La ciudad de Niiza es parte de la prefectura de Saitama En ella viven varios inmigrantes coreanos del reino de Silla; por ello la ciudad fue bautizada en su honor con los kanjis correspondientes, cambiando la fonética. Gobierno: Responden a los Fujita, líderes en Saitama. Pero su regente aun responde a su país natal, Corea. Locales: Shukusha Casa de Armamento Dojo Oyaji Herbolaria Clínica
El rol proviene de Mito Capítulo I 沈黙 Chinmoku - Silencio Llegaron por el río hacia las afueras de Niiza; al llegar, fueron recibidos por bandidos, pero lograron eliminarlos sin mayor problema, ganándose una monedas por ello. La ciudad se veía pequeña; pero tenía movimiento entre sus calles. Genichi se había incorporado junto con Masaharu; no estaban en la mejor de las condiciones, además de que estaban cansados por el reciente combate. Ninguno podía mirar a Hideyoshi a los ojos. Contenido oculto John Whitelocke
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Niiza: inmediaciones —No me han mirado a los ojos en todo este trayecto, sé que ha pasado mucho, y que han sufrido mucho como prisioneros. Pero el silencio no resolverá nada, ni la evasión de sus miradas—les dijo a Masaharu como a Genichi. Entendía que más allá de todo, el cansancio y el estado de todos no ameritaba otra cosa que una rápida visita a la clínica. —Sanemos nuestros cuerpos primero, tengo entendido que los coreanos tienen buenas técnicas medicinales. Contenido oculto: Destino Hacia la clínica
Tanto Genichi como Masaharu se miraron uno al otro, no dijeron nada; no levantaron la mirada. Tal vez, así era como todos veían a Hideyoshi después de lo sucedido en Mito; pero a su fortuna, ellos podían se atendidos prácticamente de inmediato. Clínica [Hideyoshi; Genichi; Masaharu] Llegaron a la clínica y los recibió una mujer con un semblante elegante. Contenido oculto Portaba ropa muy distinta a la suya; pero se presentó con un japonés algo burdo —Bienvenidos; mi nombre es Jung-Soo — hizo una simple reverencia para después acercarse a Genichi y Masaharu quienes eran los que evidentemente necesitaban las atenciones. —Por favor; siéntese mientras espera — dijo ante Hideyoshi regresando a Masaharu y Genichi; quienes miraban al suelo. Jung Soo, los llevó a unos asientos de paja los cuales en la parte superior tenían unas colchonetas; al sentarse allí, ambos relajaron los hombros. Un lujo. Uno que creyeron que jamás volverían a experimentar. Jung-Soo comenzó atendiendo heridas superficiales; y cuando les quitó la vieja ropa, tanto ella como Hideyoshi pudieron notar todo lo que habían estado soportando. Cortes de diferentes niveles de profundidad, moretones e incluso quemaduras. Jung-Soo revisó también sus rostros, y cuando tomó el mentón de Genichi para girarlo hacia ella; él separó con velocidad su rostro, no era vergüenza; fue un movimiento para escapar de un dolor agudo. Masaharu colocó su mano al hombro de Genichi; después miró a Jung-Soo y le señaló su mandíbula; ella se acercó, y cuando Masaharu abrió lentamente su boca; Jung-Soo dejó ir un suspiro; después se giró hacia Hideyoshi. —¿Usted les ha hecho esto? —preguntó preocupada —Si ellos son sus esclavos; sé que puedo pagar su libertad. Masaharu y Genichi se levantaron y negaron; miraron a Hideyoshi por primera vez en todo ese viaje; los ojos de Genichi se nublaron al instante, y lloró; un llanto mudo. Masaharu se acercó a Hideyoshi y le mostró el horror que Jung-Soo había visto; abrió su boca, faltaban varios de sus dientes y había mucha sangre seca; pero la ausencia de dientes era nimia comparada con su falta de lengua. Les habían cortado la lengua. Les habían quitado el privilegio de la voz.
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Niiza: clínica A pesar que sabía que algo no iba bien, pensó en un principio que se trataría de secuelas del cautiverio, de la guerra, de la tortura. Al fin de cuentas él también había sufrido secuelas psicológicas tras lo sucedido en Mito. Pero la verdad resultó ser peor a la esperada. No emitió un gesto claro de repulsión o desagrado, ni siquiera una mueca de tristeza. Simplemente lo aceptó. En el fondo sabía que nada podía ser tan bueno al final, pero el hecho de tenerlos allí con vida era ciertamente un balance positivo que no iba a permitir que se eclipsara por nada. —En Japón no tenemos la costumbre de esclavizar a nuestra gente. Esas son costumbres continentales—le respondió, cortante—. Y aunque fueran nuestras prácticas, ni así serían esclavos o súbditos. Son mis compañeros de armas, que han atravesado un penoso cautiverio a manos del enemigo. "No han muerto, por lo que pensé que les habrían intentado quitar información todo este tiempo. Pero... les han cercenado la posibilidad de hablar. Han estado amarrados. El enemigo simplemente practicó la tortura por el mero placer de ejercer la crueldad", reflexionó. —Sé que la han pasado muy mal—les habló—, pero hay que seguir adelante. Seguiremos hacia delante. El enemigo les ha quitado el habla, pero no la posibilidad de comunicarse o expresarse. Piénsenlo, hay otras formas y canales de comunicación entre los hombres. Por el momento leeré sus labios, así que harán la mímica de lo que quieran decir, el dolor menguará con el tiempo. También, y en la medida que dispongan de ratos libres, intenten aprender el arte de la escritura, verán cuánto mejor el hombre se comunica mediante símbolos que mediante sonidos, en algunos casos. Al fin y al cabo, a pesar de que no sería fácil, era necesario intentar animarlos y darles esperanza. —Nunca pierdan el deseo ni la voluntad de vivir.
Clínica [Hideyoshi; Genichi; Masaharu] Masaharu y Genichi miraron a Hideyoshi en cada palabra; comprimiendo sus gestos. Fue Genichi el primero en bajar la mirada; no en vergüenza, simplemente lo hizo para limpiarse el rostro en la manga sucia que tenía. Masaharu también tenía nublados los ojos pero no dejó que las lágrimas cayeran. Masaharu forzó sus movimientos con sus labios para lentamente poder expresarse. "Jamás" En el rostro de Masaharu se notaba que deseaba decir más; pero Hideyoshi podía verlo en sus ojos; él no había perdido jamás la esperanza; incluso se podía notar desde el momento que estaba en la celda, seguía atente, protegiendo a Genichi. Este último se mostraba mucho más afectado, temblaba mientras lloraba enmudecido, él no sólo había pasado por la misma tortura que Masaharu, también había perdido a un hermano, a uno que veía pudrirse lentamente en una estaca. Posiblemente, Genichi si había considerado la idea dejarse morir; pero ahora, en ese momento levantó la vista nuevamente a Hideyoshi. Afirmó con fuerza. —Ahora vuelvan acá, por favor —dijo Jung-Soo —debo atender sus heridas; antes de que sigan empeorando —miró a Hideyoshi —Lamento haberlo culpado. Atenderé a sus compañeros, tardaré un poco. Puede esperar aquí si lo desea; o puede pasear por la ciudad — suspiró — Los ha salvado a tiempo; la infección que traen los habría matado en un par de lunas —dijo para regresar ante Masaharu y Genichi. Contenido oculto John Whitelocke
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Niiza: clínica Se levantó luego de palmear las espaldas de sus dos Montañas, en un gesto evidente de amabilidad y empatía. Sabía que Masaharu era el más fuerte de los dos, por lo cual contendría a Genichi. —En medio de todo lo terrible que ha ocurrido, tengo que decirles que ha habido algunas luciérnagas iluminando en la oscuridad. Ustedes han sido dos de esos alados luminosos, pero no han sido los únicos. Reijiro está con vida, sano y salvo también. Él al igual que ustedes también es una de las Montañas que Regresaron. Ojalá pronto puedan reencontrarse con él también, ya que lo dejé con Kohaku-kun para que haga de su escolta, no quise arriesgarlo en la misión de rescate en Mito, no quería arrastrarlo de vuelta a ese infierno. Les sonrió, en un último intento de mostrarles un buen aspecto de todo esto que había sucedido. —Pronto se reencontrarán con él, estoy convencido, cuando regrese junto con Kohaku. Asintió ante la mujer que los atendía, y salió fuera. "Debo hablar con alguna autoridad de Niiza", pensó. Así emprendió rumbo hacia el Oyaji, para obtener información. Contenido oculto: Destino Oyaji
Clínica [Hideyoshi; Genichi; Masaharu] Masaharu y Genichi recuperaron algo de energía al escuchar que Reijiro también estaba a salvo y que podrían verlo nuevamente. Así que Hideyoshi pudo partir con mejor ánimo; no sólo había recuperado a dos de sus montañas, también crecía como líder. Sus hombres darían la vida por él; pero ellos sabían que Hideyoshi no los dejaría atrás, nunca. Oyaji [Hideyoshi] El sitio parecía no tener mucho movimiento; un hombre se levantó de su asiento al notar como Hideyoshi se aproximaba. Contenido oculto —Sea bienvenido; ¿Busca un buen sitio dónde pasar la noche? Nuestro negocio cuenta con todas las comodidades que pueda imaginar —El hombre también vestía diferente a la indumentaria japonesa; pero su voz tenía un acento japonés perfecto. O aquel hombre era japonés, o simplemente había estudiado muy bien el idioma. Contenido oculto John Whitelocke
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Niiza: oyaji El hombre que lo recibió vestía raro, diferente de lo usual o lo que Hideyoshi estaba acostumbrado a ver. Era tarde, y necesitaría descansar pronto, habían sido días difíciles. —Sí, quiero pasar la noche aquí. Me gustaría recuperarme, comer algo y descansar bien—y luego se animó a preguntarle—¿Es japonés? Disculpe el atrevimiento.
Oyaji [Hideyoshi] El hombre afirmó —Nací y crecí en la capital de Saitama; pero su bullicio y malos modos me orillaron a buscar aires más tranquilos, sin tantos gritos. Llegué acá cuando aun era un simple poblado sin nombre, y ahora se le conoce como Niiza por su gente. Un lugar interesante; pero no por ello perfecto —señaló con orgullo las paredes de su establecimiento —Pero he depositado mi confianza en este lugar, y no pienso moverme en mucho tiempo —dijo con una gran sonrisa al saber que Hideyoshi sería un futuro cliente — Serían cien monedas por su estadía aquí. Y créame que cada una es bien gastada, encontrará el descanso perfecto. Contenido oculto John Whitelocke
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Niiza: oyaji —Serán cien monedas entonces, y descansaré como nunca, lo necesito. ¿Conoce a alguna autoridad del pueblo o la prefectura con quien pueda hablar aquí, mañana por la mañana? Tengo asuntos que tratar. Le dijo, y se dispuso a buscar cada moneda en su bolsa, la cual seguía intacta luego de tantas aventuras.
Oyaji [Hideyoshi] El hombre afirmó mientras Hideyoshi buscaba entre sus pertenencias las monedas adecuadas —Si busca una autoridad que hable para la prefectura; la encontrará en la capital de Saitama; aquí todos responden a la señora Ha; ella está en la clínica local —mencionó al ver que Hideyoshi no poseía las monedas suficientes; el hombre no se notó molesto —Esta vez podré hacerme el ciego —dijo con una grata sonrisa aceptando las sesenta y dos monedas de Hideyoshi — Un detalle para demostrar mi gratitud a los guerreros de nuestra isla. Contenido oculto John Whitelocke Estadísticas actualizadas
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Niiza: oyaji —Entonces parece que tendré que ir a la capital de Saitama, si el viento sopla a mi favor. Pero no ahora, primero me repondré con un buen descanso, gracias por su intencionada ceguera, es algo que no olvidaré. Se retiró a sus aposentos a dormir, no luego de beber un poco.
Oyaji [Hideyoshi] Hideyoshi despertó al anochecer; su sueño había sido más que placentero; el futón era el más suave en el que hubiera estado; la bebida fue perfecta; la yukata otorgada para descansar era mucho más cómoda que su ropa actual, en cuanto a esta; fue lavada y colgada en su habitación; se encontraba remendada y nuevamente teñida; le fueron otorgadas nuevas calcetas y sandalias, todo tenía un aroma grato. Su habitación era cómoda y tibia; y junto a él esperaban algunos dulces y agua endulzada con hierbas frescas y frutos de estación. Pero había algo atípico en la pequeña mesa de servicio; en ella había una misiva. Su interior era muy simple; era un simple aviso de la médica de Niiza mencionando que sus hombres se encontraban en óptimo estado y que reposaban en el shukusha local. Explicaba que se notaban renuentes en descansar pues no sabían si Hideyoshi quería partir pronto de aquella ciudad, por fin cedieron al saber que él dormiría también para recuperar energías. Contenido oculto John Whitelocke
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Niiza: oyaji Tras disfrutar de una tarde con grandes comodidades y un sueño profundo, despertó pensando sin pensar un segundo en el futuro. Gozaba de la vitalidad que había recobrado, como un hedonista. Leyó la misiva luego de que respiró el aire fresco de la noche, en medio de la oscuridad iluminado apenas por la luna, pudo distinguir los trazos de la letra, y la buena noticia sobre las Montañas. "Camino al shukusha, antes de partir a la capital", pensó. Con la idea de recoger a sus hombres silenciados para siempre, pero que todavía darían algo más que hablar en un futuro. Irían todos a la capital de Saitama para seguir sirviendo a la causa. Contenido oculto: Destino hacia el shukusha
Shukusha [Hideyoshi] Era una noche fresca; el clima benevolente, una caricia para un grupo que salía de un infierno. Sus hombres habían descansado; aun mantenían ojeras en sus rostros, pero había vuelto un brillo en sus miradas, no estaban muertos, ni física ni espiritualmente. Ambos miraron a Hideyoshi y lo saludaron con una leve reverencia, estaban listos. Si aun tuvieran voz lo reafirmarían ante su señor. El dueño de aquel sitio mencionó que sus gastos ya habían sido pagados; por lo que podrían partir sin problema alguno. La ropa de sus hombres se mantenía humilde, poseían armas robadas de los guardias caídos en Mito, funcionarían. Ambos miraron a Hideyoshi. ¿A dónde los llevaría su señor? Contenido oculto John Whitelocke puedes postear que te mueves a capital o tirar dado de movimiento en tu post anterior. Si haces esto último nada más avísame para saber que se mueven. El rol de Hideyoshi Continúa en Saitama