One-shot de Pokémon - No proporcional

No proporcional

Título: No proporcional
Pareja: Harley/May
Summary: Un momento de su relacion.
Clasificación: K
Advertencias: No lo revisé, puede haber ooc. Es más, apuesto a que hay ooc. No me vayan a matar, es sólo un experimento de la nada mis dedos lo escribieron, juro que no tengo nada que ver. Nisiquiera pensé un buen titulo, pero carajo, si no lo publico, no mejoraré.
Tipo: Oneshot

Aquello era difícil y fácil a la vez, absurda y coherente también. A veces la besaba sin pensarlo y otras veces prefería ser besado. Le gustaba amarla y odiarla a la vez, celebrar en sus concursos y arruinarlos también. Sentir su enojo y su dulzura, su relación era tan abstracta que cuando quería vestirse de mujer la obligaba a ella a trajease de hombre, recibía excusas y negaciones, casi estaba acostumbrado a perder. Al menos, siempre con ella.

—Vamos a tomarnos un helado—le había dicho May, sonriendo. No hubo un beso de por medio.

—Mejor veamos una película—respondió. Tenían gustos diferentes, cualquiera dudaría si se aman o no. Cómo cuando viajaron a Isla Canela, él prefirió ver los concursos de modelaje y criticar los horribles bikinis de las chicas de la playa y la castaña viajar en un barco y tener un cena romántica. Hicieron las dos cosas.

—Ayer vimos una película—replicó—.Que por supuesto, no era película. Sólo un reportaje completo sobre la ropa de temporada.

— ¿Le pusiste atención? —Cuestionó peinando su cabello violeta— entonces no es necesario que te diga que tienes que comprar el vestido azul que favorecería el color de tus ojos.

May lo vio con molestia terminándose de poner el vestido negro que el mismísimo Harley escogió, el maldito vestido le sentaba demasiado bien.

—Hace mucho que no como un helado. Es un antojo—se acercó y le quitó el peine—.Me gusta más cuando no lo cepillas—ahora la cama parecía acogedora.

Le gustaba su cabello largo y morado, pero a él le gustaba el corto y castaño. Todavía quería ver una película, seguramente quisiera el helado.

Suspiraron a la vez. El ahora diseñador de moda y coordinador reprimió un grito berrinchudo y la coordinadora deseó un poco más de paciencia. Ambos odiaban no estar de acuerdo y detestaban estar de acuerdo, porque no era importante.

—Yo soy mejor que tú, en todo.

Habían dicho a la vez. Porque los dos querían ser mejor que el otro, él quería vencerla en los concursos, y ella en estilo. Porque ella era mujer y él un hombre.

— ¿Dijiste antojo? —cayó en cuenta.

—Sí, estoy embaraza.

—Comeremos helado, pero en la noche vemos el reportaje—Le pasó un hombro por la espalda, pronto no le quedaría ese vestido negro. Tal vez comenzaría a ver la ropa de embarazada.

—No quiero un nuevo guardarropa— lo conocía bastante bien. Le encantaba conocerlo de esa forma y maldecía casi todo el tiempo el mismo hecho.

—Descuida, ¡La ropa de embarazada es horrible! —sonrió sarcástico, lo bueno que sabia coser—. Por cierto guapa, felicidades.

Ella lo besó en la mejilla, él en la cabeza. No gustaba de dar espectáculos en la calle, pues prefería llamar la atención de otras mil maneras y May lo sabía.

—Esto me pondrá cursi—comentó mientras comía su helado de fresa. Observándolo con sus brillantes ojos añil.

—No soportaré a una mujer cursi que se pondrá gorda y le saldrán estrías—le hizo cosquillas en la barriga. Era mentira, lo sabía. Sería el primero en llegar con cremas y diferentes artículos para mujeres en cinta.

—Te amo—dijo ella.

—Yo también.

Ya se pelearían por el nombre del bebé.