Ha vivido durante muchos años, a veces piensa en que demasiado, allí postrado en cama debido a su avanzada edad miraba el techo, sabe que pronto llegará su final. —Aquí acaban mis travesuras—Susurra con los ojos medio abiertos. —¿Temes a la muerte?—Pregunta una voz. Él gira su cabeza como puede, ve algo que no puede creer, debe ser fruto de su imaginación. —¿Fred?—Pregunta con una voz ronca. —Eres igual que aquella vez que metimos nuestro nombre en el cáliz, ¿recuerdas?, nos volvimos viejos—Dice el fantasma de su gemelo. —No, ya no temo a la muerte...hermano—Dice mientras alarga su mano. A pesar de ser un fantasma, siente algo cálido, la sujeta con fuerza y poco a poco va cerrando los ojos, segundos más tarde, su mano cae por inercia, pero con una sonrisa de felicidad en el rostro. No temía a la muerte, dado que ahora se reuniría con su hermano en el más allá.
Al menos la esperanza de ver a su hermano otra vez le dio la fortaleza para irse en paz. Una lágrima rodó en mi mejilla.