No querrás quedarte solo

Re: No querrás quedarte solo

Hoooooooooolaaaaaaaaaa y ¡holitaaaaaaaaaaaaaa!!!
Bueno después de un largo tiempo si vernos volvemos con otro capi, pero no es tan espeluznante como los demás.
De todas formas esperamos que os guste.
Allá vamos.



Cap 6. Más supervivientes


Cuando el sol apareció en el horizonte se sintieron unos tímidos golpes en la puerta, Ryoma que era el que estaba más cerca de la puerta en ese momento, se separó de Sakuno y se fue directamente a la puerta. Tezuka y los demás no tardaron en aparecer, incluso Kaoru se vio movido por la curiosidad.

Tezuka le dio luz verde a Ryoma para que abriera la puerta y este procedió. El muchacho ojiámbar no terminó de abrir la puerta cuando se encontró unos brazos que lo rodearon en un fuerte abrazo. Ryoma fijó su mirada en aquella persona y la reconoció al instante.

-Sydney, que bueno volverte a ver- dijo Ryoma con una calida sonrisa.

-Ryoma, te echamos de menos- dijo esta llorando de felicidad sin soltar a Ryoma.

Sydney soltó a Ryoma dejando paso a las demás personas que la acompañaban. Detrás de ella entró su hermana Amy, ésta lucía mucho más seria y fría que la primera vez que la vio. Ryoma iba a abrazarla también, pero ella solo le dio la mano amistosamente.

-¿Estas bien?- preguntó el peliverde preocupado.

-No- respondió Amy pasando por su lado casi sin mirarlo.

Ryoma estaba dispuesto a volver a preguntarle, pero Sydney se acercó de nuevo a él impidiéndoselo.

-Las cosas han cambiado mucho Ryoma, después te cuento- le susurró ella.

Detrás de ellas entró en la casa una chica de largo cabello ondulado color rubio-ceniza, de ojos color ámbar y bastante voluptuosa. Debía rondar la veintena de años y no podía negarse su belleza.

-Kunimitsu veo que estas muy bien acompañado- dijo ésta con una sonrisa pícara mirando a los chicos.

-Baisotei, bienvenida- dijo seriamente Tezuka.

Detrás de ella entraron dos chicas más. Una de ellas de cabello pelirrojo por los hombros, de ojos color verde y bastante alta y delgada. La otra chica tenía el cabello azulino y unos ojos violetas con una expresión íntimamente tierna. Ambas debían tener unos dieciocho años.

-Nosotras somos Hikaru Fujiwara- se presentó la pelirroja.

-Y Kaori Oshitari- se presentó la peliazul.

Las cinco muchachas entraron en la casa. Los chicos se fijaron en los ropajes de las muchachas, estaban todos manchados de sangre.

-Arisa ¿os han atacado las criaturas?- preguntó preocupado Tezuka.

-No, estas heridas nos las hemos hecho al huir- dijo Arisa acercándose a Tezuka.

-Deberíais cambiaros de ropa, la sangre los atraerá- sugirió Tezuka.

-Lo que pasa es que quieres verme sin ropa, pillín- dijo Arisa guiñándole un ojo al joven científico.

Los demás se rieron abiertamente ante tal comentario, a excepción de Amy que parecía ausente y Tezuka que no pudo controlar el sonrojo que emergió en su pálida tez.

-Fshhhhh deberíamos dejar de perder el tiempo, las criaturas no tardaran en detectarlas- intervino Kaidoh.

-Tiene razón- añadió Hikaru brindándole una sonrisa a Kaoru.

-Pero no tenemos ropa para cambiarnos- añadió Sydney.

-Tengo algo de ropa que puedo prestaros de mi ex-novia- dijo Tezuka- Seguidme- les indicó.

Las chicas lo siguieron sin rechistar, subieron las escaleras, pero se detuvieron al ver a Sakuno que salía de la sala de estar un tanto confundida.

-Sakuno que bien que despiertas, ven con nosotros tienes que cambiarte- le indicó Tezuka a la muchacha.

Sakuno se unió al grupo. Arisa se acercó a Tezuka.

-¿La ex-novia de la que hablas es la bailarina de strip tease?- preguntó con curiosidad Arisa.

-Si ¿algún problema?- preguntó éste alzando una ceja.

-Yo no pienso ponerme nada que haya pertenecido a esa guarra- dijo Arisa con evidente enfado cruzándose de brazos.

-Pues entonces ve desnuda, así podré verte como tu querías- comentó Tezuka con una mirada pícara.

-Tezuka eres...idiota- dijo ella dándole la espalda a Tezuka evidentemente molesta por su comentario.

Tezuka sonrió victorioso, le encantaba molestarla de esa manera, igual que ella disfrutaba molestándolo a él.

-¿Tezuka no es cierto eso de que tu ex-novia era bailarina de strip tease verdad?- preguntó la inocente Sydney un poco asustada por el comentario de Arisa.

Tezuka no pudo reprimir más su risa y se rió de la cara de asustada de la más joven de las muchachas.

Tezuka dejó a las chicas que se cambiaran y se fue con los otros compañeros. Cuando las chicas bajaron se hicieron ciertas las sospechas sobre la ocupación de la ex-novia del joven científico, pues las prendas que estas llevaban ahora no dejaban mucho a la imaginación.

-Veo que esto no va a ser tan aburrido como creía- dijo Momo mirando con una sonrisa picara en su rostro a cada una de las muchachas.

-¿Tezuka no tienes nada más? Con esto se me ve todo- se quejó Hikaru.

Ante este comentario Kaidoh miró a la muchacha. Hikaru llevaba una escotada camiseta que dejaba a la vista su vientre y una mini falda muy corta que dejaba a la vista sus largas piernas. Kaidoh sonrió pues la muchacha lo atraía. Hikaru que se percató de esto no pudo controlar el sonrojo que se apoderó de su rostro.

Kikumaru miraba sonrojado a Sydney, sin entender porque no podía dejar de mirarla. Sydney por su parte se escondía tras su hermana, estaba pasando una vergüenza muy grande con tan poca ropa encima.

-Sidney estas muy linda- dijo Kikumaru sonrojándose todavía más.

-Gracias- respondió ella tornando su rostro de un intenso color rojo carmesí-

Ryoma no decía nada, se había quedado demasiado sorprendido con la belleza que desprendía ahora Sakuno.

-Estarás contento Kunimitsu- dijo Arisa acercándose a él.

-Más de lo que pensaba- dijo Tezuka mirándola de arriba a abajo.

Kaori se había separado del grupo e inspeccionaba la casa. Entró en una habitación y se encontró tumbado a Rioh Shishido, medio dormido. Se acercó a él llena de curiosidad intentando no hacer ruido para no despertarlo, algo imposible pues éste tenía buen oído y la escuchó solo poner un pie en la habitación. Shishido abrió lentamente los ojos para encontrarse ante él la bella figura de la peliazul.

-¿Estoy viendo un ángel?- preguntó éste débilmente.

-No, soy Kaori- dijo ella soltando una dulce sonrisa.


Cuando Ryoma logró salir de su asombro se fijó en Amy, ella seguía seria, fría e inmutable, no parecía estar consciente, su mirada estaba totalmente perdida. El muchacho se acercó a Sydney, necesitaba respuestas y no quería esperar más tiempo.

-Necesito hablar contigo- le dijo éste con seriedad.

-Vamos a otro lugar- dijo Sydney conociendo de sobras el tema del que quería hablar Ryoma.

Ryoma y Sydney se fueron a la cocina que en aquellos momentos estaba vacía, cerraron la puerta para evitar ser escuchados.

Sydney estaba muy seria, demasiado, así que Amy debías estar pasando por algo muy complicado para que su hermana estuviera así.

-¿Qué pasó?- preguntó Ryoma muy preocupado.

-Ryoma ¿te acuerdas cuando nos vimos la primera vez que Amy cargaba con un niño?- Ryoma asintió con la cabeza- En el momento en el que Amy lo cogió en brazos se prometió a si misma proteger al niño con su propia vida- Sydney paró de nuevo, parecía que le costara expresar aquello, para ella también era muy duro explicarlo- Cuando estábamos huyendo llegamos a una calle llena de gente y allí Amy perdió al niño, estuvimos buscándolo, nos arriesgamos a que esas horribles criaturas nos mataran- explicó Sydney con temblor en su voz.

Ryoma permanecía callado escuchando con atención lo que Sydney le contaba.

-Pero no lo encontramos y Amy se deprimió mucho, no quería rendirse y fue capaz de salir de noche para buscarlo, si no llega a ser por esas chicas que la encontraron ahora mismo no se que le hubiese pasado a mi hermana- dijo Sydney llorando amargamente.

-No te preocupes lo importante es que esté viva- dijo Ryoma abrazándola.

-Lo se, pero es que parece que no lo esté. No reacciona y apenas dice más de dos palabras. Me tiene muy preocupada. No quiero que esté así. Es mi hermana y no quiero perderla- dijo Sydney llorando con más fuerza.

-Pero no es su culpa que el niño desapareciera, ella hizo todo lo posible por salvarlo, no debería ponerse así- dijo Ryoma consolando a la muchacha.

-Pero ella se auto culpa de la perdida del niño, no se da cuenta de la verdad he intentado decirle que quizás el niño aun sigue vivo, que quizás se salvó…- empezó a decir Sydney antes de ser interrumpida por Ryoma.

-Lo siento, vi al niño, las criaturas lograron terminar con su vida- le comunicó tristemente Ryoma.

-No se lo digas si no se pondrá peor - dijo ella intentando serenarse.

-Lo se, lo único que podemos hacer ahora es darle nuestro apoyo- dijo Ryoma- No te preocupes ya verás como todo se soluciona.

-Gracias- contestó Sydney.

Los dos salieron de la cocina y volvieron a la sala de estar donde se encontraban reunidos la mayoría de sus compañeros.

Todo estaba en silencio, un silencio un tanto incomodo, cuando de repente se escucharon disparos en el exterior de la casa. Todos los que se encontraban allí se acercaron rápidamente a las ventanas. Fuera se podía divisar la silueta de una persona que caminaba con elegancia y tranquilidad por la calle infestada de monstruos, armada únicamente con una pistola.



Esperamos que os haya gustado.
¿Quién será esa persona misteriosa que ha aparecido en el exterior de la casa?
¿Quedarán aun más supervivientes por descubrir dentro de la ciudad?
¿Tezuka y Arisa contarán como se conocieron?
¿Ryoma y Sydney lograrán que Amy vuelva a la normalidad?
¿Kikumaru y Sydney dejarán algún día de sonrojarse? (imposiblexD)
Todo esto y mucho más en el siguiente capi.
Aquí nos despedimos una loca y cruel, es decir yo, y la persona más dulce que he conocido en mi vida mi Sugar baby Luz de luna.xD
Cuidaos
Adiooooooooooooós o ¡adiositooooooooooooo!!!:rosa:

 

Re: No querrás quedarte solo

Hooooooooolaaaaaaaaa y ¡holitaaaaaaaaa!!!
Bueno aquí volvemos con otro capi.
Nos alegra que este ff vaya gustando y que lo sigais leyendo y sobretodo que nos dejeis esos maravillosos posts que nos suben el animo y nos dan las fuerzas para seguir adelante.
Bueno antes de que me ponga emotiva, voy a decir que este capi se lo dedico a May porque me ha estado persiguiendo para que pusiera la conti y se lo merece.
Allá vamos.


Cap. 7 Afortunados


La luz de la luna iluminó a la misteriosa figura dejando a la vista de todos los que estaban asomados en la ventana la silueta de una hermosa chica. Ella vestía con una minifalda, unas zapatillas deportivas y una camisa con un generoso escote que dejaba a la vista su vientre. Su cabellera azul-grisácea resbalaba con delicadeza por su espalda y la luz de la luna resbalaba tenuemente por su blanca piel otorgándole a la muchacha una sensualidad que no pasó desapercibida para los ojos de cierto ojivioleta.

La chica caminaba clavando sus ojos azules en la casa donde estaban refugiados los supervivientes. Parecía que no le importara para nada la cantidad de monstruos de piel rojiza que la estaban rodeando, es más, parecía que la divirtiera la situación por el brillo en su desafiante mirada.

-¿Quién es esa?- preguntó muy interesado Momo.

-¡No me lo puedo creer!- exclamó Hikaru sorprendida.

-¿Qué te pasa?- preguntó Sydney.

-La conozco, ella es May Atobe- dijo Hikaru aun sin poder salir de su asombro.

-Pues esa chica está loca, no se como se le ocurre salir a estas horas sola- dijo muy serio Tezuka- Si algo le pasa es cosa suya, no quiero que nadie salga de esta casa bajo ninguna circunstancia, no quiero que ninguno de vosotros os expongáis a la muerte- ordenó con seriedad mientras apartaba la vista de la ventana.

-Que duro eres Tezuka, no podemos dejarla morir, hoi hoi- dijo muy preocupado Kikumaru.

-Eso sería inhumano- dijo Momo con su mirada fija en la muchacha.

May seguía avanzando sin darle importancia alguna a que hubiera un monstruo que se acercara a ella a una velocidad alarmante.

-¿Pero que hace? ¿Por qué no se defiende?- preguntó alarmada Arisa.

-Fshhhhhhhhh está loca- comentó Kaidoh.

La criatura estaba a tan solo un metro de May cuando ella sin mirar siquiera a la criatura alzó su arma, apuntó y disparó, dando un golpe certero a su victima. Siguió avanzando con una sonrisa de satisfacción.

Parecía que las demás bestias se habían molestado al contemplar con sus ojos ensangrentados la ejecución de uno de ellos y se lanzaron a una velocidad de infarto hacia la muchacha. Ella sin alterarse sacó otra arma que llevaba en la cintura y empezó a disparar a cada una de las bestias acertando en cada uno de los disparos, pero por su mala se quedó sin balas.

-Parece que esto se pone complicado- dijo ella para si misma intentando controlar sus nervios.

Una criatura se lanzó sobre ella lanzándola al suelo, los amarillentos dientes de esta bestia rojiza estaban a punto de clavarse en el blanco cuello de la muchacha cuando se escuchó un fuerte disparo y el monstruo cayó muerto sobre la joven.

Como pudo May se quitó a la horrible criatura de encima y vio como un joven moreno de ojos violetas le tendía la mano para ayudarla a levantarse mientras con la otra mano sujetaba una pistola.

Otra criatura apareció rápidamente detrás de May, Momo estiró a la muchacha contra su cuerpo y la abrazó fuertemente a él con un brazo mientras que disparaba a la criatura antes de que llegara a tocarlos.

Los dos se quedaron mirándose a los ojos, con la respiración acelerada por la emoción de los sucesos, analizando las facciones de la persona que tenían delante sin decir ni una sola palabra, en aquel momento las palabras sobraban.

-¡Chicos dejad de hacer el tonto y entrad en la casa!- ordenó Tezuka entre furioso y preocupado desde la puerta del hogar.

Los dos se separaron y se dirigieron al hogar cuando repentinamente una criatura saltó desde el tejado de una de las casas impidiéndoles el paso mientras amenazaba con su afilada mandíbula a los dos sorprendidos muchachos. Ninguno de los dos podía decir palabra alguna, estaban demasiado atemorizados como para lograr decir algo con sentido, veían tan claramente su muerte en los ojos de aquella criatura que les era imposible articular una silaba.

Ambos cerraron los ojos esperando una muerte segura cuando se escuchó un sonido sordo. Abrieron rápidamente los ojos descubriendo el cadáver de la bestia de piel rojiza. Se escucharon un par de disparos más y al instante cayeron cerca de ellos dos bestias más que habían estado ocultas esperando para matarlos. May descubrió por la trayectoria de las balas de donde procedían los disparos, descubriendo así a otro superviviente más.

El autor de los disparos bajó rápidamente de la azotea de casa en la que se encontraba y se dirigió hacia la casa donde May y Momo lo estaban esperando junto a los demás supervivientes. Esta persona resultó ser un chico de unos diecinueve años, de pelo corto y moreno, y con un lunar en la frente.

-Gracias por ayudarnos- dijo Momo.

-Es todo un placer- dijo él entrando en la casa.

-¿Quién eres?- preguntó Sydney curiosa.

-Soy Kippei Tachibana- dijo él con una gran sonrisa.

-Ahora son momentos difíciles, tenemos que apoyarnos, así que podéis quedaros con nosotros el tiempo que haga falta- dijo Tezuka algo serio, pero con un deje de amabilidad en su voz.

-Gracias- dijo Tachibana.

-No pensaba quedarme, pero será interesante- dijo May mirando a Momo con descaro.

Kippei paseó sus ojos por la estancia encontrándose con las caras de los que ahora se convertirían en sus nuevos compañeros. Sus ojos se clavaron en los intensos y tristes ojos lilas de Amy que pese a estar mirándolo directamente a los ojos su mirada parecía estar perdida. La nostalgia y el dolor que reflejaba su mirada se clavaron en el corazón de Kippei.

-¿Quién es ella?- preguntó Kippei a la persona que estaba más cerca de él y que casualmente resultó ser Sydney.

-Es mi hermana, se llama Amy, aunque ahora mejor que no le digas nada- le comentó ella un poco triste.

-Entiendo, no lo habéis pasado nada bien ¿cierto?- preguntó preocupado Tachibana.

-No mucho, pero espero que todo se arregle- dijo ella regalándole una dulce sonrisa.

Para sorpresa de todos los presentes, Shishido apareció por la sala acompañado por Kaori que lo ayudaba a andar con mayor facilidad.

-Shishido no deberías moverte- aconsejó Tezuka- se te pueden saltar los puntos.

-He oído demasiado jaleo fuera y no quería quedarme al margen- dijo él muy animado.

-¿Quiénes son ellos?- preguntó Kaori intrigada.

-Ellos nos acompañaran de ahora en adelante, son May Atobe y Kippei Tachibana- comunicó Tezuka.

-Que bien- comentó Kaori contenta dejando a Rioh en un sillón.

-Tengo algo que comunicaros a todos y es importante- todos miraron a Tezuka intrigados esperando a que prosiguiera- Creo que deberíamos investigar más sobre los experimentos que dieron lugar a estas criaturas, si descubrimos que las creó, quizás encontremos el remedio para combatirlos.

-Pero ¿Cómo lo haremos? Si no recuerdo mal el laboratorio donde se hicieron estos experimentos estaba situado fuera de la ciudad- dijo Ryoma.

-Así es, pero algunos de los documentos se guardaron en la biblioteca, en una zona privada que era propiedad de la empresa donde se crearon esos monstruos- comunicó Arisa.

-¿Y tu como sabes todo eso?- preguntó Kaidoh.

-Baisotei trabajó conmigo durante un tiempo- respondió Tezuka.

-Y lo bien que nos lo pasamos juntos ¿verdad?- dijo ella con picardía.

-¿Estais de acuerdo con ir a la biblioteca mañana temprano?- preguntó Tezuka intentado cambiar de tema para evitar que el sonrojo se apoderara otra vez de su blanco rostro.


Bueno hasta aquí este capi.
Esperamos que os haya gustado.
¿Que encontraran en la biblioteca?
¿Podran vencer esa invasión de monstruos horribles?
¿El amor se hará un hueco en tan espeluznante ff?
¿Aparecerán más supervivientes? (Seguro que hay dos personitas que están rezando para que esta respuesta sea que si)
En los próximos capis nuevos supervivientes aparecerán ¿pero de que espeluznante y malvada forma?
Mientras seguimos planeando algo malvado para el siguiente capi os pedimos para que os prepareis, por lo que lo más sangriento viene ahora.
Nos vemos en el próximo capi.
Cuidaos.
Adioooooooooós y ¡adiositoooooooooooooooo!!!