Naruto Generation

Capítulo 6: De vuelta a Konohagakure

País del fuego, nueve años atrás

Luego de dos días en aquella casa descansando, nos preparamos todos para el viaje. Listos, salimos temprano de Tsukigakure para no perder más tiempo, a pesar de todo no teníamos dinero suficiente como para pagar un autobús para todos nosotros, los precios estaban por las nubes y no le vendían a menores de edad sin adultos.


En fin nuestro viaje comenzaba pero ya no sería solo a través del bosque y solos, no, ahora el equipo de Kakashi-san nos ayudaba además que pasaríamos por ciudades pero con mucha cautela, debíamos ser muy cuidadosos con respecto a los soldados de Hebi quienes de seguro nos andan buscando así que no estaba demás evitar las ciudades que llamasen demasiado la atención. En el transcurso de estos tres días de viaje he logrado animar a mi amigo azabache, a pesar de que por dentro seguía muy triste.
…

Estamos tomando un descanso, ya ha transcurrido una semana desde que partimos de Tsukigakure por ahora estamos cerca de una carretera pero preferimos seguir internados en el bosque. En estos días me he entretenido mucho con la chica llamada Kurenai, es muy agradable y no solo a mí me ha parecido, también a Shino y Hinata, a los tres nos gusta escucharla contar historias fantásticas sobre criaturas mitológicas o anécdotas suyas. Al parecer es muy buena amiga de Rin y suele estar mucho tiempo con Asuma.

—¿A dónde irán cuando lleguemos a Konoha?—escuché preguntar a Hana a los Hozuki.
—Buscar a mis tíos: Kisame y Aoi Hoshigaki, ¿los conoces?—explicó el mayor de los peli blancos.
—Konohagakure es un poco grande, no sabría decirte…quizás mi mamá los conoce—aclaro mi hermana pensativa—¿y tú Fu?
—No lo sé…no conozco a nadie ni sé que puedo hacer—contestó la peli verde bajando la mirada con pesar.
—Hablaremos con nuestros tíos y te quedas con nosotros—habló Mangetsu sonriendo levemente—sé que no tendrán problemas.
—¿De verdad? ¡Gracias!—sonrió bastante feliz, de no ser por su autocontrol sé que lo hubiera abrazado con fuerza.
—Ustedes dijeron algo respecto a los jinchuurikis—las palabras del peli plateado nos llamaron la atención a todos.
—Así es: Fu, Naruto y Gaara…son jinchuurikis—explicó Mitarashi con un poco de seriedad.
—Igual que Yugito—susurró audiblemente mirando a la chica rubia de ojos negros—verán, nuestro deber es cuidarlos a ellos cuatro: Akatsuki los busca, corren grave peligro dado el caso de toparnos con ellos.

Nuestros ojos se desorbitaron por un momento, quedamos en silencio y recordamos no solo a Itachi Uchiha, sino al grupo que se fue a buscar a dicha organización…significa que ellos ¿se volverían nuestros enemigos? No íbamos a permitir que se llevaran a Naruto o a Gaara, ahora son mis amigos, no dejaría que alguien les hiciera daño…protegeré a los que quiero así como lo hiso mi papá.
&&&&&&&

Caminaba de regreso a paso tranquilo en compañía de aquel muchacho como dos años mayor a ella, habían sido amigos desde hace un tiempo a pesar del fuerte y cerrado carácter de él, a pesar de todo le tenía mucho cariño y sabía que él también a ella. Llegaron al ascensor de la base y ahí se encontraron con una chica de cabello rojizo largo, muy hermosa, un cuerpo voluminoso y de 18 años de edad.

—¿Van a ver a nuestro gruñón líder?—preguntó la peli roja con algo de diversión mientras los dos entraban al elevador.
—Así es—afirmó la castaña con su típica y dulce sonrisa.
—¿No dijiste que te prohibió salir?—volvió a preguntar la otra.
—Si pero, salir sola…y no salía sola, ¿verdad Zabuza?—se dirigió a su serio acompañante quien se mantenía callado por lo que le dio un codazo para que contestara.
—Si—contestó de forma seca sin mucho gesto.
—No cambiaras nunca Zabuza—rodó los ojos la peli roja.
—¿Y tú a dónde vas Mei?—preguntó Nohara con curiosidad.
—Al mismo sitio que ustedes dos, debo darle el informe de la investigación en el país de la tierra, al parecer tendremos que trasladarnos de aquí pronto.
—¿Y eso por qué?—preguntó curiosa y extrañada la de cabello trenzado.
—Comienzan a verse reportes de “ataques” nuestros en todo el país, lo mejor será que un grupo se traslade al país del fuego por precaución. Uchiha-sama tendrá que ser uno de esos que se irán.
—Irnos de la base… ¿sabes lo riesgoso que es que salga solo uno? ¡Imagínate la mitad de los miembros de esta base!—exclamó, eso tenía que ser una locura.
—Nos iremos por medio aéreo, están vigilando más en si los caminos terrestres y tenemos reflectores tontita, nadie nos vera—explicó burlonamente.

No pudieron continuar porque llegaron al “temido” piso de la organización, de hecho todos en todas las bases de Akatsuki en todos los países le temían al líder principal, debido a que, a pesar de ser tan joven era realmente fuerte y logró vencer al anterior líder quien posiblemente doblaba su edad y su experiencia en el momento en que lo enfrentó que fue hace ya dos años.

Los tres entraron a la oscura oficina donde solo divisaron aquellos ojos rubíes que atemorizaban a todos, el sharingan, unos ojos verdaderamente poderosos cuya historia es algo que se perdió en el tiempo, se dice que solo los Uchiha conocen sus secretos y jamás los han revelado a nadie. Los tres se mantuvieron firmes sin demostrar temor alguno, para ser francos, solo ellos tres eran capaces de ver a líder a los ojos sin acabar muertos de miedo o…muertos de verdad.

—Saliste de nuevo—habló fríamente posando su rojiza mirada en la chica de cabellos castaños.
—No salió sola—se adelantó Momochi con voz seca y tranquila.
—Aun así no hiso caso a mi mandato—agregó posando la mirada sobre él, era muy notable el desprecio y enojo.
—Te avise que saldríamos, además no fue muy lejos, solo fue vigilar las autopistas que dan con Iwagakure—replicó ella manteniéndose tranquila, nunca dejaba que la molestia o la ira se apoderaran de ella, cosa que era realmente admirable para muchos u otros solo creían que era sumisa y se dejaba pisotear por el líder.
—…—se mantuvo callado unos segundos que parecieron eternos—dejen su informe y váyanse—ordenó y ambos obedecieron dejando un sobre en el escritorio antes der retirarse—habla…
—Verá, la situación es…
&&&

Los días seguían pasando a medida que nuestro regreso a Konohagakure se hacía más cercano, solo quedaba una semana de camino, con el pasar de los días fortalecíamos nuestros lazos, llegó un momento en que nos dividimos en equipos al pasar por una ciudad. Yo estaba con Kurenai, Shino y Hinata, eso me pareció en cierta forma curioso, como si de alguna forma nosotros cuatro tuviéramos una cercanía de años. En grupos de cuatro nos habíamos repartido: Kakashi con Sasuke, Sakura y Naruto quien pataleo un poco por eso; Asuma con Shikamaru, Ino y Sai; Anko con Neji, Karin y Suigetsu; Rin, Fu, Mangetsu y mi hermana; Yugito con Shii, Yamato y Yugao; todos fuimos por distintos caminos y teníamos un punto de encuentro, un camino que divide la carretera del “bosque”, no es del todo naturaleza, pero hay muy pocas personas que pasen y puedan reportarnos o ayudarnos cual sea el caso.
…

Hubo ocasiones en las que nos dividimos de la misma manera antes de estar a solo dos días de Konoha, ya me moría de ganas por llegar pero no me puse a pensar en…Sasuke por ejemplo, cuando llegáramos él no tendría lugar a donde ir, toda su familia murió y la única persona que quedaba se fue hace ya casi un mes, posiblemente ya logró llegar a su objetivo, lo que me hace pensar ¿Itachi es nuestro enemigo ahora? me parece injusto que teniendo un promedio de cinco a dieciséis años el mayor, tengamos que ya estar luchando, porque en el camino aparecieron Hebidroids y soldados que nos atacaron y nosotros debimos eliminarlos, jamás pensaría que vería como Kakashi mataba a uno de los soldados, pero la muerte en estos tiempos es más un camino a la libertad.

A ya solo un día de camino, nos detuvimos bastante cansados, no había parado desde que amaneció y ya eran como las tres de la tarde, teníamos mucha hambre y las provisiones se habían terminado, solo quedaba aguantar hasta que mañana llegáramos a la ciudad y pudiéramos conseguir algo para comer. Ahora estábamos tirados en el suelo mirando el cielo, es decir, Hinata, Shino, Sasuke y yo.

—Sasuke…—lo llamé y el giró su rostro para mirarme—cuando lleguemos a Konohagakure mañana…es decir… ¿te gustaría vivir con mi hermana y conmigo?—ofrecí esperando a que el soltara el llanto al recordar que no tenía a mas nadie, pero en vez de eso noté en sus negros ojos leve sorpresa y tranquilidad.
—De acuerdo…—aceptó volviendo su rostro al cielo, le miré bastante extrañado, por un momento creí que no era el mismo azabache que conocí hace un año, quien lloraba todas las noches por lo ocurrido a sus padres y por no poder estar con sus únicos familiares.

Luego del descanso, todos nos levantamos y seguimos el camino hasta que se estaba haciendo de noche y buscamos refugio, resuelto eso encendimos una fogata para mantenernos calientes. Es difícil creer que en tiempos de una civilización con gran tecnología y buena forma de vida: estemos necesitando la forma de vida de hace como 400 años y no solo eso, que estemos en guerra por simples razones sin sentido. Que nos vieran como un peligro a la sociedad era inaudito cuando en muchos años no habíamos hecho daño a nadie, la última guerra registrada fue precisamente hace 500 años.
…

Ya había amanecido y comenzamos nuestro último día de viaje, con esmero y a pesar del hambre tratamos de ir un poco más rápido que nuestro paso habitual. Esta vez no me separé de mi hermana por nada hasta que deslumbramos la entrada de la ciudad, mi corazón latía fuertemente y sentí como mi cuerpo me pedía a gritos que corriera y aunque nos contuvimos una parte del camino, al llegar a una calle conocida comenzamos a correr como si ya no hubiese un mañana, no me fijé cuando todos nos separamos, mi hermana tomaba mi mano y yo la de Sasuke mientras corríamos y corríamos.

Distinguí mi casa, no podía creerlo, un año había pasado y seguía igual como si no hubiera pasado ni un día, llegamos al jardín y Hana tocó la puerta con esmero llamando a nuestra madre, yo la apoyé en eso imitándola hasta que escuchamos los ladridos de Kuromaru y los chillidos de Haimaru y Akamaru, ella estaba en casa, jamás los dejaba solos, era una costumbre de ir con ellos a todos lados…aquel día que nos llevaron a Hebi se quedaron en casa porque descansaban y no quisimos sacarlos, quizás las cosas no hubieran sido tan diferentes.

—¡Mamá! ¡Mamá! ¡Soy Hana! ¡Mamá! ¡Volvimos!—gritaba mi hermana mientras seguía tocando la puerta y fue cuando se abrió y vislumbré la figura de mi madre, sus desordenados cabellos castaños, sus ojos rasgados, su piel morena y las marcas de sus mejillas.
—Hana…Kiba…—susurró ella viéndonos como si no lo creyera, tocó el rostro de mi hermana para comprobar que no éramos una visión y al cerciorarse de que no era así, nos abrazó a los dos con fuerza mientras lloraba.
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Tsume abrazó a sus dos hijos con fuerza y cariño mientras muchas lágrimas brotaban de sus negros y rasgados ojos, no lo podía creer, estaban allí con ella, no quería soltarlos, tenía tanto miedo de que aquello solo fuera un sueño. Tantas noches sin poder dormir rogando porque sus niños estuvieran bien y ahora los tenía en sus brazos luego de un año. Vio al niño de hebras azabache quien observaba la escena con tristeza.
—Es un amigo mami, no tiene a donde ir—explicó el morenito con un poco de tristeza, Tsume simplemente sonrió y le indicó al Uchiha que se acercara, quien muy tímido obedeció. Ella lo abrazo con cariño y este se sintió tan aliviado, era como los cálidos abrazos de su madre, el pensar en ella causo que rompiera el llanto.
—Shhh, tranquilo, todo está bien—trataba de tranquilizarle mientras le acariciaba el cabello, el Uchiha estaba aferrado a ella sintiéndose por fin seguro y tranquilo.
…

De la misma manera muchos lograron llegar a sus casas. Naruto junto a Karin llegaron a la casa del primero y apenas este vio a su madre la abrazo instintivamente, Kushina lloraba de felicidad no solo abrazando a su pequeño sino a la niña de cabellos escarlatas, una invasión de afecto le llegó y a pesar de no saber quién era le alegraba el hecho de que su hijo y otra pequeña hayan huido de las garras de esa terrible organización.

Yoshino besaba una y otra vez el rostro de su pequeño a la vez que lo regañaba a pesar de su llanto por preocuparla de esa manera, por no buscar una forma de avisarle de que estaba bien, Shikaku se unió a su abrazo familiar feliz de que su hijo regresara. Los Hozuki junto con la peli verde, llegaron a una casa donde les recibió un sorprendido hombre de unos 22 años, piel azulada, muy alto y cabello azul oscuro junto a una mujer de 21, cabello negro que caía en forma de V hasta sus hombros y ojos del mismo color, sus tíos Kisame y Aoi Hoshigaki, les alegraba volver a ver a un familiar que –a pesar de su confusión- los abrazaron con euforia.

Ino se reencontró con Inoichi quien la abrazó con fuerza y la besaba con ternura, feliz de que hubiera regresado; los Hyuuga lograron dar con Hiashi, que ahora abrazaba a los tres aliviado, no estuvo tranquilo pensando que algo les pudo haber pasado, sintiéndose culpable de no poder proteger a nadie de su familia y completamente destrozado, pero ahora estaba feliz de ver a esos tres pequeños. Shino llegó a su casa donde volvió a ver a su padre Shibi que, como todos, abrazó a su hijo con fuerza; Sakura abrazaba a sus padres llorando sintiéndose por fin segura, Kizashi y Mebuki también lloraban no pudiendo creer que de nuevo tenían a su cerecito en brazos; Sai llegó a la casa de su abuelo Danzou, este dejó atrás su fase de hombre duro y abrazo con amor a su nieto, lo único que le quedaba de su hija que creyó haber perdido hace un año y ahora estaba en sus brazos. Gaara llegó a la casa de su tío Yashamaru donde se alegró de ver a sus hermanos y padre también, todos estaban felices de tener al más pequeño de la familia de nuevo con ellos.

Con respecto al grupo de Kakashi y Anko, estos no tenían lugar al que ir o un familiar al cual recurrir, en cuanto a familia de sangre ya no tenían nada, pero les agradaba volver a su ciudad. Los hermanos Nii venían de Kumogakure donde posiblemente tendrían familiares vivos pero estaban agotados y a lo mejor si regresaban sería en vano. Anko ya no tenía a nadie, Asuma perdió a su padre, Kurenai al suyo, Yamato a sus hermanos y Yugao siempre fue huérfana, Rin perdió a sus padres cuando apenas y tenía memoria y a su hermana mayor hace muchos años, por ultimo Hatake lo único que tenía era a su padre y Hebi lo apartó de su lado.

Fueron días y noches terriblemente largas tanto para nuestros jóvenes como para sus familiares, quienes angustiados aguardaban su regreso o una señal de lo que hubiera ocurrido con ellos, todos tenían el mismo sentimiento de felicidad, alivio y afecto mezclados, como un batido en el pecho que solo les causaba la misma reacción: sonreír mientras lloraban y los abrazaban con mucha fuerza.

Continuara…


TTOTT volvieron, volvieron, lo logré, conseguí que llegaran. Si se lo imaginaron como yo, lloraron :’D, ya en serio. No sé ustedes pero a mí me cautivo y eso que yo lo escribí xD pude ponerle más drama pero luego quedaba demasiado largo y la escena de Akatsuki la necesitaba para un futuro. Yo creo que todos ya se dieron cuenta del apellido “Nohara”, sino son muy brutos bien distraídos jeje xD. Espero les haya gustado, nos vemos en el siguiente…

PREGUNTAS:

1-¿Qué será de Sasuke y Fu?
2-¿Les conmovió el final?
3-¿Mei Terumi y Zabuza Momochi de Akatsuki?

 

Capítulo 7: Hero’s come Back

Konohagakure, presente. Nueve años después del escape de Hebi

Era una mañana nueva en la ciudad de Konoha, una ciudad enorme y llena de invenciones tecnológicas pero sin dejar atrás las tradiciones. Una ciudad con una historia larga pero parte de ella perdida en el tiempo, como la del monte que alguna vez estuvo ahí como representación de los líderes del país del fuego y fue destruido hace años para la expansión de la ciudad. Se cuenta historias de hace mucho tiempo un mundo lleno de ninjas y familias con dotes especiales que hasta ahora se creen extintas, o por lo menos de ellos solo queda su apellido, no existen personas “especiales” en el mundo actual…o eso se cree.


En una casa particular, nada diferente de otras, no muy lujosa, sencilla pero cómoda y un lugar suficiente para una familia de cuatro personas y sus tres fieles mascotas el día comienza como casi siempre. Hablamos de la familia Inuzuka, una de esas familias cuyos miembros aun poseen el apellido de sus predecesores, más antiguos que la misma ciudad. La mujer más joven de la familia se dirigió a una de las habitaciones de la casa donde no le sorprendió encontrarse con los dos chicos aun dormidos. Había dos camas, en una estaba un moreno de cabellos castaños, quien dormía abierto en su cama con una pierna hacia la pared, un brazo hacia afuera de la cama y la cabeza mal acomodada en la almohada; en la otra, estaba un azabache durmiendo boca abajo con su brazo colgando fuera de su cama, ambos parecían sumidos en su sueño y sin mencionar al gran animal blanco con orejas marrones dormido plácidamente en el suelo.

—Kiba, Sasuke, arriba—ordenó con la voz moderadamente alta seguida de un ladrido de su gris perro. Un breve gemido de flojera se escuchó por parte de ambos antes de abrir sus ojos con pesadez—párense que se les hace tarde—de nuevo les llamó la castaña antes de salir de la habitación, no se molestaría en despertarlos, sabía que cuando vieran el reloj, se matarían para ir al baño, cambiarse, desayunar e irse.

Y así fue, ambos chicos a toda prisa llegaron al baño para cepillarse, ducharse y luego colocarse el uniforme del instituto rápidamente antes de que se hiciera más tarde. Bajaron terminando de acomodarse la chaqueta del uniforme pues no les agradaba mucho usar la corbata, por lo que simplemente no la usaban. Se sentaron a comer y luego vieron a su hermana reír divertida como si hubieran contado un buen chiste.

—Lo hiciste de nuevo—habló el castaño con fingido enojo, era común que su hermana les adelantara la hora del reloj de su habitación y luego en la cocina vieran la verdadera.
—Si saben que lo hago ¿Por qué me creen?—preguntó ella calmando su risa, los dos suspiraron y esperaron a que la mujer de desordenados cabellos castaños les sirviera el desayuno.
—¿Tostadas de nuevo?—preguntó Kiba un tanto decepcionado.
—Kiba no podemos darnos lujos para comer, entiende que últimamente todo sube de precio—contestó Tsume mirándole como diciendo “come y calla”.
—Esta noche debemos dar lo mejor entonces, así traemos más dinero—sonrió orgulloso el de ojos rasgados comiendo su desayuno.
—Lo dudo si Naruto lo sigue estropeando, nadie ira a vernos después de su metida de pata anoche—habló por primera vez el chico azabache con un toque de molestia.
—No es su culpa, bueno si pero…solo debe aprender a comprender lo que le dices—defendió el castaño sonriendo de lado—ya lo conoces y lo de anoche…pues fue un accidente, no es su culpa que su batería se rompiera.
—No lo defiendas Kiba, si hubiera dejado que le hicieran mantenimiento eso no hubiera pasado—atacó de nuevo enojado Sasuke.
—Bueno ya paren los dos—bramó su madre con leve molestia—apúrense que se les hace tarde—dijo con voz más suave, los dos terminaron de comer, agarraron sus bolsos y se dispusieron a salir.
—Adiós mamá, adiós Hana—se despidieron los dos antes de irse.
—Cuando aprenderán a decir “hasta luego”—suspiró Tsume con resignación a lo que su hija mayor rió levemente.
—Porque son distraídos y no lo dicen con esa intensión—contestó la mayor de sus hijos dándole un beso en la mejilla—me voy al trabajo, hasta luego—se despidió y se fue.
&&&

Un día nuevo comienza para todos en el instituto “Hana no Yuume”, un instituto común y corriente, no tiene nada de especial. Mi nombre es Kiba Inuzuka, tengo 16 años y estoy en primero de preparatoria; vivo con mi madre y hermanos sin contar a nuestras preciadas mascotas. Como todas las mañanas, llego junto a Sasuke, mi hermano, a tiempo al instituto; Sasuke originalmente no es mi hermano, cuando hace años huimos de Hebi el quedó solo por lo que se quedó conmigo y mi madre decidió a adoptarlo.

—Buenos días Kiba-kun, Sasuke-kun—escuché la suave y tímida voz de mi mejor amiga, Hinata Hyuuga, ella se ha vuelto una chica realmente hermosa, su cabello ahora es tan largo que llega a media espalda y su dulce sonrisa cautiva a muchos, entre ellos a mi querido hermano.
—Hola Hinata—le saludo sonriendo mientras revelo mis dientes, Sasuke con solo mirarla ya dice “hola”, es un ser de muy pocas palabras pero con Hinata se queda mudo ya de por sí—te quedaste mudo otra vez—le susurré al azabache mientras lo golpeaba con el codo a modo de juego, él se sonrojo levemente y desvió la mirada.
—Cállate baka—me ordenó con frialdad y molestia, así era él, solo hablaba con sarcasmos y cinismos o insultos, pero eso no quiere decir que no llegue a ser sincero e incluso agradable. Yo solo reí divertido mientras Hyuuga nos mirara sin entender, en eso aparecen los demás, somos un grupo un tanto numeroso pero realmente todos nos llevamos increíblemente bien…bueno, quizás no todos.
—Vas llegando tarde dobe—sonrió el azabache de lado observando al rubio que llegaba agitado como cosa rara junto a la peli roja.
—Cállate teme, no es mi culpa quedarme dormido—se defendió Naruto retomando el aliento.
—¡Claro que lo es, idiota!—gritó Karin histérica.
—Tranquila zanahoria, para la próxima déjalo y ya—habló con diversión Suigetsu, él pues, tiene una muy mala relación con la Uzumaki y ha sido desde siempre, yo sigo diciendo que los que se pelean se aman y eso nos lleva a lo que podría ser otra pareja del grupo.
—Naruto aprende a levantarte temprano, ¡Shannaro!—regañó nuestra amiga de cabellos cortos y rosados, Sakura tampoco es que tuviera el mejor de los caracteres, pero de que es preciosa lo es, es comprensible por qué Naruto le insiste tanto.
—No tienes que gritarme Sakura-chan—se quejó el rubio dramático.
—Hola chicos—se acercaron a nosotros un par de chicas: una de ellas tenía el cabello café amarrado en moñitos y ojos del mismo color, un año mayor a nosotros llamada Tenten; y la otra una chica de baja estatura, cabellos castaños cortos y ojos negros cuyo nombre es Matsuri.

Todos entramos a clases y pasamos nuestro día como siempre. Volviendo a los desastres amorosos explicare: cualquiera creería que al final Naruto quedaría con Sakura o Sasuke y Hinata como Karin y Suigetsu, pero es mucho más complicado de lo que parece. Sasuke está enamorado de Hinata –es algo más a mi criterio pero sé que es verdad- pero ella está de Naruto a la vez que este lo está de Sakura y ella junto a Ino y Karin de Sasuke ¿ven lo enredado y contradictorio que es? Realmente aquí las cosas son tan complejas, con mis otros amigos por lo general son los dúos que suelen discutir: Karin y Suigetsu, Shikamaru y Temari –la hermana de Gaara-, yo discuto mucho con Ino pero realmente ella no me gusta ni ella gusta de mi así que no hay problema…sobre Shino, Sai, Gaara y Neji…pues, es difícil saber si alguna vez piensan en alguien, son buenas personas pero difícilmente te das cuenta cuando demuestran una emoción, al menos mi hermano es más notorio. Quedarían Tenten, Matsuri y…creo que solo ellas, no sabría explicarlo porque Tenten es la mejor amiga de Neji pero no sabría decir si se atraen; y Matsuri…a ella se le nota a leguas que está enamorada de Gaara pero él no se da cuenta lo que hace mi vida y la de mis amigos una comedia romántica.
…

Ya en la tarde pasando a la noche, nuestros panoramas cambian un poco según la ocasión. Todos, bueno casi todos trabajamos en un restaurante llamado Ichiraku en la que tenemos una banda y tocamos todas las noches para ganarnos “el pan de cada día”, pero siendo sinceros últimamente no nos ha ido muy bien ¿por qué? Naruto no sabe leer una partitura y se enreda en las canciones, ayer su batería se rompió y se cayó a golpes con Sasuke tanto por costumbre como por descuidado.

Mi hermano es bajo y voz principal, Naruto batería, Gaara teclado y yo guitarra y a veces voz principal; a veces Shino nos colabora en efectos de sonido o las chicas en coro o un instrumento aparte como Hinata que sabe tocar el violín. Nuestra pequeña banda se llama Hero’s come back y tenemos millones de visitas en internet, cortesía de Suigetsu que le gusta grabarnos y editarnos, por eso en época de turistas viene mucha gente, pero con los últimos incidentes no hemos tenido mucho éxito.

—Dobe te lo diré sencillo: vuelve a meter la pata y te matare—amenazó bastante enojado el oji negro, una amenaza como esta pues…es real, cosa difícil de explicar pero realmente Sasuke matara a Naruto si vuelve a cometer un error.
—Bueno las canciones de hoy son: Wonderwall, Remember y Closer*—habló con su típica naturalidad el peli rojo y sin más que decir pasamos a escenario y me sorprendí bastante al notar que no perdimos público por culpa del Uzumaki anoche, es más había personas que nunca había visto antes.
…

Acabada nuestra buena obra de la noche en Ichiraku, tomábamos nuestro descanso en la barra mientras bebíamos agua y las chicas nos felicitaban porque lo hicimos bastante bien, agradecemos mucho a Naruto por no estropearlo de nuevo. Hinata, Karin, Sakura, Ino y Temari trabajan aquí como camareras mientras que Neji y los demás solo vienen a vernos o colaborarnos con algo.

—Te felicito dobe, lo hiciste muy bien hoy—alagó mi azabache hermano al rubio con una divertida sonrisa y un toque de sarcasmo.
—Muchas gracias teme—agradeció con el mismo tono, vaya que esos dos no cambiaban pero por algo eran mejores amigos.
—En verdad lo hiciste muy bien, Naruto-kun—esta vez el halago vino por parte de Hinata quien se mantenía detrás de Neji como casi siempre sonriendo mientras el sonrojo era notorio en sus blancas mejillas.
—Gracias Hinata-chan—contestó Uzumaki rubio con su típica y alegre sonrisa, esperaba que Hinata lograra llamar la atención de Naruto pero él sigue enfrascado a Sakura y ella a Sasuke, es un circulo que no acabara y es verdaderamente estresante, si cualquiera se diera por vencido y nota a la persona que los quiera realmente creo que sería más fácil…o quizás lo mismo. Sasuke tras Sakura, Sakura tras Naruto, Naruto tras Hinata y Hinata tras Sasuke…sería muy extraño, creo que las cosas se solucionaran de alguna manera con respecto a eso.

Mientras mis amigos volvían a sus conversaciones habituales en las que Neji y Gaara solo decían una que otra palabra y posiblemente Uchiha y Uzumaki acabaran discutiendo, yo me fije en dos personas que estaban en una mesa que antes no había visto y yo tengo buena memoria, no tanto por lo visual sino olfativa. Era un olor nuevo que jamás había percibido antes, curioso y familiar a la vez; las dos personas eran una mujer de cabellos castaños atados en una alta coleta y dos mechones que caían por delante de sus orejas, su piel era clara y sus ojos marrón asemejando un tono chocolate además de unas curiosas marcas moradas en sus mejillas, y el otro, un chico que si no fuera por su cabello negro juraría que era Naruto pues eran muy parecidos incluso con sus mismos ojos azules y marcas de gato en la cara.

—Chicos aquí tienen su paga de hoy—la voz de Ayame me saca de mis pensamientos con respecto a esas dos personas, la hija del dueño y a la vez cocinera nos entrega a cada miembro de la banda un sobre e igualmente a las chicas; sé que no somos una banda públicamente famosa porque como están las cosas es difícil pero la gente nos reconoce por los videos subidos a internet y quizás esas dos personas solo vinieron a vernos por ello.
…

—Nos vemos mañana—nos despedimos y nos fuimos por caminos distintos en pequeños grupos, en mi caso: Sasuke, Shino y yo, Aburame vive cerca de nosotros así que ya es costumbre a pesar de no dirigirnos media palabra en el camino.

La imagen de esas dos personas me sigue dando vueltas en la cabeza, aquella mujer…tenía un parecido increíble a… ¿Rin? No podía ser ¿serían familia? Quizás no pero descenderían del mismo clan, lo que significa que ¿es un shinobi*? Y ese chico que la acompañaba quizás tendría parentesco con Naruto, posiblemente fui el único que lo notó así que no quise decir nada, si los volvía a ver si me fijaría lo suficiente.

Sasuke y yo llegamos a casa donde nos recibió solo mi madre y los perros, Hana de seguro estaba en el hospital todavía ya que es asistente de veterinaria mientras acaba sus estudios, su vida es más difícil y apretada pero maneja tan bien su tiempo que le alcanza para todo, hasta salir con Fu y los demás, eso me recuerda a Mangetsu, él siempre está muy pendiente de mi hermana…comienzo a darme cuenta de muchas cosas, genial espero que a mi hermana no se le ocurra fijarse en él, Hozuki es muy…es peor que Suigetsu.

—¿Cómo les fue?—pregunta mi castaña madre mientras nos sentamos junto a ella en el sofá.
—Bien, aquí tienes—contesto yo entregándole el sobre de lo que nos pagaron, mi hermano hace lo mismo.
—Quédenselo—lo niega mi madre para sorpresa y confusión nuestra—ustedes lo necesitan, si es necesario les avisare y la próxima lo usamos para algo, pero hoy me pagaron y con eso pude comprar suficiente comida—aclaró ella con su típica sonrisa ruda mientras nos mira con superioridad, aunque no es la más cariñosa es una gran madre que apreciamos mucho y comprendemos—además, Kiba, tú lo necesitas bastante.

Me quede callado mirándola un tanto sorprendido, se refería a mis diarias visitas al hospital, por lo tanto, mis constantes idas a la floristería. Simplemente era rutinario ir cada dos días a verla, me gustaba cuidarla y hablarle de a ratos mientras puedo, es muy triste que deba estar en ese lugar sin poder salir a recibir aire puro, duele ver a uno de tus amigos en condiciones tan tristes y crueles como las de Hanabi Hyuuga.

Luego de comer, hicimos nuestros deberes, Hana llegó y nos sorprendió con el hecho de comprarnos algo: dulces, cosa que nos gustaba mucho pero no podíamos darnos el lujo de costearlos, eran bastante caros pero su sabor no tenía comparación. Después de molestar un rato, nos fuimos a dormir, fue otro día pesado pero sin nada emocionante…sin contar lo de esta noche y el curioso olor de la mujer de cabellos castaños y el peli negro.
…

Otro aburrido día en el instituto, no hago más que mirar por la ventana cuando extrañamente el director Dan se aparece en nuestra aula que no tenía ningún profesor a la hora de historia, como cosa rara –nótese mi sarcasmo- ya que por alguna razón tales profesores faltaban siempre, desaparecían o simplemente nadie quería darnos tal materia. El director llamo nuestra atención y dijo que tenía que darnos un aviso, posiblemente era que “el profesor de historia renunció” como casi siempre era, pero esta vez su expresión parecía decir que no era eso. Crucé una mirada con Sasuke y Hinata confundido, ellos junto con Shino son los únicos en mi salón de clases, los demás están en otras secciones por lo que solo los veo en descansos.

—Alumnos quiero presentarles a su nueva profesora de historia y a un nuevo compañero—aquello llamó mucho mi atención pues percibí el mismo aroma del restaurante—pasen por favor—no me lo podía creer, era la misma mujer de cabello castaño y marcas moradas junto al chico peli negro de ojos azules.
—Un placer, soy Hikari Nohara, como les dijo el director, su profesora de Historia—se presentó, su voz era tan dulce y suave que me recordaba a Hinata pero con una firmeza y tranquilidad que podrías pensar en Sakura o Karin.
—Yo soy Menma Namikaze, un placer—esta vez fue el chico, portaba nuestro uniforme y nos miraba a todos sonriendo de manera cínica e incluso como si se sintiera superior.
Continuara…

Aclaraciones:

*Wonderwall, Closer, Remembre: la primera es una canción de Oasis y las otras dos son opening de Naruto.
*Shinobi: aquí un shinobi será una “persona descendiente de clan”, por no decir esta frase tan larga. De todas maneras más adelanta se aclara.

Valla ha quedado más narración que nada, creo, pero a mi juicio quedó bien =D He dejado intrigas xo y he revelado posibles romances POSIBLES así que no se hagan ilusiones, mantendré las variantes y cuadros amorosos como el narusakusasuhina xD. ¿Menma Namikaze? Otra más de mis loqueras

PREGUNTAS:
1-¿Qué les pareció la pequeña banda?
2-¿Sasuke Inuzuka?
3-¿Menma y Hikari en el instituto?
MATTA NE˜

 

Capítulo 8: Taka

—Un placer, soy Hikari Nohara, como les dijo el director, su profesora de Historia.
—Yo soy Menma Namikaze, un placer.
…

La clase de historia había concluido y me sorprendió mucho el hecho de que me gusto, las pocas veces que un profesor fue a darnos historia los temas eran absurdos y aburridos pero con la mujer de cabellos castaños se me hiso interesante y al parecer no solo a mí. Su apellido era el mismo que Rin, pero eso no quiere decir nada, descubrimos que existen todavía muchos shinobis pero algunos ya no poseen ninguna habilidad hereditaria o no aprenden el control de chakra. Antes de irse, la profesora se acercó a mí, era tan agradable aquella aura que transmitía pero su aroma estaba acompañado de otros que ya conocía, no recuerdo bien pero sé que los he percibido antes.

—Realmente son tan buenos como los vi en internet—me dijo repentinamente sin dejar de sonreír, comprendí a los segundos que se refería a la banda, asegurándome que obviamente era ella quien estaba en Ichiraku anoche, pero la pregunta es ¿Por qué estaba con Menma Namikaze? ¿Serían parientes? Me daba pena preguntar, además de que, Namikaze era el apellido del padre de Naruto.
—Gracias—fue lo único que me salió antes de que ella me dedicara otra sonrisa y saliera del aula, yo seguía metido en mi mundo pensativo una vez la vi salir, tenía una suerte terrible ya que Rin no estaba en la ciudad y solo con ella podría confirmar si eran parientes pues con la profesora de historia me daba pena.
—La nueva profesora de historia es la misma que estaba anoche en Ichiraku—escuché la voz de Aburame devolviéndome a la realidad.
—Sí, ya lo note—contesté con leve sarcasmo, de hecho ahora no estaba para mis pequeñas bromas.
—Namikaze-kun si necesitas algo puedes decirme, soy la encargada de la clase y cualquier cosa o duda yo te ayudare—esta vez fue la suave voz de Hinata, la mire y estaba hablando con el nuevo peli negro, era normal ya que es la presidenta del salón y debe orientarlo y todo eso.
—Si necesito algo rápidamente pensare en ti, kaichou—le contestó sin dejar de sonreír, aquella sonrisa entre burla y cinismo me desagradaba por completo y pude notar que a Sasuke también le molestaba bastante, el tal Menma nos miró de forma retadora por unos momentos pero luego desvió la mirada al resto de nuestros compañeros quienes lo rodearon y comenzaron a hacerles preguntas.

Pude escuchar de algunas chicas que Namikaze les parecía apuesto pero al parecer a él no le interesaba, es más su extraña y misteriosa actitud llamaba la atención de muchos y en su primer día ya era “popular”. Durante las clases solía mirarnos mucho con su molesta sonrisa de superioridad y constantemente miraba a Hinata con notable interés.
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Nos encontrábamos en la hora del almuerzo, ahora estábamos todos y dábamos nuestra opinión bien sobre el chico nuevo, sobre la profesora ya se darían cuenta luego, Namikaze era quien nos llamaba la atención y a Naruto sobre todo, pues, llevaba el apellido de Minato, su padre. Supusimos lo más natural, era un shinobi pero como mencioné antes, quizás no desarrolló o nació con habilidades, realmente ya no son muchos los que quedamos así seamos de una misma época.

Acabado el horario escolar, todos nos reunimos afuera pero solo yo noté que Hikari-sensei se iba junto a Menma, me daba mucha curiosidad por qué estuvieran juntos, posiblemente viven lo mismo que algunos de nosotros como Sasuke que siendo originalmente un Uchiha vive conmigo o Fu que vive con los Hozuki. Verdaderamente todo se me hace raro pero en este mundo cualquier cosa puede pasar, decidí pasarlo desapercibido, después de todo hoy es viernes y tengo que ir al hospital.
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Me fui con Ino a la floristería donde ella me preparó un ramo de flores, luego de eso me fui al hospital, Sasuke se fue con Naruto y los demás, ya los vería más tarde. Llegué y me dirigí a la habitación 302, entré y como siempre estaba ahí, acostada en una cama leyendo un libro para pasar el rato mientras se acomodaba algunos de sus mechones cafés tras la oreja. Hanabi es la hermana menor de Hinata, tiene 14 años y está internada desde hace seis meses debido a problemas en su corazón, siempre los ha tenido pero fue hace seis meses que empeoró su situación y debió ser hospitalizada. La única manera de curarla es a través de un donante: Neji, Hinata, Hiashi e incluso yo llegamos a ofrecernos, pero según los estudios, ningún corazón era compatible y posiblemente el tiempo para mi amiga se acortaba conforme pasaban los días.

—Hola—hablé sonriendo levemente mientras entraba, ella apartó la vista de su libro y me miró sonriente.
—Kiba, creí que hoy tampoco vendrías—no había venido por no tener dinero y no poder traerle flores, a ella le gustan mucho así que me gusta complacerla cuando vengo.
—Lo siento, he tenido demasiados deberes—me excusé apenado—te traje margaritas—dije mostrándole el ramo de flores, ella los tomó y los olió con suavidad.
—Está muy lindo, pero ya te he dicho que no debes molestarte—trató de ser modesta, pero realmente sé que le gusta mucho que le lleve flores. Las puse en un pequeño florero que había en la habitación, botando las anteriores que ya estaban marchitas—sabes las flores me recuerdan a mí—escuché decir de repente, aquello llamó mi atención por lo que le mire esperando que prosiguiera—al igual que ellas, yo me voy marchitando poco a poco—no soporto que hable así, siempre me repite que se va a morir no importa que tanto le digamos que no es verdad.
—Hanabi no digas eso—le reprendí—conseguiremos un corazón compatible pronto, te lo prometo.
—Agradezco que seas tan atento Kiba, pero realmente eso es algo muy difícil—continuó bajando la mirada con pesar, como odio verla así no solo por lo triste que es esa situación sino también por Hinata, ella siempre oculta su tristeza y preocupación, incluso la he visto llorar temiendo de que Hanabi pudiera…morir.
—Pero no es imposible, conseguirán un donante—repetí seguro de mis palabras, ella me miró con sus orbes perlas abiertas por la sorpresa de tanta firmeza. Miré el reloj de la pared y noté que se me hacía tarde, debía irme ya pues el sol pronto se pondría—Hanabi debo irme, por favor no digas nada de eso frente a Hinata o Hiashi-san.
—Mi hermana te preocupa mucho ¿cierto?—pregunta sonriéndome de lado, aquello me tomó por sorpresa por lo que sentí que mis mejillas se tornaban levemente rojas.
—Pues si—acepte sonriendo sincero—pero más me preocupas tú, no me gusta que hables de esa manera—me acerqué y le besé la frente, Hyuuga estaba estática y sorprendida mirándome, yo solo le dedique otra sonrisa y me fui.
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Es viernes y ya es de noche, estamos todos reunidos y listos para nuestra misión de esta noche; con el paso de los años nació o mejor dicho descubrimos una organización llamada Taka conformada por shinobis sobrevivientes que no siguen los propósitos de Akatsuki si no que protege a los jinchuurikis y su objetivo es acabar Hebi y Akatsuki. Mis amigos y yo formamos parte de ella, nosotros solo estamos presentes los fines de semana en las noches que es cuando actuamos, Hebi siempre viene a inspeccionar por lo que actuamos o simplemente vigilamos; aquí no solo participan shinobis sino también personas normales que han aprendido habilidades con el tiempo como Tenten, Matsuri, los hermanos de Gaara y otros.

Nuestra base es un lugar oculto en un callejón sin salida, todos creen que se trata de un viejo hotel abandonado e infectado de plagas por lo que nadie se acerca, pero en realidad es la base principal de Taka, existen solo dos y ambas en el país del fuego, es una alianza pequeña todavía pero actuamos con sigilo y audacia para no llamar la atención y conseguir nuestros propósitos con facilidad.

—La misión de hoy es sencilla, solo vigilen los alrededores—habló uno de los primeros mandos: Kakashi Hatake, él ahora tiene 25 años de edad, es muy habilidoso y como un Hatake se experimenta bastante con el raiton además de poseer una velocidad increíble, sorprendente inteligencia para estrategias y ser uno de los más fuertes—Hebi solo envió soldados a vigilar esta noche, solo si Akatsuki vuelve a aparecer, actúen. Retírense.

Dada su orden nos separamos y esparcimos por la ciudad como gatos ocultos, odio a esos animales pero es el que mejor nos describe…bueno Taka, se refiere a nuestro deseo de libertad, al igual que esas aves poder “volar” sin ataduras. Nuestro uniforme es azul oscuro con el símbolo de un halcón de alas abiertas en el pecho en color marrón; encima siempre usamos capas sin mangas del mismo color que la ropa, comunicadores en el cuello y una máscara que oculta nuestro rostro con formas tradicionales, hace muchísimos años las usaban los shinobis de rango ANBU.
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La noche era oscura y un poco fría, las nubes cubrían a la luna y las calles de Konoha solo se iluminaban por los faros en las aceras. Soldados humanos de Hebi caminaban por los alrededores haciendo guardia, habían llegado rumores de Akatsuki y que posiblemente ellos asesinaron a guardias anteriores. Sobre el tejado de una casa se encontraban dos personas acostadas vigilando sus movimientos, encima tenían una capa negra y esta tenía un gorro que ocultaba sus rostros sin contar las antifaces tipo de esas que usan en carnavales y cubren parte del rostro.

—No dispares—habló uno de ellos, su voz era masculina e indicaba al otro que no presionara el gatillo de su rifle.
—No me distraigas ahora—bufó su acompañante quien también era un hombre pero su voz era más de un joven.
—Hazme caso Menma, si desobedeces la orden de…
—Ya cállate Sasori, puedo hacerlo—bramó en susurros con mucha molestia pero sin darse cuenta, el otro le quitó el rifle a través de hilos de chakra—maldito…
—Cállate, nuestra misión es solo vigilar mientras ellos regresan—le recordaba el peli rojo quien sonaba molesto.
—Menma, Sasori—apareció tras ellos otro hombre de voz más profunda usando la misma vestimenta pero su máscara era diferente, era de color naranja en forma de espiral y solo un hoyo para un ojo—la misión es vigilar, no asesinarlos…no aún—les recordó con notable enojo—debemos estar al tanto de “ellos”.
—Sigo diciendo que esto es una pérdida de tiempo, no vendrá nadie—bufó de nuevo el de cabello negro tras su máscara—se supone que lo de la última vez debió llamar su atención.
—No son estúpidos—volvió a hablar el de máscara naranja—actúan con más cautela, esperan a que ataquemos de nuevo.
—Tch, pensé que tendríamos algo de acción esta noche—dijo Namikaze con aburrimiento mirando a los vigilante. En eso una cuarta persona aparece vestida igual que los tres, pero con notables diferencias—ne taicho ¿ya podemos actuar?
—No hay que ser precipitados Menma, si no nos han atacado, nosotros no tenemos que hacerlo—contestó con suavidad el recién llegado.
—Tus ideologías pacificas me dan sueño—bufó el nombrado volviendo la vista a los vigilantes.
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En la parte alta de un edificio se encontraba un equipo de tres personas, tal edificio no estaba muy distante de la casa en la que se mantenían los miembros de Akatsuki. Los tres se mantenían ocultos observando a sus enemigos atentamente antes de actuar, con mucha cautela, como era típico de los miembros de Taka.

—Shikamaru, ahora, están distraídos y podremos capturarlos—habló la chica de cabello rubio observando a los cuatro miembros de Akatsuki.
—¡ Kage nui no jutsu (jutsu cocido de sombra)!—dijo en voz baja colocando sus manos en una especie de sello, luego de ello, varias sombras comenzaron a deslizarse hacia el tejado en el que se encontraban los cuatro adversarios.
—Parece que ya nos descubrieron—comentó el capitán del equipo dándose cuenta de las sombras que se acercaban pero fingiendo no haberlo hecho.
—Los tenemos—musitó victoriosa Ino cuando de repente la persona recién llegada se giró con una de sus manos cubierta en una especie de rayo blanco… ¿cortó la sombra?
—¿Pero qué demonios…?—Nara no daba crédito a lo que veía.
—Hikari-taicho, debemos irnos—advirtió el peli rojo por el transmisor de su cuello, observando hacia donde sus atacantes, claro que aquello causó ruido por lo que llamó la atención de los vigilantes de Hebi.
—¡Oigan! ¡Alto!—perfecto, ya tenían dos cosas que evitar y eran a Taka y a Hebi, los cuatro miembros de Akatsuki comenzaron su huida una vez los guardias comenzaron a disparar.

Desde las calles los soldados les perseguían, atrás como una sombra los tres de Taka, huir se trataba de un problema; como las cosas se tornaron bastante difíciles, Akatsuki debió distribuirse en cierta forma, no podía mantenerse siempre en las bases, debían salir y estar al tanto de todo.

—¿Lo vieron, verdad?—preguntó Yamanaka quien traía su máscara tipo ANBU y perseguía a los cuatro sospechosos.
—Ese de ahí, cortó mi sombra con un ¿raiton?—contestó Nara aun sin poder creerlo ¿Qué había sido aquello?
—¿Cómo pudo hacer algo así?—preguntó Sai muy extrañado.
—Un manejo de chakra impresionante—contestó más para si el conocido perezoso pero a la vez uno de los genios jóvenes de Taka.

Por su lado, los cuatro prófugos trataban de evitar las balas, pero a la vez buscaban con la mirada a sus otros tres seguidores, de un momento a otro desaparecieron ¿Cómo era posible? Realmente eran tan escurridizos como los rumores decían.

—¡Tobi!—exclamó la única mujer del equipo, el de mascara naranja se detuvo y ella también—deshazte de Hebi, Sasori, Menma, arriba—indicó y saltaron a otra casa más alta donde lograron ver a los tres contrincantes descender en lo que parecía ser una gran ave de pintura.
—Así que Akatsuki sí estuvo aquí—comentó la rubia una vez saltaron frente a los otros tres, no se veían sus caras más si podían darse una idea de que solo era un adulto…o eso creían.
—No queremos lastimarlos—esta vez el comentario vino por parte de Namikaze, quien sonreía satisfecho debajo de la máscara.

Bajo la figura de madera fruncieron el ceño y comenzaron el ataque cuerpo a cuerpo, eran agiles los de Taka, debían admitirlo, pero al parecer el entrenamiento de Akatsuki era mucho mejor por lo que la ventaja la tenían estos. Menma peleaba contra Sai, Ino con Sasori y Shikamaru con Hikari.

—¡Ninpou: chou giga! (Arte ninja: bestias de pintura)—exclamó Shimura haciendo un dibujo en el aire que luego se transformó en varias, como se dijo, bestias que el otro peli negro destruyó a punta de golpes.
—¡Shintenshin no jutsu (transferencia de mente)!—dijo Ino lista para hacer su jutsu hereditario, pero algo la detuvo y fue que no llegó a posicionar sus manos como se deben. Akasuna le amarró las manos con sus hilos de chakra y no solo eso, también el resto de su cuerpo llegando a comenzar a asfixiarla.
—Taicho—apareció el de mascara naranja frente a ellos, con eso se dio a entender que Hebi ya no era un problema. Los tres miembros de Akatsuki se apartaron y se colocaron frente a Tobi.
—¡No escaparan!—exclamó Sai luego de dibujar una bestia más grande que las anteriores y que esta fuera tras sus cuatro oponentes.
—Raiton: Shiro Kaminari (rayo blanco)—susurró la castaña cortando a la criatura a la mitad sin esfuerzo alguno con un rayo blanco que se creó en su mano. Taka estaba estático, aquella persona definitivamente había destruido dos técnicas con gran facilidad; cuando salieron de su trance, notaron como las tres primeras figuras se distorsionaban y luego desaparecieron seguidas del de mascara naranja, lo último que vieron de Akatsuki esa noche fue el brillo rojo del sharingan.
Continuará…


CHACHACHACHANNNN, ¿pensaron que será una historia escolar llena de felicidad y sonrisas? ¡NO! xD esto será guerra y demás. Bueno quiero agradecer a los que siguen esta historia y me hacen feliz con sus comentarios :’D, Violetta-chan tranquila, pronto sabrás que paso con Itachi xD Creo que los sorprendí un poco con lo de Hanabi y Taka, bueno ya irán descubriendo todo poco a poco, así como lo que paso con los que se quedaron en HEBI.

PREGUNTAS…

1-¿Qué opinan de la situación de Hanabi?
2-¿Taka?
3-¿Qué planea Akatsuki e_é?