Dojo militar [Clan Yoshioka; Kuroki] Kenpo lo observó y al terminar la historia de Chiryu soltó una risa —Aichi no peleará por Shizuoka me temo; esa es la razón por la que estamos apaleados —miró a los suyos —Osamos dar nuestra opinión al señor Murakami; creyendo que Aichi debería auxiliar a la prefectura hermana; pero él nos negó. Dijo que no era el momento de intervenir.— sonrió —Y así como tú, los Yoshioka somos impulsivos; y peleamos hasta que nos ahogaron con toda la guardia encima; peleamos bien, pero nuestro espíritu no fue superior para poder convencer con nuestro honor a nuestro señor —miró a Kuroki — Y los Yoshioka no marcharán hacia Shizuoka desafiando a su señor —cerró los ojos sin dejar de sonreír —No entiendo al señor Murakami; pero confío en su juicio. Siempre que su espíritu de lucha sea superior al mío —afirmó —y siempre lo es. Abrió los ojos al escuchar las últimas palabras de Kuroki, haciéndolo reír nuevamente —¿Quieres conocimiento en lugar de monedas? Kenpo Michinori Kuroki Nivel 5 PV= 100 Fuerza= 15 Protección= 15 Nivel 3 Pv= 8 Fuerza= 9 Protección= 6 Nivel 2 Pv=31 Fuerza= 13 Protección= 2 +2 defensa (agilidad) Contenido oculto Gigavehl +350 exp de entrenamiento y victoria. Mas +500 monedas si es que las aceptas.
Kuroki Fusatada Por un momento me sorprendió ver la risa de Kenpo, dando en el centro mi sospecha del porque se veían abatidos, desafiaron a su señor y perdieron, al parecer el tal Murakami no deseaba interferir en el conflicto de Shizuoka pese que los propios Yoshioka deseaban luchar. No se me hacía honorífico decir que el espíritu de lucha de uno era mayor solo por enviar guardias, pues la única manera de demostrar eso era luchando uno mismo, es algo que comprendí de Kato, escucharlo me hacía ver que si Murakami no estaba de acuerdo, ellos no moverían un músculo... no expresé nada, seguí igual de tranquilo pero en el fondo la decepción era palpable. Pues estaba contando en que, pensando que un Minamoto estando en Nagoya, las cosas cambiarían en especial si demostraba mi fuerza, pues sabía que así podría mover a los Yoshioka, pero lamentablemente otro calculo que salió mal... qué se le va a hacer. "¿Quieres conocimiento en lugar de monedas?" Fije de nuevo mi vista en Kenpo cuando habló, sonriendo algo cansado, tener un shock emocional, escalar una muralla en secreto y haber tenido un combate bastante reñido claro que pasaba a traer mi resistencia. —Soy curioso por naturaleza, pero no solo eso, unas monedas siempre serán tentadoras, pero siempre serán temporales. Sin en cambio, el conocimiento no es así, es algo invaluable y siempre se quedará en la mente de uno para poderlo aplicar a su vida—. Dije, mientras asentía... >>Si es el costo por saber... estoy dispuesto a pagarlo, señor Kenpo—. Dije, mientras volvía a reverenciar.
Dojo militar [Clan Yoshioka; Kuroki] Kenpo sonrió y guardó las monedas —No puedo negarme a alguien que sale victorioso de este dojo; si bien no me derrotaste a mi; has derrotado a uno de mis alumnos, son así de importantes para mi, como una extensión mas de mi cuerpo —dijo en dirección de Michinori que estaba siendo tratado. —Un Minamoto que aprende Yoshioka-ryu...—pensaba —... Tu líder; ¿Qué escuela tomó si la escuela de los Minamoto murió en la masacre? — preguntó sin realmente esperar respuesta —Grandes escuelas murieron en Kioto... —sacudió su cabeza con delicadeza para después mirar hacia Kuroki. —Si viene el oponente, dale la bienvenida. Si son más elimina al que más estorba. Destruye al eslabón más débil de la cadena para poder enfocarte a destruir a aquellos que representan una verdadera amenaza y no un estorbo —Comenzó diciendo Kenpo para cruzar miradas con Sachi, otro de sus discípulos quien entendió y salió del dojo. Al volver lo hizo con tres aspirantes; se notaba en sus miradas temerosas y brazos delgados. Kenpo se acercó a Kuroki para que sólo este escuchara— A aquel que le tiemblen las manos, es aquel que debes exterminar primero; ataca con impulso, se asertivo. No dejes que la duda del enemigo estorbe en un verdadero combate entre rivales dignos— mencionó para después alejarse y posicionarse frente a los dos aspirantes y Sachi; los cuales tomar posición de ataque al igual que Kenpo. Kenpo se abalanzó a sus cuatro oponentes; estos se apresuraron para atacarlo a la par; pero Kenpo dio un paso adelante para después girar en su propio eje burlando a la ofensiva para después clavar su espada de madera en la nuca de su oponente, noqueando a uno de los aspirantes, dejando sólo a tres oponentes, dos aspirantes y a Sachi. Contenido oculto Gigavehl puedes lucirte como quieras, puedes noquear instantáneamente a uno de los aspirantes. O simplemente agradecer la técnica directamente xD Contenido oculto: Yoshioka-ryu "Yowai tsunagari" (eslabón débil) Al enfrentarse a más de un enemigo; podrás eliminar al de menor nivel con facilidad. (sólo funciona con personajes terciarios, aquellos que no tienen atributos de fuerza ni protección) ⦁ Podrás eliminar a el npc con menor nivel sin necesidad de lanzar dados ⦁ Este ataque sólo se utiliza una vez por combate ⦁ Sólo puede usarse en un combate con 3 o más oponentes. ⦁ No puede enseñarse a otra persona a menos que el jugador o npc sea nivel 5 ⦁ No puede usarse contra un solo oponente ⦁ Es posible que si pelean con enemigos varios entren en el npc de menor nivel, allí se sorteará por medio de una lista para ver a cual se elimina ⦁ Al usar esta escuela; se elimina el dado de "suerte" en todo el combate.
Kuroki Fusatada Escuché con atención a Kenpo una ves erguido de nuevo, sonriendole agradecido, fue cuando lo segundo me dejó pensando... ¿muchas escuelas se perdieron en Kioto? Una frase cuanto menos... curiosa... Fue cuando en lo tercero que volví a centrarme totalmente en Kenpo, destruír al eslabón más débil... darle la bienvenida al enemigo, centrarme en lo más importante eliminando los estorbos. Creo que comprendía bien esas palabras clave. Poco después, miró a otro de sus discipulos, a quien no tardé en mirar también solo para contemplar cómo se retiraba, parecía que con eso le había dado una orden, y como fue, llegó con una pequeña tanda de aspirantes, se veían temerosos y débiles, como decía Kenpo... algo había en sus miradas, en sus portes... que me hacían ver un panorama muy distinto a lo que en un inicio pasaba completamente por alto, parecían... vulnerables. Cuando Kenpo se aproximó a susurrarme, lo entendí. "A aquel que le tiemblen las manos, es aquel que debes exterminar primero; ataca con impulso, se asertivo. No dejes que la duda del enemigo estorbe en un verdadero combate entre rivales dignos" Atacar con impulso y ser asertivo... destruir al que tenga dudas para limpiar el campo ante el verdadero combate... Ahora todo era claro, tanto que todo conectó y casi como si algo que en un inicio estaba bloqueado, por fin pudo fluir. Fue como Kenpo se alejó un momento para darme la demostración, todos se pusieron en guardia y comenzaron su combate, Kenpo avanzó y todos intentaron responder, pero fue inútil, con maestría digno de su categoría, eludió no solo los ataques si no que con certeza noqueó a un oponente sin más, no evité expresar sorpresa, para cualquiera tal vez solo fue por la fuerza del Yoshioka, pero con las frases que me dijo Kenpo todo tenía sentido para mí, era como si hubiese dado con una revelación celestial. Me quedé reflexivo un momento, y después asentí, por lo que dejé de recargarme en la espada de madera y me coloqué también en pocisión, miré a cada uno, Sachi no era definitivamente un objetivo, su porte, su mirada dictaba seguridad de sí mismo a un nivel increíble, los otros dos aspirantes se veían con dudas pero sentía que había algo... fue como di con uno, el que estaba a la derecha de Sachi, se le veía más tenso de lo normal, y sin perder el tiempo, mirada clavada en la suya, corrí de improvisto, cuando quiso responder, logré dar un ataque en el aire solo para desarmarlo y proceder a darle un golpe en el pecho con la espada de madera con tal fuerza que lo separé del grupo, apenas vi que tuve éxito, ondeé el arma para impactarle en su hombro, acto seguido lo arrodillé con un golpe en la pierna derecha y con un ágil giro hacia mi izquierda agarré impulso para colocar mi espada de madera enfrente mío en horizontal, todo sin parar y sin dejar de usar el impulso giratorio a mi favor para rematar con un poderoso impacto en su espalda que obligó al aspitante a caer rendido en el suelo sin más, completamente fulminado en un parpadeo... No evité gemir incrédulo, era la primera vez que noqueaba a alguien en unos pocos movimientos consecutivos sin mayor dilación, de alguna manera, eliminando toda duda y centrado en atacar con una fuerza certera, aprovechando el temor del oponente fue suficiente para sacarlo del combate sin más, y eso sin dudas hacía justicia a la fuerza que poseía... definitivamente esto era grandioso. Una sensación de alivio y de calidez me invadió... por primera vez me sentía realmente seguro y firme de mi fuerza.
Dojo militar [Clan Yoshioka; Kuroki] Kenpo afirmó —Aprendes rápido porque tu fuerza funciona para desempeñar esta técnica; si fueras más débil no podrías realizarla de un solo movimiento. Kumanosuke se acercó a Kuroki —Deja curo tus heridas; no te vayas sin ser atendido —mencionó mientras lo obligaba a tomar asiento para curar sus golpes; no tan severos como los de los aspirantes o Michinori; pero aun así, eran heridas significantes. —Gana combates bajo el nombre de Yoshioka-ryu; siempre es bueno cuando los rumores de esa índole regresan a casa, no puedes morir; debes combatir con astucia y estrategia, aprende a utilizar esta técnica a tu favor —las palabras de Kenpo eran de orgullo —Hoy, en este tan raro día nevado; ha sucedido otro acontecimiento; tú —dijo señalando a Kuroki —Siéntete orgulloso, y usa mis conocimientos para salvar a la gente. Kumanosuke terminó su labor después de un tiempo para después atender a los aspirantes los cuales ya habían recobrado el conocimiento. Sachi y Nobuo practicaban mientras Michinori seguía descansando —Michinori necesitaba descansar, ahora ha sido obligado a hacerlo por tu fuerza. Kenpo se acercó a Kuroki y le entregó una tablilla pequeña de madera, decía "discípulo de Yoshioka" Kenpo sonrió —No la pierdas, con esto te dejaran cruzar la segunda muralla sin costo alguno Contenido oculto Gigavehl
Kuroki Fusatada Miré de nuevo hacia Kenpo cuando comenzó a hablar, tenía sentido, mi fuerza me permitía llegar hasta ese nivel, de acabar con alguien débil de un solo tajo, era aterrador como interesante por igual, debía admitirlo. Kumanosuke me obligó a sentarme, en realidad cuando lo hizo no tardé en ceder, mi cuerpo avisaba bastante acerca del tremendo daño, no era tan brutal, pero si era importante, sin dudas el duelo fue bastante intenso, tenía que decirlo. Luego Kenpo volvió a hablar, y no evité sonreír agradecido y determinado, tenía razón. No solo no podía morir, por los Minamoto, si no ahora por los Yoshioka, que me permitieron no solo ponerme a prueba, si no que dejarme aprender nadamas ni nadamenos que su escuela de combate, uno que era muy útil, solo sería cuestión de usarlo sabiamente, y eso haré... me apenaba por el pobre Michinori, estando tan cerca de por fin aprender esta escuela y ahora aquí estaba yo, quitándole ese mérito, pero confiaba en que ese chico mejoraría mucho, quien sabe, tener a un rival sería interesante a decir verdad. —Haré no solo que usted se sienta orgulloso, maestro Kenpo, si no salvaré a mucha gente a lado de los Minamoto, y Shizuoka será el inicio, tomaré esta técnica no solo como una nueva posibilidad de superar muchos combates, si no de demostrar y esparcir el mensaje de que los Yoshioka siempre lucharán por el bien común. Muchas gracias por todo—. Dije, decidido, inclinando la cabeza pues al estar sentado y siendo tratado, no podía moverme mucho. Pasado el tiempo, mientras era tratado, miré hacia una de las ventanas del Dojo Militar, para poder contemplar el exterior, ahí donde la nieve caía, no pude evitar recordar cómo Natsu y yo habíamos pasado un pequeño viaje juntos cuando sucedió lo de Chikusa en Nara... quién iba a decir que ambos nos meteriamos en temas sobrenaturales y eso provocaría tantos problemas, me seguía preguntando qué sería de Rengo, definitivamente estaba obligado a volver a Shizuoka, pues, temía, no solo perder a Rengo si no que directamente ya ni desee estar conmigo por querer protegerme, me provocaría el efecto contrario... solo esperaba que Yuzuki pudiese cuidarlo como era debido, si pasaba eso, no me perdonaría haber fallado de esa manera. Quien sabe... tal vez si sea lo mejor alejarme de Rengo, a pesar de todo. Si de verdad al final no me quiere de vuelta, supongo que podría decir que... conseguí traerlo de vuelta con su familia. Solo faltaba el tema de Shi y de Kyogi, pues estaba seguro que con ambos elementos vigentes, Mara no se daría por vencido tan fácilmente, y quién sabe qué podría pasar conmigo, cosa que ciertamente me intrigaba como me incomodaba por igual. "Michinori necesitaba descansar, ahora ha sido obligado a hacerlo por tu fuerza." Al escuchar esa simple frase, salí de mis pensamientos para voltear a ver, y sonreí ciertamente apenado... —Creo que en parte tengo una fuerza abrumadora... ¿eh?—. Dije, para rascarme tras la nuca un poco incómodo. —Convendrá que entrene eso, tampoco quiero que llegue el día en que termine por romperle los huesos a alguien o peor, solo entrenando. Solo espero que esté bien, y cuando se recupere, vuelva a ser tan invicto como siempre, si algún día busca la revancha, yo estaré siempre listo—. Dije, pues sabía que esta derrota no sería nada fácil para el chico. Luego contemplé cómo Kenpo se aproximó de nuevo, y me extendió un peculiar objeto, al tomarlo, me sorprendí gratamente, no solo era oficial, si no que miré hacia Kenpo, escuchándolo, y sonreí amplamente, agradecido y ahora sí, reverenciando. —Es un honor, muchas gracias. También cuente con aquél futuro duelo, estoy seguro que ese combate será digno de ver, cuando me sienta listo, volveré, es una promesa—. Dije, determinado, volviendo a mirar la pequeña tablilla para guardarlo con recelo, bueno, un añadido inesperado a este arriesgado movimiento, por fin... hasta que algo me salía bien, ya hacía falta. ¿Ahora qué debería hacer..? Faltaba ir con Yamamoto, faltaba ver si podría, bueno... digamos que ir a jugar, tenía que ver a Rengo, tenía que ir a Shizuoka... Aún tenía mucho y no sabía por dónde comenzar aún.
Dojo militar [Clan Yoshioka; Kuroki] Kumanosuke sonrió —Tenlo por seguro; Michinori no es alguien que se deje vencer tan fácilmente por una derrota; sé que se exigirá mas, y estará más que preparado para volver a enfrentarse contigo Kenpo afirmó —Así que no bajes la guardia o Michinori volverá a derrotarte. Confió en tus habilidades, sé que difundirás bien el mensaje. Pues si los Yoshioka no pueden ir a Shizuoka porque su señor se los ordena; al menos he podido lanzar una semilla de ayuda— Gracias a Kuroki, los Yoshiaka lograron ayudar un poco a la causa a la que estaban dispuestos a apoyar. —Kuroki— mencionó Kenpo antes de que el chico se fuera —dile a Takeda que Yamagata está haciendo todo lo posible por ayudarlo —sonrió — Y que si pasa por Nagoya venga a visitarme; deseo pelear contra él. Contenido oculto Gigavehl
Kuroki Fusatada Kumanosuke respondió poco después, y pronto le siguió Kenpo, no evité sonreír ampliamente, decidido y... ¿porqué no? Hasta deseoso a que ese día llegase. —Díganle que lo esperaré con ansias, admiro mucho su forma de pelear—. Dije, para después seguir escuchando el resto... No evité sonreír conmovido al volver a escuchar ese nombre... Yamagata... Interactué apenas nada con él, pero su energía me aliviaba bastante, asentí ante Kenpo, pues también tomaría en cuenta su petición por lo de Takeda y por sus palabras acerca de enviar ayuda por parte de los Yoshioka a Shizuoka. No les fallaré, a nadie... al menos no ahora que no había nada de sobrenatural aquí, y esperaba que al menos esto me resultara. —Ojalá pueda venir con él, pero tenga por seguro que le avisaré, con suerte y pasado la guerra volveremos con varios Minamoto aquí, así que solo le pediré paciencia—. Dije, para reverenciar ampliamente. >>Gracias por todo, nos veremos pronto—. Dije, firme en mis palabras, para despedirme de todos, y salir del Dojo militar. Es como al salir, me dirigí a la salida de la segunda muralla, allí donde antes ni había pasado, me dejaron salir y me dirigí a la casa de armamento, iría a recoger el encargo de Yamamoto, ya había atrasado por mucho tiempo ese tema.
Casa de Armamento [Yamamoto; Kuroki] La casa de armamento se sentía como un paraíso; el calor de su ambiente hacían que la nieve en el tajado comenzara a escurrir, el aura del calor que la rodeaba era acogedor, y no abrumaba como otros días. Mientras nadie estaba preparado para una extraña nevada, Yamamoto estaba preparado con el fuego de su fragua. Fuera de aquel sitio; un hombre estaba recargado cerca de la entrada, al parecer el guardia no lo dejaba ingresar a la casa de armamento. Aquel hombre era alto, fornido, cabello blanco, cubierto en pieles y rodeado de aves. A su espalda llevaba basta cantidad de armas; estaba allí, esperando. El otro guardia se acercó a Kuroki, diciéndole que podía ingresar a la casa de armamento.
Kuroki Fustada Avancé con calma y a la vez reflexivo por las extensas calles de Nagoya, jugueteando debajo de la ropa con la pequeña tabla que me acababa de regalar Kenpo cuando en algún momento sentí el cascabel, haciendome detener de golpe, de pronto un escalofrío me recorrió, recordar por instantes, breves flasheos lo que pasé en Chiryu me invadieron, ya no con la misma intensidad ni contundencia, no ahora que me había probado al fin, no cuando ya había crecido como persona. Sin en cambio, eso no evitó que de cualquier manera... me sintiese expuesto. Suspiré y seguí mi camino, con mi vista clavada al frente mientras la nieve seguía cayendo con parsimonia, presente, delatando su extraño aura en sí para este día tan peculiar en Nagoya, fue cuando noté que estaba por llegar, cerrando los ojos un instante mientras seguía mi camino a ciegas, ahí estaba yo, un niño que había crecido prematuramente, un chico al que le habían arrebatado toda inocencia, un chico que estaba cargando con las responsabilidades de un adulto, un niño que perdió su clan de un momento a otro y creció jurando hacer pagar a los Taira por sus actos... Venganza, técnicamente. Un niño que decidió tomar un camino de oscuridad y de peligros por otro que ha sufrido, siendo la luz presente simbólicamente en mi cabellera albina, mezclando con el blanco ambiente de la nieve, pero con ropajes que desentonaban por completo con eso, hasta con mi propio cabello, un haori negro con rojo, otra muestra de cómo había aceptado ir con Rengo en toda esta travesía el cual hasta a Natsu se le salió de las manos... Un chico que había cambiado brutalmente en apenas un mes, pero aún portaba la luz en su interior, Nozomu y la personalidad era lo que conservaba. Tal vez, firme, fuerte e imperutrbable como un árbol, hasta dar sus últimas fuerzas por existir, pero habiendose dejado entregar por muchas cosas, reflejando hasta la vestimenta en otro, teñiendo a ese árbol de negro. ¿Ahí estaría? ¿"Kuroki"? Suspiré, sacudiendo levemente la cabeza, sentía que nuevamente estaba delirando como siempre y abrí los ojos, el aura tan cálida, fresca de la casa era única, se podía distinguir un pedazo de paraíso ahí mismo, un escenario digno de admirar y disfrutar, pues seguramente nunca jamás se repetiría, por lo que me detuve en seco, sin embargo, no para disfrutar de ese ambiente, si no por otra cosa igual o más inesperada, o tal vez no, ya no lo sabía realmente. Cuando me detuve... abrupto, congelandome por completo en mi sitio, increíblemente sin expresar nada mas que un rostro neutro, tal vez por el shock, que podría ser tal que ni tiempo me dió a expresar sorpresa... "Niño, tu abuelo ... ¿se encuentra en su local en Tsu? ¿Crees que nos puedes llevar a él?" Por alguna razón, pese a recordar en esos instantes las palabras de Kenzaburo en Tsu, me hicieron olvidar por un instante el nombre del abuelo de Kibo... "Señor Kenzaburo; no es bueno usar los poderes divinos para las guerras mortales" ¿Poderes divinos..? Espera... "El Dios de la muerte está buscando reencarnar, algún estúpido intenta que sea posible y tenemos dragones escondidos bajo tierra, que protegen los puntos claves de Japón que conectan con Kioto." Tenemos Dragones... escondidos bajo tierra... Un niño Dragón, un niño oculto bajo tierra, Shi, poderes sobrenaturales, sellos... Esperen, ¿es que... es literal Kibo un Dragón? ¡¿Literal?! Las palabras de ambos, siempre fueron tan extrañas, no hablaban de habilidad o de formas de pelea, si no de... poderes divinos. Como si de verdad fuese algo fuera de nuestra comprensión... como lo vivido con el espectro de Hana, o aquél Hitodama de Takeda en Tsu... ¿Pero cómo he sido tan estúpido? ¿Q-Qué tan literal es ser un Dragón? Pensaba en mil cosas solo con la visión tan intimidante e imponente de aquella figura albina, rodeado de pájaros, rodeado de pieles, rodeado de un aura tan imponente como la de Kato mismo... rodeado de... armas. Recordé las palabras del pequeño Kibo, diciendo que su abuelo era invencible... y le creía, desde lo de Kato sabía que algunos duelos serían imposibles, no quería arriesgarme a un duelo, simple y llanamente no, no me importaba quién fuese en realidad, no lo desafiaría, pero no me quedaba de otra mas que confrontarlo, tenía que explicarme, y sería complicado... sin Rengo... Secudí la cabeza, yo ya no debo depender de nadie para las cosas, no cuando me hallo solo, aquél hombre... Shiryu... Recordé su nombre y solo tragué saliva, volviendo a cerrar los ojos cuando una voz llamó mi atención, por lo que volví a abrirlos, mirando al que me hablaba, era el guardia quien seguramente me había reconocido. Asentí, y en silencio, sin atreverme a decir nada pero tampoco a dar media vuelta, comencé a avanzar hacia la edificación, con la clara intención de ir con Yamamoto... hablar... recoger el arma... e irme al Santuario con Shiryu, después de todo, si lo buscaba era para precisamente regresarlo, no me quería arriesgar como Rengo a tener un arma divina técnicamente en nuestras manos, mis pasos eran firmes y serenos, pese que en el fondo sentía mi avanzar eterno, sentía la distancia a recorrer extenso, sentía cómo mantenía una temple tal del que yo mismo me impresionaba, tal vez... al final, en situaciones en las que me sentía arrinconado así reaccionaba, firme y tal vez hasta vacío, como si me impusiera algún extraño mecanismo de seguridad para no romperme ahí mismo de los nervios, pero claro, a la larga me pasaba factura, agradecía haber descansado dos días enteros y haber ganado el combate contra los Yoshioka, porque me habría ganado los nervios en ese instante... Así, con calma, empecé a subir el primer escalón para comenzar a ingresar, era obvio que aquél hombre se daría cuenta de mi presencia, y era obvio también porqué estaba esperando... Contenido oculto Ya decía yo que el dado no estaba con los Yoshioka...
Casa de Armamento [Yamamoto; Kuroki] El hombre no miró a Kuroki, aspiró profundamente, el sonido fue tan fuerte que Kuroki logró escucharlo; y antes de que pudiera ingresar por completo a la casa de armamento, Kuroki sintió como lo levantaban del suelo desde la espalda, su ropa se comprimió en su cuerpo por la presión al ser levantada. Lentamente la fuerza que lo sostenía lo llevó a su rostro; era el hombre de la entrada, sus miradas se cruzaron. Los guardias lo intentaron detener pero pateó con fuerza a uno y al otro con su mano libre lo logró golpear. La fuerza de ese hombre era superior, no podías hacer nada para evitarlo. Se acercó a Kuroki y como si fuera un animal, lo olfateó. Sus ojos tranquilos se transformaron en furia, el agarre en la ropa se tensó aun mas —¿Por qué hueles a Kibo? —¡Shiryu! Amigo...— mencionó Yamamoto mientras salía de la casa limpiándose las manos llenas de carbón —¿Qué le haces a mi pobre cliente? Contenido oculto Gigavehl
Kuroki Fusatada Al escuchar cómo Shiryu aspiraba con profundidad, no evité detenerme de nuevo, estaba por decir algo cuando solo pude sentir cómo la ropa se me comprimía y fui levantado tal cual como si pesara cinco kilos o menos aún, aquella imponente persona me obligó a que lo mirara, la impresión se coló pero tambiém la seriedad, no iba a permitir ser intimidado, no cuando tenía que dar la cara, miré directamente a los ojos de aquella persona, tenso pero firme, no me resistí a lo que me hacía, no quería ser hostil... nunca me atrevería. Los guardias intentaron impedir ese accionar pero fueron derribados como si fuesen un par de novatos intentando atacar a su Maestro sin éxito alguno, como simples discípulos incapaces de hacer nada. Shiryu comenzó a olfatearme de manera muy extraña... tenía que admitirlo, sus ojos se transformaron, y aún así no titubeé, solo apreté por reflejo los puños por la tensión, su pregunta lo decía todo... —Por favor, espere—. Dije, con increíble calma pero fui interrumpido por Yamamoto, ¿eh? ¿Acaso lo conocía? No pude ver a Yamamoto, solo podía encarar la penetrante mirada de aquél hombre, para ser el abuelo se veía demasiado entero, la tensión y los nervios eran palpables pero también la determinación de no mostrarme roto... no más... —Esta bien, es una larga historia.—fue lo único que alcancé a decir, no creía que Yamamoto se creyera que tenía a un Dragón conmigo y todo eso, simplemente el momento y el lugar eran nefastos ahí.
Casa de Armamento [Yamamoto; Kuroki] Shiryu bajó a Kuroki —¿Entonces lo conoces Yamamoto? —Si claro, es de confianza; de hecho viene por un encargo que incluso tú sabrías apreciar; pero temo que esta espada no es para tu colección amigo, ya tiene una dueña —Les indicó con un ademán para que lo siguieran — Pasen —miró a sus guardias, se levantaban avergonzados —Tranquilos, ni los Yoshioka podrían haberlo detenido. Yamamoto los guio por la gran casa hasta la sección dónde tenía su armería; sacó una caja de bambú y la mostró ante Kuroki, la abrió y allí pudo ver una katana especial, tenía un canal en medio, era delgada y con una entrada distinta a la usual. Contenido oculto —¿Y bien? ¿Qué dicen? Es hermosa ¿Cierto?— dijo orgulloso Yamamoto. —¿Un Bo-hi? —preguntó Shiryu mirando aquel canal central — ¿Cuál es su función? —Veneno— respondió Yamamoto —Creativo— mencionó Shiryu sin despegar la vista de la katana. —Desearía llevarme el crédito; pero fue idea de un maldito shinobi; pero yo la he trabajado mejor, es más sutil; es elegante, y más práctica porque la ha pensado un herrero —dijo hacia Kuroki para levantar la katana y mostrarle el mango—Ve como está expuesta esta parte de la katana; allí es el sitio dónde se verterá el veneno, así entrará al canal y no se escurrirá, durará en el filo por más tiempo que si sólo se embarrase. Contenido oculto Contenido oculto Gigavehl
Kuroki Fusatada Había soltado un aire contenido del que ni me había dado cuenta que estaba ahí presente, una vez que me bajó, pude respirar, la fuerza de este hombre era aterradora, obviamente era mucho mayor que el mío, seguramente si me propinaba un golpe me desarmaría en ese instante, era increíble somo siempre habían personas con mayor fuerza que otras. Yamamoto fue el que aclaró las cosas, por fortuna contaba con el apoyo del herrero, habría sido un problema si no hubiese sido el caso, es como después nos invitó a pasar, observé a los guardias y escuchar que ni los Yoshioka habrían podido detenerlo si era aterrador. Más temprano que tarde, llegamos al interior de la casa de armamento y pronto, Yamamoto mostró una caja de bambú ante mí, di un paso al frente para poder ver más de cerca el arma una vez abrió la caja, y no evité sorprenderme bastante por su aspecto, se veía... refinado, y aún así de alguna manera no dejaba de ser una katana, se veía extraña, ese canal de en medio era curiosa. Cuando Yamamoto preguntó qué opinaba, solo pude quedarme anonadado, pues se notaba el cariño dedicado a la creación del arma, no sé, había algo tan único en ella que no me sabía explicar, Shiryu fue el que hizo las preguntas que tenía, y todo cobraba sentido... un shinobi, me parecía que con todo lo acontecido, entonces... replicaron el arma de Murai, ¿pero cómo? Aún no estaba del todo enterado de cómo eso había sido posible. Yamamoto me habló y fue hasta ese momento que le miré, aún con esa impresión plasmada en mi rostro, como si la escena con Shiryu hubiese sido una cosa de nada. Observé con atención cuando me mostró el mango, fue en ese instante que todo cobraba sentido... era magnífico, aterradoramente magnífico, si el creador de verdad era Murai, entonces la reputación con la que cargaba no era ni de lejos accidental. Yuzuki sabía crear venenos, ¿no? Sin dudas la de poder que ganaría con esto, sumado a la letalidad sería abrumadora, definitivamente no querría ser dañado por esta arma. —Es asombroso, jamás se me hubiese ocurrido algo similar para un arma envenenada. ¿Pero cómo ha conseguido fabricarla? No me sorprende que le llevase tanto tiempo, se nota no solo el cariño si lo el cuidado. Sin dudas usted sabe lo que hace—. Dije, de forma honesta, no me atreví a mirar a Shiryu, solamente me quedaba halagar tremenda obra, una vez que el arma terminase en mis manos, solo quedaba ir por Rengo e ir a Shizuoka... Aún faltaba el tema de Kibo pero... el que podía hablar con él era Kenzaburo, y dudaba que Shiryu quisiera ir con nosotros.
Casa de Armamento [Yamamoto; Kuroki] Yamamoto soltó una gran carcajada, algo que ambos ya habían escuchado antes — Ha sido un reto; nunca me ha gustado imitar el trabajo ajeno, pero tampoco quiero decepcionar a Kato —dijo mientras Shiryu no retiraba su vista de Yamamoto. —No creas que te he olvidado —dijo Yamamoto mientras cerraba la caja de bambú para después ir por otra caja, la abrió ante ustedes mostrando una katana con brillo carmesí; estaba rota. —No es la que busco—dijo Shiryu mientras levantaba el filo de la katana rota. Yamamoto no ocultó su decepción —Una lástima viejo amigo; pague buena suma por ella porque pertenecía a un general —Pagaré lo que has invertido— mencionó Shiryu sacando su bolsa con monedas pero Yamamoto lo detuvo en el acto. —Tenemos un trato viejo Shiryu; estas son apuestas en el negocio, y las asumo — mencionó mientras dejaba ir un largo suspiro —últimamente he perdido mas de lo que he ganado —Miró hacia Kuroki —Pero siempre es bueno apostar por los nuevos talentos ¿No es así? —sonrió — Así los mejores guerreros tendrán mi sello en su nakago; y después el dinero no será un problema. Yamamoto guardó la katana rota para entregarle en las manos a Kuroki el arma que llegaría a manos de Yuzuki —¿Y los demás? ¿Se quedaron para evitar la nieve? Shiryu clavó su mirada en Kuroki. Contenido oculto Gigavehl
Kuroki Fusatada La carcajada de Yamamoto, que comenzaba a ser típica de él, inundó la sala para después escuchar su comentario, ¿un reto? Vaya, no me quiero imaginar el porqué. Cuando Yamamoto miró a Shiryu, cosa que yo no hice aún, dijo que no lo había olvidado, y después vino con otra caja, al abrirla, no evité clavar mi mirada en la extraña arma, poco después, fruncí el ceño... ¿Esa arma..? ¿Acaso no es..? No... no tenía sentido que ahora estuviese rota. Dijo que pagó mucho dinero pues había pertenecido a un general, Shiryu levantó un trozo del filo de la katana destrozada, no era lo que buscaba el abuelo, y eso comenzó a intrigarme como incomodarme por igual, no es que desconfiara, al contrario, si algo buscaba eran respuestas, y no quería que, de ser lo que creo, esa maldita arma fuese destruida de la manera incorrecta. Yamamoto decía cosas como apuestas y que estaba perdiendo más de lo que ganaba, cuando me miró comprendí su mensaje, y sonreí, pero la duda me podía... —¿Que clase de arma era esa? Digo, para que un general lo hubiese portado, no dudo que haya sido algo muy especial—. Pregunté, ocultando sutilmente la intención de mi pregunta. Luego Yamamoto guardó el arma, y me entregó el arma de Yuzuki, yo agradecí y lo tomé, asegurándola debajo de Nozomu. Escuché su pregunta, y puede sentir la mirada de Shiryu, al acto de sentir eso, solté un quejido por lo bajo de la incomodidad. —Así es, ya planeamos irnos hoy mismo, los Minamoto nos están esperando—. Expliqué sin dar más vueltas, intuía que aún si ocultara cosas, Yamamoto se encargaría de ponerlo al día si Shiryu así lo quería, así que no le veía el caso... —Solo debo de ir a despedirme con Benkei, vaya, debo admitir que ese monje es una persona muy amable—. Dije, sonriendo con calma a ambos.
Casa de Armamento [Yamamoto; Kuroki] Yamamoto miró a Kuroki ante su pregunta —Pertenecía a un general llamado Dai, al parecer Kato empezó a cazar a viejos rivales —sonrió mientras negaba, pues aquel hombre a veces le causaba mas miedo que admiración. Después escuchó que ya planeaban en irse y afirmó —Vayan con cuidado —mencionó el herrero — Y así es, a pesar de su apariencia intimidante, Benkei es un gran ser humano. Salúdamelo, así como también a tus amigos. Shiryu avanzó detrás de Kuroki, siguiéndolo. Contenido oculto Gigavehl
Kuroki Fusatada Yamamoto respondió la pregunta, y dijo que perteneció a un tal "Dai", carmesí... me recordaba mucho a Kamakura por alguna razón todo esto del color. Mire a Yamamoto y sonreí, asintiendo. —Lo haré, muchas gracias por todo—. Dije conmovido, para empezar a caminar, sintiendo la presencia de Shiryu, no lo culpaba... era su nieto, normal que se comportara así. Comencé mi camino hacia el Santuario, mientras suspiraba. —Su nieto está bien, Kenzaburo quería hablar con usted, señor Shiryu, me disculpo por el susto.
Santuario [Kuroki; Rengo; Benkei; Shiryu] —No conozco a ningún Kenzaburo —mencionó a espaldas de Kuroki —Dependiendo del estado de Kibo será como responda a este... incidente Avanzaron hacia el santuario; al entrar pudieron ver el jardín nevado, los pasos de Shiryu se sumergían con fuerza en la nieve por su peso; después de avanzar por la nieve se adentraron al templo guiados por el calor que se sentía en su interior. Benkei estaba sentado al centro de la habitación sacudiendo el carbón del fogón, mientras que Kibo trataba de llamar la atención de Rengo, quien estaba en una esquina abrazando sus piernas con fuerza. —Kibo— mencionó Shiryu Kibo levantó la vista y sonrió inmediatamente al ver a su abuelo. Benkei también volteó a ver quienes ingresaban. Shiryu se hincó y extendió sus brazos, mostrando una gran sonrisa en su rostro. —¡Abuelito! —gritó Kibo sacudiendo el hombro de Rengo, quien no reaccionó ante la emoción del niño. Kibo lo observó con tristeza para después salir corriendo hacia Shiryu. —Entonces es usted el famoso abuelo de Kibo —mencionó Benkei al notar las armas que lo caracterizaban, mientras que las suyas estaban acumuladas en la habitación. —Gracias por cuidar de él; veo que está a salvo —mencionó abrazando a Kibo mientras observaba a los presentes. —Señor... —mencionó Benkei poniéndose de pie, señaló hacia Kibo quien mostraba su espalda ante él, así que no podía ver los movimientos de Benkei —... ¿está herido de algún modo? Shiryu cargó a Kibo y se levantó para observar a Benkei —No debe preocuparse; conmigo está a salvo —separó a Kibo para poder observarlo —Es hora de irnos. Kibo lo observó —¿Con Kuro-kun y Ren-san? Shiryu negó, haciendo que Kibo inmediatamente se pusiera triste, miró hacia Kuroki que estaba a un lado de Shiryu —Viajaran con nosotros ¿Verdad? Contenido oculto Gigavehl
Kuroki Fusatada No podía ocultarlo más, las directas palabras finales de Shiryu habían calado hasta tal punto que está vez me puso pálido, tomando en cuenta que Benkei decía cosas como que la energía espiritual de Kibo estaba débil, me puso muy tenso... Si lo encontrábamos enfermo o algo no me quería imaginar lo que eso significaría... Fuimos arribando al Santuario, las pisadas del abuelo eran muy poderosas y por mi parte, no tarde en llegar hasta la puerta y deslizarla para ver junto a Shiryu el interior, todo parecía en orden, por fortuna... si es que se omitia el estado de Rengo, a quien no evité sentir una culpa y una punzada brutal en el pecho... No reaccionaba en lo absoluto ante Kibo, fue Shiryu quien le habló, el pequeño se emocionó profundamente y trató de hablarle a Rengo, pero fue inútil... Al final, la conmovedora escena se llevó a cabo, y solo pude quedarme ahí, parado, sin saber qué hacer, como siempre me podía quedar, Benkei habló y señaló a Kibo, diciendo cosas extrañas, lo mismo pasó con Shiryu, odiaba no entender nada y mucho más que fuese en mi cara... me hacían sentir cómo un idiota y aún andaba muy sensible por todo lo acontecido, sumado a las emociones encontradas. Aún así, no podía hacer nada, solo cruzarme de brazos y mirar a un lado, un poco triste, me alegraba con cumplir con el objetivo de devolver a Kibo, pero nada arreglaba lo de Natsu ni mis dudas... parecía que volvía al comienzo. Cuando Kibo preguntó si nosotros iríamos con ellos, miré al niño con calma, pero Shiryu negó, luego el infante me preguntó directamente si los acompañaríamos... Una punzada llegó, pues se le notaba tan a gusto con nosotros... —¿Hacia Tsu?—. Pregunté. Pero bueno Kuroki... que pregunta tan estúpida... Me quejé por lo bajo y sacudí levemente la cabeza. —Es decir, ¿a dónde pequeño Kibo?—sonreí, pero pronto borré la sonrisa al mirar a Shiryu, aún estaba intimidado por obvias razones, ya podía relajarme ahora que estaban reunidos. —Como le decía, siento lo acontecido, la verdad es que... señor, quisiera hablar con usted, solo un momento, si es que me ofrece la oportunidad—. Dije, de forma tranquila pero a la vez un poco tensa, me preocupaba que aún así pensara que habíamos secuestrado a su nieto porque sí.