Boku no Hero Academia Motsureta Kosari

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por isavetthdz, 14 Abril 2024.

  1.  
    isavetthdz

    isavetthdz Una letra a la vez, la fantasía continúa.

    Cáncer
    Miembro desde:
    1 Marzo 2017
    Mensajes:
    77
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Motsureta Kosari
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3636
    もつれた鎖(Motsureta Kusari) = Cadenas Enredadas.

    Bienvenidos a la Shinkami week 2021

    Temas que elegí para mi aportación:

    ★ Caza fantasmas
    ★ Primeras veces
    ★ Banda/Música Au
    ★ Citas falsas
    ★ Fantasía
    ★ Compañeros de Hospital
    ★ Exhibicionismo

    “En apariencia, fácil es hacer desaparecer al vivo. La cuestión es hacer desaparecer al muerto. Un cadáver se entierra, un fantasma, no. ¡Matar! Y ¿Después? ¿Para qué cerrar la puerta al vivo durante el día, si ha de venir el muerto cada noche a sentarse en el borde de la cama?”
    RAFAEL BARRETT

    ***

    El ser humano tiene la tendencia de temer a lo desconocido, a crearse defensas y pensamientos poco agradables con tal de mantener la cabeza dónde deberían. Debido a esas cosas, el estudiante universitario de artes Kaminari Denki siempre que le llamaban miedoso o cobarde contestaba que era algo natural del ser humano reaccionar así.

    Por esa misma razón es que era la comidilla de la universidad y a quien más invitaban a las pruebas de valor de las otras facultades, normalmente terminaba como la página principal del club de fotografía en el periódico de la semana y todo mundo le adoraba y le consideraba divertido. Aunque en el fondo Denki lloraba a mares cada que le invitaban.

    Las únicas veces en que no se sentía tan humillado es cuando iba con sus amigos, quienes igual de miedosos que él pocas veces hacían ese tipo de cosas y terminaban más rápido de lo que empezaban.

    Hasta el maldito día en que Iida se le ocurrió demostrarles a todos la ciencia tras todos los lugares terroríficos, fue llamado agridulcemente "Excursiones Anti terror" y con el profesor Aizawa colaborando como si fuera un proyecto extra, tenían la obligación de ir todos.

    Al principio eran caminatas leves, divertidas y nada espeluznantes como ir por túneles de autos poco frecuentados o ir a algún templo a rezar en la noche, cosa de niños ¿No? E Iida iba desenmascarando los mitos locales uno por uno cuando empezaron a llamarles "caza fantasmas" y hasta la gente les pagaba por ir a lugares macabros.

    Claro, el que más ganancia sacaba de ello era Sero, pues nada más Iida se despistaba él vendía sus infalibles limpias y conjuros para espantar a los seres extraños.

    Pasaron desde ir al ático de una escuela primaria que le daba terror a los pequeños, donde su pago fue una bolsa de dulces edición limitada de All Might que Midoriya deseaba; hasta ir aún templo budista abandonado dónde una figura de buda se limpiaba sola.

    Cuando Iida dio como respuesta que la figura, de metal, por las noches se congelaba y en las mañanas con el sol el hielo se evaporaba y por ello siempre parecía húmeda, incluso aparecieron en la televisión local.

    Fue en ese punto que personas creyentes de lo oculto se molestaron y exigieron que visitaran lugares más extraños, Bakugo fue el primero en mandarlos a la mierda, argumentando que ellos hacían todo eso por placer y si no se habían encontrado a un solo fantasma no era su problema.

    Pero Tenya era demasiado respetuoso para su bien, por lo que diálogo hasta encontrar una localidad cercana para la "investigación" y trajo consigo a otros 4 chicos ajenos a su "club"

    Denki se sintió terriblemente incómodo cuando los chicos de la facultad de Parapsicología llegaron con sus maletas para realizar el viaje con ellos. Ellos tampoco eran precisamente caza fantasmas, pero al menos su rama de estudios estaba más dispuesta a creer en lo desconocido que ellos.

    Después de todo, los de Parapsicología estudiaban fenómenos como el poder de la mente ¿Por qué no fantasmas?

    Y claro, para rematar el chiste de su desdicha el lugar a revisar era nada más y nada menos un viejo edificio parecido a un hotel occidental, el dueño había tenido de antecesor a un extranjero que había pedido ese diseño, pero debido a "todo lo extraño" nadie vivía siquiera cerca y podían llegar en bus, pero únicamente había un camino, en medio de un pequeño bosque que originalmente había sido un jardín.

    Genial.

    Se citaron por la tarde en las afueras del campus principal para tomar el bus y de allí partir directo, llegar en la noche, inspeccionar y pasar un día agradable al día siguiente.

    Quería ser valiente, confiaba en que nada pasaría como nada había pasado en las últimas excursiones y regresaría a casa nuevamente renovando que no había tales cosas.

    — ¡Pero ve el camino mujer!

    — ¿Acaso tú lo ves? ¡Es imposible saber a dónde vamos!

    A las 7 de la noche finalmente se acercaron al bosque del lugar, también fue a esa hora que vieron bajar por las copas de los árboles neblina, que poco a poco espeso hasta el punto de no poder ver absolutamente nada por los vidrios, Hagakure iba de conductora del bus mientras Bakugo se había acercado hasta a ella para discutir por el camino.

    Sabían que habían dado mal alguna vuelta cuando un árbol salido de entre la niebla se estrellaba ruidosamente contra los vidrios, o cuando chocaban y pasaban sobre algo que amenazaba con ponchar las llantas y los hacía saltar de los asientos.

    Se fue la señal, las luces del bus se apagaban y prendían y los que ya empezaban a asustarse se abrazaban unos a otros gritando agudamente. Uno de ellos fue Kaminari, que viendo cómo huía su compañero de asiento Sero para abrazarse con Mina, aterrado y no queriendo sentir todo ese ajetreo solo se cambió de lugar al que encontró libre y al sentir que había alguien solo se abrazó a él como si su vida dependiera de ello.

    — Hey, ya pasó.

    Cuando la luz dejo de parpadear y al parecer habían vuelto al camino se animó a abrir los ojos poco a poco hasta toparse con la mirada cansada y apagada de Shinsou Hitoshi, uno de los chicos de Parapsicología, quien además era el chico que le gustaba desde el instituto, pero por una tremenda estupidez su relación de dos días termino antes de empezar la universidad. Dio un pequeño salto, recordó lo que había hecho y se disculpó apenado por su arrebato.

    A lo que el chico sin molestarse en verlo más de dos veces seguía tomando notas en su cuaderno como si nada pasara. Denki por no querer parecer más idiota se quedó sentado a su lado mientras los desfalles en la luz y la neblina seguían, Todoroki paso pastillas para las náuseas mientras Jirou empezaba a tocar una melodía leve con su guitarra para relajar los nervios.

    Debido a lo relajados que los dejo aquello, cuando el bus de repente se estrelló contra algo incluso Denki se pegó fuertemente contra el asiento de enfrente.

    — ¡Te dije que te fijaras!

    — ¡Conduce tu imbécil!

    Mientras los dos "pilotos" discutían Iida bajo con cuidado para revisar la zona, al ver todo en orden ánimo al resto a bajar para revisar que no hubiera heridos.

    Shinsou fue amable, le tendió la mano y ayudo a bajar del bus cuidando que no cayera pues había quedado levemente mareado por la sorpresa. El rubio sonrió dulce dejándose consentir, pero tan pronto Kirishima corrió hacia él para ver qué estuviera bien Shinsou soltó su mano y se alejó con sus compañeros TetsuTetsu y Kendo.

    Kaminari resoplo, dio un ligero golpe a Eijirou y camino molesto hasta donde Iida para ver qué harían ahora.

    Habían chocado con una de las columnas de la entrada del edificio, bien, al menos habían llegado, pero efectivamente se veía terrorífica en persona aquella edificación, tembló solo con verla y pensando que tenía frío Todoroki le puso su propia chaqueta en los hombros.

    El hijo menor de los Todoroki estaba en una especie de fase de redescubrimiento por lo que la chaqueta prestada era de un pesado cuero negro que abrigaba poco, pero hizo sonreír al rubio, cosa que desde lejos hizo morderse la lengua molesto al entusiasta de la mente, que fue codeado por Kendo en forma de burla mientras empezaban a agruparse para entrar.

    Entraron en grupo, los más miedosos en medio mientras los valientes iban en primera fila y los de Parapsicología en el fondo, era normal que no hubiera electricidad, pero la niebla incluso opacaba la luz de los celulares y las linternas. El piso crujía con sus pasos y se escuchaba el viento chocar contra las ventanas y las puertas rechinaban.

    ¿Qué mejor escenario para una película de terror?

    El grupo se dividió en pequeños grupos, en el suyo quedaron 7, entre ellos Shinsou que quiera que no le daba algo más de valor que estuvieran juntos, pero cuando escucharon el primer grito casi se le sale el corazón, fue Iida quien le tomo de los hombros sabiendo que miedoso era para evitar que cayera y se separó para verificar que todos estuvieran bien.

    Un grito tras otro resonaron a lo lejos mientras subían las escaleras, Mina se quejó cuando el lugar donde piso se rompió y su pierna quedó atorada, cuando lograron sacarla le quedó una horrible marca en el tobillo, pero ella solo rio restando importancia al asunto.

    Al llegar al segundo piso se escuchan pisadas en el piso de arriba, Denki trato de no perder el aire mientas se aferraba al brazo de Todoroki que parecía no verse afectado en lo absoluto.

    Un par de gatos se escabulleron entre sus pies mientras se abrazaban y cuando el camino se dividía para las habitaciones se tomaron decisiones. Mina inmediatamente tomo la mano de Jirou para ir, por un lado, mientras Denki quería ir con Shouto, pero Midoriya se interpuso de golpe y se aferró al otro hasta llevárselo, dejándolos solos completamente en esa oscuridad y aire frío.

    — ¿Vamos?

    Asintió temeroso acercándose a Shinsou mientras avanzaban un paso a la vez, el rubio seguía temblado, pero ahora de miedo y nervios de lo que fuera a pasar mientras el otro le miraba de reojo guiando con la linterna. Lo pensó un poco, desvió la mirada y finalmente abrió la boca.

    — Con lo fácil que te asustas nunca creí vinieras a este tipo de paseos.

    — ¿Qué? Mis amigos vienen, yo también, además ellos buscan respuestas verdaderas, no se conforman con simples cuentos.

    — ... Sigues siendo tan cerrado de mente como antes.

    El comentario le dolió un poco causando que se quedará unos pasos atrás ¿Iban a hablar de eso justo ahora? Esa era la estúpida razón por la que habían terminado, su primer "prueba de valor" fue terrorífica, junto a su novio y aunque él moría de miedo y lloraba con desesperación tapándose la cabeza tratando de ocultarse de todo, Shinsou solo veía todo como un juguete mientras tomaba foto, vídeo y notas.

    ¿Cómo iban a funcionar? Denki casi se moría del miedo allí y él ni siquiera le había prestado atención, discutieron y terminaron por eso, así de simple y aun así el rubio por más miedo que tuviera o por más que no creyera en las mismas cosas seguía enamorado del mismo zoquete obsesionado con cosas paranormales.

    Shinsou también creía que nunca podría estar con alguien tan cabeza dura y cerrado como Kaminari, pero había momentos, por ejemplo cuando el rubio sintió algo tras él y corrió hasta abrazarle, que derretían su corazón y simplemente no podía dejar de quererlo.

    — Cobarde — Extendió su mano de forma amable, contrario a sus palabras, para seguir avanzando sin perderse o alejarse del otro.

    — Lunático — Denki tomo su mano y entrelazo sus dedos como rutina para seguir caminando lado a lado.

    Los gritos parecían más lejanos, pero más seguidos, los ruidos extraños en la parte de arriba seguían y ahora solos ni siquiera escuchaban a sus amigos cerca, solo sus pasos sonar en aquel silencio abrumador.

    Las ventanas de la nada se rompieron y Shinsou le cubrió de los vidrios rotos a lo que el rubio solamente cerro los ojos gritando espantado, se escucharon lamentos extraños y de la nada una sombra comenzó a perseguirlos, cuando paso el suceso sintio Hitoshi le jalaba para empezar a correr hasta encerrarse en una habitación.

    — Esto es una pesadilla, no puede ser verdad.

    — Calla, no perdonamos la cabeza y planeamos que hacer.

    Estudiaba Parapsicología, más nunca se había enfrentado a algo sobrenatural, esperaba ver cosas moverse o gente histérica temiendo por qué les leyeran la mente, más nunca encontrarse con un fantasma.

    ¿Pero si creía en la telequinesis porque no en fantasmas? Sin embargo, Denki parecía un gatito abandonado aferrándose a su espalda mientras repetía que no podía estar pasando nada de eso.

    — Estás loco Shinsou, esto es horrible.

    — Relájate.

    — ¿Relajarme? Por supuesto, excelente consejo genio ¡Voy a morir! Y ni siquiera de una forma cool, si no del miedo y contigo — No quería sonar grosero, pero estaba aterrado mientras sus ojos miraban la puerta aterrado. Sus manos fueron empujadas y noto el gesto molesto y quizás herido del otro lo que le obligó a callar.

    — Yo tampoco quisiera morir teniéndote de única compañía, solo camina.

    El siguiente corredor era escalofriante, con marcas rojas en las paredes y pequeñas marcas en el piso, Denki tembló sintiendo sus piernas débiles y con ganas de llorar, se tapó los oídos cuando otro ruido de ventanas rompiéndose sonó. Subiendo al tercer piso nada más se escuchaba chillar los viejos escalones, el rubio buscaba las palabras para disculparse, no habían pasado tiempo juntos desde... Que entraron a la universidad.

    ¿Ese sería el lamentable cierre a su amor infructuoso de años? Quería al menos despedirse bien.

    — Shinsou...

    — Calla y sube.

    — Shinsou, quiero hablar.

    — Ya dijiste suficiente, basta Kaminari — Admitía que estaba irritado, herido por las palabras poco amables de antes, pero cuando no escucho la respuesta insistente que esperaba volteo para encontrarse con Denki cayendo por la ruptura de uno de los escalones, fue casi un impulso, simplemente se lanzó a atraparlo — ¡Kaminari!

    Por alguna razón no cayeron, es más, estaban al final de las escaleras y el de cabellos oscuros sostenía al más pequeño contra su pecho fuertemente mientras esté lloraba tratando de no hacer mucho ruido. Respiro profundo tratando de comprender que había pasado.

    — Ya, tranquilo, todo está bien, perdona, no estoy enojado contigo, todo está bien.

    — Lo siento, tengo mucho miedo.

    ¿Cuándo fue la última vez que estuvieron así? Estando de forma tan tranquila y pacífica recordaba aquellos días dónde aún no se confesaban, pero se recostaban juntos en el pasto a ver las estrellas.

    — Me alegra que estés bien —

    Ante las palabras amables Kaminari se relajó sonriendo como de costumbre, no necesitaron más palabras, volvieron a tomarse de la mano y continuar caminando como si los ruidos extraños ya no estuvieran.

    — Este lugar es horrible.

    — Concuerdo, nada mejor para un fin de semana inolvidable.

    — ¿Como el que pasamos en la casa de tu tía?

    — Oh por dios Denki, ese más que inolvidable quiero borrarlo de mi memoria — Recordando aquella escapada que salió terrible ambos rieron, se miraron unos segundos y desviaron la vista al compás sin estar precisamente incómodos. Lo sabían con mirarse, aún había esa chispa, ambos lo sabían desde qué se miraban de lejos en la universidad.

    Pero iba a volver a ser lo mismo ¿No? Simplemente, Denki no podía creer en todo lo que Shinsou si, y Shinsou no podía dejar de amar las cosas que le gustaban solo por él. Aunque ahora era el primer día que Denki le decía claramente que tenía miedo, cuando salieron en aquella excursión pensó solamente estaba siendo dramático para qué terminarán el viaje porque no creía en esas cosas, pero ¿En verdad le daba tanto miedo hasta lo más mínimo? Pudo haber sido más comprensivo si solo le hubiera dicho directamente que tenía miedo...

    — Shinsou ¿Estás saliendo con alguien?

    Parpadeo sorprendido contrariado por lo diferente que pensaban y al mismo tiempo estaban en la misma línea de pensamiento.

    — No, mi forma de ser no encaja con los demás.

    — Ya veo...

    — ¿Y tú?

    —... No, mi forma de ser no encaja con los demás — La sonrisa juguetona y dulce causa una risa en el otro, con las manos juntas ¿Cómo deberían tomarse esas respuestas?

    Llegaron a la entrada del cuarto piso, parecía ser más bien solo una escalera que daba a alguna clase de azotea porque el barandal parecía no tener fin, desde hace tiempo escuchaban pasos apresurados tras ellos por lo que habían aumentado el ritmo de su andar.

    — Shinsou...

    — Sigue, no importa que sea, estaremos bien — Aunque lo dijo con voz dudosa, Denki se sintió tranquilo y asintió caminando a su pasó, el ruido se hizo más cercano y subieron los escalones deprisa, al llegar a la cima el rubio sintió "la presencia" tras ellos y nada más soltó la mano de Shinsou regresando.

    — Sigue —

    Bien, que estaba muerto de miedo, pero pensar que algo le pasará a Shinsou le dio más miedo así que regreso sobre sus pasos para verificar, Shinsou tardo en entender por lo que cuando trato de seguirle ya le vio de lejos.

    — Corre tras él se va a caer ¡Cuidado!

    Denki tropezó, y cayó por el barandal y nuevamente fue inexplicable el cómo llego a salvo al piso, sin ningún tipo de golpe o rasguño y con Shinsou abrazándole fuertemente, recordaba vagamente estar flotando en el aire, envuelto en unos brazos cálidos con la mente en blanco.

    Ah... Quizás realmente las cosas fuera de la caja eran posibles.

    — Kami, Denki, ¿Estás bien girasol?

    Shinsou le sacudía levemente de los hombros preocupado y el rubio dejo de pensar en todos sus demás problemas al verle así, si iban a morir ¿Qué más daba sus diferencias? Más cuando le llamaba de manera tan dulce.

    Sonrió aferrándose a su abrazo mientras la preocupación de Shinsou bajaba y le abrazaba con calma tratando de calmar su respiración. Solo faltaba ver los ojitos brillosos del rubio para saber que todo estaba bien, junto a esa sonrisa enamorada que tanto lo enloquecía.

    — Perfecto — Y mientras se perdía en unir sus labios suavemente contra los ajenos no tuvo miedo cuando escucho fuertes ruidos acercarse, al menos no tendría arrepentimientos al morir.

    — ¿Interrumpimos? —

    La risa estridente de Mina resonó por la pequeña estancia mientras se notaba el flash de las cámaras de Uraraka y Jirou mientras Shinsou aún le tenía abrazado por la cintura. Ambos se separaron de golpe tratando de acomodarse y entender que estaba pasando.

    — Los venimos siguiendo chicos, Iida nos llama en la entrada, el caso está resuelto y está amaneciendo, quiere ver qué todos estemos bien.

    — Aunque si quieren podemos dejarlos solos — Shouto lo hacía con buenas intenciones, pero Mina volvió a reír mientras que los rostros de ambos adquirían un color rojo brillante. Decidieron dejar el tema y regresar juntos a la planta baja.

    — Adiós, Vuelvan a visitarnos.

    El rubio volteo sorprendido mientras buscaba con la mirada en todas direcciones, pero no había nadie...

    — ¿Nos vamos? — Shinsou tomo su mano pensando que Denki seguía perdido en su mundo debido a lo que pasó, el más bajo asintió algo intranquilo y finalmente empezaron su camino de vuelta.

    Después de una noche tan intensa y fuera de lo normal fue bastante más normal para ellos que al bajar hasta la entrada principal hubiera patrullas y un Iida particularmente furioso.

    Los montaron a todos de nuevo en el bus y en el camino Iida había retomado el mando explicado la situación, la mayoría con golpes, raspones y la ropa hecha un desastre totalmente agotados se habían quedado dormidos a media explicación a la par que el resto en realidad no le importaba.

    Todo había Sido una trampa del grupo ocultista, tratando de dejar en mal a su grupo de excursión habían sido capaces hasta de tirar una antena de teléfono, lo que explicaba no tuvieran señal, y casi todo tenía sentido, desde el hecho de que fuera un bosque naturalmente frío con una montaña detrás que causaba la neblina espesa, hasta las manchas rojas en las paredes que eran pintura roja o los ruidos extraños que resultaron ser los sujetos colocando las trampas o las ventanas rotas a base de piedras.

    Iida lo había deducido todo y había llamado a la policía por lo peligroso que resultó, incluso Midoriya había terminado con una pierna herida debido a sus actos.

    Aunque claro, como todo buen viaje de caza fantasmas había cosas que no podían explicar por más que quisieran.

    Algunos habían escuchado risas, otros habían encontrado juguetes de hace dos décadas, y estaban también la voz infantil que le había advertido a Shinsou de la caída de Denki y la voz traviesa que había escuchado a Kaminari antes de irse

    Pero ¿Quieres eran ellos para indagar? Culparían a qué no habían dormido en lo absoluto, lo que termina bien no hay porque desmenuzarlo.

    En la universidad en la madrugada que llegaron Aizawa ya los esperaba listo para darles el regaño de su vida mientras la mayoría bajo rápido para irse cada uno a su casa.

    Bueno, excepto Todoroki que llamo a una ambulancia para Midoriya, pero de allí los demás morían por recostarse un rato antes de que las clases empezarán

    Mientras recogían su equipaje Denki tomo una decisión, ya había pensado demasiado en ello todo ese tiempo, y aunque no fue de una forma común había hecho entender a Shinsou su sentir, debido a la interrupción no habían hablado más de ello, pero estaba seguro de lo que debía hacer.

    — Shinsou.

    — ¿Sucede algo?

    — ¿Te gustaría... Ir a una excursión caza fantasmas conmigo? Solos —

    Kaminari Denki, el más cobarde de la universidad y de quién todos adoraban burlarse debido a lo fácil que era espantarlo había invitado al chico entusiasta de lo sobrenatural del departamento de Parapsicología a una excursión.

    ¿Qué tan sorprendente sonaba eso sí no se conocía la historia de fondo?

    — Me encantaría.

    Bien, Shinsou esperaba firmemente que esa excursión no fuera a un lugar terrorífico, tenía de ello bastante por unas semanas por ahora, pero, si podían excursionar hasta su casa y de allí ver dónde paraban, mejor.
     
  2.  
    isavetthdz

    isavetthdz Una letra a la vez, la fantasía continúa.

    Cáncer
    Miembro desde:
    1 Marzo 2017
    Mensajes:
    77
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Motsureta Kosari
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2772
    Primeras veces.

    "Cuando termine todo esto — Porque terminará — Quiero que el mundo se llene de primeras veces.
    Otra vez."
    CARLOS GÓMEZ B.

    ***

    Una de sus tías solía decir que "el fin de una relación no era el fin del mundo" que al terminar una relación se habría un nuevo repertorio de posibilidades y eso sería un gran consejo si su tía no tuviera 5 matrimonios infructíferos y se la pasará bebiendo por despecho los fines de semana.

    Pero, Shinsou quería quedarse con lo bueno de esas palabras por lo que aunque no era alguien muy entusiasta en la vida no se desanimaba demasiado cuando alguna cosa en su vida no funcionaba, en especial sus relaciones, había tenido varias y la había pasado bien, pero no entendía la gran ciencia que había en pensar que el mundo se había acabado al terminar.

    Sus parejas terminaban rápido con él debido a la falta de interés de su parte y no se quejaba, la relación más larga que había tenido fue con Neito que trabaja en su mismo edificio, dos años, pero tampoco había sufrido la gran cosa cuando terminaron. Así como eso, tampoco entendía el chiste de preocuparse al interesarse en alguien ¿Quizás es porque nunca se había enamorado en serio?

    Cuando se le declaraban aceptaba sin más y dejaba al tiempo el cómo funcionarían, sus parejas eran bastante varias por ello y su actual pareja era bastante única.

    Kaminari trabajaba en la cafetería de enfrente de su trabajó, siempre sonreía y se la pasaba causando desastres por los que era milagroso que no hubiera sido despedido a esa altura, fue el rubio quien le coqueteo descaradamente y le invito a salir al día de conocerse.

    El rostro de felicidad sin entender nada cuando contesto afirmativamente fue lo primero que Shinsou pensó era lindo de él.

    Ahora con dos meses de salir juntos, había muchas cosas que se habían vuelto rutina, como el pasar por él después del trabajo para dejarlo hasta su departamento y luego conducir hasta su casa, o esperar su mensaje para bajar a la cafetería a comer algo juntos y especialmente guardar los domingos como su día libre para ir a pasar el rato. Cómo adultos trabajadores no había mucho que hacer aparte de eso ¿No?

    — ¿Aún no terminan?

    — Basta Mina, deja el tema, Shinsou es lindo a su manera — Tras acabada la hora del almuerzo y que su novio se fuera del local, normalmente era la hora dónde pocos clientes llegaba y podían pasar el rato tranquilamente, pero últimamente el tema central de sus charlas entre compañeros era Shinsou y su poca sensibilidad ante su relación.

    — Lindo mi trasero, ese idiota ni siquiera piensa fuera de la caja — Su mejor amiga de cabellos abultados y personalidad efusiva era la más disgustada con su relación.

    — Tu trasero siempre es lindo, Mina, por eso tras a Sero como estúpido tras tuyo, pero tu boca a veces se afloja de más.

    Aunque no lo recordara, en realidad Shinsou y él se conocían desde niños, fueron juntos al jardín de infantes dónde románticamente habían jurado casarse cuando fueran mayores. Y como todo un romántico empedernido había mantenido esa promesa en su corazón hasta el día en que el más alto pidió un expreso y un pan de mantequilla y en vez de darle su cambio lo que salió de sus labios fue "me gustas"

    Salió positivo y todo, pero quizás era la diferencia de mundos donde vivían que su relación no era exactamente lo que esperaba, habían pasado años, pero al menos que le recordara un poco estaba en su corazón.

    Otra cosa que molestaba a sus amigos era la fama que se había ganado el oficinista, saliendo a diestra y siniestra con cualquiera hasta parecía un club en las tardes dónde algunas viejas parejas se juntaban para consolarlo y decirle "siempre es así". Él no quería que fuera siempre de esta forma, le gustaba como era su persona, pero le hería cuando parecían repetir el mismo bucle de sus anteriores parejas.

    ¿También lo dejarían por la paz y Shinsou no sentiría el más mínimo arrepentimiento?

    — Shinsou es lindo a su manera, déjalo ser Ashido.

    Monoma Neito, quien trabajaba en la misma empresa que su pareja era con quién más confianza tenía y al mismo tiempo más problemas tenía, la pareja más duradera y que no parecía guardarle nada de rencor a su novio era el único que lo apoyaba y de quién más celos tenía.

    — ¿Lo mismo de siempre?

    — Por supuesto — Mientras Denki traía el pedido el otro rubio le miraba fijamente, no tenía nada en su contra ni estaba a su favor, solo le daba algo de pena, era más joven que ellos ¿No? Kaminari tenía una radiante vida por delante como para perderlo con alguien como Shinsou, pero, si era su felicidad eso ¿Quién era él para juzgar?

    Otra vez lo mismo, "café expreso y pan de mantequilla" quizás fue Monoma quien le inculcó ese menú a Shinsou, pero ambos pedían lo mismo todos los días, Denki lo intento, pero el café era demasiado amargo para él y le gustaban los postres más dulces.

    Quizás Mina tenía razón, había cosas que no debía tolerar ¿O no?

    — tiene unas ojeras terribles Monoma — Entrego el pedido amigable, sonriendo notando las bolsas bajo los ojos del otro lo que le resultó extraño pues Neito cuidaba mucho su apariencia, este al recibir el café y darle un buen sorbo asintió con calma.

    — Estoy trabajando horas extra, el fin de semana estará en el cine el estreno de un director que admiro mucho, no quiero que haya nada que me impida ir — La sonrisa fue sincera y eso le causó escalofríos a Denki, pero se alegró por él, no entendía mucho del cine en realidad, pero también tenía pasatiempos, así que sabía cuánta emoción podía causar ese tipo de cosas en alguien.

    El turno acabó tranquilo, Shinsou estaba fuera del establecimiento como de costumbre para caminar a casa un rato juntos mientras charlaban. A veces en las calles sin gente podía tomarle la mano sin el riesgo de ser vistos y Hitoshi parecía especialmente feliz ese día.

    — ¿Paso bueno algo cariño?

    — Sí, conseguí reservar entradas para el cine el domingo, es mi día libre y sé que te gusta ese director — Parecía distraído mirando el teléfono, pero orgulloso de su logro, lo que consiguió ante ello fue que Denki jalara su brazo fuertemente hasta soltar sus manos y mirarle furioso.

    — Shinsou... ¿Con qué pareja me estás confundiendo ahora? — Era increíble, en serio que no había nada más en su cabeza que una relación vacía ¿Era en serio? Al menos esperaba tener una relación bonita aunque seca, pero ¿Esto?

    El más alto se quedó estupefacto tratando de entender que estaba pasando, nunca había visto al rubio enojado, menos que se alejara de él y gritara que se iba a ir a casa solo y no quería verlo.

    Fue hasta que regreso a su casa y se dejó caer en el sofá que cayó en la estupidez que había cometido.

    — Monoma... A Monoma es a quien le gusta, oh dios —

    Bien al menos ahora recordaba a quien le gustaba ese director, pero había hecho un lío ahora ¿Cómo debería disculparse con Kaminari? Quizás si lo llevaba a comprar algo... No espera, no era a él a quien le gustaba ir de compras...

    ¿Qué le gustaba a Kaminari? Nunca lo había pensado como tal, ahora estaba sorprendido de su propia falta de atención. Era terrible ¿No? Ni sabía que le gustaba a su pareja ¿Qué había estado haciendo hasta ahora? No veía alguna razón en particular por la que no estuviera atento en Kaminari, pero ahora que lo notaba, hasta ahora había hecho todo lo que había hecho con sus anteriores parejas.

    Nunca se preocupó por hacer algo diferente, darle algo "especial" a Kaminari, simplemente la rutina de pareja que había hecho en su cabeza desde antes.

    Con toda la culpa encima, se esperaba que terminarán al día siguiente, lo de siempre, pero a diferencia de otras veces esta vez quiso aplazar ese momento lo más que se pudiera y por ello no había salido a verlo en el almuerzo, fue hasta la inevitable hora de salida que se encontró con Kaminari para guiarlo a casa.

    Un golpe, dos, quizás algunas lágrimas o gritos de enojo, se esperó de todo excepto la radiante sonrisa de Denki mientras tomaba su mano y actuaba como si no hubiera pasado lo del día anterior. Trato de actuar normal de igual forma, pero sentía culpabilidad al ver el rostro de Kaminari, quien al llegar a la puerta de su edificio se volteó y depósito un suave beso en la nariz ajena.

    — Hasta mañana Shin, regresa con cuidado.

    Ni siquiera se despidió, vio la figura del rubio adentrarse en su edificio hasta perderlo y sintió un golpeteo en el corazón. Kaminari era... Demasiado bueno ¿Desde cuánto era tan lindo? Su actitud dulce lo conmovió y recordar su carita triste del día anterior le hizo sentir un pinchazo en el pecho.

    Kaminari Denki era lindo, atractivo y extrañamente comprensivo, tenía una sonrisa radiante que hacía sentir que todo estaba bien, no le importaba lo que dijera la gente sobre ellos e incluso actuaba como un adolescente divirtiéndose y tratando de demostrarle cuando le quería.

    Dios ¿Un chico así era su pareja? Más bien ¿Hasta ahora se daba cuenta de eso?

    Su noche se trató de lamentaciones y divagaciones sobre lo que había estado haciendo esos dos meses que llevaban saliendo, ¿Y si lo terminaba? Ahora le sentaba mal pensar en esa posibilidad...

    — ¿Cómo se supone debe ser una relación de pareja?

    El sonido de la taza de porcelana destrozándose en el piso resonó por la oficina, TetsuTetsu miraba atónito a su compañero de trabajo mientras escuchaba aquella pregunta.

    — Tú... ¿Hablando de pareja seriamente? — Kendo se unió a la conversación interesada mientras Shinsou, sin licencia para ser payaso de circo, trataba de mantenerse formal y no causarles risa debido a su nueva postura.

    Pero, en su defensa, nunca se había sentido más ignorante respecto a algo en su vida, lo único que tenía en mente con certeza, es que quería ver una sonrisa en el rostro de Kaminari junto a sus manos unidas.

    Cursi, sin sentido y algo estúpido le sonó eso a los de su oficina, pero incluso su jefe se unió al sermón de como debía comportarse desde ahora.

    Por esa razón, Denki no supo que decir cuando su pareja llegó al café en la hora del almuerzo con una sencilla flor, Mina casi da un grito al cielo mientras Aoyama se reía por el espectáculo cuando Hitoshi tenía detrás de él a toda una fila de clientes en hora pico.

    — ¿Y esto?

    — Es... Una invitación, al teatro, el fin de semana — Con las orejas rojas y pasando la mayor vergüenza de su vida todo valió la pena cuando el rubio tras la barra tomo la flor sonriendo enamorado, teniendo ese brillo que a Hitoshi le hacía sentir ese calorcito en el pecho.

    — Me encantaría... Lo espero con ansias — Denki quizás estaba soñando, quizás finalmente había perdido la cabeza y sentía que había llegado Shinsou como su príncipe azul.

    Mina fue quien abrió la segunda recepción para tomar los pedidos y que los tortolos se quedarán hablando entre ellos.

    Fue la primera vez en su vida, que Shinsou espero ansiosamente que llegara el fin de semana, lo había preparado todo meticulosamente para que saliera perfecto, quería hacerle sentir a Kaminari que le importaba su relación.

    El sábado temprano, llegó en un auto rentado, vestido casualmente mientras le tendía la mano caballerosamente a su chico para qué se sentará de copiloto, Denki solo rio ante la ocurrencia aunque un poco interesado, nunca había visto conducir a Shinsou y eso le era nuevo.

    Pero empezó a preocuparse por la actitud de su pareja cuando repentinamente noto que no había dejado de conducir por un par de horas, quien sabe dónde estaban y le dolía todo.

    — Cariño ...

    — ¿Qué pasa Denki?

    — ¿A dónde vamos? Creí iríamos al teatro.

    — Si, hoy en la noche, primero debemos pasar al hotel.

    — ¡¿Hotel?!

    — Después iremos a los invernaderos, comeremos, pasaremos en esto, y en la noche será lo del teatro — La información llegó tan rápido que Denki se sintió mareado, trato de comprender de que demonios estaba hablando y nada, Shinsou lo había invitado al teatro ¿No? No a ir a toda una excursión.

    Trato de llamar su atención un par de veces de forma indirecta porque no sabía en lo absoluto que debía hacer en esa situación ¿Enojarse? ¿Seguirle el rollo? Shinsou nunca había actuado así y estaba más que perdido tratando de entender que estaba pasando.

    ¿Acaso quería consentirlo para tener una ruptura que no le hiciera sufrir mucho? Bien es idea no le ayudo ¿Pero qué más? Su novio no era así...

    El hotel era enorme, costoso y ostentoso, tanto que se sintió pequeño entrando con su mejor traje, pero que se opacaba en ese lugar, la habitación lo era aún más y podía jurar hasta las cortinas costaban más de lo que pagaba de renta al mes. Pero el plan se derrumbó cuando una tormenta se desató de golpe.

    Shinsou parecía león enjaulado, caminando de un lado a otro preocupándose por todas las reservaciones que había hecho mientras Denki más tranquilo se apropiaba de la cama del hotel, sentía sus piernas como gelatina después de tanto tiempo en auto.

    Cuando despertó, porque se perdió en los brazos de Morfeo en cuanto toco la almohada, Hitoshi estaba lamentándose sentado junto a la ventana mirando el cielo aún lloviendo.

    — Shinsou... Shin.

    — Perdón.

    Bien, no sabía por qué se disculpaba, pero las ojeras usuales de Shinsou ahora tenían partes rosadas ¿Acaso había llorado? Se preocupó profundamente y se sentó a su lado tocando sus mejillas.

    — ¿De qué? Todo está bien, en realidad no sé ni qué estábamos haciendo Hitoshi.

    — Quería darte una sorpresa — Contesto con pesar mientras se pasaba las manos por el rostro irritado, todos sus planes se habían ido a la basura — Quería demostrarte que en serio me importa lo nuestro, después de lo incómodo que fue el otro día creí me terminarías, nunca me había pasado, solo me dio demasiado pesar pensar que acabaría sin que hubiera hecho algo decente por ti.

    Admitía que probablemente era su ego, su orgullo no le dejaría estar en paz si terminaba mal si relación con Denki, era eso, era la primera vez que se preocupaba demasiado por alguien en ese ámbito y todo lo que había hecho para resolverlo se había ido con un par de gotas de agua.

    Y aunque Shinsou sentía que el mundo se le acababa Kaminari se quedó estático al escucharlo sintiendo su corazón latiendo con fuerza, era realmente increíble que el más alto hubiera soltado aquellas palabras como si nada sin pensar en el desastre que había causado en su corazón.

    — ¿No quieres que terminemos?

    — No lose, pensé esas cosas no me importaban, pero no quiero terminar en este momento — Kaminari no sería su relación más corta si terminaban, así que tampoco entendía por qué le interesaba tanto que no terminarán en ese momento, solo, no quería que acabara.

    Denki se sentó en sus piernas riendo suavemente tomándolo por sorpresa dejando pequeños besos en sus labios a forma de juego, le había hecho el día, la semana y toda la vida solamente con esas palabras.

    — Pensé el idiota de nosotros era yo, pero resultaste ser más idiota que yo.

    — ¡Hey!

    — Shinsou — dejo de juguetear con él tomando su rostro entre sus palmas para obligarlo a mirarlo — Te gustó mucho ¿Verdad?

    Y en eso se resumía, mirando los ojos dorados todas sus dudas se respondían y el peso en su pecho desaparecía.

    Desde el brillo de sus cabellos rubios en contraste con el uniforme oscuro de la cafetería, su obsesión con lo dulce, su sonrisa boba junto a esos ojos soñadores que ponía al ver alguna película de terror, hasta esa manía que tenía de mentir de forma particularmente exagerada cuando se sentía acorralado, todo eso le gustaba de Kaminari Denki y aún había muchas cosas que le faltaban de conocer.

    — Si, me gustas demasiado.

    — Me alegra, porque yo estoy perdidamente enamorado de ti.

    Cuando unieron sus labios en un roce pequeño, El oficinista finalmente cayó en cuenta de lo inestable que sería si vida ahora, el poco control que tendría de las situaciones y lo mucho que iba a aprender en el camino.

    Por qué Kaminari Denki era su primera vez en una relación donde quisiera durar toda la vida aunque perdiera la cordura en medio.
     
  3.  
    isavetthdz

    isavetthdz Una letra a la vez, la fantasía continúa.

    Cáncer
    Miembro desde:
    1 Marzo 2017
    Mensajes:
    77
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Motsureta Kosari
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2322
    "Hay dos formas de refugiarse de las miserias de la vida: la música y los gatos"
    ALBERR SCHWEITZER.

    ***

    Cuando el mundo colapsaba, sentía que perdía el aire y no tenía más ánimos para vivir, lo que hacía era colocarse los audífonos en volumen alto para olvidarse de todo y perderse en la música, con ello había sobrevivido toda su infancia mientras sus padres discutían a cada rato.

    Ninguno lo deseaba, un matrimonio joven forzado por un embarazo ¿Pero qué culpa tenía él? No les había pedido nacer, solo quería olvidarse de todo.

    Paso desde música clásica hasta metal pesado, no importaba el tipo de música mientras pudiera dejar de escuchar el exterior, hasta los 13 años fue que conoció al gran amor de su vida.

    El metal estilo juglar que nada más con escucharle sentía la energía y la vitalidad en cada nota, todo de ese estilo le enamoro, le saco de su crisálida hasta sonreír encontrando algo a lo que aferrarse; comenzó a ir a conciertos, comprar discos con la paga de su trabajo de medio tiempo, e incluso empezó a influir en su ropa.

    Fue tanta su obsesión que sus padres terminaron explotando contra suya, pero está vez él no se dejó y termino botado de la casa con todo y sus "basuras"

    Bien ¡Mejor para él! Siempre había buscado la excusa para salir de ese maldito lugar, pero no había tenido el valor, ahora no necesitaba nada, finalmente era libre de ese par de idiotas que únicamente le habían traído ansiedad y depresión.

    No todo estaba perdido, tenía a su abuelo, un hombre amable y algo extraño que vivía en una zona montañosa poco poblada, pero que le adoraba y nada más falto fingir un poco el llanto para que esté le permitiera irse a vivir con él.

    Su brillante plan de supervivencia no contó con lo conservador que era el hombre, con lo mucho que detestaba la música de cualquier tipo y lo muy demandante que resultó ser.

    Termino rindiéndose, había escapado de un lado y terminado en uno peor, fue obligado a terminar la escuela secundaria en un instituto masculino religioso y abandonar su fe en el futuro mientras sus discos y demás cosas se encontraban cerrados bajo llave en el sótano del abuelo.

    Cuando termino sus estudios en esa fastidiosa academia salió, pero todo lo contrario a lo que su abuelo quería ¿Devoto a Dios y un buen muchacho? Salió ateo y gay.

    Grandioso descubrimiento a sus 15 años.

    Quizás si su sueño no fuera entregarle el cuerpo a alguien que le gustará el mismo tipo de música que a él hasta sin virginidad habría salido.

    Pero su abuelo, oh, su bendito abuelo era tan ciego que nunca se le pasaría por la mente ¿Verdad? Solo debía seguir poniendo su cara de niño bueno para que dejara de joderlo y vigilarlo las 24 horas.

    No entro a la educación media superior, ni ánimos de vivir tenía ¿Para qué entonces? Quizás un día de estos se hartaría de todo y simplemente moriría por sobredosis de medicamentos de las pastillas que usaba para poder dormir.

    Todo lo que tenía en la vida, eran sus discos ocultos en el sótano, su amor por la música y la constante esperanza de que un día todo cambiaría. Pero como nada cambia si uno no se pone en marcha su primera gran decisión importante fue convencer a su abuelo de que le dejara trabajar a medio tiempo en una tienda de 24 horas cerca de casa.

    Aunque la casa del abuelo estaba en medio del bosque cerca había un pequeño pueblo de paso dónde finalmente podría desenvolverse, allí solo trabajaba una señora de la tercera edad casi sorda por lo que poner su música a alto volumen cuando no había clientes no le causaba problemas.

    Los problemas llegaron un mes después, con la apariencia de un chico cansado de vivir, alto y con una playera de su banda favorita que lo único que pedía era una paleta de fresa.

    Ah ¿Sería este ser un enviado de dios para acabar con su miseria?

    El chico no era mucho mayor que él, solamente un par de años, y era apuesto si debía admitirlo, el problema fue que entró con una chica pegada al que pedía exactamente lo mismo.

    — ¿Escuchas la música de fondo? Esa energía deberíamos tener Shinsou — La mujer de cabellos oscuros y apariencia oscura y a la moda al mismo tiempo causaba cierta irritación a sus ojos de lo bien que combinaba, los aretes desordenados en las orejas y el cabello en un corte novedoso junto a un tinte espectacular hacían que la chica tuviera toda la vibra que él no tenía.

    Su uniforme era color gris, el cabello rubio sin peinar llamaba la atención, pero su abuelo le había quitado los aretes de encima y había tirado sus gargantillas a la basura. Se veía bastante simplón y su mente se quedó sin que decir entonces.

    — Muchas gracias por su compra.

    Sonrió lo mejor que pudo cuando cobro y se dio la vuelta para no verlos irse, sentiría más envidia. Pero se llevó el susto de su vida cuando al voltear el chico seguía recargado en el mostrador mirándole atentamente.

    — Hey, eres tú quien pone esa música ¿Verdad?

    — ¿Algún problema?

    — Para nada, al fin alguien tiene buen gusto en ese maldito pueblo.

    Por alguna razón eso le causó risa, quizás porque había encontrado a alguien que hablaba igual de mal de ese pueblo tradicional o porque al parecer compartían gusto por la música.

    — Llámame Denki.

    — Puedes llamarme Shinsou.

    El trabajo se volvió mejor, cambio turno con la excusa de "dedicarse a estudiar para entrar a la escuela el próximo año" durante el día para trabajar en el turno de noche, dónde los chicos de aquella vez iban a solo pasar el rato y perder el tiempo hablando de música.

    La chica "Jirou" en realidad era tan fantástica como su apariencia, y además tenía una mente que viajaba mucho más allá, Shinsou era el amigo de la infancia que le seguía a todas partes y le ayudaba en sus planes, y poco a poco fue conociendo al resto de sus amigos.

    Quizás era por el tipo de educación que habían tenido, quizás como eran sus familias, quizás porque todos crecieron en ese pueblo, pero todos tenían su mente y corazón en otro lugar fuera de la caja igual que Kaminari.

    A veces únicamente faltaba salir al patio trasero de la tienda, recostarse en el pasto mientras fumaban un pequeño cigarro y ponían alguna banda juglar de fondo para sentir que el mundo dejaba de rodar y podían vivir en paz.

    Desde que empezaron a tomar la tienda como punto de reunión, incluso los demás se daban cuenta de las chispas que soltaban Kaminari y Shinsou al hablar juntos. Era extraño ¿No? Hablaban de lo mismo, del mundo, de sus sueños, de sus familias de mierda, pero cuando era entre ellos dos solamente se convertían en pláticas largas y divertidas.

    No fue una gran novedad cuando Kaminari confesó a Jirou que el baño de empleados había sido su "lugar especial" para tener su primera vez, tampoco fue la novedad cuando en las pláticas Kaminari participaba sentado entre las piernas de Shinsou como si fuera su lugar.

    Era algo divertido incluso, su amor juvenil que se embriagaba con música, cigarros y gatos que Shinsou tendía a rescatar de las calles y llevaba a Kaminari para que los viera, algún día la casa de Shinsou estaría llena de felinos.

    Un amor divertido y alocado que le tenía tan feliz que poco le llegaban a importar los regaños de su abuelo cuando llegaba con olor a alcohol y nicotina.

    — ¡¿Qué no ves que estás mandando tu vida a la basura?!

    — ¡Deja de meterte! Es mi vida, la estoy disfrutando.

    — ¡Pero no es la manera! No necesitas ser como yo, pero tampoco seas una basura...

    Cada día, parecía que escuchaba a sus padres, la misma basura de todos los días se repetía ¿Por qué tomarle importancia?

    Pensó así hasta el día, dónde en medio de una de sus "idas al baño de empleados" Kaminari recibió una llamada a media noche del hospital.

    Ese día corrió como nunca en su vida, lloro las lágrimas que no había derramado en años mientras su abuelo estaba internado por una complicación, había caído de las escaleras y la operación de emergencia no salió bien.

    Esa noche murió, y en el testamento le dejo todo a él.

    Realmente había discutido mucho con sus padres, pero no quiso discutir ese día en específico cuando hablaron de la propiedad.

    Solo les pidió la casa, esa casa en la que había sido recibido y sus padres y tíos se fueron felizmente con todo lo demás, ¿Una casa vieja en el bosque? No les pareció la gran cosa.

    Quizás fue la perdida, el arrepentimiento, la culpa, pero se dedicó a pensar mientras limpiaba todo y arreglaba los Marcos de las viejas fotos.

    Su abuelo había sido un ogro, no entendió su pasión, pero lo mando a estudiar, trato de darle un camino, pero tampoco le obligó a seguirlo, lo dejo ser libre cuando acabo la escuela, y sus discusiones eran por cosas que ambos pudieron ceder.

    Tenía 16 años, únicamente 16 y quizás todos esos regaños solo habían sido preocupación.

    A diferencia de sus padres que le consideraban una molestia, su abuelo lo había recibido. ¿Cambiaria algo ceder ahora?

    Los discos del sótano salieron a la sala principal, pero sus aretes se fueron a la basura, sus mil e innecesarios maquillajes negros también, pero se quedó las gargantillas, cuando se miró al espejo se sintió mejor, era él, con las cosas que le gustaban pero sin exagerar.

    Continuo su trabajo, pero cambio al turno de día también, no tenía ganas de regresar a una casa vacía, y aunque sus nuevos amigos lo animaron y entendieron, hubo cosas que cambiaron. Dejo de fumar, como su abuelo quería, por él y su salud, salía con ellos al jardín solamente cuándo no había clientes y los momentos "íntimos" con Shinsou habían pasado del baño del trabajo a su casa.

    Lo noto de inmediato, Shinsou no estaba cómodo con ese nuevo tipo de relación seria, no le era infiel, pero quizás el llevarlo a casa le había puesto presión, sus amigos también se incomodaron, por su nueva faceta de "niño bueno"

    Seguía amando el metal juglar, usando sus camisas holgadas y con nombres de bandas, sus gargantillas y se había animado a un par de aretes negros. Pero dejo de hablar mal de todo, quiso ser comprensivo, entender y ceder en acuerdos benéficos para ambas partes.

    Cuando una familia se mudó cerca, acordaron horarios para su ruido, no es como que a ellos les fuera agradable su música a todo volumen cuando dormían, así que acordaron horarios e incluso a uno de los niños le gustó y pidió prestado un disco.

    Ceder se volvió cooperar con los otros, llegar a nuevos caminos que no había pensado y eso empezó a hacerlo de nuevo diferente.

    Ahora estaba entre ambos puntos, el colmo fue cuando Bakugo escapó de casa por una discusión con su madre y el soltó "Es tu madre, solo se preocupa"

    Y Bakugo respondió con un "¿Qué? ¿Ahora hasta te pones del lado de la vieja?"

    Fue por eso que no se enteró del plan de los chicos, tenían una banda eso lo sabía, pero nunca se enteró de que se fugarían todos a la gran ciudad para probar suerte y encontrar un lugar al que pertenecer. Solo lo supo cuando Shinsou llegó en medio de la noche para convencerlo de ir juntos.

    — No.

    Fue la respuesta, ahora estaba tratando de tomar las riendas de su vida, tomar su trabajo en serio, ser alguien decente. Y aunque le miro mal y algo herido, Shinsou nada más le dio un último beso antes de irse.

    Así acabo su historia de amor joven.

    Regreso a estudiar, perdió contacto con sus padres, hizo amistades en el pueblo, y luego de graduarse empezó a trabajar en una cafetería popular con la mente de empezar la universidad cuando hubiera ahorrado.

    Conoció a Iida, su jefe, que aunque pareciera la persona más recta del mundo le gustaba el mismo tipo de música, se mudó un escritor famoso cerca de su casa con el que entabló amistad y Todoroki se volvió fan de la musical también. Conoció al profesor de jardín de niños Midoriya cuando rescataba gatos en el basurero.

    La música seguía sonando en su vieja casa del bosque, pero su vida parecía en orden, ¿Lo veía el abuelo? Esperaba que descansará en paz, había recapacitado sobre su vida a tiempo.

    Fue una tarde de invierno, cuando el bosque se cubrió de una fina capa de blanco y el trabajo cerro por temporada, con la música animando el ambiente mientras limpiaba y jugaba con los gatos que Shinsou apareció en su puerta.

    Era aún más alto, se había recortado el cabello, tenía más ojeras, pero se veía saludable.

    — Tienes un buen gusto musical.

    — Lose ¿Quieres pasar?

    La sala tenía 2 sofás para dos personas y uno individual, pero los gatos se habían apropiado de dos por lo que Kaminari y Shinsou terminaron sentados en uno de dos asientos.

    El humo del café sobresalía, el ambiente incómodo también y ninguno sabía por dónde empezar.

    — ¿Buscaron suerte en la ciudad?

    Shinsou le miro de reojo, tomo un sorbo de café y asintió.

    — Fue bien, hubo éxito, pero con los años cada uno decidió tomar su vida, algunos siguieron, otros se fueron.

    — Me alegra, suena que fue divertido, yo hice lo que quería también...

    Las miradas chocaron, el café se acabó, y la pregunta esencial llegó.

    — ¿Por qué?

    "¿Por qué volviste?"

    — Yo decidí, que mi camino a tomar eras tú, retomando donde se quedó o tuviera que volver a empezar.

    No hizo falta más, para que la nueva página en su vida, su amor adulto, empezara.
     
  4.  
    isavetthdz

    isavetthdz Una letra a la vez, la fantasía continúa.

    Cáncer
    Miembro desde:
    1 Marzo 2017
    Mensajes:
    77
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Motsureta Kosari
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2673
    "Hay dos maneras de conseguir la felicidad: una, hacerse el idiota; otra, serlo."
    ENRIQUE JARDIEL PONCELA.

    ***

    Todo era una mentira, se suponía debía ser una mentira ¿Verdad? Solo habían estado jugando, todo ese tiempo, solo eran bromas y sonrisas falsas para los periodistas y los chismosos quienes vivían de espiarlos "discretamente".

    Así que, ahora estoy debía ser también mentira.

    — Kaminari ¿Estás listo?

    — En un minuto.

    Suspiró, envolvió en papel hasta quedar irreconocible y después de meter en su bolsa aquella bola de papel higiénico salió para encontrarse con la sonrisa despreocupada de su amigo Sero.

    La sesión fue rápida, aunque se mareó un par de veces con las luces disimulo bien y su sonrisa practicada acariciaba gentilmente los sentidos de los espectadores, pero en cuanto las fotos acabaron al igual que las felicitaciones su sonrisa se esfumó y volvió a su mal humor.

    "Es mentira"

    Era todo lo que se repetía en su cabeza "tenía que" de lo contrario no sabía ni qué haría, pero la culpa no la tenía por completo solo él, así que estaba más enfadado ¿Cuándo paso?

    — Maldición...

    — Hey ¿Qué tienes? A este paso la "cita" con Shinsou de mañana se verá afectada por tu cara de amargado — Sero no se esperaba la mirada fulminante de su representado, quien apresuro su paso y se encerró en el pequeño "camerino" que le habían preparado.

    — Maldita sea Shinsou, esto es mentira.

    La mentira había empezado... ¿Hace casi un año?

    Shinsou Hitoshi un alfa de 24 años era una estrella en ascenso en la música, junto a su banda empezaban a romper récord de semanas en las listas de favoritos, el rostro de todos los integrantes estaba en cada revista y calendario que salía, Sero en su faceta de representante le dijo que era su oportunidad de renacer.

    Admitía que su primer error fue aceptar de inmediato la idea, es decir, tenía ya 27 años, y aunque era un actor reconocido últimamente las ofertas de trabajo estaban bajando, y añadiéndole que era Omega, los trabajos no le iban a llover por milagro.

    Al principio Shinsou se sintió incómodo, pero su propio representante TetsuTetsu le había dicho que era una oportunidad.

    La mentira de la farándula era de lo más común, incluso había contratos sobre los eventos, todo parecía favorecerles por lo que ambos firmaron confiados.

    Al día siguiente era una tendencia en noticias "El guitarrista de la afamada banda estaba en una relación romántica con el actor Omega"

    Si bien el furor se debía a qué las relaciones románticas Alfa x Omega entre famosos eran muy raras, la banda empezó a ser aún más famosa y él...

    Bueno, tenía trabajo para rato.

    La mentira así empezó, y era divertido, se supone solo eso...

    — Vamos Denki, deja tu mal humor, Midoriya vino por ti, ¿Quieres recibirlo?

    — Ah... Está bien, deja el rollo, iré a comer con él, puedes irte a casa Sero.

    Se levantó de mala gana abriendo la puerta para encontrarse de frente con los ojos luminosos de Izuku, quien le abrazo para después tomarle la mano y empezar a correr, habían quedado para ir al evento especial de All Might en un restaurante cercano.

    Midoriya Izuku era el vocalista de la banda de Shinsou, era un chico increíble que pese a ser el más joven y también Omega, había impulsado a todos sus amigos para salir adelante y aunque se enojó cuando escucho sobre el contrato lo recibió como un amigo más, y ahora siempre que tenían tiempo libre se escapaban a algún lugar a principalmente satisfacer el instinto de fan de Izuku.

    — Sero tenía razón, te ves mal Denki ¿Quieres que nos vayamos temprano?

    — Yo... Si, lo lamento.

    Denki era alguien de fiesta, de estar en todos lados y divertirse, por lo que el que la mentira comenzará a tomar otra forma un par de meses después no fue sorpresa para sus amigos más cercanos, especialmente Midoriya, quien fue el primero en darse cuenta.

    "Es mentira, es mentira"

    En la soledad de su apartamento encerrado en el baño volvía a repetirse lo mismo esperando que lo de la tarde fuera una mala broma de su cerebro, tenía que ser una mentira.

    ¿Realmente se había equivocado? Shinsou era un alfa atractivo, agradable a su manera y después de conocerse un poco empezaba a ser divertido en serio la "relación" que se montaban, incluso las citas que tenían en verdad eran divertidas y no solo servían para qué sacarán las fotos los fans.

    Había empezado con tomarse de las manos, un par de miradas sugestivas, que con los días paso a ser un beso en medio de alcohol, besos que pasaron a ser normales con los días y finalmente terminaban en la cama, eran adultos, ambos lo habían dejado claro.

    Solamente se estaban aprovechando de la mentira, y aunque Midoriya e Iida los regañaron en cuando se dieron cuenta poco les importó.

    Se estaban divirtiendo, se cuidaban, no había razón para pensar de más en esa relación.

    Debía ser así.

    — ¡Maldita sea!

    Aventó el objeto hasta rebotar contra la pared mientras se deslizaba hasta quedar sentado contra la pared.

    "Positivo"

    El resultado de la prueba de embarazo volvía a ser el mismo por tercera vez y está vez tenía que aceptar que no era mentira.

    ¿Pero qué se supone tenía que hacer ahora? Su carrera iba a derrumbarse, la mentira se había salido de control y ahora incluso Shinsou saldría afectado...

    ¿El que diría? No era un mal sujeto, pero... Era más joven y su carrera estaba empezando.

    Sus lágrimas se detuvieron cuando tuvo en cuenta el tiempo, el estrés a veces causaba que su celo se retrasara o no llegara, los medicamentos le funcionan muy bien también, pero si debía contar el tiempo quizás solo eran dos meses de embarazo, aún podía abortar.

    Pero el pensamiento le dolió, instintivamente se cubrió el estómago con ambas manos y se dio un golpe contra la pared.

    — Bien, soy Omega, es normal el instinto maternal...

    La idea del aborto quedó descartada, si no había estado de acuerdo en primer momento menos servía pensarlo más, solamente se torturaría a sí mismo, ahora quería a la criatura, y se irritó más, realmente era un idiota, todo el mundo se estaba rompiendo a su alrededor, pero ya estaba aceptando el hecho de tener al niño.

    No era alguien de pensar cosas complicadas, se levantó del lugar para tomar una cena ligera y descansar para afrontar a Shinsou en su "cita" del día siguiente.

    La cita era un pequeño encuentro de celebridades, dónde irían como pareja y fingiendo ser cursis para las fotos y que los fans de su relación aumentarán pasarían el rato entre amigos.

    Al llegar sonrió lo mejor que pudo y aunque cambio su estilo de ropa para estar más cómodo nadie pregunto, estaba aliviado de que, pese a que el aroma de un Omega embarazado cambia, debido a que convivía casi a diario con sus amigos y Shinsou nadie notaría que había cambiado, el plan era perfecto, no había ningún percance ni error.

    — Me alegra verle de nuevo.

    Lo único que no estaba en sus pensamientos fue que llegaría la pareja de Midoriya, el Ceo Todoroki Shouto al que solo había visto una vez hace más de medio año.

    Se sintió nervioso y no le permitió acercarse demasiado, los alfas dominantes como él eran más sensibles del olfato, y aunque trato de evitarlo sucedió, y peor aún, frente a las cámaras.

    Cómo siempre, Todoroki no sabía ver el ambiente ni saber cuándo guardarse sus palabras.

    — Kaminari, lamento si le incomodó, pero note el cambio de su aroma ¿Me permite felicitarlo por su embarazo?

    El rostro que puso Shinsou le dio algo de miedo, su aburrido y cansado rostro paso a estar lleno de sorpresa, confusión y le miraba con enojo. Los reporteros y amigos que estaban cerca gritaron de la sorpresa y todos se quedaron esperando sus palabras.

    Pero Denki sabía que dijera lo que dijera, al ser Shouto alguien famoso por su linaje nadie crecería si mentira. Así que se fue por lo fácil.

    — Por supuesto, muchas gracias Todoroki, 2 meses saludables.

    Entre los gritos y vítores de los presentes Denki aprovecho para soltar se abrazo de Shinsou y dejarse apapachar por el resto para evitar su mirada, y la de su representante y amigos, claro.

    Quiso huir incluso cuando Shinsou lo llevo a casa en silencio, corriendo desde el elevador hasta su puerta y cuando sintió que el alfa le había alcanzado en esta trato de alcanzar la del baño para encerrarse.

    Esfuerzo inútil al quedar entre la pared y Hitoshi quien le sostenía de los hombros con fuerza.

    — ¿Qué diablos paso hace rato?

    — No es tu problema.

    — ¿Qué no lo es? Dime ¿Es cierto? ¿Vamos a tener un hijo?

    — Sí, voy a tener un hijo, pero no te confundas Shinsou, es mío, no nuestro.

    Trato de escaparse, pero parecía que Shinsou se había enojado aún más con sus palabras, le tomo de la cadera y le llevo hasta la habitación dejándole un poco brusco en la cama.

    — ¿Qué mierda?

    — Eso quisiera saber yo, que mierda tienes en la cabeza para hablar así.

    Su voz sonó fría, pero el agarre iba a dejarle marcas al Omega en las muñecas, le dio la vuelta para dejarlo boca abajo contra las almohadas y volvió a hablar.

    — ¿No pensabas decirme?

    — suelta, me lastimas.

    — Repito ¿Si no me hubiera enterado por otro alfa que mi Omega está embarazado nunca me lo hubieras dicho?

    — El idiota fuiste tú al no notarlo ¿No crees?

    Trato de sonar con burla, pero su rostro irritado paso a ser de dolor cuando sintió su cuello mordido con fuerza y sintió la sangre correr.

    — Que te entre en la cabeza Denki, esa cría es mía, y estoy terriblemente molestó de que no fueras a decirme —

    Cuando el rubio comenzó a sollozar dolido y tratando de zafarse finalmente le soltó, le cubrió con la cobija y se acostó a su lado abrazándole para que no escapara mientras limpiaba la sangre con la sábana.

    — Eres un animal, ni siquiera me marcaste porque no estoy en celo.

    — Esperas a mi primogénito, lo serás.

    — Si claro, como si fuera a dejarte, lo nuestro es una mentira Shinsou, una mentira y no tienes nada que ver con mi bebé — En realidad estaba asustado, de que fuera a arruinar la carrera de Shinsou, de que se enlazarán solo por compromiso y formarán una familia infeliz.

    El alfa respiró hondo, le acomodo en su pecho y acaricio sus cabellos rubios.

    — Es una mentira, una que aún no termina, hasta el final, vamos a hacer de esta mentira la más creíble, y seremos la pareja perfecta para los espectadores ¿De acuerdo? Me veré realmente mal para los fans si no me hago cargo — Como si escuchará sus pensamientos, Shinsou dijo las palabras que necesitaba para sentirse obligado a aceptarlo.

    Denki no quería arruinar su carrera.

    Y Hitoshi tendría su carrera arruinada si no estaban juntos ahora más que nunca.

    ¿Verdad?

    El contrato cambió, Sero casi se desmaya, pero TetsuTetsu parecía feliz, ahora incluso uno de los eventos era la boda, todo calculado y premeditado para hacer enloquecer a los fans que ya empezaban a hacer ruido y emocionarse con el anuncio del embarazo.

    Los mejores médicos, las mejores atenciones, el departamento ideal para una familia, incluso papeles dónde aún en cinta podría trabajar, todo lo consiguió la empresa y la de Shinsou estaba eufórica, la publicidad par niños estaba a tope.

    Una mentira, que aunque fuera trabajo podían disfrutarla como antes, en cierto punto dejo de ser un problema para el omega y se concentró en su embarazo.

    — Cuando Nazca, tendremos que renovar el contrato.

    — Si, aunque me gustaría que fueran pocos eventos, el primer año es importante y podríamos tomar el trabajo más ligero para disfrutarlo.

    — Me parece bien, aunque celebrar su primer año públicamente no suena mal.

    — Será lindo, lo que tú quieras será perfecto — Juntando sus manos sin pensar, recargando la cabeza en el hombro ajeno Shinsou se centraba en mirar el aún pequeño vientre ajeno.

    — ¿Perfecto? — Riendo ante lo cursi que era aún fuera de la vista pública le alzo el rostro para verse a los ojos y sonreír.

    — Si, perfecto — y con un suave beso se sellaba el plan.

    Cómo se esperaba, todo estaba saliendo a la perfección, desde los planes de venta hasta la publicidad, todo mundo andaba hablando sobre el embarazo de la pareja del año y seguían el avance como si fuera su propia vida.

    Cada mes el contrato se extendía, cada mes los "te quiero" salían más naturales, los pequeños gestos de afecto eran el chisme matinal, y los resultados de las citas médicas eran publicados en sus redes.

    Sero incluso había abierto una red social especial para el futuro bebé que ya tenía más fans que sus propios padres y ni había nacido aún.

    Los buenos deseos, los mil mensajes de apoyo a veces hacían sentir a Kaminari algo culpable, pero Hitoshi se los hacía olvidar con un par de besos y mimos, recordándole que aquella mentira los tenía felices.

    El día del nacimiento incluso aunque era media noche las redes estaban a punto de colapsar mientras Shinsou moriría pero de angustia.

    Y la primera foto de la pequeña criatura de cabellos oscuros y ojos claros fue la tendencia aquel día.

    — Diste tu mejor esfuerzo.

    El alfa estaba orgulloso, se notaba claramente en su mirada al ver a su bebé en sus brazos quien dormía plácidamente, mientras el Omega, completamente agotado y cansado lucía radiante después de que le arreglaran un poco para la foto, miraba a su criatura con adoración y sintiendo mil cosas en el pecho.

    — Es tan pequeño...

    — Es adorable, en serio, estoy tan agradecido, en serio te amo tanto — Un par de enfermeras desviaron la vista cuando Shinsou beso apasionado a su Omega, quien le correspondió el beso feliz.

    — Yo te amo más.

    Con corazones flotando en el ambiente los médicos y demás se retiraron y al quedarse solos en la habitación ambos padres comenzaron a reír ¿Quién podría ser así de cursi en público en verdad?

    — Joder, realmente estoy muerto, recuérdame no volver a hacerlo.

    — Vamos, se sentirá solo si no tiene hermanos para jugar después, quizás esperar un par de años, pero no digas que no lo harás de nuevo.

    — Pues hazlo tu vaya, que el que tiene el cuerpo cortado soy yo — Señaló su estómago, dónde quedaría la cicatriz de la cesárea mirándole enfadado hasta sentir los pequeños besos en la mejilla.

    — Está bien, será lo que tú quieras.

    Volvieron a darse besos cortos, pero sin tantas palabras melosas como antes, únicamente en silencio para finalizar frotando sus narices y que Denki cargará a su pequeño.

    — Bueno, quizás otro, pero antes de eso debemos ver lo del contrato.

    — Cierto, ¿Sobre el primer año del bebé?

    — También, pero creo es más urgente el contrato matrimonial y el de la marca.

    Aunque fue una sorpresa, Shinsou asintió soltando una leve risa mirando a sus dos personas favoritas en la camilla.

    Para un inicio como el suyo, sabía que Kaminari estaba más cómodo teniendo todo aquello por contrato, aunque fueran contratos que nada más mantenían entre ellos, aunque fueran solo contratos de juguete.

    Aunque fueran una mentira.

    La única mentira entre ellos era ser una pareja cursi y enamorada, porque desde que iniciaron, su trabajo era ser una pareja cursi y melosa, fuera del trabajo, solo eran una pareja normal

    Ahora, por trabajo serían una familia perfecta e impecable.

    Fuera del trabajo, solamente una familia.

    Esa era la mentira, sus "yo" falsos ante la cámara eran perfectos, y su relación igual.

    La verdad era, que eran dos personas completamente normales que se amaban, y cometían errores y caían, pero volvían a levantarse y ser felices una y otra vez.

    Quizás el trabajo los haría mentir un par de veces más también, quizás habría mentiras que tendrían que mantener poco, pero su mentira esperaban que no terminara nunca.

    Porque era una mentira que hacía felices incluso a los propios mentirosos.
     
  5.  
    isavetthdz

    isavetthdz Una letra a la vez, la fantasía continúa.

    Cáncer
    Miembro desde:
    1 Marzo 2017
    Mensajes:
    77
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Motsureta Kosari
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    5205
    “Un psiquiatra dijo que las canciones de amor solo son una trampa cruel que alimenta las fantasías de la gente. ¿Romanticismo en la vida cotidiana? Umm, eso no existe.”

    BONNIE HUNT.

    ***

    — Mil monedas de oro entregadas por la mano del príncipe.

    — Debes estar jugando.

    — No, ese es el precio que puso.

    — Olvídalo Shinsou, es imposible conseguir esa cantidad y más que sea el príncipe quien sé lo dé — Midoriya miró a su hermano con espanto ante la tontería que acababa de soltar.

    ¡Ni en sueños había visto tanto dinero junto! Y al príncipe mucho menos, apenas y conocía su nombre. Que Shinsou quisiera conseguir eso era un estúpido sueño. Pero Hitoshi no prestaba atención a esas cosas, para él lo que obtendría a cambio del dinero sería algo que atesoraría toda su vida, solo debía trabajar duro para conseguirlo.

    — Primero debemos acercarnos al castillo para saber siquiera quien es, del resto me encargaré yo.

    — ¿Debemos? Que seamos familia no implica que deba seguir tus locos planes.

    — Podrías ver a Todoroki de cerca.

    — Hecho ¿Cuándo nos vamos?

    En el castillo vivían la princesa Mei, su hermano el príncipe Monoma y su primo Shouto Todoroki, que, si bien no era de la primera línea al trono, también ostentaba el título de príncipe y al tener más libertad el pueblo lo conocía.

    Cada mañana cabalgaba silenciosamente por las fronteras junto a su prima. Los rumores decían que esperaba el día en que fuese atacado y el mundo lo diera por muerto, para así librarse de sus aburridos deberes reales.

    Pero únicamente eran rumores.

    Su hermanastro Izuku Midoriya, había conocido al príncipe Shouto cuando tenía 14 años, mientras escapaba de algunos ladrones. El de cabellos bicolor había llegado a su rescate salvándolo sin tardanza, poco después fue que Midoriya había sido adoptado por sus padres; Yagi y Shouta, por ello es que no sabía más allá de los rumores. Pero por algo debía ser que su hermano llevará 10 años enamorado de un príncipe que apenas socializaba.

    — ¿Nuestros padres saben?

    — Ellos piensan que vamos a explorar un poco las fronteras — Contestó simple cuando salían del lugar donde se habían detenido a desayunar, causando que Midoriya le mirara mal nuevamente.

    — ¿Usaste mi trabajo de excusa?

    A Izuku le atraían las criaturas míticas y los seres mágicos, estos vivían en lo más profundo del bosque; en las fronteras del reino y nadie más que los investigadores se acercaban al paraje, pues las criaturas eran peligrosas y aún había varías desconocidas. Shinsou nunca se interesó en el tema, pero el entusiasmo de su hermano era la excusa perfecta para viajar sin preocupaciones.

    El castillo no estaba tan lejos de su pueblo natal; solo un par de horas a pie y podrían ver la capital del reino. El problema al llegar era el cómo podrían acercarse al príncipe; Shouto o Monoma no importaba, cualquiera le servía.

    — Hay más seguridad de lo que pensé — Si bien era normal revisar a la gente al entrar a la capital, incluso Shinsou pensó que algo no iba bien cuando al llegar a las puertas de la ciudad los soldados revisaban de manera minuciosa a cada forastero.

    — Algo no anda bien Midoriya.

    — ¡Atención! — A un lado de la fila de revisión, se paró firme un soldado de alto nivel de cabellos rubios y cara brillante, irradiando estrellas con confianza — ¡Los que vengan por la solicitud del Rey por favor reunirse conmigo, partiremos al palacio en 10 minutos!

    Muchos de los que estaban en la fila de verificación dejaron su puesto para ir con el soldado, lo cual puso aún más nervioso al de pecas, pero el de cabello morado vio una oportunidad. Jalo sin cuidado a su hermano y lo llevó a rastras a donde el rubio uniformado.

    Ninguno sabía qué ocurría, pero ambos hermanos no pasaron desapercibido que la gran mayoría iban armados hasta los dientes o llevaban grandes bolsas.

    El tiempo entre la incertidumbre y los nervios pasó volando y para cuando lo notaron eran llevados como reses en bola hasta el castillo, donde fueron metidos en una gran explanada. Desde el balcón de su palacio, asomaba el rey con porte frío e inquebrantable mientras a su lado el príncipe Monoma parecía estar por desfallecer en cualquier momento.

    —¡Bienvenidos sean todos! Nuestro rey agradece su presencia ante este llamado urgente, como saben, esta situación no puede hacerse pública y necesitamos a los más adecuados para este trabajo. Ayer como todos los días el príncipe Shouto salió a cabalgar con nuestra noble princesa Mei, salida de la cual no volvieron; según se nos ha informado se vio a un gran dragón secuestrarlos cuando pasaron cerca de los límites.

    El silencio se hizo y solo sonaron expresiones ahogadas de aquellos que no sabían todo, o que ni siquiera estaban enterados, como Midoriya, quien casi se desmaya al escuchar que su amado príncipe había sido secuestrado por un dragón.

    — La misión es simple, rescatar a ambas altezas seguras y de ser posible sin daños, en caso de que sea tarde... Conseguir su venganza para darles descanso. Con ayuda de la guardia real se formarán escuadrones de búsqueda, estarán integrados por aquellos que quieran trabajar juntos, el Rey promete dar a cambio lo que sea que le pidan; desde todo el oro que deseen hasta la mitad de su reino, a aquel grupo que consiga cumplir la misión —

    Muchos se miraron entre ellos con sonrisas cómplices, mientras otros ya venían en grupo y no se preocupaban por ello, en cambio, Shinsou miro sereno y directo al Rey, pensando, cuidadosamente en cómo debía actuar, pues en su vida se había enfrentado a una bestia mítica o una criatura mágica.

    — ¿Shinsou?

    — Iremos Midoriya — Afirmó con una sonrisa algo torcida, mientras miraba a su hermano sin dejarle opción — ¡Nosotros solos iremos a rescatar a esos dos y conseguiré las mil monedas de oro entregadas por el mismísimo príncipe! — Su declaración no fue nada baja ni discreta, de manera inmediata las miradas rivales cayeron en ellos.

    Pero el de ojeras no se iba a dejar intimidar, su futuro dependía de ello, y si debía arriesgarse la vida para hacerlo lo haría, debía conseguir ese dinero a toda costa. Por lo que cuando llegó el momento de apuntar a su escuadrón de búsqueda en la libreta del soldado, no dudo en escribir su nombre como líder y el de su hermano abajo.

    — ¿Nada más dos? — El soldado los miró como si ya los diera por muertos, lo que a Midoriya le hizo volver a preguntarse cómo es que se había metido en ese lío.

    — Tres — Una voz gruesa y molesta hizo a Shinsou voltear, chocando con la poderosa mirada rubí del extraño.

    — Si tú tienes tu dinero, yo quiero al dragón para mí, así que apúntame en tu escuadrón, que tú y el nerdo ese no sobrevivirán solos.

    — Entonces el cazador Bakugo irá con ustedes — El soldado estirado se mostró sorprendido, pero ya sin quejas, mientras escribía el nombre del rubio abajo del de Midoriya.

    — Yo también iré — Con una armadura brillante y gran porte, se acercó un soldado de lentes — no puedo dejar que sujetos tan inconscientes arriesguen su vida sin llevar a alguien con experiencia.

    — Si Iida-kun va con ellos entonces igual yo. Será divertido, entre más gente mejor.

    Para cuando Shinsou pudo notar, ya estaban caminando al bosque fronterizo su hermano, el rubio enojado, el soldado de lentes y la chica que parecía ser bruja.

    — Shinsou deberías mínimo tratar de hablar con ellos, eres el líder.

    — De los dos tú eres el sociable Midoriya, únicamente necesitó encontrar el camino a ese dragón.

    Midoriya negó resignado mientras esperaba al resto. La bruja Ochako, era una chica amable y divertida con la que se llevó bien inmediatamente, mientras que el soldado de lentes Iida, que resultó ser el esposo de la chica; era alguien recto pero confiable, aunque muy previsor. Y el cazador Bakugo... Bueno él el único interés que tenía era en conseguir el dragón ¿Por qué? No lo decía, pero esa era toda la recompensa que quería.

    El bosque era hermoso, algo lúgubre, pero muy bello y aunque ya estaban algo profundo, gracias al cielo no se habían topado con nada. Pero de igual manera no tenían ni una sola pista de dónde estaría el dragón.

    — Todo lo que sabemos es que se le vio partir en esta dirección — Comento Iida mientras quitaba del camino algunas ramas salidas, mientras Bakugo mirada arriba y Midoriya buscaba señales en el piso; habían visto a los otros grupos tomar rumbos diferentes, pero ellos siguieron en línea.

    — Sigamos avanzando recto, debe haber algo que nos...

    — ¡Todos deténganse! — Midoriya de la nada se detuvo con una expresión seria, mirando el piso con concentración mientras Bakugo le miraba intrigado.

    — ¿Qué sucede Izuku?

    — Gorros rojos — El que contestó a secas fue Bakugo, mientras desenvainaba su espada curva y miraba en todos lados. Midoriya asintió ante ello y se colocó en guardia.

    — ¿Gorros rojos?

    — Son como los enanos, pero más agresivos, tienen a vivir donde se ha derramado sangre humana y usan unos ridículos gorros rojos por la misma. Son alimañas débiles, pero molestas — Cuando Bakugo termino de decir aquello, de entre los arbustos asomaron pequeños, grotescos y amarillentos ojos mirándolos fijamente.

    Iida de manera inmediata empleo su espada para cubrir a la única chica del grupo, mientras esta se preparó para la batalla, Midoriya se cubrió tras su hermano, y este miraba a todos lados sin saber qué esperar; él no era un aventurero sin miedo a la muerte como su hermano, en su vida se había enfrentado a una criatura mágica.

    Aunque eran criaturas débiles eran como las plagas, venían muchos y era difícil enfrentarlos, pronto se vieron rodeados y el enfrentamiento se hizo tardío, mientras Iida y Bakugo se arriesgaban en el frente Shinsou protegía a Uraraka que trataba de lanzar sus mejores hechizos a la vez que Izuku trataba de explicar las debilidades de aquellas pequeñas molestias.

    — Tengo una idea... Pero saldremos volando...

    Ante lo dicho por la mujer, todos se reunieron en el centro del enfrentamiento tratando de no separarse y se prepararon para el impacto "salir volando" resultó literal, la explosión inadvertida causó que quedarán sordos por un poco de tiempo y al mismo tiempo salieran disparados aterrizando estrepitosamente en algunos arbustos.

    — Avisa maldita sea — Bakugo, con el cabello más puntiagudo de lo normal y manchas de quemazón en la ropa fue el primero en ponerse en pie, mientras Izuku con el cabello hecho afro trataba de sacar a la chica que se había atorado entre las ramas e Iida buscaba sus lentes.

    Valiente grupo tenían.

    Shinsou se encargó de revisar dónde estaban, cuando encontró escamas de dragón atoradas en la punta de los árboles arriba suyo su caminó empezó a tomar sentido, fue así que los dos hermanos que jamás habían experimentado el sabor de la batalla por mano propia empezaron un viaje lleno de bestias míticas y sustos que quizás nunca olvidarían.

    Medio día, eso habían pasado caminando y ya tenían una colección de cicatrices, leves quemaduras y golpes por todo el cuerpo, aun así, seguían vivos y eso era algo que agradecían profundamente, incluso Midoriya habiendo agarrado confianza, tomó una espada que encontraron en el camino y ahora vigilaba junto a Katsuki.

    Entre investigaciones de último minuto y pequeñas batallas que terminaban de extrañas formas fue que finalmente escucharon el rugir de un dragón a lo lejos, su sangre se heló, pero finalmente sentían cerca la victoria.

    — Iré adelante, no estorben extras — El rubio se puso extrañamente serio, a su vez el resto le obedecía a regañadientes, poco a poco, en silencio, tratando de no causar más alborotos hasta llegar al dragón mantuvieron un paso constante.

    El ambiente se tensó, el olor a sangre se hacía cada vez más penetrante mientras avanzaban y la oscuridad iba dominando esa parte del bosque, escuchaban cada cierto tiempo un feroz rugido, obviamente de parte de su presa final y solo podían observar con temor a las aves huyendo o los pequeños animales correr en dirección opuesta a ellos. Supieron que habían llegado cuando se pararon frente a una gran cueva de la que no se podía observar nada más que oscuridad, pero escuchaban provenir de ella una pesada respiración.

    — Finalmente... Es aquí — Iida dudo por mucho tiempo, de que realmente su pequeño, inexperimentado y recién formado grupo fuera el "ganador" de aquella competencia y encontrarían el premio mayor. Bakugo sacó su espada con una gran sonrisa de orgullo mientras Ochako se iba preparando.

    — Tenía razón al seguirlos — Asustandolos por su aparición, llegó el príncipe Monoma montado en su gran corcel blanco, acompañado de otros 3 soldados, uno de ellos el rubio brillante que les había dado la presentación.

    — Maldita sea ¿Qué hace este inútil aquí? — Bakugo quiso gritarles enojado, pero comprendía su situación así que solo masculló molesto mientras hacía señas de que no hicieran ruido.

    — Seguirlos, obviamente, sería una desgracia que el premio fuera para escorias cómo ustedes — Sin importarle nada, el príncipe con una sola mano ordenó el rodear la cueva, varios jinetes salieron de entre los árboles y la "emboscada" estuvo lista.

    Los aventureros fueron empujados contra su voluntad hacia atrás, mientras un mago real conjuraba un gran hechizo explosivo con toda la intención de acabar con el monstruo que estuviera dentro de la cueva.

    — ¡Espera, el príncipe Shouto! — Midoriya se sacudió violentamente tratando de impedir el ataque aunque ya estuviera listo, pensando en la posibilidad de que su amado estuviera dentro.

    — Olvídalo chico, los dragones no dejan ni siquiera restos — Tratando de ser comprensivo el soldado que lo detenía habló en tono bajo, pero nada más alteró más los nervios del peliverde.

    Aunque para salvarlo de la atadura, Bakugo inmediatamente golpeó al soldado en la cara, liberándose de cuántos soldados se le cruzarán en frente.

    — ¡Ese dragón es mío!

    Shinsou aún no podía asimilar del todo que estaba pasando, pero tomó valor y tomando de nuevo la espada se unió a su grupo para enfrentarse a la armada real.

    El frío corrió por sus cuerpos y el miedo surgió cuando en medio de sus disputas un gran rugido salió a flote, todos hicieron silencio y las pisadas pesadas se hicieron más claras, de la oscuridad surgieron un par de ojos rojos encendidos, y pronto se vio claramente la figura del imponente Dragón escarlata, quien molesto por la invasión ya estaba echando fuego levemente por la comisura de su boca.

    — Mierda.

    Tan pronto como el príncipe cayó en cuenta de él, ya estaban en plena lucha, los soldados tratando de atacar solamente conseguían molestar más a la inmensa criatura. El dragón solo con moverse dispersaba a las tropas y con solo elevar sus alas ya había dejado en derrota a todo el escuadrón. El rugido fuerte alteró a todos y pronto la mayoría perdieron las esperanzas de vivir.

    Monoma cayó del caballo, y tratando de reunir a sus soldados el dragón ya estaba sobre él, se sintió extremadamente pequeño en medio de sus patas, sentía la respiración caliente y pesada sobre su cabeza y cuando elevo la vista los ojos furiosos del depredador que tiene a su presa lo congelaron.

    ¿Así acabaría toda la línea real del reino?

    — ¡Espera! — Katsuki pronto se deshizo de los estorbos en su camino, trato de saltar sobre el dragón con arma en mano pero este término empujándolo causándole un fuerte impacto contra el suelo.

    — ¡Príncipe! — Shinsou tomó la mano del rubio, reuniendo toda la fuerza que poseía y empujándolo lejos de la boca del reptil, agarró la espada con ambas manos, aunque una se cortará al tomarla del filo, y con ello impidió que lo tragaran de un bocado, la espada quedó como un mondadientes atorado entre ambas mandíbulas permitiéndole escapar. El dragón soltó un sonido estresante y doloroso, sacudiendo fuertemente su cabeza para liberarse.

    — ¡Ahora! — El soldado rubio, de nombre Aoyama, ya sin importar la disputa anterior, llamó a Shinsou y a sus compañeros, lanzando una gruesa cadena sobre la cabeza del dragón, Iida fue rápido y alcanzó la otra parte para atarlo fuertemente, Hitoshi no lo pensó, robo una espada ajena y empezó a correr con la intención de rebanarle el cuello o al menos dejarlo ciego.

    — No lo mates, Espera ¡Kirishima! — Al parecer se había fracturado una pierna con la caída anterior, el cazador Katsuki masculló aquello molesto y con ferocidad. El único que entendió de alguna manera su intención fue Izuku, quien volteo a ver el dragón buscando respuesta.

    Y allí estaban.

    — ¡Sobre los cuernos, corta la cosa negra!

    Shinsou no tenía la menor idea de que hablaba, pero confiaba plenamente en su hermano así que le halló forma y tras arriesgarse, uso la cabeza del dragón como escalón y logró saltar hasta alcanzar sus cuernos, en su campo de visión al fin apareció una pequeña caja negra y de una sola estocada termino hecha pedazos.

    Un rugido más, que pasó a ser un sonido lastimoso y triste, y el dragón dejó de luchar y se dejó caer rendido contra el suelo, agotado y respirando con dificultad.

    — Eijirou — Katsuki se apresuró a acercarse, la criatura elevo un poco la cabeza y pareció sonreír para terminar estirándose tratando de alcanzar al rubio, frotando su cabeza contra él amigablemente.

    — El dragón... — Ochako, cansada ya que se dedicó a curar a los heridos, se acercó sin creer en la escena, Monoma se tambaleó con dificultad al levantarse y el ambiente pareció relajarse de golpe.

    — Es mío ¿Algún problema? Les dije grupo de idiotas que ese sujeto es mío, te juro que te mataré príncipe de pacotilla — Bien, la irá final de Bakugo fue hacia Monoma quien había causado todo el alboroto en sí, tras pegarle un par de veces y quedar satisfecho volvió al dragón — Y tu bastardo ¿Hasta cuándo estarás así? Buscarte no salió nada barato así que más te vale me pagues.

    El dragón se escondió entre sus alas entendiendo el regaño, causando que el rubio se quejara aún más.

    — Vamos, que cosa más aburrida, duró muy poco la prueba — Saliendo de la cueva, digna y magnífica camino con honor y elegancia la primera princesa del reino, la princesa Mei con artefacto en mano y sin un solo rasguño.

    — Hermana — En comparación, todo golpeado, sucio y acabado el príncipe Monoma se acercó hasta su hermana verificando que estuviera bien — Por dios ¿Cómo te encuentras? No sabes el desastre que causó tu salida, todo el reino…

    — Oh ¿No leyeron la nota en el cuarto? Informe que saldría a experimentar ¿Vez? — Entregó el gran aparato a manos de su hermano — El aparato de control mental de criaturas está listo, funciona a la perfección, con esto podremos crear una línea de tránsito por el bosque — Orgullosa de su creación y sin tener en cuenta a los soldados que se recuperaban de la batalla, Mei tomó como exitoso su experimento.

    — Aunque claro, antes de que lo arruinaran — Desecho el aparato en el dragón, soplo derrotada presionando un botón y el aparato roto en el cuerno del dragón finalmente se liberó y cayó. Tras eso una cortina de humo salió del reptil rojo y pronto emergió una figura considerablemente más pequeña.

    — ¡Blasty! — Aterrado y finalmente libre, el dragón ahora con forma humanoide se lanzó a brazos de su dueño. — Te juro que no quería alejarme, espere en el lugar como me indicaste mientras ibas por provisiones, pero esta mujer al ver mis cuernos dedujo mi especie y dijo que sería su conejillo de indias, después de que me puso eso ya no supe de mí — Cuál niño, el pelirrojo se aferró al cazador excusándose por todo el daño causado.

    Mientras todos llegaron a la misma conclusión.

    La princesa Mei era peligrosa cuando se lo proponía y toda la búsqueda había resultado en vano.

    — Espera ¿Y Shouto? — Aún preocupado Midoriya fue el único que se acordó del primo de los príncipes, la pelirrosa admitió su culpabilidad y pronto llamó a su "ayudante" quien salió cargando todo lo demás de los aparatos, exhausto y con manchas de tinta, pero vivo. Aunque en cuanto vio al peliverde soltó todo y corrió a abrazarlo.

    Shinsou entonces pensó que lo suyo no fue un simple encuentro de hace algunos años y su hermano escondía más de lo que decía. Pero ¿Quién era él para juzgar?

    — Bien, si entonces eso fue todo, regresemos, necesito un baño de burbujas después de todo esté tormento — Ochako ya estaba cansada y harta, y para que aquella aventura tuviera un final tan ridículo al menos se merecía eso ¿No? Así que tomó camino en dirección a su propia casa que estaba en el límite de la ciudad.

    — Esperen — Tratando de acomodarse y lucir pulcro, el príncipe tomó la palabra — Este incidente fue causado por la familia real, pero seguirá en pie nuestra palabra, por favor, diríjanse directamente al castillo para que se les otorgue su recompensa.

    — Como decía, vamos a cobrar una buena recompensa y vayamos de vacaciones — La castaña entonces paso a dar la media vuelta y tomar rumbo al castillo.

    La caravana recién formada entonces tomó dirección de regreso, Bakugo sobre su dragón debido a su pierna y Midoriya sobre el caballo del príncipe Shouto debido al cansancio, las trompetas anunciando que se había acabado la búsqueda para que el resto de aventureros regresará era todo lo que se escuchaba en el bosque.

    — Oye — Acercándose montado en su caballo de nuevo, el príncipe Monoma hizo más lento su andar para hablar con el líder del grupito, Shinsou le había salvado la vida y no le había agradecido — Aparte de la recompensa, quisiera agradecerte personalmente, si no fuera por ti estaría muerto.

    —... No fue nada su alteza, no lo hice con la intención de que se me agradeciera, solo... Me gusta el rubio y sentí la necesidad de ayudarlo — Shinsou iba a pie, por lo que cuidaba más por dónde iba que poniéndole atención, también tenía heridas y golpes por todos lados así que no quería más daños. Monoma detuvo su caballo y sintió sus orejas rojas ¿Gustar? ¿Quizás hablaba dé? Pero no tuvo el valor de preguntar.

    En el castillo, o al menos en el patio de este, el mismo donde se habían reunido para salir a la expedición, los recibieron con aplausos y vítores de parte de los demás que regresaron antes. El rey esperaba con una sonrisa tranquila en medio de la explanada para darles los honores.

    Para mantener su orgullo a causa de que su propia hija fue la que inició el problema, recompensó individualmente a cada uno de los soldados y a su grupo.

    Bakugo pidió la autorización firmada para tener a su dragón aún en ciudades grandes, Iida y Ochako aceptaron humildemente un pequeño territorio vacío donde podrían vivir con calma, Midoriya no perdió el tiempo y pidió la aceptación de su relación con el príncipe Shouto, la cual fue concedida sin mucho problema, ya que esté no era heredero de la corona.

    El problema era la recompensa de Shinsou, pues siendo el líder del grupo que "ganó" tenía que tener un reconocimiento mayor. Hablando al aire en medio de su desesperación el rey había prometido incluso la mitad del reino para el líder, pero ¿En qué cabeza cabía darle aquello a un chico como Shinsou? Pero había muchos espectadores con altas expectativas y confianza en que el rey cumpliría su palabra.

    Tras quedarse en silencio en la ceremonia, Monoma se acercó hasta su padre susurrando le al oído con tranquilidad, el color del rey volvió a su rostro con alivio y tras aclarar su garganta procedió a continuar con la ceremonia.

    — Joven Shinsou, valiente líder de la expedición que logró traer sanos y salvos a los dos príncipes perdidos y salvador del príncipe heredero Neito, merecedor de toda la gloria del reino — Alzando las manos para atraer más la atención y sonar más solemne el Rey continúo — Había prometido incluso la mitad de mi reino, pero como un leal súbdito de este sabrás que aquello no es tan fácil cumplir, en cambio, te daré el mayor honor que pueda darte. Shinsou Hitoshi ¡Eres digno de entrar a la familia real! Veré con ojos amables tu compromiso con cualquiera de mis hijos si así es tu deseo.

    Los aplausos y vítores no se hicieron esperar, Mei miró incrédula a su padre, pero se reprimió al aceptar que ella había tenido la culpa de todo, pero aún con eso Shinsou no se movió de su posición, fue hasta que el ruido empezó a disminuir debido a la preocupación del público que finalmente se acercó.

    Digno dejó la espada en el suelo y se inclinó ante su Rey.

    — Mil monedas de oro, entregadas por el mismo príncipe — Volvió a repetir aquellas palabras con las que había iniciado su aventura, incluso Aoyama creía haber recordado que eso había pedido. — No deseo nada más majestad, no es poco ni insignificante, con esas mil monedas y si permite que el príncipe me acompañe a entregarlas, me dará todo lo que deseo en esta vida.

    Fue una gran sorpresa, pues se le había puesto en bandeja de plata hasta la oportunidad de ser el próximo rey si se comprometía con el príncipe heredero, pero pedía una cantidad monetaria, que aunque no era poca, tampoco era tan valiosa al compararse con todo lo que se le ofrecía.

    El rey soltó una gran risa para aligerar el ambiente y ordenó inmediatamente la preparación del dinero y ofreció la mano de su hijo al muchacho para que le escoltara. Pensó que solo era una broma, entregaría el dinero seguramente a su familia y después aceptaría el matrimonio. Por lo que aconteció que al partir, no iban Shinsou e Izuku nada más.

    La familia real iba en su carruaje especial, el rey en persona junto a los 3 príncipes guiados por los caballos donde se habían montado Shinsou e Izuku. Por mera curiosidad les acompañaron sus recientes compañeros de aventura, Katsuki por el cielo e Iida y Ochako en un caballo detrás del carruaje real.

    Terminaron en una de las zonas más abandonadas del reino, la zona granjera y tras esquivar a varios rebaños terminaron en una simple casita, modesta, pero grande en la que Shinsou tocó con fuerza la puerta hasta que le abrieron.

    — ¡Cállate por el amor de Dios! — Salió del lugar un hombrecito mal humorado, más bajo que el peli morado, con gorro de paja puesto y overol como uniforme — ¿Shinsou Hitoshi? Con un demonio ya te dije que...

    — Mil monedas de oro — El más alto le interrumpió, obligándolo a salir de la casa y empujándolo hasta caer a los pies de la realeza — Entregadas por el mismísimo príncipe ¿No? — Casi con un tono burlón Shinsou disfruto su victoria al máximo cuando vio al hombre palidecer e inclinarse ante el rey, disculpándose insistentemente por su andrajosa apariencia.

    Monoma tomó el dinero y aún sin saber cuál era el chiste de todo eso, ayudó al hombre a levantarse y le entregó la bolsa.

    — Soy el Príncipe Heredero, Monoma Neito, es un placer entregarle esto — El Rey ni se había bajado del carruaje, pero sonrió amable creyendo que era el padre del muchacho.

    — El joven Hitoshi luchó valientemente contra todo tipo de bestias, este dinero no es suficiente para compensarle, por ello reitero mi propuesta de matrimonio con alguno de mis hijos.

    El granjero cayó, sentándose en el suelo viendo las brillantes monedas y escuchando a su rey hablarle tan bien de aquel chico que a él solo le resultaba molesto.

    — Su majestad, se confunde — Sin querer ser irrespetuoso, Midoriya se acercó al carruaje real para aclarar el malentendido — Él no es nuestro padre, él es...

    — ¿Shinsou?

    Quizás la mayoría entendió todo en ese momento, tras la casa llegó cargando una canasta enorme de flores un joven rubio, bastante delgado, pero de brillante mirada dorada, con el short dejando ver los moretones en sus piernas del duro trabajo, pero una gran sonrisa como el sol.

    — ¡Hitoshi! — Confirmando que era él, dejó caer la canasta y corrió hasta abrazar al otro, quien le recibió con una leve sonrisa y las orejas rojas — Dios mío ¡Pensé me habías abandonado! Después de que papá te corriera con tan ridícula condición.

    — No, nunca lo haría, vine para cumplir.

    — ¿Cumplir? — Sin entender qué estaba pasando, el rubio finalmente amplió su campo de visión para ver al grupo de soldados escolta, a su padre en el piso desconcertado y el carruaje real frente a su casa, y al encantador príncipe Monoma frente a su padre. — Por dios, la condición...

    — Si, Mil monedas de oro entregadas por el príncipe — Orgulloso de sí mismo, Hitoshi tomó las manos ajenas entre las suyas — Para poder casarme contigo ¿Verdad, Denki?

    Ochako ahogó un grito de sorpresa entre sus manos mientras la mayoría de soldados, incluyendo a Iida, pasaban por diferentes tonos de rojo por sus rostros por la situación que resultó bochornosa. El rey se quedó sin habla y Mei soltó la carcajada encantada por la situación.

    Una valiente expedición, una aventura de muerte, para que no quisiera ni el reino ni el trono, solo la mano de un pequeño chico de campo.

    Kaminari observó los ojos dulces que le miraban con expectación y sonrió encantado, con las mejillas rojas y los ojos luminosos por lágrimas que se negaban a caer.

    — Si, para poder casarnos — Le abrazó con fuerza de nuevo y empezó a reír suavemente por la vergüenza, Shinsou correspondió el abrazo suspirando con alivio, esas risitas eran todo lo que necesitaba en su vida, no importaba nada más.

    El único que se animó a hacer algo, únicamente porque no entendía para nada la situación, fue Shouto quién empezó a aplaudir y felicitar a la nueva pareja comprometida, se les unió la pareja de aventureros y Midoriya quería evitar reír al ver a Mei tranquilizar a su padre que no cabía en su sorpresa.

    — Felicidades por su matrimonio — Neito sonrió algo confundido aún, pero entregó una pequeña bolsa de dinero, como un regalo de bodas para que la pareja tuviera una vida tranquila por un tiempo.

    Midoriya tuvo una idea entonces en tan alegre ocasión, recogió la canasta de flores de Denki, y alzó las manos tratando de llamar la atención de Katsuki.

    En el cielo rugió Kirishima, causándole un susto de muerte a Denki quien se abrazó más a su pareja y con asombro observó a la magnífica bestia sobrevolar el cielo, bajar levemente hasta que el jinete jalo a su futuro cuñado y subir nuevamente al cielo.

    Allí, se dejaron caer las flores como en los mejores festivales de la capital, y Denki pensó que era un sueño de cuento de hadas al estar rodeado de tantos pétalos y felicidad, miro a la gente que felicitaba y festejaba, vio el surrealismo de ver al rey en su jardín, de ver al hombre más testarudo del mundo, su padre, mirar el cielo como si hubiera perdido la cordura, y a su chico mirarlo como la cosa más hermosa del mundo mientras los pétalos se pegaban a sus cabellos.

    Quiso preguntar, la curiosidad por saber cómo es que habían terminado en aquella escena era mucha, pero solo acercó su rostro al de su prometido para fundirse en un beso, quizás sería una historia demasiado larga y él quería casarse lo más próximo posible.
     
  6.  
    isavetthdz

    isavetthdz Una letra a la vez, la fantasía continúa.

    Cáncer
    Miembro desde:
    1 Marzo 2017
    Mensajes:
    77
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Motsureta Kosari
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3263
    “El dolor no desaparece. Simplemente, le haces sitio.”
    LAURIE HOLDEN -.


    ***

    La guerra era un campo de batalla donde dos partes luchaban para defender cada uno su ideal, principios y demostraban su fuerza, habiendo solo un bando ganador y un perdedor parecía algo sencillo al describir así; la realidad era bastante diferente.

    Una guerra era un infierno, donde no importaba quién ganaría al final todas las partes tenían pérdidas irremediables y se luchaba más que por ideales por intereses políticos ajenos a los soldados, ellos únicamente cumplían órdenes.

    Por razones como esas es que Shinsou no comprendía en lo más mínimo porque había luchado para terminar en el hospital.

    Se había unido al ejército por obligación, por deber moral, por la edad, por dinero, quizás por algo de ego, había dejado familia y amigos atrás y había cumplido con su entrenamiento meticulosamente día tras día en lo que los llamaban al frente del campo de batalla.

    Una guerra que llevaba alrededor de 3 años entre sus dos naciones se liberaba entre las fronteras y la razón era el simple hecho de obtener el poder de la zona de comercio que simbolizaba el río que corría entre las dos tierras.

    Los soldados no eran filántropos o adivinos para prever qué pasaría con aquel río cuando algún bando ganará la batalla, pero cumplían fielmente sus órdenes pensando que ayudaban a su nación.

    La moral se desmoronó cuando su propio gobierno causó el desastre de su pueblo natal, allí donde el pasto era verde y la cosecha abundaba fue una parte del ejército que la devastó y arrasó con todo lo que había allí con la excusa de que los soldados necesitaba los recursos.

    Su unidad se sintió mal, todos eran de esa zona, al ver sus campos y casas devastadas sus ánimos de seguir luchando se perdieron junto con la vida de sus familiares.

    Ese día fue la última vez que Hitoshi miró a su padre y su pequeña hermana, mientras eran transportados a la fosa común y los soldados de otras regiones recuperaban lo "útil" y los "bienes" para el fondo del ejército.

    Sus ganas de luchar por ese gobierno tan ruin desaparecieron, pero ahora no tenía más lugar donde ir, el ejército, su unidad, era todo lo que le quedaba, por lo que pasó otros dos meses luchando a su lado corriendo de un lado a otro desviando la vista cada que tocaba saquear otra ciudad o aldea y "callar" a los pobladores que se quejaban.

    Fue un día de invierno cuando uno de sus más cercanos amigos, Midoriya, reunió a su unidad lejos de la zona de descanso general y habló nervioso, pero firme sobre unirse al ejército enemigo.

    ¿Cómo? ¿Por qué? Tenían demasiadas preguntas y realmente no había muchas respuestas, solo el hecho de que su "enemigo" había tomado el rumbo de persuadir al ejército contrario a unirse a sus filas para ayudar a aldeas neutrales que habían sido afectadas por sus conflictos. A cambio recibirán tierras y un mejor sueldo.

    Era una locura, sonaba tan descabellado que lo más seguro es que fuera una trampa, pero su unidad estuvo de acuerdo en unanimidad ¿Qué había hecho su gobierno por ellos? Su sueldo no era miserable, pero era poco, habían perdido a sus familias y hasta un hogar al que volver. Con eso en mente es que partieron en la madrugada para que no los descubrieran hacia el campo de descanso enemigo.

    Al llegar, tomaron valor, si era mentira o no, ya no había nada que perder, esperaron quizás la trampa que les caería, pero en vez de ello fueron recibidos como aliados por parte del general Todoroki, eh inmediatamente enlistados. Aunque su idioma era el mismo, el acento era diferente al igual que las manías de habla, pero se entendían y sus superiores fueron amables.

    Su unidad se separó poco a poco, Midoriya se unió al batallón principal junto a Todoroki, Bakugo formó su propio escuadrón junto a Kirishima y Sero, e incluso las chicas que habían sido enfermeras de su unidad se unieron a la fuerza médica principal. Él se quedó en la unidad de apoyo cansado de correr de un lado a otro.

    Cuando estalló la batalla que marcaría el rumbo nuevo, escucho que murieron algunos de sus amigos, viejos y nuevos camaradas, incluso el implacable Shishida, y el escuadrón médico de Kendo. Su herida fue el día que trató de alcanzar a Midoriya en el campo central, allá arriba en la colina roja donde se libraba la batalla, pero antes de poder siquiera verle fue herido con bala en la pierna dos veces y una en el hombro.

    Despertó en el hospital militar, vendado por todas partes y sintiéndose de la mierda mientras no reconocía a nadie en ese lugar, le habían operado de emergencia para sacar las balas, y no pasó a mayores, ni siquiera estuvo en riesgo de morir, ya que lo ayudaron rápido.

    ¿Por qué era él el único con tanta suerte? No sabía nada de sus amigos, ni si había algún sobreviviente de ellos. La guerra seguía y él solamente estaba acostado sirviendo de bulto y ocupando la camilla que alguien más podría ocupar.

    — Te ves terrible hoy también.

    — Gracias.

    La única persona que conocía era el herido de a un lado, un estúpido rubio lo bastante idiota como para haber ayudado a escapar a su escuadrón mientras el gas nocivo del enemigo los atacaba, ahora tenía una parte del tórax y un brazo con heridas de quemadura y la libro de quedarse ciego.

    Kaminari era irritante, su acento lo alteraba y comúnmente no se entendían debido a sus diferencias étnicas, era optimista, tenía mucho por lo que luchar a su diferencia, sus amigos al menos la mayoría seguían vivos, hablaba de un padre y una abuela esperándolo en una pequeña granja familiar, y constantemente ligaba con la paramédico Jirou diciendo que se casaría con ella.

    A veces deseaba cambiar de lugar con alguien más para dejar de escucharlo, luego recordaba que estaba en el campamento del ejército y sus sueños se rompían y se tenía que atener, el encamillado a su otro lado tampoco era agradable, es más, ni siquiera despertaba, había quedado inconsciente debido al gas enemigo y aunque estaba estable no despertaba.

    — Shin, Shin, vamos a jugar cartas.

    — Cállate Kaminari, y no es Shin es "Shinsou" — Mientras el rubio le jalaba bruscamente del brazo no herido el de cabellos oscuros solo quería dormir, los sedantes eran leves y el dolor le era infernal aún.

    — ¿Shin...sou? Es difícil, me cuesta pronunciar, dejémoslo en Hitoshi — Denki dejó a la ligera lo demás sentándose a su lado sacando las cartas ignorando lo poco cooperativo de su amigo, porque si, Shinsou era su amigo, al menos él lo sentía así.

    Después de pelear en vano y que Denki no entendiera sus insultos se rindió y terminaron jugando cartas, pasaron de apostar los tranquilizantes que les tocaban a tener que quitarse alguna prenda si perdían.

    Y aunque recibieron una buena regañada de Jirou al verlos sin camisa y a Denki sin pantalón finalmente el ex-enemigo se rio suavemente y el rubio sintió su cometido completo.

    La actitud de Hitoshi se fue suavizando poco a poco, entre los juegos de cartas y las tonterías que hacía Denki se fue acostumbrando a su presencia.

    — ¿Qué quieres hacer cuando todo termine?

    — ¿Yo? Pues tu gobierno prometió darnos una porción de tierra para vivir, supongo me gustaría una granja, los animales le gustaban a mi hermana pequeña, especialmente animales pequeños como patos y esas cosas, aunque yo quiero gatos —

    — Hitoshi... Que cursi.

    — Cállate.

    Fue un mes después de aquello que finalmente logró ver a Midoriya, quien siendo un sobreviviente tenía varias marcas en los brazos y el cabello más corto, pero parecía más adulto, más fuerte, mientras se habían cambiado los roles y ahora era Todoroki quien le seguía como su suboficial, ahora tenía una parte de la cara marcada por el gas, pero se veía tan fuerte como la primera vez.

    Pasaron a saludar a los enfermos y heridos, y cuando lo vieron solo sonrieron como los viejos amigos y se tomaron de la mano para que ellos siguieran su camino.

    — ¿Quieres regresar al frente? — Cuando volvieron a quedarse solos, Denki se sentó como de costumbre a su lado, mientras distraídamente le peinaba el cabello con los dedos. Shinsou negó dejándose llevar.

    — Aún tengo pesadillas.

    En el campamento para el cuidado de la salud del ejército la música de fondo siempre eran gritos, a veces de dolor, de agonía y otras veces por las pesadillas.

    La guerra no había terminado, y quizás aunque terminara para ellos no terminaría jamás, en sus mentes rondaban los rostros de sus compañeros caídos, de los enemigos asesinados, de los inocentes sufriendo, para él incluso a veces aparecía el rostro de su hermanita ¿Cuándo dejarían de tener pesadillas sobre esos días?

    — Todos tenemos Hitoshi, todos tenemos.

    Después de ese día, a veces dormir juntos apaciguaba sus pesadillas, a veces nada más necesitaban tomarse de la mano para no quedarse en el río de sangre que perduran en su memoria.

    El equipo del campamento no era tan refinado, sus heridas punzaban y el dolor se hacía agonizante cuando acaba el efecto de la droga y les inyectaban más, Denki se abrazaba a él con fuerza cuando alguno de los otros se terminaba haciendo dependiente de la sustancia que borraba el dolor, mientras el afecto lo volvía loco y trataba de tomar toda la medicación que pudiera, Shinsou únicamente tomaba la cabeza de Denki y lo alejaba de todo ese escándalo aferrándolo a su pecho.

    Cuando la piel se secaba y empezaba a caer de nuevo de sus heridas, Hitoshi era el único que no le importaba retirar la piel muerta de su cuerpo y Denki a su vez era el único que parecía no importarle que Shinsou no pudiera levantarse jamás de la camilla.

    Con el paso de los días a las enfermeras no se les hizo extraño verlos juntos haciendo cualquier tontería y después dormir de golpe por los medicamentos.

    Cuando la herida de Kaminari se infectó, el de cabellos morados no durmió en lo absoluto mientras los médicos trataban de ayudar a su amigo, quien parecía tener una fuerte vitalidad pues siempre salía victorioso de cualquier tipo de operación.

    Fue en otoño mientras las hojas caían y teñían el suelo de rojo, amarillo y café cuando Kaminari finalmente pudo caminar normalmente, su vista estaba perfecta e incluso había dejado de doler la cicatriz en su tórax, corría de un lado a otro por el campamento riendo y brillando como solía hacer mientras ayudaba a transportar todo lo que le pidieran.

    — ¡Hitoshi!

    Cuando escuchaba su nombre provenir de esos bonitos labios, con ese acento que en algún punto se volvió dulce para él y esa sonrisa venía de compañía el mundo interno de Shinsou colapsaba y su única defensa era desviar la mirada mientras Denki efusivamente saltaba a abrazarlo después de su trabajo hasta que las enfermeras le regañaban por imprudente.

    No era tonto, sabía lo peligroso que se estaba volviendo ese pequeño cosquilleo en el pecho al verlo, sabía incluso que el dolor que sentía al verlo coquetear con Jirou no era normal, pero también sabía algo.

    Estaban en guerra, y está no había acabado, y como lo supuso muy a su pesar Denki fue llamado de nuevo a las filas principales y tan idiota como siempre fue, solo salto de felicidad al recibir la noticia guardando sus cosas para ir al campo de batalla inmediatamente.

    La euforia del rubio fue tanta que no se acordó de su amigo hasta que estaba listo para irse y el transporte lo estaba esperando, lanzó su maleta y regresó corriendo esquivando a las personas en su camino hasta lanzarse a la camilla ajena como de costumbre.

    — Me voy, deséame suerte Hitoshi.

    — Vas a la guerra, idiota.

    — Oh, cierto — Sonrió un poco incómodo, si lo pensaba mejor, podría no volver a ver nunca a Shinsou y eso le desanimó un poco, pero antes de poder seguir pensando sintió las manos ajenas acariciar sus cabellos con calma, como cuando calmaba sus pesadillas.

    — No mueras.

    Fue un momento extraño para ambos, podían escuchar el latir del corazón ajeno, el calor de sus cuerpos, y el solitario sentimiento de despedida. Shinsou fue quien lo empujó suavemente para que partiera, regalando una suave sonrisa como despedida y ya en el transporte Denki solo podía sentirse conmocionado.

    Quería volver, ahora cayendo en cuenta que volvería al infierno de fuego y balas y Shinsou no estaría a su lado para calmar sus pesadillas se sintió realmente solo.

    En el campamento médico las cosas no cambiaron en lo absoluto, quizás un par de semanas se sintió más callado el ambiente, pero cuando el compañero inconsciente de la camilla de al lado despertó resultó ser igual de ruidoso, nada más que este era irritante. Monoma se quejaba a diestra y siniestra y su risa aturdía sus sentidos, debido a ello se animó a empezar las terapias para poder caminar de nuevo.

    Necesitaba alejarse ¡Urgente! De ese rubio quejumbroso antes de perder la cabeza.

    En medio de la batalla, Denki mandaba cartas o pequeñas notas a "su amigo del campamento médico" y las enfermeras solamente reían bajito cuando Shinsou trataba de disimular su felicidad.

    En cambio, Denki era molestado cuando hacía pucheros al ver en las respuestas vagas y cortas de Shinsou la mención de otros compañeros, especialmente sus quejas de Neito, aunque no era para tanto le causaba molestia y sus compañeros de batalla se reían.

    La guerra seguía empeorando, los desertores se hacían más, los que traicionan a su tierra y se iban al bando contrario por el dinero también aumentaban y las malas noticias eran las únicas que abundaban.

    Cuando su pierna volvió a tener fuerza para poder caminar un poco, se dedicó a ayudar a las enfermeras en labores pequeñas incapaz de poder quedarse sin hacer nada más tiempo.

    Fue así como encontró a Jirou hecha bolita en una esquina del campamento llorando amargamente la muerte de su pareja en batalla, la consoló en silencio tratando de que pudiera sacar todo, y en una hora ella siguió su trabajo como si no pasará nada. De esta forma era el mundo en ese momento, debían seguir trabajando, adelante.

    Comentó aquello como un pequeño dato, pues sabía Denki ahora podría sentirse libre de cortejar la cuando volviera, pero, en cambio, Kaminari se sintió ofendido, no precisamente por la situación de Jirou, pero había mandado tantos mensajes que ya hasta se había olvidado de su interés en ella.

    Fue en medio del campo de batalla cuando vio morir frente a sus ojos a sus compañeros que entendió a dónde quería volver y por qué.

    Solo quería que acabará el infierno, y que Shinsou le consolará tan dulcemente como solía hacerlo en las camillas de la zona de hospital.

    Pero fue todo lo contrario, los mensajes se hicieron menos, el tiempo en batalla más largo, y Shinsou volvió a caminar y su brazo se recuperó de mejor manera y se dispuso su envío al equipo de ayuda a las zonas afectadas, pero antes de poder partir una bandera hizo toda la diferencia.

    Fue una madrugada fría, blanca y silenciosa cuando los cañones y las balas dejaron de caer, cuando los campos de batalla fueron abandonados y los soldados empezaban su viaje de regreso a casa.

    Habiendo llegado a un acuerdo, la guerra que duró tantos años finalmente se acabó con la victoria de ellos, Shinsou no era de ellos, era un extraño de ese pueblo, pero aun así saboreó la victoria como propia cuando la noticia llegó a sus oídos.

    Muchos de sus compañeros unidos al ejército después de la propuesta de ese gobierno sintieron su vida resuelta, en cambio, tenían su sueldo intacto, pero las tierras prometidas no serían entregadas hasta que las cosas se estabilizarán, por mientras había albergues para ellos quienes "extranjeros" no tenían a donde ir pues habían traicionado a su gobierno.

    Neito le invitó a regresar con él, pues era hijo de una buena familia, pero Shinsou negó rotundamente mientras empacaba sus cosas, su hombro aún dolía, pero sus piernas ya estaban perfectas, quería llegar al albergue más cercano y dormir.

    — ¿Te vas?

    La voz ajena, más ruda y un poco seca la reconocería en cualquier parte, sus miradas chocaron y Shinsou sonrió al verlo vivo sano y Salvo.

    — Si, la guerra terminó, es hora de seguir — Dio una leve palmada en el hombro ajeno de forma amistosa ¿Qué más se podía decir en esa situación? Su corazón ya estaba lo suficientemente feliz de ver a Denki una vez más.

    En cambio, el del rubio latía con fuerza y lastimosamente, apretó los puños y le tomó con algo de brusquedad del brazo buscando las palabras.

    — ¡Yo tengo! ... Tengo una granja —

    — ¿Lose?

    — Tengo una granja, con muchos animales pequeños, incluso patos... También voy a tener gatos — Sus manos temblaron sin haber estado jamás en esa situación, por su parte Shinsou recordó aquella conversación cuando ambos estaban heridos, sintió algo de vergüenza, pero el rostro preocupado de Denki le daban ganas de molestarlo.

    — ¿Y?

    — Quiero... Que vengas conmigo — Denki sonrió satisfecho con sacarlo de su pecho, había corrido desde el campamento donde se quedó para poder llegar antes de que Shinsou desapareciera, lo había decidido en cuanto acabó la guerra.

    Lo quería a él, en su vida.

    — Suena tentador, pero yo no tengo nada que darte a cambio de la hospitalidad — Tratando de mantener la postura mientras los compañeros que iban retirándose los miraban nada discretos soltando risitas.

    Por dios estaban aún en el campamento.

    — Tienes razón, hay una condición para que todo en la granja sea tuyo también — Denki olvidó por completo que los veían los demás, su mente estaba enfocada en hacer lo que fuera para que Shinsou se fuera con él, se paró recto y formal tratando de no parecer nervioso y solo lo dijo — Cásate conmigo.

    Shinsou se quedó estático tratando de entender los secretos del universo mientras los compañeros que seguían viéndolos se quedaban sin aire.

    — Espera, espera ¿Qué?

    — Cásate conmigo Shinsou.

    Buen momento para que finalmente pudieran pronunciar su apellido correctamente.

    — Somos dos hombres, idiota.

    — Me da lo mismo —

    Shinsou se pasó las manos por la cara tratando de entenderlo, Denki nunca mostró signos de cambiar sus gustos, menos de tener interés en él, pero ahora estaba allí el pequeño sol reiterando una y otra vez que lo había elegido a él.

    — Ah... está bien, Pero la esposa serás tú — Bromeó a su manera dejando escapar una sonrisa nerviosa mientras sus orejas se teñían de rojo, el rubio saltó de felicidad hasta abrazarlo sin cuidado besando efusivamente su rostro hasta terminar en sus labios.

    Se escucharon las risas y aplausos de sus compañeros y hasta salieron a la luz las apuestas que habían tenido las enfermeras, apuestas de las cuales la mayoría las ganó Jirou.

    Él lo había perdido todo en la guerra, se había quedado solo, sin hogar y sin familia, al acabar la guerra, trabajando para el bando enemigo, consiguió un bello lugar como hogar, como suegro a un hombre demasiado escandaloso y una "abuela" lo bastante metiche como para apropiarse de sus gatos, y aunque a veces las pesadillas lo atormentaran o el recuerdo de su hermana y padre venían a su mente, al despertar encontraba ese llamativo color rubio y un par de ojitos dorados que le miraban con adoración.

    Bueno, ahora podía decir que la guerra había tenido algo de sentido.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso