de Inuyasha - Noche de luna llena

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Samantha, 10 Octubre 2009.

  1.  
    Samantha

    Samantha Saa Comentarista Top

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    Noche de luna llena
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    Noche de luna llena

    Este es un one-shot que escribí para un concurso llamado "ruleta rusa del amor" donde tuve la suerte de obtener el segundo lugar. La historia es un NarakuXKikyo ya que fue la pareja que me tocó. Naraku tiene un Ooc, pero imposible no quedar así, la historia debía ser romántica. xD

    Acepto criticas de tipo constructivas. De antemano se que tengo algunos problemas con la puntuación, así que espero que alguien lo note y me diga donde fallé. xD


    Noche de luna llena

    La noche estaba tranquila, el viento mecía las ramas de los árboles suavemente mientras la luna plateada se reflejaba en el lago, rodeándolo con su resplandeciente luz. En la orilla del lago se encontraba una joven de pelo azabache, piel pálida y ojos negros. La joven no despegaba su mirada del lago, la cual era fría y un tanto melancólica.

    No muy lejos de allí un hombre la estaba observando, era de piel pálida, tenía el pelo negro, sus ojos eran oscuros; como un poso sin fondo, su mirada era un tanto extraña; malvada, pero a la vez reflejaba amor… quizás por la joven que se encontraba a alguna distancia de él. Quería acercarse, pero algo dentro de él se lo impedía. Naraku seguía mirando a la sacerdotisa, pero algo lo sacó de sus pensamientos.

    —¿Qué tanto me ves, Naraku? —Interrogó Kikyo, éste al notar que la sacerdotisa lo había descubierto sólo se limitó a sonreír con prepotencia.
    —Sólo te observaba, mi querida Kikyo. —Contestó con mucha serenidad, mientras sentía como la mirada de la chica se clavaba en la de él, como si quisiera atravesarle el alma.

    El viento soplaba con más intensidad asiendo mover sus cabellos en un suave vaivén, ambas miradas eran frías y calculadoras.

    —No sé por qué no te creo nada, tu andas en busca de otra cosa, Naraku —Indagó la joven sacerdotisa con el ceño fruncido— Es de muy mal gusto andar espiando a las personas —le reclamó.
    —Tu ya sabes lo que quiero —le dijo en tono serio, mientras tomaba a la chica por el brazo para acercarla a él—, te quiero a ti —Finalizó para luego tomar su mentón para besar sus labios, esos labios que anhelaba desde hace mucho tiempo y nunca había podido probar ya que el corazón de la sacerdotisa le pertenecía a otro.

    Él beso era suave pero a la vez intenso, Kikyo se resistía ante la acción realizada por el hombre de pelo azabache, forcejeaba para separarse de él, pero el mayor le ganaba en fuerza. A la final terminó por corresponder el beso, el cual duró unos cuantos segundos, ya que el aire les comenzaba a faltar.
    Kikyo lo miró con rencor, pero a la vez sentía un gran vació dentro de su corazón. Desde hace un tiempo había comenzado a sentir algo por ese hombre, pero su orgullo le impedía reconocer lo que estaba empezando a florecer dentro de ella, no podía perdonarle todo lo que ese monstro había hecho, por su culpa ella terminó siendo un cadáver… destruyó todos sus ilusiones. No es fácil perdonar todo el sufrimiento que él le había causado.

    Le dio la espalda para que él no se diera cuenta de las lagrimas que estaban empezando a brotar de sus oscuros ojos, sentía rabia, por culpa de ese beso sus sentimientos estaban revueltos, estaba empezando a dudaba de que lo odiaba.

    —No soy alguien que anda rogándole amor a otras personas, pero tu eres la única mujer de la cual me he enamorado, quizás no me creas, pero esta vez estoy siendo sincero —le dijo con una voz diferente a la que usaba normalmente, está se notaba sincera, de alguna u otra forma ella quería creerle… pero su orgullo no se lo permitía.

    —Y crees que caeré en tu juego, Naraku —rió ante el comentario del mayor, para luego fruncir el ceño— algo estás planeando, a ti no se te puede creer nada. Haz demostrado ser alguien sin alma y sin corazón el cual sólo se interesa por si mismo —le decía mientras su penetrante mirada se clavaba en la él.
    —Es normal que no creas en mí, son demasiados los motivos que te llevan a no hacerlo, pero esta vez te estoy hablando con la verdad —Seguía insistiendo en sus argumentos, sus ojos se cruzaron con los de Kikyo, para luego acariciar tiernamente su rostro.

    —Yo no debería caer en tu juego porque te conozco muy bien, pero no perdería nada si te doy una oportunidad—dijo, ahora sin ninguna expresión en su rostro. Dentro de ella, algo le decía que las palabras de aquel hombre eran ciertas, pero no quería creerle del todo… era difícil confiar en sus palabras después de todas las cosas que ha hecho.

    —Te demostraré que he cambiado, y juro que no te arrepentirás… te amo Kikyo. —finalizó para luego juntar sus labios en un profundo beso. Kikyo sintió la dulce sensación que ese beso le transmitía, venía acompañado de tanto sentimiento que optó por corresponderle y dejarse llevar.

    Los rayos de luna los iluminaba a ambos, mientras seguían besándose apasionadamente. Naraku ahora besaba su cuello, mientras acariciaba el cuerpo de la mujer que tanto había anhelado. Comenzó a despojarla de sus ropas, mientras seguía besándola.

    Los únicos testigos de lo que allí estaba pasando era ellos y la luna llena que los envolvía con su cálida luz, en ese momento ya nada importaba, ni siquiera el orgullo de la joven, en realidad ella lo amaba, pero nunca quiso dar su brazo a torcer, pues seguía con la obsesión de creer amar a alguien equivocado. Todas sus dudas se estaban aclarando en estos instantes. Esto parecía un sueño, nunca se había sentido como ahora, era una sensación bastante agradable, se sentía completa; y amada.

    -+-

    Dos cuerpos desnudos se encontraban al pie de un árbol de Sakuras, aún agitados. Naraku tapó ambos cuerpos ya que estaba comenzando a hacer frío, no dejaba de mirar el rostro dormido de la sacerdotisa, no podía creerlo… por fin estaba con la mujer que siempre ha amado. En su rostro se dibujo una sonrisa que nunca antes se había formado, esa sonrisa era dulce y sus mirada reflejaba un gran amar hacía la mujer que se encontraba dormida en su pecho. Tomó el rostro Kikyo y le dio un suave y tierno beso, para luego susurrarle un:

    —Te amo Kikyo.
    —Yo también te amo… Naraku —susurró entre sueños la joven sacerdotisa. Antes lo dicho por la chica, Naraku sonrió para luego abarzar a Kikyo y quedarse dormido a su lado.


    Fin
     
  2.  
    kirarita

    kirarita Iniciado

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    Escritora
    Re: Noche de luna llena

    no soy buena con la puntuacion pero en la parte de:
    Naraku sonrió para luego abarzar a Kikyo y quedarse dormido a su lado.

    No abras querido decir:
    Naraku sonrió para luego abrazar a Kikyo y quedarse dormido a su lado.
     

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