Aichi Nagoya

​

 

Tanaka Heya

Herbolaria->Comercios->Santuario

Asintió a Yin sin demasiadas ganas de discutir. Estuvo en la herbolaria hasta que sólo quedó con Daichi y Misato., hasta que esta última salió. Lo dudó un momento antes de despedirse del herborista e informar a Daichi

—Creo que también iré al santuario. Nos vemos al anochecer. —Dijo antes de dejar el lugar y caminar por los comercios de Nagoya

 

Daichi Nishimura
[Herbolaria]

Ya había pasado un rato desde el intercambio de palabras entre ambos clanes, me quedé callado, mi cabeza me decía que no era momento para salir con algunos de mis comentarios impropios de la situación. La tensión en el aire como había ocurrido, se disipó de un momento a otro. Ambos puntos eran conflictivos, pero... "¿Quién entiende la venganza sino es la propia víctima?", en mis viajes por Japón me había dado cuenta que todos miraban con malos ojos esa cruzada personal que parecía tener, el clan Minamoto no era la excepción, no lo entendían... ni siquiera cuando era lo más honorable que se podía hacer. Todos ya parecían decididos sobre lo que iban a hacer, hasta que quedé al último como solía ocurrir. Suspiré por un momento, cerrando mis ojos, con mis índices estrujé levemente mis sienes intentando pensar que hacer. Abrí mis ojos e hice contacto con los ojos perdidos del hombre que atendía en el lugar, parecía consciente de que quedaba alguien más dentro. En silencio salí del lugar, la tarde iba descendiendo, pronto anochecería. En la lejanía podía observar la estructura del Castillo, detrás de la segunda muralla como un gigante inamovible. Salí en dirección del puerto. La brisa marina era la única que podría disipar los pensamiento de mi cabeza, el cuestionamente si estoy haciendo lo correcto o lo mandado, si el legado de un padre con pasado misterioso está ahogándome en intrigas que solo estoy comenzando a percibir.

 

Santuario ( Misato; Heya)

Misato y Heya avanzaron hacia el santuario, los comercios ya parecían comenzar a cerrar, el día comenzaba a terminar y era evidente por la luz actual. No tuvieron más que seguir su camino al santuario.
El lugar era muy hermoso, el arco sintoísta se levantaba en la entrada; pero en el interior pudieron darse cuenta que la religión profesada era budista; un monje estaba en el centro recitando unos mantras, rodeado de incensarios.
En los alrededores pudieron ver varios sauces y un hermoso jardín con un estanque, aquella hora era perfecta para comenzar a escuchar a las ranas.

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Puerto(Daichi)


El puerto era un sitio muy hermoso, podías notar en la orilla como en el interior de la segunda muralla los barcos eran distintos a los mercantiles frente de ti, parecían ser más amplios como los que solías conocer en Hakkaido. En cambio el área pública sólo tenía algunos barcos de cargamento pequeño.
El olor a sal marina era recomfortante y a la vez nostálgico, aquellos que crecieron cerca de un puerto siempre están destinados a volver a uno, aquel sitio tan abierto que podía llevarte a cualquier lado.

—Hey hey tengan cuidado con eso —dijo un hombre que observaba como dos jovenes carcaban una caja de bambú sin ningún esfuerzo.

—No pasará nada — dijo el joven bastante tranquilo hasta pisar un pescado que había en el suelo y resbalar. Ambos jóvenes se dieron a la fuga avergonzados mientras el hombre se acercaba cogeando hacia su caja ahora destruída.

 

Misato Aoyama

Durante el extenso camino los últimos rayos de sol abandonarian Nagoya muy pronto, a mi lado Heya buscaba llegar al santuario en busca de ingredientes curativos.

—Mira, estamos por llegar— observé el arco Torii alzarse a la vista habíamos llegado a nuestro destino, mostré mis respetos al arco al entrar pero no tardé en darme cuenta que la fe practicada era el budismo, no podía hacer mucho aquí cuando mi fe reposa en los Kamis.

—Oh vaya, es un santuario budista aún así el lugar es hermoso en verdad—dije con mirada ilusionada—tal vez no pueda orar a los Kami pero si puedo conseguir algo de paz mental en el jardín, no quiero sonar grosera pero creo que quiero estar sola para meditar si no te importa— di unos pasos más para avanzar al recinto pero no sin antes voltear a ver a Heya— ve con cuidado Heya, saldré a dar una vuelta una vez termine, espero verte pronto en nuestro punto de reunión.

Sabía que Heya no era alguien para subestimar pero de mi alma nacia velar por el bien de otros más si eran compañeros. Cuando me acerque el aroma a incienso mantenia un aire de solemnidad absoluta, el monje recitaba sus mantras enfocando su espíritu por lo que preferí no perturbar su oración.

Verlo me recordó la historia de Takeda sobre su encuentro con Chikusa y su enseñanza sobre la importancia de la espiritualidad, como una espiritualidad plena actuaba como un buen escudo para un guerrero, era una pena que la única oportunidad de conocerle no cruzamos palabra alguna en Nara salvo unas miradas fugaces.

Entre al interior del jardín dejando en paz al monje con su labor sagrada, en el estanque el flujo de la fuente transmitía una paz sublime, por inercia me senté en posición de loto para dar un profundo suspiro.

Un sonido familiar...en el estanque podía sentir el croar de pequeñas ranas, escrute el lugar y arroje una pequeña piedra al estanque, momentos después una rana saltó, pero no era el color adecuado. Pero por fortuna tras esta una rana verde esmeralda saltó en compañía de esta.

Sin apartar mi vista busque bajo la manga del kimono para alcanzar mi codo donde una tela de mis vendajes, la más gruesa de todas permanecía atada envolviendo mi antebrazo.

—esto servirá—mumure tirando del vendaje de tela gruesa que se desprendía, esta no era solo una tira, era una pieza de tela capaz de cubrir una cabeza entera una vez desdoblada.

Sigilosa me ergui y me acerque hasta un par de ranas en la orilla, sonreí recordando como desarrolle sigilo por los constantes juegos de cazar sapos iniciados por Shizune...nunca me agradó ensuciar mis manos de esa forma.

Aguante la respiración...y cuando el momento era el indicado, deje caer la pieza de tela suave pero lo bastante pesada para caer y cubrir al par de ranas en un instante. Ambas saltaban inútilmente permitiéndome así tomar la tela recolectando las ranas como en un pequeño saco que até con facilidad.

Podía ser un problema pillar animales que simplemente al tocarlos con la piel desnuda podías morir, guarde el saco en los pliegues y observé por última vez el jardin. La noche estaba por llegar, no debía tardar si queríamos salir lo más pronto de Nagoya; tranquilamente deje el lugar no sin antes dejar una reverencia de agradecimiento, las primeras estrellas decoraban el firmamento y Heya permanecía observando los alrededores.

Me limité a recordarle mi aviso y salí apretando el paso hasta la herbolaria, el camino mostraban comercios cerrados y con las calles casi abandonadas eran muy fáciles de recorrer.

Entrando en la herbolaria deslice la puerta buscando al dueño está vez con otro propósito.

—Buenas tardes señor—salude amablemente— creo que debe reconocer mi voz, soy la misma chica de hace rato pero...esta vez quiero disponer de su equipo.

Un pequeño silencio se hizo presente.

—soy especialista en elaboración de venenos...perdone si tarde en decirlo, es algo incómodo de mencionar, sobre todo... cuando uno de mis amigos estuvo a punto de morir por Batracotoxina.

Mostré entonces el saco de tela con las ranas, aunque no pudiese verlas.

>>solo deseo extraer el veneno de las ranas por el momento señor si no hay problema.

 

Daichi Nishimura
[Puerto]

Caminé por toda la prefectura, realmente, me sorprendía la cantidad de personas que habían en el lugar. Era caótico y hasta cierto punto asfixiantes, todos parecían moverse de manera desorganizada, regresando a sus casas o lugares de reposo. De alguna manera, pude guiarme hasta el puerto, podíar observar como el sol comenzaba a descender con mayor rapidez la noche se acercaba y nadie parecía querer quedarse afuera. Observé la inmensidad del horizonte, vacío, solo perturbado por el paso de las velas de los botes pesqueros pequeños de un lado y los más grandes al otro lado.

—Realmente es como una montaña inamovible...—pensé observando nuevamente la muralla que dividía la prefectura, esta vez, parecía extrañamente opresiva como revelando la importancia que tenía en todo su lugar, la señal de la división social. Suspiré, había venido para intentar sacar los pensamientos de mi cabeza y tan pronto llego ya estoy sacando un nuevo debate. Reí para mis adentros. Me acerqué a la pared de una de las edificaciones cercanas para poder apoyar mi espalda, solo quería ver el mar.

"—No pasará nada.—"

Escuché el ruido de algo cayendo pesadamente sobre los maderos que comenzaban a formar el camino hacia los muelles. Giré mi cabeza por instinto, dos chicos que cargaban una caja se habían resbalado y caído. Me iba a acercar para ver si se encontraban bien, pero de la nada comenzaron a correr, alejándose de la escena. Abrí mis ojos extrañado, intentando encontrarle sentido a esa acción tan inesperada. La caja de madera se había roto, dejando todo el material de su interior hacia el descubierto, el hombre que dialogaba con los jóvenes prófugos se acercaba, cojeando, intentando recoger lo que parecía ser suyo.

Me acerqué lentamente, me incliné ante él para saludarlo.—Señor, veo que requiere de ayuda...—y antes de que pudiera responderme, ya yo estaba agachado intentando ayudar al hombre a recoger y transportar lo que era suyo.—¿Qué hay con esos chicos?—pregunté por curiosidad, no entendía la reacción de ellos ante la situación.

 

Tanaka Heya

Santuario

Para cuando llegaron al santuario el firmamento ya oscurecía. El olor a incienso inundaba el lugar con una somnolencia que Heya no recordó hasta ese momento. Se limitó a asentir en silencio mientras meditó cerca del arco de la entrada.

El jardin le recordaba un poco a Aisai, lo que le dió suficiente tranquilidad para que perdiera la noción del tiempo, de manera al salir Misato del lugar lo sacó de su ensimismamiento.

Dejó el lugar después de un rato, no sin antes acercarse a los sauces, observó algunos hasta encontrar uno con la corteza adecuada para recogerla con facilidad. Realizó una leve venia en dirección al arco y continuó su camino a las afueras de Nagoya

 

​

La noche había llegado a Nagoya; pero la ciudad se mantenía activa en sus actividades, seguramente varios establecimientos tardarían en cerrar por completo.

Herbolaria ( Misato)

Después de su hábil y cuidadosa captura, Misato tomó las ranas y las llevó a la herbolaria; el herborista levantó la cabeza al escuchar la voz de Misato y se sobresaltó; nuevamente no había notado su presencia.

—Recuerdo su voz señorita, también recuerdo sus pies ligeros —dijo llevándose su mano al pecho sintiendo su corazón agitado —No debe de avergonzarse por tener conocimientos como este; los venenos podrán hacer daño, pero también considere que al saber de ellos puede ayudar a entender por medio de los síntomas, a las personas que padecen un envenenamiento. No debe de temer al conocimiento, sino aceptarlo— dijo señalando sus pequeñas y humildes instalaciones —Ya conoce lo que hay aquí, estuvieron todo el día dialogando así que no debo explicarle demasiado.

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Puerto(Daichi)


El hombre miró a Daichi y se alegró de que un alma caritativa lo ayudara —Es usted muy amable; los espadachines no suelen detenerse a ayudar a un simple mercader — dijo mientras volteaba la caja para mostrar el contenido, eran varias vasijas de cerámica, la mayoría seguían intactas gracias a ser envueltas con tiras de bambú; pero otras tantas estaban destruídas por completo. El hombre sólo negó con la cabeza mientras levantaba los trozos revisando cual se había roto, pues la mayoría eran artesanías pintadas a mano —Son niños; se ofrecieron a ayudarme si les daba unas monedas a cambio; pensé que sería buena idea, pues mi rodilla ya no es la misma desde que recibí un flechazo en ella, verás, yo solía ser un espadachín como tú — comenzó a reir recordando viejos tiempos. Guardó todo lo que pudo en la caja y la levantó; no sin antes entregarle a Daichi un pequeño vaso para sake —Es tuyo ahora, ya que estos descuidados han destruído el juego, ya no tiene caso guardar ese vaso en solitario —dijo mientras lo veía —Para mi tiene el mismo valor; es un tallado hermoso y su pintura es sumamente elegante; pero sobre todo es valioso porque dentro de todo el juego, este vaso fue el que sobrevivió, por ello es especial y digno de ser usado —suspiró —pero por desgracia un comerciante no piensa como yo —miró a Daichi y lo señaló —Nadie debe juzgar una pieza única por su valor como objeto; sino por su valor para ser lo que es ahora, por las horas invertidas en su trabajo y por el amor que dejó el artesano en él — el hombre sonrió —Y esto lo digo por la porcelana, pero también aplica en la vida —dijo alejándose con su caja en manos, seguía cojeando pero no parecía molestarle.

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Exterior de Nagoya/Establos (Heya)

Heya no fue el primero en llegar a aquel punto de encuentro; Satou y Ujihisa ya estaban esperando allí dentro de la casa dónde estaban tomando el té con los dueños de los caballos; allí estaban esperando los tres caballos obtenidos gracias a Kioshi.

—Estamos llegando a un acuerdo — dijo Satou mientras lo invitaba a sentarse con ellos —cien monedas por cada caballo; pero aun esperamos convencerlos de obtener un mejor precio—

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Dojo Yoshioka (Zeng; Yin; Matsuda; Kuroki)

—Creo que es lo indicado— mencionó Zeng hacia Kenpo — Mi nombre es Zeng Tao; y quiero comprobar su gran fuerza.

Matsuda miró a Zeng, estaba un poco preocupado que el se ofreciera a pelear siendo que tenía heridas recientes —Disculpa Zeng, tus heridas no...

—No me interesa— interrumpió Zeng haciendo que Matsuda frunciera el seño, algo que no era usual en su actitud relajada que siempre solía tener ante las interacciones sociales.

—Bien, que se abran tus heridas entonces; si perdemos este combate te culparé todo el camino; seré insufrible —dijo Matsuda desesperado por no poder congeniar con el líder del clan Tao. Así que se acercó a Yin —Oye Yin, he estado buscando a un hombre de apellido Yon, también proviene de china, su nombre es Wu—

Yin lo miró perplejo —¿Crees que porque vengo de china conozco a todos los chinos?—

Matsuda se sintió avergonzado por su ingénua pregunta, pero desconocía las dimensiones de China.

Yin se cruzó de brazos y miró a Zeng recibiendo la espada de madera para la pelea con Kenpo —Pero si conozco a un Wu Yon; es un comerciante famoso de inciensos —dijo ruborizado porque si lo conocía; Matsuda sonrió.

Mientras ellos hablaban la pelea iba a comenzar.

 

(Pelea Zeng vs Kenpo)​

 

Dojo Yoshioka (Zeng; Yin; Matsuda; Kuroki)

Zeng tuvo la iniciativa en atacar primero con su técnica especial haciendo un ataque mortal hacia Kenpo, quien borró su expresión tranquila por obtar por una concentración extrema para lograr esquivar aquel ataque. La espada de madera había logrado perforar el tatami justo dónde Kenpo estaba parado. Kenpo aprovechó esto para atacar a Zeng quien intentó bloquear pero le fue inútil recibiendo un golpe certero en las costillas.

—Ha sido una demostración admirable, tu técnica es fuerte pero mi agilidad fue superior — mencionó Kenpo con tranquilidad.

—¿Quién te dijo que hemos terminado? —dijo Zeng volviendo a atacar, esta ves golpeando directamente el hombro de Kenpo obligándolo a mostrar una mueca de dolor, pero este también respondió volviendo a golpearlo dónde antes, justo en las costillas. Zeng sintió el tirón de las viejas heridas abriéndose. Aun así siguió atacando, a pesar de estar bastante lastimado.

—Vamos a acabar entonces con este encuentro ahora— mencionó Kenpo recibiendo el impacto pero desarmando a Zeng en el proceso para después volverlo a atacar con la espada de madera, esta vez en el hombro.

—Maldición...— dijo Zeng admitiendo la derrota tras perder su arma.

—Han perdido; pero fue una demostración digna de nuestro tiempo. Si nos disculpan, ya es de noche, es tiempo de descansar — dijo Kenpo mientras los Yoshioka presentes hacían una reverencia ante su líder, que nuevamente había ganado.

Zeng avanzó hacia el resto sin mostrar su dolor, Yin negó con la cabeza mientras Matsuda sólo se acercaba a Zeng —In...su...fri...ble— mencionó en mofa mientras Zeng lo veía con desaprobación.

• Zeng
• Kenpo

• 
  Pv=54/100
  
• 
  Pv=61/100
  

 

Dojo Yoshioka (Zeng; Yin; Matsuda; Kuroki)

—Entonces estás dispuesto también a probarte ante los Yoshioka —mencionó Kenpo con su espada de mader recargada al hombro; mantenía una expresión seria pero afirmaba con emoción mientras miraba a el más joven de los Yoshioka —Michinori.

El más joven avanzó hacia Kenpo para recibir la espada de madera; el joven era bastante serio, y varias cicatrices adornaban su cuerpo —Estoy dispuesto a defender el nombre de mi familia —dijo mientras Kenpo le extendía otra espada de madera a Kuroki.

—Nuncaes tarde para un desafío; los cuerpos se curan, el entrenamiento perdido jamás regresa —dijo Kenpo mirando el daño en el tatami causado por Zeng.

—Nuestra familia es una de samurais desde ya hace muchas primaveras; hemos servido a la casa Murakami— mencionó Kumanosuke, el hombre del rostro vendado —Somos los gerreros más fuertes de Aichi, jamás nos negamos a una batalla y defenderemos a nuestro señor con nuestras vidas — dijo mientras el resto de los Yoshioka afirmaban —Si nuestro maestro Kenpo, líder de los Yoshioka hubiera perdido ante el suyo; por honor el señor Tao hubiera sido nuestro nuevo maestro; y nosotros sus alumnos, nos guiamos por la supremacía de aquel que se considera el más fuerte; no simplemente por la sangre.

Matsuda se acercó a Kuroki tomándolo del hombro —Yo también busco desafiar a uno de sus integrantes; mi nombre es Matsuda Koreaki—dijo con seguridad, esperando que Yin se acercara a decir las mismas palabras; pero no lo hizo, se quedó atrás con los brazos cruzados, hasta que Zeng lo empujó para que se acercara, y con un rostro de fastidio habló.

—Yin Tao— se limitó a decir mientras les entregaban a todos sus espadas de madera.

Kumanosuke se colocó frente a Yin y Nobuo frente a Matsuda; Sachi se quedó junto a Kenpo observando. Mientras Zeng seguía de pie también observando las peleas que se realizarían.

Contenido oculto: Yoshioka

Kenpo=nivel 5
Kumanosuke= nivel 4
Nobuo= nivel 4
Sachi= nivel 4
Michinori= nivel 3

• Yin
• Matsuda
• Kuroki

• 
  Pv=90
  Fuerza= 17
  Protección= 13
  Bien descansado= +1 defensa
  
• 
  Pv=80
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  Bien descansado= +1 defensa
  
• 
  Pv=60
  Bien descansado= +1 defensa
  Agilidad (+2 defensa)
  

• Kumanosuke
• Nobuo
• Michinori

• 
  Pv=80
  Fuerza= 14
  Protección= 16
  
• 
  Pv=80
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  
• 
  Pv=70
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  

 

​

 

Dojo Yoshioka (Zeng; Yin; Matsuda; Kuroki)

La pelea entre Yin y Kumanosuke estaba igualada, ambos bloquearon el ataque sin problemas; en cambio Matsuda había sido alcanzado por el impacto de la espada de Nobuo en el hombro mientras este esquivaba el ataque.
La pelea de Kuroki y Michinori también era más compleja de lo que se veía, a pesar del gran ataque causado por Kuroki, Michinori logró bloquearlo y Kuroki logró esquivar la respuesta de Michinori.

—Así es, los Muraki han sido la familia de Aichi por varias generaciones— mencionaba Kenpo mientras veía los combates —Y los Yoshioka nos hemos mantenido a su lado y lo seguiremos haciendo siempre que nuestra fuerza sea la mejor.

Contenido oculto: Yoshioka

Kenpo=nivel 5
Kumanosuke= nivel 4
Nobuo= nivel 4
Sachi= nivel 4
Michinori= nivel 3

• Yin
• Matsuda
• Kuroki

• 
  Pv=90
  Fuerza= 17
  Protección= 13
  Bien descansado= +1 defensa
  
• 
  Pv=69
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  Bien descansado= +1 defensa
  
• 
  Pv=60
  Bien descansado= +1 defensa
  Agilidad (+2 defensa)
  

• Kumanosuke
• Nobuo
• Michinori

• 
  Pv=80
  Fuerza= 14
  Protección= 16
  
• 
  Pv=80
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  
• 
  Pv=70
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  

 

​

 

Dojo Yoshioka (Zeng; Yin; Matsuda; Kuroki)

Ni Yin ni Kumanosuke cedían; ambos bloqueaban con éxito el ataque del adversario.

Kuroki y Michinori se veían parejos en combate, Kuroki nuevamente esquivó y vió como el golpe había sido uno fuerte en el tatami, Michinori se acomodó rápidamente para esquivar el ataque de Kuroki pero ete logró rozar su hombro.

—La batalla en Toyama; fuimos los que logramos disolver al clan Nasada, causantes de la quema constante de cultivos— mencionaba Kenpo —No perdimos a un sólo hombre, en cambio el clan Nasada fue erradicado.

Matsuda se distrajo al escuchar esto y provocó que Nobuo atacara fuertemente a Matsuda. Nobuo seguía sin un sólo rasguño.

Contenido oculto: Yoshioka

Kenpo=nivel 5
Kumanosuke= nivel 4
Nobuo= nivel 4
Sachi= nivel 4
Michinori= nivel 3

• Yin
• Matsuda
• Kuroki

• 
  Pv=90
  Fuerza= 17
  Protección= 13
  Bien descansado= +1 defensa
  
• 
  Pv=53
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  Bien descansado= +1 defensa
  
• 
  Pv=60
  Bien descansado= +1 defensa
  Agilidad (+2 defensa)
  

• Kumanosuke
• Nobuo
• Michinori

• 
  Pv=80
  Fuerza= 14
  Protección= 16
  
• 
  Pv=80
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  
• 
  Pv=69
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  

 

Misato Aoyama


Deje escapar una risilla apenada por el pequeño susto al herborista— Lo lamento señor, se que podrá agudizar su oído algún día y...—intente una disculpa rápida pero supuse que le restaría importancia, pies ligeros...un término que calaba muy bien a mí habilidad junto al de fantasma, sobre todo por estar "muerta" para gran parte de los Taira y mi famila.

—Es una lección que aprendí hace varios inviernos—afirme tomando las herramientas adecuadas, había lo necesario para sostener las ranas y evitar contacto cutáneo— aprendí de formas dolorosas a no rechazar el conocimiento sea cuales sean sus aspectos— el proceso requería su concentración, mis ojos permanecían embelesados por el vivo color esmeralda de la rana. El aroma a hierbas del local revivió las noches en vela donde afinaba mí habilidad al lado de los ancianos herboristas.

Me las arregle para lavar la tela en un recipiente, al final era un pañuelo de frecuente uso. Las últimas gotas se virtieron en un frsaco, allí estaba la misma sustancia letal que amenazó la vida de Matsuda.

—¡Con eso está bien!—Declare satisfecha luego de preparar la Batracotoxina con éxito. Acomode todo los instrumentos y me dirigí al dueño del local para agradecer su servicio.

—Muchas gracias por su ayuda señor—tome las monedas para su respectivo pago.

—Debo asumir que es la misma cantidad que pago Heya ¿Verdad?—

La noche avanzaba y convenía no faltar al punto de reunión a las afueras de Nagoya, un nuevo destino aguardaba.