NAVIDAD SOLITARIA

NAVIDAD SOLITARIA.

Esta historia se supone que era para el concurso, pero ya que no me pude inscribir lo publico, recuerden amen la vida como si fuera el ultimo día


24 de Diciembre, me encontraba solitaria en la ventana de mi habitación, mientras miraba la foto de mi familia y pasaba con el dedo índice la cara de mi pequeño hermanito, una lágrima amarga resbaló de mi mejilla.

Toda mi felicidad se había acabado hace tres años, días antes de que llegara noche buena, mi hermano, Axel, enfermo y perdió la vida en noche buena; mamá enfermo de tristeza y papá se volvió adicto al alcohol, a los pocos días faltantes para noche buena, mamá enfermo gravemente y murió a la misma hora y día en el que mi hermano perdió la vida.

Me quedé sola con papá, pero no me gustaba mucho estar con él, pues todo el tiempo andaba crudo, y tuve que venirme a vivir a la mansión de mi tía Ágata; tomé a mi perra, Atenea una pastor alemán, mis cosas y me marche. Mi tía me acepto, aunque no muy gustosa, pero no le importaba, al fin y al cabo, nunca estaba en casa.

Todo el año fue difícil, pero sobreviví, pero este año noche buena sería diferente, sin los amigos borrachos de mi tía y sus ruidosas fiestas sin sentido; esta noche buena, planeo irme con papá a festejar noche buena, me ha de extrañar mucho.

Dejé la foto en mi mochila de Byakugan, tome mi impermeable, mi paraguas de Sakura car captor, me puse mis patines morados y tome la correa de mi perra. Al salir de la enorme mansión de mi tía, me dirija a donde antes vivía, no sería difícil llegar, de la mansión a mi ex-casa eran nada más cinco cuadras.

Al fin llegue, toque la puerta y una hermosa mujer de cabello castaño y ojos color avellana me abrió la puerta y con su dulce voz me dijo:

–Hola, ¿Te puedo ayudar en algo, cariño? –Me dijo con suavidad

– ¿Esta el señor Guillermo? –Le pregunte con educación

–Si, ya lo llamó…

Esperé unos minutos y cuando papá llegó, me dijo que me marchara, yo no entendí y le pregunte la razón de su actitud, y él me dijo que yo nunca fui su hija, y que no quería cargar con migo.

Lo miré con rabia, pero decidí marcharme, pues… ¿Qué es lo que podría hacer?; llegue a la mansión de mi tía, donde en el árbol de navidad había una nota que decía:

Artemisa:

Te dejo en la alacena comida, prepárala y no me esperes despierta.​

Besos tu tía, Ágata.​

Mire en la alacena, preparé atún y un espagueti, saque tres platos y tres cucharas, en uno puse al lado una rosa, en el otro una botella, en el más pequeño puse papilla y un juguete al lado, puse la comida en ellos y le puse croquetas a mi Atenea.

– ¡Feliz noche buena, familia! –Dije con tristeza y empecé a come.

Al poco rato vi que Atenea dejaba de respirar, hasta que murió, fue tanta mi tristeza que me eche a llorar hasta quedar dormida; al despertar me encontraba en una habitación enorme, más grande que la mansión de tía Ágata, y noté que había una luz brillante hasta el fondo, donde se encontraba mamá, mi hermanito y mi perrita.

Entonces me di cuenta, esa noche buena, había muerto de tristeza…