No soy tu enemigo.

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Kai, 28 Junio 2010.

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    Kai

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    Título:
    No soy tu enemigo.
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    2405
    Capítulo XII: Tercer round.

    Toda una fiera; pensó el joven ambarino al terminar de recibir las indirectas proporcionadas por la “arroja jugos”, incluso antes de saber su nombre ya tenía una idea del por qué le decían como le decían: gatita. Esa sola palabra la describía perfectamente, tan sumisa y serena, tranquila y perseverante; pero cuando se metían con lo suyo o le interrumpían en su siesta, despertaba; fiera e indomable, salvaje y libre, sacaba sus garras y se defendía, no importaba contra quien.

    Una débil curvatura se produjo en sus labios, las mejillas arremolinadas de la azabache le causaban gracia; muy cómica se veía la joven inflando las mejillas, tan tierna, linda, sumisa…

    —Como toda una cría…—Musitó con la mandíbula descansando en la palma de su mano izquierda.

    Atónita inclino la cabeza hacia un lado, ¿no había escuchado mal o sí?, ese comentario iba dirigido a ella y lo sabía; furiosa centró su mirada al frente encontrando lo más interesante en el aula: el pizarrón vacio. Exhalo frustrada, no le daría el gusto a “ese” de si quiera volverle a hablar…aunque…¡no! era imposible-girando levemente el rostro de un lado a otro descartó esa idea-. Por un momento sintió como si hablara con Dante incluso con más soltura, a lo mejor la gripa afectaba sus neuronas y por ello ese cambio. ¡Achu!, otro estornudo se le escapó siendo detenido por un pañuelo, con los ojos llorosos y suplicantes observó a Sango justo al final del aula.

    —Nunca cambian—Susurró—Así es el amor—Dijo en un suspiro, convertido en envidia.

    Curioso viró el rostro. No pudo ocultar la leve sorpresa en su actuar, ese monje del que se había hecho medio-amigo hace poco más de un año uno… ¡Miroku!, sí, ese es su nombre; chico el cual se encontraba con una mano marcada en una de sus mejillas, la derecha. Enseguida recordó la misma escena fue vista por sus ojos en la ATS, era verdad le llegó el rumor que el monje y la taijia tenían “química”. Su oído se agudizó al oír la dulce y cantarían voz aterciopelada “les envidió” fue lo escuchado, muy contrariado le miró incrédulo ¿qué ningún chico le pretendía?, en tal caso él podría…

    —¡No!—Dijo al tiempo que negaba fuertemente intentando alejar esas ideas de su mente—Nunca más—Aseguró más sereno.

    Parpadeó sin entender, le vio preocupado e incluso furioso; ella no fue ¿o sí?, no tenía idea ese chico era más extraño de lo que podría imaginar. ¡Humh! Fue lo producido por sus labios, ciertamente le daba igual.


    &.

    Fue más rápida que un rayo al salir del aula. Dio un largo y sonoro suspiro, la tensión se disperso y pudo respirar sin un peso encima…Prácticamente secuestró a Sango en cuanto salió del aula. Tomándola del brazo la jalo en dirección al baño, con una mirada le dijo a Miroku y a Kouga que no se acercaran, siendo entendida solo por uno de ellos…

    —A donde dijo el conde—Pronunció el humano, atravesando un brazo impidiendo su marcha—¿No viste la mirada de Kagome? —Interrogó de frente.

    —Pues si... ¿y eso? —Inocente fue su duda, pero idiota al preguntar.

    —Déjame y te lo deletreo: Vienes y te mató. Es la manera textual de describir la mirada—Concretó serio y con un asentimiento de cabeza.

    —No tenía ni idea—Sinceró el lobo, siguiendo con la mirada la vía tomada por las chicas.

    —Mejor vamos a comprar el desayuno de todos, Kagome está volviendo y se van a tardar—Medio ordeno el humano al lobo, dándole la espalda a donde estaba, miró con incredulidad al frente.

    Mirada ambarina periférica centrada en una sola dirección, fosas nasales inhalando y exhalando un aroma en especial, porte de chico malo: camisa semi-desabotonada, melena plateada alborotada, manos en los bolsillos y gesto e inclinación de rostro petulante. Por último una sonrisa serena y tierna casi sumisa o como el bonzo le diría: una sonrisa de idiota enamorado.

    —¡Vaya! Amigo, entras al instituto, en la misma aula y ni me saludas ¡que grosero! —Reprendió el bonzo colando un brazo por encima de su hombro, llevándolo a cuestas.

    —Aja, pero apesta—Dijo con arrogancia dirigiéndose al ignorado lobo.

    —Digamos que a mí no me huele a rosas primaverales—Atacó el aludido siendo ignorado nuevamente.

    Con paso apresurado se dirigieron al comedor, esperando encontrarse con la cola habitual de compra. Estando totalmente equivocados al momento que se abrían camino con el ambarino al frente le cedían el paso, las féminas en su mayoría y muchos chicos siendo obligados por las mismas.

    —Tiene sus ventajas ser hermano del rector ¿no bestia? —Recibió un bufido a respuesta y una bandeja estampada en la cara, dispuesto a responder se vio aturdido por no encontrar al hanyou, solo al humano saludándole sonriente.

    —Ya se fue. Ahora compra tú—Aseguró el humano, sacando de su trance al joven lobo.

    No supo en qué momento pero se encontraba en la oficina de su hermano. Con una mirada de fastidio y con autoridad le desafiaba, no importaba que fuera menor era un Taisho. El mayor le escudriñaba con la mirada, estudiándole de arriba abajo sin ningún miramiento, ¿o le admiraba o lo odiaba?, ni idea.

    —Ya la encontramos, le he mandado a buscar por un alumno. Ya tendrás tu misión. Solo espera, impaciente—Justificó impasible y regresando a sus actividades como rector.


    &.

    Dibujado en el espejo se encontraba su reflejo, con sorpresa se miró: fatal, era la definición. Unas cuantas quejas por parte del estomago de la castaña se oyeron, advirtiendo la falta de comida en él. Compresiva le miró y accedió a ir al comedor, después de todo ya se había desahogado y descargado sus penas.

    —Ve a comer, que te ruge la tripa—Consintió con la voz rasposa, gracias a sus conjeturas la garganta le ardía más que en la mañana.

    Con un efusivo aprecio de cariño la castaña se retiró y la azabache suspiró. No tenia apetito después de haberle visto así que…se acomodó un poco el cabello ante su destartalado reflejo, se ajustó la bufanda y alisó su falda, salió del baño y aspiro un poco más tranquila. De un tropezón cayó de bruces al suelo, con los ojos cerrados sobó la zona afectada, entre fastidiada y furiosa levantó la mirada dispuesta a calar con la misma al causante, en cambio se le escapó una sonrisa.

    —Lo lamento de verdad—Se disculpó el sonrosado joven ayudándole a levantar—Pero de igual modo, te buscaba—Aclaró teniéndola de frente.

    Con algo de duda le siguió. Por los pasillos que se alzaban a su alrededor colgaban anuncios y propagandas de todas las actividades extra-escolares. Por un momento una en particular captó su atención “Mitología Japonesa”, entre parpadeos recordó que lo que eran Miroku, Sango, Jakotsu en conjunto con sus dos hermanos y otros estudiantes, incluido recientemente Kouga pertenecían a ese club, nunca hubo una actividad de él pero qué más daba, luego preguntaría. Al quedarse como estatua recuperó la marcha alcanzando de refilón y por poco al joven que le fue a buscar.

    Al abrir la puerta del despacho del rector una brisa gélida le golpeó con fuerza, no era una brisa era mucho peor: el ambiente, tenso y cargado de hostilidad. Respiró hondo para coger impulso y entró no sin antes agradecer…

    —Gracias Hoyo—Agradeció con entusiasmo. Con una tímida sonrisa se vio correspondida, la puerta se cerró muy fuerte a su parecer amenazando con romper el ahumado cristal.

    —Tome asiento Señorita Higurashi—Pidió sin inflexión en la voz señalando el lugar donde realizar la acción.

    —¡Feh! No puede ser ella—Se quejó el otro individuo en la sala.

    —¿Qué tienes en mi contra?…ah…tú—Replicó con notorio enojo en la voz, casi escupiendo las palabras. Al menos así le vio ella.

    —Créeme que con gripa no eres nada amenazante—Contradijo el ambarino sin siquiera mirarla—Y no soy tú, arroja jugos—Sentenció ante la chica que intentaba calmarse en vano.

    —Pues yo tampoco soy arroja jugos, grosero—Escupió de tajo sin importar que el rector estuviese allí, la verdad le valía un comino.

    —Siéntese Higurashi. Y tú más respeto para la joven—Reprendió intentando cumplir su papel de manera adecuada, sin insultar a su medio-hermano cuando no lo ameritaba.

    —Ni que fueras…

    —Soy tu rector aquí y en cualquier otro lugar tú hermano—Pronunció con asco—¿Dónde queda la educación Taisho? —Acusó de manera retorica, haciéndole callar.

    —Ves irrespetuoso—Susurró vacilante, en un gesto muy propio de ella le sacó la lengua, como cuando a un niño le culpan gracias a ti. Al chico no poder hacer nada en su defensa se cruzó de brazos maldiciendo por lo bajo, sonrió satisfecha.

    —No sonría mucho señorita—Ella le vio sin entender—Por lo que veo no se lleva con este joven—Ella no negó—Pues no me agrada decirle que por órdenes superiores y su propia seguridad mi hermano se encargara de su cuidado físico, manteniéndola vigilada…

    —¡¿Qué?! —Cuestionaron con rabia los jóvenes viéndose la cara a ambos, totalmente asombrados.

    —Así es. Siéntense que no he terminado—Los jóvenes lo hicieron a regañadientes y sin esconder su rabia ante el rector—Sus miradas no me matan. Para completar, por el incidente que ocurrió en su templo srta, ustedes dos trabajaran juntos en todas las materias impartidas, lo quieran o no—Una exuberante exhalación escapó de la fémina dándole a entender su descontento—Lo que sucedió es un secreto ante todos pero, por su seguridad y la de muchos, le cuidaremos lo más posible. Su madre está enterada de la situación por lo que las cosas también le serán explicadas en casa—Concluyó sin inflexión—Pueden retirarse—.

    Salió como una exhalación en cuanto le fue permitido. No entendió casi nada de lo dicho ¡se tendría que aguantar a ese!. No le estaba mal conocer gente nueva, pero a ese le conocía y no le agradaba en lo más mínimo. Con paso pesado se dirigía a su próxima clase, una evaluación según entendía, a la cual no estudió.

    —A mí esto me agrada tanto como a ti—Musitó entre dientes el hanyou llegando a su lado—Vamos tarde ¿sabías? —Sin decir más la chica se asustó, empezó a correr siendo seguida por el albino. En definitiva su día no mejoraba, para ninguno de los dos.

    &.


    Grisáceo se pintaba el cielo, estaba igual al humor de dos personas; el recinto pintaba bien, la alegría se esparcía aun siendo contradictorio con la hostilidad en dos orbes: una mirada chocolate y otra dorada. Chispas manaban de los individuos, un poco más y el recinto se incendiaba.

    Ya sabes cuál es tu misiónTomo un trago y continuóBien por ti. Cuídala sino, ya sabesConcluyó sin inflexión, lo que era con la gatita era con él.

    Tu lo sabías y no me dicesPronuncióEso es injusto. Y no, no he comido ramenAseguró con aplomo.

    Entonces prueba el ramen de Kagome es divino, te harás adicto a ellos, yo lo soy a su sonrisaSugirió el youkai mirando a la chica bamboleante entregando pedidos pero matando con la mirada a su amigo.

    Di lo que quieras…Por Kami dilo que te mueres de ganas—Cioncedió exasperado ante la mirada azul cielo.

    Bien—Con un carraspeo prosiguió. “Taisho y Higurashi se desconciertan, la decisión de los jueces es alarmante, ha resultado un empate” Monologó sonriente ante su locura.

    La felina le miró extrañada, pero si lo pensaba eso era así, primero ella le dejó con la palabra en la boca, luego él la remató con estar en el salón, pero a ninguno de los dos les agradó lo del rector, en definitiva eso era un empate. Una curvatura asomó en sus labios y siguió con su labor, de otra manera podía desquitarse con alguien ¿no?.

    *************************************
    Después de mil años me reporto, nada vale pero aqui está la conti...
    Creo que me faltó un poquito en la expresión de los dos cuando supieron la cosa, bueno medio supieron pero no me salio.
    Espero sus post....
    PD: No me maten *se inca de rodillas y suplica* por fa...
     
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    Idaly

    Idaly Usuario común

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    será interesante ver como intentan llevarse bien, o de pasada no ahorcarse mutuamente jaja, me gusto mucho la continuación... aunque dure horas para leerla, pero es porque estoy ocupada con otras cosas, pero esta vez antes de ponerte un "me gusta" te dejé el comentario, porque luego se me olvida jeje, espero lo continues pronto porque se esta poniendo interesante.
     
  3.  
    Lucy J Watson

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    Aries
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    estubo muy bueno
    me sorprende que inuyasha y kagome
    no hubieran matado a seshomaru
    cuando dijo que iban a estar juntos en todas
    las clases
    sigue asi y por favor avísame cuando lo continues
     
  4.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

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    Hola!!!!
    Lamento la tardanza...El hecho de no tener sustancia y no avisarles a tod@s sobra las conti...
    Espero sea de su agrado y empezaré a no irme por las ramas en la historia...
    Dedicado a todas mis fieles lectoras... las que me aguantan y corrigen sia animo de lugro...

    Capítulo XIII: Como perros y gatos.

    Solo tres días, sesenta y dos horas hacían falta para que sus planes se vieran afectados, por una preocupación extra de parte de todos. Adoraba que su familia estuviese al pendiente de ella, pero eso era una exageración ¡un guarda espaldas!, por Kami eso era increíble. No sólo el hecho de tener uno le ponía la piel de gallina, quizás se estaba poniendo caprichosa pero, justamente tenía que ser él, ese chico del cual explotó la bomba, del cual se siente apenada y a la vez agradecida , aun así tenerlo peor que una garrapata pegada a ella ¡era el colmo!.

    No le pongas ese color, ni que yo fuera JakotsuRecriminó desde su muy cómodo lugar en el sofá. Donde no estaba haciendo absolutamente nada, claro a parte de lanzar una pelota y cogerla al vuelo, no, no hacía nada.

    Yo le pongo el color que se me pegue la reverenda gana ¿vale? Continuó con la pintura morada, y luego fue a buscar la escacha rosa de la mesa de té. Se le daba de maravilla hacer pendones a mano y los únicos materiales que tenían eran de ella, es decir muy femeninos para el gusto del chico; era una chica ¿no? Sino cómo se explica el hecho de que tiene sujetadores en sus gavetas.

    No, no me vale pequeElla ya tenía claro que no era alta, es decir no era enana, pero en comparación con el hanyou se veía pequeña, no tenía por qué sacarlo a relucir en cada dos palabras qué se lanzaban.

    ¡Devuélveme eso! Apuntó con su dedo índice la escarcha que le fue arrebatada, pero para su desgracia era muy pequeña de estatura para cogerla del brazo masculino.

    No lo haré. Según tengo entendido es en pareja y yo no quiero ese color, el morado es mucho ni de coña el rosaSentenció sintiéndose ganador.

    ¡Ni agua me has traído, ya sabes dónde está la cocina y tú muy estiradito! Chilló lanzándole un cojínTu lo dijiste, es en pareja, ¡ahora termina! Ordenó la azabache dándole la espalda y dejándole sólo los bordes por terminar.

    ¡¿Y que se supone que haga?! ¡Ya lo hiciste todo!Gritó perdiendo de vista a la joven, que lo más seguro es que fuera a su habitación, la cual por desgracia compartían.

    ¡Algo útil! ¡Si lo dañas te friegas! Amenazó al cerrar la puerta de golpe y lanzarse en su cama, frustrada.

    Con eso le saldrán arrugaMusitó¡Amargada! Atacó tanto al papel como a la joven. Como respuesta un cuaderno salió volando justo a su cara, le esquivó pero una cesta venía detrás y le dio de lleno*.

    Te prefería deprimida como dijo DanteSe pasó la mano por la cara para sentir el daño: un chichón en toda la frente.

    Cúlpate tú de elloRespondió sonriente. Ya que había salido para “remediar” al hanyou, se acercó a la cocina para tomar un bocadillo ¡se moría de hambre!... y como tiene un caballero al lado; tuvo que servirse ella.

    No se encontraba muy conforme con el trabajo, la chica se esmeró de eso se percató. Pero algo no le agradaba, estaba muy afeminado; decidió ponerle un color neutro, uno que le gustará a los dos y más a él. Fue a la tienda cercana, en cinco minutos ya estaba de vuelta, buscó un pincel en el lugar y no lo encontró, no volvería a la tienda tenía flojera. Con precaución subió las gradas, esperando que la chica no estuviese con el mismo humor, sigiloso entró a la habitación.

    Observó el lugar, sus cosas se amontonaban desordenadamente en una esquina, la colcha en la que dormía estaba doblada en el mismo lugar. Las cosas de la chica siempre desprendían un aroma agradable, a primavera, a jazmín para ser más exactos; no le gustaba compartir habitación con nadie pero por esa chica podría hacer una excepción.

    Inuyasha: busca el pincel y salRecriminó a sí mismo, tenía un mal presentimiento.

    Había soportado a la chica desde el lunes cuando llegó a la institución como “estudiante”, y hubo un problema monumental por donde dormiría. Él insistía que en un sofá, así no molestaría a nadie y estaría al pendiente de todo, la familia de la chica no estuvo de acuerdo y le acomodaron con Souta, algo que no resultó, no quería recordar el motivo, le asustaba; y bueno a la chica le dio cosita por él y buscó una colcha para que durmiese en la habitación. Luego de la insistencia de su parte por dormir en el pasillo, lo cual hizo una noche y el abuelo se cayó, accedió a dormir con ella, bueno no con ella: en su habitación. Intentó ir nuevamente al sofá, pero en una de esas que se bañó, la joven semi-demonio buscó sus cosas y las metió a la habitación, eso hace dos días. Tendría que soportar una semana más para acondicionar la habitación de huéspedes, que estaba al lado de la joven.

    Era domingo y mañana tocaba una defensa de pendones, eso era lo que debería de estar al pendiente, no de sus problemas para acomodarse. Encontró lo que quería en una gaveta, una llena de ropa interior femenina; no fue su intención pero de otra manera no podía buscar lo que necesitaba. Un aroma fuerte a jazmín le invadió, seguido de una puerta cerrarse levemente; eso solo pasaba cuando la chica tomaba un baño, no quería verla ni en toalla, había visto su ropa interior *Sin querer* se recordó, y con eso era suficiente.

    Los pasos se aproximaron y sintió como la chica le llamaba, temeroso por no tentar a su suerte, salió por la ventana, justo en ese momento la chica iba entrando con una pequeña bata de baño de tono pastel, le llegaba a medio muslo y tenía un escote algo pronunciado; no pudo evitar tragar duro a medida que la chica se acercaba, no era que él la estuviese viendo, en la habitación había un espejo de cuerpo completo el cual era el causante de esa visión, se percató que la chica se iba a quitar la prenda ¿no había sentido su olor?, era probable que no, gracias a esa fragancia que ella misma despedía. Y marchó de allí, tan presuroso estaba que tropezó con una teja y cayó de cara al suelo, ¡genial!, ese en definitiva era su día.

    Concéntrate y a trabajarSe ordenó así mismo mientras el rubor cubría su rostro. Tembloroso empezó a culminar el trabajo, sin darse cuenta temblaba mucho y sucedió un accidente…*Mejor ni le digo, capaz y me lanza por la ventana*, se dijo a si mismo mientras doblaba en trabajo y ocultaba fuera de la vista de la chica. Después acomodaría las notas.


    &.

    Su cara era un dilema, no sabias si se quería reír, estrellar contra una pared o matar a alguien. Muchos tenían miedo de su reacción sobre todos los que de verdad le conocían, otros ni la miraban ya que estaban súper entretenidos mirando la mancha roja que se esparcía por toda la lámina la cual no dejaba ver nada.

    Respira, uno, dos respiraSerenaba la castaña a la azabache, que estaba por… ni ella quería decirlo eso era ilegal.

    La cara de la joven solo le dio pie para asegurar que no se parecía nada a su anterior compañera de la AST, la chica de antes era seria sin provocar sonrisa de gracia, pero… la cara de Kagome era un crucigrama, el cual tenía pinta de chiste, por ello no aguanto y se echo a reír.

    Para eso Inuyasha, cálmate, que luego te sale un ojo moradoCalmó inútilmente el bonzo.

    No… morada… era la lamina... ya noDijo entre risas el peli-plata mirando la cara iracunda de la chica, le gustaba como inflaba sus mejillas pero hubo algo que no le gustó.

    Déjalo Miroku que le den bien duroApoyó el lobo a la chica en su desquite.

    Calla sarnosoOrdenó el mayor que se calmó de repente. El lobo hizo lo ordenado no por quien se lo ordeno sino porque lo hizo.

    No te soportoLe espetó la azabache a pasar por su lado. Se sintió como un maldito al ver unas perlas nácar surgir de su rostro.

    Ves lo que haces bestiaReprendió Kouga intentando seguir a la fémina pero se lo impidieron.

    Yo soy quien la cuido y lo sabesRecordó el ambarino siguiendo los pasos de la azabache.

    El lobo gruñó molesto, ese idiota tenía la desfachatez de restregárselo en la cara cada vez que podía y estaba consciente de que lo hacía con la mayor de las intenciones. Desde hace cuatro días que le dio la noticia y lo peor es que no lo hizo el jefe de la academia, no, ¡lo hizo él mismo!.


    Muy tranquilo caminaba rumbo a su habitación que por desgracia se ubicaba al lado de la del chucho, algo de lo cual no entendía nada, ¿cuál era el motivo de cambio en todas las materias asignadas de Kagome junto con la Bestia?… dubitativo miró alrededor de las pasillos empedrados y las puertas corredizas, de tonos rojizos que se pintaban con sobriedad en conjunto de un matiz grisáceo-naranja, iluminado con luces blancas en candelabros de fino bronce, según tenía entendido la academia era la extensión del instituto, un lugar secreto de un castillo del Sengoku-jidai.

    Me pregunto ¿Por qué no es un edificio?, es curioso, son muy chapados a la antigua, y eso que tengo doscientos añosRió ante su alocada duda. Cada quien tenía sus motivos y no era para juzgar. Arrugó levemente la nariz en presencia de un almizcle repulsivo para su gusto.

    Quizás le urgía ser chismoso en ese momento, aunque la verdad prefería el término de estar informado. Se asomo levemente con una inclinación de cabeza, estirando el cuello miró la decoración, sobria y ordenada; alzó una ceja confundido esa no podía ser la habitación del chucho, bueno eso era otra cosa, volvió a contar las puertas, dos, cuatro, seis, ocho; no se equivocó esa era la habitación junto a la suya, la de Inuyasha.

    ¿Se te perdió algo? SAR.NO.SOCuestionó mientras doblada una camiseta roja y la guardaba en la maleta negra que se extendía al borde de la cama.

    Un idiota, pero ya lo encontréContestó suspicaz.

    Eso quiere decir que te viste en un espejoDijo con simpleza el interpelado, siguió con su tarea de guardar las pocas pertenencias que había traído.

    ¿Qué haces? Te echaron ¿a que sí? Comunicó burlón. Una imperceptible sonrisa burlona surcó en el rostro del hanyou, había caído en su trampa.

    NoSimplificóEn realidad ya tengo una misiónAseguró cerrando la maleta y recogiendo las otras cosas que tenía desperdigadas por la amplia habitación.

    Vaya y ¿Cuál será? Aventuró haciéndose el desentendido, recostado en la pared y con los brazos cruzados fingía no interesarse en la pregunta.

    Simple. La que tenias pero en condición completa Se calló al observar el rostro desencajado del joven lobo, río abiertamente, eso sí era bueno ver la cara de desilusión que se reflejaba en la cara del demonio.

    ¿Cómo? Interrogó entre tartamudeos, intentando no perder la compostura o la conciencia.

    Lo que oíste. Además mi padre insiste en que sea un guarda espaldas a tiempo completo, en resumen me mudo con ellaEnfatizó con la mayor de las intenciones.

    Dispuesto a marchar miró de soslayo al lobo, con un leve empujón con las maletas le sacó de la habitación, cogió las llaves y cerró su morada. No pudo evitar reír a sus anchas, en definitiva pelear con el lobo era lo mejor, le subía el ánimo.

    ¿Qué le hiciste a Kouga, perro? Proveniente de una voz chillona ya reconocida por el hanyou.

    Nada Shippo, él solito se quedo así, me preguntó de mi misión y respondí así de fácil. Nos vemos chamacoDespidió el ambarino al chico, ya no le hacia la vida imposible, sólo pasable.

    Con desconcierto volvió a la realidad, realmente enfadado lanzó con gran estrepitó la puerta de su habitación, arrojó la lámpara y provino un ruido de cristales desquebrajándose. No le prestó la más mínima atención, era de él después de todo, maldijo por lo bajo y se fue a la ducha que compartían en ese piso.

    Estúpido animalMasculló entre dientes. De eso nada, ciertamente se regocijaba de su enojo, intentaría no darle ese gusto.

    &.

    Con tropiezos corrió por los amplios pasillos, aumentando la velocidad subió las escaleras; uno, dos, tres pisos y llegó a su destino: la azotea cercada del instituto. Se quitó la cola que se puso ese día y la lanzó lejos. Se permitió llorar como no lo hacía desde que supo la desaparición de su padre *Nunca encontraron su cuerpo*, susurró entre sollozos, recordando.

    Muy feliz y campante una pequeña niña vestida de verde mate, brincaba alrededor de un hombre joven, con el cabello negro como la noche, ojos igual de negros como el manto nocturno. Sonriente y con júbilo miraba a la pequeña que correteaba por el lugar.

    ¡Papi! Quiero uno de esosSeñaló la cría un pequeño dije en forma de gato, era similar a la cara de una muñequita famosa: Hello Kitty.

    Todo para mi pequeña y linda gatitaConcedió el hombre con una sonrisa. Se sentía culpable por lo que haría pero de verdad los adoraba, no se permitiría hacerle semejante a daño a quienes quería, a quienes amaba…

    ¡Gracias papi!Agradeció la pequeña mientras tomaba el objeto en sus manos y le daba un beso a su padre…

    Volvió a la realidad en cuanto sintió algo húmedo mojarle: estaba lloviendo. No le dio la más mínima importancia. Buscó en un compartimiento de su mochila y sacó un pequeño objeto metálico, le miró aun sollozando y un gemido se le atoró en la garganta. Sentada en el piso como estaba y con las piernas dobladas y los codos apoyados en las mismas, no se encontraba muy cómoda pero era su forma habitual de desahogarse. Todo el dolor se acumuló y le dejó salir…bueno hasta que sintió un olor que le hizo fruncir el entrecejo.

    Pensé que no te encontraría. Vamos que luego te…No pudo continuar, la chica le escudriñaba con sus llorosos y furiosos ojos achocolatados.

    ¡No! Contigo ni a la esquinaSoltó con la voz quebrantada, sus lágrimas luchaban por salir, pero esa lucha no estaba dispuesta a perderla.

    Deja te estar enojadaDijo algo fastidiado pero intentando ser más delicado no soportaba, mejor dicho odiaba ver a una mujer llorando y se sentía un miserable por ser el causante de esas lágrimas, algo que resultó imperceptible por la chica.

    No estoy enojadaMusitó mientras se levantaba como podía, el chico le ofreció la mano y ella lo dejó con esta en el aire.

    ¿A no?Sarcástico el chico. Miró el objeto que la joven puso en una pulsera y le guardo presurosa en el bolso. No le identificó pero tal y como ella le trataba debería de ser muy importante.

    NoDijo con simplezaEstoy furiosa, ¿vale?Aclaró sorbiéndose la nariz.

    Bueno eso no es extraño en ti, vives enojadaComentó queditoTe saldrán arrugasImito pobremente la voz de Dante, algo que no tuvo el efecto esperado.

    Déjate de idiotecesEscupióEres irritante ¿sabías?Justificó su enojo en otra situación.

    Me lo dicen a menudo. Pero así soyRespondió despreocupado.

    Era una pregunta retórica, idiotaDijo ya más tranquila mientras entraba al recinto.

    Lo sé, gafaSiguió a la chica de cerca. Y le colocó su camisa negra del instituto para el frío.

    TontoInsultóGraciasMusitó un tanto agradecida por el gesto.

    No se llevaban muy bien pero sabían que la presencia de alguien en un momento difícil era de mucha ayuda. Aunque sólo fuera para insultarse de manera juguetona era reconfortante, a los dos les gustaba sonreír y les fascinaba el chocolate, una de las peleas matutinas que tenían era por quien se tomaba el chocolate más rápido, de verdad que eran unos críos pero se divertían, peleando pero lo hacían.

    La chica sonrió de costado. Les sacaron de la clase por estar mojados y les enviaron donde el rector. Inuyasha le dijo que allí había ropa como para un ejército y le dio gracia, le era difícil enojarse con él, pero su humor estaba de lo peor y el del chico no era una estrella brillante.

    Aunque sea podemos ser amigos ¿no?Cuestionó la joven con la ropa seca en las manos.

    ¿Eh?Articuló el chico. No entendía, se llevaban mal, o eso creíaSi, podemos serloConsintió dándole paso al baño privado para que se cambiara.

    &.

    Unos metros más allá, alejados del instituto y más alejado aun de la academia se encontraba una persona, un hombre de mirada azul pétreo y labios de rojo: Byakuya que tenía su ropa habitual. Recogió una cola que estaba en el suelo y la olfateó, sintió su aura y creyó que eso animaría a su jefe.



    Después de todo tiene que pensarlo mejorSusurró recordando la cara nostálgica y triste de su señor. Del señor a quien él servía, no del hombre que por momentos ocupaba su lugar y olvidaba lo que de verdad importabaAun así, espero que la decisión que tome sea la correcta…Dijo al aire.

    Exhalando se desvaneció en la lluvia, sólo dejo un charco oscuro donde anteriormente se encontraba en conjunto con un pequeño cordón de color plateado, algo pedido por su jefe, esperaba que fuese encontrado… ese collar.

    ************************
    Ansio con ahinco que les haya gustado, espero post...y que ciertas personitas que no he visto por alli se pasen.
    Estoy de lleno escribiendo, tengo vacaciones hasta el 10 de enero y durante ese tiempo estare esforzandome cada segusndo por escribir y taerles conti en todas mis histoiras. Ando escribiendo como loca, pero de a pocos en todas ñlas historias que tengo planeadas y elaborando un especila navideño espero tenerlo listo antes del 24 y publicarlo, espero veerles alli.
    Sayo...gracais por leerme.


     
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  5.  
    Lucy J Watson

    Lucy J Watson Usuario común

    Aries
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    estuvo excelente
    inuyasha aveces puede ser insoportable
    pero a la vez muy tierno
    ya me imagino la cara del pobresito de koga
    al saber que inu se mudaria con kagome
    espero que lo sigas rapido y me avises cuando lo continues
     
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  6.  
    Idaly

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    Virgo
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    tengo poquito tiempo pero me paso a comentarte porque me parecio muy buena, me gusta como se llevan Inuyasha y Kagome, a su forma se dicen que se quieren y se apoyan jeje, gracias por avisarme por correo y espero continuación pronto.
     
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  7.  
    kagomeG

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    Piscis
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    ahhh!!!! *se inca* perdóname!! no me rezco vivir!! (ok no!)
    encerio que perdon por que siempre me handas avisando y hasta apenas termine de ponerme al corriente... me siento una cucaracha, perdón!!
    Hablando de tu fic...
    WOW!!!! el trama: super interesante... saves como manejas a nuestro amado InuYasha... amo cuando es super altanero y luego la cosa mas mona del mundo...
    como me carcajeaba cuando leí la parte cuando se conocen, pobresita! y que pena! los dos no tuvieron un lindo dia.
    luego "como perros y gatos" y la frase en su total razón haha morí en los intentos de dormitorio de Inu... el pobre abuelo no lo pueden amolar mas...
    Luego cuando InuNo toma opciones para el recibimiento de su hijo... awww!! haha aun que me gusta mas la primera opcion... seria muy tierna.
    Siento feo por kag y su papa.... que le habra pasado?! y por que demonios Naraku le sigue tanto??!!... aun que no entiendo muy bien eso de los elites... y todo... hehe y una pregunta!!:
    Byakuya (o como se diga) quiere con Naraku? 0.0
    me despido amiga... pero juro JURO que ya no te libras de mi en este fic...
    TQM! y perdón por apenas pasar!!

    kagomeG
     
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  8.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

    Libra
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    ahhhhhhhh!!!!!!!!
    lamento no haber podido pasar antes de verdad lo lamento, PERDONAME!!!!!!!!!!!
    en fin el capi te quedo genial!!!!!!!
    lei todos los capis que estaba atrasada y de verdad que me encantaron, todos estuvieron muy interesantes, pero me gusto en especial este ultimo capi
    me gusto mucho la manera en como esta narrado yme fascino la trama
    me gusto sobre todo cuando Inuyasha por estar temblando arruina el trabajo
    además me alegro mucho que porfin quedaran como amigos
    y la ultima parte me dejo algunas dudas pero se que se resolveran en cuanto publiques
    por cierto te agradezco mucho que me avises de las contis de tus fics
    este fic me gusto desde el primer momento que lo lei
    yo creo que tienes mucho talento, porque tus fics para mi se convirtieron en los mejores del foro, me gusta mucho todas las ideas que tienes y me alegra que te preocupes por poner las continuaciones rapido, yo te prometo que leere tu fic hasta el final y espero que pongas la conti pronto!!!!!!!
    además espero que hayan mas momentos lindos entre Inuyasha y Kagome n///n
    feliz año nuevo, suerte!!!!!!!!!
    bye n_n
     
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  9.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

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    Hola!!! aviso que estoy trabajando en la conti..las tengo abandas...soy mala ToT...Bueno iré en reversa...

    miko kagome: Hola de nuevo linda...¡de verdad me alagas! ¿en serio mis historias son las mejores para ti? eso me anima a escribir con mucho ahinco...Bueno lo último lo coloque para dejar atras rositas y confetis..la historia tiene que empezar a tomar forma...El proximo capi será una bomba...Te lo prometo... No te apures ni te atraces...no te preocupes por no haber pasado (aunque me da cosita) me alegra qeu no olvides está historia...espero haber mejorado desde el principio de la misma...tomará forma y espero que la sigas...Besos...

    kagomeG: me alegra verte de nuevo...No eres ninguna cucaracha y mereces vivir, no exageres... No es mal pero: un artista (en este caso escritor) haces las cosas para uno mismo y sí a los demás le funcioná mucho mejor...me pongo algo pesimista pero no dejaré la historia por nada...Bueno recordando tu "corto" post...Inuyasha, aunque no lo creas me cuesta un poco manejar, no quiero que raye en lo arrogante y tanpoco en lo idiota (mas tipico de él), me alegro mucho de que lo este manejando bien. Sabrás que casi todas las cosas que te hicieron reir las coloque despues de tener el capi completo ¬¬ raro no...Lo del dormitorio, si fue comico, no podía olvidar al abuelo..espera a que veas la "reuvicacion" al cuarto de huspedes...Y Byakuya psss no es tan gay, sólo quiere ser buen amigo, el capi que viene dejará un misterio creeme...Gracias por pasar, no abandones.

    Idaly: Hola, gracias por el post. Bueno lo de nuestros 2nuevos amigoa" (conflictivos) lo tenía que poner, no se la iban a pasar todo el rato peleando, no con mala onda, si es una manera de decir que se quieren, un poco pero lo hacen...

    fandeinu: Jejejhola, pss no pude olvidar la tan buena amistad que tiene el lobo y la bestia como ellos se dicen, me pareció interesante hacerlo y sí, Inuyasah tiene sus momentos.

    NOTA: Aclarando lo de los elites (por ti kagomeG).
    Saben es como tipo militar, estan los novatos, los cadetes, generales, capitanes, etc...Es algo así, aqui trata de una academia (organización) secreta, donde aceptan tanto a humanos como a demonio o medio demonios, para mantener el orden sobranatura (demoniaco) gente con habilidades especiles.

    -Novatos: Son los nuevos, quienes aspiran a ser grandes y sobresalir, ya sea por ser mejores o simplemente por ayudar. Normalmente quedan pocos por las pruebas que realizan, pero que los militares.(no hacen misiones)
    -Purificadores: Son los que ya pasaron por novatos. Realizan misiones ya adecuadas, ya sea captura de demonios menores y sencillos, como las lagartijas o cosillas sin importancia.
    -Purificadores rastreadores: Ellos son los que notifican donde es que estan los problemas, no luchan, sólo sirven de apoyo, como enfermeros y cosas así, un ejemplo las sacerdotisas que crearon el campo de fuerza.
    - Elite: estos son los mas importante de la organización, por motivos hereditarios (Inuyasha, Sesshomaru, Sango, Miroku,) o por cosas de practica y habilidades (Bankonstu, Suikotsu, Jakotsu, Dante) pueden vivir siglos, una manera mas efectiva de entrenar y servir, es algo en la sagre (luego explico). InuNo, fue el primero y es el lider, Dante detecta a los posibles elite, personas que no tienen qeu ser novatos, "elegidos" por asi decirlo, purificadores y luego elites. Siempre han estado formado por 10 personas y cinco grupos de dos, mas efectivo...

    Es una medio explicación, espero que les haya servido, Sayooo
     
  10.  
    kaome

    kaome Entusiasta

    Aries
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    holis me estoy pasando por tu fic ya me lo ley bueno lo que me faltaba
    pero esta muy bueno me gusto mucho porque koga estaba con kagome
    me asuste un poco pense que era un koga- kagome pero luego salio
    el protagonista que bueno que era el inuyasha, inuyasha es un poco tetrico
    pero me gusta mucho porque el siempre es asi pero al estar con kagome
    todo cambia y eso es tan lindo me gusta mucho la manera de ser de dante con los raund
    pobre miroku siempre le ponen ese caracter en todos los fic jiji
    y bueno que decir de sessho el mismo tempano frio de hielo
    espero que le sigas y que no te tardes quiero conti
     
  11.  
    Kai

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    No soy tu enemigo.
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    1818
    De manera esporadica, pero la traigo...algo corta en comparación, pero reveladora...

    Capitulo XIV: Injusta traición.

    Rencor. Irónicamente eso fue lo primero que sintió, si es que se le podía llamar sentir. Concentró sus energías en recordar…Agitó la cabeza levemente alejándose del dolor, de la traición.

    Intentó sentase en el sitio en donde estaba, sin perturbarse mucho se dio cuenta de que se encontraba suspendida en el aire, rodeada por una energía maligna, suspiró. Todo se había vuelto negro y estaba lleno de paz, fue lo último que recordó, se liberó y encontró el perdón en su interior; injustamente le separaron de esa tranquilidad. Por azares del cruel destino que le habían forjado le quitaron esa paz, ese amor que cultivo en su tranquilo dormitar, era incierto lo que le esperaría otra vez en el mundo terrenal. Lo único que tenía claro es que le revivieron, no sabía cuánto tiempo había pasado, pero por Kami que aprovecharía, se vengaría de quien le separó de su verdadero amor, no era algo muy digno de una sacerdotisa pero ella ya no estaba viva.

    Veo que despertaste queridaAgitó el vaso de vino tinto antes de dejarlo en la mesa. Levemente depositó a la joven resucitada en el suelo, le tendió un kimono que tomó recelosa.

    ¿Quién eres?interrogó poniéndose el kimono, uno de sacerdotisa para su desgracia.

    No soy Naraku, él me sirveconcretó sabiendo la duda que se implantó en la mente de la chicaAunque te puedo ayudarcontinuó mientras recuperaba su vino y sorbía del mismo.

    ¿En qué me puedes ayudar?interrogó mirándole de arriba a abajo.

    En volver a la academia, estar con tu amado y destruir a Narakudijo con simpleza, se levantó y colocó detrás de la féminaSólo quiero algo de tiLe colocó un pequeño collar, uno con una llave.

    ¿Y esto?indagó tocándole con la punta de los dedosAuchRecibió una pequeña descarga.

    Sólo un aditamento para cerciorarme de tu obedienciarespondió mirándole a los ojos, los orbes negros se confundieron con las marrones.

    ¿Soy una mascota? Es... interesanteSonó sarcástica, algo que no quería.

    Digamos que será útil que vayas a la academia, tengo una coartada para todoNo le prestó atención a su sarcasmo y labró su plan, pieza por pieza, uno por uno; *¿Estás seguro?* indagó una voz en su interior *”¿O lo hacemos nosotros o lo hace ella?”*, Su interior entendió y dejó el debate para otra ocasión.

    Quizás era un efecto de volver a la vida en un cuerpo de barro, pero era realmente tentadora la idea de vengarse, una palabra que nunca estuvo en su vocabulario pero ahora era lo único que rondaba en su mente, el rencor se apoderaba de su corazón poco a poco. Una idea acudió a ella, cuando creyó que su vida de sacerdotisa era monótona, llegó la AST y todo cambio, llegó Inuyasha y se enamoró, la alejó de la soledad pero tenía bien claro que no confió, iría allá a enmendar su error si era posible… y pensaría sobre la propuesta de ese misterioso hombre.

    Sólo dime señor o jefe, no es necesario que sepas mi nombreSonó más amable, más ¿paternal?.

    &.

    Con un golpe acertado rompió la mesa, ese “jefe” le puso las cosas difíciles al revivir a esa chica. Sus encarnaciones o “hijos” le miraron como bicho de circo, se encolerizó con tan sólo verla, pero le quería al menos su otro lado le quería.

    Naraku, no creo que tengas todo el control ¿o sí?Dijo su primogénito mientras balanceaba su alabarda.

    ¡Cállate!. Hakudoshi recuerda que yo soy el que tiene el controlSu voz gruesa sonó por toda la estancia, deshizo el campo de fuerza que rodeaba al albino y un tentáculo le atravesóSólo de advertenciasentenció.

    ¡Agr!se quejó el heridoSólo decía, para verte tan cabreadoEl aludido le miró. ¿Tan obvio era?.

    Eres muy obvio Narakuhabló Akagotambién conocido como el bebéleyendo su mente.

    Humpfue lo único que salió de los labios del rojizo antes de marchar.

    Supongo que es sobre la chica resucitada ¿no?cuestiono el más pequeño mirando a su “hermana” mayor.

    Estas en lo cierto, se llama Kikyo, creomeditó la geisha mientras se abanicaba.

    Si, Naraku la quería, eso hace cincuenta años pero un hibrido le ganó en esoLogró responder Hakudoshi en cuanto se regeneró.

    Un hanyou tuvo... lo que Naraku nofinalizó Akago desde los brazos de Kanna, su otra “hermana”.

    Estaba furioso, tenía que hablar con ese jefe suyo antes de que perdiera la cordura, al menos la poca que le quedaba.

    &.

    No perdía detalle de las cosas que la rodeaban, buscando algo: una salida. No era común en ella desesperarse pero estar en una situación así le mortificaba, ¿Qué le utilizaran? ¡Ja!, eso no lo permitiría…

    No de nuevoexpresó en un susurró melancólico. Cerró los ojos, recordando.

    Sonreía, algo no muy común en ella pero lo estaba haciendo. Alegre. Por más que lo ocultara su corazón vibraba en un son desbocado al estar cerca de él, no sabía exactamente que era, pero al menos expresaría lo que sentía, un te quiero sincero; cosas que nunca diría se aglomeraban en su garganta , tenía que expulsarlas y lo haría.
    Llegó a su encuentro, agotada por el trote. La sonrisa desapareció completamente al mirar la escena, un dolor agudo se apoderó de ella; tanto que habían pasado juntos y ahora ¿esto?, era muy insólito, lo veía absolutamente injusto. Las palabras anteriores fueron pisoteadas por otra mayor, una que tenía más peso que cualquier otra: la traición*.

    Te odiomusitó mirándole con rencor¡Maldito seas! ¿Por qué?espetó rabiosa.

    Kikyo, esperaalzó una mano para encontrarle, una mano que fue azotada con ira.

    No esperaré, menos a un hanyoususurró, sabiendo lo que dolíaTe odiorecordó.

    Yo no te odio, escuchapidió con un tono de voz más desesperado.

    No escuchare, sólo, sólo déjame. Ya no somos compañerossentenció, dio media vuelta, dispuesta a marchar.

    Haz lo que quierasespetó disgustadoDespués de todo, las cosas nunca fueron serias para tirecordó con dolor.

    No, no lo fueronmintió descaradamente, pero en parte sabía que era verdad, nunca fue algo más que cariño, al menos así lo quería ver.

    Bien, es todoLe miró bajar la cara y maldecir por lo bajo, algo sumamente típico de él. Sonrió. Ella también bajo la mirada, fue un minuto cuando mucho, le quería decir algo antes de marchar, se volvió torpemente tímida y levantó la mirada.

    Todo oscureció, le miró a la cara, le sonreía con sorna, burlándose de ella por haber bajado la guardia. Lo odió mil veces más, nunca creyó odiar a alguien como lo odiaba a él en ese momento. El aire fue escapando pesadamente de sus pulmones, caminó a trompicones, dio vuelta atrás y volvió a caer, el duro suelo le dio de lleno en la espada. Se le escapo un gemido a ver la herida que iba desde su hombro izquierdo hasta su corazónuno ya roto. De tropiezo en tropiezo llegó a la cima de un risco, al borde de un precipicio, la pérdida del equilibrio ocasionó su caída; con su brazo bueno sujetó el borde del risco, no quería morir, no sin antes darle su merecido al miserable hanyou que le hizo eso.

    Sujétatepidió claramente preocupado. Extendió un brazo para que le sujetara, tomo su mano, él le subía pero ella negó, miró la sonrisa lánguida de la miko y temió.

    Miserablesusurró, le dio una descarga espiritual. Profirió el dolor y le soltó, le miró horrorizado, ¿cómo había sucedido?¡Maldito seas Inuyasha!espetó al borde de las lágrimas mientras caía; todo desapareció, un punzante dolor se apoderó de ella, sintió el líquido caliente abandonar su cuerpo mientras caía. Sabía lo que venía y cerró los ojos, esperando, dejando que todo se fuera y la liberarán de sus pesos, al menos acabaría como una chica normal. Con desaire sonrió vacía, al menos algo se llevaría, un poco de paz, aparte claro de la palabra traición en su adolorido corazón, eso era hasta…su muerte.

    Traición. Había sido maldita y tontamente traicionada, pero sentía que no era así, poco a poco, con cada paso que daba sentía que olvidaba algo, mas no atinaba lo que era.

    Kikyole llamó el hombre de ojos rojos.

    Hola Narakucorrespondió el gesto con asco, todo era culpa de él, de nadie más.

    **************
    Espero no haber cometido Ooc, más que todo en Kikyo, primera vez que trabajo tanto con ella, intente hacerlo lo mejor posible.
    Quizás el recuerdo les confundira, pero tiene que verlo desde el punto de vista del otro para enterderle completamente, osea del de Inuyasha.
    Nos leemos.
     
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  12.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

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    Amiga!!! Gracias por avisarme (ok, no somos una cucaracha) que alivio! Hahaha
    Te agradezco las aclaraciones que me diste... También lo de los elites y los niveles... Ya entiendo tooodo mucho mejor, y claro que desarrollas muy bien a Inuyasha... Terco con dulzura... Es eso!
    A mi parecer si manejaste bien a Kikyo... Muy bien! :D
    Si, fué "corto" (eh visto capítulos mas cortos, no te preocupes) Ukyo, aveces si piensas... (que dijiste?!) nada nada...
    Pero el capitulo muy revelador, como habías dicho, me gusta que cuando empiezan las escenas así de que primero uno se queda con cara de "que dice?" mediante metáforas y luego ya se aclaran las cosas con forme se describe la situación y el personaje... Y me gusta que hagas eso.
    Umm... Eso si, y a mi parecer, me revolvía un poco con los recuerdos o lugares en los que cambia la escena... Te recomendaría que, por ejemplo, cuando se cambie la escena o vengan recuerdos pongas un aviso como: "flash back" o "******************" <--- cuando cambia la escena.
    Eso es lo que común eh visto en otros fics. O también otro tipo de anuncio. ¿Sip?
    Hehe bueno gracias amiga por los avisos o aclaraciones... Me desenvolvieron varias dudillas que tenía.
    Gracias!

    KagomeG
     
  13.  
    Lucy J Watson

    Lucy J Watson Usuario común

    Aries
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    Realmente estuvo muy bueno.
    No te preocupes realmente utilizaste muy bien a kikio.Quien sera esa persona que revivió a el cuerpo de barro de kikio? es muy misterioso.Y el recuerdo de kikio aclaro un poco por que ella detesta(supuestamente)a inuyasha.Seguramente fue alguna trampa de naraku para obtener a kikio.
    bueno síguelo pronto y gracias por avisar.
     
  14.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    No te preocupes por cometer OoC siempre en un principio cuando despierta Kikyou actua movida por el rencor de la traición. Ya no veo tanta narración como antes amiga, has mejorado bastante :D y te pido perdones a tu sempai por no pasarse a comentar ToT Aún estoy leyendo el menga pero quise pasar antes de que algo me lo vuelva a impedir. Aunque a Kikyou le vi que mezclabas más sentimientos que narración, se me hizo un poco vacío la situación de ella. Como que quiero leer donde está, más o menos del sitio, etc... Por lo demás muy bien pequeña, ya quiero ver como reacciona Inu-tonto al verla xD (Y yo solo saludo, porque ya me censuraron ToT)
     
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  15.  
    Kai

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    Hola!!
    Soy demasiado malvada, no vendré con excusas ni nada, sólo les quiero decir que tengo un bloqueo con mis historias largas, me siento frente a la compu y me surgen de todas las ideas posible menos para este fic, y tengo que hacer otro distinto para no perder la sustancia.
    Prometo que en caunto lleve unos 4 capítulos empezaré a publicar como se debe para no deja r a los lectores guindados.

    Eso si, SI terminaré todas mis historias...No hay fecha para esto pero si lo terminaré...

    Un pequeño adelanto...

    Capítulo XV: Una gata y una flor de campanilla.
    No terminó de ver a donde se dirigía Kagura cuando arrancó a correr. Un olor en el aire le preocupó. Semejante al oxido y al hierro, con un leve olor a flores…
     
  16.  
    Kai

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    No soy tu enemigo.
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    Capítulo XV: Una gata y una flor de campanilla.

    Cerró la puerta detrás de ella. Suspiró, aliviada. No es que estuviera cansada, por el contrario tenía más energías que otros días, después de todo, el mundo giraba y con ello cambiaba la luna.

    Se dejó caer por la puerta, hasta que sus nalgas tocaron el suelo. Se relajó en grande, era lo necesario para el momento. Palpitó.

    ―¿Qué demonios le pasa?―Oyó el suave susurró del albino que venía insultándola desde…, bueno desde que se conocieron. Otra vez.

    ―Idiota―masculló en un gruñido.

    ―Esa chica ésta más loca que una cabra―Escuchó la joven desde su posición. Otra vez palpitó.

    Observó el reloj en su cómoda, seis de la noche, suspiró. Por un poco más y no llega, el sol alumbraba con unos pocos rayos. Escuchó el agua correr por el destiladero, a Inuyasha refunfuñar en su contra, a Souta tecleando violentamente el control de su juego…sus sentidos eran más sensibles, la hora no ayudaba y la luna la arremolinaba.

    Buscó la ropa necesaria, una falda con un aditamento en la parte posterior, de color morado cabe decir. Una camiseta gris con un estampado brillante que decía “Gatita”―algo regalado por Dante―, el último palpito y ocurrió lo esperado. Se jactó de su imagen frente al espejo, se aproximó al perchero y se colocó una boina morada con gris.

    ―Es hora―sentenció. Una marcha fúnebre se implantó en su mente. Tragó duro.

    Tap, tap, tap…

    Sus zapatos repiqueteaban con la madera de la escalera al bajar.

    ―¡Hija, ven a comer!―le llamó su progenitora desde la cocina.

    ―¡No grites mamá…Ya voy!―respondió.

    ―Lo siento―habló normal.―Se me olvidó. Ven antes de que Inuyasha te quite el chocolate.

    ―Si es que llega la tortuga―musitó el chico mientras tamborileaba sus garras contra la mesa, impaciente.

    ―Listo, comamos―aseguró la chica al sentarse a su lado y sacarle la lengua.

    ―¿Pero qué cojo…―Profirió un quejido al ser pateado por debajo de la mesa.

    ―No seas grosero perrito―regañó la felina en un ronroneo.

    ―Es que...¡Un momento!¿Qué narices te pasó?―cuestionó viéndola de arriba abajo.

    ―Te digo después de la cena.

    ―Me dices...si no averiguo con la a…―se calló al verse casi descubierto.

    ―¿Con?―indagó parpadeando con sus almendrados ojos finos.

    ―Ehh, con…bueno con, ahh, con...¡Sango! jeje―respondió entre tartamudeos. *Por
    poco y digo con la academia*

    ―Ajá. ¡Que aproveche!―canturreó la chica en un silbido.

    La cena trascurrió normal, bueno en lo que cabe normal. El postre salió volando, el perrito tuvo que limpiar. La gatita se jactó de ello, y terminaron peleando en la habitación de “ambos”.

    ―¡Qué te sales!―señaló la azabache fuera de la habitación.

    ―¡Qué no!¡Y me dices!―vociferó entrando de “buena” manera en los aposentos.

    ―Ash―se sentó de golpe en la cama.―Bien, lo que pasa es que…

    ―¿Es que?―le instó.

    ―Es que no puedo estar toda la vida reprimiendo mis poderes, en algún momento tienen que salir y bueno resulta que es hoy―explicó jugando con sus garras pintadas de morado.

    ―Así que por eso te ves así―sentenció y ella asintió.
    Con “así”, Inuyasha se refería expresamente a que la apariencia de la joven era más “felina” y finamente escultural. Sus ojos siempre chocolate derretido, eran de un almendrado casi igualando el dorado de los suyos, más fina la pupila, para mejor visión. Sus uñas cortas fueron suplantadas por garras, su cabello azabache sólo se alargó un poco. Era todo.

    ―¿Ah? ¿Y eso?―cuestionó señalando un movimiento peculiar en la boina. ¿O no?

    ―Es que me molesta, pero es necesario―Descubrió su cabeza, donde antes sólo se depositaba cabello negro ahora le adornaba una par de orejas felinas, un poco más grandes que las de Inuyasha y un poco más sensibles.

    ―Oh claro, ¿y ahora me dirás que tienes cola?―se burló. Miró la cara apenada de la joven y tragó.―¿No? No, no, no―se negaba, eso no era posible, ¡ni él! Que era un hanyou tiempo completo.

    ―Bueno no tengo, solo es una extremidad que se mueve según mi ánimo―explicó encogiéndose de hombros, dejando ver su linda y lisa cola, meneándose, algo que la hipnotizó.

    ―Increíble―exclamó bajo sabiendo que la chica le escuchaba, o eso pensó.―Kagome ¿qué haces?―indagó conteniendo una carcajada.

    No pudo evitarlo del todo y rió. La chica se bamboleaba en un impulso algo loco, meneando la cola-las dos- al mismo ritmo, mientras se impulsaba un poco, cogiendo con sus garras un adorno de las cortinas.

    ―Deja eso Kagome―le pidió.―¿Gatita?―tanteó. La chica se detuvo de inmediato, mirándole avergonzada y con las mejillas sonrosadas.

    ―Lo siento, un efecto colateral de la transformación―explicó avergonzada.― Me voy―dijo cogiendo su bolso y se disponía a irse por la ventana.

    ―¿Disculpa? ¿Te vas? En tal caso nos vamos―alzó una ceja mientras la rodeaba.

    ―No―fue clara y concisa.―Me voy, de verdad, yo sola―Lo último lo dijo lento, para que el chico entendiera.

    ― Y…¿a dónde vas?

    ―Por ahí, a comprar, no sé―dijo dudosa.―Además―pausó.―Dudo que te “guste” tanto el trabajito de estar como garrapata sobre mí, ¿o me equivoco?―propuso indirectamente. No quería que la viera con “esa” ropa donde Dante, y mucho menos que supiera algo que no debía o se pondría como loco.

    ―Hump―meditó cruzándose de brazos.―Bueno, vete―Ella brincó, emocionada.―Sólo que…―se detuvo, mirándole expectante.―No lo sepa nadie―condicionó.

    ―Sí, sí, ¡sí!―Le abrazó por el cuello y le beso la mejilla.―Muchas gracias, nos vemos―Y saltó por la ventana, perdiéndose por los tejados.

    ―Ajá―musitó tocándose la mejilla besada con un pequeño sonrojo adornándole.

    &.

    Después de darse un baño y alejar ciertos pensamientos de su mente, pudo tranquilamente ir a la ATS, además era viernes y la chica tendría que enterarse, *Tarde o temprano*. Suspiró.

    Le parecía ilógico que una chica así fuese su compañera destinada. De manera afortunada le gustaba trabajar solo, no socializaba mucho, le desagradaba un poco la gente, y él no caía muy bien que se diga, era un hanyou; ni lo uno ni lo otro. Poseía una lista de a quienes le agradaba, su madre la encabezaba―sonrió ante esto―, seguía su padre, Myoga, luego Dante, después Miroku. Sesshomaru no figuraba allí. Pensó en Kagome, era posible…y Kikyo. La sacerdotisa muerta, de la cual se enamoró, al menos lo que haya creído. Y no pudo evitarlo, le laceró el dolor y recordó…

    Estaba contento, sumamente alegre. Sonreía, no burlonamente pero tampoco completamente alegre, sólo la comisura de sus labios se curvaba. Tenía la “manía” de ser brusco, estaba dispuesto a cambiarlo por ella. Por esa dulce y tenue flor de campanilla. Sólo ellos se conocían más o menos bien entre sí, lo que sabían del otro era mera intuición, pero era suficiente.

    Sintió un resquicio de sangre en el aire. Iba temprano a la “cita” pautada, así que aumentó el paso a la izquierda para ver que ocurría.

    Una mujer estaba hecha un ovillo en el suelo, sollozando. *Maldición, no podía ser un hombre*, no es que esperara un trato amanerado ni nada, pero odiaba ver a las mujeres llorar.

    ―Oye…¿estás bien, qué sucede?―Le tocó el hombro y nada, hizo un poco de presión para voltearla y se arrepintió.

    A esa chica la había visto, su cabello negro amarrado en un chongo, sus ojos rojos como sus labios; Kagura, una enemiga peligrosa. Se agazapó lo que pudo, en defensa. Pero su cuerpo no respondía, sentía como si le estuviesen halando con unos hilos. Eso durante unos minutos.

    ―¡Suéltame!―vociferó por milésima vez, ésta siendo escuchado.―Pero por…

    ―Mejor buscas a tu compañera querido―advirtió y se fue volando en su pluma.
    No terminó de ver a donde se dirigía Kagura cuando arrancó a correr. Un olor en el aire le preocupó. Semejante al oxido y al hierro, con un leve olor a flores…

    ―¡Kikyo!―gritó el hanyou, alarmado.
    Corrió lo que pudo, hasta verse a él mismo riendo. Paró en seco, ese aroma era el mismo que el de Kagura, pero más repulsivo. Las garras del otro hanyou chorreaban sangre, color carmesí, con aroma a flores.

    ―Jum…Hanyou deberías ayudarla o morirá―dijo y desapareció, en una nube de miasma. Inuyasha le iba a perseguir, de cólera y en venganza.

    Una roca cayó al vació, y escuchó atentamente los latidos y soplidos de la chica. Se aproximó al precipicio, arrodillándose en el camino.

    Sujétatepidió claramente preocupado. Extendió un brazo para que le sujetara, tomó su mano, él le subía pero ella negó, miró la sonrisa lánguida de la miko y temió.

    Miserablesusurró, le dio una descarga espiritual. Profirió el dolor y le soltó, le miró horrorizado, ¿cómo había sucedido?.¾¡Maldito seas Inuyasha!¾espetó al borde de las lágrimas mientras caía.

    Y la vio caer, hasta que su cuerpo se perdió en la espesura de la neblina. Odió a sus sentidos más que nada en ese momento, por permitirle escuchar el segundo exacto en que el corazón de la chica fue un sordo y agónico borboteo, hasta silenciarse.

    ―¿Por qué?¡¿Por qué?!―vociferó al cielo. Todo era así, siempre. No podía encariñarse con una mujer por que se la arrebataban de las manos.―Otra vez…¡Maldición!―Fue lo que profirió en un grito antes de caer en el charco de sangre hecho por la miko.―Kikyo―sollozó.

    ―¿Qué será de ti ahora?―susurró viendo al cielo, esperando que le escuchara. Y como magia un delicado aroma a flores le llegó de golpe, endulzándolo.

    ―¡Inuyasha! Ven…―le animó Shippo, jalándole.

    La conmoción en la estancia era inmensa. Todos parloteaban y chirriaban, el sonido le atormentaba los oídos, taladrándole, un pitido insufrible. Vio como todos se reunía en el centro de la cafetería, un tumulto de gente se aglomeraba alrededor de una mesa, pero ¿por qué?

    ―Ahí está Inuyasha, ¿cómo crees que reaccione?―preguntó una loba en susurró, una purificadora enamorada de Kouga, Ayame.

    ―¡Por Kami!―exclamó un elite.―Una cucaracha―y señaló el suelo despejado, pero la chica salió corriendo en un pitido.

    ―Dante ¿qué sucede?―cuestionó el hanyou agradecido por la intervención―.¿Con qué debería reaccionar?.

    ―Bueno, Hola―saludó, sin respuesta.―Supongo que dejar sola a Kagome este día no es bueno para ti, está trabajando―Fue astuto pero el hanyou ni le escuchó.

    ―Esto…es imposible―musitó con la mirada perdida en el centro, su padre estaba apartando a los curiosos, dejando ver el asunto de atención.

    ―Es muy posible, pero no te…―y se fue, abriéndose entre el tumulto de personas.―…Confíes.

    ―No creó que la historia sea verdad―dijo el ex rector al pararse al lado del demonio.

    ―De todas formas Kagome tiene que saberlo, así ella esté aquí, la gatita es la elegida―recordó, serio.

    ―Lo sé, Dante, pero el problema es… ¿cómo?.

    ―Veremos Taisho sama, veremos―y le palmeó.―Mejor voy con Kagome, se pondrá “histérica” cuando sepa que su guardaespaldas no llegará en la noche―marchó, a verse con la gatita.

    Corrió lo que pudo entre las personas, pero no llegó al final, se detuvo, dudando. ¿Sería verdad? ¿Su mente estaba jugando con él, cómo todos los demás?...bueno si no se arriesga no se gana, pero tampoco se pierde. Se rascó la cabeza buscando que hacer, pensado en algo razonable, que no funcionó.

    Quiso hablar pero nada, parecía un pez fuera del agua. Y se quedó paralizado, quieto, sin mover un músculo ni pronunciar palabra. Ella fue, como siempre, quien hizo el primer movimiento.

    ―Inuyasha―susurró. Sonrió un poco, dándole confianza.

    ―¿Pero cómo?, no es posible que tú, pero si yo…―se desplomó, sin entender nada, él la vio sangrar, insultarle y maldecirlo. Escuchó cuando su corazón dejó de latir.

    ―Shh―le puso un dedo en los labios, impidiendo que hablara.―Todo está bien, estamos juntos―sentenció.

    ―Kikyo―susurró. Su cerebro no razonó más, sólo percibió una opresión sobre sus labios…dulce, con amor, pero no lo sintió, no lo cálido que recordaba…era un contacto frío y gélido, pero era el olor de su flor, tenue, pero lo era, no había duda era Kikyo. Cerró sus ojos y se dejó llevar por el contacto.

    &.

    Suspiró, era la milésima vez que lo hacía. Estaba cansada y quería matar a Dante…¡todo el trabajo para ella! Y aunque no les gustara admitirlo le hacía falta Inuyasha, pelear con él se había convertido en parte de la rutina y un anestésico para su estado depresivo.

    ―Fue mala idea venir sin él―se quejó.

    ―¡Gatita mesa ocho!―gritó Yuka desde la cocina, en cuanto en pedido estuvo listo.

    Se desplazó hasta allí pensando pero sonriente, a veces agradecía su etapa felina, con ella podía concentrarse en dos o tres cosas sin problema, no entendía por qué el hanyou no podía...ah, sí, es verdad, era hombre. Así de simple.

    Y así seguía, quejándose de la falta de su “genial” jefe, todos los clientes que allí habían y lo peor de todo, volviendo a su estado depresivo, eso era malo…recordar lo que le pudo haber pasado le erizaba la piel…

    ―Hola Hoyo…¿Qué quieres hoy?―cuestionó automáticamente. Su compañero de clase iba cada vez que ella tenía turno de trabajo, pero con sus problemas un acoso de un humano era lo menos que le importaba.

    ―¡Gatita ya llegue!―anunció al youkai recibiendo una fulminante mirada por la momentánea hanyou.

    ―Déjate de idioteces y ayuda―espetó un tanto distante, ni rabiosa ni alegre, sólo distante.

    ―Claro―accedió. La miró y sintió lo mismo que antes de que Inuyasha apareciera en su vida. Quizás él era su suero, su tranquilizante natural, después de todo los compañeros elegidos por el “destino”(sin saber exactamente que era), tenía esa ventaja, normalmente al ser de tanta socialización entre ellos surgía amor…Kagome estaba enamorada, concluyó.

    Una hora pasó, eran las diez de la noche y decidió decirle a la felina que el hanyou no llegaría, pero cómo hacerlo sin revelar a la organización, el hanyou era el encargado de eso pero estaba muy ocupado como para si quiera reparar en Kagome…le tocaría a él soltar la sopa.

    Kagome terminaba de limpiar las mesas, y vio que Dante se acercaba, serio. Se alarmó un poco, pero algo la detuvo, el olor a tierra mojada y bosque inundó sus fosas nasales, era Inuyasha. El youkai se congeló en el lugar, en hanyou venía y no lo hacía solo, el olor a barro y huesos lo acompañaba…

    ―Kagome―llamó.―Vamos a la despensa a buscar lo de mañana―sugirió, y se sintió idiota, nunca se le había ocurrido una excusa más tonta y Kagome lo notó.

    La gatita alzó una ceja, sin creerle. Quería esperar a Inuyasha para irse con él de una vez, estaba agotada. Y hablando del rey de Roma…

    Dante suspiró y Kagome no entendió el por qué, claro hasta que vio al hanyou cruzar el lumbral de la puerta pero no estaba solo.

    ―Querido no es necesario, ya te lo dije―se excusaba la miko del pasado, sujetando el brazo al hanyou.

    ―Nada de eso, te dije que veías el lugar y a eso vinimos―le casi arrastró a donde estaba Kagome como pez fuera del agua.

    ―Hola, pensé que te ibas a quedar, estaba que llevaba a Kagome.

    ―No importa, igual tendrás que llevar a la cría, pero creo que a pie, te iba a pedir la moto―ordenó. Dante no objetó, después de todo, la moto era de la academia.

    ―Claro.

    ―Ey gatita―llamó el hanyou a la conmocionada chica, ¿Quién era ella y por qué se tomaban de las manos?.―Tráenos agua―ordenó.

    ―¿Disculpa?―sus ojos se tornaron de verdoso (a causa del enojo), movió la cola en concordancia.

    ―Que traigas agua o estás sorda―le deletreó cada palabra como si fuese una tonta.

    ―Claro y yo soy qué, tu sirvienta―bramó.

    ― Lo pareces, con la ropa.

    ―Inuyasha para―pidió la flor, mirando a la azabache, dolida.

    ―¡Feh!―se quejó pero no dijo nada.

    ― Ya la traigo―musitó Kagome, con el rabo entre las piernas (literalmente).

    Una lágrima rodó por su mejilla, se sentía dolida, incluso ¿celosa? ¡Ja!, era patético, Inuyasha sólo era su guardaespaldas a la fuerza, nada más. El youkai vio la lágrima furtiva a la chica y negó con la cabeza, le lanzó una mirada envenenada al hanyou por ser idiota.

    ―Es hora, tiene que saberlo―sentenció. Fue en busca de Kagome para consolarla.

    ―Ya veo―musitó. Kikyo lo besó en los labios y un cristal se quebró. Kagome traía el agua y lo había visto todo…

    //////////
    Nota del Capítulo: En el proximo. Se verá u poco del punto de vista de Kikyo, y se sabrá bastante, ¡no se lo pierdan!
    Capítulo XVI: Verdades.

    N/A: Lamento mucho mi demora, tuve un bloqueo mental horrible en este tiempo y mucho problemillas por allí. Tengo otro capi, pero no será de una, prefiero tener uno por seguro. Por si acaso. Si postean bien, sino sabré que no lo hicieron muajaja jajaja coff coff jaja, y lamento haberles dejado colgados, lo siento.
     
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    No soy tu enemigo.
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
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    16
     
    Palabras:
    2174
    No de palabras: 1839.

    Capítulo XVI: Verdades.

    No quería ir, pero tenía que complacerlo. Le era útil alargar la estadía tranquila, prolongando una explicación que no quería dar. Por ejemplo, cómo estaba allí con él, cuando la vio morir, el hecho de cómo no lo tenía claro, sabía que él era el causante y quería lastimarle, poco a poco. Poseía una coartada de cincuenta años que no le convencía en absoluto, ni tampoco al progenitor del hanyou que tenía sujeto del brazo.

    Suspiró.

    Algo abrumó su espacio personal, y no fue el hanyou como hubiese querido. Una energía, una alarmante energía espiritual se cernía sobre ella. Como una nube que le impedía respirar adecuadamente. Se sujetó más fuerte al brazo del hanyou para no desfallecer. <<Tiene un gran poder, quizás te haga sentir mal, después de todo, ya no tienes la capacidad de purificar. En realidad tu poder se ha vuelto demoníaco…>>

    Entró en el recinto tomada del brazo de Inuyasha, ahí la energía era abrumadora y perturbante. Se estremeció sin ser notada, su vista la enfocó en la semi-hanyou. Tenía entendido que la chica realmente tenía un poder especial, pero se dio cuenta que ni ella misma lo sabía, se encontraba guardado bajo llave, una llave que detectó inmediatamente. Un dije de un gato era donde guardaba los poderes, inconscientemente pero lo hacía.

    ―Querido no es necesario, ya te lo dije―excusó. Quería irse, no quería dañar a la chica, sólo a Inuyasha, pero si era necesario lo haría.

    ―Hey, gatita―llamó el hanyou. Se fijó que la chica estaba enojada, mirándoles.―Tráenos agua―ordenó.

    ―¿Disculpa?―observó el claro desconcierto y enojo en la chica, dispuesta a confrontar al hanyou, eso le gustó.

    ―Que traigas agua o estás sorda―Eso no debió decirlo.

    ―Claro y yo soy qué, tu sirvienta―bramó.

    ― Lo pareces, con la ropa.

    ―Inuyasha, para―pidió la flor, mirando a la azabache, dolida. No podía creer lo que le dolía, es decir, es como si sintiera el dolor de la semi hanyou. *Ama a Inuyasha y no lo sabe* reflexionó.

    Vio como la chica se marchó a lo que debería ser la cocina. Sin poder evitarlo supo que ella era la nueva elite, la que la supliría al lado de Inuyasha, vio al chico dolido y se dio cuenta de que él también la quería, si ella sufría, él sufría, aunque no quisiera, era perfecto. Tenía que atar los cabos sueltos. Sin más lo besó y escuchó como un cristal se rompía.

    &.

    Sollozaba, pero a pesar de eso se quitó las lágrimas con ira. Desde hace cuatro días Inuyasha no aparecía ni de asomo. Dante se lo había dicho, que él estaría ocupado, lo peor, con ella. Que no tenía idea de quién era, pero sabía que era alguien muy importante para el hanyou. Incluso se afanó estúpidamente en arreglar la habitación huéspedes para él.

    Tuvo la dicha de encontrarse con un pequeño roedor, suerte la de ella que no era como las otras chicas, lo que hizo, perseguir al animalito hasta que se escondió en el tejado, un poco más y destruye la habitación, lo le importó. Hubiese estado más que dichosa a hacerlo y obligarle a Inuyasha que lo acomodara. Lo chistoso es que no tenía idea de por qué le molestaba.

    ―¡Kagome!.

    ―¡Ya voy!―contestó llevando su bolso amarillo de campaña.

    Bajó los escalones de a brincos y frenó de golpe al ver a su hermanito al final de la escalera.

    ―¿Qué sucede Souta?.

    ―Es que orejas de perro me prometió que hoy me enseñaría a defenderme―rezongó haciendo un puchero.

    ―¿Enserio?―*¿Orejas de perro?...vaya Inuyasha tiene apodo*―Pues Souta, no sé. Puede ser que venga.

    ―Pe…pero él.

    ―Chss. Tranquilo no llores, veré si lo puedo traer―Le guiñó un ojo y el crío asintió feliz.

    Miraba el camino a través del vidrio de la buseta. Sus amigas la invitaron ese fin de semana a realizar una excursión. Sango la encabezaba, de esta seguía Ayame. Los chicos, bueno Miroku estaba donde Sango y Kouga, él era otra cosa, lo tenía como garrapata, de nuevo. En definitiva le hacía falta Inuyasha, si quiera para pelear.

    ―¡Libidinoso!―Paff, se escuchó la cachetada de siempre.

    Una risas se escaparon en cuanto esto pasó, era tan típico.

    ―Higurashi ¿esto es siempre?―cuestionó Houjo, que estaba allí demás, según los otros, pero Kagome lo había invitado y, eso era por ella. Después venía el golpe, los elites, la academia, los purificadores… la verdad.

    ―La verdad, sucede más a menudo de lo que ves―corroboró sonriendo.

    ―Ya veo...ah, Perdón ¿ah?―El chico se sorprendió, pensó que habían chocado y por eso el movimiento pero en realidad le habían empujado, para ocupar su lugar cerca de la chica.

    ―Ups…no te vi crío―se excusó el hanyou, mientras la chica le taladraba con la mirada.

    Un silencio incómodo se presentó en el grupo. Uno que duró hasta que bajaron del bus, caminaron un poco y alguien, pues, no soportó.

    ―¡Ay, carajo!...Miren, ustedes dos―dijo Sango señalándolos.―Arreglan el problema que tenga, o tú Inuyasha te vas, aquí nadie te invitó y menos sino cumples con tu deber―Tomó aire.―¡Maduras o no sé! Y Kagome…¡No seas tan drástica ni que fuera qué!..¿¡El rey de Inglaterra!?.

    Sango se fue pisando fuerte hecha toda una furia. Miroku fue tras ella, con un riesgo por delante, ser golpeado. Ayame suspiró, pero entendió y los siguió, arrastrando a Kouga contra su voluntad. Houjo, bueno él quería quedarse, pero vio la furia en ambas miradas y decidió irse.

    Kagome cortó la lucha de miradas que tenían, sujetó su bolso pero Inuyasha se lo quitó de las manos y fue por un camino distinto. Le gritó que parara, pero no le hizo caso, por lo que, tuvo que correr detrás de él para recuperar su gran morral amarillo. Chocó contra Inuyasha en cuanto este se detuvo en un claro, cercano a una cueva.

    ―Serás idiota―maldijo en cuanto cayó de bruces al suelo.

    ―Lo seré. Pero da igual, hay algo que te tengo que decir, y espero me escuches bien―dijo serio. La chica se sonrojó, quizás sus pensamientos fueron a otro lado cuando le escuchó hablar tan serio.

    ―Habla.

    ―Primero siéntate―así lo hizo y él le acompañó.―Antes quisiera que no te pongas histérica, y que me escuches. Lo diré una sola vez.

    ―Claro, pero que no sea una locura, ni que se fuera a acabar el mundo o que el mal lo domine―rió. Él le vio con una ceja alzada, estaba demasiado cerca, aunque fuese en broma.

    ―Primero. El instituto Shikon es sólo una farsa, si enseña y toda la cosa, pero es una fachada para lo que de verdad sucede. No sólo existen humanos, tú y yo somos prueba de ello, en tu caso es difícil, pero eso es después.

    ―¿Y eso qué?.

    ―Dije que no me interrumpieras―regañó.―Bueno, continuo. Desde hace quinientos años existe una organización, una que se encarga de mantener a los demonios a raya, es como la policía pero a gran escala, es técnicamente secreta, sólo lo saben familias y sus generaciones. AST, o Academia Shikon no Tama―le vio incrédula.―Si, bueno mi padre no es muy creativo.

    ―Okey, pero eso…¡Un momento!¿Tu padre, el rector?¿Esto que tiene que ver?.

    ―Mucho. Mi padre tiene setecientos años, ha visto muchas cosas y también Sesshomaru no es que a él le agrade proteger humanos, pero se lleva en la sangre. Esta cosa, secta o como quieras llamarle tiene que ver mucho con lo mítico, la leyenda del perro sagrado, mi padre, las guerras entre demonios y humanos, todo es cierto, el asunto es que se deja como leyendas pero...

    ―Las leyendas siempre son verdad―completó. No quería creerlo pero era así.

    ―Es simple. En la academia hay una serie de aspectos que la rigen, por ejemplo. Se trabaja en equipos de cuatro o cinco, simple para purificadores, están los elites, ósea, Dante, Miroku, Sango y pues, yo. También Bankotsu, y sus dos hermanos, mi padre y Sesshomaru. Son nueve, el asunto es que se trabaja de dos, mi anterior compañera estaba muerta.

    >>Digo estaba porque es la chica que traje el otro día, eso fue hace cincuenta años y bueno es un asunto extraño. El punto es que cuando te atacaron buscaban una llave, una que sirve para desatar un poder que mi madre selló antes de morir. Tú la tienes, pero no sabes de ella. Ni nadie―guiñó el ojo.―Según Dante, que es localizador, tu eres mi nueva compañera, permanente, es algo del destino o un disparate de esos. Te tenemos que entrenar, preparar para las batallas a muerte, guerra, ver gente muerta, misiones, ser espía y bueno de todo un poco.

    ―¡¿Qué?!, me estás diciendo que todos los mis amigos pertenecen a está cosa, y yo, que yo, tengo que formar parte de eso..y, y..ahs no entiendo nada―refunfuñó entre gritos.

    ―Te dije que no te pusieras histérica. ¿Sabes cuantos dan por pertenecer a esta academia y sólo unos poco pueden?―espetó.

    ―No lo sé―musitó.―Es que ¿por qué nadie me dijo?.

    ―Bueno, era por tu seguridad, después de lo que pasó, las cosas no estaban bien para decirte todo esto, y ahora es que falta pero, es un adelanto.

    ―Todavía no me la creo. ¿Tan importante soy?.

    ―Lo eres, no por ser así, sólo por ser tú, eres importante―*Para mi*, pensó el chico.
    Estuvieron una rato en silencio y sonrojados. Un sonido les alertó, el hanyou se levantó y agazapó delante de la chica como en defensa. Lo que sonaba a caballos galopando se acercó rápidamente.

    ―Tranquila―le susurró en el oído.

    Un aullido se escuchó, seguido de una ráfaga de viento que los movió un poco de su sitio, la chica se sujetó la falda y el chico sólo se quejó.

    ―Vaya bestia, menos mal que le dijiste―sonrió un poco el lobo mirando a la chica. Se agachó para hablar con sus camaradas.

    ―¿Kouga también?.

    ―¿Eh?. Ah sí, sólo que él es un purificador, no elite. También Ayame y Houjo, bueno el bobo ese está a prueba, no sabe nada de ti, así que no hay problema.

    ―¿No lo hay?. Serás imbécil, menos mal que estoy al aire libre sino ya me hubiese desmayado, idiota―gritó.

    ―¡Deja de gritar y ponerte histérica, no puedo creer que tenga que soportarte hasta quien sabe cuando!.

    ―Si eso te molesta, bien. Acepto, seré tu compañera, para obstinarte―le sacó al 0lengua sin poder evitarlo.

    ―Los planes no funcionan si los anuncias.

    ―¡Cállense!, son tal para cual. Perdón Chucho verdad que tienes a tu ex.

    ―Tú…

    ―Olvídalo. ¿Qué sucede Kouga?.

    ―Al fin alguien cuerdo. No debes saber mucho, pero mis chicos me dijeron que InuNo y Dante llaman, los demás ya están allí. Así que vamos―dijo enseñándoles el camino.

    Kagome se le puso al lado, caminando a la par del demonio lobo, junto con los lobos a sus pies. Inuyasha fue más atrás, refunfuñando.

    Siguió caminado cerca de los que encabezaban la marcha. Se sumió en sus pensamientos. <<La amas y no te das cuenta, ¿y yo?>> le había dicho Kikyo antes de irse al bus. Las cosas eran feas y él no sabía qué carajo sentía. Si su flor lo quería hacer sentir culpable, el plan le estaba resultando de maravilla.

    =================
    N/A: COmo lo debido es deuda alli está el capi, espero haya llenado espectativas...
    EDITO: Espero pots..que no sean borrados..chicas, sean más epecíficas..que les gustó que no, si vieron un error y cosas asi...Sayo
     
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    Bien, reabrí el tema por solo avisar.
    Diganme irresponsable, amala o lo que sea.
    Pero, asi es y será.
    Tengo qeu trabajar el fic desde cero, por lo cual modificaré cosas que acá no las necesito y agragaré otras.
    Con lo que digo que, el fic seá cerrado y técnicamanete abandonado.
    Haré otro "mejorado" por decirlo asi...
    Lo siento.
     
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