Te odio. Te odio como jamás he odiado a alguien. Tienes mil defectos, nunca haces caso a los consejos que te dan los demás, no te importan las consecuencias de tus actos. En verdad eres despreciable. Lastimas a las personas, les mientes y juegas con sus sentimientos. Te dedicas a hacerle daño a tus seres queridos, a los que más confían en ti. Si acaso te reclaman, te niegas a oírles, a aceptar la verdad. Siempre que puedes, haces el papel de víctima. No te soporto. Ellos se han dado cuenta de lo que eres en verdad, se han alejado de ti. Y bien que lo han hecho. Te mereces todas y cada una de esas horas de soledad, las noches en vela, los pensamientos suicidas. En vano finges que no te afecta. Aquella sonrisa que sueles ostentar es una burda mentira. Me das asco. Pero por sobre todo, me da lástima verte llorar así, sin orgullo. Sin dignidad. Eres de lo peor. Las cicatrices que llevas en las muñecas son la prueba fehaciente de tu fracaso. Huellas de una existencia triste y patética. Eres una basura. Nunca lo olvides. Una maldita basura. Ahora quítate de mi vista, de una vez por todas. Solo por observarte me dan ganas de vomitar. Vete. Todos estarían mejor sin ti. Una vez finalizado el soliloquio, la adolescente se limpia las lágrimas, retoca su cara con maquillaje rápidamente y a continuación se aleja del espejo.
Está interesante la perspectiva, y sobre todo el soliloquio, tiene mucha traza de ser un discurso desorganizado (por estar todo en un párrafo y lleno de ideas breves, reemplazadas rápidamente por otras), lleno de frases que se amontonan unas con otras, tal y como cuando todos tenemos pensamientos negativos, que se agolpan y nos derrumban. El final, igual que en otros relatos tuyos, es creativo, aunque también un pelín más predecible, porque al cabo de un rato ya podía uno imaginarse que estaba hablándose a sí misma. Quizá para corregir esto, el discurso anterior pudo tener menos "pistas" o ser más breve, más aglomerado. Como cuando un mismo pensamiento tiene un montón de ideas negativas al mismo tiempo.
Y aún con todo el drama se dio tiempo de maquillarse... ☺; pobres almas sin autoestima esperando que alguien las aprecie cuando ellas mismas no lo hacen. Saludos y continua escribiendo para mejorar mucho más.