"Mr. Benedict".

"Mr. Benedict".

Ficha Técnica.
Género: Realismo Humano
Capítulos: Uno solo ("one shot").
Autor: Sk.

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I.​

-Dios santo... ¡¿Pero qué fue lo que hizo?!-.
La voz del hombre quebró el silencio del salón. Se escuchaba claramente perturbada, a punto de perder la compostura y horriblemente magnificada por el eco.
Sentado en el suelo de mármol de aquella lujosa casona, Jean-Baptiste Emmanuel Benedict miraba al techo, ocultando sus ojos tras un par de gafas negras de porte clásico. A su lado, no muy lejos de él, estaban los cuerpos de tres personas, dos adultos y un jovenzuelo de no más de veintidós años.​

-¡¿Me ha escuchado Benedict?! Esto... ¡¡Esto es una aberración!!-
Murmuros y alientos entrecortados salían de las bocas anonadadas del grupo de hombres vestidos de negro que acompañaban al que parecía ser su líder.​

-...Sólo he seguido órdenes, Signore Torelli...-.
Con una casi indescriptible tranquilidad al juicio del grupo de hombres, monsieur Benedict se puso de pie, sacudió la finísima capa de polvo de sus pantalones y dio la media vuelta, encarándolos. ​

-Jamás se le dió la orden de... de hacer una maldita carnicería... ¡Sólo tenía que espantarles un poco!-.​

Uno de los hombres del grupo dio entonces un respingo al ver que la sangre que emanaba de aquellas ahora masas de carne informes corría lentamente a manera de riachuelo hasta sus pies. ​

-Signore Torelli... Hice lo que hice por razones que aunque no estaban explícitas en sus "órdenes", usted las comparte... Al igual que yo...-.​

-Es usted inhumano Benedict...-.
Sin poder terminar la frase y con una mezcla de sentimientos encontrados, Antonio Torelli extrajo de su gabardina un teléfono móvil, marcando con torpeza los números.
-¿Bernado? Hablo para avisar que la familia Adanti está muerta... A manos de Benedict... ¡Si si, él mismo, el maldito asesino de los...!​

-Signore Torelli, cuelgue ese teléfono por favor-.​

Con una furia creciente, Antonio Torelli apartó el aparato de su boca y apuntó su índice hacia él.
-Esto no se quedará así Benedict... ¡¡No actuamos nunca de ésta manera...!! -señalando los cadáveres- ¡Jamás!... ¡¿Acaso crees que somos asesinos a sangre fría, despiadados y sin escrúpulos como tu?!-.​

-Por favor... Ustedes no actúan "así", porque sencillamente no se les ha dado la libertad suficiente Signore...-.
-¿Qué dices?-.
-En éste mundo libre, cualquiera puede cruzar la línea invisible pero palpable que hay entre la vida y la muerte... La crueldad y la bondad...-​

Por unos segundos, todo se quedó en silencio a excepción del teléfono en la mano derecha de Antonio Torelli.
-Antonio... Antonio, ¿sigues ahí?...-.
Respirando con rapidez, éste se llevó el auricular al oído con una lentitud pasmante, escrutando confundido las facciones de aquel individuo que llevaba por apellido Benedict.
-Yo te hablaré despúes...-.​

-Signore Torelli... La libertad hace de éste mundo uno sin límites, sin fronteras de ningún tipo, sin leyes, sin reglas... Pero, ésta misma libertad hace de los hombres instrumentos del mismo contrario que crea el bien, actuando siempre por beneficio propio, con conceptos egoístas donde la palabra "dos" no cabe ni cabrá... Su venta ilegal de droga, sus secuestros por dinero, su mafia son una cosa, pero ustedes bien saben que el asesinato, el arrebato de vidas va más allá de sus temores abstractos... ¿Me dice a mi inhumano, Signore, cuando ustedes toman lo que no les pertenece y lo que no se puede tocar, como la tranquilidad de sus afectados? He hecho lo que he hecho sólo con el propósito de mostrarles en la clase de abominaciones en las que ellos, ustedes, nosotros, usted se pueden convertir... Cualquiera puede cruzar la línea, el interés es infinitamente más poderoso que la idea de la conservación de la vida... Usted me habla de lo que nunca serán, pero habla sin saberlo siquiera... Por mi parte, yo arderé en el infierno de mis ancestros, ya que es nuestra naturaleza el ser así, y también naturaleza el transformase en un ser como yo soy ahora... Pero mi legado le obsequio sin ningun arrepentiemiento, Signore Torelli, al saber que mis palabras le atormentarán hasta el día en que yo regrese cubierto de un velo negro y tome su vida siendo anciano, en su miserable lecho de muerte, cuando su vida pase frente a sus ojos y reflexione por última vez todo, absolutamente todo lo que hizo, y lo que hará una vez abandonado éste mundo...-.​

"Mayo 22 de 1923.
El cuerpo de un individuo europeo, probablemente francés y de aproximadamente viente, vienticinco años aún sin identificar, fue encontrado ésta mañana en el salón central de la mansión de la familia Adanti al norte del estado de California, horriblemente descuartizado. Las autoridades conjeturan que pudo haber sido un ajuste de cuentas, al relacionar al ahora occiso con la mafia italiana por un mensaje encontrado entre sus ropas. Siguen las investigaciones."​

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