Niigata Niigata

Tema en 'Prefecturas' iniciado por Amelie, 2 Septiembre 2021.

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    Ikoma-kun

    Ikoma-kun Rolero, dibujante

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    Misato Aoyama

    Escuche atenta a las palabras de Takeda, sobre nuestras acciones a futuro, debíamos avisar a nuestras alianzas y evitar que la captura del falso Takeda cree temor y por ende la pérdida de nuestros aliados.

    — iré con Ayame está vez—Mire a Yin quien no tendría impedimentos en acompañarme en el viaje— la confianza entre nuestros aliados ninja es crucial si queremos mantener contrapeso a los Shinobis Koga.


    Iría a ver nuevamente a los Fujibashi pero esta vez en una circunstancia más cordial que nuestro primer encuentro en Iwade. Apenas iba llegando y no podríamos alimentarnos un poco, lo lamentaba por Yin pero más tormentas aguardaban en el horizonte.

    —Iremos contigo en cuanto estés lista— Avise a Ayame quien volvía a nuestro lado de forma ocasional... Aunque no hubo nada de formalidad, decidí actuar como representante de los shinobis Hattori; no supe nada más de Daichi y Heya...tuve mis esperanzas de verlos nuevamente pero el ataque a Kamakura durante la batalla de Shizuoka me hizo considerar una funesta posibilidad de no volver a verles con vida...que los dioses los cuide esten donde estén y Kuroki....tenía sus asuntos en kamakura y aún no regresaba y ninguno supo entonces sobre el terrible giro en su viaje.
     
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    Zireael

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    Mis palabras obligaron a Takano a desviar la mirada, sabía que debía sentir que era su responsabilidad, que quizás no había podido protegerlo, justo como yo sentía en este momento con Rengo, pero no teníamos tiempo para detenernos en ello, no si queríamos cambiar el curso de las cosas a tiempo. Noté a Takeda avanzar en nuestra dirección, luego a Ukita reaccionar a lo de los demonios, pero no fue hasta que Takeda habló diciendo que Rengo había actuado de forma imprudente como él al llegar a Kamakura que sentí que me iba a desmoronar allí.

    Agradecí que hubiese puesto la atención en Kohaku un momento, porque los gestos se me comprimieron y tuve que tragarme una correntada de lágrimas, y es que sabía que la decisión de Rengo había sido imprudente a su manera, por más que pareciera lo contrario. Había sido apresurada, poco pensada y... ni siquiera nos había preguntado, la había tomado para librarnos de la visión de Kaito más que cualquier otra cosa.

    Me contó lo de su brazo y tuve que ponerme en orden, porque deseé abrazarlo como si fuese un niño, allí frente a todo el mundo y hacer lo mismo con Takano, por la culpa que debía cargar, pero sabía que había momentos para las cosas y este no era uno. Tuve que inhalar más de una vez en medio de su narración, tomar un montón de aire para medio ponerme en orden y todo lo que me permití alcanzar la mano que, bueno, la mano que le quedaba para darle un apretón suave.

    —Lamento no haber podido estar con ustedes —dije casi en voz baja, ni siquiera pude mirarlo a los ojos—, pero me alegra que sigas aquí con nosotros, de verdad.

    Pronto la voz de Takano me alcanzó, estaba diciendo las opciones con las que contábamos y una vez más tuve que dividir el corazón en un montón de partes, pero más que eso, tuve que forzarme a usar la cabeza por una vez en la vida. Sabía que de acudir a dónde estaban los rehenes podía poner todo el movimiento en riesgo, en este estado era más un obstáculo que una ayuda y tenía que entenderlo. Debía actuar por el bien de las personas implicadas, del mismo Rengo, y la posibilidad de traerlo de vuelta.

    Me moví de donde estaba para acercarme a Takano una vez terminó de hablar, repasé sus facciones e hice más o menos lo mismo que con Takeda, estiré la mano para alcanzar la suya y darle un breve apretón. No me permití mucho más, no encontré por dónde en semejante situación, así que me limité a informarle mi decisión.

    —Los Arima —comencé con tono plano—, puedo ir a informar la situación a Shizuoka.
     
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    Slam

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    Ginko Harutomo

    Escuchó a Takano y las posibilidades que les presentaba. Los lugares que ya había visitado, de los nombrados, no le traían muy buenos recuerdos. En Yamanashi lo habían envenenado, en Nagano había aprendido acupuntura con su tío por las malas y en Shizuoka había presenciado las aberraciones de la guerra. Sin embargo, más allá de volver a un sitio conocido o visitar uno nuevo, lo importante era que estuviera donde más lo necesitaran —Envíame a donde pueda ser de mayor utilidad un médico— le solicitó a Takano —¿Se sabe en qué estado se encuentran esos rehenes? Quizás precisen de alguien que los atienda— agregó para consultar los detalles de una misión en particular donde le sonaba que su conocimiento en la medicina podía ser más útil. Luego miró a sus amigos, no sabía que misiones y caminos tomarían, pero se mantuvo cerca de ellos para despedirse por si se tenían que separar otra vez.
     
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    Fujiwara no Riku

    Nuevamente, tal como en Shizuoka al terminar la guerra, estuvimos todos reunidos para pensar a futuro. Hablando de volver a separarnos cuando nos acabamos de reunir.

    Más agradable que aquella vez considerando no está la negativa del señor feudal, pero, a diferencia de antes. Se que desición tomar casi de inmediato.

    Ninguna.

    No hasta que se resuelvan todos los detalles.

    Me he sentido lo suficiente, de que hemos estado caminando en el camino que nos dan los Tairas. Una verdad o simple paranoia.

    He prestado atención desde que llegaron dos Minanotos desde Kamakura. Buscando en sus palabras cualquier dato extra que sumar a los nuestros...

    El porque esa persona se disfrazó de Takeda, y a la vez el uso inicial que se le decidió darle a Hideyoshi. De verdad, si buscan capturar a Takeda.

    Con la vida de uno de los suyos en juego, los Tairas no esperarían que mandaran a otro que no sea el mismo. Y la misiva fue enviada a Kamakura en vez de a aquí, si eso significa algo...

    Pero...

    Tal vez porque decidí darle vueltas a esas palabras, note algo. O, más bien, lo que falta.

    Entonces decidí esperar, dejar que la reunión se lleve acabo durante el tiempo el suficiente. Con paciencia, al menos, pensando que más detalles se revelarán a continuación.

    Y no...

    Solo, tal vez, sigo paranoico... Armando cosas donde no hay nada.

    Igual, tales pensamientos no me detuvieron cuando ya he decidido no callar. Así que mire hacía esa persona, Yuzuki, y preguntarle directamente.

    "¿Rengo fue a ganar tiempo para que puedas avisar de que?". Pregunte sin ahorrar en palabras o incluyo importarme si ahora mismo se lleva un tema totalmente diferente, mantuve un tono simple, prefiriendo no mostrar mí frustración propia por está falta de piezas y hacerle creer que están dirigidas a ella.
     
    Última edición: 11 Febrero 2022
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    Zireael

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    Yuzuki Minami
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    Otra voz llamó mi atención mucho después, al girar el rostro de con Riku y su pregunta me hizo consciente de que en medio del caos, bueno, quizás no había sido demasiado clara. Tomé aire, traté de sacarme algo de la frustración y demás cosas que sentía de encima, de paso me obligué a suavizar los gestos, e intenté encontrar mi propia voz antes de hablar.

    —De la situación en Ibaraki, si era que no lo sabían, la captura de Hideyoshi —conseguí responder en un tono parecido al suyo—. Lo matarán si Takeda no se presenta, atacarán a alguno de los aliados y dejarán el cuerpo de Hideyoshi allí. Nos van a cazar como conejos.

    Tomé aire, bastante, porque de nuevo se me coló más de un pensamiento egoísta que no venía al caso.

    —Por eso Rengo lo sustituyó, como correspondía, para intentar darnos el tiempo suficiente para hacer algo.

    tremendo post de relleno, pero literalmente qué más quieren que responda JAHSJE si era eso
     
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    Monpoke

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    Fujiwara no Riku

    Lucho por unos instantes en contener la sorpresa ante la nueva información. Revelaciones que implican una mayor cantidad de problemas, pero, al menos, con una posiblidad de resolver algo antes de que suceda.

    Sucede tantos a nuestras espaldas y hubieran tenido éxito si no fuera que se delataron por cuánta propia.

    "Sabíamos, pero solo una parte de eso". Suspiré llevando una mano mí frente y dejando sostenga mí cabeza por unos instantes.

    "Si es que se mantienen a su palabra y no descubrieron a Rengo, se puede decir que Hideyoshi estará a salvo. Lo cual es mejor de que lo maten con tal de dejar un mensaje".

    Retiro la mano y levanto la cabeza, por esos pocos segundos, pareciera que gane la apariencia de alguien que lleva días sin dormir adecuadamente. Lo cual no sería demasiado falso.

    Física y mentalmente me encontraba fatigado, haciendo esta situación más difícil de lo que realmente debería. Simplemente, estoy abrumado por tanto en tan corto tiempo.

    "Atacarán a algún aliado". Repetí sin demasiada emoción, lentamente fui moviendo los ojos. Mirando los rostros de las personas en esta habitación. "Si simplemente nos hubiéramos dispersado, uno de los grupos podría haberse encontrado en una muy mala situación. Encontrando la capital conquistada, destruida o,peor, en medio de un campo de batalla".

    Podría, y tal vez alguien deveria, cuestionar el porque la demora de revelar está información antes de suceda algo irrevocable. Pero no seré yo. Cada quien tiene lo suyo en la cabeza, incluyéndome.

    No hay tiempo para tales cosas...

    "Por lo que los de afuera de está habitación saben, Takeda ha sido capturado. Lo que tengan de moral y dudas serán totalmente destruidas cuando vean a los Tairas a sus puertas y no llegue nadie a apoyarlos...". Siendo así, pocos se atreverían a continuar con está lucha y aceptará rendirse ante al emperador.

    "Ante tal fracaso, a un si después se corre la voz de que Takeda no ha sido capturado, estará en duda la competencia que llevamos...". No voy a creer que las alianzas se vallan a separar por esto, pero a las que vengan, le dará a pensar de qué le apuestan al bando equivocado.

    Suspiro en cansancio, cansado de aceptar y de decir que los Tairas están varios pasos por delante de nosotros.

    "Contando está misma, son cinco prefecturas a tener en cuenta". Miro a las paredes, imaginando el puerto que estaría en esa dirección, a los barcos que llegaron con esta alianzas. "Apostar todos los números a una posiblidad o dividir entre prefecturas...".

    Propuse una opción rápida, las únicas que se ocurren en este momento.
    Podría pensar y agregar por la prefectura que apostaría, pero es arriesgado. Cada cual con sus opciones, prefiero no pensar solo en esa desición.

    "Si habrá otro ataque, e imaginemos nos movemos al lugar correcto, tal suceso y teniendo a Takeda a la cabeza, podrá ser suficiente para hacer correr la voz de que no ha sido capturado. Así también nos ahorramos el dividirnos tanto para entregar el mensaje".

    Finalice, sin mirar a nadie. Demasiado cansado para siquiera continuar enfocando la mirada en tantas personas.
     
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    Amelie

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    [Takeda; Takano; Ukita; Hashimoto; Hayato; Tsubaki; Clan Asakura; Ayame; Shinrin; Clan Tao; Clan Fujiwara; Ginko; Rokujou; Riku; Misato; Kohaku; Yuzuki]

    Takeda reaccionó al tacto de Yuzuki y sonrió tranquilamente; asegurándole con ese gesto que se encontraba bien, que no debía preocuparse por él; parecía distinto, se notaba más seguro a pesar de todo. En cambió el tacto hacia Takano se sintió también distinto; a diferencia de Takeda, Takano no reaccionó, desvió más la vista y apartó el brazo. La seguridad que ahora veía en Takeda, parecía mermar en Takano.

    Pero mientras esto sucedía, se daba una pregunta fundamental; a la cual Yuzuki reaccionó inmediatamente.

    Tanto Takeda como Takano miraron a Yuzuki ante sus palabras, la pregunta de Riku hbaía sido precisa, pues aquel detalle de una invasión se les estaba escapando por completo, pues aquello no venía en la misiva entregada por Tsubaki.

    Takano observó a Riku, estaba cansado; esa fatiga a la que él estaba plenamente acostumbrado, para bien o para mal. Takeda también lo observaba, aquello lo tenía preocupado; no sólo debía pensar en la vida de Hideyoshi y Rengo, sino también la vida que habita en toda una prefectura. La ausencia de Obata lo hacía aun más difícil.

    —Estoy de acuerdo contigo, Riku —mencionó Takeda —debo ir a dónde esté esa invasión.

    —¿Pero cómo saber cual es el lugar correcto? — preguntó Tsubaki —No hay sitio para el error.

    —Saitama es la prefectura próxima a Ibaraki —mencionó Takano

    —¿Pero qué te hace creer que es la posición de Ibaraki de dónde viene el ejército?— Intervino Hashimoto —Sakurai siempre decía que se debía atacar en el sitio donde menos se lo esperara el enemigo.

    —No será Aichi; Mie; Nara; Niigata o Yamanashi—recalcó Takano a los pensamientos ya hechos por Riku, afirmando ante su análisis de las cinco prefecturas a cuidar; aquellas abiertamente consideradas como aliadas. Levantó la vista para encontrarse con los ojos firmes de Riku y lo señaló; después señaló a Hashimoto, estaba ligando ideas de los presentes, ideas que no pudo haber formulado en su estado mental actual; llevó sus manos efusivamente dentro de su ropa; sacando los mapas que había robado de Hashimoto y los colocó en el tatami; sin siquiera buscar una mesa. Hashimoto al verlos bufó.

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    —Consideremos que Aichi; Mie y Nara son consideradas como aliadas para el enemigo; por lo tanto...—señaló Shizuoka y Nagano — Tenemos a Shizuoka y Nagano en desventaja; aun más considerando que han perdido hombres en la Batalla en Shizuoka.

    —No deberían querer atacar Nagano; esa es la razón por la que nunca se atacó Kamakura; es un suicidio asediar una ciudad escalando; el terreno alto siempre es victoria —mencionó Takeda señalando a Shizuoka —Yo he subido esa montaña; es difícil, y Nagano además tiene murallas.

    Hashimoto miró a Takeda y afirmó —Así como en Shizuoka estaba el mar. Podrás tener murallas; pero el enemigo siempre atacará desde el punto que menos esperas. Pero a Shuzuoka no puede atacarle desde un punto más alto.

    —El santuario de Buda— alertó Takeda — El sitio dónde ofrendé la katana de Chikusa; un sitio entre las montañas y su espeso bosque.

    —Es Nagano entonces —mencionó Hashimoto

    —Y el ataque no será a monta; si es en montañas será a distancia; un acribillamiento, los he visto hacerlo—mencionó el pequeño Hayato colocándose junto a Takano.

    Takano llevó su mano a su boca y la masajeó con fuerza —Pero... si no estamos errados y el objetivo es Nagano; suponiendo que nuestro enemigo cree que tenemos nuestra base en Kanagawa y aliados en Shizuoka, saben que auxiliaremos a nuestro aliado; quien soportaría con la ciudad amurallada a que los refuerzos llegaran... —señaló Ibaraki —Si pensamos que el enemigo tiene a... Takeda en Ibaraki, tal vez esperen que enviemos nuestras fuerzas allá.

    —Una trampa...—Mencionó molesto Ukita para después mirar a Rokujou

    —Si en verdad siempre creyeron que estábamos en Kanagawa, nos estarían advirtiendo que atacarían a uno de nuestros aliados, obligándonos a dividirnos entre el ir con Takeda y esperar futuras órdenes de acuerdo al intercambio con Hideyoshi... —negó —la misiva enviada ahora a los aliados proviene de alguien que sabe que al que tienen en sus manos no es Takeda. Quieren que Takeda de su posición, mientras ellos disminuyen nuestras fuerzas y nos obligan a dividirnos para eliminarnos fácilmente —talló su rostro — Estuve a punto de acorralarnos estratégicamente.

    Takeda llevó su mano a su hombro — No toda la presión cae en tus hombros. También ha sido error mío.

    Takano abrió los ojos mirando a Riku — Gracias, Riku.

    Kirara sonrió y sacudió ligeramente el hombro de Riku.

    Takeda miró a Misato — Su misión sigue en pie; necesitamos informar a los Fujibashi; necesitaremos de su ayuda —miró a Takano, quien se notaba avergonzado y confundido; después miró a Ukita, Rokujou y Ginko; tomó aire con fuerza, sus cejas bajaron, su rostro se mostraba bastante triste —Tomo la decisión de que no arriesgarán nuestra posición y acción sorpresa al buscar a Rengo y Hideyoshi.

    Esto provocó que tanto Takano como Shinrin lo miraran con genuina confusión; Takeda los miró, así como también a Yuzuki; su mirada estaba rota; pero no la bajaba, su cuerpo se mantenía firme, sin un ápice de cobardía en sus palabras — Ukita; Rokujou buscarán a los que aun no han regresado; Kuroki y Shiori. Al encontrarlos los esperaremos en Nagano; estaremos en guerra.

    —Entonces, Ginko—
    dijo Hinata con seriedad —Creo que sería mejor que nos acompañases a la guerra.

    —¿Vas a abandonar a Rengo? —Preguntó Takano.



    —Mis palabras no lo han abandonado; mi alma tampoco. Pero no cometeré el mismo error que he hecho antes — Takeda los miró —desconocemos las capacidades del enemigo; ir a buscarlo es posiblemente condenar la misión de búsqueda a un fracaso — llevó su mano al hombro de su brazo faltante — Aun no sé nada de Matsuda —miró a Ukita —No soportaré no saber de ustedes después —bajó la mano a la katana que fue de Kenzaburo —He perdido demasiado —bajó la mirada pensando en Hideyoshi; pensando en Rengo — No pienso regalar más vidas al enemigo —volvió a levantar la mirada — Debemos colocarnos en una posición que haga imposible la derrota y no pierda la oportunidad de derrotar al enemigo. En la guerra, el ejército victorioso sólo busca la batalla después de haber obtenido la victoria, mientras que el ejército que está destinado a ser derrotado primero lucha y luego busca la victoria —volvió la vista a Misato —En su misión sé perfectamente que tienen la ventaja; sé de sus capacidades y no los envío a una misión a ciegas—miró a Ukita, Rokujou y Ginko —A ustedes los estaría enviando a un sitio sin saber a qué atenerse; no conocemos el número de enemigo, no sabes qué es lo que moverá sus acciones. Y por ello no tomaré ese peligro —cerró los ojos, pues aquello que decía estaba en conflicto con su moral; pero comenzaba a entender de manera cruda, que en la guerra no se podía salvar a todos. Nuevamente abrió sus ojos, esta vez para enfrentarse a los de Takano, Shinrin y Yuzuki principalmente — Si yo pudiera asegurarles el seguro regreso de Rengo; enviaría a quienes fueran necesarios por él. Pero no puedo hacerlo, porque puedo decir que mientras busquen crear esa falsa boda, Rengo está seguro. Y deseo con toda mi alma, que a Hideyoshi lo podamos rescatar si es que Nagano es su objetivo. Así que por favor, esta vez; confíen en mis palabras. No porque sean las correctas, sino porque no soy nada sin ninguno de ustedes —mencionó mirando a todos los presentes — Tan rápidos como el viento; amables como el bosque; impetuosos como el fuego; flexibles como el bambú y sobre todo, inquebrantables como la montaña.

    Monpoke +150 EXP misión común. (Resolver algo para el clan)

    Juniper +150 EXP misión común. (Si no entregaban ese detallito, no sabrían de la invasión)

    Kuno Vizard Alisse Madness Slam




    [​IMG]
    Santuario sintoísta
    [Kohaku]

    El talismán se rompió; así como lo hizo la escama. Kohaku nuevamente se encontraba solo.

    Gigi Blanche +150 EXP misión común. (Obtener información para el clan)
     
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    Zireael

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    Había notado las diferencias en Takano y Takeda apenas tocarlos, era mucho más evidente que solo verlos, y me di cuenta que uno había ganado algo que el otro había perdido y así funcionábamos todos últimamente. Estábamos desbalanceados, lo sabía, y de ahí que solo hasta que Riku hiciera la pregunta la cabeza me sirviera para recordar el resto de cosas que había dicho Rengo.

    Me quedé callada en lo que las cosas seguían ocurriendo a mi alrededor, era muchísima información y sencillamente ya no me daba la cabeza, ya no podía más, de hecho me apagué apenas vi a Takano sacar los mapas de Hashimoto. Los vi hablar, los escuché lejos, muy lejos, incluso al pecho Hayato al mencionar el acribillamiento, ese que debía haber visto en Fujimi.

    ¿Vas a abandonar a Rengo?

    La pregunta de Takano me hizo parpadear varias veces, me trajo de regreso al espacio y me enfrenté a la mirada de Takeda, así como él se enfrentaba a nosotros. Lo escuché, al menos una buena parte, lo entendí incluso, pero ya no podía, sencillamente ya no podía y los ojos se me cristalizaron contra toda voluntad. El nudo que se me formó en la garganta me impidió siquiera pensar en abrir la boca, porque de haberlo hecho en ese preciso momento me habría hecho pedazos.

    Sálvalo, quise decirle. Implorarle más bien.

    Sálvalo, por favor.

    Es nuestro hermanito.

    Bajé la mirada, incapaz ya de nada más y la correntada de lágrimas cedió por fin, en silencio, la sentí en el rostro porque honestamente ya no podía ver nada de lo empañados que tenía los ojos. Me callé porque no podía pedirle a todas estas personas que arriesgaran sus vidas por unos pocos, porque no habría dejado que la arriesgaran por mí, pero deseaba hacerlo. Porque no había podido detenerlo, porque tampoco pude despedirme de él e iba a cargar con esa culpa el resto de vida que me quedara por delante.

    —Debí ir con él —conseguí murmurar hacia nadie en particular en algún momento, con la vista puesta en el suelo todavía—. Tenía que haber ido con él y no lo hice.

    ¿De qué fuego hablaba Takeda cuando parecíamos apagarnos uno tras otro, incluso si seguíamos con vida?


    alto relleno (?
     
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    Gigi Blanche

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    Bosque > Casa Asakura

    Volví en mí de repente, la sensación fue bastante más abrupta que con Ebisu y me tomó un par de minutos calmarme. El corazón me latía desbocado, estaba sudado y aún habiendo recobrado consciencia, aún sabiendo que me encontraba en el bosque junto a mi pequeña ardilla, me resultó imposible desprenderme de todo lo que acababa de ver y oír. Sabía, sin embargo, que necesitaba hacerlo. Que debía presentarme frente al clan en una pieza.

    Era mi deber.

    No sé cuánto tiempo transcurrió hasta que finalmente me incorporé y empecé a caminar. Me sentía pesado, cada extremidad. Chiasa escaló hasta mi hombro y allí permaneció envuelta en su cola. No dormía, lo noté, pero tampoco se separó de mí. Había perdido una escama, el talismán de protección también, ¿y para qué? Al menos, podía ser capaz de rescatar un par de fragmentos de información importantes. Necesitaba filtrarlos y retransmitirlos al clan sin que el resto de emociones se interpusieran en mi camino.

    Al llegar, noté que estaban debatiendo aún el curso de acción. Topé con el discurso de Takeda, uno que dejó muy en claro sus intenciones. Era lo racional, era con lo que Ebisu había insistido, pero... Dioses. ¿Siempre había sido tan aplastante? ¿La incertidumbre?

    Aguardé pacientemente a que todos terminaran de hablar para incorporarme al grupo. Ninguna parte del plan contemplaba ir a Ibaraki, más teniendo en cuenta que moverían a Hideyoshi de la localización actual. La prioridad, de momento, eran los rehenes restantes y lo entendía. Lo entendía pero, dioses, ¿eso significaba que se quedaría solo? ¿Ahora, de todos los momentos, que le habían anulado el bloqueo emocional?

    Tenía que estar tan, tan asustado.

    —Rengo está vivo —fue lo primero que consideré fundamental, mi voz no fue la más firme de todas pero intenté elevar el tono para que todos pudieran oírme—. Sé que lo deducieron, pero Ebisu me lo ha confirmado. Él... —Comprimí los puños apenas y despejé la mente, paseando la mirada por Takano, Shinrin y Yuzuki. No tenía sentido, no—. Sigue vivo, gracias a los dioses.

    ¿Para qué hacerles saber que había recuperado sus emociones? Ya suficiente daño había para cargarlos con aún más preocupaciones. Me sentí un poco inútil, la verdad, pues se suponía que había hablado con un maldito Dios y apenas era capaz de aportar información. ¿Qué se suponía que dijera, en verdad?

    Este portador ya no es digno de seguir con la misión. Se volverá un verdadero peligro.

    —Hay un onmyoji, también, con los Taira. Uno de luz.


    Su muerte es necesaria; su muerte es más benéfica que nunca.

    —Takeda —murmuré, mirando a nuestro líder—, ¿me permitirías un momento para hablar contigo?

    Kohaku. A veces, se deben tomar decisiones difíciles por un bien mayor.

    Si acaso, lo mejor que podía aportar era la información que Mara me había confiado. No sabía si haría algún bien, pero al menos era la verdad. Y la verdad era un ungüento necesario para cicatrizar ciertas heridas.


    Supongo que narrativamente irá en los próximos posts pero ya pickeo misión:

    Misión de investigación con Ukita y Rokujou [ir hacia dónde están los rehenes]
     
    Última edición: 12 Febrero 2022
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    Ikoma-kun

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    La situación era tan poco apremiante al punto que pude notar la inseguridad invadiendo a Takano, nuestro estratega parecía tambalear producto de la confusión, no sabía cómo actuar cuando su hermano era un prisionero cuya vida permanecía en manos de los Taira.

    Cada uno optó por un rumbo a tomar para informar o investigar la situación de Hideyoshi en Ibaraki...hasta que Riku cuestionó un detalle que todos pasábamos por alto...una trampa; todo estaba siendo planeado para dividirnos y derrotarnos definitivamente.

    Nos reunimos ante un mapa para deducir cuál sería el lugar más lógico donde el ejército imperial realizara su siguiente movida. Por descarte Takeda dedujo que Nagano era la próxima a ser asediada... nuevamente estaríamos en medio del campo de batalla.

    —Haremos todo lo posible por colaborar en la batalla—asenti obediente, habría que esperar que el clan Fujibashi ideara un plan adecuado para lo que se aproxima.

    Al levantar la mirada vi una renovada tristeza en el rostro de Takeda, una sensación de abandono y resignación.

    Tomó la decisión de que no arriesgaran nuestra posición y acción sorpresa al buscar a Rengo y Hideyoshi.

    La misión de investigación fue suspendida, debíamos dejar a dos de los nuestros a su suerte, no pude sentir más que pena por la desesperanza y desolación en los rostros de Shinrin, Takano y Yuzuki...¿Como estaría el niño en medio de gente que podrían matarlo al mínimo desliz? Podía estar abocado a cumplir su rol como señuelo, pero el miedo podia dominarlo como ocurrió en Chiryu...al final de cuentas era solo un niño que podía estar en panico...pedí a los dioses proteger su vida hasta que todos vuelvan a verlo con bien en su hogar.

    No soy nada sin ninguno de ustedes

    Y por ello debíamos permanecer en un camino de rectitud si debíamos salir airosos de nuestro penoso estado.

    —Nos espera otra nueva batalla Yin—observe a Yin y le susurre—dudo que Zeng desee participar, su deuda fue saldada en Shizuoka, aunque dudo también que te permita estar solo a mi lado en nuestras batallas.
     
    Última edición: 14 Febrero 2022
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    Monpoke

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    Fujiwara no Riku

    Cerré los ojos unos instantes, dejando que el oído fuera la única prueba del movimiento a mí alrededor.

    Me deje consumir por el leve toque reconfortante de Kirara, no lo dice y tampoco necesito verle a la cara para saberlo, siente orgullo.

    Hallar la prefectura en cual será atacada, tal hallazgo se encuentran más haya de mí capacidad. A la vez, lejos también de tener la seguridad propia para atreverme a realizar tal afirmación.

    Ese es un tema abajo, pero, no puedo evitar sentirme recaído por los rehenes. Lo cual trae recuerdos en cual estuve en una situación similar y el como fui rescatado varias veces.

    Debo el estar aquí...

    Debo el estar con Kirara y Shinko...

    "Kirara". Abriendo los ojos dirijo mí atención hacía ella. "Yo te sigo a ti, aceptaré sin importar lo que elijas el donde deberíamos ir".

    Podremos ser aliados y apoyarnos, pero en última instancia, no sigo las órdenes de Takeda.

    Siento preocupación, debemos permanecer juntos. Es lo que debe querer, también es lo que quiero.
     
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    Alisse Madness

    Alisse Madness Maestre

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    ROKUJOU

    Habían pasado tantas cosas que era para mí digerirlo, pero ahora lo único que importaba era ir a cumplir el objetivo que se nos había asignado, me acerqué a Ukita para hablarle un poco en privado, le hice una señal de que me siguiera a un rincón solitario,me recargue en la pared y crucé mis brazos suspirando —Tienes un plan?— sonreí emocionado por ir a un rescate, al decir verdad era la primera vez que iba a salvar una vida en lugar de quitarla, y ayudar a los aliados de Ukita era lo menos que podía hacer por él.

    —Se me ocurre ir al sitio y estudiarlo antes de entrar, así encontraremos un punto débil, que en mi experiencia, toda seguridad tiene — puntualice disimulando la adrenalina que recorría mi cuerpo

    —sugiero que lo hagamos lo más pronto posible, cada minuto que pasa, la vida de ellos peligra, no sabemos que intenciones tienen con los pricioneros— lleve mi mano a su hombro y lo ví seriamente —Solo da la orden y comenzaré con los preparativos de inmediato—finalice esperando su respuesta.

    Pero antes de que pudiera responder aquel chico, riku , se adelantó y sus propuestas cambiaron las asignaciones de todos, no era mala idea así que sin decir algo mire a Ukita y un hombre se nos acercó cambiandonos a una misión de investigación, por un momento suspiré por nosotros quien no peligra amos, pero aún temia por el destino de aquellos capturados.

    Cuando nos quedamos solos de nuevo, me dirigí a Ukita — cuando deberíamos partir? — me limité a preguntar, pues una investigación puede ser más sensillo de lo que parece, no requería de tanta planeación si no se conocía la zona.
     
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    Slam

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    Ginko Harutomo

    Bufó ante las palabras de Hinata invitándolo a otra guerra —Si no queda otra opción... ¡Pero si mueren en esta los mato!— siempre le afloraba algún chiste tonto cuando necesitaba evadir lo inminentemente dramático, pues en su caso, el humor era el opio de la tragedia. Sus camaradas correrían riesgos mortales de nuevo, pero tenía que estar ahí para hacer todo lo que estuviera en sus manos para disminuir esos riesgos.
     
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    Amelie

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    Casa Asakura
    [Takeda; Takano; Ukita; Hashimoto; Hayato; Tsubaki; Clan Asakura; Ayame; Shinrin; Clan Tao; Clan Fujiwara; Ginko; Rokujou; Riku; Misato; Kohaku; Yuzuki]

    Después se discutió acerca de la ubicación de Togashi y Fuji; pero a diferencia de Kuroki y Shiori; ellos estaban en una ciudad aliada, gran y amurallada; además de ir acompañados de Kojiro y Masamune, por lo que no se veía necesario una misión para rastrearlos. Aun así debían informarles su movimiento a Nagano, fue cuando Hashimoto se ofreció a hacerlo. Mientras tanto, Zeng parecía hablar sobre las opciones posibles para el clan Tao con Ujihisa, quién había permanecido sentado hasta atrás sin mostrar interés alguno.

    Takano escuchó en silencio el murmullo de Yuzuki; quiso hablar pero calló, se veía molesto, pero era una actitud tan suya que no se podía distinguir si era por algo en particular; se mantuvo en silencio como los demás. Y cuando Takeda terminó, Kohaku ya estaba allí, y su voz fue más presente que nunca.

    "Rengo está vivo"

    Takano cruzó su mirada con Kohaku, así como también Shinrin; de los dos Harima, sólo la segunda reaccionó con alivio para después voltear su mirada a Takeda; quién había relajado sus cejas, una expresión más en calma. Takeda escuchó las palabras palabras de Misato con satisfacción; confiaba plenamente en ella, misión a la que era enviada, era una misión exitosa a pesar de las dificultades. Y en ella tanto en Kuroki... quedaba algo de Obata, y aquello silenciosamente lo reconfortaba.

    Takeda miró a Kohaku y afirmó —Sígueme— mencionó tranquilo guiando a Kohaku a una de las habitaciones de aquel sitio. Alejándose del resto.

    Con la salida de Takeda y Kohaku, el resto comenzó a acomodarse con respecto a sus grupos.

    Yin se notaba más nervioso que Takeda con respecto a la misión de Misato —Señorita Aoyama —mencionó en voz baja, aun así se mantuvo en su formalismo habitual por si alguien lo llegase a escuchar; no podía simplemente llamarla por su nombre frente a tanta gente, eso era descortesía —Cada paso en la misión que compartimos anteriormente, siento que mi clan y yo fuimos más un estorbo que una ayuda genuina. Yo iría hasta las montañas más altas a su lado si usted me lo pide —miró discretamente hacia Zeng — Mi hermano siempre estará preocupado por mi; pero también debe entender que yo soy capaz de tomar mis decisiones, incluso más allá de mi deber con mi Nación —volvió hacia Misato — ¿Quiere que yo esté a su lado? Porque si su respuesta es afirmativa, no necesita saber mi accionar; porque iré a su lado, siempre.

    Shinko se colocó a un lado de Riku y afirmó a sus palabras —Los Fujiwara debemos mantenernos unidos ahora más que nunca

    Kirara observó a Riku y Shinko; una sonrisa apagada, su mirada parecía cansada; si bien, ella no dirigía al ejército cómo lo hacía Takeda; ella también era la cabeza responsable de su clan, y sus decisiones hasta ahora le pesaban cada día más —Seguiremos a Takeda, brindaremos ayuda a dónde nos requiera —mencionó mirando a Riku, para después mirar a Shinko —Pero no estoy de acuerdo; no podemos ir todos. Tú te quedarás en Niigata, Los Asakura cuidarán de ti y...

    —¡No!— la voz que antes era nula de Shinko; ahora gritaba con toda su fuerza; haciendo que los presentes lo notaran.

    —Shinko; no te estoy dando una opción; ¡Es una orden!— Kirara también gritó. Ambos permanecieron tensos mirándose mutuamente.

    Ukita avanzó con Rokujou cuando los grupos se fueron diseminando mientras resolvían como se organizarían —Es necesario partir de inmediato; ahora que nuestra misión es de búsqueda, debemos llegar a Kuroki y Shiori, dos aliados nuestros que habían viajado a Kamakura con Yuzuki, Kohaku y Rengo —mencionó apesadumbrado al saber que a este último no lo podría ayudar ante la decisión de su líder —Tal vez tardemos; pero debemos encontrarlos. No sabemos si están en peligro o simplemente su misión ha tardado más de lo usual.

    Los Asakura en cambio, parecían seguir alegres; Hinata sacudió a Ginko —¡No digas esa palabra! —dijo refiriéndose al término de "muerte" mientras que Gon trataba de calmar a Hinata para que no sacudiera al médico.

    —Le vas a revolver las entrañas, Hinata; déjalo en paz —mencionó Gon con tranquilidad mientras Kaori y Toshikage se acercaban a ellos. Rei bajó la mirada al ver que sus padres se aproximaban.

    —Tu madre y yo acompañaremos al resto a Nagano —mencionó Toshikage provocando que Rei levantara la mirada con preocupación —Tú, Rei. Permanecerás en Niigata junto a tus hermanos; quienes no tardarán ya demasiado en volver, vendrán cansados por lo que será mejor que no sepan de inmediato de nuestro recorrido a Niigata. También con ellos volverá Kenichi, y con ustedes permanecerá Shinko, el menor de los Fujiwara. Dejaremos a tu mando la prefectura; confiamos en ti.

    Rei afirmó con inseguridad, también miró al resto, se notaba que no quería verlos partir, mucho menos sin él.

    Monpoke viajarás a Nagano con Kirara y Shinko si este logra "convencer" a Kirara.

    Juniper Viajarás a Nagano con Takeda y el resto; mientras Takeda habla con Kohaku puedes conversar con Takano o alguien más

    Kuno Vizard viajarás con Ayame y Yin si es que quieres que él se una al equipo. Ya después te etiquetaré en la nueva discusión.

    Alisse Madness te etiquetaré en la nueva discusión

    Slam Viajarás a Nagano con los Minamoto; mientras Takeda habla con Kohaku, puedes conversar con alguien más si lo deseas. Sino nada más esperar.


    [​IMG]
    Dojo
    [Takeda y Kohaku]


    [​IMG]

    Estaban solo él y Kohaku; el sitio era el dojo de los Asakura; para Takeda ya un lugar muy familiar. Deslizó las puertas para mayor privacidad, pues sentía que Kohaku la necesitaba. Recordó aquel momento en Tsu, dónde ambos habían peleado juntos, contra aquellos seres, que seguían sin comprender su verdadero origen.

    —Dime, Kohaku

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    Su mirada mostraba tristeza; pero no inseguridad como hace algunos soles atrás; tal vez, aquel brillo de alegría que conocieron en Nara nunca regresaría a sus ojos; aun así, no estaban completamente apagados, había mucho más en ellos; pero ahora, sabía controlarlos.

    —¿Necesitas que haga algo por ti? —aquella pregunta no era algo que un superior diría; estaba dando libertad a Kohaku de dirigir la conversación, dejándole en claro desde el inicio que podía confiar en él, que sería él quién quería ayudarlo. Era una actitud servicial antes que una de poder, esta era una conversación entre dos conocidos, no un superior y su vasallo.

    Gigi Blanche viajarás con Ukita después de hablar con Takeda. No te limito a un post; podemos hacer los que creas necesarios de acuerdo a cómo fluya la plática.
     
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    Ikoma-kun

    Ikoma-kun Rolero, dibujante

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    Misato Aoyama

    Yin nunca dejaba atrás su formalismo y modales, recordandome a la vez que desde hace mucho me permití las confianzas de dirigirme directamente a su nombre en lugar de algo como "Tao-san" mamá sin duda estaría muy molesta por ello luego de tanto esfuerzo en mi crianza, ella no tenía la culpa, la influencia del abuelo con tan jovial trato para las personas sin importar si estaba ante un señor de prefectura, erosiono parte de mi formación...Dioses qué vergüenza.

    —No digas eso Yin—le respondi con un deje de pesar—fuiste un gran apoyo al eliminar a parte de nuestros enemigos de Koga en el ataque a Shingu, gracias a eso pude descansar de mi preocupación por los venenos de Shinrin—Observe de reojo a Ayame—eso facilito nuestro camino para la alianza, incluso has hecho honor al maestro Harima ejecutando su técnica con gran perfección.

    Cambié a una sonrisa alegre al saber el apoyo de Zeng sobre las decisiones de Yin de permanecer a nuestro lado...a mi lado.

    —Eres bienvenido a acompañarnos...todos ustedes—di una mirada a Zeng y a Ujihisa quien estaba distante de la reunión—Debemos partir cuanto antes, podemos lograrlo...

    Un grito de parte de los Fujiwara me hizo voltear, pero no quería husmear demasiado en un asunto entre ellos, observé a Riku quien estaría esa vez con su clan...fue interesante conocer a alguien de un clan aliado.
     
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  16.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
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    Dojo

    No era mucho, lo sabía, pero al menos había sido capaz de concederles una pequeña brizna de calma. Temporal, aunque lo fuera, pero valiosa. Con calma la mente se libraba del ruido y las interferencias, en calma éramos capaces de tomar mejores decisiones. Despojarse de las pasiones, servir a los dioses, a su bendición y a tu pueblo, habían sido las enseñanzas pilar de los Ancianos. Renegara de ellos o no, me habían forjado y no encontraba panorama donde considerarlas falsas. ¿Era su fino trabajo sobre mi espíritu? ¿Era el yugo de la máscara? Esa de la cual Mara había hablado.

    La verdad, no estaba seguro.

    Seguí a Takeda sin agregar palabra, lo hice en silencio y repasé el dojo con la vista en cuanto arribamos a él. Era... nostálgico. En el dojo de Nara era donde nos habíamos conocido. Él, Takano, Kuroki y yo. Parecía haber transcurrido una eternidad desde ese momento, estas personas... habían perdido mucho a lo largo del camino; y todos lo sabíamos, ¿verdad?

    Quisiéramos o no, lo íbamos a seguir haciendo.

    Oí la puerta deslizándose detrás mío y volteé, repasando la figura de Takeda. Sólo cuando él me dio la espalda me permití detallar la ausencia de su brazo, ya que de otra forma lo consideraba una falta de respeto absurda. ¿Debía preguntar? No estaba seguro. Tomé aire por la nariz, me cargué los pulmones y recibí su mirada, su voz suave también. Había tristeza en ella, quizá no fuera capaz de removerla nunca, pero comenzaba a mostrar más convicción y pensé, vaya, ¿había otro camino posible? Para los líderes del mundo.

    En este mundo torcido.

    Su pregunta arrastró una brisa capaz de sacudirme el entumecimiento, de levantar el polvo que me cubría los oídos, y noté el ruido de la tormenta. No provenía del cielo, no. Se arremolinaba en mi pecho y me estrujaba el corazón entre cuerdas de acero. Eran las dudas, el cansancio y el agobio. Era pensar en el mundo que convalecía, ese que Ebisu quería salvar, pero también en la sonrisa de Rengo, su espíritu, inocencia y la promesa que le había hecho a Yuzuki. Eran incompatibles y yo...

    No sabía qué hacer.

    —No —murmuré casi de inmediato, sentía una comezón molesta en el rostro, debajo de la máscara, que intenté ignorar—. Es más bien... algo que quiero decirte.

    Mara, Mara seguía agolpándose en mis oídos con sus susurros, su insistencia, y la máscara pesaba más que nunca. Cerré los ojos con fuerza por un instante, aprovechando que Takeda no podía verme, y busqué tomar asiento junto a la mesa. Mis piernas lo agradecieron.

    —Perdóname por sacar a flote este tema en un momento tan delicado, pero tú... ¿conseguiste saber quién le quitó la vida a Hana?

    Ni siquiera noté que había dejado de dirigirme a él con la solemnidad y el respeto inicial. Bajé la vista, la enfoqué en mis manos y sentí cómo Chiasa descendía de mi hombro para explorar el dojo. Las palabras se amontonaron en mi boca y no encontré el coraje suficiente para ser plenamente honesto con él.

    —Porque Ebisu me habló de ello —mentí.

    Para decirle que había acudido a Mara.

    —Me dijo que el asesino de Hana... fue Natsu.

    Al auténtico dios del caos y la destrucción.
     
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    Slam

    Slam Adicto Game Master

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    Ginko Harutomo

    Luego de recomponerse de las violentas sacudidas de Hinata, que lo mareaban más que el opio, observó cómo los líderes de su clan se acercaban a informar de los planes Asakura. Estos planes obligaban a los amigos a segregarse, al menos a uno de sus elementos, quien por cierto no se veía muy seguro sobre quedarse a cargo de todo Niigata.

    Rei— le dijo Ginko colocando una mano en su hombro —Lo harás bien— y luego lo abrazó para despedirlo, pues sus caminos se volvían a separar —Nos vemos a la vuelta— intentó brindarle seguridad y sus buenos deseos dedicándole una sonrisa. Y aunque no fuera algo que pasaba muy seguido, esta vez no bromeaba.
     
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    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Leo
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    Yuzuki Minami
    Casa Asakura

    Me había arrancado a mí misma del espacio no mucho después del murmuro, estaba y no estaba allí. Había sabido siempre que apenas uno de los Harima estuviera en peligro todo se iba a venir abajo, era como si temiera por la vida de mis hermanas, de mi madre, y lo había confirmado tiempo atrás en Iwakura cuando Hashimoto le abrió el pecho a Takano, luego en Kamakura cuando Murai casi lo mata. No era solo él, era Shinrin, era Jiin... y era Rengo.

    El menor, ese que había cuidado, al que había enseñado a peinarse y al que no había podido proteger ya una vez. Su decisión lo había arrancado de nosotros de nuevo, dejándonos sin opción, y me di cuenta que de haberme enterado de lo que pasaba con él en el pasado habría terminado por perder la cabeza, porque ya de por sí ahora no funcionaba. Había dejado de funcionar hace rato, me habían arrancado el fuego del cuerpo y había retrocedido de tal manera que era casi una sombra de mí misma.

    Seguía órdenes como un perro.

    Respondía a un señor.

    Y mi manada comenzaba a pasar hambre por esas decisiones.

    Sin embargo, así como venía siendo costumbre desde Kamakura, la voz de Kohaku me alcanzó en algún momento y su certeza no me dejó dudar de él, era incapaz ya de por sí. Dejé la vista pegada al suelo de todas formas, no había dejado de llorar, y sentí que detuve hasta mi respiración, porque siendo honesta no sabía qué hacer con esa información, no tenía idea. No sabría cuánto podría detenerme a mí misma hasta el punto de fractura en el que le pediría a alguien, quién fuese, que me ayudara a salvar a Rengo mientras todavía tenía oportunidad sin importar los sacrificios que significaran.

    Ignoré el resto de cosas que sucedieron a mi alrededor, a Misato tomando su decisión, la discusión de los Fujiwara, el ánimo de los Asakura. No podía sacarme a Rengo de la cabeza, al abrazo vacío y el pacto de sangre, tampoco a Kato y a Jiin, ni siquiera a Kotono y Yoro. Pensaba en todos, Kamakura incluida, y me di cuenta que Kanagawa necesitaba a todos sus hijos, no solo a Takeda.

    Pero habíamos enviado a uno a su muerte.

    Me obligué a tomar aire para tranquilizarme, alcancé a limpiarme el rostro de forma más o menos disimulada y alcé apenas la mirada. No vi a nadie en particular, fue solo un burdo intento de enderezar la postura, ponerme a mí misma en orden tan siquiera lo suficiente para repasar mi comportamiento. Había caído casi comerme a Takeda y Takano de un bocado por el estado del primero, soltar todo lo que sabía de Rengo y lo de Ibaraki y poco más, ni siquiera pensé en qué resultado tenían mis acciones.

    Takano se notaba fastidiado, no sabía si por la situación general o algo en específico, sobre todo teniendo en cuenta que vivía en ese estado. ¿Cómo iba a estar de por sí? Takeda había perdido un brazo y su hermano se había enviado como sacrificio prácticamente.

    —Lo siento —dije algo más alto de lo que había hablado antes, seguía con la vista al frente aunque no estuviese observando nada en sí mismo—. Solo eso, lo lamento.

    No supe si debía seguir soltando desgracias, pero es que tampoco tenía caso guardarlas. Volví a respirar profundamente, las heridas de Odawara se quejaron un poco y pasé saliva.

    —Antes de... esto Rengo nos envió a Ko y a mí a Odawara. —Bajé los brazos a los costados del cuerpo, presionando los puños—. Tuve que llevar a la familia de Jiin a Kamakura, no quería pero tuve que hacerlo, mis hermanas también nos siguieron. Los demonios llegaron a ellos justo después de nosotros, de no haber ido, Dioses, una parte de la historia sería muy diferente.
     
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    Monpoke

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    Fujiwara no Riku

    Levanté la mirada al finalizar los gritos, preocupado, volteaba y miraba de Kirara a Shinko. Sintiendo su tensión mutua, a su parte, también sintiendola mía.

    ¡Es una orden!

    Así como elije Kirara, soy consciente que lo dice con la intención de protegerlo. Para llegar a este punto... ¿Cuál es el peso que tienes en los hombros?

    Creí... Que se podría cambiar, mejorar con tal de eliminar o opacar antes que surgieran estos sentimientos, pero no fui consciente de que era demasiado tarde.

    Si soy el culpable... no es posible que sea la solución.

    "No me puedo imaginar lo que has estado pensando, pero para llegar a esta desición...". Mí voz se fue apagando con forme la negativa caía en mis sentimientos, cortando en medio hablar. No mire a ninguno de los dos, al menos, demostrando que no estoy en el lado de nadie.

    "Para mí, no hay mayor verdad de que estás dispuesta a protegernos y ponernos a salvo". Mire a Kirara, recordando la sonrisa apagada que nos compartió antes. "Nos quieres juntos, y por ello, puedo decir que no estás realmente cómoda en dejar aquí a Shinko".

    Cambié a Shinko, tratando de registrar la verdadera fuente de malestar.

    "No es fácil aceptar ser protegido cuando se tiene la intención de proteger con la misma fuerza...". Palabras que de sierra forma me hirieron al decirlas. "Es por estás emociones que todos compartimos que somos lo que somos, mucho más que un clan, una familia".

    Suspiré alejando está deprimida , bajando la cabeza y si decir más. Sea como sea, aceptaré la decisión de Kirara. Shinko también lo hará de ser así, pero eso no quitará la frustración interna que daría este intercambio.
     
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    Amelie

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    [Takeda; Takano; Ukita; Hashimoto; Hayato; Tsubaki; Clan Asakura; Ayame; Shinrin; Clan Tao; Clan Fujiwara; Ginko; Rokujou; Riku; Misato; Kohaku; Yuzuki]

    —Yo esta vez no iré con ustedes —mencionó Ujihisa ante Misato y los Tao —Al parecer, los Asakura saldrán de Niigata —observaba al grupo de Ginko, junto con sus líderes —Debo ir con ellos, o se van a matar.

    —Nuestro recorrido juntos ha llegado a su fin —mencionó Zeng ante Ujihisa —Has ayudado demasiado a mi dinastía.

    —No digas más; sabes que no me gustan las palabras sensibles —mencionó Ujihisa levantando la mano mientras daba media vuelta y se alejaba para unirse a los Asakura.

    —Xiándì—mencionó Zeng con un honorífico a su hermano quién aun seguía sin palabras a las de Misato "virtuoso hermano menor", estaba hablando en su idioma natal, por lo que nadie entendería— Yo debo volver; nuestra Nación nos necesita —dijo colocando su mano sobre la cabeza de Yin — Pero entiendo que si te llevo conmigo; sólo tendré la carcaza de lo que fue mi hermano menor; porque su corazón se quedaría aquí.

    —Rénxiōng... —respondió Yin "amable hermano mayor"

    —Siempre podrás regresar a casa —las palabras de Zeng eran una despedida —Porque siempre serás mi hermano menor.

    Yin nubló su mirada al instante mientras Zeng separaba su mano; esta vez, miró a Misato.

    —Volveré a casa; aquí termina mi momento con ustedes —mencionó Zeng a Misato — agradezco su cálida bienvenida —hizo una leve reverencia con la cabeza.

    [​IMG]

    Zeng avanzó hacia la salida; volvería a Shizuoka para recuperar sus barcos e irse a China. Yin observó a Zeng partir, sin saber que más decir.
    Kuno Vizard viajarás con Ayame y Yin. Te etiquetaré en la nueva discusión.



    Rei afirmó ante Ginko —Es una promesa — mencionó nervioso para después sentir la mano de su padre en su nuca; obligándolo a chocar ligeramente su frente con la suya.

    —Eres mi sangre; sé fuerte en nuestra ausencia —mencionó Tochikage mientras Kaori se acercaba a Rei; cuando su padre lo soltó, Kaori lo abrazó.

    —Mi fortaleza se refleja en ti — besó su frente para después alejarse.

    Hinata lo jaló con fuerza y obligó a Gon y Ginko a unirse en un fuerte abrazo —Siempre juntos.

    Un aplauso se escuchó detrás de ustedes — Emotivo —su voz sarcástica se diferenció del resto, era Ujihisa —Vámonos antes de que empiecen a llorar.
    Slam te etiqueto en el siguiente movimiento.



    Takano escuchaba a Yuzuki sin poder mirarla —Somos un par de inútiles — mencionó Takano con molestia — Dándole la razón a Kato sobre nuestra debilidad.

    La mujer detrás de esa máscara levantó su mano y Takano se colocó por inercia en posición defensiva. Y de un movimiento, ella dejó caer la máscara, descubriendo su rostro y con su mano atacó a la máscara que dejó caer al suelo frente a ambos.

    [​IMG]

    La máscara se rompió y la mujer los miró con fuerza; era una mirada parecida a la de Takano —La perfección es inalcanzable. Incluso para Kato —llevó una de sus manos al mentón de ambos, obligándolos a levantar la vista —Y pensar en alcanzarla es prepararse para fallar — Los soltó — Aquí están, reprimiendo todo. Si sienten tristeza, sáquenla; si sienten odio, libérenlo. Ese es el único lenguaje que importa.

    Colocó sus manos en su cintura, mirando directamente a Takano — Que el clan Minamoto cayera en Kioto es culpa también de la falta de decisión de Kato en Kanagawa — después miró a Yuzuki — Soy Oboro Turusuke; su madre —señaló a Takano — También he cometido grandes errores —miró a la máscara destruida —Cómo el abandonar a mi hijo siguiendo una causa que en su momento me fue justa, y ahora afronto las consecuencias por ello —se giró observando a Ukita quién conversaba con Rokujou.

    —Líder de los emishi — mencionó Oboro llamando la atención de Ukita quien se acercó junto a Rokujou. Oboro se colocó de rodillas frente a él —Mi nombre es Oboro, y fui uno de los demonios carmesí...

    Ukita abrió por completo los ojos.

    He asesinado a todo el clan Nishimura en Hokkaido bajo órdenes de Dai; líder de los demonios carmesí—mencionó sin más —He estado esperando mi juicio de parte de los hombres del Norte, porque yo soy culpable del derramamiento de sangre en tus tierras.

    Las manos de Ukita temblaban, las emociones se acumulaban en su sistema; aun así, alcanzó su katana...





    Kirara miró a Riku —Y por esa protección que él debe quedarse; es lo que queda del clan, no puedo arriesgarlo, no de nuevo — después miró a Shinko —Riku tiene razón; yo no estoy cómoda dejándote atrás; pero entiende que debo hacerlo.

    —¿De que sirve mantener vivo un apellido, si mi familia no está a mi lado?— la voz de Shinko se relajó con las palabras de Riku —¿Para qué quedarme aquí, sabiendo que ustedes están en peligro? No necesito que más de los míos sacrifiquen su vida por mantenerme con vida. Vivir con la culpa de no haber sido capaz de hacer algo es peor que morir peleando —Shinko tomó la mano de Kirara —No me quedaré atrás; no lo haré nunca más.



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    Dojo
    [Takeda y Kohaku]


    Takeda observaba a Kohaku; pero la máscara limitaba su entendimiento sobre lo que pasaba en su interior. Sus palabras trajeron el nombre de su madre, cerró los ojos por unos instantes para después abrirlos y terminar de escuchar lo que Kohaku le decía.

    —Lo supe en Shizuoka —mencionó —Llegó la lechuza de Obata con su última misión... tomó la vida de aquel que me traicionó —Kohaku era un integrante del clan al cual consideraba solitario; si bien, Kenzaburo también lo era, éste siempre buscaba estar informado. Pero Kohaku parecía siempre distante, como lo fue Natsu — Cuando supe de su muerte a manos de Obata, no sólo lamenté el exterminio de los Hattori, también lamenté haber perdido a Natsu, mucho antes de Iga. Mi falta de juicio ante las personas ha provocado muerte a su paso; desde la traición de Tenshin en Nara, hasta Mao en Kanagawa —colocó su mano en el hombro contrario —Perder amigos... —cerró nuevamente los ojos; un reflejo, uno que le permitía cerrar la ventana a su alma para que nadie pudiera ver el dolor —...perder un brazo duele menos.

    Takeda dejó ir el aire por su nariz, como si este pesara, como si este fuera difícil de sacar de su interior. Abrió los ojos — Natsu pudo haber tomado más vidas que sólo la de mi madre — mencionó con tranquilidad —Pudo haber matado a Takano en Tsu, o haberlo dejado morir en Kanagawa; salvó a Rengo, y sé también que salvó a Kuroki, así como también me ayudó a mi después de salir de Nara. Al parecer, sólo Hana era su objetivo; no era un simple asesino despiadado, pudo haber hecho mayores daños con nuestra confianza —miró hacia su mano, en ese momento limpia, sin rastro de sangre —Su traición no la perdono; hubiera tomado las mismas medidas que decidió Obata; también estoy bañado en sangre, tanto de aliados como de enemigos... Y siempre será más de la que mi cuerpo pueda perder.

    Miró a Kohaku —Sólo nos queda levantar la vista y seguir avanzando, sin cubrir el rastro de sangre detrás, porque sería imposible cubrir el mar con hierba seca.

     
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