No se puede escapar del pasado... Quién soy realmente?

Re: No se puede escapar del pasado... Quién soy realmente?

oli ^^

como les prometi aki traigo la conti, luego de los 7 post...
este capi va dedicado a Rosa-chan, Puga-chan, Kotono-chan, Inu-kun, Athena-chan y Meli-chan =)
espero k les guste ^^



CAPITULO 17
EL DESTIERRO DE UNA PRINCESA

Se produjo un incómodo silencio... Todos conocían la gran responsabilidad que recaía en Kagome... Una responsabilidad que lamentablemente no podía evadir, ya que fue su destino quién se la impuso. El silencio fue interrumpido por la voz de la chica.

- Y quienes son mis padres?

- No sé si sea el mejor momento para decírtelo... – balbuceó la anciana

- Ya es hora... Ella necesita entender lo que pasó. – habló la chica de chocolatados ojos

- Bien... yo te contaré lo que pasó... no, mejor te lo mostraré- Barlys abre los brazos y una luz dorada los envuelve a todos y los lleva de vuelta al pasado....

***​

​

En medio de un frondoso y extenso bosque, un gran reino brillaba bajo los rayos del Sol. Tras unos muros altos y una enorme puerta protegidos por algo más que humanos, se encontraba el reconocido reino del Sengoku, famoso por el poder sobrenatural de sus reyes. En medio del reino se encontraba el castillo: enorme, majestuoso, impenetrable. Sus muros irradiaban una luz blanca y pura, su cercanía otorgaba seguridad y sus soberanos transmitían una extraña calidez a los corazones de sus súbditos… En una de las muchas torres, se encuentra una hermosa habitación, de tonos pasteles, en el centro de encuentra una cómoda cama con varios doseles y en medio del mar de almohadones se ve una larga cabellera negra. De pronto dos individuos irrumpen en la habitación. Eran un hombre y una mujer, el hombre tenía cortos cabellos negros, ojos azules, piel clara; vestía un traje como el de los zares de la Rusia Imperial, una larga capa de terciopelo y sobre su cabeza descansaba una lujosa corona dorada. El otro individuo era una hermosa mujer de cabellos ondulados y castaños, tenía una mirada cálida, sus ojos eran marrones y su tez bronceada, llevaba puesto un elegante vestido blanco de bordes azules y dorados, sobre su ondulaba cabellera descansa una hermosa corona. Eran los reyes del Sengoku.

-Midoriko, hija, ya para de llorar – la consola el rey

- Stephano, déjame hablar con ella – le aconsejó la reina a su esposo

- Esta bien Elizabeth... Puedo confiar en ti

-Claro ^^ -se dan un lindo beso y luego el Rey Stephano se va

Midoriko se levanta de su cama y abraza a su madre entre sollozos. Sus esmeraldas ojos parecía fatigados de tanto llorar, el color de sus mejillas la había abandonado…

-:Mi niña ,no me gusta verte así. – se entristeció la reina

- Y cómo quieres que esté?!?! – quejó Midoriko

- Hija, tú eres una princesa y es tu deber casarte en tu próximo cumpleaños.

- Pero sólo me quedan 2 meses!! Además no amo a ninguno de los pretendientes…

- Pero mi pequeña, son muy guapos...A ver...- la reina cerró los ojos y comenzó a recordar a los aspirantes a pretender a su hija - está el Príncipe del Lepron Medloc, Inutaisho, el príncipe del Lepron Wolf, Thundom, el príncipe del Lepron Naragthe, Onigumo y ... –su voz se vuelve sombría- el príncipe de Lepron Retnoç, Zagnemlu...

- Zagnemlu?!?! Ese maldito traidor?!?! – su voz se cargó de cólera

- Lamento decirte que sí... El príncipe Zagnemlu es uno de tus pretendientes... Y si no escoges a uno para tu cumpleaños, deberán enfrentarse todos en combate y lo más probable es que el príncipe Zagnemlu gane... ya que el príncipe Inutaisho se encuentra muy herido y los otros dos no son tan poderosos –le dedica una tierna y dolorida mirada a su hija- no sabes cómo lamento hacerte pasar por esto – se va de la habitación.

La princesa Midoriko se dejó caer sobre su cama. Odiaba su situación, ella no quería casarse... Maldecía el compromiso que los antiguos reyes del Sengoku aceptaron tiempo atrás: Para que las batallas entre humanos y youkais cesaran, todas las princesas no comprometidas hasta al cumplir los 20 años, debían desposarse con alguno de los príncipes solteros de los reinos vecinos... Ahora era el turno de Midoriko

- No lo haré!-exclama entre dientes.

Rápidamente la princesa se quita su ajustada bata de seda y recoge sus negros cabellos en una elegante cola de caballo. Se viste con su traje de sacerdotisa y su acostumbrada armadura. Reúne todo lo que le sería indispensable: comida, ropa, pergaminos sagrados y un par de hermosos aretes con una gema verde. Prepara su equipaje en un bolso de mimbre y descuelga una sábana por su balcón. Al caer la noche envaina su katana y huye del castillo descolgándose por la sábana y se introduce entre la niebla del bosque...

Vagó por muchos días, hasta encontrar una abandonada cabaña en medio de un hermoso claro, al lado de un cristalino arroyo... Decidió que ese sería su nuevo hogar, después de examinar y limpiar la cabaña, se dirigió al bosque a dar un paseo. De pronto escucha un leve gruñido, se encamina hacia el lugar del cual provino, desenvaina su katana lentamente y retira los matorrales que cubren al autor de los aullidos... Descubre con sorpresa a un lastimado youkai de piel y cabellos dorados. Presentaba un terrible herida en su abdomen, de la cuál le sangre emanaba a borbotones, el apuesto joven (no aparenta más de 25 años ) jadeaba exhausto. La princesa sintió unas ganas irrefrenables de ayudarlo, lo llevó a rastras hasta la cabaña y allí hizo todo lo que pudo para salvarlo... A la mañana siguiente, el dorado youkai abre lentamente los ojos, dejando ver cuan negros eran, luego se sorprende al ver a una hermosa joven descansando sobre su pecho desnudo. La princesa se despierta y una enorme felicidad se apodera de su ser al descubrir que pudo salvar la vida de aquél guapo youkai.

- Me alegro de que ya se encuentre bien... mi nombre es Midoriko.

Midoriko... es un hermoso nombre... Yo soy Trenkem – en los labios del youkai se dibuja una tierna sonrisa.

Inmediatamente la princesa y el youkai sintieron una profunda atracción el uno por el otro... Sólo que ignoraban las desgracias que les guardaba el futuro...

​

***​

Todos regresaron a su tiempo, Barlys parecía dolido, al igual que el pequeño Shippou, sin embargo Kagome se mostraba feliz... Ahora conocía a sus padres!!! Era la princesa de un poderoso reino!!!

- No te emociones... – le recomendó la pequeña Lin -Por ser una princesa, debes acatar el pacto hecho años atrás...

En ese momento toda la felicidad de Kagome se vino abajo y sintió cómo si el suelo se resquebrajase a sus pies... Era verdad... Ella debería casarse con algunos de los hijos de los antiguos reyes...

CONTINUARA…


k tal???
plis dejen sus comentarios =)
la repu es bien recibida xD


la proxima conti la pongo a los 10 post, porque esta semana se me vienen los exámenes finales y no tendré mucho tiempo libre ToT

~kyros~