Niñas Consentidas

Hola!! Vengo yo otra vez con un fic, hasta ahora sólo he publicado one-shot, pero después de estar como 3 horas en Modo Sennin XD tratando de reunir el valor para hacer un long-fic, lo logré… y bueno! Aqui está como un experimento de Orochimaru, sin más…

Prólogo

Ella es una niña de una familia rica, una de las más ricas de toda la ciudad de Tokio, tiene como mejores amigas la hijas y herederas de las otras familias que son igual de millonarias, a ninguna jamás se les ha dicho que no, desde que tienen uso de memoria se les a dado todo cuanto quieren y cuando lo quieren. Son unas muchachas que nunca renuncian a nada, unas de las pocas ventajas de ser mimada, su determinación…

Ellas están acostumbradas a siempre haber tenido todos los lujos y nunca les ha faltado nada, lo tienen todo: dinero, fama, porque ¿Quién no conoce a las niñas más ricas de toda la cuidad? amor, porque para colmo de todo, son las chicas más lindas de Tokio, admiradas por muchos, odiadas por otros; todo lo que ellas conocen es la riqueza y no piensan cambiar, pero…

¿Qué ocurriría si pasaras de ser una millonaria a tener que rebajarte al nivel de otros por un percance con la ley, todo de la noche a la mañana?

¿Si de repente tuvieras que hacer algo cuyo término jamás habías escuchado en tu vida? ¿Algo llamado trabajo comunitario?

¿Si en ese trabajo comunitario te encontraras con alguien que, al ser de un mundo totalmente opuesto al que estas acostumbrada, lograra poner el tuyo patas arriba?


¿Lograrán estas chicas tener la cabeza pegada a sus cuerpos para cuando terminen y poder volver a su lujosa vida?

¿Qué harán para sobrevivir a esta, según ellas, tortura?

Acompaña a Ino y sus amigas para ver como sus vidas dan un brusco giro de 360°.

¿Cambiarán durante esta experiencia o seguirán siendo conocidas como las niñas consentidas?



Bueno, este es el prólogo del fic llamado Niñas Consentidas, espero que les guste y quieran que lo continúe tanto como yo, espero poder subir conti semanal, pero el colegio no ayuda mucho, sin embargo voy a hacer lo mejor que pueda. Sin más que decir yane!

 

Capítulo 1: Vida perfecta

Eran las 5:30 de la tarde, una hora en la que todo era pacífico en la ciudad de Tokio, se escuchaba cerca de un bosque el arrullar del río, el sonido tranquilo del viento, las risas de algunos niños jugando cerca de sus casas, el cantar de los pájaros, los gritos desesperados de unas chicas… en fin, todo era paz.

—¡Temari! ¡Muévete! ¡Vamos a perder la reservación del restaurante!— le gritaba a su amiga una bella rubia, ojos azules, total y pulcramente arreglada, con una camisa de tirantes ajustada de color azul marino que se iba degradando hasta quedar en celeste, con unos cortos shorts floreados que dejaban ver sus largas y torneadas piernas, unas sandalias de plataforma que dejaban a la vista su pedicure, un hermoso moño trenzado a la moda y las uñas pintadas de color morado.

—¡Ya voy Ino! ¡Es que no me decido si quiero los zapatos rojos o los verdes! ¡Dame cinco minutos!— le respondió otra rubia igual de bella con ojos aguamarina que tenía puesto una camisa de seda blanca con encajes, una mini falda color fucsia y zapatillas blancas, además de una bonita trenza francesa y las uñas de color rojo sangre.

Las amigas ignoraron completamente su comentario y se dispusieron a conversar entre ellas mientras estaba lista, cosa que conociéndola, iban ser no cinco minutos, sino veinte.

—¿A-a cual restaurante va-vamos a ir?— preguntó tímidamente una chica de bellos ojos perla y el cabello azulado, con un blue jean bastante ajustado, una camisa manga corta color anaranjado claro, un bello sujetador en su largo cabello que evitaba que los mechones le cayeran en la cara, además de darle un toque grácil, zapatos cerrados y uñas lila.

—Al Petit L’mua—dijo sonriente la de ojos celeste correspondiente al nombre de Ino.

—Ah, ¿qué clase de comida es?— inquirió una extravagante muchacha con cabello rosa amarrado en un moño y ojos jade, con un vestido color crema y tacones de cuero negro que combinaban perfectamente con sus uñas.

—No lo sé Sakura, tal vez tenga nombre francés porque sirven comida tailandesa— le respondió con sarcasmo su amiga de cabello castaño suelto, sin ningún adorno, al igual que sus ojos delineados con negro y su conjunto de licra negra, sandalias plateadas y camisa violeta con volados, además de tener las uñas pintadas de dorado.

—Ja, ja, que graciosa.

—¿Verdad que si?

—Ya cállate.

—¿Y por qué debería?

—Porque yo lo digo.

—¿Por qué no mejor te callas tú?

—¿No sabes responder con algo que no sea una pregunta?

—Claro que sí.

Mientras que Tenten y Sakura seguían en su infantil discusión, típica de niñas mimadas, una castaña con ojos negros que tenía su cabello amarrado en una media-cola y vestía con unos shorts beige, camisa negra con encajes y tenía las uñas pintadas de color verde, hablaba animadamente con Ino, pero se comenzaba a impacientar por la tardanza de Temari.

—Ay, Temari ya se está tardando mucho, de verdad vamos a llegar tarde— le dijo a Ino.

—Tienes razón Matsuri, déjame volverla a llamar, si no funciona, la vamos a buscar—hizo una pausa mientras su amiga asentía —¡Temari! ¡Vamos ya o te dejamos!— gritó con la esperanza de que esta vez la amenaza funcionara.

—¡Ya llegué!— contestó la Sabaku No con cuatro enormes bolsas de compra en cada mano, lo que sorprendió a las personas que pasaban por allí, sin embargo, sus amigas ni se inmutaron, total, ellas volvían con esa cantidad o más después de un día de compras, o sea, casi todos los días.

—Hasta que al fin te dignaste a aparecer— le reprochó la Yamanaka.

—Ch-chicas, la reservación—acotó Hinata.

—¡Es cierto! ¡Llegaremos tarde!— se escandalizó la de pelo rosa —por cierto Hinata— la aludida volteó— ¿Podrías dejar el tartamudeo alguna vez en tu vida? Estamos en confianza, y tú lo sabes.

—Lo siento— se disculpó apenada prometiéndose que por lo menos en presencia de sus amigas lo dejaría.

—Bien, podemos quedarnos aquí discutiendo sobre el tartamudeo de Hinata, o podemos irnos yendo al Petit L’ mua si en serio no queremos llegar tarde—dijo Ino.

—¿Y qué esperan? ¡Vámonos pues!— exclamó Temari haciendo que todas se animaran a montarse en sus respectivos autos con dirección al restaurante.

Las alarmas de unos automóviles, uno plateado y otro azul sonaron fuertemente, posteriormente los encendieron y se dirigieron a toda marcha al lugar destinado haciendo que todo el mundo supiera que allí estaban ellas.

—¡Cuidado Petit L’mua! ¡Están llegando las niñas consentidas!— gritó la Amma a los cuatro vientos cuando ya habían arrancado.

—¡Wo hoo!— corearon todas.

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Bueno, hasta aquí el primer capítulo, espero que les haya gustado, y no haya sido una decepción ya que me dijeron que les gustó el prólogo, y si no es mucha molestia porfisss comenten, además les dejo unas preguntillas…

No soy muy buena con los títulos, ¿Creen que el título del capi fue acorde con los hechos?

¿Estuvo muy corto?

¿Parte favorita?

¿Qué creen que pasara en el próximo cap: “El Petit L’mua”?

Acepto, sugerencias, críticas (no muy duras porfiss), felicitaciones y demás. Bye!!

P.D: planeo hacer el segundo capi un poco más largo.

 

Hola a todos! Lamento no haber subido conti antes, no había tenido tiempo, pero al fin aquí estoy…
Una cosa para aclarar, que creo que no lo había hecho antes, voy a decir cuáles son las parejas lamento que los decepciones si no son las tradicionales:

ShikaIno (AMOOOO esa pareja con toda mi alma, siento que están hechos el uno para el otro, y soy TOTALMENTE ANTI saiino, lo siento mucho fans de esta pareja)
TemaSai (no se me ocurre con que otro pega, así que le inventé a Sai, total, no va a ser un personaje principal, sólo va a ser nombrado)
NaruSaku (es la pareja original de la serie y siento que así debería quedarse)
NejiTen (por dios!! Quien no ama a esta pareja? Son tan cutes!!)
GaaMatsu (sinceramente no veo qué tienen de malo)
SasuHina (la verdad es que eran los que quedaban y no se ven tan mal)
KibaOC (KibaTema es algo que no tienen ni sentido así que…)


En el capítulo anterior…

—¡Es cierto! ¡Llegaremos tarde!— se escandalizó la de pelo rosa —por cierto Hinata— la aludida volteó— ¿Podrías dejar el tartamudeo alguna vez en tu vida? Estamos en confianza, y tú lo sabes.

—Lo siento— se disculpó apenada prometiéndose que por lo menos en presencia de sus amigas lo dejaría.

—Bien, podemos quedarnos aquí discutiendo sobre el tartamudeo de Hinata, o podemos irnos yendo al Petit L’ mua si en serio no queremos llegar tarde—dijo Ino.

—¿Y qué esperan? ¡Vámonos pues!— exclamó Temari haciendo que todas se animaran a montarse en sus respectivos autos con dirección al restaurante.

—¡Cuidado Petit L’mua! ¡Están llegando las niñas consentidas!— gritó la Amma a los cuatro vientos cuando ya habían arrancado.

—¡Wo hoo!— corearon todas.
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Capítulo 2: El Petit L’mua

En la calle se podía ver a dos convertibles con tres personas cada uno que iban en carrera hacia algún lugar determinado, aunque nadie sabía cual era.

—I-Ino, por favor, estamos yendo demasiado rápido— rogaba para que parara Hinata.

—¡Bien Hinata!—le felicitó Temari.

—¿Qué? ¿Por qué?—le preguntó la ojos perla.

—Porque sólo tartamudeaste una vez en una oración, normalmente lo hubieras hecho como cuatro veces, ¡estás avanzando!— respondió la Sabaku No.

—B-bueno, gracias— dijo la azabache y luego se tapó la boca con ambas manos y rió.

—Jajajaja, supongo que no es tan fácil de curar ¿no, Ino?— respondió la rubia de la trenza.

—¿Y por qué me lo dice a mi?— inquirió la que iba al volante.

—Elemental mi querida Ino— dijo al puro estilo Sherlock Holmes —es que tú también tienes una manía, te muerdes la uñas— dijo como si hubiera descubierto América.

—Eso es sólo cuando estoy nerviosa— se excusó.

—Si, y yo soy Santa Claus— expresó con ironía.

Mientras ellas estaban ocupadas en su pelea de quién tenía la razón, en el otro auto estaban igual de ocupadas.

—¡You two really need to shut up your big mouths right now! (¡Ustedes dos de verdad necesitan cerrar sus grandes bocotas ahora mismo!) —gritó Tenten en inglés.

—¿Y a esta que le picó? ¿Por qué está hablando en inglés?— preguntó Matsuri.

—Siempre lo hace cuando está realmente molesta, así que deberíamos dejarla en paz o vamos a causar un accidente— le explicó Sakura.

—Thank you very much (muchas gracias) — agradeció la castaña.

Matsuri y Sakura comenzaron a hablar animadamente procurando no molestar, hasta que de un momento a otro la Amma frenó abruptamente, sin ningún aviso, lo que provocó que las dos se dieran un fuerte golpe con los asientos de adelante, por su parte Tenten sólo las miraba como si hubiera escuchado el mejor chiste de la historia.

—¿¡Cuál es la gran idea!?— expresó Matsuri con horror cuando vio su imagen en el espejo que siempre traía en su cartera— ¡Me despeinaste toda! ¡Mírame! ¡Soy un desastre!

—¿¡Y yo qué!? ¿¡Estoy pintada en la pared!? ¡Te informo que se me rompió una uña!— dramatizó la Haruno.

—And I inform you that we just arrive to the restaurant, so come on, let’s go (y yo te informo de que acabamos de llegar al restaurante así que vengan, vamos)— dijo la causante de sus penas.

—Ya no estás molesta, puedes dejar de hablar en inglés, presumida— respondió susurrando lo último.

—¿What did you just said? (¿Qué acabas de decir?)— preguntó Tenten con una cara de maníaca.

—No, nada, olvídalo, vámonos Matsuri, aquí no nos quieren— dijo tomando de la mano a la nombrada, dirigiéndose a la entrada del restaurante.

Allí se encontraron con las demás y vieron que Temari y Hinata tenían la misma pinta que ellas con cara de perrito regañado, e Ino estaba con la misma cara molesta de Tenten, seguro que fue un dejavú, pensaron ellas.

—Qu'est-ce qui vous avez fait vous? (¿Qué fue lo que te hicieron a ti?)— dijo Ino y luego carraspeó sabiendo que Tenten le había entendido— perdón, todavía tengo el francés pegado, ellas si que saben cómo sacarle de quicio a uno.

—Let me guess… (déjame adivinar…)— dijo y luego se golpeó mentalmente al estar en la misma situación que la rubia— no hay necesidad de repetírtelo, sé que entendiste, bueno, supongo que ellas gritaban demasiado, y como no podías concentrarte en el camino, te comenzaste a desesperar, por eso empezaste a hablar francés, porque cuando te desesperas hablas francés— dijo sabiamente.

—¡Eso fue exactamente lo que pasó! ¿Cómo sabes?— inquirió curiosamente la Yamanaka.

—No lo sé, intuición— respondió mirando con cara de pocos amigos a Sakura y Matsuri que en el instante palidecieron.

Después de quedarse unos instantes discutiendo en la entrada del restaurante, que por cierto era muy elegante y bonita; estaba sostenido por columnas blancas de mármol, se podía ver que las paredes exteriores estaban hechas de roble, y arriba se veía el letrero con el nombre Petit L’mua decorado con hermosas luces tenues al rededor que le daban un toque mágico. Allí se encontraba un vigilante que sólo dejaba entrar a las personas que estaba en la lista, desde afuera se podía ver que una alfombra roja, parecida a la de Hollywood que conducía hacia otro mesonero que atendía a las personas que entraban y les indicaba su mesa. Por fuera podía parecer extremadamente elegante, pero por dentro no lo era, por eso las ropas de las chicas no les parecieron inadecuadas.

Comenzaron a caminar hacia el vigilante con su singular andar, cosa que atrajo varias miradas interesadas, sin embargo, ninguna les prestaba mayor atención.

—¿Viste como nos miran? Me siento halagada— dijo con aires de sobra Tenten.

—¡Claro! ¿Cómo no nos van a mirar? Jajaja, aunque Temari no lo necesita— respondió Sakura.

—¡Cierto! ¡Verdad que ella tiene novio! No me acordaba…— comentó Matsuri.

—Tú nunca te acuerdas de nada— acotó sorprendentemente Hinata para luego hacer una pausa por la cara que le dedicaba su amiga— sin ofender— resumió, a lo que ella sonrió.

—¡Ya entendimos!— dijo Ino desesperada para luego dirigirse al vigilante— nosotras estamos en la lista, somos Ino Yamanaka, Temari Sabaku No, Hinata Hyuga, Tenten Amma y Sakura Haruno.

—¡Oye! El burro va al final— le corrigió la Haruno.

—Por eso mismo— se burló la rubia.

—Jajajajajajajajajaja— no aguantaron y carcajeron todas.

—Creo que ella quiso decir que debiste haberte mencionado de— trató de decir Hinata.

—Sé muy bien lo que quiso decir, el problema es que ustedes no tienen sentido del humor— la interrumpió y continuó molestando.

—Ajá, ajá, son muy fastidiosas— reclamó la Amma, y habló con el señor—bueno pero, ¿estamos en la lista, no?

Después de una rápida revisión de los nombres, que les pareció eterna a ellas, el hombre asintió y abrió el cordón de seguridad.

—Muy bien, están en la lista, pueden pasar, adelante— dijo el guardia haciendo una pequeña reverencia.

—Muchas gracias— respondió Temari mientras pasaban.

Adentro, era un lugar bello, aunque un poco más informal que afuera, las paredes estaban pintadas de un color verde menta con decoraciones, el suelo estaba todo cubierto con alfombra roja y sorprendentemente combinaban a la perfección, las mesas eran grandes y ovaladas, tenían seis sillas por cada una, se veía a la gente con ropa casual y sin ningún esmero; admirando la belleza, pero a la vez informalidad del lugar, nuestras chicas se dirigieron hacia el metreé.

—Buenas noches señoritas, ¿qué se les ofrece?— inquirió el mesonero amablemente.

—Buenas noches, venimos por la reservación de las 7:00pm, seis personas, a nombre de Ino Yamanaka— respondió Ino con el mismo tono de voz calmado.

—Claro, aquí está, acompáñenme por favor, les mostraré su mesa— dijo para luego dirigirse hacia una mesa ya preparada con un mantel blanco perla y seis puestas ya listos.

Cuando caminaban hacia allí, estaban tan concentradas en una plática que ninguna se dio cuenta de que un mesonero, el cual iba a toda velocidad con una bandeja llena de vasos de agua, que se notaba bastante fría, se dirigía hacia ellas, por supuesto ninguna se dio cuenta que iba con dirección hacia Ino y el panorama no se veía muy bien hasta que…

—¡Cuidado!— advirtió Hinata quien fue la primera en reaccionar.

—¿Ah? ¡Ino quítate!— dijeron todas que reaccionaron al unísono.

—¿Qué? ¡Aghh! ¡Idiota!


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Bueno este fue el segundo capi, espero que les haya gustado, lo hice un poco más largo ya que me lo pidieron, no soy muy buena haciendo largos, pero si me piden todavía más largos seguro que lo haré porfis comenten para que me digan que tal, no planeo poner el accidente todavía ya que quiero hacerlo un poquis más largo y para que vean que sí sé tres idiomas!! yeii!! jajajaja

Preguntas:

¿Qué les pareció?

¿Parte favorita?

¿Con quién se habrá tropezado Ino?

¿Quién es el novio de Temari? (pregunta tonta XD)

¿Está bien así o lo quieren más largo?

¿Fue más interesante? (sinceramente el primer capi me pareció un poquis aburrido)

¿Les gustaría que agregara algo de musiquita al asunto? (me refiero a que ellas canten o algo así)

¿Qué creen que pasará en el próximo capi?

¿Son muchas preguntas?

¿Quién engaño a Roger Rabbit?


Jajajaja, ok esa no, espero verlos en el próxima cap, bye!!

 

Holaa! Buenos días, tardes, noches dependiendo en el horario en el que me divisen jajajaja ok… tengo un pequeño cambio de planes, en el capítulo anterior dije cuáles iban a ser las parejas, pero la verdad es que las cambié por ejemplo: a mi me gusta mucho el NaruSaku, pero en el momento en el que me puse a escribir de esta pareja, se me hizo demasiado complicado, no se cómo introducirlos uno al otro por sus personalidades (alabo a los que si lo logran), luego una amiga me dijo que porqué no hacía NaruHina porque era más fácil gracias a la personalidad de Hinata y probé y que tal??!! Me pareció muchísimo más sencillo, me guié por algunos de los fanfics que sigo, entonces eso quedó, y como Sakura se quedaba solita la puse con Sasuke, no son tan malos. Por tanto las nuevas parejas serán:

ShikaIno
NaruHina
SasuSaku
TemaSai
NejiTen
GaaMatsu
KibaOC

En el capitulo anterior:

—Buenas noches, venimos por la reservación de las 7:00pm, seis personas, a nombre de Ino Yamanaka— respondió Ino con el mismo tono de voz calmado.

—Claro, aquí está, acompáñenme por favor, les mostraré su mesa— dijo para luego dirigirse hacia una mesa ya preparada con un mantel blanco perla y seis puestas ya listos.

Cuando caminaban hacia allí, estaban tan concentradas en una plática que ninguna se dio cuenta de que un mesonero, el cual iba a toda velocidad con una bandeja con una jarra de agua, que se notaba bastante fría, se dirigía hacia ellas, por supuesto ninguna se dio cuenta que iba con dirección hacia Ino y el panorama no se veía muy bien hasta que…

—¡Cuidado!— advirtió Hinata quien fue la primera en reaccionar.

—¿Ah? ¡Ino quítate!— dijeron todas que reaccionaron al unísono.

—¿Qué? ¡Aghh! ¡Idiota!


Capítulo 3: Conociendo a las consentidas

—¡Eres un torpe, idiota, indecente, descuidado, salvaje y estúpido! ¿¡Viste lo que me hiciste!? ¿¡Cuál es tu maldito problema!?—le gritó fuerte y groseramente Ino llamando la atención de todos.

—Y-yo...— trataba de decir el pobre mesonero, se notaba que era un chico, más o menos de la misma edad de las chicas, quizás un año mayor, pero no más.

—¡Señorito Shikamaru!— le llamó la atención el encargado para luego bajar la voz —mire lo que hizo, menos mal que sólo era agua fría, pero aún así le causó incomodidad a la señorita…

—Yamanaka—le completó molesta Ino.

—Discúlpese, ¿cómo se atreve Shikamaru?— le continúo reprendiendo el metreé.

—Hmm… Yamanaka, creo que he oído ese apellido en algún lado, pero no me acuerdo dónde— pensó— Y-yo —tomó una gran bocanada de aire— yo lo siento mucho señorita Yamanaka, no fue mi intención, iba a paso rápido y no la vi y…—¡diablos! ¡ya no sé que más decir! — se dijo en su mente.

Ino sólo intentó poner la mejor cara del mundo ante esta situación, recordó que esta mañana su madre la llamó y le hizo prometer que este día haría la prueba de que no podía sobreexagerar una situación en un lugar público.

—Está bien, te disculpo, pero por favor te pido que esto no vuelva a suceder, la verdad es que si le causa una gran molestia a los clientes de este lugar, si esto vuelve a pasar, les aseguro que perderán unas grandes clientes— dijo con una sonrisa falsa y una rara mueca en la cara.

Ante esto todos se quedaron petrificados, incluyendo sus amigas, nunca pensaron este tipo de reacción por parte de Ino, ¿qué había pasado con su amiga? Ella no era así, nunca se quedaba callada ante ninguna situación, seguro lo que había pasado era que la noche anterior unos alienígenas la secuestraron y comenzaron a hacer experimentos con ella y para que nadie se diera cuenta seguro que crearon un clon igual en apariencia, pero ¡no! No podrían engañarlas a ellas, esa no era su personalidad, eso es algo que no se puede igualar con unas cuantas pruebas y un clon.

O seguro que se había enfermado y para no preocuparlas no dijo nada, pero la enfermedad era tan fuerte que le hacía ver alucinaciones y hasta le cambiaba su forma de pensar, sí, eso también podría ser.

O fue atropellada por un tren cuando fueron a Konoha, una popular aldea, a pasar vacaciones, y murió en el hospital, en su lugar mandaron otra rubia ojos azules que se parece muchísimo a Ino, pero no era ella, para que la reemplazara y los padres nunca se enteraran de la muerte de su hija, pero la forma de hablar y la actitud no se pueden aprender.

Todas esas eran las posibilidades que pasaban por las cabezas de nuestras chicas, simplemente no podían encontrarle explicación lógica a la razón del cambio de su comportamiento.

—W-wow, muchas gracias, le aseguro que así será, esto nunca volverá a ocurrir— dijo Shikamaru apenado— si no es mucha molestia, ¿podría hacerle una simple pregunta?

—Déjela, y vaya a atender otros asuntos, que tiene bastantes pendientes— le prohibió el encargado.

—No, no, déjalo que haga la pregunta, claro, ¿cuál es? — dijo Ino amablemente una vez pasada su rabia.

—Bueno, no sé si es que soy muy ignorante, siento que su apellido me suena, pero no puedo recordar dónde lo escuché.

—Claro que lo has escuchado— decidió interrumpir Matsuri —ella es la hija de el dueño de Konoha’s Secret.

—¡Ahh! Claro, por eso me sonaba, mi prima estuvo hablando de que se quería comprar un perfume de Konoha’s Secret y también de su dueño, creo que era Inoichi Yamanaka.

—Si, ese es mi padre, pero no sólo yo soy una heredera de compañías famosas, ellas, mis amigas también están relacionadas con la industria de la moda — hizo una pausa para señalar a Tenten — ella es Tenten Amma, la hija de la hermana del creador de Tokio Armani — dijo y le dio una señal para que continuara con las presentaciones a lo que ella sonrió y le hizo caso.

—¡Hola!, bueno Ino ya te dijo quien soy, pero también está Hinata Hyuga— contestó y la señaló — no está precisamente vinculada a la moda, pero es la hija de Hiashi Hyuga dueño de las empresas Hyuga, una de las compañías más grandes y famosas de todo Japón.

—Mucho gusto, te presento a Temari Sabaku No, ella es la sobrina de la dueña de Kyoto Herrera— la señaló y dijo sin pena Hinata.

—¿Qué tal? Yo soy Temari, como ya te dijeron, y ella es mi amiga Matsuri Kurama, nieta del fundador de Shiseido —sonrió.

—Y por último y por tanto menos importante…— bromeó Matsuri antes de ser interrumpida.

—¡Oye! ¿Por qué siempre soy yo de la que se burlan?— dijo dramatizando y punto de llorar falsamente, digo a punto porque no quería que se le corriera el maquillaje.

—Jajajaja, sabes que te queremos—dijo Temari.

—Si, si, bueno, yo soy la sobrina de la esposa del creador de Kirigakure Rabanne, un gusto— respondió.

—Es un placer conocerlas, me ofrezco a ser su mesonero de esta noche— dijo con una sonrisa— un momento… una de ellas dijo Sabaku No, ¿qué ese no es el mismo apellido de Gaara? Tal vez estén relacionados, aunque no creo, si no ella tendría el cabello rojo, pero ambos tienen los ojos color agua marina, no sé, cuando lo vea le pregunto— pensaba intrigado Shikamaru.

—Muchas gracias— le contestó Hinata.

—Bueno ahora que todos están arreglados supongo que podemos dirigirnos a su mesa, por aquí por favor— dijo todavía un poco apenado el metreé.

Finalmente y si ninguna otra interrupción, se dirigieron hacia la mesa destinada desde hace media hora a ellas.

Se sentaron, e inmediatamente Shikamaru—como habría que comenzar a llamarlo—les entregó el menú el cual Ino recibió con un poco de mala gana y se fue a atender otra mesa, no sin antes pedir permiso.

—Ino… ¿te sientes bien? — preguntó Temari siendo la primera valiente.

—¿Qué clase de pregunta es esa? — dijo sin alzar la voz —me acaban de derramar agua helada en toda la camisa y, ¿vas a creer que estoy bien?

—Así que si estás molesta… hmm…— dijo Hinata como si estuviera deduciendo un caso criminal.

—No, que va, ¿porqué piensas eso? Sólo estoy de un humor opuesto a feliz— dijo con sarcasmo.

—Jajajaja, bueno vamos a aligerar un poco las cosas, ¿qué les parece si después de comer hacemos una pijamada? —calmó las cosas Tenten.

—No sé…— respondió Sakura— ¿qué les parece si antes de pensar en lo que vamos a hacer después de comer, primero comemos?

—Me parece bien— respondió Matsuri— y miren aquí viene Shikamaru.

—Buenas noches, ¿puedo tomar su orden?— dijo amablemente el Nara.

—No, no puedes—dijo Ino lo más disimulado y bajo posible con un notorio tono de molestia en su voz.

—Claro— le sonrió Hinata —yo quisiera media ración de Escargot y mi amiga Matsuri también y para tomar yo quisiera una Champagne, ¿y tú Matsu?

—¿Ah? Si, si, yo quiero vino tinto— respondió como perdida.

—Está bien— acotó Shikamaru mientras anotaba todo en una libreta— ¿y ustedes?

—Yo quisiera unas tostadas francesas con jugo de piña sin azúcar— comentó Temari haciendo énfasis en la palabra “sin”.

—Ino y yo queremos Ratatouille y yo lo quiero con Champagne, ¿Ino, tú? —preguntó Sakura.

—Vino blanco— respondió de mala gana Ino.

—Yo, por último quiero un Tartar con vino tinto—comentó Tenten antes de que el moreno asintiera y tomara dirección hacia la cocina.

Estuvieron unos minutos sin hablar, admirando todo el lugar, viendo las decoraciones y hasta escuchando conversaciones de los demás hasta que Ino decidió interrumpir con el silencio.

—Tengo una idea, ¿por qué no vamos al karaoke después de esto? —sugirió.

—No gracias, demasiadas emociones por hoy, ¿tal vez mañana? —le negó Hinata.

—Lo siento, yo mañana no puedo, acordé que iría a ver una exposición de arte de Sai— dijo Temari registrando su cartera en busca de su teléfono.

—Yo tampoco, tengo una reunión familiar por el cumpleaños de mi tío—respondió Tenten.

—Ojalá pudiera, mañana tengo una reunión de presupuesto de la compañía de mi padre—le comentó Ino.

—¿Una reunión de presupuesto de la compañía de tu padre? — preguntó Matsuri— ¿y por qué tienes que ir tú?

—Si, es que me dijo “Ino, algún día vas a ser la gran heredera de la famosa compañía Konoha’s Secret, tienes que ir acostumbrándote a la idea de las reuniones y los ajustes y los cambios y los empleados y todo eso”— dijo imitando la voz de su padre a la perfección causando risa en las presentes.

—¡Por fin! Lo encon… ¿Qué? — dijo Temari al ver que un papel amarillo caía de su cartera.

—¿Qué pasa?— inquirió Sakura.

—¿Qué es…?—Temari no pudo terminar su frase por la tal impresión al ver una multa de 1.200 yenes.

—Hola…—le decía Tenten mientras chasqueaba sus dedos en frente de la cara de su amiga— tierra a Temari, ¿hay alguien ahí?

—¿Qué? Ah sí, estoy aquí, pero lo que no debería estar aquí es una multa de 1.200 yenes por haber chocado contra un poste de luz causando un cortocircuito en la calle completa a nombre de…—recitaba mientras leía lo escrito en el papel— ¿¡A mi nombre!? ¿Y yo por qué?

—Déjame ver eso— dijo Ino arrancándole la hoja amarillenta de la mano —aquí dice, multa de monto 1.200 yenes; la causa fue un automóvil estrellado contra un poste de luz que hizo cortocircuito y causó un apagón que afectó la calle Leiser; a nombre de Temari Sabaku No; N° de acompañantes: 2 mujeres de nombres Ino Yamanaka y Tenten Amma; motivo de incidente: la conductora iba manejando en un estado ebrio al igual que sus acompañantes lo que aumentó las posibilidades de riesgo y conllevó a una multa de suma mayor al igual que haber tenido sus registros vencidos.

—¿Qué rayos? ¿Yo estaba ahí? —cuestionó Ino al terminar de leer el contenido de la multa.

—Y al parecer yo también estaba— dijo sorprendida Tenten —pero debo admitir que esto me impresiona, nunca había visto una multa tan completa, digo, normalmente sólo dicen el monto y si ibas ebrio o si tenías los papeles vencidos, pero esto es una descripción completa del asunto— dijo con una cara triunfadora.

Lo que dijo causó que todas las presentes cayeran al estilo anime, nunca, en serio, nunca, esperaron que su amiga fueran tan… ¿Cómo decirlo? Tan… tonta, bueno, tal vez si lo hicieron, pero tampoco estaban preparadas para esto.

—Están metidas en problemas con la ley, ¿se acuerdan lo que una vez nos dijeron nuestros padres? —comentó Matsuri.

—Lo sé, no podemos meternos en problemas con la ley porque ellos ya nos han resuelto muchos problemas y la autoridad no va a seguir soportando que causemos estragos en la cuidad sin pagar un precio, no podemos ser consentidas para siempre—recitó Tenten recordando las palabras de sus padres.

Ante esto todas se quedaron calladas, ¿así de problemáticas eran? Pero si estaban acostumbradas a que sus padres siempre les resolvieran todo… ¿Y de repente dicen que ya no les pueden resolver las cosas? Esto no podía ser, de ahora en adelante iban a tener que andar con más cuidado pensando seriamente las cosas antes de hacerlas.

—Bueno, pero nosotras no somos las únicas en problemas, ustedes también tienen varias infracciones— dijo Ino registrando la cartera de Matsuri — ¡Ajá! Aquí dice que Matsuri Kurama y Sakura Haruno robaron unos esmaltes de uñas, una rizadora de cabello y unos zapatos Calvin Klein en una tienda.

—E-eso es… ¡Miren! ¡Aquí viene la comida!

En cuanto dijo eso, como por arte de magia apareció Shikamaru con dos bandejas que contenían los platos que habían pedido las chicas.

—Aquí está, Escargot, Champagne y vino tinto para las señoritas Kurama y Hyuga— les entregó los platos a lo que ellas sonrieron divertidas —tostadas francesas y jugo de piña con azúcar para la señorita Sabaku No— dijo haciendo énfasis en la palabra “con” por lo que Temari frunció el ceño y él sonrió dándole a entender que era una broma —Ratatoille con Champagne para la señorita Haruno y Ratatoille con vino blanco para la señorita Yamanaka —tenía que admitir que se sentía extraño con ellas, sentía que eran demasiado diferentes, y todavía no se sentía cómodo con Ino, ni un poco cómodo, más bien, no creía que le cayera bien, no, definitivamente no le caía bien— y por último Tartar con vino tinto para la señorita Amma, buen provecho— dicho esto dio media vuelta y se retiró.

Comieron, hablaron, discutieron un montón de cosas como las multas y el karaoke y la reunión de la empresa del papá de Ino y muchas otras cosas de las que hablan las chicas tales como qué color de esmaltes les quedaba bien, la ropa que estaría de moda la próxima semana, lo que usarían para la fiesta del lunes, cuándo irían a la playa… entre otros temas, en eso se pasaron cuatro horas y decidieron que ya era tarde y debían irse a sus casas.

—Ya deberíamos pedir la cuenta—sugirió Hinata mientras agitaba su mano en busca de un mesonero disponible.

En ese momento llegó un mesonero a atenderlas aunque no eran quien ellas esperaban.

—¿Nos podría traer la cuenta por favor?— pidió amablemente Sakura.

—Claro señorita, ya regreso.

Después de cinco minutos de hablar de los últimos chismes de celebridades el hombre volvió con la cuenta.
—2.435 yenes— dijo Tenten sin ningún tono de preocupación.

—Debo admitir, este restaurante es caro, pero vale la pena, la comida es deliciosa— comentó Hinata.

—Es cierto Hinata, amo la comida de aquí, vamos a pagar, a ver… sería 2.435 entre 6— comenzó a calcular Ino.

—405 yenes cada una— completó Sakura.

—Ok, vamos— comentó Matsuri.

Todas pagaron sin ningún problema y en el momento en el que el mesonero les recogió la carta se fueron disparadas como si las estuviera persiguiendo el pecado más atroz de la moda: la falda pantalón.

—Bueno chicas, yo me debo ir a mi casa ya, no me puede dormir tan tarde si quiero llegar mañana a la reunión— dijo Ino despidiéndose rápidamente al tiempo que corría, a una velocidad considerablemente increíble teniendo en cuenta el hecho de que tenía unos muy altos tacones.

—¡Pero espera Ino! — le gritaba Temari mientras se iba— ¡¿Es que acaso no nos piensas llevar a nuestras casas a Hinata y a mi que no tenemos auto?!

—Genial Temari— la regañó Hinata —acabas de decirle a media cuidad que no tenemos auto.

—Ups.

—Las llevaría— dijo la Yamanaka mientras se acercaba a ellas con su auto— pero lo que pasa es que… ¡Ay! ¿A quién engaño? No lo haría, ¡au revoir! (¡Hasta la vista! ¡Hasta luego! ¡Adiós! ¡Nos vemos! O cualquier otra cosa parecida) —dijo mientras arrancaba a toda velocidad dejando a las presentes tosiendo escandalosamente por el humo, con una gota en la frente y una venita hinchada cada una.

—Y-yo… yo…—balbuceaba Sakura mientras temblaba de la rabia— ¡yo juro que la próxima vez que la vea me encargaré personalmente de arrancarle todos y cada uno de los pelos de la cabeza, esconderle todo su maquillaje y carbonizar toda su ropa! ¡Nadie deja a Sakura Haruno en este estado!

—Eso no es posible por tres simples razones— explicaba tranquilamente Matsuri— uno, porque si le arrancas los pelos de la cabeza, le volverán a crecer y mientras seguro que se comprará una peluca, segundo, si le escondes el maquillaje te lo esconderá a ti, porque gritaste eso tan fuerte que seguro que lo escuchó y tercero, si le carbonizas la ropa seguro se encargará de hacer que su padre ponga en la prensa nacional que tu cabello es teñido.

De lo que no se había dado cuenta es que mientras que decía todo eso la vena de Sakura crecía hasta el punto de casi reventarse y taconeaba el suelo extremadamente fuerte con su zapato, pero de eso ella no se daba cuenta, por lo menos no Matsuri por el simple hecho de que era… Matsuri.

—¡Primero que todo, quiero aclarar que si me esconde el maquillaje, mañana no amanece viva! Y segundo… ¡Mi maldito cabello no es teñido! ¡Métetelo en la cabeza porque si me haces repetirlo otra vez te prometo que te voy a dar un golpe tan fuerte que vas a quedar enterrada debajo de la tierra!

—Genial Sakura— la regañó Hinata— acabas de decirle a media ciudad que tu cabello es teñido. (dejavú XD)

—Hinata, Hinata, porque eres Hinata y porque nunca me has molestado más de la cuenta te lo voy a repetir en vez de mandarte a la luna de una sola patada, ¡Mi-cabello-no-es-teñido! ¡Es-natural! —dijo con la agresividad al máximo nivel.

—Si claro, y yo soy Santa Claus— respondió Temari con sarcasmo.

—¿Qué no te cansas de ser Santa Claus? — intervino por primera vez la castaña de ojos chocolate.

—¿Cómo? — preguntó la Sabaku No sin entender.

—Si, que cada vez que dices algo con sarcasmo dices que eres Santa Claus— le aclaró Matsuri— ¿Qué no puedes ser otra persona? Como… no sé, ¿Sherlock Holmes o Wolverine?

—Es que no suena bien, es como: si, y yo soy Wolverine— dijo Temari completamente negada a que le cambiaran su “segunda persona” según ella— simplemente no suena.

—Pero si ser Wolverine sería increíble, además Santa Claus es gordo.

—No se ustedes, pero yo me quedó con Santa Claus.

—Bueno entonces yo soy Wolverine— dijo Tenten entusiasmada.

—Entonces yo soy Sherlock Holmes— comtinuó Matsuri con la misma emoción— me encanta el misterio.

—Yo descubrí América— intervino Hinata.

—¿En serio? ¿Cuando? ¿Y es bonito? —preguntó inocentemente Matsuri.

—Que inocencia, jijiji— le susurró Temari a Tenten.

—Y yo soy la esposa de Brad Pitt— comentó Sakura.
—Espera un momento, ¿tú no estabas furiosa? —le preguntó Hinata.

—Ah si, perdón— se corrigió la de pelo rosa— ¡Y yo soy la esposa de Brad Pitt! —dijo con un tono claro de molestia dando a relucir sus dotes de actriz.

—Jajajajajajaja— rieron todas.

—Bueno— dijo Hinata limpiándose las lágrimas— ¿cómo nos vamos a nuestras casas Temari y yo si se supone que Ino nos iba a llevar?

—Tranquilas yo las llevo a todas— se solidarizó Tenten.

—¡Qué bien! ¡Gracias!— dijo Temari dando un abrazo de oso, ya saben, de esos que matan.

—N-no respi-respiro—decía con dificultad Tenten ya casi sin aire.

—¡Ya basta! ¡La estás matando! — le gritaron todas.

—¿A sí? ¡Perdón!

—Si me hubieras matado un perdón no te hubiera servido de mucho, bueno ¡nos vamos!

—¡Siii! — dijeron todas al unísono mientras se montaban, cada una a su manera, en el auto plateado.




Lo sé, lo sé tardé mucho, es que tuve como un lack of inspiration (bien los que me entienden) y no podía continuar además iba a comenzar a introducir algunos personajes a sus respectivas parejas, pero como dije al principio algunas se me hicieron un poco difíciles y decidí dejarlo hasta acá, sé que a los que les gusta el fic querrán matarme, los que no, bueno, no, pero les dejo unas preguntas y de verdad por favor espero que comenten

Preguntas:

¿Les gustó?

¿Parte favorita?

¿Así o más largo?

¿Qué les parece las compañías de las que son herederas, finas no?

Les parece el fic, hasta ahora… ¿aburrido, interesante, cómico, infantil, sifrino, malo, bueno?

¿Sugerencias, críticas, avisos, tomatazos, aplausos, baldes de agua fría? (bien, no sé muy bien a qué vino eso último)

Capítulo 4: “No todo en la vida es color de rosa”

Ahora un pequeño glosario como para aclarar un poco las cosas:

*Petit L’mua: literalmente es el “pequeño mío”, pero estéticamente sería algo así como “el pequeño yo” (la traducción realmente no me gusta mucho, sólo me gusta el nombre en francés, es que lo imaginé así como de la nada y después me puse a pensar en la traducción pero ya lo había publicado)

*Escargot: caracoles en francés, plato de caracoles de tierra cocidos, que por lo general se sirven como entrante (~que por cierto es la cosa más rica del mundooo~)

*Ratatoille: especialidad regional francesa elaborada con diferentes hortalizas y originaria de la ciudad de Niza y más en general de la región de Provenza (~y también es deliciosoo~)

*Tartar: también llamado filete tártaro, es un plato de carne de ternera que se elabora con carne picada cruda. (~y este no lo he probado, pero de verdad me encantaríaaa~)

Sin más que decirles, además de que comenten para darme su opinión, me despido!!
Yane!

 

Capítulo 4: “No todo en la vida es color de rosa”


Hola!! He vuelto otra vez con un capítulo nuevo para mi humilde historia, espero les guste, en este voy a hablar un poco de la vida de los chicos y de las chicas, es como para que conozcan que la vida de nuestros protagonistas no es perfecta, recuerden no todo es lo que parece, creo que será más o menos en el capi que viene que pasará lo que todos han estados esperando… un giro drástico en el rumbo de las cosas, creo que saben a lo que me refiero sin más los dejo con la conti:


En el capítulo anterior:

—Ya deberíamos pedir la cuenta—sugirió Hinata mientras agitaba su mano en busca de un mesonero disponible.

—¿Nos podría traer la cuenta por favor?— pidió amablemente Sakura.

—Claro señorita, ya regreso.

—2.435 yenes— dijo Tenten.

—Vamos a pagar, a ver… sería 2.435 entre 6— comenzó a calcular Ino.

—405 yenes cada una— completó Sakura.

—Ok, vamos— comentó Matsuri.

—Bueno chicas, yo me debo ir a mi casa ya, no me puede dormir tan tarde si quiero llegar mañana a la reunión— dijo Ino despidiéndose rápidamente.

—Bueno— dijo Hinata— ¿cómo nos vamos a nuestras casas Temari y yo si se supone que Ino nos iba a llevar?

—Tranquilas yo las llevo a todas— se solidarizó Tenten.

—¡Siii! — dijeron todas al unísono mientras se montaban, cada una a su manera, en el auto plateado.


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Era un nuevo día en la cuidad de Tokio, mucha gente todavía dormía tranquilamente en la comodidad de sus casas incluyendo a nuestras queridas consentidas, excepto por cierta rubia ojos azules quien golpeaba el ruidoso despertador asesinamente, el cual marcaba las 7:00am. En un intento de cesar el estruendoso ruido que la alejaba del mundo de los sueños, agarró con fuerza el aparato y lo lanzó acertadamente a la basura haciendo como dirían algunos un “hoyo en uno”.

—¡Cesta!— se le oyó gritar a una Yamanaka aún sumergida en sueños.

Segundos después se podía ver a una Ino que poco a poco se incorporaba, asemejando los movimientos de un zombi, hasta quedar sentada en su cama con la cabeza gacha más allá que de acá (más allá que de acá: refrán muy utilizado en Venezuela, significa, en este caso, que está más dormida y en sus sueños que despierta)

—¡Ay no! ¡Me quedé dormida! ¡Voy a llegar tarde a la reunión! No, no puedo hacer eso, mi padre me mataría— decía con las manos sosteniendo su cabeza en una clara muestra de desesperación, cualquiera diría que se le haía soltado un tornillo— ¿qué hora es? ¿Qué hora es? Espero que no sean más de las nueve, a esa hora es la reunión, por Kami-sama que soy atea, que no sean las nueve, ¿¡dónde está mi maldito despertador!? ¡No sonó!

Acto seguido comenzó a registrar con increíble rapidez todo su cuarto en busca del aparato perdido, buscó debajo de su cama matrimonial cuyo edredón era de un color morado con finas rayas amarillas a todo lo diagonal, buscó en su peinadora de madera con múltiples gavetas a los lados mientras que en el medio tenía un espacio para colocar la silla giratora con un espejo en la pared frente a ella , la peinadora, estaba ubicada al lado de la ventana que se encontraba tapada por las persianas las cuales sólo dejaban que pequeños rayos de luz se colearan a través de ellas, lo que le daba a la habitación una cierta iluminación parecida a la de las películas viejas, buscó en su clóset que era un cuarto a parte cuyo papel tapiz color crema igualaba el de su cuarto, registró entre las prendas deseando que su despertador estuviera ahí para por fin poder finalizar su búsqueda del tesoro.

—Despertador, ven acá despertador, sé un chico bueno y ven con mami para que cuando te encuentre te pueda pulverizar como es debido, ven acá no tengas miedo— se hablaba a si misma jurando que el despertador le respondería— ajá, mi celular, eso servirá— rápidamente fue a buscar su celular en la cartera que había usado anoche en el restaurant— a ver, son las 7:07am— se pudo escuchar de lejos un suspiro de alivio seguido de una estruendosa caída al suelo.

—¡Que alivio! Gracias a Kami-sama que soy atea y no es tarde, bueno Ino estructura tu mente, a ver, de 7:07am a 7:20am desayuno, será mejor que me coma un cereal, ¡pero son muchas calorías! Mentira, yo tengo un cereal dietético, ya me acordé— recitaba mientras rápidamente construía un plan para la mañana— de 7:20am a 7:30am me doy un baño, no tengo tiempo de lavarme el cabello, menos mal que me lo lavé ayer— con cada cosa que decía tenía un comentario para agregar— de 7:30am a 7:35am me cepillo lo dientes, me peino el cabello y elijo que ponerme, puede ser una falda marrón y una blusa beige, si, el contraste siempre funciona, con tacones de aguja azul marino y una cartera del mismo color de los zapatos, perfecto— era sorprendente su habilidad para saber que combinaba o no en cuestión de segundos, no por nada la gente le decía la Kate Middleton japonesa, su elegancia era impecable, Ino siempre le decía a los demás que si tuviera que describir su estilo en una frase sería “formal sin ser fuera de lo normal”— de 7:35am a 7:50am me visto y me arreglo el cabello, podría hacerme un moño y dejarme dos mechones y rizarlos, aunque no sé, para esto es mejor Temari, la llamaría si tuviera más tiempo.

En otro lugar de la ciudad, cierta Sabaku No caía de su cama debido a que tuvo un ataque de estornudos, la verdad fue un solo estornudo, pero muy fuerte.

—Sai, te dije que no me asustaras por detrás, sabes que no me gusta— decía Temari aún dormida hasta que un fuerte golpe en su cara la despojó de todo pensamiento— ¡Auch! pude jurar que escuché a alguien hablar de mi, seguro es Sai que está diciéndole a alguien lo hermosa que soy— se hablaba a si misma con ojos soñadores mientras volvía a su cama a dormir.

Mientras Ino seguía planeando lo que haría y sorprendentemente sólo habían pasado dos minutos.

—Continuemos, de 7:50am a 8:00am me maquillo, tiene que ser sutil, es una reunión, si Ino, recuerda eso. De 8:00am a 8:05am reviso todo de nuevo y listo, a las 8:05am-8:10am me voy, menos mal que la compañía queda cerca de mi casa y ya planeé todo, a ver, son las 7:10am lo que me deja diez minutos para comer, preparados, listos y ¡fuera!— dicho esto salió disparada con sus pantuflas de conejito hacia la cocina.

Acto seguido buscó enseguida la leche en el refrigerador y el cereal en una de las gavetas que se encontraban sobre el mesón de granito ubicado a todo lo largo de la cocina, después de haberse servido todo comenzó a devorar su comida a velocidad del correcaminos.



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En otro lugar, cierto chico con el cabello de color azabache al igual que sus ojos se despertaba lentamente incorporándose de su cama y a paso de tortuga se dirigía hacia la puerta de salida cuando sintió un fuerte ardor en su frente producto de un golpe recibido por la puerta a causa de alguien que con mucha energía la abría descuidadamente.

—¡Agh!— dijo mientras se masajeaba la frente buscando calmar el dolor— ¡Itachi! ¡Cuántas veces te he dicho que no entres en mi cuarto sin tocar la puerta y menos así de sorpresa!— le gritó a su hiperactivo hermano.

—¡A mi no me grites Sasuke! ¡Mira que yo sólo vine a despertarte con las mejores intenciones y tú vienes a gritarme de esa manera!— le respondió su casi idéntico hermano con la única diferencia de que tenía el cabello largo amarrado en un cola baja y unas ojeras muy grandes, estaba gritando con fingida molestia, pero lo que no sabía era que la de Sasuke era verdadera.

—¡Con las mejores intenciones de darme un trancazo en la cara dirás, además, te he dicho que dejes la puerta cerrada cuando entres!— gritó con una voz que retumbó en toda la casa y acto seguido cerró la puerta violentamente causando un gran estruendo.

—¿¡Quién está haciendo tanto ruido a estas horas de la mañana?!—se oyó un grito femenino desde lejos—¡Itachi, Sasuke, espero que no sean ustedes! ¡Porque si no les voy a hacer limpiar todos los muebles de la terraza y la parte de adentro de la casa con un solo trapito!— finalizó su sentencia mientras la cara de los chicos palidecía, bueno, una más que la otra.

—¡Perdón mamá!— gritaron al unísono con voz ronca como si estuvieran susurrando.

Después de haberse disculpado y haber ya dejado el pequeño estado de shock, Itachi reprochó a su hermano.

—Ay, pero en serio hermanito, no seas aburrido, tú no eras así, no tengo idea de cuándo te volviste tan amargado— dijo.

—No seas tonto, sabes que yo siempre he sido así además, ¿quién eres tú para andarme cuestionando la manera en que soy?

—Bueno, no sé si lo has notado, pero soy tu hermano mayor, sólo por si no sabías.

—Ah, fíjate tú que no lo había ni notado— dicho esto, abrió la puerta y se fue directo a la cocina con un semblante pensativo.

—Ay Sasuke, de verdad me estoy empezando a preocupar por ti, no sé qué es lo que te pasa— dijo Itachi en un susurro cuando él ya se había ido.

—¿Quién se cree Itachi diciéndome qué debo o qué no debo hacer? Es mi vida y yo hago con ella lo que me dé la gana, no tiene porqué meterse en mis asuntos—pensaba Sasuke consternado—él no sabe lo que es pasar por lo que yo he pasado.


Flashback

En el patio de una gran mansión se podía apreciar como 6 niños de 7 años aproximadamente jugaban felizmente, sin ninguna preocupación encima. Se admiraba como dos niños jugaban en una caja de arena y los cuatro restantes al avioncito. Mientras un pequeño de ojos perlados dibujaba los cuadros correspondientes al juego, la pelea diaria entre un joven de cabello y ojos azabache y un rubio, ojos azules daba comienzo.

—¡Teme! ¡Mira el castillo de arena que hice, ahora sí que no me vas a poder invadir con tus guerreros!—le gritó un pequeño Naruto a su amigo en el oído dejándolo casi sordo.

—¡Dobe! ¡¿Cuántas veces te he dicho que no me grites que estoy al lado tuyo?!— le respondió con el mismo tono de voz Sasuke.

Naruto parecía muy distraído en una abeja que se había posado en una de tantas las plantas que se encontraban en el amplio jardín y de cuya flor cosmos se alimentaba de néctar, pensaba en ella demasiado como para notar que su amigo azabache prácticamente le estaba chillando al lado.

—¿Ah? ¿Dijiste algo?— preguntó el pequeño una vez despierto de su corto hipnotismo.

—Tsk, de verdad que no tienes remedio, eres oficialmente la persona más distraída que he conocido en toda mi vida— contestó rodando los ojos.

—Y ni que hubieras vivido tanto— dijo con expresa ironía— ¡Teme! ¡Tenemos sólo siete años!

—Ya lo sé dobe—respondió para luego formar con su pequeña boca una sonrisa de malicia—además lo que te estaba diciendo era que tal vez pienses que no puedo derrotar tu castillo con mis guerreros, pero nadie dijo que no podía hacerlo ¡con esto!—dicho eso, arremetió su puño contra el castillo del otro joven aplastándolo por completo.

—¡Teme! ¿Por qué hiciste eso?— dijo con la voz aparentemente quebrada —¿Sabes cuánto me costó lograr construirlo? —decía mientras sus pequeña carita mostraba un gesto de ceño fruncido —no se vale, ¡no se vale! ¡y no se vale! —espetó mientras encogía sus piernas, apoyaba los brazos cruzados en sus rodillas y encima colocaba su cara para ocultarla y comenzar a sollozar.

Sasuke, al ver esto, se sintió un poco mal por lo que había hecho, tal vez se había pasado de la raya un poco, pero no lo diría, su pequeño orgullo en su pequeño cerebrito no se lo permitía.

—Vamos dobe, no seás llorón, te puedo ayudar a construir otro para que tengamos castillos iguales— decía al tiempo que se acerba a su rubio compañero de juegos— en serio Naruto, ven, vamos a hacer castillos.

De repente los sollozos del niño cesaron y poco a poco se fueron convirtiendo en una risa entre juguetona y diabólica. Mientras que el azabache ponía una cara de entre terror y confusión, el rubio saltó encima de su amigo así como en una especie de ataque sorpresa destruyendo los dos castillos por igual.

—¡Jaja! Teme mira como te sorprendí— decía Naruto mientras forcejeaba con Sasuke el cual se encontraba debajo de él.

—¿Ahora te crees actor? ¡Suéltame Urusatonkachi!— le reclamaba mientras trataba de quitárselo de encima hasta que logró invertir la posición mediante varias vueltas, se sorprendió cuando su amigo dejó de forcejear un minuto, le guiñó el ojo, hizo una medio-sonrisa y miró a sus compañeros con una rara mueca que por un segundo casi hace reír al azabache, pero luego comprendió su significado y le guiñó el ojo igualmente.

—¿Por qué eres tan escandaloso? ¡Déjame en paz!— gritó Sasuke mientras rodaba con su amigo a través del jardín tratando de llamar la atención de los demás.

—¡No!— chilló estruendosamente Naruto.

Este acto hizo que un pequeño chico pelirrojo, ojos color aguamarina, que se encontraba saltando en los cuadros del avioncito se distrajera, perdiera el equilibrio y cayera estrepitosamente al piso. Eso hubiera sido así de no ser por cierta castaña, ojos negros que se encontraba al lado de Gaara esperando que sacara su pie fuera de la línea dibujada con tiza, se alegró por unos instantes cuando lo vio perder el equilibrio, pero luego se escandalizó cuando lo vio dirigirse hacia ella y formó una mueca de dolor cuando le cayó encima.

—Perdiste Gaara— pronunció flojamente un moreno con los ojos marrones y cabello castaño amarrado en una cola de caballo.

—Perdón Matsuri— se disculpó hacia la chica y una vez que la vio asentir se incorporó para luego ayudarla a ella a hacer lo mismo y se dirigió hacia su vago amigo Shikamaru—claro, pero no hubiera perdido de no ser porque Naruto me hizo perder la concentración.

—Hablando de Naruto— habló por primera vez el castaño de ojos perla— lo oí gritar, pero no lo veo— lo buscó con la mirada cuando vio que sus amigos tampoco tenían idea— ah mira, ahí está, matándose con Sasuke— dijo como si fuera lo más normal del mundo.

—Como si eso fuera novedad— respondió Shikamaru.

—Vamos antes de que se maten en serio— dijo el pelirrojo como si fuera el líder.

—Habló la voz de la razón— bromeó Neji antes de seguirlo.

—Espérenme— decía Matsuri mientras se reía internamente de la broma del Hyuga.

Cuando llegaron pudieron ver como Naruto y Sasuke forcejeaban entre sí, Uzumaki encima de Uchiha y un segundo después Uchiha encima de Uzumaki y la misma acción se repetía, ninguno dispuesto a ceder.

—Shikamaru, haz algo—ordenó Matsuri mientras se comenzaba a preocupar.

—¿Y yo por qué?— cuestionó el Nara cansinamente.

—Porque tú eres el cerebro de la operación—le aclaró Neji también comenzando a preocuparse.

—¿Y desde cuándo esto es una operación?

—Desde que todos lo decidimos, ahora haz algo—dijo Gaara levemente preocupado con una cara de general de ejército.

—¡Que problemático! Ahora resulta que somos la fuerza naval—reclamó Shikamaru.

—No tengo idea que sea la fuerza naval, pero no somos eso, somos shinobi—le espetó el Sabaku No.

—¿Qué rayos es un shinobi?— preguntó la Kurama consternada.

—Un shinobi es una persona entrenada especialmente en formas no ortodoxas de hacer la guerra, en las que se incluye el asesinato, espionaje, sabotaje y reconocimiento, con el fin de desestabilizar al ejército enemigo, obtener información vital de la posición de sus tropas o lograr una ventaja importante que pudiera ser decisiva en el campo de batalla— explicó el joven pelirrojo sabiamente.

—¿Cómo sabes todo eso?— preguntó asombrado el de ojos perla.

—Mi hermano Kankuro lee historietas sobre eso y un día me puse a leer una y es bastante interesante y en la primera página de la revista decía eso, supongo que me lo aprendí— explicó.

—Claro, pero nosotros no vamos a asesinar, espiar, sabotear o reconocer a nadie así que no sé para que quieren que intervenga en la pelea— dijo el cerebrito aparentando tranquilidad, pero en el fondo ya pensaba que esta pelea había durado demasiado.

—¿Cuándo crees que piensen hacer algo?— susurró Naruto a su amigo.

—Tranquilo, ya verás, los vamos a asustar muy pronto, además, mira la cara de preocupados que tienen todos— le dijo en el mismo tono de voz.

—Bueno, ya que ninguno de ustedes planea hacer algo pronto, seré yo pues quien actúe—dijo Matsuri como dirigiendo un batallón.

—¡Hai!— gritaron los tres en posición de soldados.

Acto seguido, la única mujer del grupo tomó una gran bocanada de aire y gritó a los cuatro vientos:

—¡Paren ya que se van a matar!

En ese momento todos se quedaron con una clara expresión de preocupación en sus rostros esperando que la advertencia de Matsuri funcionara. Lo que nunca esperaron fue que los dos, al ver la cara que tenían, dejaran de forcejear y se tumbaran al suelo uno al lado del otro a echar la carcajada del año.

—¡Jajajajaja! ¡Debieron ver sus caras! ¡Parecían unas mamás esperando la oferta de ropa! —se burló el azabache sin dejar un momento de reír al igual que su rubio amigo quien sólo asentía a lo que decía carcajeando. Estaban realmente felices, cómo se divertían con sus amigos.

Todos y cada uno de los demás presentes los miraron con una cara de avergonzados y con una gota en la cabeza, pero al ver la risa de los dos, ésta se les fue contagiando, primero a Matsuri, luego a Neji y al cabo de cinco minutos estaban todos en el piso aguantándose el estómago muriéndose de la risa, adoraban más que nada esos momentos en los que todos se reían y la pasaban bien de sólo una tontería o una simple broma.

De repente dejaron de reír simultáneamente y todos fijaron la vista al cielo donde una bandada de colibríes cruzaba a todo lo largo del jardín y cada uno se posicionaba estratégicamente en una flor con el fin de alimentarse de su delicioso néctar. Admiraban la precisión con que hacían las cosas, era con gracia y por sobre todo, se notaba el trabajo en equipo, tomaron una decisión sin necesidad de palabras, todos sabían lo que cada uno estaba pensando. Serían como los colibríes, una bandada siempre unida y organizada, sabiendo lo que cada uno necesita, conociéndose tan bien que no haría falta comunicación verbal. Ojalá las cosas fueras así de simples…


Fin de Flashback


Esos eran buenos tiempos, buenos recuerdos, pero la inocencia ya la perdieron todos, y por eso mismo, momentos como ese no se repetían. Y en ese momento, en ese mismo patio, en esa misma casa, en ese mismo día, un pedazo cada uno de ellos se les fue arrebatado injustamente.

Terminó de servirse el café que su madre había preparado horas antes y se dispuso a calentarlo en el microondas mientras miraba por la ventana que se encontraba en el medio de dos gavetas blancas, unas que contenía los platos y vajillas y otra que contenía los vasos y tazas, allí fue donde se sirvió su café. Observó, nada, sólo flores y grama que cubría el suelo perfectamente cortada, ninguna señal de movimiento. Se distrajo colocando el tiempo que quería calentar su bebida al microondas y luego volvió a dirigir su mirada a la ventana, de nuevo nada, ni el más mínimo ápice de lo que estaba buscando, sólo pudo observar a una ardilla saltar de la planta de flores cosmos hacia el árbol de limones.

—Podría llamar a Neji, si no tiene nada que hacer podríamos reunirnos hoy junto con Naruto, tal vez— se decía con la esperanza de hablar con sus amigos —si, tal vez.



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—¡Hinata! ¡Es hora de levantarse ya! ¡Son las 7:40, más bien es tarde, vamos levántate! ¡Ya va a estar desayuno!—le gritaba un castaño ojos perla a su hija de dieciséis años.

Mientras decía eso, la chica ya se encontraba levantada y estaba lavándose la cara, para después elegir que ponerse y poder bajar a comer. Se decía mentalmente lo “cariñoso” que era su padre al levantarla de esa forma.

En realidad su padre nunca había sido de lo más cariñoso y amable con ella, nunca fue un apoyo con el que contar y su relación no era la mejor relación padre-hija que había, es más, ni siquiera tenían una buena relación. Él siempre decía que ella era muy débil como para hacerse cargo de la empresa Hyuga, demasiado buena y demasiado inocente para estar en el mundo de los negocios, que para esto era mucho mejor su hermana menor Hanabi, castaña y de ojos perlados, característico de toda la familia. Hanabi, Hanabi, Hanabi, siempre todo giraba al rededor de Hanabi, según su progenitor era mejor que ella en todo, siempre las comparaba y claro que Hinata salía perdiendo. Que Hanabi esto, que Hanabi aquello, ¿viste lo que logró Hanabi hoy Hinata? Hinata, no lo hiciste mal, pero estoy seguro que si hubiera sido Hanabi la que lo hubiera hecho todo hubiera salido mucho mejor, este último era básicamente el mayor cumplido que su padre le había dado alguna vez.

Estaba cansada de todo aquello, de siempre vivir a la sombra de su hermana, aunque fuera menor, es como si fuera la oveja negra de la familia, y Hanabi era la niña prodigio, o por lo menos así su padre la hacía sentir. No se había dado cuenta de que se quedó pensando en esto durante cinco minutos y todavía tenía que vestirse, arreglarse y bajar a comer. Rápidamente se terminó de secar la cara, se fue hacia su clóset y se dispuso a buscar lo que se pondría hoy.

Al final optó por ponerse un vestido cuatro dedos por encima de la rodilla de color agua marina oscuro ‘como los ojos de Temari’ recordó, como para hacer referencia.

—¿Por qué siento que todo el mundo está hablando de mi últimamente?—decía una abrumada Temari luego de estornudar desde algún lugar lejano al que estamos (probablemente su casa) terminando de ponerse los blue jeans ajustados —soy muy popular~ —ilusionada cantaba.

Volviendo con Hinata, el vestido que eligió tenía una cinta color crema a la altura de la mitad del estómago que se podía remover y cambiar a un color oscuro si fuera de noche, por ejemplo. Luego se dirigió a la puerta consiguiente que tenía todos sus zapatos, terminó por elegir unas plataformas bajas con tacón de corcho y cerrados hasta la mitad del pié de color plateado opaco al igual que su cartera pequeña cruzada. Después de haberse vestido completamente decidió hacerse una cola alta y después se maquilló un poco, se puso algo de base, un poco de rimel en las pestañas y brillo en los labios, como un toque extra, no mucho, para que su padre no le reclamara.

Bajó las escaleras y se encontró con la mirada de su padre, la de Hanabi y sorprendentemente la de su primo dirigidas hacia ella.

—Buenos días padre, buenos días Hanabi— dijo esto último con los dientes apretados ya que le guardaba un poco de rencor a su hermana por siempre ser la grieta que separaba a su padre y a ella —Neji-nisan, que sorpresa, es bueno verte por aquí— dijo mientras se dirigía tomar asiento en la mesa redonda con tope de vidrio y patas de hierro.

—Buenos días— respondieron los tres al unísono y luego el mayor tomó la palabra.

—Hinata, Neji vino aquí por las vacaciones de verano, y se va a quedar en la casa un buen tiempo con nosotros, espero no te moleste, porque no hay más opción.

—No es ninguna molestia padre, me alegra su estancia aquí— dijo mientras se terminaba de acomodar en su asiento, habló con una formalidad que sorprendió a Neji.

—Hinata, me gustan tus zapatos, ¿me los puedes prestar algún día?— le preguntó Hanabi de manera cariñosa, así es, cariñosa, a diferencia de Hinata, ella no odiaba su hermana en ningún aspecto, aunque a veces sintiera que no era así por parte de la otra persona.

—Claro hermana, cuando quieras me avisas y te los doy con gusto— le respondió dulcemente, no podía estar enojada mucho tiempo con ella, no era su fuerte, además no era su culpa ser la niña “prodigio”.

—Es bueno volver a verlos a todos, muchas gracias por recibirme en su casa, de verdad— agradeció el Hyuga menor, era lo menos que sentía que en ese momento podía hacer.

—Cuando quieras Neji, cuando quieras— le respondió su tío de forma amable.



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Cierta rubia ojos agua marina había recién terminado de vestirse con sus blue jeans oscuros ajustados, sus plataformas de corcho y su camisa de tiras vinotinto, se dirigía a peinarse para preparar el desayuno cuando alguien tocó su puerta. Apurada, se hizo una cola baja sin lograr terminar de arreglarse el cabello y se apresuró a abrir, se esperaba a Sai, o al señor que le iba a entregar los vestidos de gala que encargó hace dos semanas, pero su sorpresa fue grande cuando se encontró a su hermano Kankuro del otro lado de la puerta sonriéndole, emocionada dio un pequeño salto hacia los brazos del castaño mientras gritaba moderadamente. Él la recibió con los brazos abiertos y se comenzó a reír con ella mientras le daba vueltas como una niña pequeña, después de estrecharla bastante y ya pasada la emoción del encuentro, la bajó y quiso hablar, pero su hermana simplemente no lo dejaría.

—¡Kankuro! ¡Que sorpresa! No puedo creer que hayas venido por fin, ¡ya me estabas haciendo falta! ¡Ven! Pasa, pasa, vamos a desayunar, tienes muchas cosas que contarme— dijo mientras lo empujaba dentro de la casa sin dejarle decir palabra alguna.

Acto seguido cerró la puerta detrás de ella y condujo a su hermano hasta la cocina donde hablarían un poco más, aunque él se había quedado atrás observando todo.

—Wow Temari, no sabía que habías remodelado tu apartamento—decía totalmente asombrado mientras admiraba las nuevas paredes de color amarillo mostaza que combinaban con las cortinas verde-azuladas las cuales tapaban completamente los grandes ventanales que allí habían.

—Gracias hermano, ven a la cocina que te voy a preparar algo— respondió ocupada sacando unos huevos de la nevera para colocarlos en el mesón de madera.

—Tranquila, no es necesario, además no tengo mucha hambre.

—A mi no me dices que no, te voy a hacer tu comida favorita— canturreó —tortilla de champiñones—le dio la espalda sonriente sabiendo lo que pasaría.

A Kankuro se le iluminaron los ojos con tan solo pensar en el delicioso platillo tan preciado para él.

—¡Yo te ayudo!— dijo con entusiasmo mientras hacía todo lo que su hermana le decía con respecto a la receta.

De repente y sin ninguna advertencia la rubia echó a correr hacia su hermano que se encontraba sacando los champiñones de la nevera, éste, al ver lo que pasaba, lo único que atinó a hacer fue dejar rápidamente la bandeja que tenía en la mano sobre el mesón y giró para ver lo que le ocurría a su querida hermana. Antes de que fuera capaz de decir cualquier cosa, la Sabaku No chocó su cuerpo con el del castaño en un necesitado y desesperado abrazo el cual no dudó un segundo en corresponder.

—¿Temari? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?—preguntó alarmado al sentir su hombro mojado por las lágrimas de la chica.

Al ver que lo único que hacía ésta era sollozar, intentó calmarla acariciando su cabello suavemente con su mano susurrándole palabras reconfortantes. No tenía idea de lo que estaba pasando, pero era su hermana, una de las personas que más amaba en el mundo, si no era la que más, haría lo que fuera por ella.

—Temari, vamos, mírame a los ojos— decía mientras trataba de hacer que su hermana lo mirara —dime quién fue para que vaya ahora mismo a darle una buena paliza, nadie hace a mi hermanita llorar— sonrió en un intento de hacer que se alegrara un poco.

Por su lado, la rubia levantó la cabeza con los ojos enrojecidos y sonrió un poco por el comentario de su hermano. Sintió las manos del joven posarse en sus mejillas para hacer que lo mirara a los ojos, necesitaba cariño, necesitaba amor, se sentía tan sola por las noches y a veces simplemente no lo soportaba; claro que tenía a sus amigas, que siempre estaban ahí para alegrarle la vida, también contaba con Sai, que aunque debía admitir que a veces le costaba demostrar sus sentimientos hacía ella, también podía lograr que se sintiera querida y especial, pero no era lo mismo, necesitaba sentir que contaba con su familia, o por lo menos una pequeña parte de ella.

—E-es Gaara— fue lo que pudo decir.

—¿Gaara?— preguntó ante la sorpresa.

—Lo extraño mucho— dijo una vez ya más calmada —de verdad Kankuro, y esto no es uno de “mis caprichos” como dices tú, esto es en serio, él me odia, yo sé que está aquí, que ya volvió a Japón, pero no me quiere ni ver, no sé lo que pasa, está tan cerca, pero tan lejos. ¡Cómo lo extraño Kankuro!— finalmente terminó de descargarse con un pesado suspiro.

—Lo sé hermana, yo también lo extraño— dijo el Sabaku No ahora con el mismo pesar que ella— y mucho.

—Gaara—pensaron los dos al mismo tiempo con un suspiro.



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Y he vuelto!! Después de muuuuuuuuuuuuucho tiempo y muuuuuchas “u” he vuelto!! Sé que los muchos o los pocos, que leen mi fic ya habrán dicho: nooo, si ésta ya se murióo ya pa’ que. Pero no! He retornado y la verdad es que no tengo excusa, llámenlo corte de inspiración, llámenlo flojera, llámenlo falta de tiempo, llámenlo como les de la real gana de llamarlo! Hmp! Pero el punto aquí es que no tengo excusa para no haber escrito en tanto tiempo, y como a ustedes escritor@s también les pasará, tuve un arranque de inspiración y me puse a escribir como una locomotora y como verán tuve que dividir el capítulo en dos, por lo largo que es (bueno, por lo menos a mí me pareció largo). Espero que entiendan que estos dos capítulos siguientes, serán como una parte de la biografía de los personajes, recuerdos, eventos y bla bla bla. Todavía no tengo muy bien planeado todo eso del accidente y como va a pasar y todo eso así que acepto ideas si alguno quiere, si todavía les interesa les dejo algunas preguntas, no muchas


¿Les gustó? ¿Del 1 al 10?

¿Parte favorita? (esta pregunta es para los que les gustó, obviamente) ;P

¿Qué les parece las vidas de nuestros chicos?

¿Sugerencias, advertencias, aplausos, tomatazatos, golpes, patadas, maniobras de yudo?


Nos vemos en el próximo cap: No todo en la vida es color de rosa. Parte II