Mosaico de alfarero Recojo esos fragmentos rotos que no pueden ser reutilizados. Los recojo uno por uno, labrados a fuego vivo, temperaturas infernales, salidos de la más oscura cueva. Los recojo, hecho trizas, los colecciono y los guardo. Saco esa masa fresca, cruda, y juego con ella. Creo un lienzo que me agrade, una cama para mis fragmentos. Y la tierra dura de mezcla con la tierra mojada. Y juntos creo un mosaico, se va todo al horno otra vez. Y los fragmentos rotos, de tal manera, no volverán a encontrarse desperdigados. Ahora son algo, no meras trizas que han sido desechadas por alguien que no puede ver las cosas como la hermosura que son. Sonrío.