    Cuando se fue de nuevo a hacer sus tareas se quedaron ambos solos.

    —¿Qué querías?—pregunto Natsu intentándolo de nuevo.

    —Quiero ir al parque de atracciones contigo y mamá—contesto feliz.

    —Ya veo, iremos mañana, hoy tengo faena que hacer y tu madre esta sin parar de hacer algún encargo, desde que abrió la pastelería no para de recibir clientes—comento sin mirar al chico.

    —Erza se podría hacer cargo un día—propuso este.

    —Un día es lo que le haría falta a Erza para arruinar el negocio que tanto tiempo le ha llevado a tu madre—colocó la silla y guardo las herramientas.

    —Tienes razón, Erza tiene una tripa tan grande que cabrían todos los pasteles de la ciudad—ambos se echaron a reír ante ese comentario.

    —Creo recordar que estoy embarazada—interrumpió una voz siniestra.

    —¿Erza?—ambos se abrazaron asustados.

    —He venido de visita y me encuentro burlas hacia mi—dijo crujiendo sus dedos.

    Al hacerlo, se escucho algo y un líquido empezó a caer al suelo desde sus piernas.

    —¿Se ha meado?—pregunto Igneel extrañado.

    —No, ha roto aguas—respondió este corriendo hasta ella.

    FIN de la 1 parte del especial.
     
  13.  
    Poikachum

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    Nuestro secreto(Navia)
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    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    262
    Especial 2

    Al ver lo que estaba ocurriendo no tardaron en llevar corriendo como pudieron a Erza al hospital. La maga trataba de aguantar todo lo que podía, se moría de ganas de dar a luz.

    —Aguanta, ya que da poco—dijo Natsu corriendo a toda velocidad mientras dejaban por el suelo de las calles un rastro.

    Por suerte no quedaba muy lejos de allí. Entraron corriendo y enseguida la maga fue atendida. Juvia, el pequeño y Natsu se quedaron esperando fuera de la sala. Jerall que estaba en el Consejo había recibido la llamada.

    Llego sudando, el sudor le recorría la frente mientras preguntaba algo alarmado si estaba todo bien.

    —Jerall, todo esta bien, eso piensa Juvia—dijo la maga feliz.

    Dentro de la sala se escuchaba los gritos de Erza. Ya había dado inicio y el mago tuvo que ser agarrado para no interrumpir, en esa situación lo que menos necesitaba la maga era a alguien mas histérico que ella.

    Los minutos fueron pasando, era doloroso escuchar a Erza. Pero tras una hora, esos gritos fueron sustituidos por el llanto de un bebé.

    —Ha nacido—ahora calmado pudo entrar.

    Los tres esperaron fuera, no querían interrumpir aquella reunión.

    —¿Yo también nací así?—pregunto el pequeño.

    —Si, tu madre casi inunda el hospital de felicidad al verte—se echo a reír recordando la escena.

    —Juvia lamenta emocionarse por algo tan bonito—inflo los morros a modo de enfado.

    Después, se echaron a reír. Esperarían un rato fuera hasta que pudieran verlo.

    Y así una nueva vida vino al mundo.
     
  14.  
    Poikachum

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    Nuestro secreto(Navia)
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    Romance/Amor
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    Especial 3-Paseo por los recuerdos(+18)

    La maga no recordaba con exactitud cuanto tiempo había pasado desde que Natsu y ella formaron una feliz pareja. Los recuerdos inundaron su memoria, parece que fuese ayer cuando se unió y acosaba a Gray. Cuando encontró refugio en Natsu, ese momento marco su vida de manera significativa. Ella contemplo al joven, estaba leyendo una revista tranquilamente con su taza de café al lado.

    En su mirada ya no había nada de aquel hombre del cual se enamoró, bueno si, su personalidad tan buena y generosa. Ahora se había dejado barba, el pelo algo más largo y ya no llevaba bufanda, ahora pertenecía a la siguiente generación.

    —Natsu-sama—dejo caer en aquel tono tan cariñoso. Hacia mucho tiempo que no le llamaba de aquella manera.

    —Juvia, ¿ocurre algo?—pregunto levantando la vista del papel.

    —Juvia piensa que ha pasado mucho tiempo desde que empezamos a salir—contesto sentándose a su lado.

    —Ahora que lo dices...si—esbozó una sonrisa y le dio un beso—parece que fue ayer...¡Ya sé!—dijo alzándose. La mujer no esperaba para nada aquel impulso—¿porqué no vamos a algún lado romántico?, un hotel por ejemplo.

    Fue decirlo y salir a reservar las habitaciones en el hotel más lujoso de Fiore, gracias a los contactos y la fama del mago, no fue muy complicado adquirir una. Incluso obtuvieron una rebaja del precio. Cuando la maga entro, se quedo completamente embobada con todo el lujo que la rodeaba, parecía la casa de un millonaria, no es que estuvieran mal de dinero, pero nunca lo gastaban en cosas extremadamente lujosas e innecesarias.

    —¿Qué te parece?—salió de la ducha con solo una toalla.

    Juvia se mordió el labio, a pesar de los años, su marido no había perdido la forma ni mucho menos. Tenía unos abdominales dignos de un guerrero. Ella le dijo que esperase en la cama sentado. Había llevado algo para la ocasión.

    —¿Qué estará tramando?—pensaba el mago secándose el pelo.

    Salio a los pocos minutos con un pequeño vestido que apenas cubría sus partes, estaban solos tras mucho tiempo con sus retoños. Ella necesitaba un poco de cariño.

    —Estas...preciosa—dijo con aquella sonrisa que tanto adoraba Juvia.

    Se acerco lentamente, se puso encima suya y le rodeo con los brazos a la vez que lo besaba. Primero cayeron los pequeños besos, luego alguna mordida en el labio, Natsu acarició la mejilla de la joven mientras con la otra la pasaba por su espalda.

    —Te quiero—susurro mientras se dejaba besar el cuello.

    Aquel escenario era perfecto para ambos, solos, en una habitación con extravagancias de toda clase; lámparas de araña, una cama enorme, mesas de roble...lo tenían todo. Natsu fue descendiendo sus besos hasta alcanzar los pechos, no le resulto complicado debido al tamaño de estos. Juvia solo agarraba el pelo del joven, sentía aquellos pelos de su barba provocando un pequeños cosquilleo.

    —Natsu...Natsu...—apretó el labio inferior debido al placer, no podía decir nada.

    Él la tumbo ahora en la cama, le quito el vestido, demasiado había durado. Levanto las piernas en forma de v y hundió su cabeza sin dudar. La mujer dejaba escapar pequeños gemidos los cuales se iban intensificando con el paso de los minutos. Llegado al final, Juvia se quedo jadeando un poco, necesitaba recuperar el aire perdido.

    —Ha sido maravilloso—dijo con una gran sonrisa.

    Ya algo recuperada, colocó al mago en el borde de la cama, se puso de rodillas y lentamente le quito la toalla que ya dejaba notar un gran bulto. Lo agarró suavemente, acerco despacio dando pequeños besos en la base para ir subiendo poco a poco. Natsu estaba rojo, a pesar del tiempo, le daba algo de corte, especialmente con Juvia mirándole a los ojos con aquella expresión de la cual solo él era el afortunado.

    —Juvia...no tienes porque...ooh—sin previó aviso chupo la punta haciendo temblar sus piernas.

    Su boca estaba caliente y húmeda, no podía dejar de gemir. Finalmente, tras unos minutos de caricias, dejo escapar aquel líquido blanco y pegajoso. Se limpió bien, agarró a Juvia para tumbarla. Era el momento, agarro el falo y lo introdujo entre las piernas de aquella mujer que tanto amaba.

    —Juvia piensa...que puede ser un poco más brusco—la insinuación con la que la dijo fue tal que le hizo caso y comenzó las sacudidas con algo más de fuerza.

    Por fin sus cuerpos fueron uno, Juvia ya no recordaba cuando fue la última vez que pudieron estar de aquella manera, aunque tampoco le dio muchas vueltas, solo quería disfrutar el momento con él, Natsu Dragneel.

    Ambos cuerpos entrelazados y cubiertos de sudor, sintiendo la fuerte respiración del otro, mirándose a los ojos mientras dejaban escapar una sonrisa. Un beso cerró la noche. Juvia se recostó en su pecho, era duro pero a la vez blando, una sensación que solo puedes tener con tu pareja, tu media naranja.

    —No ha estado mal—dijo Natsu cerrando los ojos.

    —No, nada mal—los dos se echaron a reír.

    A la mañana siguiente salieron a dar una vuelta por el centro comercial cercano. Tomados de la mano, no podían evitar recordar cuando eran más jóvenes y iban de un lado a otro. Era el momento de revivir aquella época. Fueron de tiendas, una tras otra, sin dejar ninguna mientras la mujer feliz y sonriente compraba algunos vestidos.

    Lo peor por así decirlo, fue el regresar a casa. Natsu se cambió de ropa, les pillo la tormenta en mitad del camino. Encendieron la chimenea, se tomaron de las manos y se acurrucaron junto al fuego mientras las gotas de agua golpeaban la ventana.

    —¿Cuando iremos a otro sitio?.

    —La semana que viene mismos—respondió el dragon slayer.

    Ahora que los niños eran mayores, tenían mucho más tiempo para ellos. Además de ganar mucho dinero gracias al puesto en el consejo de Natsu y los encargos de cocina que recibía la maga. Por no olvidar que tenía un par de pastelerías, a veces pensaba que Erza era quien le pagaba todo los gastos viendo la gran cantidad de pasteles que compraba al cabo del mes.

    Natsu se quedo dormido en su hombro, estaba cansado de tanto viaje, ella le dio un beso en la frente y permaneció allí hasta quedarse dormida también. No sería el último viaje que harían para disfrutar el uno del otro.
     

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