Nada que pueda hacer Trato de caminar cuando sé que al levantarme de mi cama volveré a caer, trato de respirar por mí mismo cuando sé que si lo intento toseré hasta desfallecer. Trato de hacer tantas cosas aun cuando sé que me son imposibles, y eso es lo que más me frustra. ¿Por qué no podía simplemente ser normal? Mi mamá entra a la habitación con un plato de sopa y una cuchara a un costado, sentándose a mi lado y dándome de comer sin importarle las lágrimas de desesperación que bañan mi rostro. Sé que debo ser fuerte por ella y por mi familia, que debería tratar de mejorarme para así poder volver a jugar con mi pequeña hermana y ayudar con el trabajo a mi padre. Debería poder hacer todo eso, debería poder correr cuando lo deseo y reír sin necesidad de respirar por ese estúpido tuvo de metal que permanece a mi lado en todo momento. Pero no puedo. No puedo ser un chico común y corriente, no puedo actuar como un adolescente de diecisiete años. No puedo, no porque mi madre sea sobreprotectora o porque tenga una gran flojera, no puedo porque esta maldita enfermedad está carcomiéndome por dentro. Ni siquiera recuerdo su nombre, cuando la comencé a tener o cuando no la tenía. Sólo logro recordar que me está matando, que pronto no podré hablar y que mis pulmones dejarán de funcionar. Que ese entumecimiento en mis piernas pasará a mi pecho y luego no sentiré nada más que mi cabeza. Que pronto estaré muerto, y no hay nada que pueda hacer. ------------------- Okay, esto es algo raro que acaba de surgir. ¿Qué piensan?
Qué decir. Pienso que el protagonista aparte de estar resignado a una muerte "segura", al mismo tiempo tiene un debate donde le frustra que sea él y no alguien más, siento que la típica frase del "¿por qué a mí?" estuvo escrita aunque no de manera real, y me hizo pensar que en determinadas situaciones, llega el momento donde todos nos hacemos la misma pregunta. Hubieron descuidos en la ortografía, aún, cuándo, y bañar, pero en esta última fue la terminación, debe ir una ene. En fin, no me gustó, pero tampoco está mal, es un sentimiento neutro el que desarrollé al leer tu drabble. Saludos.
Me alegra que no haya sido un relato de esos tan "bonitos" donde el protagonista está muriéndose de una enfermedad terminal, pero ve todo con optimismo y nunca se deja rendir. No es por ser una tirana, no es por ser mala, pero demonios... ya está bastante usado eso. Sin embargo, el pesimismo total tampoco es muy de mi agrado en ese tipo de situaciones, me hubiera agradado mas una actitud mas tranquila, resignada pero sin ser tan agresivo, no sé con que otra palabra describirlo n.nU. En cuanto a ortografía si tuviste varios errores, pon mas atención en esto, es un Drabble y es casi imperdonable tener errores ortográficos. Espero seguirte leyendo por acá, saludos :D.
A mí me desarrolló bastante bien el sentimiento de impotencia que tiene el muchacho. Igual, el combate interno se exterioriza hasta uno, o yo lo sentí muy bien porque cuando puedes evitar las cosas y no lo haces, el lamentarse es bobo, pero cuando no puedes evitar algo, como una enfermedad terminal, el lamentarse también es, hasta cierto grado, bobo, porque ya, si ya la tienes, ya, no hay más y eso expresaste aquí, mezclándolo con ira reprimida y ¿por qué no?, hasta un poco de negación. De hecho, la frase final me la imagino con un tono de incredulidad por parte del chico. En general estuvo bien o a mí sí me gustó; no tengo quejas salvo los errorcitos que te marcaron. Espero seguir leyéndote. Me gusta leerte :3 Sin más que añadir me despido deseándote bien. Hasta otra.
Supongo que cada desahuciado reacciona diferente, todo depende de su personalidad, de las personas y circunstancias que lo rodean e incluso de las responsabilidades que tenga, pero sin duda, algo que comparten en común, es esa impotencia que los abruma porque nada pueden hacer para evitar lo que se les avecina: la muerte, de allí que es importante fomentar el buen ánimo para que el sufrimiento no sea más del que ya están teniendo todos, tanto el desahuciado como la familia y personas que lo quieren. A los que se están muriendo por una enfermedad terminal y siguen con una actitud optimista hacia la poca vida que les queda, vayan mis honorabuenas, porque ellos son los que se aferran a la vida más que nadie, incluso más que aquellos que lo tienen todo, buena salud, un techo con qué cubrirse, alimentos que nos les faltan, una familia o amigos, dentro de lo que cabe, tienen una buena existencia y aún así, desprecian la vida y sus regalos amargándose por cualquier cosa. Sin pretender ofender a nadie :) Saludos.