Aichi Nagoya

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[Yuzuki; Takano; Inukawa; Inuzuka; Hashimoto; Ukita; Fuji; Yamagata; Hayato]

Todos aceptaron el plan; Takano tomó las armas de los involucrados; menos de Ukita, quién decidió permanecer armado.

Fuji se acercó a hablar con un hombre joven que empujaba una carreta con diferentes objetos; ella le sonrió antes de hablar —¿Acaso vendes algo en la ciudad? Porque yo quiero entrar a Nagoya simplemente a comprar suministros; verás... trabajo en un comercio en la prefectura vecina y busco los mejores ingredientes para nuestra cocina.

El hombre sonrió de inmediato —¡Conocedora de los alimentos!

Fuji comenzó a reírse y negó —No, no; yo sólo atiendo. Son mis padres los que verdaderamente saben de comida; pero ellos ya no son de viajar mucho, así que me han mandado a mi aquí.

El hombre negó —No encontrarás lo de siempre en Nagoya; al parecer hubo un ataque, y muchos negocios permanecen cerrados mientras todo se soluciona; por eso yo he venido aquí, yo venderé lo que los locales no pueden.

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Ukita se acercó a hablar con una pareja de campesinos; los saludó formalmente.

—Buenos días, señor — dijo la mujer

—¿Qué sucede, señor? ¿Quiere inspeccionar nuestra mercancía antes de llegar a las puertas de Nagoya? — se adelantó a decir el hombre

Ukita les sonrió levemente; al parecer lo habían confundido con algún guardia local.

—No tengo esa autoridad, al menos no en esta prefectura — Ukita no borraba la sonrisa mientras conversaba; mostrando nuevamente que la sinceridad era la mejor ruta; al menos para él —Quiero preguntarles sobre esta anomalía; no es usual ver a tantas personas esperando el acceso a la ciudad. Al verlos cargar con tantas cosas supuse que piensan establecerse un tiempo en Nagoya, así que tal vez sepan razones.

Los campesinos se miraron y luego volvieron la vista a Ukita —Al parecer varias personas han abandonado la ciudad, y eso significa que habrá hogares disponibles en una ciudad amurallada —mencionó la mujer

—Y dónde hay fila, hay ofertas —mencionó el hombre con una sonrisa — Esperamos poder encontrar un hogar, uno seguro.

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Yuzuki y Hayato se acercaron a una familia; ellos no cargaban mucho, simples sacos pequeños; seguramente con objetos de uso cotidiano. La mujer miró a Hayato con ternura, y luego saludó a Yuzuki mientras intentaba controlar a dos de sus hijos; mientras la tercera miraba el mundo sentada en los hombros de su padre.

Hayato saludó a los dos hermanos que instantáneamente lo comenzaron a perseguir como juego, Hayato sonrió y jugó con ellos; haciendo que la madre pudiera erguirse para hablar con Yuzuki.

—¿Sólo tienes un niño? — afirmó sin esperar respuesta — Aun te vez muy joven; supongo que si, sólo es uno ¿no? —volvió a afirmar sin esperar respuesta — He escuchado que no están dejando entrar familias tan grandes como la mía; pero no entiendo el por qué; decidimos que mejor lo averiguaríamos al llegar a la entrada. Si logramos entrar tal vez consigamos un hogar temporal.

—¿Por qué tu hijo cubre su ojo? — preguntó el hombre con preocupación. La mujer lo miró y negó, desaprobando aquella pregunta tan descortés; parecía que ella se disculparía por su esposo; pero antes de que pasara, él continúo —¿Vienes del interior de la muralla? ¿Es cierto que hay un conflicto interno?

Contenido oculto

Zireael Y con tu respuesta, un d20 :3 no es nada malo, lo juro.

1. Hablar con una pareja de campesinos (ellos cargan con varias cosas)
2. Hablar con una anciana (parece estar cansada)
3. Hablar con un hombre joven que empuja una carreta con diferentes objetos
4. Hablar en la entrada con los guardias que regulan la entrada
5. Hablar con un ciego que camina con un bastón (carga algo a su espalda)
6. Hablar con una familia (mamá, papá y 3 hijos)
7. [Hacer algo distinto, dispuesto a tu creatividad]

 

[Yuzuki; Hayato]

Cuándo Yuzuki respondió sobre el ojo de Hayato; la mujer bajó la mirada mientras el hombre escuchaba con atención, afirmó. Yuzuki podía notar en la mirada de aquel hombre que también se había enfrentado al dolor. Tal vez en una guerra; tal vez en un conflicto; tal vez perdió a alguien cercano. Podían ser muchas cosas; pero demostraba comprensión ante la pérdida.

La niña sonrió al ver a Yuzuki mientras la saludaba. El padre se balanceó levemente para que la niña soltara una gran carcajada.

—Al parecer algo pasó en el palacio, se dice que se incendió por completo; pero la ciudad está intacta — dijo el hombre — A mi me parece que es un conflicto interno.

—O un simple accidente en la cocina —interrumpió la mujer.

—La flama de la cocina no quema todo un castillo —dijo el hombre mirando hacia las murallas.

—Quién sabe, lo sabremos al llegar —reclamó la mujer.

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Zireael Puedes ir con alguno de los demás con los que no se ha hablado; también puedes unirte a Fuji o Ukita en sus conversaciones; o también puedes regresar con el grupo y esperar

1. Hablar con una pareja de campesinos (ellos cargan con varias cosas)
2. Hablar con una anciana (parece estar cansada)
3. Hablar con un hombre joven que empuja una carreta con diferentes objetos
4. Hablar en la entrada con los guardias que regulan la entrada
5. Hablar con un ciego que camina con un bastón (carga algo a su espalda)
6. Hablar con una familia (mamá, papá y 3 hijos)
7. [Hacer algo distinto, dispuesto a tu creatividad]

 

[Yuzuki; Hayato]

La pareja se despidió de Yuzuki cortésmente; Hayato la alcanzó mientras se despedía de los niños que se quedaron persiguiéndose.

Avanzaron hacia el ciego con el bastón; este inmediatamente levantó el rostro al sentir su presencia; pareció que olfateó un poco, algo que incomodó a Hayato.

—¿Herborista, eh? — dijo hacia Yuzuki — ¿Venenos o medicamento?

Hayato miró a Yuzuki, algo preocupado por aquel hombre el cual cargaba con pertenencias a su espalda; sobresalían unas cuantas ramas, pero lo que tenía no parecía estar pesado.

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1. Hablar con una pareja de campesinos (ellos cargan con varias cosas)
2. Hablar con una anciana (parece estar cansada)
3. Hablar con un hombre joven que empuja una carreta con diferentes objetos
4. Hablar en la entrada con los guardias que regulan la entrada
5. Hablar con un ciego que camina con un bastón (carga algo a su espalda)
6. Hablar con una familia (mamá, papá y 3 hijos)
7. [Hacer algo distinto, dispuesto a tu creatividad]

 

[Yuzuki; Hayato]

El hombre sonrió —Es bueno encontrar herboristas; no la he visto por Nagoya, supongo que viene de paso ¿eh? —dijo mientras comenzaba a hurgar entre sus cosas —¿Quiere fabricar algo? Traigo algunos instrumentos; aunque no le recomiendo hacerlo en exteriores; la gente curiosa puede ser un problema si toca algo de lo que prepara

Hayato se relajó cuando Yuzuki le acarició el cabello — ¿Por qué es ciego?

—Vaya, un niño muy curioso — dijo con algo de molestia el herborista.

—Yo perdí un ojo en la guerra; por eso pregunto —dijo Hayato para explicar un poco su curiosidad.

—Ah, lo siento pequeño — la voz del herborista volvió a cambiar, ahora mostraba algo de lástima — La perdí porque no fui cuidadoso mezclando ciertos venenos, se me ocurrió estornudar mientras preparaba arsénico.

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Zireael Puedes ir con alguno de los demás con los que no se ha hablado; también puedes unirte a Fuji o Ukita en sus conversaciones; o también puedes regresar con el grupo y esperar

1. Hablar con una pareja de campesinos (ellos cargan con varias cosas)
2. Hablar con una anciana (parece estar cansada)
3. Hablar con un hombre joven que empuja una carreta con diferentes objetos
4. Hablar en la entrada con los guardias que regulan la entrada
5. Hablar con un ciego que camina con un bastón (carga algo a su espalda)
6. Hablar con una familia (mamá, papá y 3 hijos)
7. [Hacer algo distinto, dispuesto a tu creatividad]

 

[Yuzuki; Hayato]

El hombre negó; miró alrededor y después se acercó lentamente a ellos para que nadie los escuchara —Conflicto interno... bah. Han matado a la familia Murakami; están tratando de mantenerlo lo más alejado a oídos externos. Yo soy ciego; pero puedo asegurarte que desde acá ya no se ve la torre más alta del castillo. Ha caído, Aichi es una prefectura sin ley, y nadie lo sabe... aún — Se recargó en su bastón — Pero ha quedado un regente; y no es uno designado desde la capital Kioto; oh no... se dice que es el sobreviviente de los Minamoto — sonrió —Eso significaría que la ceremonia que se dice que sucederá en Kioto en un par de días es una reverenda mentira ¿Sabe lo que implica esto?

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Zireael

1. Hablar con una pareja de campesinos (ellos cargan con varias cosas)
2. Hablar con una anciana (parece estar cansada)
3. Hablar con un hombre joven que empuja una carreta con diferentes objetos
4. Hablar en la entrada con los guardias que regulan la entrada
5. Hablar con un ciego que camina con un bastón (carga algo a su espalda)
6. Hablar con una familia (mamá, papá y 3 hijos)
7. [Hacer algo distinto, dispuesto a tu creatividad]

 

[Yuzuki; Hayato]

El ciego comenzó a reír —Uno no necesita de la vista para ver lo evidente — se acomodó nuevamente en el bastón.

—Fui recientemente a Nagano; quería saber si los rumores eran ciertos. Al llegar allí, la guerra se había terminado y con ello supe de la muerte de un gran amigo mío —sonrió, no era una sonrisa burlona, era una para proteger el verdadero sentimiento detrás, una tristeza absoluta —Al llegar allí me enteré que estaba muerto; perdí a un buen amigo —reafirmó con dolor.

Se mantuvo unos momentos en silencio; Hayato parecía que le diría algo pero al instante, la voz del ciego volvió —Ese amigo me aseguró que el menor de los Minamoto seguía vivo cuando me visitó aquí en Nagoya, de eso ya pasaron varios soles; ahora se sabe que eso es cierto —volvió a sonreír, esta vez con algo de felicidad — El maldito era un sarcástico malagradecido; pero no era un mentiroso.

Dejó escapar un suspiro, relajando los hombros. ¿Por qué le estaría contando esto a una extraña?

— Esa ceremonia de unión de clanes es una mentira. A veces, las personas simples buscan creer en una hermosa historia, una dónde todos hablan y solucionan sus problemas; que el amor puede resolver los conflictos, y que con ello todos podamos vivir en esa fantasía de paz — Su rostro mostraba seriedad — Pero esas mentiras no funcionan en las personas que han visto la guerra cara a cara. Si Takeda estaba destinado a casarse con Tomoe... la aniquilación de los Minamoto hubiera sido anónima, se hubiera aislado al pequeño Takeda para que creciera en Kioto y fuera educado por Akishino a sus gustos en guerra y política.

El ciego sonreía mientras de sus ropas sacaba —Takeda ha sido un elemento que jamás pudieron controlar, uno que se escapó de sus manos. Ese niño sin adiestramiento militar; ese niño que creció como el menor de sus otros hermanos, el que se dedicaría al arte. El niño creció y le quitaron todo, incluso su apellido. Es blando quien crea que ese hombre sonreirá y bajará la cabeza ante el perdón de sus enemigos, que hará todo lo que ellos le ordenen —comenzó a reír — No. Todos los que entienden de guerra y de política lo saben. Y son ellos los que creen que Takeda está en Kioto... no creen que va a casarse para olvidar la sangre que debe ser derramada —el ciego señaló con vehemencia; el tema parecía emocionarlo — No... creen que Takeda está allí en contra de su voluntad. El enemigo cree que con eso tendrá a sus detractores en calma... ¡Ridículo!

La voz del ciego cada vez fue más fuerte; al punto en el que un guardia se acercó a ustedes —¿Lo está molestando éste señor? — preguntó el guardia a Yuzuki.

Takano también ya se había acercado; haciendo que la recolección de información terminara. Ahora también ella se veía como alguien intimidante, gracias al ciego.

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Zireael +50 EXP
ficha actualizada

 

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[Yuzuki; Takano; Inukawa; Inuzuka; Hashimoto; Ukita; Fuji; Yamagata; Hayato]

Yuzuki logró obtener la información que necesitaban; pero ni ella, ni Ukita o Fuji pudieron obtener algo para avanzar su proceso de ingreso a la ciudad; por lo que tuvieron que esperar medio día. La espera fue tan larga que Hayato se quedó dormido sobre los hombros de Takano, recargando su cabeza sobre la de él. Yamagata quería burlarse de ello; pero se contuvo al no querer despertar al pequeño.

Al llegar a la muralla; el guardia que intentó ayudar a Yuzuki les saludó y comenzaron a inspeccionarlos minuciosamente, algo que ya se esperaban al ver cómo lo hacían con las personas delante de ellos. En ese movimiento; Hayato tuvo que bajar de hombros de Takano, se acercó a Yuzuki y volvió a tomar su mano mientras con su mano libre masajeaba su ojo cansado.

—Ustedes son un grupo bastante sospechoso cómo para dejarlos entrar, lamento que esperaran tanto para que les otorgáramos la negativa.

—Señor, soy hijo de hijo de Eizo Hidetoshi; vengo con mi séquito a hablar con el regente del lugar. Me he formado para no causar revuelos, así que por favor; abran paso...— dijo empujando a los guardias para entrar; pero estos lo detuvieron.

—No estamos esperando a nadie; lo lamento. Usted puede estarnos mintiendo.

—No lo hace — interrumpió Ukita —Yo soy el general de la guardia de Nara; fuimos enviados con este propósito.

—Lo lamento; puede que sea verdad — mencionó el guardia — Pero no tengo ninguna orden o documento que asegure lo que usted dice; y no puedo tomar esa decisión por mi cuenta.

Nada de lo que decían Yamagata o Ukita parecía ayudar a aquella situación; los guardias insistieron en que se fueran de allí.

Hashimoto y Takano comenzaron a hablar entre ellos; no se escuchaba lo que decían pero seguramente estarían ya creando estrategias para poder ingresar. Pero aquel comportamiento levantó sospechas entre los guardias, los cuales los miraron a mayor detalle. No ayudó que ambos comenzaron a subir la voz, al parecer porque uno no aceptaba las ideas del otro y viceversa.

—Ese es Inugami— mencionó uno de los guardias — Un traidor al Imperio.

—¡No interrumpas! — le reclamó Takano sin darse cuenta que había errado por guiarse por su enojo.

Los guardias rodearon al par y los sometieron. Takano y Hashimoto no hicieron nada para defenderse, sabían que al hacerlo empeorarían la situación que ellos mismos causaron.

—Vaya... y regañó tanto a Kenzo por hacer exactamente lo mismo... — dijo Fuji con fastidio.

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Zireael pues todos la cagaron! (dados en el post anterior) no lo puedo creer con Hashimoto y Takano xD
Ahora todo depende de Yuzuki

Un d20 que debe ser de 15 o superior para que los dejen entrar. Pero bueno... a Takano y a Hashimoto si se los van a llevar presos por el momento, a menos que saques un milagroso 20

 

Nagoya
[Yuzuki; Takano; Inukawa; Inuzuka; Hashimoto; Ukita; Fuji; Yamagata; Hayato]

Los guardias miraron al resto mientras sometían a Hashimoto y Takano; escucharon las palabras de Yuzuki, sensatas, tranquilas.

—Ustedes pueden pasar; llevaremos a sus compañeros al cuartel hasta solucionar esta situación.

Ukita marcó el paso; debían entrar a la ciudad y buscar a Takeda para solucionar aquello lo más rápido posible. Hayato se aferró a Yuzuki nuevamente. Fuji y Yamagata avanzaron al interior, buscando el castillo; no lo encontraron, sólo dieron con otra muralla que se alzaba en Nagoya. Los guardias no avanzaron por la ciudad con Takano y Hashimoto; pudieron observar cómo se adentraban en la misma muralla.

Se dieron a la tarea de alcanzar lo más rápido posible la segunda muralla; la ciudad era fácil de transitar, no había demasiada gente en sus calles.

En la segunda muralla, se encontraba un guerrero; parecía de casta noble pero nadie parecía reconocerlo, ni siquiera Yamagata.

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—Muy buenas tardes; ¿Acaso tienen alguna cita con el regente de Nagoya?

Ukita intervino —Han arrestado a compañeros nuestros en la primera muralla; queremos solucionar el malentendido que hubo.

—Oh; puedo entenderlo —mencionó el guerrero —Pero no podrán entrar todos ustedes; podrán acompañarme dos, y cada uno debe pagar doscientas monedas.

—Por las monedas no debe preocuparse —la voz de Yamagata era arrogante, muy parecida a la del guerrero.

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Zireael
Yamagata paga la entrada.

Tú entras y puedes decidir quién te acompaña. O mandar a otros dos mientras tu esperas.

 

Cuartel general
[Yuzuki; Ukita]

El guerrero guio a ambos hacia el cuartel general; allí pudieron oler las cenizas y ver la ausencia de lo que alguna vez fue un castillo; destruido hasta sus cimientos.

Al entrar al cuartel general; el guerrero los llevó a una de las habitaciones más recónditas, subiendo todos los escalones, un sitio difícil para llegar allí desapercibido.

Había dos hombres; uno lo conocían perfectamente. Era Takeda; vestía ropas nobles, no de combate. Y a su lado no estaba Tsubaki, era un hombre extraño, no tenía el ojo derecho; su ropa se limitaba a un hakama; en el pecho no llevaba absolutamente nada.

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—Perdonen por interrumpirlos, mis señores— dijo el guerrero —Pero creo que es pertinente que reciban a estas visitas; vienen a alegar por sus compañeros que actualmente están en custodia de la guardia de Gifu.

¿Gifu?

—Acompañantes del traidor Inugami... pasen —dijo el hombre misterioso mientras el guerrero les indicaba dónde sentarse. Ya a una distancia prudente; pudieron ver que Takeda aun tenía heridas recientes —Puedes irte —le instó al guerrero

—Pero, mi señor— reclamó —siguen armados.

—Yo también lo estoy; puedes irte —repitió con seguridad. El nivel de confianza de este hombre en sus habilidades era admirable. Tanto Ukita como Yuzuki podrían atacar con facilidad. Aquel hombre decía estar armado; pero no tenía nada a su cintura.

El guerrero se fue en contra de su voluntad.

—Entonces son compañeros tuyos, señor Minamoto — el hombre dijo hacia Takeda

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—Por lo tanto sabe lo que implicaría si es que les hacen daño alguno— la respuesta de Takeda era contundente. Y fue entonces que pudieron ver cómo Takeda sostenía un tanto en su mano, dirigido directamente a su abdomen.

—No tiene por qué amenazarme, señor Minamoto; si quisiera dañarlos, lo hubiera hecho desde que entraron a Nagoya —aclaró aquel hombre —Además... ahora que sólo posee un brazo créame que no tiene muchas posibilidades de lograr su objetivo.

Aquel hombre los miró —Díganme; ¿Por qué quieren liberar a un traidor como Hashimoto?

—Está de mi lado —mencionó Takeda — Deje ya de perder el tiempo; sabe perfectamente las razones, sabe quienes somos y qué buscamos. Y yo sé lo que quiere que yo haga; no iré a Kioto con usted. Eso lo dejé claro desde el inicio.

—Si, lo sé; pero ahora ya tengo rehenes, eso facilita mi trabajo— respondió aquel hombre.

—Podemos pelear perfectamente; a pesar del número de personas en este cuartel — respondió Ukita.

—No hablo de ustedes; hablo del grupo más débil. El grupo que dejaron en las segunda muralla— el hombre sonrió —Capturamos a los más fuertes en la primera muralla; y sabíamos que los dos más fuertes entrarían aquí. Dejando a los más débiles atrás; para protegerlos — negó — Se les ha olvidado que de las guerras en las que han participado han escapado algunos, ya conocemos sus rostros, no somos idiotas.

El hombre se recargó en sus manos y mandó su cuerpo hacia atrás para estirarse un poco, demostrando lo relajado que se encontraba —Entonces. Señor Minamoto, usted irá a Kioto conmigo. Yo dejaré ir a los más débiles y a estos dos —miró a los presentes —Y es evidente que asesinaré a los restantes —se volvió a enderezar — Después de una guerra como la acontecida aquí... lo dejaron solo, señor Minamoto. Fueron muy estúpidos. Demasiado.

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Zireael