"Novedades"

¡Y vuelvo a publicar! XD.... bueno, este es un one-shot, espero les guste y... es todo :3 saludos.
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"Novedades..."​

Las heridas del pasado nunca cerraron por completo, era como si ella necesitara de aquellas heridas… ¿era así? A veces los factores de su propia vida rasgaban la piel nueva de esas misma heridas haciéndolas sangrar nuevamente. Se mantuvo al margen para cuidarlas un poco, pues escocían.
¿Quería cerrarlas? Según ella sí, pues se esforzaba cuando las recordaba para que no la afectaran y continuar su vida normal, pero quizás el mismo miedo de que esas heridas se curaran y se olvidara que alguna vez las tuvo le impedía cerrarlas por completo; después de todo, si las olvidaba alguien más llegaría a provocarlas nuevamente… al menos las que ella tenía no sangraban demasiado.

Y ahí estaba, pensando en todo menos en aquellas heridas, los últimos días de su vida la habían hecho reflexionar mucho más que a un filósofo antiguo, su propia vida había cambiado en cuestión de días. Suspiró y rodó sobre sí en la cama, deseaba no estar pensando en mucho más que comer algo y quizás ver alguna buena película de comedia.
“Toc, Toc” golpecitos sobre la puerta la distrajeron de la espiral filosófica por la que cruzaba su cabeza.
—Adelante —habló con voz normal, aunque para ella sonaba aburrida.
La puerta de madera blanca, acorde con el resto de las paredes de su recámara se abrió levemente dejándole ver a su… de pronto notó que él, ella, y la historia que tenían en su pasado los había convertido en “nada”, o al menos así lo sentía.
—¿Puedo hablar contigo?
Tuvo una sensación extraña cuando aquel hombre de cabello castaño le habló tan serio, combinaba el coraje que le guardaba por sus equivocaciones durante los días anteriores y una fuerte deseo de abrazarlo.
—Claro, ¿qué necesitas? —le preguntó sentándose en la cama y quitando el cabello negro de su cara.
—Venía a ver cómo te sientes —sonrió él con un poco de timidez, cerró la puerta tras de sí y caminó hasta sentarse en la cama junto con ella.
Era valiente aquel hombre, tenía que reconocérselo, conociéndola como era sería valiente cualquiera que se le acercara con el humor que andaba.
—Mejor, gracias —le contestó desviando la mirada y suspirando. Él bajó la mirada.
—¿Aun molesta?
—No, no realmente —respondió y esta vez lo vio a los ojos—. Decepcionada sí.
Ninguno de los dos siguió con la conversación creando el silencio, lo curioso para ella era que le agradaba el silencio con él, de hecho le agradaba tanto charlar con él como el silencio.
“Raro…”pensó ella, pues no se la describiría como una persona que no charla. Al contrario, la mayoría del silencio la molestaba, pero ese silencio no… quizás la clave era que en el medio de aquel silencio estaba él.
—Supongo que todos hemos aprendido algo los últimos días —masculló su acompañante después de algunos minutos—. Algunos aprendieron que existen los clones —ambos sonrieron y bajaron la mirada.
—Otros aprendimos que quienes creemos que nos conocen no lo hacen tan bien —siguió ella en el mismo tono.
—Sí… suele suceder —ambos se rieron con esa frase, era común que ella la usara y también era común que él la imitara—, pero… yo creo que algunos pocos mas hemos aprendido algo mucho más fuerte que eso.
—¿Qué cosa? —preguntó con verdadera curiosidad, no se explicaba que sería.
—Aprendimos que… a veces extrañamos a alguien pero realmente nunca sabemos que tanto le extrañaremos hasta que creemos que nunca más va a volver.
La cara de ella mostró un poco de impresión y sorpresa, definitivamente no esperaba aquel comentario…
“Romanticismo barato…” le dijo su cerebro.
Antes de que se le ocurriera algo para contestar sintió un leve jalón y de pronto se vio atrapada en los brazos de su acompañante.
—No me importa que tengas que hacer, pero jamás en la vida quiero volver a ver tus ojos sin vida —la voz de él se quebró—. Jamás —sus brazos la envolvieron con más fuerza, por un momento se quedó sin palabras. Entonces recordó cual era el problema que tenía con él… y era simplemente aquello, el hacerla sentirse débil y fue en ese instante que esas heridas sangraron de nuevo. ¿Necesitaba más o se desharía de ese problema?.
Volteó hacia arriba, la estaba mirando como solía hacerlo, después de tanto tiempo no había cambiado ni una pizca… la besó sin avisarle y su corazón se detuvo pos instantes. Cerró los ojos y le correspondió, años tenía sin besarlo y la sensación era realmente buena… como una pequeña cantidad de electricidad que entraba en flujo constante a su cuerpo alterando desde sus pies hasta su cabeza…
Dejaron el beso pero ella no abrió los ojos, se mantuvo quieta, mientras sabía que aquel beso había alterado su autocontrol.
Sabía que sus heridas sangraban de nuevo… pero por esta vez sentía la necesidad de arriesgarse a curarlas… o bien, a recibir más.
—No llores —le dijo él con tono enternecido, ¿estaba llorando?...
Abrió los ojos y supo que sí, su visión estaba levemente borrosa y sus mejillas húmedas. Sonrió.
“¡Estás enamorada!— la acusó su propia cabeza con el tono sorprendido.
“Para mí también es novedad…” —contestó mientras con sus brazos se acercó para volver a besarlo…