Nos iremos juntos... ¡Pero por caminos separados!

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Nos iremos juntos, pero por caminos separados​

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Camino sin rumbo fijo, intentando buscar respuesta alguna a todo lo que ronda por mi mente. Recuerdo la última vez que me contaste el porqué de tu partida… ¿Cómo olvidarlo?, pues hace pocas horas escuche tu voz al otro lado del teléfono.

— Mis padres quieren que retome mis estudios en el extrajera — te escuche contarlo, sin mucho animo.

— ¿Cuándo te iras? —Pregunte con un hilo de voz.

—Dentro de dos o tres meses— Respondiste.— Pero no deseo irme…—continuaste al no encontrar respuesta de mi parte.

—Díselo a tus padres, si en realidad quieren lo mejor para ti; ten entenderán…—aconseje, lo que al parecer no sirvió mucho.

—Jamás me entenderían, nunca lo hacen…— susurraste amargamente al otro lado de la línea. —No hay solución alguna…— continuaste sin espera respuesta. —O son diez años o es toda la vida…— Luego de aquello los dos quedamos totalmente en silencio, tan solo nuestra respiración se comunicaban entre si, por el aparato.

— ¡No deseo seguir escuchándote!…no quiero espérate diez años y menos olvidarte toda la vida— esta vez era yo la que siguió de largo el giro de la conversación. — no insistiré mas, simplemente ve y no luches por lo que realmente quieres. —Adiós…— Exclame, colgando así el teléfono y luego salir de casa sin destino alguno.

Camino totalmente sola; total siempre lo he estado, cada paso que doy, cada suspiro, cada maldito recuerdo golpea en mi mente, intento desahogarme pero es imposible, el dolor que desgaste ya ni eso deja.

Siempre fuiste mi amigo; el mejor, jamás te abandone, siempre intentaba ayudarte, siempre quería que fueras feliz, pero ¿Dónde queda aquello?, ahora me dejas, y por no querer luchar por lo que realmente quieres, quizás jamás vuelvas.

— ¡Espera!... —una suave pero agitada voz me saco de mis pensamientos, gire un poco y hay estabas, con tu rostro sorprendido y de tu negro cabello frotaba alguna que otra gota de sudor. Sin pensarlo salí corriendo, hasta darme cuenta de que ya no me seguías.

Había logrado llegar muchos kilómetros mas alegada de mi hogar, en mi vista se divisaba un gran puente y debajo de este un rio el cual ya estaba a punto de desbordarse, subí al borde que quedaba entre la acera del puente y el gran abismo.

— ¡No Espera no lo hagas!... — te escuche una vez mas detenerme, pero esta vez ya era demasiado tarde. — No lo entiendes, debo irme, pero antes debía decírtelo…— mencionaste mientras te acerabas lenta y cuidadosamente a mí, pero para tu sorpresa yo cada vez retrocedía aun más.

—Jamás me entenderás, nunca lo haces… — repetí tus mismas palabras, mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla. — No hay solución alguna…— continúe mientras retrocedía cada vez mas. — Nos iremos juntos, pero por caminos separados. — fue lo ultimo que dije, antes de terminar de retroceder hasta llegar al borde de el puente y caer directamente al vacío.

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Espero les haya gustado, pues lo escribí para un trabajo de mi escuela y quería compartirlo con ustedes, espero su opinión y criticas constructivas.