de Inuyasha - No Todo es Belleza (Inu & ?)

Re: No Todo es Belleza (Inu & ?)

Hola chicas y un solo chico jeje. Bueno sorry por tardarme pero he estado súper ocupada y tengo que guardar imaginación para los Colectivos del foro. Respondí sus post en MP.

En esté capítulo se van aclarar las cosas, como dije en el anterior. Las cosas van a pasar rápidas, ya que sé me ha hecho eterno esté fic; así que pronto llegara a su fin.
Espero que me sigan en el próximo fic que haga. Ustedes dan ánimos de seguir escribiendo.

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Capítulo 18: Una triste verdad y una alegre noticia.​

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Todos los seres humanos guardamos un secreto. Algunas personas los revelan para sentirse cómodos pero otros desean guardarlos; hasta que llegue el momento preciso para revelarlo.

Kikyo ya se encontraba arreglada. Se había puesto un pantalón pegado y una franela color rosa, cubierta con un suéter. Ella salió junto a Inuyasha. Ambos se montaron en el nuevo auto, ya que el anterior se había quemado. Cuando se perdieron en el campo.

—A donde quieres ir—pregunto Inuyasha ya montado en el auto.

—Quiero ir a un parqué—contesto sin mirarlo. Sus ojos reflejaban triste, inseguridad.
También se sentía mal por haberle sido infiel.

—Te pasa algo. Te noto distinta—pregunto mientras maneja y en pocas veces volteaba a ver a Kikyo, sin perder el control del manejo.
Kikyo no contesto a la pregunta, eso le pareció totalmente extraño a Inuyasha.

Cuando llegaron al parqué más cercano. Inuyasha ayudo a Kikyo a bajar del auto. Ella pidió que se sentaran en una fuente, que había cerca. El parqué no estaba tan repleto de personas.

—No sé si contártelo ahora—comento Kikyo sentada en una esquina de la fuente.

Inuyasha se coloco de cuclillas frente a Kikyo.

—Contarme qué. Me preocupas.

—No lo tomes a mal—Kikyo suspiro y sin querer boto una lagrima. Luego miro al cielo y cerro los ojos. Inuyasha decidió abrazarla pero ella lo esquivo levantándose.

—Pero qué te pasa—pregunto detrás de ella.

—Todo esté tiempo te he mentido—chillo Kikyo sin voltear a verlo.

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Quisiera escapar de está realidad,​

Quisiera mentir que soy alguien más​

Pero esté vacío que me ahoga…​

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—No entiendo. A que demonios te refieres, habla mujer—Inuyasha cada vez estaba más nervioso e inquieto.
Kikyo se seco las lágrimas y volteo a ver a Inuyasha.

—Kagome y yo…somos la misma persona—conto Kikyo. Inuyasha levanto la ceja, no creía lo que le estaba diciendo.

Cuando muy lejos se encuentra mí alma llora​

Habrá algún amor,​

Habrá algún camino a donde me pueda llevar mí destino​

Alguna ilusión que me conceda el tiempo​

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—Mi amor. Tanto drama para hacerme una broma—dijo burlonamente Inuyasha, mientras sus fuertes y rudas manos agarraban el rostro de Kikyo.

—Estoy hablando muy en serio. Cuando cae la noche vuelvo a mi estado normal; el cual es Kagome y de día soy está persona. Kikyo; una mujer que no existe, que nunca existió.

—Sigo sin entender, por qué hablas de Kagome. Seguro que no te sientes bien—Inuyasha coloco su mano en la frente de Kikyo.

—Todo lo que digo es verdad. Pensaras que estoy loca, pero si te pones a pensar te darás cuenta que lo que digo es verdad. Te acuerdas la vez que hicimos el amor y al día siguiente te encontraste con Kagome en lugar de Kikyo.

—Esto es ilógico, no le veo sentido—Inuyasha daba pequeños círculos. Cada palabra que emitía la tartamudeaba. Kikyo soltaba lágrimas.

—Dime que no es cierto—Inuyasha se acerco a Kikyo y coloco sus manos en las mejillas de la joven —. Dime que es una broma.

—Te da asco saber que es verdad. Te da asco saber que besabas a Kagome, que la tocabas, que la amabas. ¡Dime! te da asco saber eso.

—No es eso. Entiéndeme, no es fácil asumir todo lo que me estas diciendo—Inuyasha trataba de acercarse a Kikyo, pero ella lo esquivaba.

La luna se asomo en aquel parque, que en esos momentos estaba solitario. Solo la compañía de Inuyasha y Kikyo. EL joven callo bruscamente en el suelo, mientras que sus ojos contemplaban dicha para normalidad.

—Ahora si me crees—dijo Kagome. Inuyasha se encontraba aún en el suelo. No hacía ningún movimiento, sólo el de sus ojos, que parpadeaban a cada rato.


—Eh no sé que decir—Inuyasha se levanto y sacudió su cabeza, haciendo que su rebelde cabello bailara con el viento.

—Sólo toma la mejor decisión—dijo Kagome para luego irse, pero no pudo, ya que Inuyasha la agarro del brazo y la recostó a su cuerpo.

—No sé si es un sueño o no—decía Inuyasha—. Pero de lo que estoy seguro, es que me enamore de tu interior. Claro al principio me gusto tu aspecto como Kikyo; pero con el tiempo me di cuenta que a la que amaba era a la dueña de ese corazón. —Inuyasha rompió en llanto y ambos se abrazaron. La luna se aclaro y el cielo empezó a llover.

—No quiero que esté sueño termine—dijo Kagome en brazos de Inuyasha.

—Quieres que te cante una canción—pidió Inuyasha sin dejar de abrazar a Kagome. Su verdadero amor.

—Anhelo amarte sin tropiezos. Yo quiero hacerte muy feliz, derribar esas mil barreras. Quiero hacerlo junto a ti—Cantaba Inuyasha cerca del odió

Ambos bailaban bajo la luna y la lluvia. Kagome lo ayudo en la canción y siguió ella.

—Anhelo amarte en contra del tiempo. Anhelo amarte siempre te…lo…ruego. Y aunque tus ojos, se pierdan sin verme. Mí corazón sigue latiendo aquíii, dentro de míii.

Luego se miraron mutuamente terminado su verso con un apasionado y romántico beso.

—Te amo—susurro Inuyasha al parar el beso.

—Yo mucho más—musito Kagome para luego abrazarlo.

***​

​

Inuyasha se quedo hablando con Kagome. Ella le contó todo el secreto del espejo. Cuando se hizo tarde, Inuyasha llevo a la chica a su casa. Ahí la esperaban Koga y Sango.

—Haber cuétanos—dijo –Sango sentada en la cama de Kagome.

—Yo no soy chismoso, pero quería ver como te fue—comentó Koga.

Kagome le conto todo lo de Inuyasha.

—Wao que romántico—exclamo Sango mientras abrazaba fuertemente a Buyo. El animal trataba de zafarse de los brazos que lo rodeaban.

—Sango tiene que contarte algo—pronunció Koga cruzado de brazos—. Es algo muy grave, según ella.

—Le paso algo a mí madre—pregunto rápidamente Kagome.

—No para nada. Es otra cosa—dijo Koga. Sango lo interrumpió para seguir con el relato.

—Ayumi se escapo de la cárcel. Los policía dijeron que ella dejo una carta.

—Así es—interrumpió Koga—. La carta dice que se va a vengar de ti y de Inuyasha, bueno se va a vengar de Kikyo Kinomoto.

Kagome se levantó del asiento en donde estaba. Su cabeza empezó a dar vueltas y sus ojos veían borrosos. Su cuerpo no resistió más y cayó bruscamente al suelo.

***​

Sango, Koga, Miouga y Kagura se encontraban en el hospital, por el pequeño desmayo que tubo Kagome.


— ¿Qué le paso a mí hija?—preguntó Kagura al ver la llegada del doctor en la sala de espera.

—Cálmate comadre—le dijo Miouga tranquilizando a Kagura, que en esos momentos agarraba de la corbata del doctor—. Haber doctor, que noticias nos tiene.

El doctor mostraba una enorme sonrisa, mientras que en sus manos cargaba una carpeta con exámenes de Kagome.

—No es nada malo; al contrario. La señorita Higurashi está esperando un bebé —Esa noticia cayó como balde de agua fría.

— ¿Qué quiere decir eso?—preguntó Kagura como si no hubiera entendido lo que dijo el doctor. Con su mano izquierda empezó a darse aire como un abanico y con la otra mano la llevaba a su pecho, controlando la respiración de su corazón.

—Qué la señorita Higurashi está ¡embarazada!—aclaro el doctor la duda de Kagura.

La señora empezó a respirar hondo para luego tomar asiento en un sofá, que había cerca.

— ¿Embarazada?—su mirada empezó a dar vueltas por todos lados—. Eso quiere decir….eso quiere decir…que… ¡Voy hacer abuela tan joven!

 

Re: No Todo es Belleza (Inu & ?)

¡Hola! Les vengo a colocar otro capítulo. Como les dije necesito terminarlo; así que aquí les dejo un capítulo ;).

Ok amoreinu tratare de leer tu fic. Por cierto que paso con los anteriores...
GuerreroZ Kagome sigue siendo fea; pero Inuyasha la quiere por el interior por su corazón x'DD.
Fabiana me gustaría que me remalcaras esos errores....

Capítulo 19: La noticia. ​

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—Me muero enserio que me muero—decía Kagura tomando un vaso de agua—. Como se le ocurre a Kagome hacerme abuela tan joven.

—Ya cálmese señora Kagura—dijo Koga fastidiando. Se encontraba cruzado de brazo.

—Oh por dios—dijo Kagura levantándose del sofá—. ¿Quién fue el responsable de esto?

—Eh…a qué se refiere señora Kagura—preguntó Sango nerviosa.

—Pues a que más Sango. Se supone que Kagome es fea y para tener un bebé se necesita un hombre. Oh no—Kagura se llevo su mano a la boca—. ¡Se violaron a Kagome!

—Por dios señora Kagura, como se le ocurre pensar eso. Obvio que no—comento Sango.

—Entonces quien es el padre de esa criatura—preguntó Kagura calmándose un poco—. Que se haga responsable de los gastos.

—No pensemos ahorita en esto—dijo Koga entrando en la conversación.

Kagome se acercaba a la sala de espera. Allí Kagura la miro con seriedad y reproche.

—Pasa algo. ¿Por qué me miran así?—Kagome se sentó en el sofá grande. Mientras era asechada por todas las miradas.

— ¡No, no pasa nada; como crees!—dijo Kagura como sarcasmo. Ella se poso enfrente de Kagome—. Con quién diablos te acostaste. ¡No pensaste en mí! En lo que van a decir los demás.

—Ma-má—musito nerviosa ante el regaño de su madre. Sango se acerco a Kagome y la abrazo.

—Ella no está en estado para estar recibiendo regaños.

—Esto es el colmo. Hasta cuando Sango, hasta cuando la consientes—Kagura volvió a tomar agua de su vaso para luego retirarse del hospital junto con los demás.

En el departamento de Inuyasha.

—Enserio Miroku. Te lo juro, todo lo que te conté es verdad—aseguro Inuyasha que se encontraba trabajando en la laptop, mientras que su amigo solo se echaba a reír por las cosas estúpidas que le contaba Inuyasha.

—Así que te acostaste con la fea; pero a la vez era Kikyo—Miroku no paraba de reír.

–Es verdad. Para de reír—Inuyasha le lanzó una manzana en la cabeza de Miroku.

—No empieces—dijo sobándose la frente. Miroku se acercó se forma seductora a Inuyasha.

—No empieces tú. O sea no empieces con tu estupidez de gay—Inuyasha trataba de alejarse de Miroku, pero le fue imposible; ya que en la silla donde se encontraba sentado se giro hacía atrás. Causando que Inuyasha callera al suelo y Miroku encima de él.

—Ven acá te voy a dar un beso de amigos jajaja—Miroku agarro el rostro de Inuyasha y jugaba con él. Inuyasha trataba de zafarse.

— ¡Perdón! Interrumpimos algo—dijo una castaña junto a una azabache que entraban juntas al departamento y miraban tal escena.

—Sanguito—exclamo Miroku levantándose dándole espacio a Inuyasha.
Ambos chicos estaban rojos de la vergüenza. Las chicas se reían entre ellas.

—No es lo que tú piensas Kagome.

Las chicas se echaron a reír fuertemente.

—No le veo lo gracioso—dijo Miroku sarcásticamente mientras una gota bajaba por su cíen.

—Nosotras no estamos pensando nada malo jajaja—comentó Sango.

—Venimos aquí a dar una noticia—volvió a comentar Sango. Ambas chicas dejaron de reírse.

—Mi amor—dijo Kagome acercándose a Inuyasha.

—Dile amiguis. O sea no aguanto más la emoción—Sango se acerco a su novio. Los cuatros estaban juntos, esperando a que Kagome hablara.

—Ok—Kagome se soltó de Inuyasha—. Estoy ¡Embarazada!

— ¿Embarazada?—Inuyasha se sorprendió mucho. Lentamente callo al suelo por el desmayo que tubo. Todos los rodearon en círculo hasta que éste reaccionará.

—Mi amor. No te agrado la noticia—dijo Kagome tiernamente. Miroku se encontraba en el suelo revolcándose de la risa.

—Claro. Me agrada la noticia. Sólo que la tomé desprevenido—dijo levantándose del suelo.

—Aquí huele a matrimonio jajá—Miroku estaba rojo, pero de tanto reír.

—Miroku no te burles—le ordeno Sango pegándole por una costilla. —Auuch eso dolió—su risa cambio a una dolorosa.

—Nosotras ya nos vamos—dijo Kagome despidiéndose de su amado con un beso—. Nos vamos Sango.

Las chicas se fueron del departamento hacía la casa de Miouga.

***​

Al día siguiente las chicas se alistaron para ir a la empresa.
Sango y Kikyo llegaron temprano como siempre. Las chicas se despidieron cuando llegaron al ascensor. Cada una tomo su respectivo camino.


Kikyo se dirigió al laboratorio. Pero en la puerta había una carta pegada. Kikyo la agarro y la leyó. Decía: Te gustan las sorpresas. Te tengo una sorpresa. Adelante seis pasos a la derecha. Kikyo rio por dentro y siguió las instrucciones.

Luego de adelantar los cuatro pazos. Se encontraba parada hacia unas escaleras que daban pasos abajo. Bajo con mucho cuidado. Ya estando abajo había una puerta cerrada con otra carta pegada.

“Cuando abras la puerta, procura entrar cerrando los ojos”

Kikyo mostro una sonrisa y abrió la puerta, pero antes había cerrado los ojos….

Continuara………………………………………………..

¿Qué pasara?
¿Será una trampa de Ayumi lo de la sorpresa?

 

Re: No Todo es Belleza (Inu & ?)

Hola. Bueno aquí le dejo el otro capítulo. Faltan como tres capítulos para que termine. Voy a llorar, me gustó mucho hacer esté fic. Espero que les haya gustado.

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Capítulo 20: Petición de boda.​

—Ya lo puedes abrir—pronunció Inuyasha, al ver entrar a Kikyo. La chica asedio y al abrir los ojos vio que el cuarto se encontraba repleto de rosas rojas.

— ¡Qué hermoso!—exclamó llevándose las manos a la boca de la emoción.

— ¿Te gusta?—preguntó Inuyasha acercándose a Kikyo con una rosa en la mano.

—Me encanta—contestó colocando sus brazos por detrás del cuello de Inuyasha.

—Te amo—susurró Inuyasha cerca del oído. Luego pasó la rosa que llevaba por cada parte del rostro de Kikyo, bajando por su frente hasta llegar a los labios.

—Y yo a ti—Seguido de eso, ambos se besaron, había sido un beso tierno y cálido.

—Te tengo otra sorpresa—comentó Inuyasha. Kikyo solo sonrió.
El joven se inclino en el suelo y de su bolsillo sacó una cajita diminuta.

—Quieres casarte conmigo—pidió Inuyasha mostrando un hermoso anillo. Lo que recibió como respuesta fueron lágrimas de alegría, para luego decirle que sí.

En otro lugar de la empresa….Bankotsu se encontraba en su oficina hablando por teléfono.

— ¿Qué novedades me tienes?—preguntaron al otro lado de la línea.

—Inuyasha anda de novio con Kikyo—contestó Bankotsu—. Y los veo que andan muy enamorados, parece que esa relación va enserio.

—Que tortolitos; bah me dan asco—contestaron—. Sigue averiguando, algo me dice que Kikyo Kinomoto guarda un gran secreto y yo lo descubriré.


—Como digas Ayumi…

***​

​

En un restaurant muy cerca de la empresa, se encontraba Inuyasha junto a sus amigos y futura esposa.

—Es la mejor noticia—exclamó Sango—. Te felicito amiga. Lograste tus sueños.

—Y para cuando se casan—preguntó Miroku bebiendo una limonada.

—Primero tendría que dejar de ser Kikyo.

—Exacto—comentó Inuyasha—. Yo me pienso casar con Kagome Higurashi. La chica de corazón noble, la más tierna.

—Hay que romántico—pronunció Sango—. ¿Por qué no eres así Miroku?

—Claro que sí soy así—Miroku se acerco a Sango y le agarro ambas manos. Todos se quedaron en silencio para escuchar lo que iba a decir Miroku—. Bella dama. Tendría el placer de tener un hijo conmigo. Me conformo con 4, 5 o hasta 10; pero todos conmigo.

—Vale Miroku que romántico—rió Kikyo. Sango abofeteó a Miroku, llamando la atención de los demás clientes que se encontraban en el restaurant.

6:00pm Casa de Miouga.

—Es increíble la forma en que te trasforma—comentó Inuyasha entrando a la casa.

—Es más que increíble—respondió Kagome—. Nos vemos mañana.

—Okey preciosa. Hasta mañana—Inuyasha fundió sus labios en los de Kagome, para luego irse a su depar.

Kagome se dirigió al cuarto donde solía hacer pociones y donde guardaba el espejo. Al entrar al cuarto vio que su tía Kaede estaba allí.

— ¡Tía! Tanto tiempo sin verte—exclamó Kagome al ver el espíritu.

—Siempre estoy contigo mi amor—contestó Kaede destapando el espejo de cuerpo completo, lo cual lo cubría una manta—. Quiero que te mires en el espejo. Hasta hoy serás la mujer bonita que quisiste ser, tu sueño ya se cumplió. Es hora de que vuelvas hacer la misma Kagome de día y de noche.

—Okey—Kagome fue acercándose al espejo a paso lento, cuando estaba al frente de éste, vio que el reflejo era el de Kikyo. Kagome cerró los ojos y coloco ambas manos en el espejo. Al sentir el tacto del espejo los recuerdos le vinieron a la cabeza. Algunos dulces otros amargos.

—Ya puedes abrir tus ojos—pidió Kaede.

—Gracias por el regalo que me diste, tía. Aprendí que en la vida no todo es belleza y que también hay que luchar por las cosas que queramos. También supe lo que es el amor puro y verdadero y todo gracias a esté espejo. Gracias tía, te amo.

—De nada hija mía—contestó Kaede—. Quiero advertirte algo. Cuídate mucho, alguien te hará daño, pero el amor todo lo puede—Dicho eso la anciana desaparece.

—Se puede—preguntó una voz varonil al tocar la puerta.

—Claro pasa.

Kouga entró al cuarto y se acercó a Kagome.

—Me alegró por ti—pronunció el joven.

—Eres como un ángel para mí—dijo Kagome agarrando la mano de Kouga—. Supiste apreciarme como mujer y valorarme por lo que soy. Eres un caballero.

—Sólo te ayude a que comprendieras el significado de la belleza verdadera—dijo Kouga—. Vivirás feliz por siempre….

Fin.​

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Ok no me vayan a matar. No mentira esa no es el final jejeje ni que estuviera crazy.
Bueno espero sus comentarios, criticas, consejos, advertencias, sugerencias, ánimos etc.…etc.…

 

Re: No Todo es Belleza (Inu & ?)

Hola. Bueno aquí les traigo otro capítulo. Ya sé que me querían matar por el capítulo anterior, por suerte ese no era el final jejeje. Solo quería jugar un rato x’D. Me inspire mucho en este capítulo espero que les guste.

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Capítulo 21: De boda a muerte.​

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Había trascurrido un mes de felicidad y alegría. Inuyasha y Kagome cada día estaban más enamorados. Su amor traspasaba todas las barreras.
El día de la boda había llegado, ya todos los preparativos estaban listos. La iglesia se encontraba repleta de personas. Esperaban ansiosos la llegada de la novia.

—Sango y Kagome se han tardado—decía Inuyasha impaciente. Se encontraba en la iglesia ya vestido.

—Tranquilo hermano, no pensaran dejarte plantado—comentó Miroku que se encontraba al lado de Inuyasha.

—Llevan cinco minutos de retraso—decía al ver su reloj de pulsera.

—Tal vez se están colocando bonitas—dijo Miroku tratando de justificarlas.
Los invitados empezaban a murmurar entre sí.

Miroku estaba en lo cierto. Sango se encontraba con Kagome saliendo de un estilista. La Kagome fea y mal arreglada que solían conoce; ahora era una hermosa mujer con rostro angelical y una larga cabellera azabache.

— ¡Es tardísimo!—exclamó Sango alterada, poniendo a Kagome aún más nerviosa de lo que estaba.

—Ayúdame—pedía Kagome entrando en el hermoso vestido blanco. Ambas se encontraban en el departamento de Inuyasha. Sango ayudaba a vestir a Kagome para luego ella retocarse, llevaban diez minutos de retraso.

Una chica de estatura alta y piel hermosa, caminaba por el pasillo, cerca de la puerta del departamento de Inuyasha. La mujer cargaba un revólver en sus manos. En su mente y corazón había odio, egoísmo, envidia, rencor. Tenía deseos de matar a esa mujer; aquella que un día le quito a su novio, que arruino su vida y de ahí el odio hacía Kagome o Kikyo, como solía conocerla antes de enterarse del secreto del espejo.

—Me estoy desesperando—decía Inuyasha dando pequeños puntapiés en el suelo.

—Tranquilo hombre—trataba de calmar Miroku—. Así son las mujeres, tardan toda una vida para vestirse.

En el departamento de Inuyasha; Kagome ya se encontraba lista. Lucia un largo y hermoso vestido blanco.

—Te vez hermosa—exclamó Sango.

—Al fin mi sueño se hizo realidad—dijo Kagome abriendo la puerta de salida. Lo que ambas chicas no se esperaban, era que en la puerta se encontraba Ayumi.

—Tiempo sin vernos Kikyo, o mejor dicho Kagome—pronunció Ayumi avanzando pasos lentos hacía las chicas.

— ¿Qué es lo que quieres?—preguntó Kagome al ver el arma que llevaba.

—Tu miserable vida; quiero matarte—Ayumi apunto el arma en el cuerpo de Kagome y sin pensarlo disparó sin piedad alguna.

***​

​

Las personas que esperaban en la iglesia se estaban inquietando. Inuyasha se encontraba sudando, sus nervios estaban de puntas. Todos estaban preocupados por la novia.

—Y mí hija donde está—preguntó Kagura—. Que vergüenza, que dirán las personas. Que la hija de Kagura Higurashi dejo embarcado a un empresario famoso.

—Voy a llamarla—dijo Kouga marcando el número de Kagome. Nadie contestaba la llamada—. Maldición no contestan.

—Tengo un mal presentimiento—comentó Kagura—. Algo me dice que la feíta se encuentra en problemas. ¡Oh y si el vestido no le entró! Es obvio últimamente ha estado gorda, hay Kagome los dolores de cabezas que me das.

—Para mi es algo más grave—comentó Miouga mirando la hora. Ya llevaban veinte minutos de retraso.


Todos murmuraban y hacían comentarios incoherentes, algo que le molesto mucho al señor InuTaisho. De pronto en la iglesia se apareció Bankotsu, no llevaba ropa puesta, solo un simple chor roto y sucio, dejando mostrar su exquisito y formado cuerpo.

— ¡Oigan todos!—gritó en medio de la iglesia—. ¡Oigan!—volvió a gritar al ver que la gente no paraba de cuchichiar y no hacían silencio.

—Pero que demonios haces aquí y vestido así—Inuyasha se acercó a Bankotsu—. No ves que estamos en una iglesia. Te volviste loco o que.

—Tengo que contarte algo Inuyasha—su voz sonaba agitada y cansada.

—Dime rápido que la gente está mirando.

—Kagome se encuentra en graves peligros—contó Bankotsu sin dejar de temblar sus manos. Inuyasha sintió como algo dentro de él se destrozaba en mil pedazos. Sus ojos se humedecieron y pequeñas lágrimas invadieron sus mejillas.

—Apúrate o será tarde—dijo Bankotsu—. Ayumi quiere matar a Kagome luego de enterarse del secreto. Se encuentran en tu departamento.

Inuyasha empujó a Bankotsu en el suelo y salió corriendo de la iglesia. Kagura rompió en llanto y empezó a lamentarse.

—Pero por qué—reprochaba arrodillada al suelo—. Ahora me doy cuenta que fui una mala madre para Kagome. Siempre me preocupaba por mí sin pensar en ella, fui una egoísta. Ahora pago las consecuencias con mi propia hija.

—Levántate comadre, no ganas nada lamentándote—dijo Miouga ayudando a Kagura a levantarse.

***​

​

Un disparo se escucho por todo el departamento. Kagome se encontraba con las manos llenas de sangre. El vestido paso de blanco a un rojizo oscuro.
En el suelo se encontraba una chica castaña, estaba bañada de sangre que creía cada vez más y más. Su respiración era lenta. De su boca escupía sangre. Miraba a su alrededor y en su pupila se reflejaba una chica que vestía de novia sentada en el suelo y otra con una arma en las manos.

Nunca pensó en la manera en que moriría, pero si morir por alguien especial era valido; preferiría que la muerte se la llevara con tal de salvarle la vida a una buena amiga…Sentía latir su corazón con dificultad, su cuerpo no respondía; había perdido mucha sangre.
Lentamente fue cerrando los ojos hasta llegar a ver negro.

Un chico llegó al departamento. Estaba sudado y cansado. El cabello estaba con friz y su traje rasgado y sucio.

—Pero qué hiciste—preguntó el de ojos dorados, mientras una lágrima se le escapaba. El joven agarro a la chica que estaba armada. Su mirada estaba en blanco, parecía estar en ataque de shock. La que vestía de novia se encontraba llorando encima del cuerpo herido o tal vez fallecido…

Los minutos pasaron rápidos. Una ambulancia llegó al departamento, llevándose el cuerpo herido y la mujer que se encontraba en estado de coma. Junto a ellos los acompaños los novios, que horas atrás se iban a casar.

PD: No me vayan a matar…

 

Re: No Todo es Belleza (Inu & ?)

Hola. Bueno aquí les traigo el antepenúltimo capítulo de está historia. Espero que les guste.

Capítulo 22: En el hospital.​

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Kagura se encontraba abrazando a su hija. Todos habían ignorado el cambio físico de Kagome; sólo se preocupaban por la salud de la querida Sango.

Miroku lloraba en el hombro de Inuyasha. Los que estaban presentes se encontraban angustiados. Kouga se encargo de explicarles a los invitados lo sucedido. La policía había encarcelado a Bankotsu, por ser cómplice de Ayumi. Ésta se encontraba en estado de coma; después del disparo que ocasiono la herida de Sango. Ella se encontraba en sala de emergencia.

Los doctores entraban y salían, sin ninguna novedad. Sango llevaba una hora adentro. Trataban de quitarle la bala perdida. Había derramada demasiada sangre, necesitaban buscar un donante.

— ¿Familiares de la señorita Sango?—preguntó un Doctor con una carpeta en manos.

— ¡Nosotros!—pronunció Kagome levantándose del sofá donde se encontraba.

—La joven se encuentra en rehabilitación. Tuvo mucha perdida de sangre—explicó el Doctor—, necesitan buscar a un donante, con el mismo tipo de sangre.

¿Dónde iban a encontrar a alguien que donara sangre? Los familiares de Sango habían muerto; ella era tan sólo una criada de Miouga.
Kagome se dirigió a una capilla a rezar por Sango.

—Virgencita. Te pido por la vida de Sango—oraba Kagome arrodillada. La capilla quedaba cerca del hospital.

—Kagome, Kagome—surgió una voz clara, proveniente del mismo lugar. Kagome buscó con la mirada. AL darse cuenta; allí se encontraba su tía Kaede.

—Tía Kaede—pronunció secándose las lágrimas—. Me has hecho tanta falta. Mira como acabo Sango por salvar mí vida. Yo pensé que el final iba hacer feliz.

—Pronto lo será.

—Mí mejor amiga está que se muere, y yo no puedo hacer nada—se quejó llorando nuevamente.

—Vengo a darte una solución—dijo la anciana acercando su mano al vientre de Kagome—. Los bellos morochos que llevas dentro serán tu gran felicidad.

—Pero apenas llevo tres meses y la barriga no crece.

—Tienes que quitar el peso que llevas encima. Eso ayudara a tu amiga.

—Cómo así tía—preguntaba confusa—. No entiendo.

—Por tu cuerpo recorre sangre de Kikyo. Tienes que quitar toda esa sangre, para que tus morochos crezcan. Esa misma sangre es la que ayudara a tu amiga—Dicho eso la anciana desaparece sin dejar rastros.

***​

​

Por los altavoces de todo el hospital. Hacían el llamado del donante de sangre, que se le otorgaría a Sango.

—Yo seré—dijo Kagome entrando a la sala de espera. Todos enfocaron su mirada en ella. Los que no se habían dado cuenta del cambio físico, se dieron cuenta al verla en ese momento.

—Pero estás loca, no vez que estas embarazada—dijo Inuyasha alejando a Kagome de los demás, para que ambos hablaran en privado.

—Entiéndeme. Necesito salvar la vida de Sango—pidió Kagome.

—Sabes, eres sumamente hermosa, tanto por fuera como por dentro. No me había dado tiempo de decirte lo hermosa que luces—Inuyasha acercó sus labios a los de Kagome, para luego darse un profundo beso.

Kagome entró con el Doctor. Sango se encontraba en el cuarto de cirugía.

—Señorita acuéstese en la camilla—ordenó un Doctor que vestía una bata blanca y un tapaboca. Kagome se había quitado el vestido de novia y se puso una bata de seda.

—Va ser doloroso—preguntó Kagome acostándose en la cama. Se encontraba cerca de la se Sango.

—Sólo respire hondo—contestó el Doctor.

—Okey—asintió Kagome.

Siempre tuvo su mirada enfocada en Sango. Pensando aquellos momentos que vivió junto a ella. Siempre fue su mejor amiga desde pequeña. Fue la que motivo a seguir adelante, la que nunca la critico.

La amistad es el apreció y afecto hacia una persona que queremos. Luchar por sueños o par alguien, no te hará tonta, decirle feo a alguien, no te hará más linda, decirle gorda a alguien, no te hará más flaca, decirle tonta a alguien, no te hará más inteligente.

Inuyasha no lloraba; al contrario, sé sentía alegre. Alegre por Kagome, por ser una mujer valiosa y con gran fuerza de voluntad.

—Tranquilo hermano, todo va a salir bien—Inuyasha trataba de calmar a Miroku. Daba esperanza de que todo saliera bien. La esperanza es lo último que se muere.

Un Doctor se acerca a todos y pregunta quienes eran los familiares de Ayumi Sutmoto. Nadie prestó atención a lo dicho, sólo una persona que se sentía responsable.

— ¿Qué paso con ella?—preguntó Inuyasha al Doctor.

—Su estado es todavía en coma. Tal vez dure tres o cinco años así—contestó el Doctor. Inuyasha se cruzo de brazos.

—Y en ese caso que se hace—preguntó curioso.

—Es como sí estuviera muerta en vida. Sí le incomoda podemos internarla aquí; claro, que les costara mucho dinero.

—Déjala el tiempo que sea necesario. Yo pagare todo—Inuyasha sabía toda la maldad que realizó Ayumi; hay que admitir que no fue una buena mujer, pero no deja de ser un ser humano. Necesita una segunda oportunidad.

EL cuerpo de Sango se cargaba cada vez de sangre.

—Deténganse, deténganse—decía el Doctor nervioso—. Deténganse, no ven que la van a matar—Kagome perdía cada vez más sangre, mientras que el cuerpo de Sango reaccionaba. Los ojos de la azabache se fueron cerrando poco a poco, perdiendo de vista todo lo que la rodeaba.

—La perdemos—fue lo único que pronunció el Doctor…