No querrás quedarte solo

Re: No querrás quedarte solo

Hooooooooooolaaaaaaaaaaa y ¡holitaaaaaaaaaaaa!!
Aquí volvemos después de tanto tiempo con otro capi de este inquietante ff.
Lamentamos habernos tardado tanto en poner conti, pero para nosotras es muy dificil coordinarnos teniendo en nuestra posesion entre 4 y 5 ff cada una.
Esperamos que no nos tardemos tanto para los próximos.
Allá vamos.

Cap. 8 Lágrimas de nostalgia


-¿Estáis de acuerdo con ir a la biblioteca mañana temprano? – preguntó Tezuka intentando cambiar de tema para evitar que el sonrojo se apoderara otra vez de su blanco rostro.

La mayoría de los asistentes asintieron con la cabeza, Kikumaru dudó un poco, pero como no quería ser el miedoso del equipo aceptó finalmente.

- Fshhhhh, yo creo que no sería muy prudente que fuéramos todos juntos – comentó Kaidoh.

- Si nos repartimos en dos grupos tenemos más posibilidades de sobrevivir, no seremos una presa tan llamativa para esas criaturas – intervino Tachibana.

- Estos dos tienen razón, además si un grupo falla en su objetivo siempre tendremos otra oportunidad – afirmó May.

- Es una misión muy arriesgada… ¿no hay la posibilidad de quedarse? – dijo la asustadiza Sakuno.

- No vamos a obligar a nadie a ir si no os sentís preparados – habló Tezuka muy comprensivo, pero sin perder su seriedad.

- Gracias – dijo Sakuno un poco más tranquila.

- Shishido, tú no vas a ir porque estas herido, así que te quedarás al mando de todos los que estarán aquí – ordeno Tezuka.

- De acuerdo – aceptó resignado.

- Sydney tampoco irá – intervino Amy por primera vez en la conversación.

- ¿Pero porque no? Yo quiero ir – se quejó su hermana menor.

- Porque eres demasiado joven – se justificó Amy mirando a Sydney con mucha seriedad.

- ¡Solo soy una año menor que tú! – exclamó Sydney indignada.

- No voy a permitir que tú también mueras ahí fuera – gritó cogiéndola de los hombros y agitándola.

- Yo no soy un niño indefenso como lo era él – dijo Sydney enfurecida.
- ¡No hables así de él! – gritó Amy fuera de si abofeteando fuertemente a su hermana.

Sydney se quedó un instante con los ojos muy abiertos, sujetándose con la mano su mejilla herida, mientras asimilaba todo lo que había pasado tan rápidamente.

- No eres la única que está sufriendo ¿sabes? – dijo Sydney antes de salir corriendo de la habitación mientras intentaba controlar las lágrimas que se agolpaban en sus ojos.

Los demás no se habían atrevido a intervenir en la discusión de las dos hermanas, solo observaban en silencio sin saber como actuar.

Amy se quedó de pie mirando hacia la puerta por la que se hermana acababa de salir
con ambos puños cerrados y temblando de la rabia. Cuando logró calmarse y controlar aquel temblor de sus manos, salió en busca de Sydney.

- Sydney vamos, vuelve, perdóname, no debí golpearte, pero vuelve – pedía una y otra vez Amy mientras la buscaba por todas las habitaciones de la casa.

Sintió pasos detrás de ella y esperanzada se giró esperando encontrar a su hermana, pero solamente se encontró con Kikumaru.

- Amy, ya se donde está, no te preocupes yo me ocupo de calmarla – le dijo el pelirrojo.

- No, tengo que hablar yo con ella, dime donde está – exigió con seriedad.

- Será mejor que tú no hables con ella, las cosas terminarían poniéndose peor, confía en mí, por favor – pidió Kikumaru.

- Está bien, lárgate – le ordenó empujándolo fuera de la habitación donde se encontraban.

* K & L *​

Kikumaru no se había alejado ni dos pasos de la habitación cuando sintió un fuerte golpe. Asomó la cabeza por la puerta y vio como Amy golpeaba con su puño la pared llena de rabia, quiso acercarse a ayudarla, pero vio que alguien más estaba en la habitación, así que decidió irse a buscar Sydney.

Subió las escaleras que se dirigían a la azotea y la pudo divisar sentada sobre una caja de madera. Se acercó a ella en silencio para no sobresaltarla con su presencia. Ella lloraba con desconsuelo, tapando su rostro con sus pálidas manos, intentando controlar aquel llanto sin resultado alguno.

Kikumaru se acercó a la muchacha por la espalda y la rodeó con sus brazos dulcemente. Ella al notar tan delicado contacto sobre su piel supo al instante de quien provenía. Acarició con dulzura aquellos brazos que la rodeaban, los apretó fuertemente contra su cuerpo para sentirlo mejor y lloró con todas sus fuerzas, descargando todo lo que llevaba en su interior, hasta que logró calmarse. En ese momento Kikumaru la soltó y se puso delante de ella. Con la máxima delicadeza que pudo, le secó las lágrimas que aun resbalaban por sus ojos. Luego cogió una de las manos de ella y la aprisionó entre sus manos. Ella lo miró con algo de sorpresa en sus ojos, pues pudo ver que él también estaba llorando.

- Entiendo por lo que estas pasando, se que es duro perder a alguien cercano, pero no tenéis que enfadaros entre vosotras, sois hermanas y ahora deberías apoyaros como nunca – le dijo él sujetando todavía su mano.

- Lo se, pero es que últimamente me da muchas razones para que me enfade, ya no soy una niña y eso debería tenerlo en cuenta – dijo ella enfadándose de nuevo.

- Entiendo tu situación, pero comprende que ella solo quiere protegerte. Y sonríe que te ves mucho más bonita – dijo él besando la mano de Sydney.

- Gracias – dijo ella sonrojada mientras lo abrazaba con fuerza.

* K & L *​

Amy no dejaba de golpear aquella pared, furiosa consigo misma por todos los errores que estaba cometiendo aquellos días, por haber soltado en un descuido a aquel niño de sus manos, por no haber sabido ver el sufrimiento de su propia hermana, por no poder comprenderla, por haber cambiado tanto su actitud, por haberse cerrado tanto en si misma, por… eran tantos los errores que no veía la luz al camino de su vida. Necesitaba urgentemente a alguien que la sacara de la oscuridad en la que se estaba sumergiendo, necesitaba a alguien que se convirtiera en su luz.

Sintió pasos detrás de ella y se iba a girar cuando alguien la tomó por la cintura, con un hábil movimiento logró que ella se girara y sin decir ni una sola palabra la abrazó. Ella estaba sorprendida, aquel chico no le había dejado ni un segundo para reaccionar, casi no la había dejado mirar su rostro, pero lo agradecía, pues si la hubiese dejado actuar antes de abrazarla seguramente él hubiese salido golpeado.

Ninguno de los dos articuló una sola palabra de ánimo, ni se miraron a los ojos, simplemente no hacía falta, el abrazo ya era suficiente para ambos.

Amy escondió su rostro en el pecho de él y lo abrazó con fuerza, descargando en aquel llanto descontrolado toda la rabia y el dolor que había estado guardando desde que empezó su lucha por la supervivencia en aquella horrible ciudad.

Ya había dejado de llorar, pero no separó su rostro de su pecho, su aroma la tranquilizaba mucho, además no quería encontrarse con aquel hombre que había logrado verla en el punto álgido de su debilidad, su orgullo no le permitía hacerlo.

Amy sintió unas manos que rozaban su rostro y le obligaban a mirar a los ojos al hombre que se había convertido en su refugio, la luz que tanto necesitaba, él era el muchacho que minutos antes había aparecido por la puerta y había fijado sus ojos en ella, él era Kippei Tachibana.

Su dulce mirada se clavó en los enrojecidos ojos de Amy, que buscaban desesperadamente huir de aquel contacto visual, sin obtenerlo, pues él con sus manos no se lo permitía.

- Te… odio – le dijo ella.

- ¿Y eso porque? – preguntó él divertido.

- Porque me has hecho llorar, y nadie hace llorar a Amy Cooper – dijo ella alejándose de él.

- Lo tendré en cuenta la próxima vez – dijo sonriendo – aunque no dudaría en volverlo a hacer.

- ¿Y eso porque? – preguntó Amy.

- Porque así podría tenerte cerca más veces – respondió él riéndose.

- Calla – espetó ella dándole la espalda escondiendo la risa que le había provocado el muchacho con ese comentario.

* K & L *​

​

Cuando las cosas estuvieron solucionadas entre las hermanas Cooper, la tarea de organizarse fue mucho más rápida y sencilla. Decidieron dividirse en dos grupos, el primero estaría encabezado por Tezuka Kunimitsu. Sus integrantes serían Kaoru Kaidoh, Hikaru Fujiwara, May Atobe, Kikumaru Eiji, Sydney Cooper y Amy Cooper. El segundo grupo estaría capitaneado por Arisa Baisotei y estaría compuesto por Takeshi Momoshiro, Kippei Tachibana, Ryoma Echizen y Kaori Oshitari. Riou Shishido y Sakuno Ryuuzaki no formarían parte de ningún grupo y por tanto se quedarían en la vivienda.

- Mi grupo saldrá a las nueve horas treinta minutos exactamente, ni un minuto antes ni un minuto después. Todos iréis armados, sin excepción. Nadie irá en solitario, así que nos dividiremos en parejas o grupos de tres. Si desobedecéis alguna de estas ordenes tened bien claro que la muerte será vuestra única opción ahí fuera ¿queda claro? – explicó Tezuka mirando a cada uno de sus compañeros de investigación.

- Claro que sí, hoi hoi – gritó entusiasta Kikumaru – Yo voy con Sydney – añadió cogiendo del brazo a la nombrada anteriormente.

- Si, como tu quieras- dijo Sydney completamente sonrojada por la proximidad de Kikumaru.

Amy lanzó una mirada asesina a Kikumaru que soltó tan rápido como pudo a Sydney. Otra mirada asesina se produjo en la escena, esta vez era de Sydney hacia su hermana.

- Bueno ya nos distribuiremos cuando lleguemos allí – dijo Tezuka.

- Fshhhhhhh sois muy molestos – comentó Kaidoh.

- El segundo grupo solo saldrá de esta casa en caso de que en una media hora nosotros no demos señales de vida ¿entendido? – ordenó Kunimitsu muy autoritario.

- Como no, Kuni – dijo Arisa con su habitual tono pícaro.

- Vámonos – dijo cortante Tezuka ignorando la respuesta de Arisa.

- Salgamos ya, Kuni- dijo May imitando el tono pícaro de Arisa.


Esperamos que os haya gustado.
¿Que pasará en la biblioteca?
¿Que desafortunados y sangrientos sucesos acontecerán a nuestros heroes?
¿El segundo grupo se verá obligado a hacer acto de presencia?
¿Aparecerán más supervivientes?
¿Arisa dejará de hablarle con voz seductora a Tezuka?
¿Dejaran de lanzarse miradas asesinas las hermanas Cooper?
Eso lo sabremos en el próximo capi.
Cuidaos
Adioooooooooooós y ¡adiositoooooooooo!!

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